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CASI HUMANO. por Streacxxie

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Notas del capitulo:

 

Ah! Primer día del año, hasta huele a nuevo… Vale,  exagero un poco. 

¿Cómo lo recibieron este 2020?



Yo pues… Tirada en el sofá escuchando a Sub zero project y sin voz… Es horrible para alguien que gusta de comunicarse a base de gritos. 

 

Me voy desviando del tema, así que a lo que venimos. 

 

Tristemente el final de esta historia ha llegado. Fue lindo escribirla, explore algo nuevo, aunque no es muy de mi agrado el romance. 

Como sea, les dejo la cochina conclusión de todo esto… 

Phantomhive and the happy new year. 

 

1° de enero 



Anoche….

 

¿Cómo podría describir la noche anterior? 

 

Tuve una magnífica noche vieja. Disfrute de las fiestas como hace mucho que no lo hacía. Hablé, celebré, la pasé de maravilla con mis amigos y sobre todo con mi demonio que ahora es mucho más que eso. 

De hecho, sobre él se trata todo esto… 

 

>>Flashback<<

 

Cerca de las 3 y media todos decidimos que era hora de ir a descansar. Uno a uno nos retiramos a nuestras habitaciones, excepto Sebastián quien se quedó limpiando la sala donde fue la reunión por órdenes mías. De mala gana, pero lo hizo. Tal parece que el realmente quería venir a velar mis sueños y eso hará, pero primero necesito tiempo… 

 

Al llegar a mi habitación de inmediato corrí a sacar del ropero la caja que Elizabeth me dio el día anterior, más específicamente el regalo de Sebastián. 

Lo destape y debo admitir que ella tiene un gusto exquisito, aunque aún no me explico cómo es que ella accedió a ayudarme con esto que ¡FRANCAMENTE ES UNA LOCURA!

Estoy verdaderamente nervioso, aunque no se exactamente porque, después de todo no es la primera vez que hago estas cosas… Bueno, será la primera vez que lo hago con voluntad propia. 

Ha! Solo espero que este demonio aprecie el obsequio y sepa lo difícil que es para mi. 

Hace mucho no creo en la suerte, pero por las dudas deseamela.

 

Una vez que me equipe con el regalo volví a ponerme el camisón y sobre de él la bata antes de salir de mi habitación hacia la sala donde aún debe estar Sebastián, eso o ya está en su habitación… Sería interesante estar allí también. 

Al llegar a la sala veo la luz de la chimenea aún encendida por lo cual me adentro sin llamar, solo me aseguro de cerrar muy bien detrás de mí antes de plantarme frente a él. 

 

-Creí que ya estaba durmiendo hace un rato señor. - me mira curiosamente de arriba a abajo, tal como yo lo deseaba. - Se ve nervioso. ¿Le pasa algo? - 

-Tengo frío, mi habitación parece la tundra. - sin esperar respuesta le quite la última manta que sostenía en sus manos y me envolví en ella antes de sentarme frente a la chimenea. 

Cerré mis ojos y respire profundamente varias veces tratando de calmar mis alocados mente y corazón para relajarme. 

Con mi mano derecha solté la cinta de la bata y la baje por debajo de la manta hasta que me la quite y la arrojé frente a los pies de mi mayordomo. 

-No debería ser tan descuidado con sus prendas, mi señor. - me reprocha, sin embargo se inmediato la levanta y deja sobre el respaldo del sillón antes de arrodillarse tras de mí y rodearme con sus fuertes brazos.

 

Me sentí tan protegido que no quise abrir los ojos, tan solo me acurruque más contra él. 

 

-Puedo llevar más leña a su habitación para calentarla o… Podemos quedarnos aquí en esta misma posición y yo me comprometo a mantenerlo caliente. - con un beso en mi mejilla pregunta con su tono de voz coqueto. 

-Podemos, pero solo un rato. -  por más que intente reprimir lo mi voz salió ligeramente temblorosa. 

