Narra Elain
El semestre había terminado con la suma de mis calificaciones en un 8.7 final. Nada mal para tratarse de mí, pero es que las ciencias computacionales sí eran lo mío porque aparte de que solo te dedicabas en escuchar las clases y recomendaciones del profesor, tu hoja en blanco era tu propio campo de batalla. Tú creabas o arreglabas tu código como se te antojara siempre y cuando tu programa “corriera” y eso me gustaba.
No había reglas que seguir sobre el cómo debían hacerse las cosas. O te auto-complicabas o terminabas rápido.
Después de que el semestre llegó a su fin, Lin y yo pudimos relajarnos un poco. Por cierto, Lin salió en sobresaliente con un increíble 9.8 final. No había ningún problema porque su beca continuaba con esa calificación, pero jamás debía bajar del 9.5. Era algo abrumador, pero eso parecía no preocuparle a Lin.
Antes de que las vacaciones de fin de año empezaran, el comité de la escuela, que era conformado por algunos tutores y alumnos, nos hicieron la invitación a una pequeña convivencia de fin de año. Por supuesto que Lin y yo asistimos y fue algo agradable. La convivencia era para que los más jóvenes de la escuela se conocieran entre ellos y también conociéramos a los alumnos de semestres más avanzados. Omegas, betas y alfas estábamos invitados sin ninguna distinción.
En esa reunión, que se llevó a cabo dentro de las instalaciones de la escuela, bebimos chocolate caliente y un pan tradicional que a mí no me gustaba tanto, pero que Lin se comió en mi lugar sin ningún problema. Después, cerca de las 6 de la tarde fuimos al patio trasero en donde se encendió una fogata y comimos más comida en la que también se incluyeron algunos tipos de Kebab, por supuesto que no pude ser más feliz. En ese poco tiempo que duró la reunión, conseguí hablar e intercambiar redes sociales con algunos betas y unos cuantos omegas. Neri no asistió porque tuvo que viajar para visitar a sus abuelos paternos y pasar el año nuevo con ellos, pero Ken estuvo a mi lado junto a Lin.
Los betas y omegas que conocí fueron sumamente agradables. Eran divertidos y como hablaban mucho sobre todo tipo de temas, yo no me veía en la necesidad de buscar algún tema de conversación que nos entretuviera (Eso es lo que normalmente hacía con Lin porque él a veces no hablaba mucho).
En general, pasé una velada muy agradable.
Las celebraciones de fin de año pasaron para darle espacio al nuevo semestre que llegó para obsequiarnos una muy dolorosa bofetada.
Desde que el nuevo semestre dio inicio, las cosas empezaron a cambiar porque, número uno, Ken y Neri me “motivaron/presionaron” en conseguir el nombre del alfa con el que había cruzado miradas aquella vez de la exhibición que tuvimos como club de tiro con arco.
Lo había intentado, en serio que lo había intentado (tal vez el tiempo que le había invertido no fue suficiente) pero al parecer la búsqueda de una persona no era mi fuerte. Era la primera vez que intentaba algo como eso, pero también prefería que fuera la última.
Era muy complicado.
No tenía ninguna pista, ni su nombre, ni su carrera, ni nada; solo sabía que era un alfa y que tenía otros dos amigos alfas; ese dato resultaba ser algo muy común en la escuela y en todo el mundo.
Ken y Neri no me ayudaban en nada, pero eran buenos para presionarme.
A pesar de que ese alfa era el crush de Neri; Neri solo pudo contarme que de vez en cuando los veía a los tres jugar basquetbol, pero que tampoco sabía mucho. Y como el inicio de año era demasiado frío (porque nos encontrábamos en pleno invierno) casi nadie salía a jugar en las canchas por culpa de la nieve que se acumulaba.
Cada que los entrenamientos del club de tiro con arco empezaban y terminaban, me aseguraba de dar un vistazo rápido a las gradas con la esperanza de encontrarlo, pero solo en dos ocasiones me encontré con sus dos amigos, menos a él. Me vi tentado en acercarme a ellos para obtener información, pero no podía. No me atrevía. No quería verme tan desesperado porque la desesperación nacía por las presiones que Ken y Neri me daban.
Les había pedido que los tres nos acercáramos al mismo tiempo para hablar con los alfas, pero ellos también se negaban porque esos dos alfas, de verdad no parecían ser amigables.
