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¡Su prometido (no) es un villano! por Luka Crosszeria

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Los villanos también tienen su final feliz.


 


Las gotas de agua cae sin detenerse, cada gota tardaba en caer cinco segundos exactamente. Había estado el tiempo suficiente como para saber esto, así como saber el número de baldosas en el piso, contar las grietas en las paredes y examinar la cadena que se haya unida a su tobillo impidiéndole correr hacia la puerta sin seguro y escapar de la asquerosa habitación.


¡Kouki quiere quejarse por esto! ¿Acaso no hay algún sindicato al que pueda dirigir su queja? ¿Algo así como "Asociación para la protección de villanos transmigrados y/o reencarnados"? ¡Si no la hay, Kouki quiere fundar una!


No es que le importe mucho (si, le importa mucho) pero ¡Cuando secuestraron a alguien en la novela ciertamente no fue él! ¡Y él no tuvo una habitación limpia, agradable y cálida! ¡Con tres comidas decentes! ¡Un baño que no apestaba y una ducha al día!


¡En la novela que él leyó no hubo un segundo y verdadero secuestro para Kouki! ¡Esto no se supone que esto esté pasando!


¡Pero tampoco quería que secuestraran a su mejor amigo! ¡Demonios!


El castaño soltó un suspiro y dejo de tirar de la cadena, aunque estaba un poco maltratada por el tiempo, y aun en su mejor condición Kouki no habría podido librarse de ella y su tobillo está empezando a sangrar y a doler por todos los movimientos bruscos que ha hecho para intentar liberarse.


Esta débil, por las drogas que le inyectan y deliberadamente no ha comido nada, porque incluso si las comidas que le llevaran se vieran apetitosas (cosa que no es así) el olor de la habitación le habría impedido pasar bocado alguno sin vomitar un minuto después; alguna vez Kouki leyó en un libro que, los humanos son criaturas adaptables a su entorno, para sobrevivir un humano haría las cosas menos inimaginables; un buen ejemplo recae en el accidente del vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya, también conocido como "Tragedia de los Andes", donde los sobrevivientes tuvieron que recurrir al canibalismo para mantenerse con vida en situaciones extremas. Pero parece que ese concepto no se aplica en él, porque sabe que debería comer para mantenerse fuerte en esa situación, porque debería estar pensando en su siguiente movimiento, porque posiblemente nadie vendrá a salvarlo y Kouki tenía que salvarse solo. Y aun así, se niega a comer, se niega a dormir, incluso se ha lastimado inútilmente el pie, sabiendo que la cadena no cederá a algunos cuantos golpes o tirones.


La puerta de la habitación se abrió y Kouki se tensó, es el hombre que viene a dejar su comida, un rápido vistazo y Kouki puede sentir el desprecio del hombre hacia él, es natural y hasta cierto punto lo tranquiliza, después de todo Kouki ya no es valioso a sus ojos o los ojos de nadie, es por eso la marcada diferencia entre su situación y la de Kuroko. Pero una parte de Kouki agradece este hecho, porque aún no habían desenmascarado por completo a su madre, así que Akashi sugirió seguir manteniendo en secreto que no había perdido su capacidad para dar a luz, Kouki lo vio como un gran regalo, porque se negaba a entrar en el "catálogo" del gobierno cuando su compromiso con Akashi Seijuro se anulara; él no era una cosa para simplemente pertenecer a alguien que tiene dinero, el original pudo pensar así porque desde que fue un niño su madre lo crio de esa manera y como tal, nunca vio nada malo en ello.


La bandeja de comida fue reemplazada de nuevo, el hombre gruñó en desaprobación cuando noto que el prisionero no comió, se burló porque estaba dándose el lujo de ser "quisquilloso", tipos sin valor como él, ¡Que desperdicio de comida! ¡Ya no puede haber un bebé en el vientre del niño! ¡¿Por qué esa persona querría mantenerlo con vida?!


Esa persona, Kouki lo conocía muy bien, incluso si nunca tuvo contacto con él, a diferencia del original que planeó y llevó a cabo el secuestro de Kuroko con la ayuda de esa persona y su madre, de hecho fue esa persona quien trató tan bien a Kuroko para la molestia del original Kouki.


Por supuesto todo por un pago justo.


"Te impregnare con mi semilla, ese vientre tuyo llevara a mi hijo."


Y todo hubiera marchado de acuerdo al plan de los villanos, para tener a un Kuroko destrozado, humillado, roto y a merced de esa persona; de no ser por Akashi y su entrada épica y emocionante en el momento justo, para rescatar al amor de su vida, y esa fue la única parte que Kouki disfruto y que lo impresionó como para releer una y otra vez ese capítulo.


Pero él no era Kuroko, incluso si había trabajado duro los últimos cuatro años, cooperando con todo lo que sabía sobre su madre y sus negocios debajo de la mesa, el patriarca y la matriarca de la familia Akashi se había mostrado incrédulos ante todo lo que Kouki les contó, sobre el secuestro destinado a su hijo, sobre el engaño de la supuesta violación, tortura y pérdida de su matriz, les habló sobre todas las mentiras que Furihata Kyoko dijo de ellos, como con descaro le hablo a un niño de diez años que creyó que había perdido todo, y cruelmente le dijo que no les importaba más.


—¡No! ¡Kou-chan, nosotros jamás dejaremos de amarte por algo tan insignificante!


Kouki se dejó abrazar por la bella mujer, y (no) sorprendentemente por Masaomi. El Masaomi que a lo largo de cincuenta y seis capítulos, un epílogo y trece extras nunca tuvo una muestra de amor como esta hacia nadie que no fuera su esposa o su hijo.