-Aún parece nervioso, no me ha respondido si es que le pasa algo. - 

-¡Que va! Claro que no. ¿Por qué lo estaría? -

-¿Tal vez por el encaje rosa que se asoma de su camisón? -

-¿Cuando lo notaste? - 

-Desde que entró. - responde con una naturalidad aterradora. 

-Eres un demonio curioso, ¿No te interesa saber que es? - me giré para encararlo buscando mi mejor cara de inocencia. 

-Creo tener algunas nociones de lo que podría ser. - con una mirada que acecha empieza a soltar los botones de la parte superior para por fin dejar al descubierto mi muy inusual vestimenta. 

 

¡Siento que podría morir de la vergüenza! 

 

-¿Te gusta lo que ves? - pregunte tratando de mantener mi tono de voz altivo. 

 

Odiaría que el supiera que empiezo a sentirme muy inseguro de hacer esto. 

 

-Creí que mi amo sería mucho más listo y no preguntaría cosas obvias. - 

-Odio que te tardes en darme una respuesta, me haces pensar en que estas maquillando una mentira. - 

-Nada de eso mi señor. De hecho me encanta lo que veo.- termina de soltar los botones

-Es magnífico. Realmente maravilloso, tanto que quisiera arrancarlo en este momento de su cuerpo. - 

-Pues es tu regalo, tu decide que harás con él.-

-Si es el regalo de mi amo prometo cuidarlo de forma muy celosa. - sonríe sin detener en ningún momento sus caricias por todo mi cuerpo. -Debo decir que mi amo luce maravilloso con esas bragas.- 

-No lo digas así, no en voz alta. - 

 

No respondió, tan solo se acerco a besarme de manera suave antes de jalarme para que quede sentado sobre sus piernas. 

 

-No puede ocultar su nerviosismo en este momento. - sonríe. 

-Eso no importa. - volví a besarlo siendo más atrevido esta vez para demostrarle que en verdad iba en serio, pero sobre todo para demostrarme a mí mismo que no me arrepentiría de ningún modo. - Bueno, yo sé lo que quiero, pero no sé qué hay de ti. ¿Tienes algún interés en mí cuerpo aunque yo ya no soy virgen? - 

-¿Quiere que le diga algo? Tal cosa como la virginidad no existe. Tan solo es un invento de las religiones y sus practicantes para darle un supuesto "valor" a los demás pero en realidad su objetivo mantener a raya a las personas y que no disfruten de los placeres que existen en este mundo. - 

-No has respon… - y antes de que pueda seguir reclamando uno de sus largos dedos se posa sobre mis labios haciéndome callar para lo que sea que esté sujeto vaya a seguir diciendo. 

-El valor que usted tiene para mi radica en algo más que su cuerpo. Ese es muy bello, pero lo que me hizo rendirme ante usted fue más que eso. Todo su ser es un conjunto de sentimientos y desórdenes capaz de encantar a cualquier ser de esta tierra, incluido un demonio que se mantiene doblegado ante usted. No me importa no ser el primero en tomar su cuerpo, mientras pueda ser el primero en hacerlo llorar de auténtico placer. Haré que cada noche y cada día quiera repetirlo, una vez tras otra, sin empotrar la hora o el lugar. - 

 

Sus palabras… 

Suena tan descarado y aún así me siento seguro y protegido de lo que sea que voy a hacer con este demonio.

 

Por primera vez en mucho tiempo sonreí de verdadera felicidad antes de besarlo, sabía tan distinto a otros besos… Difícil describirlo, solo diré que fue algo perfecto…

 

Cuando tomé consciencia de la situación me encontraba tirado en el suelo sobre la suave alfombra siendo besado de manera pasional por Sebastián,  por mi parte rodeaba su cuerpo con mis brazos y piernas mientras trataba de corresponder al veloz ritmo en que el tomaba posesión de mis labios. 

 

Sentí que mi alma se iría en ello…

 

Al separarse pude mirar su rostro de reojo y me sentí más que complacido al notar el sutil rubor que adornaba sus pómulos. 

Sentí que de repente todo marchaba de maravilla…

Sus labios de inmediato se dirigieron a mi cuello y de allí a mi oreja lamiendo y mordiendo en ciertas zona, repitiendo esto varias veces. 

