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Butterflies II (Versión padres) por CaedesDarkParadaise

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"Peter Pettigrew amaba los dulces.

Nada de este mundo le podía parecer más delicioso que los dulces, excepto Bartemius Crouch.

Él era el postre más dulce que jamás iba a probar.

Con ese simple pensamiento, Peter se deprimió. ¿Cuándo había comenzado su amor por él? Bueno..."

- ¡Si, Peter!- gritó Sirius saltando sobre el sofá.- ¿En que maldito momento te enamoraste de esa serpiente sin expresión?

- ¡Barty tienes muchas expresiones!- un pensamiento se le cruzó por la cabeza. Rápidamente se sonrojo.- Las tiene...

James lo miró con las cejas alzadas.

- ¿Estás pensando en cosas sucias?

- ¡No! ¡Si!- Sus amigos alzaron las cejas.- Puede ser.

- Las estas pensando pequeño gryffindor.- dijo Sirius con aire sabiondo.- Lo que hace el amor, pero no se si tu amor por esa serpiente ya es amor ciego.

- ¡Sirius!- le regañó Remus.- El amor de Peter y Barty es verdadero.

Peter asintió muy de acuerdo.

- Es que es muuuuyyy serio.- se quejó.- Yo creo que nació con el ceño fruncido.

- ¡Sirius ya basta!- chilló James.- Dejemos que Colagusano nos cuente como se enamoró de Crouch.

"Todo ocurrió una mañana de Abril. Hacía tanto frío que Peter tuvo que acurrucarse con sus propios brazos para no morir congelado, pero ¿porque tenia tanto frío? En sus habitaciones de la torre Gryffindor nunca había menos de veinte grados. Era cálido, así que Peter no comprendió como era posible hasta que no abrió los ojos y descubrió que estaba desnudo.

"Oh, merlín"- pensó Peter, avergonzado.

La noche anterior había habido luna llena, y sus amigos y él se la habían pasado correteando por el bosque prohibido toda la noche y una vez que Remus se quedó dormido allá por las cuatro o cinco de la mañana, a Canuto se le había ocurrido beber los restos de whisky de fuego robados de la licorería privada de su padre. En un momento dado habían empezado a jugar al Strip Poker sin cartas y...Ya no sabía más. ¿Dónde estaba su ropa? Ahora tenía dolor de cabeza y los pies congelados. No sabía donde se encontraban Sirius y James, lo que si sabía es que si no entraba en el castillo moriría de hipotermia. Peter cogió unas cuantas hojas para ocultar su "ajam" y miró a su alrededor para ubicarse. De repente escuchó unos ruidos tras los arbustos, alguien venía. Alarmado, se escondió detrás de un árbol. Los arrastres de pies sonaron más cercanos, Peter se cubrió sus miembros desnudos, pero sabía que no podía hacer más.

- ¿Que demonios...?

- ¡Ah!

El grito que pegó los asustó a ambos, o más bien, él se asustó a si mismo.

Bartemius Crouch retrocedió unos pasos, viendo la imagen de un Peter desnudo. El otro hizo todo lo posible para esconder su miembro y trasero con sus manos, pero lo único que logró fue hacer más el ridículo frente a la serpiente mayor. ¿Porque tenía que ser él? Peter estaba avergonzadísimo. Aquella serpiente le ponía nervioso, siempre que pasaba a su lado su corazón latía a mil y la boca de su estomago se retorcía. Él pensó que se estaba muriendo. No fue así. Sin embargo aun no sabía lo que le sucedía cuando el Slytherin andaba cerca."

- ¿¡Enserio, Colagusano!?- James se quejó.- ¡Eso es amor, muchacho! Mucho, mucho amor.

- ¡Yo no lo sabía!- chilló sonrojado.- Soy muy despistado y nunca me había enamorado antes y menos a primera vista.

- ¿Fue así?- inquirió Remus, interesado.- ¿Amor a primera vista?

- La primera vez que yo noté a Bartemius fue en el tren de quinto año.- les explicó recordando.- Había salido en busca de algunos dulces, no los encontré, alguien ya había arrasado con todo el carrito y no había dejado a nadie...

- ¿Hablas de Barty?- boqueó James.- ¿Le gustan los dulces?

- ¡Le encantan!- chilló Peter, indignado.- Ese maldito goloso.

