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Lazos de sangre por LORD GRIM

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Notas del capitulo:

Hola a tod@s mis lectores... 

He vuelto despues de una larga temprorada de ausencia y con ello traigo la actualizacion de todas mis historias en la pagina, asi que si eres seguidor de alguna, es momento de buscar un buen sillon, preparar cafe y disfrutar de un rato de lectura. 

 

Bien espero que les guste.. 

- Levantate... Inuyasha - la firme voz del Lord del este se dejo escuchar por todo el patio de entrenamiento, esta era autoritaria y severa.

El Casa de la luna contaba con un extenso patio para el entrenamiento de los soldados y en el ala perteneciente a la familia real se hallaba otra, usada solo por estos ultimos, en cierta forma se suponia eso, sin embargo ese día casi todo el palacio se habia reunido para poder observar el entrenamiento que su señor imponia a su hermano menor y compañero, quien de encontraba en el suelo visiblemente cansando, con varias heridas en todo el cuerpo y sus ropas desgarradas en algunas partes.

- He dicho que te levantes Inuyasha - ordeno el Lord del Este que se encontraba de pie ante su hermano, cruzado de brazos y sin mostrar ninguna emoción en su rostro.

- No necesitas decírmelo- declaro el medio demonio levantandose con dificultad, tratando de normalizar su respiracion.

El principe de la Casa de la Luna se encontraba exhausto, ya que, de no haber sido por su velocidad hubiese terminado con mas heridas de las que tenia, todas provocadas por la mano de su hermano, quien no lucia para nada cansando.

- Luces muy cansado - dijo el mayor mirando a su hermano, detectando las cosas en las que debia poner enfasis en su entrenamiento - Eres muy veloz, eso te lo reconozco- dijo con los ojos cerrados - Pero... tu resistencia es lamentable - lo miro severamente - Si vas a confiar toda tu estretagia a tu velocidad, debes procurar al menos resistir lo suficiente para cansar a tu oponente - le regaño logrando que el menor se sintiera impotente.

- Acaso crees que no lo se - dijo el mas joven molesto por las palabras de su hermano - Garras de acero.

El príncipe intento atacar al mayor que logro esquivarlo para despues usar su latigo venenoso y sujetar a su hermano, claro que no ejerció un agarre tan fuerte como para herirlo de gravedad, realizo unos movimientos levantando al medio demonio del suelo y posteriormente estrellarlo contra el suelo.

El impacto alzo una cortina de polvo que impedia ver al principe, al menos hasta que se fue discipando poco a poco dejando ver al menor de los hermanos, estampado en el suelo con muchas mas heridas de las que tenia previamente, además de que evitaba quejarse a pesar de que el dolor fuese muy fuerte. Sin embargo, no dispuesto a rendirse se levanto con dificultad, listo para continuar el entrenamiento, pero por lo visto eso no seria.

- Es suficiente por hoy - declaro el lord desvaneciendo su latigo, para despues comenzar a alejarse del lugar - Ve a la habitacion, date un baño y alistate para la cena... ahi hablaremos de su desempeño.

Cuando el mayor de los hermanos se retiro del campo de entrenamiento, los sirvientes y soldados no tardaron en hacer lo mismo, dejando al menor solo, con su frustracion de no poder soportar un combate contra el mayor.

El cachorro una vez solo se levanto de donde estaba e ingreso a los jardines del ala de la familia real, aun era temprano para alistarse para la cena, ademas queria estar un momento a solas o mejor dicho no queria que nadie lo viese en tal lamentable aspecto.

Se detuvo un momento para asi recostarse bajo la sombra de un gran arbol, eso le ayudaría a pensar un poco, no necesitaba hablar con su hermano de su desempeño, mas aun cuando sabia que este habia sido pesimo. Lanzo un gran suspiro, odiaba tener que darle la razon al mayor, pero al final este siempre parecia estar en lo cierto, aun le faltaba mucho por aprender, ademas de que carecía de mucha experiencia en combate y su hermano se lo habia hecho saber.

Su primer pelea de entrenamiento el mayor apenas duro 10 segundos, pues lo ataco a diestra y siniestra sin poder darle tiempo de reaccionar, incluso cuando trato de levantarse un nuevo golpe lo envio al suelo, cuando se estaba incorporando le grito a su hermano que aun no estaba listo, que habia hecho trampa a lo que el lord lo reprendio por tener esa clase de ideas tan absurdas.

