Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

31 días con el SNS: FicTober 2019 por Ana Reiko

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

La noche había caído sobre Konoha, y la gran mayoría de los habitantes se estaban alistando para irse a dormir. Todos menos uno. En un apartamento por más que conocido por todos como el hogar del héroe. Naruto se hallaba acostado boca abajo en su cama, reflexionando acerca de lo hechos sucedidos con Sasuke Uchiha unas horas antes.




Ese día por la mañana, su mejor amigo fue liberado de la cárcel y se le otorgó un especie de indulto por haber ayudado en la guerra ninja y liberar a todos del Tsukoyomi infinito.




Así que sin perder tiempo, el Uchiha tomó sus pocas pertenencias y anunció que se realizaría un viaje de redención para expiar sus culpas. Asimismo exteriorizó su rechazo tanto por la prótesis para sustituir su brazo izquierdo perdido como por la opción de que Sakura Haruno lo acompañara.




Del mismo modo, Naruto sólo hacía más que revivir una y otra vez su despedida con Sasuke, como con una simple mirada se dijeron todo, estrechando su lazo por medio de la entrega de esa vieja bandana que el Uchiha dejó atrás cuando huyó de la aldea y que con devoción el rubio atesoro.




—Naruto, te fuiste directo a la cama sin siquiera tocar tu ramen—comentó el Kyubi, si voz resonaba en la cabeza del Uzumaki. Cuando el zorro conversaba con su Jinchuriki era como una clase de telepatía, después de todo eran dos almas conviviendo en el mismo cuerpo.




Kurama se admiró de dicho comportamiento que manifestó el rubio, por lo general éste era muy ansioso en cuanto a degustar su manjar favorito, pues todavía odiaba los tres minutos de espera para que la pasta se cociera.




—Ahora no, Kurama, no tengo ganas de charlar—declaró Naruto, hundiendo más la cabeza en la almohada, como si con tapar sus oídos dejara de escuchar al Kyubi.




—Si estás así por el bastardo Uchiha, en lugar de lamentarte deberías ir a hablar con él—propuso francamente.




En su opinión este sufrimiento innecesario resultaba inútil, cuando la solución era fácil y al alcance de la mano. No entendía la manía de los humanos por complicar situaciones y hacer drama de ello.




Admitía que no le agradó enterarse de que su Jinchuriki se enamoró de Sasuke. Pensaba que nada bueno salía de amar a un integrante de un clan maldito como era el Uchiha, los cuales enloquecían con facilidad y destruían todo a su paso. Y como prueba se hallaban los acontecimientos en donde




Naruto invirtió sangre, sudor y lágrimas para hacer entrar en razón al último portador del Sharingan.




—No quiero perder a Sasuke y que nuestra amistad se arruine, si le confieso mis sentimientos—reveló en Uzumaki sin despegar su cara de la almohada. Su voz apenas era entendible, ya que la almohada la sofocaba, era una fortuna que el zorro le hablara a su mente.




De verdad que le preocupaba el desastre que se ocasionaría si el Uchiha lo rechazaba, no sólo perdería al amor de su vida sino también a su mejor amigo.




—Y prefieres sufrir como mártir el resto de tu vida—remarcó Kyubi con cansancio, de verdad que Naruto era un masoquista de la vida, le gustaba tolerar el sufrimiento.




—Lo soportaré, no hay mejor beneficio que permanecer a su lado como amigo.—proclamó como recitando una frase célebre a la cual se aferraba para justificar su actuar.




—¿Estas seguro? Créeme cuando te digo que te arrepentirás si alguien más te arrebata al Uchiha.




Estas palabras de Kurama dieron en el clavo, pues Naruto por fin dejó de refugiarse en su miserable almohada, incorporándose, quedando sentado en la orilla de la cama.




A la mente del Uzumaki acudió un detalle muy importante: la restauración del clan Uchiha. Dicho sueño fue manifestado por el portador del Sharingan desde su niñez. Con esto aumentaba la probabilidad de que, en un futuro cercano, el Uchiha volviera acompañado de otra persona para compatir su vida y lograr ese fin. Si bien Sasuke no se caracterizaba por ser una persona social, había cambiado mucho y se notó cuando trató con amabilidad a Sakura al despedirse de ella. Así que ya no era tan hermético a los que sentimientos de los demás.