Fue solo en el extra final que el autor les dejo ver un poco de la convivencia de Kuroko con Masaomi y Shiori. Pero aun así, Masaomi solo le extendió la mano y le sonrió con sinceridad para demostrar su aprobación total y la de Shiori que aún estaba afectada por la muerte de Kouki, sin embargo, daría todo de sí para conocer al esposo de su hijo.


Kouki había sonreído y aceptado el abrazo de los adultos, especialmente el de Masaomi, porque en sus recuerdos, había otra persona por la que Masaomi había expresado sus sentimientos de afección abiertamente, en los recuerdos del original Kouki de nueve años, hay un Masaomi que lo levanta con facilidad y le sonríe con ternura, que revuelve sus cabellos y le habla con dulzura, que lo abraza y que expresa con verdadero fervor el deseo de que él y Seijuro sean felices el uno junto al otro por decisión propia y no por sentimientos impuestos.


Así, luego de una larga y sincera charla con la familia Akashi se decidió que por el momento, todo seguiría como hasta ahora, mientras tras bambalinas Masaomi buscaría las pruebas que hundiría por completo a su madre, Kouki había aceptado de inmediato y ante la mirada decaída de los Akashi, Kouki no pudo decir nada, porque lo quiera o no, esa mujer era su madre en este lugar.


Shiori lo abrazó con más fuerza y le prometió que todo estaría bien.


Kouki intento creerle.


Kouki también quería creer que esa persona no tenía nada que ver con su secuestro, porque hizo todo lo posible para que sus caminos no se cruzaran.


—¡¿Qué te pasa?! — Un fuerte agarre en su cabello castaño lo sacó abruptamente de sus pensamientos, era el hombre que venía a dejarle comida, Kouki inmediatamente intentó sujetar la mano del hombre para que dejara de aplicar fuerza, gimió de dolor cuando fue lanzado al piso. — ¡Maldita basura!


Kouki no dijo nada, era mejor no hacerlo. Este era el trato que los "sin valor" recibían en este mundo, sin la ayuda del gobierno, muchas veces incluso sus padres elegían botarlos, porque todos los beneficios de la entrada en el "catálogo" se esfumaron como la espuma del mar; es quizás por eso que el Kouki original se negó a romper el compromiso, es por eso que antes de conocer a Kuroko, Akashi también se negó a romper el compromiso.


Su mejor amigo había nacido con una vida llena de lujos, una vida confortable y maravillosa, justo como lo merecía, sin embargo, esa vida se le fue arrebatada de la noche a la mañana por su culpa. Así que por lo menos, Akashi caería en la infelicidad junto a él, como no fue capaz de estar en el infierno con él.


Pero, sinceramente, Kouki prefería este trato. Mil veces. Una buena cama, comida deliciosa, un baño caliente y ropa limpia, significaban, al contrario de lo que se pensaba, cosas malas. Muy malas.


Automáticamente se tocó el vientre y las palabras del antagonista resonaron en su mente:


—"Te impregnare con mi semilla, ese vientre tuyo llevara a mi hijo."


Un escalofrío recorrió su columna vertebral.


Y aquí la pregunta que se ha estado haciendo todo ese tiempo, ¿Por qué ir por él?


¡Qué el solo era un intento de villano que ni siquiera se podía llamar así!


No. La verdadera pregunta en realidad es: ¡¿POR QUE DEMONIOS NO SE LARGÓ CUANDO TUVO LA OPORTUNIDAD DE HACERLO?!


No necesitas irte, Kouki. Te protegeré. Lo prometo.


Una pequeña risa escapó de sus labios, en realidad Kouki tampoco quería irse, aunque los primeros meses vivió obsesionado con la idea de marcharse y encontrar un lugar tranquilo para vivir por el resto de su vida en soledad, fue esta última parte la que no lo convenció del todo, pero esa sería su vida si eligiera abandonar a la familia Akashi o en retrospectiva si la familia Akashi decidiera abandonarlo (está seguro que eso último nunca pasara), porque lleva consigo el estigma del rechazo absoluto por su condición de " sin valor".


Una cosa bastante jodida, en realidad. Kouki casi le mandó una carta a la editorial del libro, esperando que llegara al autor, solo quería preguntar si estaba bien o si necesitaba ayuda, luego de leer en el libro un capítulo en donde el villano Furihata fue llevado por el antagonista a un burdel, donde se cerraría el trato para el secuestro de Kuroko; el lugar fue descrito como el más bajo de su tipo, donde el personaje original pudo ver lo que podría ser su destino si no fuera por la estúpida bondad de Shiori al mantenerlo a su lado, aun siendo inservible.


El original casi tuvo un ataque de pánico cuando uno de los trabajadores (esclavos), un adolescente, se lanzó a sus pies y rogó por clemencia, todo su cuerpo estaba cubierto de moretones, había varias cicatrices en su abdomen bajo, ya bastante viejas, pero los cortes en su brazos y espalda eran nuevos, aun sangraban, por su entrepierna se deslizaban chorros de sangre y semen, gota a gota manchando el piso.


Luego un hombre obeso y desagradable llegó, lo tomó bruscamente del cabello y se lo llevó de nuevo.


—Un hombre que es capaz de dar a luz se considera precioso a los ojos de todos, pero hay algunos pervertidos por ahí, que tienen deseos bastante especiales... — Esa persona se acercó a Kouki por atrás, su pecho chocó contra el hombro del castaño, deslizó su mano izquierda sobre su pecho y la bajó hasta su abdomen. — No puedes tocar un solo cabello de estos preciosos tesoros. — Y la mano derecha tomó un mechón de su cabello. — A menos que el precioso tesoro deje de serlo. Entonces todos lo habrán botado y como todo hombre de negocios Kouki, la basura de algunos es el tesoro de otros, ¿no te parece? — Salió corriendo sin mirar atrás, lo último que escuchó fue la risa del hombre.