- Una historia sobre una historia.- dejo caer Regulus tomando un vaso de whisky.- Continua, continua.

- La señora del carrito me chivó que había sido un Slytherin, uno de los mas ricos.- dijo.- ¡Ah! Yo estaba tan furioso. Fui a reclamar a los compartimentos de las serpientes, entré en el cubículo, lo vi...

- ¿¡Y!?

Todos chillaron.

Peter recordaba haber mirado a Barty a los ojos, esos preciosos ojos ambarinos, solo por unos segundos y retroceder como un cobarde.

- Huí.

- ¿¡Que!?

- Oh, Peter.

- Estos Gryffindors.- Regulus chasqueó la lengua.- Que cobardes.

- ¡Tu no hables Don Valentía!- Sirius empujó a su hermano.- O se me va a soltar la lengua.

Regulus fulminó a su hermano mayor.

- Llegaremos a ese asunto después.- les dijo Remus atento a todas las conversaciones. Regulus se enfurruñó.- Vale, huiste. Pero, ¿que sentiste?

- Fue tan extraño.- suspiró.- No lo supe bien. Creo que fue como...uhmm...como si me dieran un puñetazo en el estómago. Si, creo que es así.

- Vaya manera más acertada de explicarlo.- bufó James tomando otra copa.

- Fue así.- repitió Peter.- No hay otra manera. Aunque no supe bien lo que era hasta el encuentro que tuve en el bosque prohibido.

- ¡Continua!

Harry Riddle, escondido tras la capa de invisibilidad, apoyó la moción.

"- ¡No me mires!- se escondió tras un árbol, pero no pudo evitar que Crouch le viera el trasero al aire.- ¡Pervertido!

- ¡No soy yo quien anda desnudo por los límites del bosque mágico donde nunca pasa nadie!- gritó sarcásticamente.- ¿¡Que haces desnudo!?

Peter tragó en seco.

La vena de la frente de Bartemius Crouch se estaba hinchando.

- ¿Hay alguien más aquí?- quiso saber. Su demanda acobardó a Peter.- ¿¡Lo hay!?

- Estoy solo.- respondió viendo a su alrededor. "O eso creía"- ¿Que haces aquí, Crouch?

- No te importa, Pettigrew.- escupió. Bartemius no dejaba de observarlo. Peter se sentía aún más desnudo con su mirada. Su cuerpo empezaba a olvidarse del frío.- Vístete. ¡Ya!

- ¿¡No hay ropa o es que estas ciego!?

Su contra respuesta lo sorprendió.

- ¿Y donde esta, tonto?- le reclamó. Parecía él más enfadado por su desnudez que el propio damnificado.- ¿Como has acabado asi?

Peter se molestó.

- ¡Eso a ti no te importa!

- Maldición, Pettigrew.- maldijo.- Haz lo que quieras.

Oh, no.

¿Que estaba haciendo? Aquel era el único que podía ayudarlo y estaba echándolo de mala manera.

- Oye...¡Espera!

Bartemius no se giró, solo lo miró por encima del hombro.

- Ayer me emborrache con mis amigos y empezamos a jugar al Strip Poker, es así como me quedé desnudo, pero no sé como desperté aquí.- No sabía porque le estaba dando explicaciones, sin contar el secreto de Remus, pero se le paso por la cabeza que tal vez eso ayudaría.- ¿Me crees?

- Tal vez.

Fue su única respuesta.

- ¿Pue...puedes ayudarme?- Peter miró con un fuerte sonrojo la espalda de Bartemius Crouch.- No puedo entrar al castillo así. Todos me verán desnudo.

El Slytherin se quedó estático y el gryffindor vio como se giraba en su dirección con el rostro granito.

Estaba enfadado.

- ¡Cúbrete con esto!- Para su sorpresa, comenzó a quitarse la chaqueta y se lo tiró a la cabeza. Peter se apuró a ponérselo mientras Bartemius dirigía su mirada hacia otro lado. Su abrigo le quedaba enorme.- Oye.- Él lo miró, vacilante. Lo que le faltaba. No había sentido tanta vergüenza en su vida.- Mírame.- El Gryffindor se intimidó otra vez al ver como se acercaba, prácticamente lo estaba acechando.- Cubre toda tu piel, no quiero ver nada a exhibición y no dejes que nadie te vea desnudo, ¿me has oído?

¿Que?

