¿Cómo han ido las cosas?
Han sido un poco incómodas. Es decir, he podido besarlo y he logrado que me corresponda, más el calor es distinto me da la impresión de hacerlo solo porque tenemos un contrato y él debe obedecer todo lo que yo pido.
Odio que las cosas sean así, sin embargo sé muy bien que yo soy muy responsable de ello, yo y mi repentina manía de haber sacado conjeturas antes de tiempo. Pero pienso arreglarlo hoy mismo. Juró que esta noche no se me escapa el demonio.
…
Diario ha estado viniendo Elizabeth para ayudarme a tramar todo para esta noche de fin de año. Quiero hacer algo enorme, pero solo rodeados de la gente más cercana en nuestras vidas, aquellos que llegaron como nuestros amigos y se convirtieron en familia
Familia… ¿Que diría mi familia de cómo son las cosas ahora?
Es decir, siempre marcaron una línea entre sirvientes y gente de su clase, siempre fueron una familia muy respetable y yo he cambiado todo eso. En esta casa ya no existe esa diferencia entre familia y servidumbre, solo familia. Mi padre se casó con mi madre, una dama a la que amó hasta el día de su muerte y yo… Yo estoy comprometido con la chica más bella del mundo, sin embargo amo a alguien más, amo a un demonio cuya apariencia humana es la de un hombre. Posiblemente ambos morirían de nuevo solamente por la decepción.
Afortunadamente los muertos no resucitan a los 3 días. Y la cabeza de esta familia ahora soy yo.
-Pase. - respondí al escuchar que llamaban a la puerta y de inmediato Sebastián apareció llevando una charola con mi desayuno.
¿No lo mencioné?
He estado metido aquí desde que desperté y eso es porque quiero terminar con todos los deberes de la compañía para poder tomar al menos la primera semana del año libre y dedicársela a mi demonio. Creo que después del día de los inocentes habrá que consentirlo demasiado para recuperar un poco de lo que hubo antes.
Aunque tal vez podría dedicarle algo de tiempo ahora mismo…
-Traje su almuerzo señor. Esta mañana le ofrezco…
-Después, ponlo por allá y ven aquí. -
No muy convencido deja la charola en la mesa del fondo y de inmediato se acerca a mi. Sin indicarle nada el solo se arrodilló con las piernas ligeramente separadas a la espera de que vuelva a patearlo. Pobre.
-Quiero un entremés antes de la comida. - y de inmediato me agache frente a él lo suficiente como para darle un beso o algo así, tan solo estampe mis labios contra los suyos y tan rápido como llegue me separó de ahí. - ¿Aún sigues enojado conmigo? - pregunte con mi mejor tono fingido de inocencia.
-No estoy enojado o algo parecido mi señor. Solo me aseguro de mantener la distancia apropiada y desde luego cumplir solo con mis deberes de mayordomo. -
Bien, eso dolió, sé que no merezco menos, pero a fin de cuentas dolió. Supongo que habrá que ablandarlo un poco si quiero que lo de esta noche funcione.
-Pero te dije que te amo. -
-Todas esas bromas son muy graciosas el día de los inocentes, pero hoy 31 ya quedan un poco fuera de lugar. ¿No le parece? - y antes de que yo pudiera hacer algo el ya me había puesto de vuelta en mi silla.
-Precisamente, no es día de los inocentes, no miento. -
-No se sobre esfuerce en eso señor, no va a dar resultado. Después de todo era natural que lo que mal empezó mal fuera a terminar. ¿No le parece? - acerca la charola. -Esta mañana le ofrezco una sencilla…
-No tiene que ser así Sebastián!- me levanté de mi silla y haciendo acopio de una fuerza que ni yo sabía que tenía lo hice sentarse en ella. - ¿No está en la naturaleza de un demonio experimentar en pos de su aprendizaje? Todo para saciar su curiosidad. Tú nunca estás contento con nada si no es perfecto. -
-Ya lo intente. ¿Sabe algo? Recibí una patada en la entrepierna y una respuesta muy clara. Alguien como yo no es capaz de sentir y eso me limitaré a creer y obedecer. -
-Yo… Reaccioné muy mal cuando vi que era 28 de diciembre. Creí que me habías mentido como tu broma de día de los inocentes. Al final supe que en efecto fue una broma, pero no de tu parte. -
-¿De que habla? -
-Fue la broma de los chicos. Incluso ellos notaron que había estado más relajado los días que tú me estuviste besando así que ellos no querían dejar que el tiempo pasara. Ellos lo confesaron todo. Pero fue demasiado tarde. Cuando yo ya te había pateado y había dicho todas esas cosas. Lo arruine, ¿Cierto? -
-Bueno amo, a decir verdad…
-Se que puedo arreglarlo. Te daré esta noche una prueba magnífica y si después de eso no te convences no volveré a insistir. ¿Aceptas?
-Usted sabe muy bien que no puedo negarme a nada que me pida. -
-Te daré una magnífica noche vieja…
….
