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Blue Rose ~MALEC~ por Herloz_Kristallaugen

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Y así... En medio de la incredulidad de lo que ocurría... Alec se encontraba con los ojos mas abiertos que platos... 

Simplemente... Era demasiado irreal lo que pasaba... Sentimientos demasiado encontrados en ese momento... 

QUIZA... No habia una razón en realidad para no sacarse al mayor de encima... Pero... Sus labios... Quizá... El estaba temblando, sin duda alguna, pero, el beso que el mayor le regalaba no era uno que fuera con intenciones ocultas... 

Si, ya sabía... Que tanto podía saber él sobre el amor...? Pero, a ciencia cierta, sentía que Magnus no le estaba besando para ir más allá... Aún... 

Finalmente, entre pequeñas caricias en su cabello y algunos suspiros, el aire hizo falta... Los ojos de Magnus brillaban en un color aún mas atrayente con los rojillos rayos de luz que se colaban por el domo y rebotaban en el candil... Podía sentirse más atraído ante aquél felino ser... Su mirada esmeralda, cubierta de dorado encanto era lo más hermoso que alguna vez se hubiera imaginado... Y tal, como el otro solía decirle... Jamás se había sentido tan bien perdiéndose en algo, como lo hacía en sus ojos...

Por su cuenta, el otro temía el rechazo, sin ninguna duda... Sabía que había jugado con fuego al atreverse a robar un beso del de celestes ojos... Sabía que posiblemente eso fuera la única razón para que el otro huyera de su lado... Pero... De verdad... Alexander era... 







-Nephilim estúpido- Alec no pudo evitar soltar una risotada ante esa manera de romper el ambiente...

-Bane, eres un asco para estas cosas, lo sabes?- Alec estaba sonrojado por lo que acababa de pasar (hasta las orejas) pero... No lo iba a negar... Le había ENCANTADO aquello... Y bueno... Que su primer beso lo hubiera obtenido de tan romántica manera, era ya mucho que decir...

-Déjame en paz...- Magnus colocaba de nuevo la protección en su lugar y se levantaba del banquillo... -Seré un experto seductor, pero... Tu arruinas lo que pudiera haber planeado y me transformas en algo... Diferente...-

-Vaya... Gracias?-

-Tonto... Vayamos al jardín te parece?... Podemos tomar algo en lo que miramos el atardecer-

-... Júrame que no vas a proponerme matrimonio- Alec lo decía regresando a la broma de un rato atrás, mientras salía de aquel bello salón...

-Lo juro... Es demasiado pronto como para casarnos... Aunque ya tengo los nombres de nuestros hijos...- 







La plática entre ambos era demasiado natural ahora... Podían hablar de tonterías, como pasar a citar grandes obras (Alec era tan culto o incluso más que el otro) y se divertían entre esas líneas ya antes descritas... 

Sabían que ambos estaban arriesgando... Pero... No les daba miedo... No había una razón en especial para que ambos se sintieran tan cómodos al lado del otro... Quizá simplemente prefirieran compartir sus silencios y hablar en demasía sólo porque eran ellos mismos... 

Alec por su lado, no tenía muchos amigos... Y pues, en realidad siempre estaba solo en la Universidad... Platicaba mas con los profesores que con sus compañeros, por lo que prefería el silencio de la biblioteca y leer sus versos... 

Magnus al contrario, siempre tenía gente a su alrededor... Todos le hablaban por diferentes motivos, más que nada por lo guapo que era o por su dinero o fama... Pero nadie lo veía como Alec lo hacía... Sin intereses y, aún sabiendo algo de lo mucho que tenía, estaba dispuesto a quedarse sin dinero sólo por pagarle una cena... 

En el jardín, Magnus le había preparado varios cócteles dulces al ojiazul... Claramente este era encantado al ver al otro preparar los mismos y disfrutarlos, mirando el anochecer y de la sonrisa del moreno, era demasiado... Las horas volaban entre risas, silencio y miradas... 

Miraron el atardecer caer y las estrellas aparecer... Mas aún, Alec era fascinado con las luces automáticas del jardín del otro, que hacían ese lugar, un pequeño reino de ensueño... 