Kouki realmente deseaba irse, los primeros meses. Luego, su relación con la familia Akashi fue inmejorable, tanto que el patriarca y la matriarca amaban que los llamara "mamá" y "papá".


Su amistad con Seijuro también había mejorado, mucho en realidad, porque Seijuro elijo creerle sin importarle que pudiera ser una mentira u otra treta para engañar, y Kouki tuvo que admitir que se sintió conmovido....


Y pensó que Akashi Seijuro era un idiota. No el gran emperador que el autor les describió, no el lobo solitario que no confiaba en nada ni en nadie, pero...


Este Seijuro le gustaba más, porque este Seijuro confío en él y lo ayudó, este Seijuro le sonrió y le extendió su mano.


Este Seijuro era su amigo.


Kouki llevó su mano hacia su pecho, el lugar en donde se encontraba su corazón, que extrañamente dolió un poco. El entrecejo del castaño se frunció, eso pasaba mucho últimamente. Específicamente, desde que Kuroko hizo su gran entrada.


Más específicamente cuando pensaba en Akashi y Kuroko juntos.


¿Debería preocuparse por eso? Antes, eso no sucedía, siempre pensó en la llegada de Kuroko con emoción y hasta cierto punto, con un poco de miedo, pero nunca fue doloroso, no hasta que finalmente lo tuvo delante de él, a su lado, Mayuzumi Chihiro el guardaespaldas de Seijuro (y un muy buen amigo del pelirrojo) y primo lejano del niño de cabello azul celeste y hermosos ojos del mismo color.


Y lo comprendió (no del todo).


En la novela este fue el momento en que determinó su trágico final, porque Seijuro quedó prendado de la belleza estoica del niño. Y aunque Seijuro trato de ignorarlo, obviamente no pudo, no cuando lo encontraba en todos los lugares a los que iba.


Chihiro quien realmente odiaba al prometido de su amigo, hizo todo lo posible para tratar de reunirlos cuando estaban en el mismo lugar, despejando el camino de molestias y dejándolos solos.


Kouki sonrió suavemente cuando Chihiro los presentó, aunque por dentro estaba en una especie de pánico, porque Chihiro dijo:


—Y este es Furihata-sama, el prometido de Akashi. — Eso no se supone que debió pasar, Chihiro fue un primo muy sobreprotector con Kuroko, si tuviera que elegir la felicidad de Kouki sobre la felicidad de Kuroko, estaba claro que elegiría a este último, sin embargo, eso fue en la novela que leyó, en donde Kouki era una terrible persona que solo quiso hacer sufrir a Seijuro y sus padres. Un ser humano egoísta y caprichoso. Por eso Mayuzumi no lo toleraba, y la primera impresión que Kouki le dio al venir a este nuevo mundo, no fue la mejor, mostrándole su atrevida y femenina lencería.


Afortunadamente Kouki tuvo tres años para hacerle cambiar su forma de verlo y al parecer había funcionado de maravilla.


(¡O eso creía, porque de pronto puso una bandera de muerte sobre su cabeza!)


Mayuzumi lo llamó: Furihata-sama en lugar de bastardo. Y lo protegió en varias ocasiones, en la universidad, cuando algunos otros alumnos quisieron insultarlo por ser un "sin valor".


No era tan malo tener el lado bueno de Mayuzumi, así como el de Akashi, que no dijo nada después de ser ligado a él por un compromiso frente al protagonista y amor de su vida, pero Kouki se aseguró de hacerle saber que no tenía por qué dar la cara por él, que siempre podía negar el compromiso, porque, después de todo, algún día se anulará (y ciertamente no podía omitir que estaba hablando del interés amoroso del protagonista, esa bandera de muerte no podía ignorarse así como así).


(Kouki no entendió la mirada que Akashi Seijuro le dio, tampoco el peso que ahora tuvo en su corazón decir esas palabras, antes, no fue tan difícil.)


Tampoco estaba mal tener la amistad de Kuroko, él y el de cabellos azul celeste, en realidad tenían algunas cosas en común, por ejemplo: ambos amaban los libros y, Kouki pudo presumir un poco su vasta colección de ellos, cuando llevó a Kuroko a la biblioteca que la familia Akashi construyó y abarrotó de libros, especialmente para él.


(Luego de que Mayuzumi le informo a Akashi que todas las tardes, Furihata(bastardo)-sama se escapaba a la biblioteca a leer, un verdadero shock para todos, incluso para Shiori, pero nadie dijo nada y preocupados por este nuevo hobby de Kouki, simplemente lo complacieron como con todo, Mayuzumi se había burlado al igual que Kotaro y Nebuya... porque, bueno...


Kouki odiaba leer, Kouki era un niño tonto y lo único bonito en él era su cara, que arruinaba con excesivo maquillaje, Reo se lamentaba por el cutis del niño en silencio porque había dejado de intentar hablarle, Kouki no fue precisamente amable cuando lo hizo.


Sin embargo, ahora, Kouki en realidad devoro los libros que la familia Akashi llevó para él, desde novelas románticas hasta libros de leyes, matemáticas e historia, geografía, botánica y astronomía, y Kouki los entendía, en realidad lo hacía. Él incluso había tirado todo su maquillaje, TODO. Y se había disculpado con Reo por su anterior comportamiento, en realidad se disculpó con todos, incluidos los sirvientes.)


También tenían gustos similares en autores y lecturas.