Por mi parte como pude me las arregle para quitarle la corbata y soltar los primeros botones de su camisa dejando un poco de piel descubierta. De inmediato toque tanto como pude, era tan suave, era fría, muy fría, pero desprendía cierto calor que me hizo querer tocar más. 

No supe como, pero en algún momento yo termine encima de Sebastián verdaderamente deseoso de quitarle la ropa y poder tocar todo su cuerpo. El por su parte se dejaba hacer acariciando mis piernas hasta que fue subiendo poco a poco hasta llegar a mis glúteos los cuales sobo y luego apretó de manera un poco dura haciéndome gemir. 

 

No, yo tampoco puedo creer que en verdad estoy disfrutando de esto…

 

Una vez que logre dejar su torso desnudo me maraville con lo que vi. Siempre supe que su cuerpo era magnífico, podía sentirlo siempre que el me cargaba en sus brazos, pero nunca imaginé tal perfección en él. 

 

Con mis manos palpe tanto como pude hasta llegar al límite de él pantalón, entonces mi mente me jugó una mala pasada haciendo que terribles recuerdos se apoderen de mí… 

 

-Bocchan. -  sus labios nuevamente se posan sobre los míos besándome suavemente antes de levantarse del piso conmigo en sus brazos y colocarme en el sillón dejándome debajo suyo. -Esta temblando mucho. ¿Seguro quiere seguir con esto? -

 

¿Temblando?

 

Ni siquiera noté el momento en el que eso pasó. 

 

-Estoy bien, no es nada. - y volví a besarlo siendo un tanto atrevido, no me detendré ahora, no cuando sé que él puede hacer desaparecer esos recuerdos y darme unos nuevos, unos magníficos…

 

Las manos de Sebastián lentamente retiran la parte superior de chica dejando desnudo mi pecho, con cuidado acarició cada parte de mi, como si estuviera maravillado con un nuevo descubrimiento. 

¿Es posible que los demonios puedan conservar un toque de inocencia en ellos? 

Tal parece que este si… 

 

-¡Ahhh!- Retiro lo dicho. 

Su lengua!

Dios!

No pensé que algo como su lengua podría hacerme sentir tan bien, en especial en el pecho… 

 

-Usted tiene un sabor delicioso. - susurró cerca de mi oído antes de tirar levemente del pendiente haciendo que el volumen de mis gemidos aumente bastante. -Sí hace tanto ruido los demás van a escucharnos. - 

-¡Ahhh! Entonces no hagas esas cosas. - 

-No puedo prometer eso, realmente quiero hacerle mucho. - 

-Eres un pervertido. - 

-Soy un demonio naturalmente soy un pervertido degenerado de lo peor. - 

 

Esa sonrisa, no importa cuan insolente es en este momento, puedo pasar cualquier cosa por alto, solo deseo seguir adelante sin importar nada más… 

 

Los minutos pasaron y ahora ambos nos encontramos sin ropa recostados en el sillón. Las traviesas manos de Sebastián me tocan por todos lados sin pudor y yo, yo tan solo palpo su perfecto cuerpo hasta llegar a su miembro. 

No me ha decepcionado, tal como lo predije más temprano el me ha dado un regalo bastante grande. 

 

-Hmmm! Bocchan es un chico muy travieso. Yo también quiero tocarlo en esa misma parte, ¿puedo?- 

 

-Hace un rato tu dijiste que con una frase prácticamente te concedí cualquier derecho sobre mi cuerpo. Pues tomalo… 

 

Con esa frase bastó para que un ataque salvaje en mi contra empezará, sus labios y dientes se mantuvieron ocupados arriba mordiendo y succionando mi cuello y luego mi pecho prestando especial atención a los pezones mordiendo de forma dolorosa, sin embargo una que pude disfrutar completamente. Sus manos, una se encargaba de mi entrepierna que hacía un muy buen rato clamaba por atención y la otra, o solo dos dedos palpaban mi entrada tratando de reconocerla sin intenciones de ir más adentro.