Ver tan dudativo a su Jinchuriki, fue la perfecta señal para que el Bijuu advirtiera que sus palabras habían funcionado, ahora sólo restaba darle un impacto de realidad más fuerte.




—También está la posibilidad de que el Uchiha sufra atentados por el camino. La naturaleza humana es vengativa, nada asegura que algunos ninjas le guarden rencor, después de todo hizo mucho daño.—ejemplificó otro escenario al que debía enfrentarse el Uchiha.




Está probabilidad estremeció a Naruto, ya que era más realista. La mayoría de los ninjas desconfiaban del Uchiha, otros incluso le odiaban por el daño a sus aldeas y camaradas, por lo que ese miedo podría llevarlos a intentar matarlo.




La mente del Uzumaki lo llevó a imaginar al Uchiha siendo atacado por cientos de agresores y sucumbiendo a sus ataques, acabando su cadáver en algún lugar remoto de muy difícil acceso. Nunca lo sabría hasta meses después.




Apretó los puños, el miedo de perder a Sasuke por un asesinato era más fuerte que perderlo por que alguien más conquistó su corazón.




Naruto se levantó al instante de la cama, como alguien que ha tomado una decisión con determinación, dirigiéndose a su ropero donde guardaba toda su ropa. Comenzó a buscar una prenda con desesperación.




—¡Oi mocoso, ¿Qué te sucede?!—cuestionó Kurama con falsa curiosidad, estaba al corriente de que todo este ajetreo fue producto de sus palabras. Sonreía con malicia, resultaba tan fácil manipular al rubio.




Lo bueno de esta comunicación Jinchuriki/Bijuu era que no podían ver sus expresiones faciales.




—Estoy haciendo mi maleta—comunicó Naruto, sacando la mochila de viaje qué empleaba cada vez que se emprendía una misión.




Colocó la maleta de tela con tirantes en su cama, llenándola con diversos tipos de ropa, prácticamente estaba vaciando la prendas dentro sin ningún cuidado, la desesperación por terminar rápido le podía más.




—¿A donde piensas ir?—interrogó de nueva cuenta Kurama, eran preguntas que ya conocía su respuesta pero igual quería cerciorarse que su plan iba viento en popa.




—Iré a buscar a Sasuke, le diré que lo amo...—exteriorizó sus intenciones—y...esperaré lo mejor.




Kurama sonrió ampliamente, dándole un aspecto con cierto toque macabro, como un demonio que hizo caer en tentación a una alma pura. En seguida chascó los dedos a modo de victoria, su plan funcionó a la perfección. El idiota de su Jinchuriki acudiría a buscar al bastardo de los ojos maldito.




Nunca en su longeva vida como rey Bijuu se le pasó por la cabeza ser casamentero pero siempre había una primera vez. Vivió durante muchos siglos como para saber que el Uchiha le profesaba amor a su Jinchuriki, sólo que lo camuflaba muy bien. Pero es que era necesaria su intervención, ya que entre los miedos de Naruto y su ceguera, y el conflicto emocional de Sasuke. Ninguno iba a dar el paso.




Además si tenía que escoger entre escuchar los quejidos de Naruto por los anhelos incumplidos o padecer los ruidos de placer debido a futuros cojimientos entre estos dos idiotas, seleccionaba la segunda opción.




—Todo saldrá bien, Naruto—animó Kyubi, infundando confianza en el chakra del rubio.




El rubio no comprendía el motivo por el cual su Bijuu lo animaba, tal vez él había descubierto algo importante en el lenguaje corporales de Sasuke, ó bien tenía una corazonada. Fuera lo que fuera, creería que estaba eligiendo la elección correcta.




Vestido con su capa beige con franjas cafés inferiores, y su mochila cargada con sus pertenencias más valiosas e indispensables, salió corriendo de su casa, afortunadamente poca gente transitaba a esas horas por la calle, sin embargo los que estaban quedaron aturdidos al toparse con el Uzumaki que avanzaba a toda velocidad.




