Unos meses habían pasado, no llevaba la cuenta, tengo que decir que no ha sido fácil.
Inevitablemente muchas cosas cambiaron, unos días después, la dirección general del hospital ya había asignado a un nuevo jefe de área, nuestra relación de trabajo era buena, pero solo era eso, trabajo, no era malo, la verdad, lo prefería.
Dentro de esos cambios cosas buenas podrían sacarse. Alice y yo nos unimos más, éramos buenas amigas, visitaba mucho a mis padres y ella siempre me acompañaba, tuvimos que decir la verdad de nuestra pequeña mentira, pero nada cambió respecto a su relación con ellos, seguían tratándola como alguien especial.
Había escuchado de la sentencia que le darían a Rodrigo, el juicio ya se había llevado a cabo, pero no quise escuchar la resolución, no estaba lista… parecían no haber encontrado escusas con su estado mental, hizo todo a consciencia, quería saber lo que pasaba por su mente, pero ni siquiera me atrevía a enfrentar a la mía.
…
- vendré en cuanto salga del trabajo -
- Bien- mantenía mis manos alrededor de su cintura
- mueras sin mí- parecía no querer irse, yo tampoco quería que se fuera.
- lo intentaré-
Besó la punta de mi nariz, sabía perfectamente donde se dirigía - te quiero - pude sentir lo suave de sus labios muy, muy cerca de los míos
- también te quiero- nuestras caras estaban muy cerca
Habíamos avanzado mucho, era por ella que aun podía continuar, no dejó que sucumbiera a la depresión y aunque pude haber sido muy arisca al principio, se mantuvo a mi lado, me gustaba, le quería y ella me quería a mí, eso me hacía feliz, nuestra relación iba lento, pero me hacía sentir cómoda.
No pude determine, posé delicadamente mis labios sobre los de ella, cerré los ojos. Me sentía tan agradecida de que ella estuviera en mi vida
No hubo movimientos más bruscos, solo nos sentíamos, nos mantuvimos así unos segundos hasta separarnos, era nuestro primer beso, parecía simple, pero se sintió tan profundo que solo me confirmó una vez más que era muy posible terminar perdidamente enamorada de ella. Sonrió para mí, me dio un último pico y salió por la puerta.
Me sentía muy bien.
Ok, un día libre, sin Alice a mi lado. ¿Qué podía hacer?
Tal vez era hora de dejar de huir…
- No me gustan las rosas - no hubo respuesta - igual creo haz recibido muchas - se rascó la nuca- no me malentiendas, son lindas, no quise decir lo contrario- dos ramos a cada lado, se veía hermosas, casi podía decir que tal vez eran recién cortadas- solo que…- miró la única flor que ella había traído- quería… ser diferente- detalló los pétalos de la flor- no estaba segura de que darte así que busqué en internet- bajó lentamente la flor, hasta colocarla hermosamente en el centro- es una Begonia blanca- sonrió- perdón por no haber venido antes… lo había intentado pero- aclaró su garganta- no me atrevía, espero me entiendas- repentinamente un rayo de luz la hizo cerrar los ojos, se protegió con una de sus manos- vaya, el sol está fuerte hoy ¿no?- recuperó la sonrisa, se puso nuevamente de pie- sí, es un buen día- pudo escuchar el canto de los pájaros, los miró, se posaban sobre los arboles con hermosos colores, parecían alegres… lo tomó como una señal, miró al suelo y leyó "que encuentres tus alas para volar" volvió a subir una vez más la vista, esta vez hacia las nubes
- estoy sanando -
Se dio la vuelta caminando a la salida- ah- recordó - la flor significa "amistad sincera"- metió las manos en sus bolsillos -Adiós Mark- siguió su camino.
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- tienes visitas-
Mucho tiempo para pensar, algunas personas podrían tomarlo como tiempo de purificación, meditación, hacer una autoevaluación de su vida o simplemente dejar que su mente despegara imaginando situaciones que jamás pasarían, soñando. Eso… o una destrucción lenta que te carcomía por dentro lentamente
"sentenciado a muerte…"
Parecía duro… ¿Todo terminaría tan rápido? ¿tendría tanta suerte?
No lo creo
Caminé escoltado por policías, no soy un hombre muy fuerte, algo delgado, sin dormir, me sentía un más débil con el constante molestar de los hombres encerrados junto a mí, las esposas me pesaban, no había necesidad de que las usara, no quería huir… no de esta forma.
Dios ya se encargaría de liberarme de este tormento… pero sé que tiene otros planes para mí, era un rayo de esperanza, él aun me necesita.
No hubo necesidad de mirar quien había entrado a la habitación, esperaría instrucciones y como ya había demostrado, las llevaría al pie de la letra, estoy en la sima, solo tenía que mantenerme allí
- ¿Qué será lo siguiente? -
- ¿de qué hablas? - Rodrigo levanto la vista rápidamente asustado
- Daniel - estaba impresionado
- hola ...- no percibía enojo en su tono de voz ¿Qué hace aquí?
