Masaomi colocó su mano detrás de su espalda, y tomó con suavidad su mano para guiarlo por el largo camino hacia la entrada al salón, bajo sus pies había una alfombra, suave y de color rojo vino, Kouki detectó el exquisito aroma de la colonia del hombre que lo tomaba como una posesión, ¿Cómo no hacerlo? El hombre se colocó justo a su lado, su hombro justo en el pecho del otro, no fue raro poder oler su colonia, sentir la calidez que su cuerpo desprende o escuchar su voz engañosamente suave y amable en múltiples tonos de terror.
Kouki vio tantos rostros desconocidos, voces e idiomas diferentes, pero cada uno de ellos parecía estar apuntando a ellos: Akashi Masaomi y su nuevo y joven esposo. Los reflectores, las cámaras y los flashes lo aturdieron por un segundo, Kouki no podía darse el lujo de quedarse atrás o tropezarse, él tenía que estar a la altura del hombre a su lado, incluso si solo podía fingir; fingir que era algo natural para él toda la atención que recibía, que una reunión con las personas más poderosas de Japón no significaba nada, tenía que hacerles creer que en realidad sabía lo que estaba haciendo, cuando la realidad estaba más allá de su propia capacidad para pensar.
Él solo quería ir a casa, quería que Seijuro le contara sobre su día en la cena, donde solo eran ellos; quería escuchar la voz del niño, infantil y linda, que se escuchaba tan rara cuando decía palabras complicadas que a veces, Kouki no entendía, Kouki quería ir a casa y leerle un cuento a Seijuro antes de ir a la cama, contarle sobre las estrellas fugaces que cumplen deseos.
Quería ver la sonrisa de "sé que lo que dices es una tontería, pero te escucharé de todos modos", que tanto se había hecho presente durante los últimos días, porque había estado tan nervioso por esta fiesta que, muchas veces su cerebro vagaba entre tanta información que había sido obligado a aprender.
Kouki quería regresar a casa, con Seijuro. Pero primero tiene que brillar, de acuerdo a lo que Akashi Masaomi quiere.
Masaomi sonrió con satisfacción cuando vio al castaño, aun podía sentir como su mano temblaba, su espalda estaba levemente tensa, pero en un abrir y cerrar de ojos, su esposo se transformó, todo su cuerpo se movió casi de manera natural cuando camino, con la mirada al frente, digno, hermoso, una preciosa obra de arte que solo puedes admirar, que está tan lejos de tu alcance.
—Masa-chan. — Kouki escuchó el singular apodo que le fue dado a su esposo, sin embargo, como se le fue enseñado, no tuvo ni una sola expresión en su rostro, más allá de una sonrisa deslumbrante.
Masaomi se detuvo, así que Kouki también lo hizo. Su esposo saludo al hombre que lo había llamado con tanta confianza, luego, como era de esperarse todas las miradas se posaron en él, la mirada de su esposo fue, por mucho la más poderosa.
—Este es Kouki, mi adorable esposa. — Masaomi dijo dedicándole una mirada de adoración y amor al castaño, usó su mano sobre su espalda para empujarlo suavemente al frente, — Kouki, él es Nendo-san, es un viejo amigo y socio comercial. —Masaomi libero todo agarre que tenía sobre Kouki, dio un paso hacia atrás y solo observó, como Kouki se desenvuelve en esta situación, no aceptará ningún fracaso o error, Kouki es consciente de ello, para Masaomi no existe "Lo siento" "Me esforzare más" "La próxima vez", la mirada de Masaomi podría ser la de un hombre preocupado por su dulce esposa para cualquier espectador que no sabe nada, para Kouki es realmente aterradora.
Más que aterradora, es una sensación indescriptible.
Kouki sonrió como le fue enseñado, con una hilera de dientes perfectamente blancos y la curvatura de unos labios húmedos y rosados. No exagerado ni demasiado suave, hasta el momento en que se le fue presentado un sin fin de maestros de modales, Kouki no tenía idea que había sonrisas perfectas, según la ciencia.
—Es un verdadero placer conocerlo, Nendou-san. —Kouki se colgó del brazo derecho de Masaomi y eso solo hizo que su sonrisa se viera aún más hermosa, sus mejillas se colorearon de rojo y en ningún momento dejó de ver a los ojos a su esposo, le había dado la atención necesaria, pero el esposo de Masaomi sabía dónde estaba su lugar.
