Narra Elain
-No puedo creer que vayan a cumplirse cuatro años desde que nos conocimos-dijo Ken y sonreí con emoción a sus palabras
-El tiempo pasa volando, en serio-Neri mencionó y después le dio un sorbo a su café
-¿Cómo vamos a celebrarlo?-recargué mis codos sobre la mesa y esperé a sus propuestas
-¡Yo quiero que vayamos de viaje!-Ken gritó de inmediato
-¡Yo también!-lo secundé y ambos empezamos a reírnos
-Pero primero debemos conseguir el título y ya veremos-Neri dijo y regresamos a la realidad.
El tiempo sí que pasaba volando porque ahora los tres estábamos a un paso de recibir nuestros títulos universitarios por completo.
La graduación había sido una semana atrás y todos decidimos hacer una comida con nuestras familias para llevar a cabo la celebración.
Ken invitó a su novio. Un alfa demasiado serio que encajaba demasiado bien con Ken porque él se encargaba de hablar por ambos y de hacerlo sonreír en algunas ocasiones.
Neri en cambio, prefería enfocarse en sus próximos estudios y en una vida en solitario porque había dejado la casa de sus padres, pero continuaba siendo el mismo omega con los pies adheridos a la tierra. Mantenía una relación cercana con un beta, pero Neri era alguien complicado. Y así lo queríamos todos.
Y yo llevé a Joon, que continuábamos siendo novios. De vez en cuando hacíamos bromas sobre un compromiso, pero ambos terminábamos acordando que eso podía esperar
-Pero si hacemos el viaje-Neri continuó-Yo quiero ir a la playa-sonrió
-¡Claro que sí!-Ken volvió a gritar
-Shhh. Baja la voz-Neri le dijo, pero con su sonrisa todavía en el rostro.
Los observé por un momento y después me decidí por probar la rebanada de pastel que Ken me había recomendado de ese lugar.
El sabor del chocolate se disolvió dentro de mi boca y vino a mi memoria aquella vez que Lin me había regalado un pastel de chocolate porque era mi cumpleaños número 16.
Lin.
Habíamos perdido el contacto por completo.
Yo ya no sabía nada de él, pero…
-Oye Ken…-murmuré
-¿Qué pasa?-Ken volteó a verme y yo relamí mis labios
-Has…¿Has hablado con Lin?-dije sin apartar mi mirada de la rebanada de pastel.
Ken trabajaba en una empresa de seguros porque él estudió administración de empresas así que por el momento se encontraba como ejecutivo para resolver casos personales de sus clientes y, hace 7 meses, cuando los tres nos reunimos para una cena, Ken mencionó que había atendido a Lin.
Me platicó que Lin quería asegurar el pequeño negocio de peluquería que había abierto hace dos años. Ken le proporcionó toda la información necesaria y ahora Lin ya contaba con un seguro para su negocio
-Ay Elain…-Neri habló a mi lado-¿Por qué…-
-No. No lo he visto-Ken interrumpió el sermón que de seguro Neri iba a decirme.
Apreciaba la amistad que Ken y Neri me daban, pero la amistad que tuve con Lin, a pesar de todo lo que pasó, continuaba latiendo dentro de mí. Y me daba cuenta de ello porque, como había sucedido con la rebanaba de pastel de chocolate, había momentos en que la vida me lo recordaba.
Si no eran los miles de puestos de Kebabs que veía a diario, siempre era una canción o una historieta que a Lin le gustaba demasiado. Todo me recordaba a él y era muy complicado, pero siempre había conseguido continuar con mi camino.
Después de saber aquel dato sobre su negocio, no pude evitar querer visitar la casa en donde Lin vivía con su tía, pero no me atrevía.
Por supuesto que Joon se percató de mi extraño comportamiento que consistía en suspiros prolongados y uno que otro error cotidiano por estar pensando en otras cosas. Le dije a Joon lo que había descubierto y él solo me observó en silencio. No me preguntó nada más y tampoco opinó algo que me hiciera desistir o que me motivara a encontrarlo.
Joon era así de neutral cuando de Lin se trataba. Él sabía que yo comprendía que Lin nos había provocado muchos problemas, pero él respetaba el lugar que Lin siempre tuvo en mi mente y en mi corazón. Joon entendía que era un tema complicado para mí.
La amistad de Ken y Neri la valoraba demasiado y ellos siempre me hacían ir hacia el frente, pero Lin nunca se apartaba
-Ya sabes que puedo darte su nueva dirección-Ken mencionó-Supongo que querrás saberla para mandarle un regalo-sonrió y lo observé con atención.