Son casi las 7, en un rato Sebastián vendrá a cambiarme para recibir a los invitados y yo me muero de nervios por lo que vaya a pasar hoy. Simplemente no estoy listo para dejarlo ir, no cuando ni siquiera lo he disfrutado.
-Pase. - respondí al escuchar que llamaban a la puerta y luego de unos segundos entra Elizabeth que se da prisa en cerrar tras ella.
-Por poco y no doy con tu talla! Pero al final lo conseguí. ¿Tu conseguiste tu parte? -
-Apenas y pude hacerlo. Estuve prácticamente todo el día en la oficina. -
-No entiendo tu plan… Bueno, lo entiendo, pero me parece muy extraño. Apenas cumpliste 14 años, ¿No te parece que eres muy joven para eso? -
-No del todo. Además es una de las cosas que pasan naturalmente cuando amas a alguien y ese alguien te ama. -
-Pues espero que lo acepte bien y que sea cuidadoso contigo porque si llega a lastimarte se las verá conmigo. -
-No te preocupes, él lo será. - sonreí para calmarla antes de levantarnos a guardar los obsequios.
-Bueno, me voy. Compre un vestido muy lindo para la fiesta y debo cambiarme. Te veo después. -
-Nos vemos. - me despido y ella sale al momento en que entra Sebastián.
-Es hora de cambiar sus ropas señor. -
-Deberías llamarme por mi nombre. -
-Usted me prohibió tutearlo. - se acerca llevando mi traje, para esta ocasión elegí un tono vino muy oscuro.
-Levantó esa prohibición.-me acercó a él con la intención de besarlo sin embargo me evade y cuando puedo notarlo él ya ha cambiado mis ropas por el traje de esta noche.
-Sí me disculpa, aún debo supervisar los últimos detalles de su fiesta de esta noche. -
-No puedes retirarte. - con mis brazos rodeó su cuello. -Elizabeth organiza la fiesta, ella es la encargada de los detalles, no te inmiscuyas en sus asuntos. -
-¿Puedo servirle en algo más, señor? -
-Ciel, puedes servirme llamándome Ciel. - sin darle tiempo a responder lo tomo por la corbata y lo jalo conmigo frente a la cama donde ambos nos quedamos parados. -Aún no quiero usar estas ropas. Quitalas. - ordene secamente a lo que él me miró confundido.
-Sí, mi señor. - y de inmediato me retira el saco y cuando sus manos retiran parte de la camisa las tomo presionandolas contra mi pecho. Desearía que el contacto fuera directo de piel a piel.
-Sebastián… -
-¿Hmmm?-
-Deja de hacerte el difícil…
Para cuando fui consciente de la situación me encontraba con la espalda en el colchón mientras mis manos eran sostenidas por una de las del demonio por sobre mi cabeza, mis piernas rodeaban su cadera y sus labios se movían con desesperación sobre los míos.
-Usted no sabe nada de lo que dice. Con esa frase prácticamente me concedió cualquier derecho sobre su cuerpo. -
-Estoy bien con eso. - de inmediato volví a besarlo apenas arqueado mi cuerpo para alcanzarlo.
Tan delicioso!
-¿No se va a arrepentir el día de mañana?-
-Jamás. - intente sacar una mano de su agarre, sin embargo este era verdaderamente fuerte por lo cual ni siquiera pude moverla, gemí.
-No sabe lo que dice. -
-Enséñame entonces. -
Sus besos se volvieron más salvajes, su lengua se paseaba con total libertad por mi boca y tocaba la mía invitándole a seguir su juego. Yo no me iba a negar, correspondí tratando de igualar su ritmo, más mis benditos pulmones no lo resistieron y terminé por separarme para poder respirar. Sentí que entre más aire aspiraba menos me era suficiente, aún así no tenía intención de detenerme. He esperado tanto por eso…
-Ciel, es hora de la fiesta. ¿Estás listo?-
Y antes de que pudiéramos separarnos la puerta se abrió y ahí estaba Elizabeth sorprendida observando todo lo que en ese momento hacíamos.
-Les diré a los chicos que te den unos minutos. - dice completamente sonrojada desviando su mirada de mi y mi mayordomo en la cama.
-Empiecen ya, en un rato los alcanzo. - respondí con toda la calma del mundo obteniendo una mirada de auténtica confusión de parte de Sebastián.
-De acuerdo. - su voz es calmada logrando confundir más a Sebastián que trata de separarse pero yo con mis piernas lo impido tanto como puedo.
Lo siguiente que escuché fue el click del seguro y la puerta cerrarse. Luego mi mayordomo líbero mis manos antes de levantarse. Solo falta que todo mi avance se vaya al carajo por no haber puesto el seguro antes.