Les gustaba el básquet, aunque no podían unirse al club oficialmente. Kuroko siempre se molestó por eso y ahora tenía a un Kouki para molestarse juntos (Porque, ¡Qué demonios! Antes no podía unirse al club por falta de tiempo, ahora que no tenía que preocuparse por el dinero, tenía que preocuparse por muchas cosas más. Fue, decepcionante en verdad) por todo lo que no podían hacer y lo que sí, por su condición de poder dar a luz para uno y su condición de "sin valor" para el otro. Kuroko aún no sabía la verdad sobre Kouki y Akashi dijo que por el momento así debería ser, inexplicablemente, por muy sorprendente que parezca; Akashi no confiaba aún en Kuroko.


Extraño, en la novela, la conexión fue instantánea y la confianza fue casi ciega.


Kouki casi quiso reír, ese fue un buen comienzo para alcanzar su meta personal de ser el súper mega mejor amigo del protagonista y colgarse de su "dedo dorado", o esa fue su propósito original, sin embargo, como el buen protagonista que Kuroko era, Kouki se encontró a sí mismo deseando solo ser su amigo sin ningún otro motivo.


Le gustaba Kuroko, no como el protagonista de la historia, si no como persona.


Especialmente cuando una tarde, después de conocer a Kagami Taiga, el segundo interés amoroso del protagonista, Kuroko le confesó que él no se consideraba un tesoro y que en realidad odiaba su condición, Kouki escuchó atentamente, feliz de que Kuroko le estuviese mostrando una parte de él y por eso no se dio cuenta de que estaba robando la importante escena de Akashi, que comprendía finalmente sus sentimientos hacia Kuroko.


— Está bien si tú no te consideras un tesoro, Kuroko, pero no puedes hacer nada si yo te considero uno ¿verdad? ¡Eres mi único e irremplazable amigo! — Finalmente, había visto una expresión en el rostro del niño, verdadera sorpresa por sus palabras, Kouki se rio por eso, luego, Kuroko se rio porque el castaño lo hizo.


—Furihata-kun. — Kuroko tomó sus manos y las sostuvo con fuerza, — Entonces tampoco puedes hacer nada si yo te considero mi tesoro, ¿verdad? — Kuroko se acercó peligrosamente a su cara, y quién sabe qué hubiera pasado si Kagami Taiga no hubiera abierto la puerta de los baños de la universidad, tal vez no un beso en su mejilla, peligrosamente al borde de la esquina de sus labios. Sino en los labios, como en la novela, salvo que, el beso había sido entre Kuroko y Akashi.


—¡Kuroko, Furi ¿Estaban aquí?! — Kouki le sonrió al más alto. Escucho a Kuroko suspirar, rápidamente regresó su mirada a él, sus manos fueron liberadas y Kuroko volvió a ser... Kuroko.


Kouki ladeo su cabeza, realmente confundido. Pero aliviado porque la gran pelea de Taiga y Seijuro no ocurrió, ninguno fue expulsado ni herido, ¡Por qué él había hecho que Akashi estuviera lejos!


Los ojos de Kouki se abrieron con incredulidad... dándose cuenta, finalmente ¡Finalmente! de lo que eso significaba.


¡Esta había sido la única oportunidad de Akashi de tener el corazón de Kuroko! ¡Esta fue la importante escena que los acercaba más! ¿Y qué hay con esas palabras que le dijo a Kuroko?


¡ÉL! ¡HABÍA! ¡ROBADO! ¡LA! ¡IMPORTANTE! ¡ESCENA! ¡DE! ¡SEIJURO!


Y las cosas no estaban yendo bien entre Akashi y Kuroko, Kouki los había observado, ninguno de los dos mostraba interés más allá del estrictamente necesario, la mirada de Akashi no buscaba al de cabello azul celeste entre la multitud, no suspiraba como una niña enamorada, razón por la cual Mayuzumi se burlaba, ni siquiera le había pedido a su guardaespaldas que le hablara sobre Kuroko y su tierna infancia.


¡Realmente no parecía estar interesado en Kuroko! ¡Y funcionaba igual en Kuroko!


Su mejor amigo en realidad tampoco mostraba interés alguno en pasar tiempo con Akashi, prefiriendo pasar tiempo a solas con él en la biblioteca leyendo en silencio pero en compañía del otro.


Iban de compras, salían a cenar y al cine... pero nunca le pidió que incluyera a Akashi y la única vez que Kouki llevó a Akashi con él a una de esas salidas, Kuroko se mostró incómodo, igual que Akashi.


El pelirrojo siempre se mantuvo al pendiente de Kouki, le compró el videojuego que había querido, se formó en la fila para comprar sus palomitas de caramelo y una soda, ordenó en el restaurant su comida favorita y siempre, siempre le hablo con suavidad y ternura, y aunque no fue su intención ignorar a Kuroko, al final, parecía que no había nada más importante que su prometido.


Y Kouki no comprende porque se sintió un poco feliz por eso.


Él no era un buen amigo.


Solo está un poco celoso, en cualquier momento, Akashi y Kuroko estarán juntos finalmente, porque el destino está sellado para ellos, son la felicidad el uno para el otro y tendrán su felices por siempre, entonces, Kouki inevitablemente tendrá que dejarlos ir.


Luego de contar 360 gotas de agua, lo que equivalía a media hora más en ese lugar, la puerta se abre de nuevo, extraño, faltaban por lo menos otras 1,080 gotas de agua para su próxima comida.


Sus ojos se abrieron con terror al ver a esa persona frente a él, porque aunque nunca lo ha visto, este hombre encaja perfectamente con el personaje de Nash Gold Jr.