—¿Oh? Había escuchado que tu esposa era una cosa adorable, —Nendou sonrió ligeramente, alzando su mano derecha para rascar debajo de su barbilla, para un segundo después, fijar su mirada en las piernas de Kouki, deslizando sus ojos sobre sus muslos, su cadera, cintura, pecho y finalmente su cara. — ¡Pero todo lo que escuche se queda corto! ¡Masa-chan, tu esposa es una verdadera delicia para la vista! ¡Un sabor nuevo y fresco!
Sinceramente Kouki se sintió asqueado por la mirada del hombre, su agarre en el brazo de Masaomi se apretó un poco, se arrepintió al instante cuando Masaomi se giró para verlo un par de segundos, casi pierde el control de la situación, casi se puso a temblar, no obstante, Kouki se mantuvo firme, tragó saliva, antes de volver a poner una sonrisa en su rostro, específicamente sonreírle al socio de su esposo y aceptar humildemente, sumisamente sus asquerosos elogios.
Después de todo, Kouki era una cosa para admirar; a punto de abrir su boca para agradecer por "palabras que no merezco", Masaomi rodeo su cintura y lo atrajo hacia él, Kouki abrió sus ojos, sorprendido por tal acción, quería preguntar que sucedía, pero el estallido de los murmullos a su alrededor lo descolocó por completo, giró la cabeza de izquierda a derecha.
—Nendou-san es, un viejo amigo y un socio comercial que respeto, así que le pido de la misma forma, que respete a mi esposa, lo invitó a abstenerse de tales miradas obscenas y palabras desagradables.
Masaomi sonrió sin sonreír.
Kouki se alegró de estar al lado del hombre, y no ser el infortunado ser humano que es el blanco de tal mirada amenazante.
—Esta es mi esposa, mi preciosa e irremplazable esposa. — Por un segundo el corazón de Kouki se detuvo. — No me gustaría romper nuestros convenios por tales actos desvergonzados e irrespetuosos sobre las esposas de otros hombres. — Los murmullos crecieron.
—¡Akashi-sama es increíble!
—¡Ese niño no sabe la suerte que tuvo al conseguir a un hombre como Akashi-sama!
—¡Es un caballero!
—¡¿Escuchaste como lo llamó?! ¡Él dijo "mi preciosa e irremplazable esposa"!
—¡No quería decirlo, pero Nendou-sama me acosó en la celebración de navidad del año pasado!
—¿Te acoso? ¡¿Por qué no lo dijiste?!
—¡Tenía miedo!
—¡A mí también, pero de igual manera tenía tanto miedo de decirlo!
—¡Akashi-sama es nuestro ángel salvador!
Kouki solo podía sentir la mano, grande, firme y poderosa de Masomi sobre su esbelta cintura, sus mejillas estaban rojas y aunque lo único que quería era mirar al piso y esconder su rostro tras su flequillo castaño, se obligó a mantener la mirada al frente, casi soltando una risa descarada cuando Nendou casi se mea en sus caros pantalones de diseñador.
—Le pido por favor, se disculpe con mi esposa. — Kouki no había esperado esto, no había esperado a un Masaomi amable que lo condujo con cuidado, no solo cuando bajó las escaleras en la Mansión Akashi, tomando su mano y guiándolo todo el camino hasta el auto, no espero al hombre que con paciencia le explico una y otra vez los protocolos y las pequeñas cosas que parecen insignificantes, pero que son importantes para no olvidar.
Kouki definitivamente no espero a este hombre que, le regaló una sonrisa, la más amable que tenía y lo sostuvo con firmeza frente a tantos reporteros.
El hombre que lo defendió, el hombre al que no le importaría perder un socio comercial, contratos millonarios y una larga amistad, simplemente por él.
Por un momento Kouki pensó que Masaomi no daba tanto miedo.
—Tienes razón, Masa-chan, fue irrespetuoso de mi parte. — Nendou saco un pañuelo del bolsillo de su saco, con manos temblorosas se limpió el sudor que caía de su frente, e intentó sonreír.
La palabra clave es: intento.
—Mis más sinceras disculpas Akashi-san, mis palabras incomodaron a la esposa de mi amigo y socio, es mi error y me disculpo por ello.
