Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

War Of Hearts ~Viktuuri~ por Herloz_Kristallaugen

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Bueno, aquí vengo actualizando lo más que puedo....

No los detengo más y nos leemos abajo Galletitas y Corazones de Cristal~~~

 

 

 

 

 

—¿Ya hablaste con tus padres de esto?— Aquella voz con notorio acento italiano era cargada con duda y preocupación, pero con ganas de ayudar. 
Celestino fue su profesor durante las clases de modelaje y actuación, por ende lo conocía a él y sus límites.

 

 

—Ambos sabemos que ellos no estarán de acuerdo... Y Mari jamás se perdonaría que yo hiciera esto— Yuuri estaba ahora en aquella enorme mansión que el otro Omega tenía por casa y por el mejor centro de entretenimiento de todo Japón. 
Ya sus padres habían sido contactados para no estar asustados, pero el saber que Celestino era la persona que les había llamado, hacia que todos se dieran una idea de sus intenciones.

 

 

—Pero aún así lo vas a hacer— No era pregunta, de hecho lo estaba afirmando, pues en ningún momento había visto a Yuuri tan perdido como en aquellos momentos. Tan roto y tan desesperado. Tan vulnerable y humano —Sabíamos que esto podría pasar Yuuri, y me aterra saber que tipo de gente está detrás de toda esta enorme estafa, que piden tanto como pago inicial...—

 

 

—Ellos... Mis padres... Están en estos problemas por no deshacerse de mi cuando podían— Sentía un enorme nudo en la garganta y los ojos arderle como si llamaradas crecieran de ellos y no mentía. Cualquier otro... —¿Cuántos padres de Omega no los abandonan?— Era cruel pero cierto. Los gastos de un Omega eran un pecado para la vida y era un lujo que los de clase obrera podrían darse —Suficiente con protegerme y darme el amor que me tuvieron aún sabiendo lo que soy y todos los problemas que les traería...—

 

 

—... Yuuri— El hombre de melena chocolate atada en una media cola, se acercaba a Yuuri con un abrazo ligero, levantándose del sofá donde estaba acompañando al menor, mientras que sus ojos de color se plantaban en los caoba del otro —No puedes ponerte un precio así como así. Mucho menos porque todas las personas que vienen aquí es para sacar Omega de su vida ideal y tanto los hacen tocar el cielo como...—

 

 

—Sé que puedo conseguir cualquier Alfa... Soy capaz de eso y mucho más, pues aún en esta situación deseo poder probar que puedo conseguir un patrocinador— Se mordió la lengua antes de seguir, pues sentía que lo próximo que diría estaba lleno de un veneno real, inevitable y amargo —O al menos antes de un marido—

 

 

—Comprendo... Pero te aseguro que 15 millones en una subasta ya sea para patrocinar o para comprar, es una enorme suma— Celestino tomaba una copa de vino y se frotaba las sienes. Una parte de él amaba a ese niño y sabía cuan talentoso era pero, de eso a imaginarlo romperse y rebajarse al grado de aceptar incluso ser una simple concubina... 

 

—Yuuri sabes que mi centro de entretenimiento ha salvado Omegas desde que yo lo he administrado pero, no puedo salvar a todos. Me ha costado muchísimo ver a más de uno sufrir y ser rebajado por un nuevo Omega, por una nueva adquisición—

 

 

—No somos mercancía— Le podía todo aquello, y se estaba sobre pasando pero, no tenía otra. Si Celestino no le ayudaba, no habría nada  que hacer.

 

 

—Pero así nos tratan Yuuri y es algo que no cambiará por ti o por mi—

 

 

—Por eso mismo debo lograrlo Celestino... Porque quiero ser más que una Esposa o Consorte o una vil Concubina— Sus lágrimas no aguantaron más, y comenzaron a rodar por sus redondas mejillas al saber que había cosas que no se podían cambiar solo porque si.

 

—Necesito hacer esto Celestino. Porque sé desde que nací que no existe un destinado para mí, y si lo hay, no estará a mi alcance... Por eso debo seguir viviendo para mí, porque sé cuánto valgo como persona y no como un vientre o un entretenimiento— Siempre fue idealista, pero sabía que sería su perdición.

 

 

—Moriría antes de dejarte solo pequeño cachorro. Te ayudaré a conseguir un patrocinador antes que siquiera pensar en un Alfa para marido—

 

 

—Gracias Ciao Ciao...— Yuuri sonriendo era de las cosas más hermosas que existía en el mundo y eso lo sabía Celestino al ver aquello.

 

 

—Pero... Necesitamos garantizar que podemos conseguirte un patrocinador muy influyente y que nadie quiera luchar contra lo que quiere— Celestino había tomado su agenda para revisar sus Clientes, y Yuuri solo miraba por la ventana, mirando los jardines llenos de nieve, y de los que resaltaban las rosas rojas.

