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"De cangrejo, a mi doncella" por darkness la reyna siniestra

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Notas del capitulo:

Muchas gracias por leer

Capítulo 10. "Una mañana de locos"


- 🌸 -


Las horas de la noche pasaron sin pena ni gloria por los cielos de Grecia y la nueva mañana olía a flores silvestres, los rayos solares de a poco como vándalos se colaban en las casas zodiacales para dar la bienvenida a los moradores de un nuevo despertar, consiguiéndolo fácil con algunos y difícil con otros. Entre estos últimos podíamos incluir a una hermosa joven que escondía la cara debajo de la almohada, negándose a separarse de su tibia cama prestada. A Deathmask siempre le parecía un suplicio tener que levantarse, para él era una delicia dormir pero no podía hacerlo mucho por su deber de caballero, pero ahora siendo mujer parecía que esa batalla por despertar cada mañana se volvió el doble de complicada.


—Noo… No he sentido la noche —se quejaba casi inaudible por tener la cara tapada con la almohada—, siento como si sólo hubiese dormido una hora que asco…


Giró sobre su lado derecho para quedar acostada de lado, había intentado dormir boca abajo como conciliaba más rápido el sueño pero no pudo acomodarse porque le dolían los pechos al estar presionándolos por lo que optó en mejor hacerlo boca arriba y de lado.


Sentía la frescura de la mañana en las sábanas que rozaban la piel de sus piernas que para su completa desgracia, el dichoso camisón que Athena le dio no cubría y que por el contrario, se levantaba con cada movimiento que hacía poniéndolo de muy mal humor.


—Cómo demonios alguien puede dormir cómodo con esta cosa puesta, es horrible —se quejó acomodándose la prenda por cuarta vez.


Pero aún faltaba que saliera de su posición. Y eso lo haría algo o más bien alguien cuyo nombre era Aioria.


El joven león ya se había despertado con todos los ánimos de un nuevo día. Ahora incluso ya estaba bañado y vestido con su ropa de entrenamiento, salió de su habitación y al pasar por la puerta de su inquilina, tocó con los nudillos sin detenerse al tiempo en que exclamaba alto para que quien estaba dentro escuchase.


—¡Death, ya levantate o se te hará tarde para ir al entrenamiento!


La crustácea escuchó lo dicho por el griego y gruñó de mala manera. Aioria siempre era de los primeros en bajar al coliseo, muy por el contrario de él que era casi siempre de los últimos. Los demás tenían la suerte de contar con su presencia porque Dita o Shura se tomaban la molestia de arrastrarlo a sus deberes porque si de él dependiera, ni llegaba pero ahora parecía que no tendría escapatoria.


Era bien sabido que Aioros y Aioria eran de los más responsables y cumplidos en la orden así que tendría que adaptarse a ambos en lo que su castigo durara.


—Maldición contigo gato… —rezongó moviéndose hasta quedar sentada en el colchón tocando con sus pies descalzos el frío piso.


No había nada que hacer más que tomar su toalla, su cepillo dental y su ropa para salir con dirección al cuarto de baño, asearse y comenzar el día que rogaba a los dioses no fuera a ser un martirio.


- 🌸 -


Aioros como siempre ya estaba en marcha con destino al coliseo, a él le gustaba llegar temprano porque usaba el tiempo en el que los demás se tardaban en llegar para calentar sus músculos, ahora iba bajando las escalinatas que van a Escorpio mientras pensaba cómo les habrá ido a Death y a Aioria en su primera noche compartiendo templo, le causaba gracia pensar que a su hermano pudo haberle costado socializar con el italiano pero ya pronto se enteraría, planeaba interrogar al de Leo hasta por el más pequeño detalle.


Los minutos pasaban y con ellos el arquero llegó al templo del bicho que recién se terminaba de vestir.


—Aioros, tan mañanero como siempre —le sonrió el escorpiano con una sonrisa.


—Buenos días Milo —le dijo con calma—, no hay que perder la costumbre es mejor estar antes a que se haga tarde.


—Sí claro —respondió sin mucha importancia—, oye. ¿Sabes si Deathmask estará en el entrenamiento con nosotros?