Kouki vio la satisfacción con la que Masaomi vio al hombre viejo hacer una inclinación exageradamente marcada en un ángulo de noventa grados, sin embargo, no dejo que Kouki dijera palabra alguna, arrastrándolo con él, Kouki fue como una hoja seca fácilmente arrastrada por el viento, dejando a Nendou en esa posición, con la humillación y el desprecio de los invitados.
Masaomi los llevó al jardín, donde finalmente Kouki fue liberado.
—Masaomi-sama...
El hombre se acomodó el saco y caminó hacia él, sin sonreír, sin hablar, solo una mirada estoica, Masaomi sacudió ligeramente sus hombros, su traje blanco era definitivamente propenso a ensuciarse más rápido que el traje negro de Masaomi, pero Kouki había sido cuidadoso en todo el camino hasta aquí.
—Bien hecho, Kouki. — Dijo su esposo, una vez más el corazón de Kouki saltó, esa fue la primera vez que Masaomi lo felicitaba.
Sus mejillas se enrojecieron.
—Masaomi-sama... yo... gracias. — Murmuró.
—¿Umm? ¿Por qué me agradeces?... ¡Oh! Kouki, creo que estas entendiendo mal, para todas esas personas eres mi esposa; tengo que proteger y defender a mi esposa, es natural, es lo correcto, lo que cualquier esposo haría, y definitivamente no podía elegir no hacer nada, no cuando ese bastardo — Kouki podía admitir que escuchar a Masaomi decir groserías, era nuevo y un poco... caliente. — fue tan estúpido como para verte y hablarte de esa manera frente a los invitados, frente a mí, tu esposo. No podía quedarme callado, y en todo caso, me sirvió para darle una lección que espero no olvide en mucho tiempo.
Finalmente, Masaomi dejó de limpiar el polvo imaginario lejos de los hombros de Kouki, dándole una última mirada.
—Eres la única persona que no debe olvidar su lugar.
Quiso reír, reírse de sí mismo por pensar que Masaomi no daba miedo.
Debió suponerlo.
Esta es mi esposa, mi preciosa e irremplazable esposa, aunque Kouki lo sabía mejor que nadie, lo que Masaomi realmente dijo.
Esta es mi mejor obra, mi preciosa e irremplazable esposa trofeo.
Cuando Masaomi lo ayudo, solo estaba haciendo todo lo posible para que su trofeo recién pulido no se dañara, cuando sonrió, no sonrió para Kouki ni para intentar tranquilizarlo, sonrió por orgullo.
No fue amable con su esposa, fue cuidadoso con su trofeo.
Masaomi se lo había dicho la primera noche en la mansión Akashi, cuando se negó a compartir una habitación con él, su relación era puramente basada en un contrato, que no exige amor ni sexo, siendo sinceros Kouki estaba decepcionado y aliviado al mismo tiempo, porque su lado romántico que había leído cientos de novelas románticas no concebía la idea de entregarse a un hombre que no amaba, pero su parte lógica le decía que no importaba si no amaba a este hombre, era su esposo y le debía como tal.
Además, ¿A quién más si no a su esposo se entregaría? Incluso si el hombre de sus sueños aparecía, Kouki giro el anillo en su dedo, él estaba casado.
—Volvamos. — Masaomi extendió su mano, de nuevo, le miraba con ternura y devoción.
Por supuesto, le miraba como Seijuro miraba a Yukimaru, su caballo. Pero al menos, Seijuro amaba a Yukimaru.
Kouki sujeto la mano de Masaomi, era grande y cálida, suaves como las manos de un hombre que no ha tenido que hacer trabajo físico en toda su vida, un hombre que no necesita la fuerza bruta cuando tiene inteligencia, tenacidad y ambiciones.
Son manos suaves que lo envuelven con cuidado, regresan dentro y para callar los murmullos solo basta una mirada del hombre a su lado.
Es una noche inolvidable para Kouki, porque a partir de ahora sabe que será difícil no enamorarse de las máscaras que Masaomi posee, las que muestra cuando hay alguien cerca, su suave sonrisa, su intensa mirada, su sensual voz cuando murmura en su oído o su agarre posesivo cuando alguien lo elogia.