No había tiempo para notificarle al Hokage que saldría de la aldea, ya que Kakashi solo retrasaría su partida con cuestiones y sermones inútiles. Prefería una reprimenda y una sanción como consecuencia de su comportamiento audaz e insubordinado.




Lo único que le importaba era alcanzar a Sasuke.




Cuando llegó a la puerta de la aldea, esta ya estaba cerrada y sus custodios un poco adormilados, así que el Uzumaki aplicó chakra a sus pies para poder trepar por la pared de la entrada. Kotetsu e Izumo, lo atraparon en el acto, pues el ruido de la madera crujiendo por las pisadas llenas de energía era estrepitoso.




—¡Hey, Naruto, baja de ahí, ahora mismo!—amonestó Kotetsu.




—¡Lo siento tengo prisa y tengo tiempo para explicarles!—anunció moviéndose más rápido para alcanzar la cima de la puerta.




Una vez en esa ubicación, dio un gran salto hacía el vacío del otro lado, utilizando las copas de los árboles para amortiguar un poco la caída.




En cuanto tuvo a salvo el suelo, pudo oír los gritos de los centinelas.




—¡Esto lo sabrá Hokage-sama!—amenazó gritando Izumo.




El Uzumaki no le dio mucha importancia, estaba dispuesto a enfrentar a todos por su objetivo.




Por lo cual se enfocó en una manera fácil de rastrear al Uchiha, pues correr sin una referencia no sería nada productivo, fue entonces que se le ocurrió usar el modo Sennin con el propósito de sentir la energía del individuo de su interés.




Unos minutos de meditación en una zona alejada de la puerta de Konoha fueron suficientes para concentrarse en su tarea de ubicar a Sasuke y emprender de nuevo una carrera.




Por su parte, Sasuke Uchiha se hallaba en la entrada del gran puente Naruto, que conectaba el país del fuego con el país de las Olas, estaba decidiendo si iniciar su viaje en un barco hacía otro país o ir a pie.




Ver el letrero que exhibía el nombre del puente, trajo a Naruto a su mente.




¿Qué estaría haciendo? Seguramente estaría renegando de no poder comer ramen con la mano izquierda.




Era una verdadera lástima, que el rubio no le diera indicios de entender lo que realmente ocultaba su corazón. Aunque también aceptaba que era un cobarde por no decirle directamente sus sentimientos a él, no obstante no estaba listo para las consecuencias devastadoras si resultaba ser un amor unilateral. Lo más óptimo era dejar las cosas así.




—¡Sasuke, por fin te alcance'tteba!—llamó Naruto acercándose al lugar donde el susodicho se hallaba de pie, sorprendiéndolo en el proceso, pues este se hallaba tan absorto en sus pensamientos que no lo sintió aproximarse.




El rubio empezó a tomar bocanadas de aire a fin de estabilizar su respiración, correr utilizando el modo Sennin lo dejó exhausto.




—¿Naruto? ¿Qué haces aquí?—cuestionó confundido, ver a su mejor amigo ahí fue lo último que pudo imaginar que pasaría a estas horas de la noche.




—Tengo que...decirte...algo importante—declaró, con la respiración todavía jadeante.




—Dobe, ¿no pudiste enviarme un mensaje usando el halcón de la Torre Hokage?—preguntó con sensatez, si acababan de acordar con Kakashi, horas antes, de como se comunicarían de ahora en más.




—No, no podía hacer eso, ya que lo que te voy a decir es personal.—aclaró, recuperando la compostura.




Sasuke levantó una de sus cejas, desconcertado por este asunto. No era raro que Naruto olvidara mencionar detalles importantes, pero según él ya estaba todo aclarado en cuanto a su viaje de redención.




El Uzumaki respiro profundamente, tanto para tranquilizarse como para armarse de coraje, y vaya que iba a necesitar este último.




—Sasuke, es verdad que yo te consideraba como mi mejor amigo casi hermano, y por esa razón te perseguí por tanto tiempo para que regresaras a Konoha y rescatarte de las manos asquerosas de Orochimaru—exhibió mencionando los acontecimientos pasados y lo que lo hicieron sentir—Pero...




—Continúa...—instó, su instinto le decía que algo importante iba a suceder.