Nash tiene cabello rubio dorado, ligeramente largo, y una doble perforación en la oreja izquierda. Tiene un tatuaje tribal en el lado izquierdo de su cuello y brazo izquierdo. Él es alto y es el hombre que en la novela se obsesionó con Kuroko la primera vez que lo vio, en una fiesta donde se supone que Kouki tendría que haber ido, pero Seijuro había decidido llevar a Kuroko como su acompañante.


Esa fue la primera vez que Seijuro voluntariamente eligió a Kuroko.


Pero Kouki se había asegurado de que ninguno de ellos asistiera a esa fiesta, ni Akashi quien golpeó el orgullo de Nash al desafiarlo y vencerlo, ni Kuroko que sin saberlo llamó la atención de personas indeseadas.


Por eso había estado guardando esperanzas de que este secuestro no tuviera nada que ver con Nash Gold Jr.


¡Pensó que había salvado a sus personas importantes de este monstruo!


—Oh... Mira esto, — Nash se inclinó, sujetando su pie atado a un grillete, su japonés casi perfecto caló en sus huesos, él era realmente peligroso. — ¿No es molesto? — Medio minuto después fue liberado. —Así está mucho mejor. Silver me escuchara después, claramente le dije que te llevará a una de las habitaciones en el segundo piso y que cuidará adecuadamente de ti.


Kouki, sin embargo, no se movió, ni siquiera quería respirar.


Nash sonrió, burlándose de él y sus temblores, casi parecía complacido (a diferencia de Kuroko, quien nunca le mostró emoción alguna), le gustaba y mucho.


—Hay un escándalo afuera por ti, realmente extraño si consideramos que eres un "sin valor", pero esa familia, Akashi, está desesperada por recuperarte.


—La persona a la que dispararon, ¿Cómo está? — Kouki tenía miedo, pero él necesitaba saber.


Mayuzumi intentó protegerlo cuando lo secuestraron, lo último que vio antes de desmayarse fue a Mayuzumi herido por una bala, a Kagami y Kuroko, corriendo hacia él.


—¿No vas a rogarme para que te deje ir, pero si preguntas por la vida de otra persona? — Nash se rió abiertamente divertido. — Está bien, Silver dice que lamentablemente no fue una herida de gravedad.


Kouki cerró con fuerza sus puños, su mirada viajó a la puerta detrás de Nash, sus intenciones pudieron ser vistas de inmediato por el rubio, o quizás fue solo una coincidencia, pero Nash dio un paso al lado para bloquear su vista y todo intento de escape al mostrarle su arma.


No recuerda la cantidad de tiempo que ha estado aquí, incluso contando las gotas, se ha perdido en el número de horas cuando llegó a 72 o ¿fueron 102?, una persona valiente intentaría escapar, hasta hace un minuto Kouki solo quería vivir.


—Ven, te llevare a una habitación adecuada para ti.


—Esta es una habitación adecuada para mí. — Replicó casi de inmediato, con miedo en su voz.


—Por supuesto que no.


—Me quedo aquí, muchas gracias.


—Tendrás una cama cómoda y un baño con ducha y agua caliente.


—No es necesario, pero gracias.


Y eso es todo, la paciencia del extranjero se acabó, y fue un récord para Nash, considerando que había sido amable con el niño más de lo que alguna vez fue con cualquier mono; se acercó a Kouki y lo sujetó de los brazos para llevarlo con él, ambos se sorprendieron de lo fácil que fue levantarlo del piso, Nash frunció el ceño e inmediatamente palpo el cuerpo del castaño.


—Demasiado delgado, vas a comer ahora, incluso si tengo que forzar una manguera por tu garganta y obligarte a comer de esa manera.


—¡Esa sería la única manera en que comería esa asquerosa comida! —Dice el castaño con enojo, está francamente sorprendido y aterrorizado, no obstante, no le importa, sin un ángel carmín de su lado que esté dispuesto a mover mar, tierra y cielo para encontrarlo, la posibilidad de un rescate es igual a cero. Entonces, lo mínimo que puede hacer es poner un poco de resistencia y sacar de sus casillas a este hombre para que lo mate rápidamente sin torturarlo, porque Kouki conoce los métodos de Nash, donde desearías estar muerto antes de un solo segundo bajo sus manos.


Furihata Kyoko es una extraña mujer, es guapa pero no tiene el encanto de su hijo, es lista, sí, pero no más lista que su hijo. De otro modo, el niño no se habría librado de las cadenas que la mujer cuidadosamente forjó y ató en su hijo, de otra manera Furihata Kouki no habría decidió abandonarla y entregarla.


Pero está seguro que la mujer habría elegido sacrificar a su hijo en cualquier situación, incluso si el niño la siguió ciegamente o no. Como ahora, por ejemplo.


—"Humíllalo, destrózalo, hazlo dar a luz a tus bastardos hasta que muera."


Pero Nash no tenía planeado nada especial con el niño, es decir, simplemente cumpliría con su trabajo y haría que la vida de este niño sea un infierno hasta su muerte, lo llevaría al burdel, estaba seguro que sería una buena fuente de ingresos, y lo que le restaba de vida se quedaría ahí, drogado, violado y posiblemente dando a luz a bebés no deseados, una y otra y otra vez. Y tal vez no le importen o quizás sí, pero esos niños terminaran en el mercado negro.


O eso pensó hacer hace apenas cinco minutos.


Kouki patea en el aire, lucha, grita, llora, rasguña sus brazos, su cara, su cuello...


Un esfuerzo fútil, Nash se ríe y lo ve como un tembloroso chihuahua jugando a morder su mano.


Es bueno saber que Kouki sigue siendo un tesoro, porque él no estaba en los "sin valor".


Porque le gusta este tipo.


Y tal vez, no le habría importado.


