Sasuke estaba al tanto que nunca podría acercarse a Naruto con intenciones románticas, pues para empezar ambos eran hombres, asimismo el Uzumaki dejó claro su inclinación por los atributos femeninos desde temprana edad.
Como olvidar su época en la preparatoria cuando su mejor amigo era popular entre las chicas, llegando a tener varias conquistas.
Y aún hoy, ya siendo adultos, trabajaban en la misma compañía financiera, su atractivo seguía latente. Solo que ahora daba la impresión de que su actual relación con Hinata Hyuga iba en serio, ya que le expresaba su amor por medio de atenciones sutiles y regalos.
Es más, eran considerada como la pareja perfecta dentro del área de contabilidad en Konoha Inc, de hecho varios compañeros de trabajo opinaban que seguramente anunciarían su compromiso en cualquier momento, hasta los empleados de otras áreas administrativas pensaban así.
Sasuke sufría en silencio siendo testigo de cómo su amor era imposible y que siempre tendría el lugar de amigo en el corazón del Uzumaki. Su cordura muchas veces le gritó que no tenía caso lamentarse que lo que mejor era superar esto y continuar. Sin embargo una ligera corazonada siempre le susurraba que no se rindiera, podría llamarse terquedad juvenil.
Por su parte, sin qué el Uchiha lo supiera, el Uzumaki vivía su propio infierno personal.
A pesar de que todos se alegraban, lo felicitaban y hasta lo envidiaban por su relación con con Hyuga, en el fondo de su corazón estaba consciente de que se estaba mintiendo a sí mismo y a los demás. Se despreciaba pues era un vil mentiroso, ya qué no sólo engañaba a todos a su alrededor, lastimaba a Hinata al no amarla, e imaginar a Sasuke cada vez que la besaba.
Desde niños, Naruto se enamoró de su mejor amigo, solo que nunca tuvo el valor de confesarse por que temía perderlo, debido a que una vez que cruzará la línea que divide a la amistad y al amor, no sería lo mismo, indudablemente el Uchiha se sentiría incómodo a su lado.
Por ese motivo optó cobardemente en refugiarse en distintas novias, para intentar olvidar a su amor no correspondido, por ello no era de extrañar que sus relaciones no duraran mucho. Los jóvenes confundían el "gustar" con amor, así que en cuanto se les pasaba a las chicas el "enamoramiento prematuro" dejaban a Naruto. Sin embargo con Hinata Hyuga era distinto, ella sí lo amaba de verdad, pero él no.
¿Cómo remediar esto?
Cada qué lo meditaba en la intimidad de su apartamento, sólo se hundía más en aquel vórtice de mentiras, sino solucionaba esto pronto sería arrastrado a su propia infelicidad por mano propia, viviendo una mentira que ni él ni Hyuga merecían, asimismo perdería a Sasuke en el proceso igualmente.
Una nocheSasuke se hallaba pensando en que sería bueno para cenar, cuando el timbre de su apartamento sonó. Ya era tarde como para recibir invitados, aunque no era que el Uchiha tuviera muchos amigos que lo visitarán, creía más posible que tal vez fuera Itachi o Shisui Uchiha acudiendo para charlar la algo. Se movió a abrir la puerta presurosamente, encontrándose al otro lado de la puerta con la persona que menos esperaban.
—¿Naruto?—mencionó confundido ante la visita inesperada.
—Sasuke, ¿puedo pasar?—cuestionó apenado por venir tan tarde en la noche.
El Uchiha asintió, haciéndose a un lado para que el rubio ingresará al interior del departamento.
Los dos adultos se trasladaron al salón para conversar, Sasuke intuía que la visita de Naruto no sólo tenía intenciones amistosas, algo había acontecido como para venir tan tarde. Con esa sinceridad que lo caracterizaba, en cuanto los dos tomaron asiento en sillones distinta, se atrevió a hacer la pregunta:
—¿Peleaste con Hinata?
—No, terminé con ella definitivamente, merece a alguien que la haga feliz y yo no puedo hacerlo.—respondió con una serenidad impropia de una persona que acababa de vivir una separación amorosa.
—Parecía que si la hacías feliz, dobe y que disfrutabas de su compañía.—acotó disimulando su curiosidad acerca de lo detalles que llevaron a su ruptura.
—Tal vez para ella sí sea esa manera, pero ya no puedo vivir así, no es justo que le dé falsas ilusiones—reveló bajando la mirada, no era pera menos estaba avergonzado de su actuar, pues Hyuga fue la victims de su mentira—Y más cuando yo ya me di cuenta que no siento lo mismo por ella. Hinata me ama pero yo no, ya que yo amo a otra persona.—confesó centrando sus afables ojos azules en los luceros oscuros del Uchiha.
Sasuke se sorprendió, abriendo los ojos de sobremanera, ante ese acto. Esa mirada que le dedicó Naruto le transmitió ternura y devoción, ¿o había sido su imaginación?. En seguida analizó las palabras pronunciadas por el Uzumaki, éste último reconoció amar a una persona.