- Yo...tampoco quiero.- susurró bajando la mirada.- No quiero ser el hazmereir.

- Creo que no me he explicado.- gruñó. Y sin intuirlo, sus dedos alzaron su barbilla y acercaron su rostro al de él. Peter jadeó. No conocía a aquel Crouch, sus labios se movieron lentamente y sus comisuras se levantaron. ¿Estaba sonriendo...tétricamente?- No quiero que nadie te vea.

Su corazón saltó.

- ¿Que...que quieres decir?- su voz tembló. Crouch movió sus dedos y acarició sus labios provocandole sensaciones que Peter no pudo identificar.- ¿Cro...Crouch?

- No me hagas caso.

Se alejó.

- ¡Oye! ¡Te la devolveré!

- ¿Lo harás?- Y como si lo hiciera con cierta socarronería que a Peter le pareció de lo más sexy, le sonrió.- Puedes quedártela, pequeño Gryffindor.

Él desapareció.

Y Peter con el pulso a cien se quedó con la última imagen del siempre serio y amargado Bartemius Crouch.

Así que era eso.

Su mundo había cambiado."

En el salón, los merodeadores y Regulus lo miraban boquiabierto.

- ¿Crouch es capaz de sonreír?

Esa pregunta se dejó en el aire.

- ¡Pues claro que sonríe!- Peter sentía la obligación de defender a su esposo y padre de sus hijos.- Él es muy divertido, valiente y fuerte y sexy...

Se mordió el labio, recordándolo.

- El amor es ciego.- repitió Sirius negando con la cabeza.- A mi Crouch siempre me ha parecido la versión mala de Scrooge. Aunque no niego que pueda ser atractivo.

Peter, molesto, le lanzó un hechizo punzante a Sirius.

- ¡Eh..!- La boca de Sirius fue sellada mientras su hermano se reía de él.- Uhmmm...mmm...mmm.

- No puedes hablar, Sirius.- le dijo Regulus quitándose la corbata.- No insistas.

- Espera, ¿os emborrachasteis sin mi?- les reclamó Remus totalmente indignado. Los tres amigos se miraron entre sí. Se les había olvidado ese dato.- Entonces cuando os pregunté porque a todos os dolía la cabeza a la vez, no fue porque estuve golpeando vuestras cabezas en mi forma de lobo, sino porque sois unos borrachos asquerosos. ¿¡Acaso sabéis lo mal que me sentí!?

Peter se encogió.

Un Remus enfadado no era buena señal.

- ¡Perdónanos la vida, lunático!- James unió sus manos en suplica. A nadie le gustaba soportar la ira de su amigo.- Te prometo que jamás volverá a suceder.

- ¡Ah! ¿¡Que ha ocurrido mas veces!?

- Solo fueron dos.- le dijo Peter ayudando a su amigo.- Esa vez y el día que nació Draco.

- ¡Lo celebrábamos por ti!- soltó Sirius después de haber intentado quitarse el hechizo y lográndolo.- Lo otro fue vicio.

- Uhmmm.- Remus estaba resentido.- Me lo pensaré.

- Sigue con la historia, Peter.

El Gryffindor se encogió de hombros.

- Eso es todo.

- ¿¡Eso era todo!? ¿¡Acaso no cogiste a esa serpiente amargada y le obligaste a tener sexo contra ese maldito árbol!?- Sirius se despeinó.- ¡No puede ser todo!

- Bueno, si.

- ¿¡Que!?

- Cogí un resfriado horrible.- Peter se estremeció.- La enfermera estuvo dándome esa medicina que sabe a estiércol un mes entero.

Regulus echó una carcajada al aire.

- He de decir por todos.- empezó.- Que sois idiotas.

Una ronda de hechizos voló en dirección a la única serpiente de la sala.

- Idiota.- masculló Sirius viendo la desesperación de su hermano por quitarse las orejas de burro. De su parte, claramente.- Vamos al centro de todo esto. Dinos, querido amigo Colagusano.- Peter lo miró atentamente.- ¿Que ocurrió el día del concurso? Entre tu y Crouch.

La pequeña rata se volvió granate.

- Bueno...yo...he de decir...- tosió.- ¿Queréis toda la historia?

- Toda.- dijo James con una sonrisa picara.- A eso hemos venido. Y con el más mínimo detalle.

Remus asintió.