Este niño hace que su pene se sienta atrapado en sus pantalones, su inútil resistencia y acto de rebeldía, su patética lucha, su voz y cuerpo temblorosos, está llorando, está gritando, y Nash solo puede imaginarlo de esa manera cuando este dentro de él.


Sin esfuerzo adicional, Nash lo llevó con él, en silencio vio al hombre que antes se había encargado de llevarle comida a Kouki, el castaño se horrorizó cuando lo vio en la esquina, con el cuello cortado de lado a lado, sangre brotando de la herida y de su boca, no tuvo oportunidad alguna de gritar antes de saber que estaba muriendo.


—Lo siento por eso, estaba un poco estresado y necesitaba relajarme un poco. No te preocupes hay más monos de donde vino este. — Kouki dejo de luchar, dejo de rasguñar y de llorar, siendo llevado con extrema facilidad por el hombre más alto; es así que el hechizo de valentía se esfumó, entendió mejor que nunca la naturaleza de Nash Gold Jr.


Su cuerpo automáticamente comenzó a temblar violentamente, las manos que lo sujetaban ahora mismo, fueron también las manos que tomaron la vida de ese hombre sin culpa alguna, simplemente porque estaba estresado.


En la novela se le describió como un sádico, un completo lunático que no tuvo ni un poco de aprecio hacia las vidas de otros, llamándolos monos, tratando sus vidas como nada más que insignificantes.


Todos menos Kuroko eran monos para él.


Y, una vez más, él no es Kuroko, simplemente es un ex villano de pacotilla que solo quiere una vida larga y simple al lado de Seijuro.


—Vamos a darte algo de comer. — Nash sugiere, el niño va a necesitar un poco de energía cuando están en la cama y más tarde, va a necesitar alimentarse adecuadamente por su futuro hijo.


Nash olisqueó el cabello del castaño, incluso en aquella apestosa habitación, su aroma a jazmín no había desaparecido, se había sobrepuesto al aroma nauseabundo que se encerró, era de esperarse que Kouki no tuviera apetito en una situación así, Silver y él, tendrían una pequeña charla después.


—Voy a follarte, Kouki. Te impregnare con mi semilla, ese vientre tuyo llevara a mi hijo y lo darás a luz, Siéntete afortunado, pequeño chihuahua. Porque acabo de descubrir que me gustan los perros.


Kouki lo escucho, está seguro que lo hizo, pero no pudo encontrar el significado de sus palabras.


Su mirada se apagó cuando Nash lo dejo sobre una cama grande, amplia y cómoda, desapareciendo por un instante detrás de una de las puertas, luego de un momento en completo silencio pudo escuchar el agua de la ducha correr.


Vio el reloj digital sobre la mesita de noche y finalmente pudo saber la hora exacta y la fecha exacta.


14 de Noviembre 9:33 p.m.


Una semana, solo una semana había pasado desde que lo secuestraron, Kouki lo sintió como una eternidad.


Una semana.


Kuroko estuvo secuestrado solo cinco días.


¡Seijuro!


Llamó en vano, sin embargo, siguió llamando, incluso si Seijuro no era su ángel carmín, nada en este mundo le impedía seguir llamando el nombre de la única persona en este mundo que lo hacía sentirse seguro y feliz.


Pero que también hacía sentir seguro y feliz a Kuroko, quien finalmente noto a Seijuro.


Durante la última semana antes de su secuestro, ambos habían estado actuando raro, se miraban más, hablaban más, incluso lo hacían en secreto, Kouki se había dado cuenta por error cuando escucho a Seijuro hablando con Kuroko por teléfono, su amigo le había dicho al de cabellos azul celeste que "Kouki no debe saber esto." Y al principio, solo por un segundo Kouki encontró todo eso innecesario, casi se burla y salta de su escondite para decirle a Seijuro que no necesitaban esconder nada, que él lo había sabido desde el principio que eran perfectos el uno para el otro, que no deberían tenerle lástima o sentirse culpables.


Deberían llamar a mamá de inmediato para decirle que finalmente su hijo había encontrado el amor, Kouki se imaginó así mismo haciendo eso, se imaginó a Seijuro sin saber qué hacer, pero sin negar sus palabras.


Se imaginó a Seijuro tomado de la mano de Kuroko, sonriendo para Kuroko y no para él, como hasta ahora siempre había sido.


Y simplemente no pudo enfrentar a Seijuro. No pudo sentirse feliz por sus más preciados amigos.


¡Seijuro!


No necesitas irte, Kouki. Te protegeré. Lo prometo.


¡Lo dijiste, me lo prometiste!


Tres días después, Kouki simplemente dejo ir toda esperanza.


10 días y finalmente supo que nadie vendría a rescatarlo. Y no los culpo, él no era el antiguo personaje que culpo a cualquiera por sus desgracias, que descargo su tristeza y rencor haciendo sufrir a los demás.


Está seguro que su papá y mamá están haciendo hasta lo imposible por salvarlo, que Seijuro y Kuroko están preocupados, que Mayuzumi se siente culpable al igual que Taiga.


Kouki había arrastrado al tigre al centro comercial para asegurarse de que no interrumpía la cita de Seijuro y Kuroko, Mayuzumi le dio una mirada escéptica cuando se lo explico y hubo por un instante el brillo de la inequívoca diversión en su mirada, sin embargo, se guardó cualquier palabra que quisiera decir, Kouki no le dio importancia y sujeto la mano de Taiga para ir de compras, su cumpleaños seria el día siguiente así que iba a comprarse muchos regalos, porque estaba seguro que Seijuro lo había olvidado, y Kuroko no lo sabía, no le había dicho.