- Daniel - repetí, no podía creerlo, no pude detener las lágrimas que querían salir
- basta, me vas a gastar el nombre - no contesté, tapé mis ojos con las manos, lloré escandalosamente, me dejó estar por un tiempo
- no tengo ojos para mirarte Daniel - fue duro para mí, debería ser mil veces peor para ella que aún no entendía que esto era necesario
- Rodrigo - hizo una pausa, preparé mi mente para recibir sus palabras, debía mantener firme mi fe- quiero darte mi perdón - calló, me sorprendí, ¿cómo era capaz de tener ese corazón tan hermoso?… su rostro triste me hacía saber que ella había escuchado lo que creían seria mi destino, la muerte. Esa era ella, tan especial… no cabe duda del porq-
Caí en cuenta - ¡DANIEL! - me paré rápidamente de la silla y puse mis manos sobre la mesa, los guardias se alertaron y acercaron igual de rápido- debes irte, ¡AHORA! - supliqué
Miró sorprendida mi rostro desesperado- vine hasta aquí para decirte como me sentía- se puso de pie enojada - ¿y así me pagas? - dio un golpe fuerte a la mesa de metal
- No es por mí- tranquilicé mi voz, tenía que sacarla de aquí antes de que llegaran- es peligroso estar aquí- tomé una de sus manos delicadamente, la atraje hasta mis labios y la besé- gracias por darme tu perdón…- pude ver sus ojos llenos de preguntas y decidí mentir, decidí regalarle un poco más de tiempo y sacrificar el mío- pronto vendrán por mí… no quiero que lo veas - había un poco de verdad en mis palabras.
Pareció entender la situación, de dio un último abrazo y se fue
Daniel
Aprovecha bien el tiempo que te he dado…
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-vaya- dio un sorbo a su cerveza- estoy orgullosa de ti- hizo un espacio para que pudiera sentarme a su lado- hacer eso requiere de mucha valentía- sus ojos estaban cansados, tuvo que trabajar todo el día, Brenda no pudo llegar a su turno y ella tuvo que cubrirla. La vi sonreír hermosamente- eres como…-ya sabía lo que venía- Bob esponja pantalones valientes- un mal chiste en el momento menos oportuno
- sí, sí, si - intenté besarla
-hey, no- me esquivó, que reflejos- se supone que debes reírte- tenía sus pequeños dedos sobre mis labios
-ah, disculpa- me coloqué sentada con la espalda recta y aclaré un poco mi voz bajo su mirada atenta- ja ja ja ja ja- tan rápido como terminé me coloqué de nuevo frente a ella buscando esta vez la victoria sobre sus labios
De nuevo me apartó- nooo, así no- parecía divertida, comencé a darle pequeños besos sobre la cara, dejó su cerveza sobre la mesa mientras reía, al ver que ya no había peligro de tirarnos encima la cerveza y quedar pegajosas, moví mis manos sobre su estomagó para hacerle cosquillas, reía muy fuerte retorciéndose debajo de mí.
Detuve mi ataqué, ambas habíamos terminado acostadas en el sillón conmigo sobre ella… nuestras miradas se encontraron, no puedo decir con certeza lo que sucedió después ¿ella me besó? ¿yo la besé?
Que importa
Movió su lengua con maestría colocándose dentro de mi boca, tenía un ligero sabor dulce por la cerveza, yo no bebo, pero podía volverme adicta a este sabor mezclado con su saliva ¿suena algo pervertido?, reí entre el beso, ella se separó de mí, aproveché la oportunidad para atacar su cuello
¿ir lento? Al diablo con eso, quería estar con ella
Sus respiraciones se volvieron algo rápidas, mordí suavemente su clavícula- espera, espera- dobló sus rodillas dejándonos en una mejor posición
- ¿Qué? - no estaba prestando tanta atención, quería seguir besando su cuello
- los niños están mirando- me detuve al instante y miré su cara apoyándome del reflejo de la programación en la TV ignorada
- que me digas estas cosas siendo media noche, me corta mucho el rollo- soy atea, no creo en fantasmas tampoco, pero vaya cubeta helada que me había tirado encima
Se burló un poco de mí- ahahah, me refería a los gatos- miré alrededor buscándolos, amos estaban sentados en el suelo mirándonos de cerca- ¿ves? - llamó mi atención de nuevo rodeando mi cuello con sus brazos- también estoy un poco cansada- me dio un par de besos profundos - tenemos tiempo- me convenció
- está bien- sonreí
Por hoy nos hemos salvado
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Mi pequeño pájaro, te has convertido en un hermoso ángel
Pronto podrás presumir las alas que tu dios te ha dado.