El Gryffindor suspiró rememorando el pasado.

"No me quiere."- fue su primer pensamiento.- "Habían hecho tanto por nada."

Tanta sangre, sudor y lágrimas, ah sí, y pies destrozados. Peter creyó que después de los cien ensayos no sentiría más los pies y bendijo a Lily por mostrarles el hechizo de voz o también se hubiera quedado sin cuerdas vocales. Con los ojos cerrados, Peter se acurrucó en una esquina de...¿De dónde? ¿Donde demonios estaba? ¿Otra vez le estaba ocurriendo esto? ¿Él no estaba en el escenario con sus amigos? Necesitaba un resumen: Estaban muertos de miedo antes de salir al escenario, él tiritando, sus amigos más de lo mismo, Severus los drogó con sus pociones de pocionista loco, salieron al escenario, vio a Barty, también notó su enfado. ¡Merlín! Estaba cabreadisimo. Y no sabía por qué. Peter quiso remediarlo, bailó para él y con un valor impropio, debía decir. Eso lo cabreó más. ¿Que más podía hacer? Quizás no le había gustado. No, no le había gustado o Barty, en cuanto lo contempló bajar del escenario, se lo hubiera llevado como un cavernícola. Esa es la reacción que Peter hubiera soñado. Pero no, todo se fue al demonio. ¡Maldición! Si hasta había dejado que Lily lo maquillara. Pero también tenía alguna esperanza, en el momento que se acercó a Barty no solo distinguió enfado, aunque fuera mínimo, sino algo que le calentó la sangre: Deseo. Por un segundo le pasó por la cabeza que no le era indiferente. Peter se iba a aferrar a ese sentimiento.

Ahora volviendo a lo anterior.

- ¿Donde estoy?- se preguntó abriendo los párpados.- ¿Esto no es...un compartimento del tren de Hogwarts?

Miró a su alrededor y se sentó recto. No había nadie. ¿Que hacía ahí?"

- ¿¡Que!? ¿¡El compartimento del tren!?- chillaron todos.

- Este Crouch es un rarito. En vez de llevarte a un hotel, te lleva a un compartimento mugroso.- escupió Sirius frotándose la cabeza.- ¿Estas seguro de que no te hechizó?

Peter lo amenazó con la varita si no dejaba de burlarse de su esposo.

- ¡Calla, Sirius!- le gritó su hermano dándole un coscorrón.- Esto se ha puesto interesante.

Sirius mordió a su hermano en el brazo.

"- ¿Que hago yo aquí?- Se levantó en busca de alguien.- ¿¡Hola!?

- Ya te despertaste, pequeño.- Peter se dio la vuelta con su corazón detenido.- ¿Sorprendido?

- Barty.- susurró.- ¡Digo! ¡Crouch! ¿Porque...?

Bartemius estaba a unos metros de él con los brazos cruzados e impertérrito.

Era una situación extraña.

¿Él estaba a solas con Bartemius Crouch?

- ¿Donde estoy?

- Donde tu quieras.- le respondió con simpleza.- Dime un lugar y yo te llevaré.

El Gryffindor se desconcertó aún más.

- ¿Cómo? No entiendo nada, Bartemius.- le dijo.- Yo estaba en el Gran Comedor, detrás del escenario...

Barty gruñó.

- Escenario al cual no debiste haber subido.- rezongó. Crouch empezó a acercarse, despacio y Peter clavó sus pies al suelo.- ¿Que pretendías con todo aquello, Peter? ¿Exhibirte? ¿Exponerte a los ojos de cualquiera?- sus ojos ambarinos se oscurecieron de tristeza.- ¿Herirme?

Peter sintió una punzada de dolor.

- Yo no pretendía...no.- Él dio un paso a Bartemius, que se había alejado brevemente.- Bartemius...No era mi intención, créeme. Por favor.

Atrevidamente, le tomó de la mano y acarició su dorso. Cuando no hubo reacción por su parte, Peter intentó alejarse, pero la mano del Slytherin en su cintura lo retuvo. Su calor, su aliento cálido y su olor dulce. Los labios de ambos estaban tan cerca, él era tan alto y Peter tan bajito y regordete, que supo que si Bartemius lo rodeaba con sus brazos, como ahora estaba haciendo, se lo comería vivo.

- Crouch...

- Llámame Barty.- le susurró tocando sus labios. Peter se derritió.- Hazlo."