—Desde nuestra batalla en el valle del fin, me di cuenta de algo importante—apuntó, viendo directamente a los ojos negros del Uchiha y llenando sus pulmones de aire y su corazón de valor, agregó—¡Estoy enamorado de ti!—reveló con voz potente.




Posterior a la confesión inesperada, el Uchiha se movió rápidamente en dirección del rubio, el cual mantenía su mirada desviada debido a la vergüenza y al temor, estaba con la guardia baja. Por lo tanto en cuanto el Uzumaki sintió aquel brazo y ese muñón envolviéndolo cariñosamente, levantó su cara pasmado por completo.




—¿Sasuke?




—Usuratonkachi—susurró, apoyando su barbilla en el hueco del hombro del rubio.—Por fin lo dijiste, no sabes cuanto espere este momento.




Sasuke no tenía completo su brazo izquierdo, eso era más obvio, sin embargo embargo Naruto percibía cómo la fuerza del abrazo aumentaba, ese muñón luchaba para aferrarse a la espalda del rubio.




—Sasuke, tú...




—Yo también estoy enamorado de ti.




Resultaba ser la segunda vez en que presenciaba a Sasuke tan abierto en cuanto a sus sentimientos, le confesó su amor sin dejar de abrazarlo, se veía tan vulnerable y aliviado como si se hubiera quitado un peso de encima.




Permanecieron un rato más así, hasta el propio Uchiha lo que había que liberó.




—Bien, ya tengo una poderosa razón para regresar pronto a la aldea.—exclamó Sasuke sereno.




—¡¿Cuando te veré otra vez?!—cuestionó




—No lo sé.




—Entonces me voy contigo.




Está última declaración dejó desorientado a Sasuke, Naruto se veía bastante resuelto en esta decisión.




—Naruto, tú no tienes nada que ver con mis pecados.—señaló con seriedad, entendía que Naruto quisiera acomparlo después de semejante manifestación de sentimientos, pero no era su deber unirse a su camino de culpas.




—¿Y que hay de mí? ¿Te has detenido a pensar en cómo me sentiré cada día?—interrogó, presionando su dedo acusador contra en el pecho del Uchiha.




—Te enviaré cartas cada semana.—rebatió velozmente, ahora que estaba al tanto de que el rubio lo amaba no iba a permitir que se sintiera solo, así que una comunicación constante era la clave perfecta.




—Aún así estaré nervioso—recalcó—Me estaré preguntándo: ¿Por qué tarda tanto su carta? ¿Estará enfermo o sano? ¿Lo habrán atacado? ¡Además estas manco, teme!.




—Dobe. No estoy indefenso como tú lo haces ver, aparte de eso me parece ridículo que tú me lo digas cuando estás tan manco como yo.—resaltó molesto, que el rubio le señalara que por la falta de su brazo disminuyó su capacidad de combate le resultaba ofensivo e irónico ya que su acusador padecía lo mismo.




—Aunque tengas Sharingan, Rinnengan y demás, sigues siendo mortal y un objetivo para ninjas vengativos.—indicó persistiendo en su postura—De nada te servirá si sellan tus ojos, ¡yo me voy contigo, quieras o no!




Sasuke apretó el puente de su nariz bajando la cara, como gesto de control, debía calmarse, si perdía la paciencia, terminaría discutiendo inútilmente.




—¿Qué hay de tu sueño de ser Hokage?—interrogó, cambiando de estrategia, sabía que Naruto había iniciado sus clases intensivas de la mano de Iruka y Shikamaru con el propósito de adquirir los conocimientos necesarios para un futuro líder—Vas a abandonar tus ambiciones personales por mí, suficiente tiempo te he quitado ya.




—Mi sueño eres tú—cortó en seco ese alegato, no iban a usar su sueño de ser Hokage para convencerlo—Mis prioridades cambiaron, idiota. No voy a dejar ir al amor de mi vida así como así.




—Puedo noquearte...—amenazó, frunciendo el ceño, su tolerancia estaba disminuyendo con cada impugnación que el rubio soltaba.