Si, el sólo se había echado de cabeza, pero si... Le encantaría pasar tiempo en ese bello lugar... Pero comenzó a hacer frío y debieron entrar, sentándose junto a la chimenea (que el mayor se dignó a encender, sólo por capricho) y Magnus le ofrecía una copa de vino más... Esta vez, Alec había resistido bastante bien el alcohol, a diferencia de la noche pasada... 

Alec se sentía algo mareado pero estaba demasiado cómodo en el enorme sofá como para notarlo... Si, era un asco cuidando de si mismo estando ebrio, pero... Estando con Magnus... Prefería no cuidarse y sólo dejarse llevar... 

El otro, llegó de pronto con pequeñas esferas de chocolate y ajonjolí... Eran trufas... 







-Son trufas... Traídas, al igual que el vino de mi preferencia, desde Portugal... Son bastante ricas... Prueba una- El menor lo hizo y estaba encantado al probar estas mismas...

-Wow... Es muy rico...-

-Gracias...-

-Tu no, Magnus...-

-No lo soy..-

-...-

-...-

-... Cállate si ya sabes la respuesta...-

-Alexander...- Demonios... Su nombre dicho con aquella voz sonaba... -No quiero presionarte ni mucho menos pensar que voy demasiado rápido... Pero... Dime... Como te has sentido a mi lado...?- El silencio reinaba entonces... Alec tenía la mirada baja, pero... Estaba sonrojado...

-Magnus Bane... Tu compañía me es realmente grata... Sólo... No me presiones con preguntas como estas y arruines el momento... De nuevo...- Aunque el mismo era el que reia al recordar como el otro hace un tiempo atrás lo había hecho... Aunque... el valor que comenzó a aparecer en él, era lo que mas miedo comenzó a darle... 








Alec estaba sentado al lado de Magnus en el mullido sofá para 4 o incluso 5 personas, sin embargo, estaban en una de las orillas; de nuevo, él junto al reposabrazos y el otro a su lado... Y por esa sencilla razón, podía admirar el perfil del mayor... 

Y, precisamente, por ese perfil, se atrevió a acariciar la oreja de Magnus, que poseía unos cuantos pendientes, obviamente con brillo, pero muy discretos... El otro en cambio, cual felino, se limitó a soltar un suspiro ante el dulce tacto en esa zona... 

Quizá Alec se sintiera como un enfermo, pero, el suspiro de Magnus le habia parecido música a sus oídos... Sabía claramente que para nada le iba a rechazar, por lo que se animaba a delinear cada uno de esos pendientes, mientras observaba como el otro dejaba la copa en la mesa y se dedicaba a sentir esa fina caricia... 

Estaba entonces jugando al gato y el ratón... Sabía que el mayor podía en cualquier momento reaccionar ante aquello pero... No podia parar... La piel de Magnus era tan suave... Que lo llevo a deslizar su mano por la parte del cuello que era visible ante el... Sentía la curvatura como si hubiese sido dibujada sólo para quedar a la medida del otro... 

Magnus por su parte, estaba cómodo con el tacto y la atención a su persona, por lo que no dudo en inclinar la cabeza al lado contrario para que Alec pudiera brindarle más de esas caricias... En parte, luchaba con su yo interno, sobre no lanzarse sobre Alec y tomarlo ahí mismo, porque no quería asustarlo, pero... No podía ocultar la obvia y clara química que había entre ellos... 

Alec se sentía en cambio, perdido, pue del otro, parecía tenerle hechizado... Aun en esa situación no podía concebir que solo con un par de mensajes, un par de salidas y unas miradas, no pudiera sacarlo de su cabeza... Le tenía totalmente embelezado, con cada suspiro y con cada una de sus respiraciones... Incluso el... No podía evitar querer más que solo tocar su cuello... Vislumbrar más de esa acanelada piel de lo que esa camisa le permitía... 

Si... Se asustaba, pues, nunca se había en realidad masturbado pensando en alguien en especial... Y el hecho de ahora, querer dar un paso más allá con alguien que conocia de tan poco... Sólo podía sentir escalofríos al pensar en eso... 

Pero esto era demasiado... Magnus estaba haciendo gala de un auto control que no tenía y eso, ya lo estaba sintiendo en varias partes del cuerpo, ya no solo lo pensaba... Y justo cuando las manos de Alec regresaron a su oído que ya no pudo consigo mismo... 