Desde un principio, Ken me había ofrecido todos los datos de Lin para que yo lo encontrara, pero nunca pude aceptárselos
-¿Qué? ¿Su cumpleaños está cerca?-Neri preguntó mientras se cruzaba de brazos
-No, su cumpleaños fue hace 2 meses-mencioné y observé a Ken-¿Lin se mudó?-pregunté
-Hace menos de un mes fue a cambiar sus datos para renovar su dirección-elevó ambos hombros
-¿Y por qué mencionas lo del regalo?-me incliné más hacia él para escuchar con atención
-Porque cuando fue a hacer la renovación de dirección llevaba a un bebé en brazos-al escucharlo decir esas palabras me pareció que la cafetería en donde nos encontrábamos había quedado en silencio total-No sé si sea su bebé porque cuando yo lo vi tal vez tenía dos o tres meses de embarazo y por eso no le notaba-
¿Lin?
¿Tuvo un bebé?
-¿Un bebé?-…murmuré
-¿Elain?-Neri me llamó y volteé a verlo-¿Qué quieres hacer?-
-¿No crees que está muy grande?-Joon mencionó mientras él intentaba cargar la cesta, pero no lo consiguió y prefirió dejarla en el piso
-Tal vez debería comprarle dos medianas-dije sin dejar de dar un vistazo a mi alrededor.
Era domingo y Joon y yo nos encontrábamos en una tienda de artículos para bebés.
Después de que me enteré de que Lin tal vez tenía un hijo, me entristecí porque por un momento deseé haber recibido una invitación o alguna tarjeta en donde se me notificara del gran suceso, pero tal vez había sido dejado de lado por Lin ya que yo no le era alguien importante en su vida.
Pero Joon dijo que, si yo todavía no lo olvidaba y sabía sobre ese suceso, lo mejor sería mandarle algún regalo y no tuvo que repetírmelo dos veces porque me había decidido.
Si Lin ya no me recordaba o sí lo hacía, iba a enviarle un regalo de todas formas.
Ken me había compartido la dirección de Lin y en la tienda donde Joon y yo nos encontrábamos hacían envíos a domicilio, así que todo podría realizarse sin que Lin tuviera que verme o viceversa.
Yo estaba más que emocionado y nervioso porque no podía creer que Lin tuviera un bebé
-Ya me decidí-dije en voz alta-Que sean esas dos canastas medianas-señalé hacia las dos primeras canastas que había visto al entrar a la tienda.
El contenido de ambas era variado; tenían pañales, talco, leche en polvo, conjuntos de ropa blanca, shampoo, babero, toallas, mantas y otra infinidad de productos que de seguro iban a servirle demasiado a Lin y al bebé
-A domicilio ¿Verdad joven?-la encargada de la tienda me observó y yo asentí
-Si, por favor-saqué de inmediato el papel en donde tenía anotada la dirección de Lin y se lo entregué-A esta dirección, por favor-ella sonrió y se encargó de realizar todo el trabajo.
Me había quebrado la cabeza para encontrar el regalo perfecto, pero al final lo había conseguido.
La cesta llena con cosas para bebés era el mejor regalo del mundo.
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Después, mediante un seguimiento que la tienda otorgaba a cada cosa que era enviada por el servicio de entrega a domicilio, me enteré que el regalo por fin le había llegado a Lin el día después de que se lo había comprado.
En un correo electrónico me aseguraron que el regalo había sido entregado y me moría de ganas por saber qué es lo que Lin pensaba a cerca del regalo, pero el miércoles pasó sin ninguna novedad y cuando el jueves llegó, recibí un correo de él porque los datos del remitente iban junto a la tarjeta del destinatario.
Por un momento me vi tentado en poner otro nombre y un correo nuevo, pero Joon me animó a escribir los verdaderos.
-Gracias por el regalo ¿Estás libre el Sábado? Podemos vernos en la cafetería a la que siempre íbamos cuando salíamos de clases en la escuela alta ¿La recuerdas? Te veo ahí a las 5-
Era lo que decía en el correo que recibí y yo me encontraba más que feliz.
Y el día de nuestro encuentro llegó tortuosamente porque los días se me habían hecho interminables. Con desbordante emoción, ingresé al interior de la cafetería en donde habíamos acordado vernos y lo busqué con la mirada.