—Yo también puedo cumplir lo que te dije ese día, partirte las piernas y brazos y arrastrarte hasta la aldea.—coaccionó en el mismo tono intimidante que el Uchiha empleó—Tú eliges




—¡Ahh, Naruto, ¿por qué no eres un buen chico y me haces caso?!—clamó totalmente desesperado, ya que ninguno de sus argumentos funcionaba.




—¡Por qué no te enamoraste de un buen chico, bastardo!.—contestó a gritos.




Afortunadamente el puente estaba vacío a esas horas, sino ya tendrían el montón de ojos curiosos y metiches observándolos.




Sasuke se alejó de la presencia de Naruto unos momentos, no fue muy lejos solo lo necesario para enfriar su cabeza, presentía que si no lo hacía se agarraría a golpes con ese ninja tonto cabeza hueca. Comenzó a caminar de un lado a otro, se asemejaba a un león furioso enjaulado que solo esperaba una oportunidad para atacar a su presa.




Entretanto el Uzumaki se recargo en la barra de protección del puente, haciendo la cabeza hacia atrás, tal vez el viento salado del mar, lo despejaría.




—Sasuke por una vez déjame hacer lo que yo quiero sin oponerte.—pidió Naruto con voz suave—Si te acompaño no me consumiré en angustia, además nadie se aventurara a atacarte, pues tendrá que vérselas conmigo—hizo saber las ventajas de esto.




—Hacer lo que tú quieras implica que estés dejando la aldea sin consentimiento del Hokage, por que estoy seguro que saliste a perseguirme sin decirle a nadie, ¿me equivoco?—exhibió, conocía muy bien al Uzumaki como para predecir sus actos imprudentes.




—Eso se arregla fácil, teme. Mandó un clon a la oficina de Kakashi-sensei y le notifico mi resolución de viajar junto a ti.—desarrolló su solución con toda calma, si ese era el problema, no representaba un inconveniente urgente.




—¿Te estás escuchando? Vas a avisar más no a solicitar autorización.—alertó su falta de sensatez y responsabilidad.




—Más vale pedir perdón que pedir permiso.—verbalizó citando una famosa frase usada en situaciones irresponsables como este.




—¡Ahh, Naruto, estás acabando con mi paciencia!—vociferó Sasuke ferozmente, perdiendo cualquier atisbo de temple que pudiera tener.




—¡No se porque te resistes a mi propuesta'tteba!—replicó enojado—Ríndete, no tienes más argumentos para ponerlos en mi contra.




Sasuke pasó lentamente su mano por la superficie de rostro, tenía que lidiar con los inconvenientes de su impaciencia, podían estar toda la noche discutiendo y no llegarían a un acuerdo. No lo quedaba de otra, alguien tenía que ceder, y ese no iba a ser Naruto. Lo había derrotado otra vez.




—Esta bien, puedes acompañarme.—convino finalmente, dando su brazo a torcer.




—¿En serio? ¡Gracias, dattebayo!—exclamó airoso.




Naruto sonrió de oreja a oreja de forma cariñosa, a causa de esta mueca sus ojos azules pasaron a ser dos líneas, dándole el aspecto de un zorro astuto. Y no sólo hizo eso, también alzó los brazos al aire en señal de victoria, celebraba como un niño lo hace, cuando sus padres acceden a un capricho.




Llevado por ese inmenso sentimiento de júbilo, el Uzumaki le dio un beso corto al Uchiha, sorprendiéndolo en el acto, para posteriormente abrazarlo con su único brazo.




Era increíble como, a pesar de sólo tener su brazo izquierdo, Naruto fuera capaz de abrazar a Sasuke con tanta intensidad.




—¿Será el único beso que me darás?—preguntó con una sonrisa de superioridad decorando en su rostro, mirando desde arriba al rubio—Acabo de cumplir uno de tus caprichos.




Naruto quedó estupefacto por unos segundos, ¿Sasuke siendo coqueto? Eso nunca lo vio venir, era raro pero le encantó mucho esa faceta juguetona, iba a disfrutar de lo que lindo esa noche.




—¡Por supuesto que no!—contestó el Uzumaki rápidamente, y cambiando su tono de voz por uno más pícara y aterciopelada—Tendrás eso y mucho más, teme.




—Esa voz me agrada, dobe—expresó complacido con un tono seductor, besándolo otra vez.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).