Era por eso que prefería no ilusionarme tanto, ni siquiera sabía qué iba a hacer una vez que ese alfa estuviera frente a mí, así que dejé de lado ese tema y les pedí a Neri y Ken que se detuvieran con ello. Y ellos lo aceptaron.
Otro asunto que se complicó en ese nuevo semestre, fue que Lin empezó a “salir” con un beta que conoció en la convivencia de fin de año. Lin me aseguró que solo eran amigos con beneficios y nada más, pero hubo un momento en el que me preocupé porque a veces veía moretones en sus brazos. Y él me explicó que era porque “ese beta es muy tosco en el sexo”. Esa era su respuesta y como él cambiaba de tema, prefería no molestarlo porque él tenía más experiencia que yo y de seguro sabía lo que estaba haciendo.
Conocía a ese beta porque Lin me lo había “presentado”. Ese pequeño encuentro sucedió cuando el beta fue una vez por mi amigo a la biblioteca mientras ambos nos encontrábamos estudiando. Ambos se iban a una cita.
Después de aquello, Lin salió a muchas otras citas con ese beta. Y aunque en el interior los envidiaba, les deseaba que les fuera bien porque después comprendía que Lin era muy diferente a mí y que no siempre iba a tenerlo para mí. Me entristecía, pero eran cambios que llegaban tarde o temprano.
Otra cosa que sucedió a mitad del semestre, fue que Lin y yo discutimos como nunca antes lo habíamos hecho.
Escena Retrospectiva (Flash Back)
-¡Ya cállate!-Lin elevó el tono de su voz
-Pero… Lin-intenté acercarme y el retrocedió
-Quiero estar solo ¿No lo entiendes?-
-Pero has estado actuando extraño-intenté volver a tomar su mano, pero él la alejo abruptamente
-¡No me pasa nada!-gritó con desesperación
-Yo puedo ayudarte-me ofrecí
-Si quieres ayudarme, quiero que te vayas de mi casa-señaló hacia la puerta de su cuarto, pero yo no me moví
-No voy a dejarte-le aclaré-Habla conmigo, dime que es lo que te pasa-insistí aunque ya tenía una pequeña sospecha.
Sabía que Lin salió mal en un examen desde principio de semestre y ahora se encontraba más estresado porque otra mala calificación se le vino encima. El trabajo en el puesto de Kebab no dejaba de consumirlo y de quitarle tiempo a sus estudios y descanso; aparte de que su “relación” con ese beta continuaba en pie.
Parecía que todo aquello estaba provocándole estrés.
Momentos antes de que Lin me mandara a callar, le había dicho que yo podía pagarle todos sus gastos en ese semestre, que ya sabía que para mí no era ningún problema, pero él estalló aún más
-¡No quiero nada de ti!-volvió a gritarme-¡Entiende que quiero que te vayas!-su rostro se puso rojo-¡Nunca vas a entenderme! ¡Deja tu caridad a un lado!-
Ya no quise ni pude responderle nada a esas palabras.
Fin Escena Retrospectiva (Flash back)
Las cosas entre los dos no habían mejorado ni un poco y ya estábamos a nada de cumplir el mes en que no nos comunicábamos.
Hubo otros momentos en los que intenté hablar con él, pero me ignoraba a mí y a mis llamadas o a mis mensajes. Por eso me había decidido en continuar enfocado con mis estudios y esperar a que Lin se destensara porque no me parecía algo bueno forzarlo con nuestra amistad cuando él ya tenía muchos problemas a su alrededor.
Bostecé y por fin, después de varias horas que había pasado en la misma posición, me estiré. Después de las clases que tuve ese día, opté por pasar a la biblioteca para revisar algunos de los libros que una profesora nos había recomendado en clase; ella mencionó que iban a servirnos bastante para unas materias que veríamos en un futuro próximo. Le tomé la palabra.
Revisé cada uno de los 7 libros que nos había recomendado y ahora ya tenía los 4 libros que parecía iban a servirme durante toda la carrera. Cerré el libro que había estado revisando y lo apilé sobre los otros que había tomado. Guardé mi computadora y la carpeta que ahora utilizaba en lugar de libretas dentro de mi mochila y antes de levantarme del lugar que había utilizado por horas, saqué mi celular y lo revisé.
No había mensajes ni llamadas de Lin. Él tampoco había leído mis mensajes.