Aioros se extrañó ante el interés del bicho.


—¿Por qué lo preguntas?


—Oh por nada, me gustaría tenerla de compañera —sonrió de lado. La expresión del menor no le gustó al castaño.


—Milo, no olvides que aunque su cuerpo sea diferente, no deja de ser Deathmask —comentó serio—. A decir verdad me hace falta, como hombre.


La oración final de Aioros sonó melancólica, algo que no pasó desapercibido para Milo.


—Oye, cualquiera que te escuchara decir eso pensaría que sientes algo por el cangrejo. ¿Acaso no está mejor como chica?


—No es eso —negó nervioso—, es sólo que no tengo mucha experiencia con eso de las mujeres, y aunque su forma de ser no haya sido modificada prefiero verlo como el hombre que es.


—Para mí que aquí hay potro encerrado —soltó insinuante.


—Tú no entiendes nada Milo —se molestó—, pero algo si te aviso. Estaré cuidando de que no vayas a causarle molestias a Death en el entrenamiento, si te veo rondándolo voy a jalarte de las greñas —amenazó y sin esperar respuesta de Milo retomó su camino descendente a Libra.


Milo por su parte alzó la ceja derecha sin comprender por qué Aioros parecía tan agresivo con lo referente a Cáncer, el bicho no era ningún despistado e intuía que algo ocultaba el centauro con el cangrejo.


—Oh claro que voy a rondar a ese bombón pero sólo para salir de la duda donde me has dejado “caídas locas” —susurró para sí mirando a lo lejos al castaño antes de irse con rumbo a la cocina a preparar algo ligero antes de bajar al coliseo.


- 🌸 -


En el templo de Piscis, Afrodita hubo terminado de desayunar, ahora salía de su cuarto de aseo para poder salir de su casa y comenzar a bajar por los templos, tenía en la mente que tal vez Camus siguiera en su templo y si era así podría caminar con él al coliseo. Esa idea lo emocionaba porque era una buena oportunidad de estar junto con el galo. La noche anterior fue una velada amena donde se contuvo lo más que pudo para no decirle a Acuario lo hermoso que es, Dita no comprendía pero Camus cada vez se colaba en sus pensamiento con mayor fuerza.


En eso estaba el hermoso sueco cuando un cosmos divino se dejó sentir en la entrada trasera de su templo. Pronto supo que se trataba de Athena que llegaba quizás para preguntarle si había cumplido con su encargo el día anterior.


—Athena, buenos días —asintió con la cabeza en un elegante gesto.


—Muy buenos días Afrodita, disculpa que venga a molestarte tan temprano hoy —respondió la joven con una sonrisa apenada.


—No tiene que disculparse, estoy para servirle —respondió con calma el mayor.


—Te lo agradezco mucho —sonrió también más relajada—, deseo saber si a Deathmask le agradó lo que le envié.


—Bueno mi señora, usted sabe como es él… —contestó con notable incomodidad. No la parecía correcto decirle a ella con lujo de detalle lo que su amigo opinó del atuendo de descanso.


Pero para su alivió Athena rió un poco.


—Oh vaya, puedo imaginarme lo que pensó entonces, no te preocupes Afrodita de igual manera te agradezco por habérselo llevado —le regaló al sueco una sonrisa de gratitud—. Por cierto me disculparás que te moleste tanto a ti Afrodita pero eres el más cercano a Deathmask verás él con su figura actual no podrá vestirse adecuadamente. Pensé pedirle este favor a las amazonas pero con el altercado que nos llevó a que esto pasara, creo que no es tan buena idea…


—¿Qué necesita, princesa? —Dita en verdad estaba curioso.


—¿Podrías acompañar a Death a comprar ropa y todo lo que una mujer necesita?


Los ojos celestes de Dita se agrandaron de sorpresa, él no sabía nada de ropa o moda de mujer, una gota corrió a un costado de su cabeza. No sabía que decir realmente pero sentía que no podía dejar solo al crustáceo en ese asunto, además Athena se estaba preocupando porque tuviese lo necesario, no había de otra iba a hacerlo.


—¿Cuándo?


