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Schweren Herzens por Amelia_Badguy

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Vio impresionado como uno de aquellos sujetos extraños que tenían una M en su frente, el que era el más pequeño, se lanzaba sobre Gohan, clavando en su cuello una especie de tetera luego de que este se transformara en súper saiyajin, debido a la petición de aquel sujeto de tez como rojiza.

Su instinto gruñó y se iba a lanzar a proteger a su hijo, pero la mano de Piccolo lo detuvo en su lugar, giro su mirada al namekiano, casi como para decirle que estaría bien en realidad, para luego fijar su vista nuevamente en su hijo, viendo como la energía de este estaba siendo drenada.

Goku no solía reaccionar de esa manera, siempre sabía que Gohan se podía defender de cosas, pero esto no era nada usual en realidad, pues a su hijo le estaban drenando su energía de apoco, lo que le estaba haciendo gruñir, aunque claro, el omega como siempre sorprendió a todos cuando aquella especie de tetera se despendió del cuello de Gohan y Vegeta corrió rápidamente a ver al chico que estaba tendido sin energía en el cuadrilátero.

Nadie del público entendía que estaba ocurriendo. Primero habían visto la masacre que había sufrido la hija de Mr. Satán, el campeón mundial, siendo que Videl había terminado gravemente herida hasta que el beta le había dado una de las semillas del ermitaño que había traído su padre, pero ahora el mismo chico estaba tendido sin energía mientras aquellos dos idiotas se escapaban sin más volando.

— Arregla esto — La voz del omega llamó la atención de Kibito, aquel ser que era el guardaespaldas de Kaio-Shin, que miraba todo más alejado, intentando explicar al alfa enfadado lo que había ocurrido con su cachorro. — ¿Acaso eres sordo? Arregla la energía de Gohan.

Le gruñó molesto, mirando a ese idiota, necesitaban seguir a los demás para ver que pretendían. Maldita sea, sólo había aceptado ir a aquel lugar para que Amarant se divirtiera un poco y jugara, lo que al niño le agradaba hacer, pero ahora estaban involucrados en algo más grande.

Aquel ser de tez rojita asintió y se acercó a Gohan, poniendo una mano en su pecho para finalmente devolver la energía a su ser, al menos algo de la energía que le había sido robada a aquel beta, que jadeó demasiado confundido.

Cuando habían estado golpeando a Videl de aquella manera había querido ir a detenerlo, saltar de entre el público para defender a la que había sido la amiga de su hermano durante esos años, siendo que Bulma lo había tomado de una mano y Chi-Chi de la otra, logrando que se quedara en su puesto.

— Tranquilo, Amarant, ya verás que tu hermano hará algo — Le había dicho Chi-Chi acariciando su cabello con suavidad, algo que logro que el beta se calmara. Sí bien la mujer no había sido demasiado dada al hecho de que su esposo la abandonara hace tantos años, aquellos había quedado en el pasado, ella había continuado su vida y se encontraba bien con su hijo, disfrutaba de ver a ese pequeño de vez en cuando, aunque podía ser la misma imagen de Vegeta.

El beta se calmó un poco mientras veía aquella pelea, que finalmente terminó con Videl bastante lastimada a decir verdad.

— ¿Creen que Videl estará bien? — Preguntó con suavidad el niño, mirando a los amigos de sus padres, que lucían igual de impactados por aquel combate, siendo que únicamente le tomó la mano a la pequeña hija de Krillin, para calmarla de igual manera, pues la pequeña rubia se había puesto nerviosa.

— Sí, seguro que sí, ya veras, Amarant — Bulma le sonrió a aquel niño, acariciando su cabello, buscando que estuviera tranquilo, siendo que finalmente aquello fue pasando hasta el combate de Gohan, aunque claro, eso no fue mejor.

Ahora fueron Amarant y Bulma quienes debieron parar a Chi-Chi, para que la mujer no fuera al cuadrilátero a ayudar a su hijo, siendo que Bulma pudo ver de reojo como Piccollo estaba de igual manera con Goku, que se veía determinado a parar aquello.

Todo estaba saliendo de manera realmente mal de lo que habían pensado que podría ser en realidad. Todos habían ido a pasar un día tranquilo, reír en el torneo y cosas así, pero ahora era distinto.

Cuando lograron parar a la morena, vieron como aquellos guerreros levantaban el vuelo, marchándose de ahí, siendo que se sorprendió al ver a su padre parar frente a él con un gesto serio en su rostro.

— Amarant, quiero que te quedes con Bulma — Le dijo con seriedad Vegeta, para sin más emprender el vuelo donde ninguno sabía en realidad, sólo siguiendo aquellos sujetos que habían atacado a Gohan, dejando a sus amigos en las gradas bastante desconcertados.

Volaba con fuerza tras esos sujetos, claro, lo suficiente para no ser descubierto, pero estaba realmente fastidiado por lo que había ocurrido. Sí a Amarant se le hubiera permitido entrar en el torneo de los adultos, estaba seguro que hubieran atacado a su cría sin miramientos, lo cual lo sacaba un poco de sus casillas.

— Vegeta — La voz del alfa llamó su atención, aún si iban volando a una velocidad en que el viento sonaba fuerte contra sus oídos, se detuvo un poco cuando el alfa pidió su atención, haciendo únicamente un sonido que indicaba que lo estaba escuchando. — No lograremos nada si vas tan rápido, únicamente dirás nuestras posiciones.

No pudo evitar chasquear la lengua ante el comentario del alfa, pues sabía que tenía razón sobre aquel tema, se darían cuenta de su presencia y el ataque sufrido al beta y su amiga quedaría sin respuestas, por lo cual simplemente bajó la velocidad de su vuelo, comenzando a escuchar la historia que finalmente el Kaio tenía para compartir con ellos, un poco tarde, pero era mejor que nada realmente.

El torneo se vio suspendido durante media hora, después de todo se habían marchado bastantes participantes, por no decir su mayoría, siendo que el pequeño beta veía desde donde estaba sentado el cuadrilátero, suspirando con cierta preocupación en su rostro.

— ¿Crees que mis papás estarán bien, Bulma? — Le preguntó a la mujer que estaba a su lado, aquella mujer que siempre había estado presente en su vida y ahora le sonreía con suavidad, casi como evitando que el chico tuviera malos pensamientos.

Desde el ataque de Frezzer que nada realmente había ocurrido en sus vidas, por lo cual la ponía un poco ansiosa lo que estaba pasando en aquel instante, pero si había alguien que podría resolverlo era Goku, de eso estaba segura.

— Claro, querido, ya verás como volverán y nos explicaran todo lo que ha pasado y la razón de por qué se marcharon — De verdad quería creer eso, no sólo por el niño, sino por el bien de todos.

Pero claro, aquel torneo, como en todos los que habían participado desde que Goku era un niño serían algo especial en realidad, algo que marcaría bastante las vidas en general de la población.

Una nueva amenaza, que crecía desde bajo la tierra, esperando ser despertada gracias a una energía.


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