- ¡Ahhhhh!- chillaron los Merodeadores echándose hacia atrás.- ¡Llámalo Barty!

- Y encima te lo ordena.- bufó Regulus.- Que tío.

- Ese Crouch a veces es tan imponente.- dijo Remus, pensativo.- Puede que te entienda, Peter. Hay algo sexy en eso, aunque no hay que decirlo a ningún Slytherin o aumentaría aún más ese ego inflado que ya tienen.

- Te entiendo tan bien.- Peter se limpió la lágrima de su ojo y abrazó a Remus, que le correspondió.- Esos malditos Slytherin.

Y mientras James y Sirius se burlaban de ellos, Regulus dijo lacónicamente.

- En cambio estos dos no pueden preocuparse de tener el ego más alto que sus esposos porque eso ya sería imposible.- Colagusano se rió.- No me imagino como sería teneros de esposos a ambos.

- Nunca lo descubrirás, hermanito.- se burló Sirius.- ¿O si?

- ¡Eres asqueroso, Black!- La voz de Lily los asustó.- ¿Acaso el múltiple incesto ha jodido tu cabeza, perro de cuarta? ¡Tenías que ser Black!

Lilian Black entró a la habitación dejando su capa sobre una mesa y sus tacones de quince centímetros en una esquina. Parecía agotada y enfadada, revolvió la cabeza de todos obviando sus quejas y se sentó en las piernas de Peter.- Ponte cómoda.- le dijo este sonriente.

Lily se acurrucó.

- Lo siento.- se disculpó.- Es que mi mujer está en un viaje de negocios en Seúl y no vendrá hasta dentro de una semana. Necesito cariño, mucho cariño.

Los Merodeadores se miraron entre ellos.

La mujer parecía muy deprimida.

Así que le explicaron todas las historias anteriores en un resumen que a Lily, literalmente, le subió el ánimo.

- Ahora toca la historia de Colagusano.

- Vosotros y vuestros apodos estúpidos.

El Black mayor miró con lástima a su hermano menor y le puso una mano en su hombro.

- Ohhh, pobre Reggie.- Sirius no reparó en mostrar una sonrisa burlona.- No pasa nada, encontraremos un apodo perfecto para ti, hermanito.

Regulus murmuró por donde podía meterse sus apodos absurdos.

- Pasando de esos infantiles hermanos Black.- dijo Remus señalando a los susodichos que bufaron simultáneamente pareciéndose aún más si era posible.- Peter continuará con su historia, Lily.

- Si, Peter nos va a contar como su esposo le hizo un bebé antes de la graduación.

Las mejillas sonrojadas de Peter eclosionaron.

- ¡Sirius! ¡Prometiste que no lo contarías!

- ¡Si ya lo sabíamos todos!

Gritaron los Merodeadores, Lily y Regulus para vergüenza de Peter.

- No lo supe hasta que volví de mi luna de miel.- murmuró.

Todos lo miraron socarronamente.

- Claro.- musitó James.- Si al fin y al cabo ese Crouch es un pervertido que quiso enredarte con un bebé para afianzar su agarre sobre ti si no aceptabas casarte con él.

- Por supuesto, Cornamenta.- alargó Remus la palabra.- No se parece nada a ti.

- ¡Lunático!- se quejó.- ¿¡Como pudiste!?

Los ojos de Remus lo acusaron.

- ¿Acaso no es verdad que planeabas dejar embarazado a Riddle y al final fuiste tú el que quedó embarazado?- cuestionó.- Fuiste a por lana y saliste trasquilado.

Regulus Black escupió su vaso de licor.

- ¡Esa es otra historia!

- Una historia que nos contarás una vez que Peter nos relate la suya.

Un Harry Riddle muy traumatizado no sabía donde meterse.

Tendría que pagar al psicomago.

Peter resopló audiblemente y volvió a donde se había quedado."

- Barty.- dijo Peter al ser empujado contra pared. Ambos cuerpos encajaban perfectamente. ¿Lo había conseguido?- ¿Porque me has traído aquí?

- ¿Por que crees tu, pequeño?- murmuró apretando sus manos en sus caderas.- Dime.

- ¿Te atraigo?- dijo directamente, pero fue mirar sus ojos y bajar la mirada- ¿Aunque sea un...poquito?

- ¿Atraerme? ¿Tú?