—Lo mejor sería hoy pueden saltarse el entrenamiento. Te daré dinero suficiente para lo que necesite. Yo le diré a Shion que tienen mi autorización para salir a Rodorio.


—Está bien pero, ¿no sería peligroso? Es que Death y yo somos caballeros pero su apariencia llamará bastante la atención. ¿Y si no puedo protegerlo?


—¿Crees qué lo necesite? —indagó nerviosa. Dita se alzó de hombros.


—Puede ser, aún no sabemos si su fuerza y poder es el mismo o si disminuyó con el cambio.


—Tienes razón, le pediré a Aioros que vaya con ustedes —decidió—, Aioria estuvo con Death ayer así que hoy le corresponde a Aioros. Si lo deseas puedes ir a decirle a Deathmask que irán al pueblo yo iré a hablar con Shion y a buscar el dinero, los veo en la entrada del Santuario.


Dita asintió.


—Bueno entonces mejor me voy ya.


Los planes de Piscis de ver a su precioso aguador se habían visto cancelados pero sólo de a momento porque luego pensaba en invitar a Camus a pasar la tarde con él.


Athena afirmó con la cabeza mirando al sueco marchar a la salida que va a Acuario mientras que ella regresaba al templo principal.


- 🌸 -


—¡NO! ¡Aioria por los dioses! —vociferaba una iracunda voz femenina en la cocina del quinto templo— ¡No puedo creer que hayas quemado esos huevos, eran los únicos que tenías!


—¡Te dije crustáceo que yo no puedo cocinar! —se defendió Leo con enojo también.


Deathmask había intentado que Aioria aprendiera un poco de cocina, le explicó como se hacían los huevos revueltos y le dio los últimos cuatro que habían en la canasta para que los hiciera en lo que ella hacía jugo de naranja, pero el león no midió el fuego ni el tiempo de cocción de los huevos y estos se terminaron quemando llenando la cocina de humo. Además de eso, les puso la mitad del pequeño salero por lo que era más que seguro que además de quemados, también estuvieran más salados que la suerte de Death.


—¡Y así te atreves a andar detrás de la amazona pelirroja. No te da vergüenza! Vas a matarla de hambre bestia.


Y la discusión entre ambos empezó porque ahora los dos se quedaron sin desayuno por culpa de Aioria a quien se le quemaba hasta el agua.


—¡Cállate tú qué sabes, jaiba desquiciada! ¡Te advertí que esto iba a pasar y no me escuchaste!


—Aioria, ¿qué son todos esos gritos? —se escuchó una voz masculina en la entrada de la cocina.


Aioros había llegado por fin al templo de su hermano menor, pero un espantoso olor a quemado y una nube de humo que lentamente comenzaba a disiparse le llamó la atención haciendo que fuera a la cocina encontrando los gritos de Leo y Cáncer en una discusión que al castaño le parecía de lo más divertida.


—¡Arquero! —Deathmask se acercó corriendo al castaño para abrazarlo dramáticamente— ¡Salvame Aioros, tu hermano va a matarme de hambre!


—¡Oye eso no es cierto! —se acercó Aioria todo indignado.


El abrazo de la fémina ocasionó un fuerte sonrojo en Sagitario puesto que los esponjosos senos estaban siendo presionados contra los músculos de su brazo derecho.


—D-Death… Deathmask… —susurraba nervioso y avergonzado en partes iguales.


—¡Hermano no le hagas caso, yo le dije que no puedo cocinar y me dejó a cargo de los huevos! ¡De los huevos maldición! —concluyó exasperado.


—¡Eso es porque eres un inútil gato! —se apretó más contra el brazo del mayor fingiendo llorar. Manipulación, ¿dónde?


—Mmmh… —liberó sintiendo que la sangre en cualquier momento saldría de sus fosas nasales.


—¿¡Cómo qué gato!? —se indigno sin mirar al de la vincha roja— ¡Tienes suerte de tener ese cuerpo ahora Deathmask que si no…


—¿Qué si no qué eh? ¡Olvidate de esta apariencia y entrale! —se puso en posición defensiva frente al de ojos verdes.