 

-Ahhh! Va Ahhh!  Sa-Salir… - 

-No podemos permitir que eso pase aun, ni siquiera he probado esa parte suya. - lentamente se separara de mí y se coloca entre mis piernas viendo desde ese ángulo todo mi cuerpo desnudo. Me siento tan avergonzado. - Por cierto, esta parte se ve suave y jugosa, en conclusión muy apetitosa… 

-Sebas… Ngh! Ahhh! N-no hagas eso… Tu boca… Se va a ensuciar. - 

 

Trate por todos los medios de separarlo, lo pedí, le rogué, tire de su cabello e incluso lo ordene pero él no se detuvo y yo no pude contenerme más dejando salir todo en su boca. Creí que le resultaría asqueroso, que lo escupiria, que se enojaria conmigo por haberlo hecho, pero grande fue mi sorpresa al notar que el simplemente lo trago con ¿gusto? 

 

-Delicioso. Un dulce manjar, tal como lo esperaba viniendo de usted. - 

-No digas eso. - respondí completamente jadeante, sentándome como pude, esta vez yo tengo que hacerle eso a él y admito que me emociona bastante. 

Mi vista se dirige a esa parte de su anatomía y Dios! Va a ser un poco problemático que eso entre en mi boca, o en mi cuerpo. 

¿En serio eso es real? 

 

Tímidamente empecé un sube y baja con mis manos notando como la respiración de mi demonio poco a poco se iba agitando, entonces aceleré el movimiento hasta que un par de gruñidos se escucharon. No podía (ni quería) romper el contacto visual con esa zona, inclusive mis papilas gustativas empezaron a salivar como locas. ¿Es correcto decir que luce particularmente delicioso? ¿Sabrá así? 

Con mi lengua di un par de caricias y para ser sincero, no era un sabor delicioso, aún así no me resultó desagradable por lo cual seguí así varios minutos escuchando como Sebastián largaba pequeños gemidos casi inaudibles. Sonreí orgulloso por hacerlo sentir así. 

¿Podré hacerlo perder la cordura tal cual hizo él conmigo? 

Habrá que intentar. 

Retiré una de mis manos y traté de engullir su miembro por completo tal cual hizo él conmigo, sin embargo solo conseguí hacer que la punta entre en mi boca. Aun así no desistí de mi plan, con mi lengua mimaba esa parte mientras que mis manos se encargaban del resto. Podía sentir cómo las venas empezaban a marcarse allí, definitivamente él parecía disfrutarlo bastante. 

 

-Ahhh! Ci-Ciel…

 

Por primera vez en la noche el me llama por mi nombre y yo no podría estar más feliz con eso, se escucha tan genial en sus labios, y más si sale mezclado con los gemidos que yo le estoy provocando. 

 

Emocionado seguí con mi trabajo si entiendo una especie de líquido salado destilaba en mi boca, aun así decidí seguir a la espera de saber que más me brindaría.

 

-Boc-bocchan lo mejor es que se detenga. -. 

 

¿Las formalidades volvieron? 

Hace nada el me llamaba por mi nombre y lo gemía y ahora otra vez se refiere a mi como su amo. Definitivamente no pasaré esa situación por alto. 

Aumente mi ritmo tanto como pude sintiendo como por momentos lograba que su miembro llegara casi hasta mi garganta. En un principio fue un poco incomodo, pero la sola idea de verlo retorcerse de placer ante mi era suficiente estimulación para “tragar” hasta mi límite. 

Mi mano libre empezó a palpar un poco más atrás topándose con los testículos los cuales jugué un poco provocando que su cadera se moviera contra mí de forma vigorosa. Sentí que me ahogaba, aún así ni me detuve, no hasta sentir que él culmina. Y así fue, luego de un par de minutos sentí aquel blanco espeso en mi boca  y parte de mi rostro. Realmente era amargo y una cantidad bastante grande para mí, bebí tanto como pude mientras el resto corría por la comisura de mis labios y tal parece que eso encendió por completo al demonio que atacó mi boca sin compasión, sentí que en ese beso se llevaría mi alma. 