Peter miró al suelo, algo deprimido. Sin embargo, Barty no le dio tiempo a caer en el desconsuelo, porque atrajo su barbilla e hizo lo había estado esperando durante tantos años. Por fin pudo probar sus labios y estos sabían a chocolate dulce. Peter gimió dentro del beso, lo que ocasionó que Barty le apretara más en su abrazo de oso. Cuando los dos no pudieron respirar, se separaron levemente.

- Eso ha respondido a tu pregunta.- contestó sin aliento.- Así es como me atraes y me pones duro.

- ¿Co-como?- Aquello último lo había dejado a cuadros. Su excitación estaba aumentando al cien por cien.- ¿Yo t-te ex-excito?

Si no podía ni pronunciarlo.

- Desde el primer día que te vi...en el tren.- El Gryffindor jadeó.- Tú sentiste lo mismo.

Era una afirmación, pero iba del lado de la verdad.

- Si.- asintió. Aunque una duda lo embargaba y temía.- Pero, ¿es solo excitación?

Bartemius se separó de él, lentamente y Peter recobró su miedo.

Fue caminando por el pasillo del tren, lo que hizo que Peter lo siguiera sin saber bien que hacía o a donde iba. No mucho después, en silencio, llegaron a los compartimentos de Slytherin. Ahí fue...

- Aquí.- señaló el asiento que recordaba muy bien.- Fue donde me enamoré de ti.

Y fue Peter quién perdió su corazón del todo por esa serpiente.

"- ¡No puede ser!- James Riddle se puso de pie en su propio sofá.- ¿¡Es posible que ese Bartemius Crouch tenga corazón!?

- ¡Imposible!

Sirius estaba boquiabierto.

- ¡Déjenme seguir!- chilló Peter enredado en sus propios pensamientos de su querido Barty."

- ¿Eso es cierto?- le preguntó lleno de esperanzas.- ¿Me quieres?

Bartemius lo miró de nuevo. Una mirada que a parte de su habitual seriedad, nunca había visto. Estaba decidido.

- No te quiero...- dejó caer.-...Te amo, Peter.

¿Lo ama?

¡Que merlín lo amparara!

¡Si él supiera cuanto lo amaba!

¡Díselo!

Sus ojos ambarinos le pedían una respuesta, muy al contrario de su rostro que enmarcaba su máscara fría para no romperse.

Y un hombre como Peter hizo lo que tenía que hacer.

Se lanzó a sus brazos.

- Oh, Barty.- Peter dejó caer sus labios sobre los del Slytherin.- Te amo tanto.

Los hombros tensos de Barty por fin se relajaron.

Peter sabía que era un hombre que se relajaba pocas veces y confiaba aún menos.

Quizás confiase en él.

- No pienso dejar que te alejes de mi.- murmuró.- No otra vez. Ya te me escapaste una vez.

Y el pequeño Pettigrew se arrepintió de no haberlo enfrentado la primera vez. De no haber enfrentado sus sentimientos.

¡Que tonto!

- Y yo no pienso dejar que me dejes.- le dijo al ser alzado por la cintura mientras le rodeaba el cuello con los brazos.- Perdóname, Barty. Lo de hoy ha sido una total estupidez. Debí planear otra forma de conquistarte, yo...

- No.- negó.- No, esto ha sido lo que me ha dado valor. Aunque me llene de ira...- masculló recordando a todos los hombres y mujeres del Gran Comedor. Contempló sus ojos y sus labios con pasión.- Sé que te maquillaste. Me gusta, te ves mas hermoso, pero lo eres más al natural.

- Gracias.- besó su barbilla.- Tú también eres muy guapo.

- No lo soy.

- Eres el hombre más hermoso que he conocido.- pegó su frente a la de él.- Nunca lo dudes. Sobretodo para mí.

Eso le hizo el día.

- Quiero hacerte el amor, pequeño.- dejó un reguero de besos por su cuello. Pettigrew se sintió en el cielo.- ¿Me dejarás?

"Remus, Lily y Peter suspiraron.

- Sabía que Barty era un oso tierno muy en el fondo.- Remus volvió a suspirar.- Lo es. Tantos años y lo descubro ahora.

- Lo tenías muy bien guardado, Peter.- le dijo Lily con ternura.- Te lo querías guardar para ti solito, ¿eh?