De los que sí tenía mensajes eran de Ken y de Neri, habíamos hecho un grupo y no sabía si fue buena idea o no porque no se cansaban de mandar imágenes graciosas a cada minuto del día. También estaba en otro grupo con los omegas y betas que había conocido en el evento de fin de año. Había mensajes nuevos en ambos grupos, pero preferí contestarlos después porque ya eran más de las 8 de la noche y yo todavía debía devolver los libros que tomé instantes antes. Me llevaría el libro en el que encontré un tema que estábamos viendo en clase y quería estar más preparado, lo estudiaría durante el fin de semana.
Me colgué mi mochila y tomé la pila de libros para colocarlos con cuidado en el carrito donde después iban a ser acomodados en su respectivo lugar por los trabajadores de la biblioteca. Una vez con mis manos libres, tomé el libro que me llevaría y me dirigí al escritorio donde se encontraba la bibliotecaria
-¿Te lo llevas?-me preguntó. Era una señora de unos 50 años que utilizaba unos lentes de armazón grueso. Siempre que volteaba a verla, la encontraba leyendo un libro diferente. De seguro su trabajo le encantaba
-Sí, por favor-respondí mientras dejaba el libro sobre la mesa para empezar a sacar mi tarjeta de la biblioteca que tenía guardada en algún lugar del fondo de mi mochila.
Mientras mis manos buscaban frenéticamente dentro de mi mochila, me hice a un lado porque alguien más colocó un libro sobre el escritorio. Creí que iba a tardarme demasiado en encontrar la tarjeta, pero afortunadamente la punta de mis dedos la pescaron y la saqué justo cuando la bibliotecaria había dejado de anotar los datos del libro
-Aquí está-mencioné con emoción mientras le entregaba mi tarjeta. Ella la escaneó
-La fecha de entrega es en 10 días, puedes renovar el tiempo desde la página de la biblioteca ¿Sabes cómo?-
-Sí, ya sé-sonreí-Gracias-guardé el libro dentro de mi mochila y volví a colgarla sobre mi hombro. Un mensaje llegó a mi celular y solo vi de reojo la pantalla, pero con eso bastó para percatarme de que el nombre de Lin estaba en las notificaciones.
Me emocioné y empecé a caminar hacia la salida con la vista en el teléfono. Abrí el mensaje y antes de leerlo salí por completo de la biblioteca.
En el pasillo, me recargué de lado en una pared y empecé a leer el mensaje:
-¿Puedes llevarme a casa?-
No lo pensé ni un poco y de inmediato le respondí -¡Por supuesto!- junto al emoticono de un corazón azul.
Esperé a que el “visto” apareciera y solo hasta entonces guardé mi celular y empecé a caminar con prisa rumbo a la salida de la escuela. Mis planes para esa noche eran bañarme y acostarme temprano, pero ahora habían cambiado porque iba a ir por Lin a su trabajo.
Aprovecharía para platicar con él mientras cenaba dos Kebabs…
-Hey…-alguien colocó su mano sobre mi hombro. Giré y me encontré con…-Olvidaste tu tarjeta-dijo mientras retiraba su mano, pero todavía podía sentir su toque en mi hombro.
No sabía cuál era mi expresión en esos momentos y no quería ni imaginármelo
-¿Estás bien?-me sonrió
-Ha, sí-fingí no estar impactado-Gracias-tomé mi tarjeta ¿No la había guardado?
-¿Un semestre complicado?-preguntó y volvió a sonreír
-Sí, un poco-dudé-Bueno, no mucho-no pude ni verlo a la cara-Eh, gracias-repetí. Le di un rápido vistazo que no me fue suficiente para ver algo más y di media vuelta. Apreté con fuerza el aza de mi mochila.
¡Era él!
¡El alfa!
Era increí…
-¿Vas al estacionamiento?-detuve mis pasos apresurados al percatarme de que él estaba a mi lado ¿Me estaba siguiendo?
-Sí-pasé saliva y me tranquilicé-¿Tú también?-me aclaré la garganta porque sentía que tenía una bola de masa justo en el medio
-¿Por qué me estabas buscando?-me “respondió” con otra pregunta. Una pregunta que no entendí
-¿He? ¿A qué te refieres?-oh no, oh no. No me digas que…
-Unos amigos me dijeron que estabas buscándome-