-Supongo que tendré que hablar con la señorita para disculparme por besar a su prometido. -
-¿No escuchaste la puerta? Ella puso el seguro, así que tenemos un par de minutos. Respecto a la idea de disculparte no la creo del todo necesaria y por último, pero no menos importante, vuelve ya a la cama. Se supone que me estabas besando. -
-¿Quiere seguir después de que su prometida nos descubrió?-
-Tienes razón, no es mi mejor idea. - me levanté de la cama y de inmediato el demonio arreglo mi ropa hasta dejarme impecable, sin rastro alguno de lo que estaba por pasar en mi cama hace tan solo unos segundos. -Y ahora qué lo recuerdo, si es mejor esperar. Tengo un regalo para ti, pero ese será el de año nuevo. -
-¿Un regalo? Yo no preparé nada para usted. Tendré que ir…-
-Lo supuse. Pero no te estoy pidiendo nada. Cuando recibas tu regalo tu me darás uno a mí y apuesto a que será grande y muy bueno.-
No espere su respuesta, tan solo salí de la habitación esperando a que entendiera mi indirecta, y sobre todo que él la acepte.
….
Debo admitir que la fiesta que Lizzy organizó es… Bastante más sencilla de lo usual. Todos estamos sentados frente a la chimenea bebiendo algo caliente mientras hablamos de lo que fue este año. Al final todos llegamos a la conclusión de que fue una locura.
-Mi mayor logro… Sin duda es haber podido hornear las galletas de esta cena sin quemar la casa. -
-El mio fue cultivar el árbol de navidad que adorna el recibidor sin hacer que se secara.-
-El mio, fue no romper ya ninguna taza o plato. Aprendí a poner cada cubierto en su lugar correcto, al igual que las copas, y los dobleces de las servilletas. Aprendí a ser una mejor sirvienta. -
-Mi mayor logro, en realidad lo comparto con Agni. Nuestro mayor logro es que hemos ayudado a muchas personas de nuestro país aun estando lejos de casa. -Hablaba orgulloso Soma a lo que Agni asentía dea misma manera. Dos corazones altruistas.
Uno a uno los chicos hablan sobre sus logros. ¿Cuál podría ser el mío?
-Mi mayor logro fue volver a ver a Ciel feliz, sonriendo. Es lo que llevo años buscando. ¿Cuál es tu mayor logro este año, Ciel? -
-Mi logro. Posiblemente sea la globalización de la empresa, nos hemos adueñado del mundo. - bromee con los chicos, aunque en realidad si creció a ese nivel la compañía.
-Ciel! Estoy hablando en serio. - Lizzy me mira realmente mal a lo que yo comprendo que es hora de hablar con la verdad.
-Quitar la venda de amargura y poder volver a sonreír. Haberme enamorado… Oigan, dije más de uno. ¿Está bien? -
-Perfecto!- responden los chicos sorprendidos. Realmente nadie esperaba mi cambio, ni siquiera yo mismo lo hacía.
-Solo faltas tu Sebastián. ¿Cuáles tú mayor logro? -
-¿El mio? No creo que sea necesario o importante que lo diga señorita, después de todo solo soy un simple mayordomo. -
-La modestia no es un logro Sebastián, además ya hemos hablado todos, así que es tu turno. -
Vaya voz de mando que tiene Elizabeth últimamente, tan idéntica a su madre, logra hacer ceder a cualquiera, hasta a este demonio.
-Ni siquiera se si esto cuenta como logro o un terrible retroceso. Este año logré empezar a sentir, como un humano. Logré sentir la calidez de la que todos hablan. -
-A mi me suena a que el señor Sebastián se enamoró. - comenta Bard con lo que al principio parece un toque de burla, sin embargo su expresión es de entera sorpresa, al igual que las de casi todos.
-Entonces supongo que no tendré esperanzas con él. - Mey-rin, no se si sentir lástima por ella o patearla por fantasear con mi Sebastián!
-En efecto. - Es todo lo que mi mayordomo se limita a responder dejándonos a todos sumidos en un incómodo silencio.
Por mi parte yo esbozo una sonrisa, claro que Sebastián está enamorado!
Lo está de mi, así que lo siento Mey-rin, pero no hay oportunidad para ti, ni hoy ni nunca.
…
Una a una las campanadas empiezan a sonar, todos pedimos nuestros deseos, en realidad solo pido uno, poder estar con todos ellos el siguiente año, poder seguir siendo amado y amar a este demonio. Que no importe cuanto tiempo nos quede juntos mientras sea uno bueno.
La última campanada suena, lo chicos se han alejado al jardín listos para el show de pirotecnia que Bard ha montado.
La última campanada suena y con las mejillas sonrojadas me acerco al demonio para tomar su mano logrando que el me mire y sonría.
La última campanada suena y nuestros rostros se van acercando, nuestra respiración se mezcla y nuestros labios se rozan.
-FELIZ AÑO NUEVO!!! -
Escucho los gritos de felicidad de los chicos y antes de que pueda sonreír Sebastián profundiza el contacto regalándome el primer beso del año…
¿Existe algo mejor que esto?
Yo lo dudo, tengo a mi demonio, a mis amigos y algo que augura un buen año…
¿Quién lo diría?
Al final Phantomhive si puede disfrutar de una feliz navidad y un año nuevo también.