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—¿Quién es esa persona, Akashicchi? ¿Es tu hermano mayor? ¡Nunca nos dijiste que tenías un hermano mayor así de bonito! — Kise tiro de las persianas, animadamente, vio como el chico castaño bebió té en el jardín, por un segundo quedó absorto en sus movimientos sutiles y elegantes, lo que su fotógrafo daría para que Kise tuviera esa aura de esplendor y magnificencia solo para beber un té.
—¡Guarda silencio Kise! — Midorima acomodo sus lentes, sus mejillas por algún motivo estaban rojas.
Era natural, porque Midorima era el único que conocía la situación de la familia Akashi, eran amigos de la infancia después de todo, Akashi no podía esconder a su nueva "madre" por mucho tiempo.
No lo hizo, Kouki y Midorima se conocieron una semana después de que Kouki llegó a la mansión Akashi como la esposa de Masaomi.
"Tu nueva mamá es bonita." Sin saber que decir, dijo lo primero que vino a su cabeza, lo que por supuesto, fue sobre la belleza de la joven madre de Akashi.
Pero su mejor amigo no parecía contento con ello, Midorima se alzó de hombros y caminó más de prisa hacia la mesa del té, Kouki los esperaba con bocadillos y té para beber. Así que no escucho a Akashi murmurar. "Lo sé".
—¡Woooo! ¡Incluso yo te digo que es bonito, caliente también! — Aomine se acercó, principalmente por el alboroto de Kise, sin creer realmente lo que el rubio dijo sobre el "bonito hermano" de Akashi.
—Él también es amable, me regaló galletas.
—¿Qué? ¿Cuándo? — Kise preguntó, esa fue definitivamente la primera vez que conocen al hermano de Akashi, ellos habían estado en la habitación del pelirrojo estudiando durante tanto tiempo, solo fue hace un momento que Kise se distrajo y vio por la ventana, luego, él gritó y es así como llegamos a este punto, ninguno de los seis había salido de la habitación, por lógica ninguno de los seis se había topado con el chico castaño.
—Hace una semana, en el juego. Después de que todos se fueron, regrese porque olvide preguntarle algo a Akachin y Kouchin estaba con Akachin y él me regaló un envoltorio con galletas caseras, ¡Estaban deliciosas! Kouchin también dijo que si seguíamos ganando todos los partidos me daría más galletas. — Akashi entrecerró sus ojos, esa fue la primera vez que le presentaba a Kouki a otro de sus amigos y fue solo porque Kouki se dio cuenta de la presencia del gigante púrpura.
Sinceramente ya era suficiente con tener que compartir a Kouki con su padre y Midorima.
—¿Es por eso que Murasakibara-kun estaba tan exaltado durante los entrenamientos? — Kuroko cuestionó al chico a su lado.
Murasakibara asintió.
—Envidio a Akachin por crecer comiendo esas galletas.
Midorima acomodo sus gafas en un silencio sospechoso, Akashi recuerda a un niño de cabellos y ojos verdes, masticando con efusividad las galletas caseras de Kouki, como si se tratase de un hámster. Era una lástima que las mejillas de Midorima no pudieran expandirse como las de dicho animal.
—¡Quiero probarlas! — Kise gritó. Y aunque Aomine y Kuroko guardaron silencio, Akashi pudo ver un cierto brillo de envidia hacia Murasakibara y a él mismo, después de todo si esas galletas pudieron hacer que Murasakibara entrenara sin ninguna queja de por medio, deberían de ser más que deliciosas.
—Todos lo harán, si consiguen pasar sus exámenes.
Murasakibara ni siquiera renegó, se metió de lleno en sus libros y cuadernos, Aomine lo pensó un poco, parecía estar colocando en una balanza si el esfuerzo valía la pena. Kise y kuroko no se preocuparon en absoluto, incluso si no tenían notas decentes como Akashi o Midorima, estaban seguros de que pasarían.
Midorima observó a Akashi en silencio. Era la mirada de "solo necesito bajar y pedirle a Kouki algunas galletas."
—Entonces ¿Puedo pedirle a tu hermano mayor una cita? — Kise sonrió, solo noto un pequeño corte en su mejilla derecha cuando las tijeras se clavaron en la pared detrás de él.
—¡Ryouta, conoce tu lugar!