Con vergüenza, asintió.

- Tanto amor me está dando arcadas.- bufó Regulus con regusto amargo.

- ¡No seas envidioso, hermanito!

- A ver si encuentras alguien para ti.- sugirió James.- Tal vez algún muchacho rubio o...pelirrojo.

Aquello lo calló para siempre.

Ellos sabían que Regulus sentía cierta fascinación por los pelirrojos, específicamente por uno de los Weasley.

Se ocuparían de ello más tarde, pero ahora..."

- Hazme el amor, Barty.- le suplicó.- No me hagas suplicartelo.

- Podría.- hizo una sonrisa ladina que le encandiló.

El Gryffindor no resistió más. Tener a Barty era un sueño, pero que encima le correspondiera, era casi ya una quimera. Solo en la calidez de sus abrazos y sus besos podía sentir que estaba despierto. Sobretodo cuando él comenzó a desabrochar los botones de su camisa y a desanudar su corbata. Peter le dejó hacer con las manos llenas mientras notaba sus caricias y gemía al sentir sus dedos recorriendo su piel desnuda.

- Cuando te vi en el escenario, me enfade muchísimo.- le explicó quitándole del todo la parte de arriba y dejando expuestos sus pezones.- No sabes cuanto. Se me pasaron por la cabeza miles de ideas para raptarte y que nadie te viera. Que nadie viera lo que era mio.- miró su pecho con hambre y empezó a lamerlo, lo que consiguió que Peter gimiera como un poseso.- Como aquella vez en el bosque prohibido. Hubiera matado a cualquiera que te hubiera encontrado desnudo.

- No...no era mi intención.- jadeó.- Fue el Strip Poker.

- Ya hablaré con tus amigos después por esos malditos juegos perversos.- y viendo que Peter estaba igual de erecto que él, palpó el bulto en sus pantalones.- Uhmmm. Estas muy excitado.

- S-si.- asintió al verse despojado de ellos con magia silenciosa.- ¡Barty!

- Te haré disfrutar mucho, cariño.- lo miró con amor.- Mi pequeño Peter.

Y juntos se deshicieron de los últimos restos de ropa de ambos. Bartemius quedó tan desnudo como él y Peter aprovecho para beber la imagen que la serpiente le daba. Sin hablar si quiera, el Gryffindor se atrevió a besar el pecho de Barty, de provocarle jadeos y gemidos, de excitarlo aún más si era posible y darle todo el placer que podía. Su miembro estaba duro como una roca, así que dándose valor lo tomó en su mano.

- Peter.- gruñó.- Maldición.

Movió sus caderas para causar más fricción.

Su reacción le trajo mucha satisfacción.

Él nunca había sentido que pudiera causarle placer a nadie.

- ¿Te gusta?

- Nunca dejarás de hacerlo.- jactó.- Jamás.

Peter se rió.- En algún momento me dejarás ir, ¿no?

- No juegues con fuego, Peter.

De todas formas, no planeaba irse de su lado.

- Detente, me voy a correr.- quitó su mano suavemente y la besó con ternura.- Cuando lo haga, quiero que sea dentro de ti.

Así fue. Se besaron de nuevo, enredando sus lenguas y provocandole jadeos al sentir su miembro siendo tocado y trasero preparado por los dedos de Barty. Él no paró de lamerlo, morder cada trozo de piel mientras Peter le correspondía trayendo consigo esos gruñidos que tanto le fascinaban. Cuando ya no pudieron más, Peter supo que estaba preparado, así que Barty, conociéndolo mejor que nadie, procedió a penetrarlo.

- Merlín.- Peter apretó los dientes. Dolía.-...Barty...

- No te preocupes, amor, pasara.- dijo con la mandíbula tensa y la frente perlada de sudor.- Confías en mi.

- Sin pensar.- murmuró.

Barty sonrió.

Poco a poco el dolor disminuyó y fue remplazado por sano y puro placer. Él mas mayor se movía milagrosamente, aumentando sus embestidas y no pasó mucho tiempo hasta que los dos supieran que ya no podrían vivir sin estar en los brazos del otro y tan desnudos como ahora.

- Me voy a...¡Ah!

El Slytherin hizo lo propio en su interior.

Los dos cayeron exhaustos.

- Te amo, Barty.- besó su pecho.- Siento no haberlo dicho desde el principio.