"En un verdadero combate, tu enemigo no esperará a que estes listo, si le das la oprtunidad te aniquilara sin vacilar. Esa es la diferencia entre el entrenamiento y un combate real, procura no olvidarlo."

Habian pasado 3 años desde que su hermano se ocupara personalmente de su entrenamiento, sin embargo una parte de el no creia que hubiese habido algun cambio real en su fortalecimiento, sino todo lo contrario, con cada pelea que tenian Inuyasha se sentia cada vez mas debil ante el mayor, es decir, no habia podido ni siquiera darle un solo golpe y ni hablar de derrotarlo.

Pronto una sensacion de dolor lo invadio, se trataba de las heridas que el mayor le provoco tras atraparlo con latigo para este punto el veneno debia haber corroido un poco su piel, una nueva razon para frustrarse pues sabia que su hermano no expulso todo el veneno en dicho ataque, cansazo de todo, lanzo un gran suspiro para despues empezar a caminar hacia el palacio, un baño le vendria bien en ese momento y le ayudaria a mitigar las molestias que sentia en su cuerpo.

En el trayecto a su habitacion se topo con varios de los miembros del consejo de la Casa de la Luna, que venian saliendo de la sala, últimamente se reunion constantemente, lo que lo llevaba a pensar que existía alguna clase de enfrentamiento entre demonios o algo por el estilo. Fue saludado por varios de los miembros del Consejo, a quienes devolvio el saludo siguiendo el protocolo, pero ahora deseaba ver a su hermano.

- Inuyasha - llamo el mayor acercandose a su hermano.

- Hermano - el menor realizo la reverencia apropiada para el rango del mayor y el suyo.

- ¿Sucede algo? Te imaginaba alistandote para la cena- explico el Lord una vez cerca, al mismo que le indicaba que la reverencia ya era suficiente.

- No... solo me distraje un poco en los jardines del palacio -  declaro el mas joven que dirigia su mirada a los miembros del consejo, le preocupaba las continuas sesiones - ¿Todo esta en orden con el consejo? - se atrevio a preguntar.

- Un hanyou esta causando estragos en nuestros territorios - respondio mostrando cierto desden al mencionar al media sangre.

- Un hanyou... - dijo el mas joven dandose cuenta de las palabras del mayor, lo cual le genero cierto pesar - Como yo... - le contesto mordazmente.

- No... diferente a ti - declaro el Lord colocando una de su manos en el hombro de su hermano - Tu... entrenas a diario para fortalecerte en cambio este ser quiere usar los poderes de la Perla de Shikon para aumentar su fuerza.

- ¿La Perla de Shikon? - el menor se mostró sorprendido por las palabras de su hermano - ¿Acaso ese ser sabe las consecuencias de usar la perla? - cuestiono mostrando preocupación.

A pesar de que eran contadas las ocasiones en las que se le permitia visitar la tierra bajo sus pies, el medio demonio no era ignorante de los varios objetos peligrosos que deambulaban por el mundo, siendo la perla de Shikon uno de ellos, conocia a la perfección la historia tras su creacion y las consecuencias para la persona que tratara de usarla.

- Ahora entiendes porque eres diferente a ese hanyou - declaro el mayor colocando sus dedos bajo el menton de su hermano y elevar un poco su rostro para poder quedar frente a frente con el - Tus acciones estan basadas en la razon, mientras que ese ser se deja guiar por sus impulsos sin detenerse a considerar las consecuencias de sus actos - se acercó un poco para quedar mas cerca del rostro de su hermano - Tu eres un principe... jamas lo olvides...

Sin previo aviso el mayor deposito un casto beso en la frente del mas joven, para despues separarse y emprender el camino a su estudio privado, dejando a su hermano avergonzado por lo ocurrido hace un momento, mas aun porque fueron vistos por algunos de los miembros del consejo que aun se encontraban saliendo de la sala, sin perder tiempo se encamino a su habitacion procurando que nadie percibiera lo rojo de su rostro.

Por su parte el mayor de los hermanos, ya se encontraba en si estudio revisando los informes referidos a ese hanyou que estaba causando tantos problemas, sin embargo no le preocupaba mucho sus acciones, lo que lo tenia intranquilo era que habia aparecido de la nada, en su territorio llevaba un registro detallado de los distintos tipos de seres demoniacos que cohabitan entre si y por mas que habia buscado en ellos no encontraba ninguna referencia de aquel ente, incluso habia recurrido a los otros dirigentes cardinales para hallar alguna pista, pero todo fue inutil.