En retrospectiva, revisando el pasado, Sasuke nunca oyó decir a Naruto que amara a alguna chica, siempre fue "me gusta" o "la quiero" por mas meses que llevaran juntos. Con Hinata había durado 3 años de noviazgo, y a lo máximo llegó a dedicarle un "Te quiero mucho" y eso por que el Uchiha estuvo cerca cuando se lo dijo.
¿Quién era esa persona que hizo que naciera el amor en Naruto Uzumaki?
La duda lo carcomía por dentro, pero debía mantener la compostura y no demostrar que le había afectado mucho.
—Ya veo. Prepárate para ser cuestionado en el trabajo, todos querrán conocer los motivos por los cuales se separaron—advirtió amistosamente, estaba al tanto de lo chismosos que podría ser los compañeros de trabajo, a pesar de que la mayoría rondaba los 30 años, seguían siendo unos jóvenes fisgones a la hora de escrutar la vida ajena.
—Les deseo suerte, yo no diré nada y considerando como es Hinata tampoco le sacaran información.—aseguró con confianza. Hyuga no era una bocazas que soltaba prenda para hacerse lado víctima ante los demás a fin de dejarlo como el malo de este asunto.
—Si tú lo dices, ¿Quieres ramen o qué?—preguntó Sasuke de pronto, poniéndose de pie y tomando rumbo a la cocina.
Ahora fue Naruto quién quedó pasmado en su asiento debido a la pregunta de su mejor amigo. El Uchiha no era fan de sopas instantáneas y que tuviera todavía algunos cuencos en su apartamento solo por si se le presentaba el Uzumaki en su hogar, era un gesto por demás conmovedor.
—Siempre después de haber roto con alguna novia, venías aquí y me lloriqueabas que deseabas ramen para pasar la pena.—Le recordó Sasuke aquellos días en su juventud.
—Todavía te acuerdas.—acentuó.
—Usuratonkachi, ¿Cómo podría olvidarlo? es como una tradición entre amigos ya.—comentó entrando en la cocina finalmente.
Sasuke bajó un par de envases de sopa instantea que tenía guardados en la alacena. En la seguridad de la estancia, sonrió contento, otra mujer que salía de la vida del Uzumaki, ahora podría dejar de preocuparse por Hyuga y luchar contra aquella persona que enamoro de verdad a Naruto, no sabía por qué pero ya estaba cansado de sufrir. Pesé a que el panorama se veía gris, esta vez iba a luchar por su amor.
Mientras tanto, Naruto sonreía tranquilo en el salón, liberado de la loza que lo aprisionaba, muy en el fondo de su corazón lamentaba haberle provocado semejante tristeza y decepción a Hinata, pero no iba a seguir esa mentira solo por hacerla feliz. Estaba al tanto que vendrían días incómodo en el trabajo pero podría soportarlo. Por ahora le quedaba la serenidad de volver al lugar donde pertenecía, cada vez que venía a la casa de su amor imposible, le producía ese bienestar.
El Uchiha volvió a la mesa de la sala, depositando con cuidado dos contenedores de ramen con agua caliente en su interior.
—Deja que pasen los tres minutos.—alertó, viendo las intenciones del rubio de agarrar el envase térmico de inmediato.
—Odio esperar.—se quejó haciendo un pequeño puchero.
—Odiarás más una quemadura, idiota.—expuso con madurez.
Naruto y Sasuke empezaron a conversar acerca de ciertos aspectos del trabajo con el fin de que el tiempo transcurriera más rápido. Cuando pasaron cinco minutos, ambos abrieron los cuencos de ramen para dejar escapar el vapor y así empezar a disfrutar de a poco la pasta.
—Te aconsejo tomes una pequeña prórroga antes de hablar con esa persona de la que estás enamorado, por tu bien y el de Hyuga, para no generar más cotilleos de los necesarios.—recomendó Sasuke mientras comía con clase los fideos humeantes.
—Algo me decía que me darías esa sugerencia, cada vez que termino una relación me lo dices. Y te lo agradezco.—dijo con suma gratitud, mientas enrredaba la pasta en los palillo.
Por unos segundos, Naruto dejó de comer para detenerse y admirar a Sasuke, quien seguía alimentándose con su estilo elegante esa comida chatarra. Era increíble que no perdiera su forma educada de comer algo tan banal como un ramen instantáneo.
Indudablemente lo amaba mucho y aunque fuera algo tan sencillo como contemplarlo mientras compartían una comida, solo hacía más que reafirmar sus sentimientos por él.
—Sasuke...Algun día te diré lo que siento, se acabaron los romances fugaces para suprimir mis sentimientos. Me arriesgaré—reflexionó planeando un futuro cercano.—Mientras tanto, me quedaré a tu lado como amigo, disfrutando de los beneficios de ello.
—Naruto, no permitiré que nadie te aleje de mí de nuevo, ya me canse de mortificarme. Me arriesgaré, y serás mío.—juró en silencio el Uchiha, en cuanto vio que el Uzumaki siguió engullendo su alimento, se derivó a divizarlo.
Sin que los dos supieran habían hecho el mismo juramento en su corazón, lograr que este amor imposible fuera posible.