 

-Usted… Es un chico muy sucio, debió detenerse cuando le dije, ahora mire su rostro, está lleno de mi semen ¿y sabe algo? No hace más que provocarme. Ciel Phantomhive, voy a hacerte mío esta noche… 

 

-S-si. - respondí tímidamente antes de volver a besarlo, aunque fui un poco más suave. 

 

El no dijo nada, tan solo se dedicó a llenar mi cuerpo con suaves besos, lo hizo de forma tan lenta que por momentos creí que se trataba de un sueño. 

Luego de un par de minutos se detuvo, estaba por preguntar porque cuando el separo mis piernas, creí que volvería a lamer esa parte, sin embargo está vez fue un poco más atrás lamiendo una zona que jamás pensé… 

Mi agujero! 

 

-N-No hagas eso, e-esta sucio. - 

-Si no lo hago será muy doloroso. Tranquilo.-

 

Su voz debería ser un relajante más poderoso que el ginseng pues con eso me hizo acostar tranquilo nuevamente. Cerré mis ojos y me deje hacer a su antojo, disfrutando de como mimaba mi cuerpo de formas que jamás imaginé. 

Hace que lo desee…

¡Que lo desee dentro ya!  

 

-Sebastián ha-hazlo… Ya… 

Y debo haberlo pedido de un modo muy especial para el porque de inmediato se lanzó para besarme durante un par de largos minutos antes de separarse y dirigirse a mi oído el cual lamió de forma sensual.

 

-Te amo Ciel. - 

Ese susurro, ese simple susurro fue más que suficiente para hacerme sentir en el cielo, aquel al que nunca podré acceder, pero estando con Sebastián eso es lo que menos me importa… 

 

-Y yo a ti. - y nuevamente lo bese, así quisiera estar con él toda la vida… más bien toda la eternidad…

 

Cuidadosamente separó mis piernas y se colocó entre ellas, sentí como la punta de su pene hacia presión contra mi agujero sin entrar en el.  Me estaba torturando y yo estaba más que encantado de sentir esa especie de “besos” a esa zona. 

Pasaron un par de minutos y estaba dispuesto a reclamar cuando sentí tan solo la punta de la cabeza hacer presión para entrar. 

 

-Ahhh! Ngh! - 

 

¿Dolia?

Demasiado, sentí que podría partirme en 2 aún cuando el se ha preocupado en preparar mi cuerpo. Ni siquiera sé si vaya a aguantar que el entre por completo. 

-Todo va a estar bien. Dolerá en un principio pero luego va a sentirse bien. Solo confíe en mí. -  su voz es suave al igual que sus besos, sin embargo hay algo que aún me molesta y eso es, que me sigue hablando como un simple sirviente. 

-¿Es en serio? Estamos haciendo esto y aún me hablas como mayordomo, ¿No crees que ahora  eres mucho más que eso? - 

-Tiene razón, ahora somos mucho más que eso. - y justo cuando su voz comienza a brindarme calma el decide entrar hasta el tope de mi cuerpo. 

Es un milagro que no haya perdido ya la consciencia.  

-¿Qué título quieres ponerle a esto? - preguntó cerca de mí oído en un suave susurro. Por mí parte me quedé pensativo antes de darle mi respuesta en un suave susurro a lo que él sonrió antes de besarme nuevamente. - Me encanta ese título. - 

 

Y luego de unos segundos él comenzó a moverse, lo hacía de una manera muy suave que por momentos era perceptible para mí. 

Definitivamente hacer esto con Sebastián es muy diferente a él como me lo hicieron antes, esto duele, pero se que no es hecho con odio. Sebastián no me haría daño, es lo sé. 

 

De un momento a otro eso empezó a sentirse verdaderamente bien, él dolor había desaparecido y yo quería más, pero no sabía cómo pedirlo y decirlo directamente sería algo vergonzoso. 

 

Nuevamente lo besé, solo que esta vez lo hice de forma atrevida utilizando mi lengua siendo correspondido con el mismo salvajismo haciéndome sentir que perdería la cabeza. Sebastián por su parte aceleró el movimiento de sus caderas haciendo que todo se sintiera mejor. 