- Naraku... - menciono por primera vez el nombre de aquel ser, esperando que dentro de poco pudiese hallar respuestas a su repentina aparición.

Por su parte, Inuyasha se encontraba tomando un baño para calmar un poco el malestar de las heridas que habia provocado su hermano, estas ya no le molestaban tanto, gracias a su poder curativo. Sin embargo, sus pensamientos estaban mas dirigidos a la situacion de la cual se trato en la sala del consejo, era evidente que la situacion referida al Hanyou del que el mayor le hablo no era para restarle importancia, mas aun si este estaba tras la Perla de Shikon, suspiro con pesar pues habia la posibilidad de que un nuevo conflicto estallara y eso solo podia significar que su hermano se iria nuevamente a la guerra dejandolo en casa como una doncella.

Una vez termino su baño, opto por comenzar a vestirse para la cena, pues ya no faltaba mucho para ello, queria pedirle a su hermano que si un nuevo conflicto estallaba, lo dejara acompañarlo, pero tras su deplorable demostración de esta tarde durante el entrenamiento, era casi imposible que el mayor le permitiera acompañarlo, pero no perdia nada con intentarlo.

Una vez que estuvo listo, se encamino al comedor donde seguramente el mayor ya lo estaba esperando, cuando se acercaba a su destino dos pajes, realizaron una reverencia para despues abrir las enormes puestas con acabados de oro, una vez dentro descubrió que su hermano ya se encontraba sentado a la cabeza del comedor, realizo un reverencia y despues se acercó para ocupar su lugar el cual era a la derecha del mayor.

- Hermano - saludo el medio demonio sentandose, recibiendo solo un asentimiento por parte del mormbrado.

En poco tiempo los sirvientes comenzaron a llegar con los alimentos de sus señores, los cuales fueron colocando en la mesa, de esa forma ambos hermanos comenzaron con la cena, la platica no se hizo esperar.

- Inuyasha - llamo el Lord mirando al nombrado - Mañana comenzaremos a trabajar en tu resistencia y comprobare tus habilidades con la espada - Nuestro padre te dejo en herencia una de sus espadas Colmillo de acero y ya estas casi en edad de que te sea entregada.

- Si... - fue todo lo que dijo el mas joven en respuesta al tema de la espada - Hermano - llamo al mayor - La situación con el medio demonio es mas delicada de lo que me comentaste ¿no es asi? - miro al mayor que habia dejado sus alimentos - De no ser asi... el consejo no se reuniria de forma constante - el mayor únicamente cerro los ojos y despues dio su respuesta.

- Desde que llegaste a este palacio siendo un bebe - comenzo a el Lord - Has crecido en muchos aspectos - lo miro fijamemte - Y a estas alturas no puedo decifrar si eso es una bendición o... una madlicion - tras eso bebio un poco de vino que se encontraba frente a el.

- No comprendo- dijo el mas joven las palabras del mayor lo habían confundido.

- Inuyasha - le llamo el Lord manteniendo ese caracteristico semblante frio que usaba cuando lo corregia por alguna falta - A pesar de tu edad... eres sumanente inteligente y demasiado intuitivo - lo mito fijamente y por un segundo el mas joven juraria que el mayor le sonrio por un momento - Asi que... imagino que tu pregunta está ligada a algo mas.

Por su parte el medio demonio estaba practicamente callado, su hermano mayor no era ningun tonto, lo conocia perfectamente y como no hacerlo, si prácticamente lo habia criado desde el momento en que llego a este mundo, por lo que aseguraba que ya conocia el fin de la charla que acababa de iniciar.

- No obstante... - las palabras del Lord lo sacaron de ese trance mundo - Te ahorrare palabras y me ahorrare el mal rato - declaro continuando con sus alimentos - Si estalla algun conflicto en nuestro dominios... no participarás en el - dijo sin siquiera mirarlo, haciendo que el medio demonio estuviese a punto de hablar nuevamente - Y antes de objetes algo... me permito recordarte tu patetica actuación de esta mañana durante el entrenamiento.