Al fin Deathmask se separó de su cuerpo dándole un respiro de alivio. Aioria hervía de impotencia al no poder hacerle nada a Cáncer pero todo se vio interrumpido de nuevo por Afrodita que otra vez llegaba al lugar de la noche anterior.


—¿Y a ustedes que les pasa? —preguntó mirando con una ceja alzada al dueño del templo y a su amigo a punto de fulminarse con rayos invisibles— Sus gritos se escuchan hasta Virgo.


—Dita has algo, este cretino quiere que muera de hambre… —se quejó de nuevo Death con enojo. Y es entonces que la discusión de antes se repitió y Aioros simplemente suspiró.


—¡Basta! —gritó el sueco poniendo orden a todo ese desastre— Deathmask olvidate de esos huevos quemados, comeremos algo en Rodorio —dijo resuelto.


—¿Rodorio? —se extrañó la de Italia.


—Sí, Athena me ha pedido que te lleve para comprarte ropa y todo lo que una mujer necesita en su día a día, bueno… al menos aquí en el Santuario tú entiendes. Aioros —miró al nombrado—, tú nos acompañarás Athena ya me ha dicho que tenemos su autorización y que Shion lo sabe también.


—¿Será antes o después del entrenamiento? —cuestionó el arquero.


—Durante —respondió sin más el de risos celestes—, Athena dice que entre más pronto mejor.


—Oigan y yo qué, esa jaiba infame me dejó sin desayuno —Aioria expresó su descontento.


—Athena dijo que soló Aioros nos acompañaría ya que tú estuviste con Death ayer.


—Es verdad —llamó la atención el griego mayor—, hoy te toca quedarte en Sagitario Deathmask, debo acondicionar la habitación que usa Seiya cuando viene al Santuario.


Ante esas palabras las cejas de Death se alzaron con suavidad y un recuerdo fugas de la noche anterior le cruzó por la mente. Aioria pareció notarlo y se puso nervioso e incómodo en seguida.


—Dime Aioros, cuando Pegaso ocupa esa habitación y necesitas algo de él. ¿Tocas a la puerta antes de entrar verdad?


La interrogante extrañó a Aioros, no comprendía por qué Cáncer le preguntaba eso. Pero se decidió en responder.


—Claro, aunque nos tengamos confianza lo más adecuado es tocar y pedir autorización antes de entrar a una habitación.


—Me agrada, Aioria por qué no eres como tu hermano —Death le dio un suave sape al de Leo en la parte trasera de su cabeza.


—¡Maldición ya te he pedido disculpas!


—Sí y el susto quién me lo quita… —le dijo cruzandose de brazos.


—¿Qué ha pasado entre ustedes par de fieras? —inquirió Dita intuyendo una respuesta.


—¡Nada que no haya sido explicado ya! —debatió molestó Leo.


—Bueno ya cálmense todos, Aioria ve a entrenar ya deberías estar llegando al coliseo.


—Si claro, como tú ya has comido algo… —susurró con enojo. Aioros suspiró.


—Tómate el jugo de naranja —la voz de la joven sonó tranquila—, logré terminar un vaso, tómalo y en mi templo hay algo de fruta, ya sabes donde está la cocina, puedes tomar lo que quieras e ir comiéndolo en lo que bajas los demás templos.


Los verdes ojos de Aioria la miraron con incredulidad combinada con sorpresa.


—¿Hablas en serio? —Cáncer asintió— Te lo agradezco…


—No hay de qué… Entonces, ¿nos vamos ya?


—Sí, es mejor deseo volver pronto —dijo Dita sonrojándose un poco, Death lo notó.


—Ya imagino lo que quieres hacer amigo —rió—, está bien pero recuerda que tienes que contarme como te fue anoche.


—Oh vamos ya que Athena dijo que nos vería en la entrada del Santuario para darnos el dinero que vamos a utilizar —sin más el sueco se puso en marcha buscando la salida que dá a Cáncer. Death sonrió yendo detrás de él y Aioros se despidió de Aioria.


—No vemos luego hermano, no faltes al entrenamiento.


—No lo haré, cuida a Deathmask trata de que no se meta en problemas —le dijo despidiéndose.