Lo encontré sentado frente a una mesa redonda y pequeña. Mientras me acercaba lentamente hacia él, me percaté de que su cabello continuaba siendo rubio. También noté que a su lado había una carriola y… cuando estuve a solo unos cuantos pasos de llegar al él, noté que mecía a un bebé entre sus brazos
-Lin…-lo llamé cuando llegué a su lado. Él volteó a verme y me dedicó una sonrisa
-Hola-le sonreí de vuelta y tomé asiento frente a él-¿Quieres pedir algo?-entrelacé los dedos de mis manos sobre la mesa y aunque intenté prestarle atención a Lin, lo único que podía ver era a esa pequeña personita que tenía entre sus brazos
-¿Cómo has estado?-le pregunté
-Bien-sonrió y se removió sobre el asiento-Déjame hacer las presentaciones-él se encargó de descubrir un poco el rostro de su bebé y yo me incliné hacia el frente para verlo mejor-Él es Timotté-dijo y me perdí en ese pequeño rostro sonrojado-Timotté, él es Elain, mi mejor amigo-lo observé con sorpresa y mis ojos se llenaron de lágrimas en un santiamén
-Lin…-murmuré y regresé a mi posición inicial-Yo…-Lin levantó una mano hacia mí
-Lo siento-me interrumpió-Lo siento por todo-ambos nos observamos y mis lágrimas empezaron a salir sin control. Los ojos de Lin también se pusieron llorosos-Y gracias por todo-sonrió-Sé que no fui el mejor amigo de toda la vida, pero de verdad lo siento. Y sé que un lo siento no es suficiente para enmendar todo el daño emocional que te provoqué-negó levemente y sorbió su nariz porque ahora las lágrimas le salían a él sin ningún control-Al día siguiente de ese encuentro que tuvimos en el bar-asentí-Tenía una resaca espantosa y mi tía me regañó como nunca antes lo había hecho-volvió a sorber de su nariz y consiguió controlar sus lágrimas-Me hizo prometerle que iba a enmendar las cosas contigo, pero jamás me atreví a llamarte o a inmiscuirme de nuevo en tu vida-me observó-Decidí que lo mejor era dejarte en paz, pero te juro, Elain te juro que ningún día he dejado de pensar en ti. Cada Navidad anterior he querido mandarte una tarjeta, pero nunca me había atrevido-volvió a sorber su nariz, pero con más fuerza-Cuando me encontré con Ken en aquella empresa de seguros, quise preguntarle por ti, pero no me atreví. Siempre fui un cobarde porque sé que mis acciones no tienen justificación. Yo… yo estaba tan celoso de ti. Parecía que todo lo bueno te pasaba a ti y nunca fui capaz de ver lo bueno que había a mi alrededor. Jamás valoré realmente tu amistad-Lin extendió una mano sobre la mesa y tomó la mía-Elain… yo, de verdad aprecio que estés aquí-tomé su mano con mis dos manos-Te amo Elain y siempre voy a considerarte como mi mejor amigo-sus lágrimas regresaron-De verdad Elain…-su voz se cortó y entonces fue interrumpido por el llanto del bebé-Disculpa…-sonrió-Tiene hambre-ambos aprovechamos esa pequeña pausa para recuperarnos.
Observé a Lin cuando empezó a darle de comer a su bebé y entonces mis dudas aparecieron
-¿Cómo es posible que hayas decidido tener un bebé?-le pregunté con una sonrisa sin poder dejar de verlo
-Bueno, pasó lo que tú muchas veces me advertiste-me observó y después suspiró-Me enamoré de un alfa y ese alfa me mencionó lo mismo que tú me habías dicho sobre los colores que algunos omegas tenemos-su mirada fue hacia Timotté-Tuve relaciones con ese alfa y… después me dejó-elevó ambos hombros
-Lin…-murmuré
-Está bien. Ya está bien-sonrió un poco-Lo quería demasiado, pero me dejó porque no quería tener un bebé conmigo, así que me presionó para que abortara, pero elegí a Timotté-sonrió y suspiró-Ahora tengo a un buen amigo que es beta y… le gusto un poco más de lo normal así que él me ayuda muchísimo-
-¿Vas a darle una oportunidad?-pregunté con una sonrisa y Lin se carcajeó
-Él es muy atento y quiere mucho a Timotté… aún no lo sé. Por ahora mi prioridad es mi bebé-su mirada regresó a Timotté y ambos continuamos con una plática más amena en la que nos contamos todo lo que nos había pasado.
Lin me pidió perdón un par de veces más y, cuando ya eran cerca de las 7 de la noche, ambos nos despedimos
-Elain… me alegro de haber hablado contigo-mencionó mientras ambos estábamos saliendo de la cafetería
-Yo también me alegro-lo observé-Lin…-
-Escucha Elain. A mí me gustaría mucho volver a ser parte de tu vida, pero no creo que sería lo correcto. Te he lastimado demasiado y tal vez con esto te lastime un poco más, pero no quiero regresar a nuestra antigua amistad-ambos nos observamos de frente-Ambos tenemos una vida por delante y creo que lo mejor sería continuar con nuestros caminos por separado-mis ojos volvieron a ponerse llorosos, pero asentí-Tal vez podremos vernos en algunas ocasiones-encogió sus hombros-No sé cuándo sea bueno nuestro siguiente encuentro, pero por ahora… continuemos así ¿Sí?-
Solo pude asentir.
Ambos nos despedimos con un abrazo y cuando llegué a casa, le platiqué todo a Joon.
Cuando conté la parte final de mi encuentro con Lin, empecé a llorar sin ningún remedio y Joon se encargó de abrazarme hasta que me quedé dormido.
Le deseaba a él y a Timotté, una muy feliz y larga vida.