—¡Te comprare algo entonces! — Taiga, su buen compañero, dulce, tierno e inocente; Kouki sonrió suavemente, Kagami Taiga fue el hombre de los sueños del autor, lo sabía por una publicación en Twitter del mismo autor; sin embargo, Kouki no comprende porque entonces, Taiga no se ganó al protagonista.


Durante el tiempo que el original Kouki fingió tener cáncer terminal, Seijuro abandono al de cabellos azul celeste quien encontró consuelo y lo que posiblemente fue el verdadero amor de su vida en este niño, Kagami Taiga.


Y Kouki admite, fue un fiel miembro del equipo #KagaKuro.


Kagami fue demasiado puro para este mundo, apartándose voluntariamente cuando se dio cuenta de que la verdadera felicidad de su Kuroko no era él.


—¡Gracias Kagami! —Y como el gran niño inocente que es, las mejillas de Kagmi se colorearon de rojo, desvió su mirada hacia la estantería de libros de misterio y sonrió levemente.


—No me agradezcas, últimamente hemos estado soliendo juntos, y es divertido, quiero regalarte algo no solo por tu cumpleaños... Furi... creo que tú... me...


—¡Furihata-sama! Es tiempo de volver a casa o Shiori-sama se preocupara. — Mayuzumi se apareció de la nada, interponiéndose entre él y Kagami. Con una mirada de disculpa, Kouki se apresuró a tomar sus libros e ir a la caja a pagar.


Luego, en el estacionamiento se encontraron con Kuroko, al parecer su cita con Seijuro se había terminado, y Kouki frunció su ceño en desaprobación ¿Por qué el pelirrojo no llevo a su casa a Kuroko? ¿A caso paso algo en casa que lo hizo irse? ¿Entonces por qué Reo—nee no lo ha llamado? Mirando a Mayuzimi, sonriendo levemente para su primo, tranquilo, dedujo que eso no debió ser el caso.


Kuroko le regalo una sonrisa, luego saludo a Kagami y le pidió un minuto para hablar.


Mayuzumi se quedó con él esperando a que terminaran su charla. Quince minutos después, el chirrido de las llantas al detenerse, la marca de los neumáticos y el humo, Kouki soltó la bolsa del súper cuando al menos tres hombres fornidos y enmascarados se bajaron de la furgoneta de color negro y vidrios polarizados, todo ello, le pareció un deja vú.


Inmediatamente Mayuzumi sacó su arma, el sonido de un disparo resonó en los oídos de Kouki y solo reaccionó cuando uno de los hombres lo tomó a la fuerza, vio la sangre en el pecho de Mayuzumi, antes de que un paño con cloroformo cubriera su boca y nariz, cerró sus ojos y se desmayó.


Su cumpleaños paso, en esa horrible y asquerosa celda.


—Haz estado comiendo, ¿Finalmente aceptas tu destino? — Nash sujeto un trozo de mango, y lo metió dentro de la boca de Kouki, quien dócilmente la abrió y mastico la dulce fruta, el jugo resbaló por su barbilla. No hubo necesidad de respuesta alguna. — Eres un buen niño.


No es que no intentan salvarlo, simplemente resultó ser imposible, Kouki no recuerda este sitio, en la novela que él leyó, Nash no fue capaz de llevarse a Kuroko fuera de Japón, al mirar por los ventanales de la habitación y ver nada más que un vasto mar, y una selva, está claro que este sitio no es Japón.


Nash levantó la barbilla de Kouki y se inclinó para intentar lamer el rastro del jugo y besarlo, Kouki lo empujo de inmediato, él había aceptado que no sería rescatado, pero en ningún momento aceptó ser la incubadora de los hijos de este hombre.


Morirá antes de que eso pasara.


—¡No me toques! — Se levantó y la silla cayó detrás de él. Nash vio su pequeña rebelión con una mirada sorprendida que poco a poco se transformó en diversión.


—Así está mejor, no me gusta que mis hombres sean como una muñeca sin vida en la cama, incluso si es solo para gritar que me detenga, me maldigas o me muerdas, esa mirada fiera es mejor.


Nash sujeto el brazo del castaño y fácilmente lo llevó a la cama. Había sido paciente, esperado por tres días a que la condición de Kouki mejorará, pero él no podía esperar más.


Empujo al niño en la cama y se colocó encima de él, sin depositar todo su peso, apoyándose en su mano para sostenerse. La piel suave y que desprende un rico aroma lo está llamando para ser marcada. Los labios del niño, rosados y llenos, están pidiendo ser besados, su esbelta cintura es perfecta para sus manos, con grandes marcas en ellas cuando termine de ensuciarlo, sus largas piernas se verán mejor alrededor de su cintura, su cabello ligeramente desordenado y suave es del largo correcto para que Nash lo sujete y deje a sus dedos divagar.


Su voz, será la más sensual cuando esté gimiendo y rogando que se detenga, y sus lágrimas le darán el toque final a tan hermosa escena.


Kouki sujeto con fuerza el cuchillo de los cubiertos que había escondido en la manga de su pijama, mientras Nash se quitaba el cinturón, Kouki tomó una drástica decisión.


La única persona que podía besarlo, tocarlo y amarlo era Akashi Seijuro, la única persona por la que estaría dispuesto a dar a luz a sus hijos es Akashi Seijuro, la única persona a la que ama es Akashi Seijuro.


Él finalmente lo entendió.


Se enamoró de Seijuro.


Pero también entendió que era imposible.


Él era solo un simple villano de cuarta, no había finales felices para ese tipo de personajes.


Entonces, él preferiría morir que ser tomado por Nash.