Llegó el momento en el que mi juicio se nubló y yo solo pedía más sin importar que cuando él iba más rápido las embestidas dolían, no quería que parará hasta sentir su calor bañar mis entrañas. 

 

-Ahhh! M-más, da-dame más… 

 

Él no respondió, tan solo se movió mucho más rápido, sentí que me partiría en dos, pero también sentía que con eso tocaba el cielo…

Simplemente jamás imaginé que podría disfrutar tanto de las relaciones sexuales como lo estoy haciendo ahora…

Perdí la noción del tiempo, las posiciones y la cantidad de cosas que Sebastián me hizo y me dijo, tan solo me deje hacer a su antojo mientras el me complacía de formas que no pensé que fuera posible. 

Sentía mi final cerca y rogaba porque Sebastián también estuviera cerca, sería muy vergonzoso. 

 

-Anda Ciel, correte para mí, Ciel. - 

 

So voz agitada, sus manos atendiendo mi miembro y sus caderas arremetiendo en mi interior de manera vigorosa bastaron para que mi semilla corriera entre sus manos y nuestros vientres. Por su parte el se movió un par de minutos más antes de sentir como aquel blanco espeso bañar todo mi interior… Verdaderamente delicioso… 

Agitados ambos descansamos en el sillón abrazados disfrutando de nuestro momento juntos, uno magnífico que anhelo repetir día tras día y no me refiero al sexo (ese es punto aparte) sino el compartir un momento tranquilo al día disfrutando de el calor de nuestros cuerpos y el latido de nuestros corazones enamorados...

 

 

>>Fin del Flashback<<

 

Y seguramente te preguntarás dónde es que se encuentra mi mayordomo. Bueno, a decir verdad yo también me pregunto eso, pues apenas amaneció el se fue dejándome solo en la cama, como si nada hubiera pasado hace tan solo unas horas.

Vaya que estoy pensando tonterías, él no haría algo así, ¿o si? 

Luego de varios minutos de tortura mental escucho que llaman a la puerta y sin querer saber de quién se trata decidí fingir que duermo, no quiero hablar con nadie ahora. 

Elegantes pasos se dirigen hacia mí y yo nervioso aprieto mis ojos sin saber cómo debo de reaccionar ante él a la mañana siguiente. 

 

-¿Crees que no sé qué ya estás despierto? - ni siquiera supe en qué momento lo hizo, pero ya está parado al lado mío levantado mis preciosas cobijas. 

-Devuelvelas, hace frío.- me siento para tratar de arrebatarlas, sin embargo apenas me enderezó una pequeña (no tanto) punzada se hace presente en mi cuerpo por lo que me vuelvo a acostar verdaderamente sonrojado. - ¿Me las das? - pregunté con un fingido tono de inocencia. 

-Cómo mayordomo no puedo permitir tal cosa y menos en el primer día del año. - 

-¿Y como pareja? - pregunté tontamente sabiendo ya la respuesta, sin embargo grata es mi sorpresa al ver cómo se deshace lentamente de sus ropas antes de subir a la cama conmigo. 

-Como pareja me ofrezco a quedarme todo el día aquí contigo. - 

-Me agrada mas esa idea. - sonreí antes de besarlo y dejarlo acomodarse entre mis piernas dispuesto a permitirle darme un buen feliz año nuevo, a su estilo pero definitivamente uno bueno…

Notas finales:

Debo decir que ese ha sido el lemon más jodidamente largo que he escrito en mucho tiempo y creo que no salió tan mal. 

 

Hmmm! Sé que no mencioné cómo es que lucía la ropa que utilizaba Ciel durante la noche, pero allí me gustaría que ustedes lo imaginen con la lencería más sensual del mundo, con lo que piensen que Sebastián podría volverse loco!

Me encantaría saber sus opiniones. 



Nuevamente les deseo un muy feliz año nuevo, que sus propósitos se cumplan de la mejor manera posible y que compartan muchos más con sus seres queridos. 

 

Saludos! 

… 

 

No olviden visitarme en 'La mansión de la dulce abuelita' y en 'La estúpida y sensual pagina de la dulce abuelita.' 

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