 

 

—Bueno, tu obtuviste 5 millones hace muchos años... Y así ganaste tu libertad— Lo decía tan cerca del cristal, empañando el mismo y dibujando su nombre con el dedo.

 

 

—Excelente mi récord, pero igualmente era otro tiempo y ahora estos tiburones son de otro nivel Yuuri... Ni siquiera con todo lo que gano de los Omega es suficiente para acercarme a algún Alfa de clase media-alta—

 

 

—... Minako-sensei duplicó esa suma— Era imposible hablar con el Omega, pues estaba enajenado y nadie mejor que su profesor para saber que si se le metía la idea a la cabeza, nadie se la iba a sacar —Así que me considero apto para triplicarla— Al menos Minako amaba tanto al niño que podría suspender cualquier cosa que hiciera solo para ayudarle.

 

 

—Tendré que pedirle a Minako, a un amigo y al mismo Dios para que todo nos salga a favor—

 

 

—Quiero que mi primera exhibición sea se patinaje— ¿Por qué pasaba eso?

 

 

—Yuuri... Estamos en pleno invierno, sabes que el patinaje es el deporte favorito de los Omega ricos—

 

 

—Por eso mismo... ¿Porque no puedo estar a su nivel?—

 

 

—No es que no puedas estar a su nivel... Pero si te pongo en esa categoría, sería un problema—

 

 

—¿Por qué?—

 

 

—Porque prácticamente te estaríamos vendiendo al mejor de todos y no podemos pedir que sea patrocinador... Si él quiere decide si acepta o no nuestros términos—

 

 

—... O sea que, si quiere ser mi Alfa como esposo, me tendré que callar y asentir—

 

 

—Así es—

 

 

—...—

 

 

—Bien... Lo primero ante todo Yuuri, sabes que necesitas un nombre llamativo—

 

 

—¿Cómo las mascotas que somos, cierto?—

 

 

—Yuuri... Sé que no es el mejor momento de decírtelo, pero tú fuiste el que se puso en esta situación sobre el patrocinador. Así que ayudame en lugar de quejarte— Celestino casi lloraba al pensar que tenía que preparar un número demasiado magnificente para que Yuuri ganara sobre los Omega de alto calibre que tendría para las respectivas subastas... 

No quería decirle sobre la competencia o si habría estudiantes de la misma universidad, pero él debía ser lo más realista posible si quería hacer que el menor tuviera una oportunidad —Bien, tengo uno: Dulce Tentación—

 

 

—Creo que eso suena más como un plato de comida que un sobre nombre...— definitivamente sería un caso el conseguir un patrocinador a ese paso. Pero el punto no era tratar, pues "tenía" que conseguir un patrocinador o, tendría que usar un recurso de energía y que sólo se podía usar una vez: Una Corte oficial.

 

 

—Saca de tu cabeza siquiera en pensar en un Encuentro Oficial— Era muy obvio.

 

 

—Si no me queda de otra, voy a tener que usar eso...—

 

 

—Pues no será necesario. En todo caso, eso te podría sacar de un apuro si el Alfa que nos toca es un loco—

 

 

—¿Algún Alfa no lo es?—

 

 

—Yuuri—

 

 

—¿No podemos solo usar mi nombre de escritor?—

 

 

—No... Si se enteran de que eres Omega, te quitarán todo y lo sabes—

 

 

—Loveless— Celestino se le quedó mirando serio, sabiendo que el otro había decidido mientras lo distraía —Alguien sin amor... Ese quiero ser yo Celestino y no amaré a nadie más que a mí mismo. O en todo caso, si algún día encuentro a mí destinado, si no estuviera a mi alcance... Prefiero las cosas así— Celestino no quería ser alguien pesimista pero, sabía que eso podía ocurrir —Prefiero saber que alguien me espera más allá de dónde se esconde el sol y que quizás algún día lo veré... Aunque sea una sola vez—

 

 

—Yuuri... Alguien vive deseando poderte encontrar y ese destinado será quién menos lo esperes pero, debes de— Yuuri levantó sus manos en señal de rendición.

 

 

—Debo de borrar de mi mente la palabra soledad, así como el tener miedo a que no habrá nadie a mi lado... Debo de borrar de mi corazón las ganas de escuchar a alguien jurarme amar, Celestino— Suspiraba pero tenía leves espasmos al hablar. El mayor ya sabía que es lo que pasaba: pánico y ansiedad. Las mayores enemigas de Yuuri —Ser escritor me ha hecho idealista, así que pensaré fríamente y solo buscaré no quedar con un viejo pervertido—

 

 

—Yuuri, no debe ser asi—

 

 

—Estoy aquí para dar el mejor show del mundo Celestino. Y si no está en mi destino ser el mejor escritor del mundo, seré entonces el mejor patinador que alguna vez hayan visto tanto Omegas, como Alfa—

 

 

—... Y así es como te vas a enfrentar a todos: mostrándoles que un Omega puede tener a sus pies a uno de los más grandes Alfa de todo el país—

 

 

—O del mundo—

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

—No sé porque seguimos buscando algo que no existe— Toda la gente que pasaba a su lado, cubría sus narices o simplemente agachaba el rostro sonrojado ante aquél aplastante y embriagador aroma.