El cuchillo se detuvo a un centímetro de su garganta, el temblor y el gran sonido de las explosiones, Kouki pudo ver a través de los ventanales, como el agua del mar se levantaba en una explosión, los barcos y los helicópteros, que aparecieron como por arte de magia, tenían el escudo de las fuerzas especiales de Japón, además también pudo ver las siglas C.I.A.


Y antes de que Nash pudiera hacer algo, la puerta de la habitación se abrió.


Su ángel carmín llegó. Y detrás de él, Kuroko, Kagami, Mayuzumi, Kotaro, Nebuya e incluso Reo-nee.


Quienes al ver la escena frente a ellos, no pudieron evitar que su sangre hirviera de rabia.


Kouki, en una cama, medio desnudo, con marcas de besos en su pecho, llorando y con un cuchillo listo para enterrarse en su garganta por su propia mano.


Porque Kouki sabía que no podía salir de allí, incluso si mataba o lastimaba a Nash, todavía había un Silver, todavía había muchos guardianes en ese lugar.


Él había elegido la muerte antes que ser mancillado por Nash.


Akashi lo entendió de inmediato.


—¡Sei! — Kouki lo llamo lleno de felicidad, habían llegado a tiempo, gracias a los cielos, llegaron a tiempo.


 


 


__________


Kouki se despertó en una habitación completamente blanca y que olía a desinfectante, arrugo su nariz, la irritación y miedo que sentía, definitivamente no era algo suyo. Esa era la reacción natural de este cuerpo ante este lugar.


—Kouki. — Escucho su nombre ser llamado, el castaño reconocería esa voz en cualquier lugar.


—¡Sei! ¿Qué sucedió? ¿Dónde estamos?


—Hospital Clínic de Barcelona. Estás a salvo ahora, Kouki.


Akashi abrazó a Kouki, con fuerza, con desesperación, la misma que sintió durante nueve largos días antes de averiguar dónde estaba Kouki. Cuando finalmente la mujer que se hacía llamar madre de Kouki les dijo que había vendido al niño a Nash Gold Jr. Seijuro tuvo que hacer uso de todo su autocontrol para no matar a la mujer que, sonriendo les dijo que era demasiado tarde, porque Nash seguramente ya había terminado lo que ella le pidió que hiciera.


—Para que lo humillara y destrozara, para que dé a luz a sus hijos, ¡¿No lo sabían, Kouki puede quedar embarazado?! ¡Ese es su castigo por elegir abandonarme! ¡Ese hijo desagradecido!


—¿Dónde está? — Aulló Mayuzumi con molestia, su herida no estaba curada por completo, pero nadie había podido detenerlo de buscar al niño castaño, que tomó bajo su cuidado.


—¡Fuera de Japón, lejos de tu alcance! Nash Gold tiene una propiedad en Canarias, es suyo. Legalmente es suyo, yo se lo di, Kouki es mi hijo yo puedo despezarlo y venderlo si lo quiero.


Pero Seijuro no siguió escuchando, salió rápidamente porque tenía muchas llamadas que hacer, mucho dinero que gastar en sobornos y más.


No tenía tiempo para perder con esa mujer.


—Te encargo el resto, Reo-nee.


—Estaré complacida en hacerlo, Sei-chan.


—Sei, yo... — Kouki sollozo, finalmente estaba en los brazos de la única persona que amaría por el resto de su vida, pero no podía decirlo.


—Te amo, Kouki, por favor, olvida la idea de anular nuestro compromiso y cásate conmigo.


—Pero... pero, ¿Qué hay de Kuroko? — Levantó su vista, aun sin creer lo que estaba escuchando, y luego, lo compendio. Seijuro se había librado de la culpa del primer secuestro, pero no del segundo.


Me tiene lastima.


—No es verdad, no te tengo lastima, no es culpa tampoco, te amo, te he amado, creo que... desde siempre. — Seijuro se aseguró de que Kouki no desviara su mirada, sujetando su rostro con ambas manos. —Te amaba cuando éramos niños, pero no lo entendía, no entendía ese sentimiento... luego... luego, creí que era culpa y me quede a tu lado, pero poco a poco te convertiste en otra persona y me decepcione, no contigo, fue hacia mí mismo, porque no pude protegerte, no pude proteger tu sonrisa y tu felicidad.


—Escuché tu llamada por teléfono con Kuroko... le dijiste...


—¿Qué Kouki no debe saber esto? En realidad, sabía que estabas escuchando, — Seijuro sonrió suavemente, deslizó su dedo pulgar sobre la mejilla de Kouki. — Estábamos planeado tu fiesta de cumpleaños, también... estaba planeando hacer oficial nuestro compromiso ese día. Pero... yo debí tener más cuidado, yo debí estar contigo ese día y no escogiendo un anillo de compromiso, debí quedarme a tu lado, lo siento Kouki.


El castaño entró en una especie de pánico al ver a Seijuro llorar.


—No pude protegerte de nuevo, soy indigno de tu amor, aun así... no quiero dejarte ir, no quiero darte a nadie.


Kouki tampoco quería darlo a nadie, ni siquiera a Kuroko.


Entendió sus manos y limpió las lágrimas de su ángel carmín, que cruzó, literalmente, cielo, mar y tierra solo para ir a rescatarlo.


—Seijuro estando con alguien, estoy bien con ello mientras seas feliz y sonrías. Pero siendo feliz por mí, sonriendo por mí, eso es aún mejor... Te amo.


 

Notas finales:

Yeah, Esto es como un híper mega resumen de lo que sería si fuera una historia larga xD lo siento!


Jajajaja si alguien quiere hacerlo con esto, entonces solo tengo una cosa que decir: ¡Te estas tardando en dejarme el link! >:T


Nos leemos.


PD: Sí, Kouki tenía su harem.


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