- Lo hiciste.- le dijo.- En el gran comedor, tu amigo dijo que actuabais para confesaros a las personas que amaban.- besó su cabeza y le apretujó a sí.- Eso es todo un acto de amor, pequeño.

Sus palabras fueron un afrodisíaco natural para Peter, que prácticamente lo atacó de nuevo.

- ¿Y ahora que ocurrirá?- le preguntó Peter después de la tercera ronda. Barty tenía una sonrisa de satisfacción en sus labios.- ¿Somos...novios?

Con los ojos cerrados, contestó: - No, no lo somos, Peter.

Peter se exaltó.

¿Que quería decir con eso?

Iba a romper su abrazo, pero Bartemius no se lo permitió.

- Cálmate.- así fue.- No somos novios, Peter, porque eso sería como ir despacio y ya no aguanto una vida sin ti. Estos años perdidos han sido un infierno. Ahora escúchame atentamente.- Peter acarició su mejilla.- Después de descansar y vestirnos, tomarás tus cosas de Gryffindor y las trasladarás a mi habitación...

- Pero Barty...- se quedó boquiabierto.

- Tranquilízate.- beso sus labios levemente.- Te mudarás. No hay otra opción. Ni una noche más sin ti, ¿esta bien?

- Bien.- accedió.

Porque él tampoco podría.

- Luego iremos al registro civil mágico y nos casaremos.

- ¿¡Que!?

Peter saltó de sus brazos.

- Será mañana y no habrá negativa.- dijo duramente.- A más tardar, podrás avisar a tus amigos, pero será rápido. Y esa noche repetirás el baile indecente que hiciste en el Gran Comedor...

- Oh.- frunció los labios. Se sonrojó.- Lo haré.

- Una vez que nos graduemos nos iremos de luna de miel...

- Pero Barty...yo...

- Dime.

- A mi me gustaría hacer un boda pequeña, con amigos y familia, vestidos elegantemente...uhmm...que me esperes en el altar.

Hubo un silencio prolongado de su parte.

- Esa era mi idea.- soltó rodeando su cuello en sus brazos.- ¿Que te parece?

- He sido muy egoísta.- le dijo él finalmente.- Haremos lo que tu quieras. Te he imaginado yendo al altar conmigo y no es algo que quiera perderme.

Peter lo besó una y otra vez.

- Podemos hacer las dos cosas.- se sentó en su regazo.- Mañana casarnos por civil y después de graduarnos una boda oficial. ¡En la playa!

- Me parece bien.- concedió.- Ahora si no dejas de moverte, temo que repetiremos el acto de hace diez minutos.

- Pues me temo que lo haremos.

Y los dos se fundieron en uno.

"- ¡Y por ese acto Peter Pettigrew, ahora Crouch, tuvo que ensanchar la cinturilla de sus pantalones para que su tripa de embarazado pudiera caber en ella!

- ¡Sirius!- protestaron Remus y Lily.

Mientras Peter se escondía tras las almohadas y James se desternillaba.

- ¡No, ya conté mi historia! ¡No más!

Se estaba muriendo de la vergüenza.

- No te preocupes, Colagusano, que ahora llega la historia del que más esperaban.- James se subió al sofá y alzó el puño.- ¡Yo!

Todos lo miraron en blanco.

- ¿Porque no vamos a tomarnos un helado?- sugirió Remus.

- ¡Yo quiero un helado de fresa!

- Uno de frutas.- dijo Sirius haciendo caso omiso a las muecas de su amigo.- ¿Y tú, Reggie?

- A mi no me gustan esas cosas mundanas.

- Que snob eres.- se burló el Black.

- ¡No lo soy!

- ¡Oye, hacedme caso!

Se quejó James.

- Bueno, bueno ya os habéis burlado lo suficiente...- los calmó Lily.-...o no. ¡Quiero uno de caramelo!

- ¡Estoy aquí!

Harry Riddle pensó que le apetecía uno de chocolate, pero también disfrutaba escuchar y ver como la amistad de sus tíos no había disminuido ni un poco.

- ¡Sois unos malditos!

- ¡Vamos, vamos James! ¡Era broma! ¡Cuéntanos!

- ¡No, ya no quiero!

- Que susceptible es.

Peter no pudo más que reír.

¡Vaya que lo era!

 

Notas finales:

¡Aquí esta! ¡Disfrutadlo!


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