Un Omega de clase alta en toda la expresión de la imagen y palabra, caminaba indómito en unos tacones altos y pantalones ceñidos, contoneando como buen modelo cada uno de sus atributos, haciendo que el abrigo en que iba enfundado lo hiciera ver más pequeño, delicado... 
Pero al mismo tiempo era tan indómito e imponente.


—Bueno, sabemos que si estamos disfrutando de cada destino, es porque tu Alfa nos quiere un y nos permite compartir sus días con él... Así como la búsqueda de su destinado— Aquella mujer era igualmente una Alfa, pero una de clase recesiva por lo que aunque fuera hermosa e increíble, en un momento no podría tener cachorros o comenzaría a enfermar. Para los de su clase, lo mejor era estar bajo el cuidado de otro Alfa o dedicarse a buscar un Omega de clase alta para asegurar sus cuidados al agravar.

 

 

—Ese zorro blanco no quiere a nadie— El Omega de ojos verde miraba de un lado a otro, como si supiera que algo había pero no era capaz de verlo —Es lástima la que me tiene a mí y a todos...— E inesperadamente se detuvo a observar entonces una enorme estantería de joyas, pero entre ellas había un bolígrafo de color onix, con algunos detalles de zafiro y grabados en oro —Ven, quiero comprar eso— Sus pasos dejaban feromonas por todo el sitio, y esto era solamente por petición de su Alfa no porque le gustase hacerlo.

 

 

—Lo bueno es que no te quieren— La chica iba a decir algo más, pero se acercó a ellos entonces un tercer personaje, quién desprendía un aire de superioridad, enfundado en un traje de color ébano, una camisa negra de cuello de tortuga y un nada discreto abrigo de piel blanco. El cabello de dicho personaje era casi igual al color de su abrigo, y un par de ojos agua marina eran lo único que resaltaba de todo aquello. Sus feromonas acabaron por abrazar a las del Omega y armonizando con las de la Alfa, quienes se sintieron reconfortados por aquella cálida sensación...

Pero era otra historia los demás, quienes al oler aquello que tan regocijados tenía a los otros, para ellos era una clara amenaza de: No tocar —Me alegra vengas... Aunque lo hiciste demasiado pronto. ¿No fue de tu agrado la Omega?—

 

 

—Sinceramente no... Claro que eso hizo enojar a Madre y pues, Padre está algo tenso con Yakov por eso— Le había dejado un beso en la frente a la hermosa pelirroja de ojos celeste  que tan linda le había recibido... Mientras que miraba con algo de malicia como su pequeño minino estaba crispado ante aquello. Era claro que hacía un esfuerzo descomunal para no ponerse tan sumiso, pero aceptaba era su culpa por desprender tanta feromona descontrolada —Cariño, sabes que no debes de hacer eso... Había al menos tres Alfa a nada de venir por ti—

 

 

—Por algo eres mi dueño y por eso me cuidas... Además de que tú pediste lo hiciera para saber dónde estoy— El Omega no se dejaba amedrentar aún con toda aquella descarga de feromonas de Alfa puro y de clase alta con un olor a chocolate y a sándalo. Pero tampoco era de hierro y al menos ya tenía el sonrojo en las mejillas.

 

 

—Sabía que estabas aquí pequeña preciosidad... Tu aroma es inconfundible para mí— El pequeño de ojos esmeralda se había tensado en automático al escuchar al dueño de aquella voz, pero más su asombro al sentirlo tomarlo de la cintura y hombros, recargando su mentón en la clavícula de este y aspirando su fuerte aroma... Pero repugnando sin duda al portador de las mismas, quién ante las feromonas de su Alfa, no podía aún moverse.

 

—¿Cuánto más debo esperar para que ese zorro blanco te dé en alguna subasta o se aburra de ti? Eres tan hermoso y ni siquiera te usan para placer y mira que ese trasero promete el cielo...— Aquello hizo que el Omega despertase y se sacara al otro de encima, dispuesto a darle una bofetada sin precedente alguno —Tranquilo bebé... Buena tarde Nikiforov deberías de controlar a tu gatito— Era imbécil al hacer que no había visto al otro y menos con la carga de feromonas que traía consigo.