—No te preocupes, lo traeré sano y salvo.


El menor asintió entrando de nuevo a la cocina y mirando en la barra el cristalino vaso con jugo de naranja recién hecho, lo tomó llevándolo a sus labios y endulzando su paladar con el amarillo néctar. Aquello le supo a gloria pero no por el dulzor o frescura, sino por haber sido hecho por las manos de Deathmask.


- 🌸 -


En la cámara de Athena ya se encontraban la diosa y el patriarca, ambos hablaban sobre el permiso de tres dorados para salir pero el tema se desvió un poco luego de aclarar ese asunto.


—Debo irme ya Shion, le dije a Afrodita que lo vería a él a Aioros y a Death en la entrada del Santuario.


—Está bien mi señora, pero antes de que se vaya, quería decirle que estuve leyendo los libros que me dio, y en uno de ellos encontré lo que estaba buscando —le dijo Shion al mismo tiempo en que le daba a la diosa uno de los ejemplares donde se veía sobresalir un papel de color rojo.


Shion marcó la página indicada para que no fuese complicado encontrar de nuevo la información. Athena tomó el libro y lo abrió en la sección marcada leyendo con atención.


—El cosmos de la doncella… —dijo en voz alta el título de la página que también era el nombre de lo que ella había hecho— ¡Sí Shion, es este! —exclamó alegre, el nombrado se acercó para escuchar— Dice aquí que este poder libera a las doncellas dormidas dentro de los caballeros, puede funcionar para dar una lección de vida y fines románticos entre quienes no pueden estar juntos por ser ambos hombres.


—Espere —Interrumpió Shion, la chica lo miró—, quiere decir qué, ¿ese poder puede usarse para convertir a un hombre en mujer y que pueda estar con su amado? —preguntó incrédulo.


La japonesa pareció meditarlo antes de responderle.


—Parece que sí, dice aquí que en caso de usar el poder para ese fin, el caballero que ahora sea una doncella, deberá ser besada con amor verdadero por quien la ame de corazón. Por el contrario si besa o es besada por placer o sin sentimientos de por medio, irá perdiendo su conciencia de hombre en cada beso banal que dé o reciba, impidiendo así que recuerde su verdadero género y que no pueda volver a ser lo que era.


—Eso significa… —decía asustado el patriarca ante la idea de que Deathmask se quedara como una mujer el resto de su vida. Pero Athena le hizo recordar algo importante.


—Espera Shion, recuerda que el poder se puede usar para dos cosas, y en nuestro caso es la primera es decir una lección de vida. Transformé a Death para que aprendiese a respetar a las amazonas, no para que estuviera con algún crush.


Shion la miró más relajado al notar que ella tenía razón.


—Es verdad mi señora, no recordaba esa parte. Pero sobre eso, ¿qué dice?


Ella volvió a poner su atención en las palabras.


—Dice aquí que si el conjuro se llevó a cabo con la intención de ser una lección de vida, entonces el caballero que ahora sea doncella, deberá experimentar lo que él se negaba a mostrar. Sólo así podrá volver a su forma original.


—¿Qué quiere decir eso Athena? —indagó sin entender.


—No estoy segura —dijo dudosa—. Quizás el caso de Deathmask sea que él tiene que ser tratado de la forma en la que no trataba a las amazonas. Alguien tiene que ser caballeroso y respetuoso con él supongo…


—Tiene sentido… —meditó Shion.


—Realmente lo tiene —concedió—, si esa es la solución para que regrese a la normalidad no le veo dificultad. Ahora es una joven muy atractiva, no le costará encontrarse con buenos tratos.


—¿Le dirá lo qué lo volverá un hombre de nuevo, mi señora?


—No, creo qué es mejor que él lo descubra por sí mismo. Puede que Aioros o Aioria le ayuden a saberlo, se sorprenderá —sonrió cerrando el libro aún marcado.


Lo que la diosa no sabía era que aunque en el libro estaba escrito que el poder podría ser para dos cosas distintas, ambas estaban conectadas ya que una de las mejores lecciones de vida que existía era el amor. El amor verdadero no tiene forma ni rostro, y será amor esté en que esté.


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