Tras aquello el mas joven de los hermanos, sintió como si le hubiesen dado un golpe directo en su orgullo, pues todo lo que decia el mayor era verdad, apenas si podia mantener un combate con el por unos cuantos minutos, asi que ¿que oportunidad tenia con oponentes verdaderos?, asi que con todo el dolor de su corazon, solo cerro sus ojos con fuerza, soportando la terrible impotencia, para despues levantarse de sus asiento realizar una reverencia al mayor y abandonar el comedor sin decir mada mas.

Cuando el principe de la Casa de la Luna abandonó el comedor, el mayor no pudo decir nada para detenerlo, pues debia mantenerse firme en su desicion. Su hermano menor era hábil, no podia negarlo, era fuerte, inteligente, valiente, decidido y jamas se rendía. Pero... aun le faltaba mucha experiencia en el campo de batalla, aunque estaba conciente de que a menos que lo dejara salir al mundo exterior a probarse como guerrero, jamas lograria ganarla.

Ademas, existia otro impedimento para que el menor abandonase la casa de la luna para ir a batallar, se trataba de su condicion de beta, algo que era bien sabido por muchos seres no solo en su territorio, sino fuera de este. Lo que significaba que en el momento justo que abandonase el palacio, muchos demonios lo buscarian para convertirlo en su pareja a pesar de que estuviesen imprimados. Y la unica proteccion que tendria para evitar tal cosa seria... su marca, cuando un alpha marcaba a su pareja, la marca se convertia en una clase de escudo para el beta, pues no solo ocultaba su olor de forma permanente, evitaba que pudiese concebir las crias de otro demonio, pero mas importante se volvia irrevocable, por lo que el valor del beta se pedia, pues dejaba de ser util para todos, excepto para su pareja.

Ese era un tema del cual aun no habia hablado con el menor y por la situacion reciente, habia llegado la hora. El Lord se levanto de su lugar, para buscar a su pareja, tenian mucho de que hablar. No tardo mucho en encontrarlo, se habia escondido en los jardines del ala de la familia real como era costumbre, por lo que guiandose por su olfato le siguio la pista hasta llegar al arbol mas grande del lugar y ahi sentado en una de las ramas se encontraba el cachorro.

- ¿Necesitas algo hermano? - fueron las palabras del mas joven que se encontraba mirando la luna, habia sentido la prescencia de su hermano, pero decidió no moverse de donde estaba.

- Baja... necesitamos hablar- fue todo lo que dijo el mayor, mientras observaba como el mas joven saltaba para caer al suelo justo frente a el - Inuyasha... comprendo tu frustracion... pero... debes entender que mis acciones... todas... tienen un motivo y esta noche te lo hare saber.

Con calma el mayor se dedico a explicarle a su hermano un poco mas a fondo acerca de su condicion de beta, no solo las ventajas de serlo, sino tambien todos los contras que conllevaba. El medio demonio escuchó con atención las palabras de su hermano, sin hablar, al principio se sentia molesto por ser tratado como una doncella, pero al saber todos los peligros que corria por ser beta, se quedo perpejo, ahora comprendia mejor el actuar de su hermano, si actitud no estaba dirgida a retenerlo en los muros del palacio, sino protegerlo hasta que estuviese seguro que no correría peligro.

- Entonces... sin tu marca... cualquier demonio podria tomarme - pregunto mirando al mayor que lo miraba con suavidad - Eso significa que me alejarian de tu lado.

- Si... - fue toda la respuesta del mayor que sin aviso levanto su mano para atraer al menor y envolverlo en un abrazo - Es por eso... que te he entrenado con mucho esmeró todo con el fin de protegerte - el yoki del Taiyoukai comenzo a fluir envolviendo al mas joven - Cuando llegue el momento y sepa que estas a salvo podras tomar tu papel no solo como pareja sino tambien como un apoyo en las batallas.

Pronto el mas joven comenzo a expulsar su yoki, el cual se combino con el de su hermano, a manera de reclamo, ambos se hacían saber que se pertenecian, solo que esa vez la sensacion fue mas fuerte que nunca porque ambos deseaban permanecer juntos siempre. 

Notas finales:

Nueno... eso seria todo por el momento, ademas de que les informo que me he percatado de que el foro esta muy apagado últimamente, asi que actualizare mas lento, ya que siendo honestos me llevo mas de 6 meses poder escribir la continuacion de mis historias, asi que lo hare poco a poco, pero no dejare inconclusa ninguna. 

 

Bien es todo por ahora me despido de ustedes... 

 

AMOR Y COHETES 

 

LORD GRIM 


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