 

 

—Prefiero ser un Zorro que un Lobo— Sonreía pero era clara su molestia. 
Víctor era un Alfa puro y de casa noble por dónde lo mirasen... Pero todos sabían que era el Rey del Hielo y pentacampeón de patinaje artístico en Rusia y en todo el mundo, aunque también era dueño de una de las financieras multinacionales más grandes del mundo. Sin embargo por eso mismo, al no tener en planes el casarse o tener cachorros todos creían que aquella tan bella adquisición de Omega, debía ser un capricho momentáneo o que al menos planeaba dejarlo como sucesor de su trono al tener al junior campeón consigo...

 

 

 

Lo preocupante para la pelirroja y para el mismo Víctor sin embargo, era que ese JJ Leroy siempre seguía al menor fuera donde fuese. También era patinador pero a la sombra de Víctor y fuera de la pista un cantante canadiense bastante pedante y que creía que su estatus le daba el mundo... Y justo eso quiso lograr al molestar al menor.

 

El Omega había estado a nada de ser llevado a juicio por agresión de un Alfa en pleno cortejo (quisiera o no el Omega) y siendo menor de edad, era casi 100% seguro que como compensación se lo darían al otro tal y como el pequeño bastardo quería —¿Podrías dejar de molestar a mi Gatito? Tu presencia lo estresa—

 

 

 

 

—Es tu culpa por no hacer que se descargue adecuadamente y que huela taaaan dulce que sea imposible no estar a su alrededor... Y claro, por no querer vendérmelo— Los ojos grises de ese moreno le molestaban al ruso a más no poder,  pero sabía comportarse.

 

 

—Ciertamente pero, hasta que no sea mayor de edad y pueda comprarlo completamente y no sólo ser su patrocinador, eso no será—

 

 

—Tú vas a estar en mi cama Plisetsky, y si Víctor no se deja de pensar que eres un niño y no se casa contigo, yo te voy a convertir en mi Consorte Trofeo... O mejor aún, mi Esposa y madre de mis cachorros— Había tomado el mentón de Yuri entre sus dedos, haciendo una ligera presión y acariciando con su pulgar el labio inferior de este, pero quitó los mismos al sentir que Víctor aumentaba sus feromonas.

 

 

—Que seguro eres JJ... Pero aún no se ha decidido nada— Era increíble que un Alfa de noble cuna no perdiera su cordura ante esas acciones, pues cualquier otro ya lo hubiera hecho.

 

 

—Solo es una premonición... El rey JJ tiene lo que desea... Y esta gatita rusa será la joya de mi corona—

 

 

—En tus sueños imbécil— El otro era asquerosamente apuesto, un porte del demonio y sin duda un Alfa de clase alta... Pero corriente y asqueroso como humano a ojos del menor.

 

 

—Vamonos pequeños... Debemos llevar a Mila a casa y tú y yo tendremos una charla— Víctor entonces tomó al menor por el cuello, cubriendo su nuca y pasando junto al canadiense, no sin antes dedicarle una mirada altiva y donde el mensaje era un claro desafío.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

—Nos vamos a concentrar en hacer una presentación triple para tu subasta... Será espartano pero sé que puedes resistir eso y más—

 

 

— Qué haz planeado para mí?—

 

 

—Bueno... Haré que entres con una sesión de poldance, para seguir con una sesión de ballet y cerrar con el patinaje—

 

 

—Definitivamente buscas venderme— Se reía pero sabía que dolía.

 

 

—Necesitamos 15 millones como mínimo Yuuri. Tenemos que ofrecer todo lo que tienes— Y era real, necesitaban garantizar los 15 millones o le darían un plan de vida donde se garantizaba el dinero, pero no más.

 

 

—Supongo que sí... Por cierto, aquí solo viene gente de Japón?— Solo hasta ese momento se le había ocurrido preguntar —O... Me pueden llevar?—

 

 

—Podrías conocer el mundo— Era agobiante saber aquello... Pero todo fuera por su familia.

 

 

—Bien Celestino... Tenemos exactamente hasta mi cumpleaños para que me vendas y podamos cubrir esos gastos—

 

 

—Yuuri—

 

 

—No habrá un mejor regalo de cumpleaños que el saber que puedo salvar a mis padres de esto...—

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Que les parecio el capítulo? Les intriga hasta el momento? Que opinan sobre este universo Omegaverse? 
-La última pregunta es la más importante porque e mi primer fic en esta temática-

Agradezco mucho a los que hasta el momento han leído y espero que sigamos hasta el final... Vienen cositas y sorpresas nuevas, así que los que ya me leen saben que espero sus comentarios y los que han comenzado a leerme gracias por la oportunidad y los votos.

Los amo mucho y gracias por estar aquí. tanto a mis Bomshell´s como a las Galletitas o mis corazones de cristal... Los amo de verdad-
Esperen la otra semana con ansias!!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).