-Magnus...-

-Perdóname... No soy tan fuerte como para resistir esta tortura...- 








Y de esa manera fue que lo besó de nuevo... Pero esta vez, lleno de pasión... 

Los ojos de Alec ahora se cerraban con fuerza... Su corazón, extrañamente le decía que el mayor no seria capaz de lastimarlo; como lo sabía? En realidad, no lo sabía... Pero... Sentía ser solamente un humano en los brazos del otro... Y uno demasiado pleno...

Magnus por su lado, sentía que todas aquellas ansias y tensiones que sentían entre ellos, podían minimizarlas sólo con aquel toque... Lo besaba con fuerza, si... Pero con la mayor de las dulzuras y ternura que jamás se hubiera imaginado tener... 

Lo animaba a jugar un poco con sus labios y a atreverse a usar la lengua... Incluso, a darle acceso a su boca... Mordía de vez en vez, esos carnosos labios que el menor poseía... Si... Magnus Bane estaba yendo al ritmo que el otro le imponía con su inocente ser... Y este a su vez, flotaba entre todo aquello...

Magnus podía sentir como Alec temblaba bajo su cuerpo, pero, aún con ello, sentía el como sus manos se aferraban a su saco, así como lo iba desarreglado de poco en poco... No podía detenerse ahora y sin medirlo, se separó de los labios de Alec para descender por su cuello, y el primero ni sabiendo en que momento fue que desabrochó su camisa... Sonreía entre los besos, pues miraba las marcas que antes había hecho, así, como la blanca y nívea piel se iba coloreando de un bello rosado ante el contacto... Sin embargo, lo más maravilloso fue el escuchar al dueño de ese magnífico cuerpo, emitir un leve gemido, cuando mordió su clavícula con más fuerza que la anterior usada...

La mente de Alec estaba perdida en algún lado... O más bien, se encontraba en llamas... Tenía miedo... Pero no se atrevía a alejar al otro de él para no perder la oleada se sensaciones placenteras que se estaban acumulando en ciertas zonas... Podía sentir invadir todos sus sentidos la colonia, el aliento, la voz, la temperatura... Todo lo que proviniera de Magnus... Y más aún al ver su mirada llena de fuego... Al parecer, el apreciarlo tan bien era un consuelo... Se asombró al mirar abajo y darse cuenta que su camisa ya estamos desabrochada y su saco ya no lo tenía puesto... 

Se asombro al mirar al de ojos verdes retirarse el saco y la camisa de un jalón, dejando ver sus pectorales y abdominales perfectamente definidos, no marcados en exageración... Solamente, marcados y definidos... Demonios... Eso era exactamente aquel chico de exótico encanto: un demonio... Y ahora él era quien se lanzaba a sus labios, abrazando la cadera del otro con sus piernas y pegándolo a su cuerpo... Sintiendo esa canela piel arder junto a la suya de marfil... 

Y exactamente entre esos besos salvajes que Alec parecía tener muy bien ocultos, y que Magnus estaba a punto de colar su mano dentro de los pantalones del Alec...  Comenzó a sonar el celular del ojiazul... 

Sin duda... Magnus nunca había odiado tanto la tecnología como en esos momentos... Se retiró lentamente de encima del pelinegro y sonriendo le indicaba iría al sanitario... 

Por otro lado, Alec estaba enojado, sorprendido y a la vez aliviado por eso... Que fue lo que estuvo a punto de hacer...? Hubiera seguido en la Luna de no ser porque el tono de celular era el de su madre... No quería contestar, pues se preocupaba más por lo que había en sus pantalones que por lo otro... Sin embargo, conocía a su madre y no colgaría hasta obtener una respuesta del otro...







-Alexander, puedo saber dónde estas y si estas consciente de la hora que es?-

-Perdóname madre... No he visto el reloj...-

-Al salir de la escuela, si no vas a entrenamiento, debes volver a casa directamente...-

-Estoy terminando un trabajo... Una presentación...-

-Presentación es la que necesitarás si no llegas a casa pronto...-

-Madre...-

-No estoy interrumpiendo nada que no se pueda terminar en tu casa... Regresa ahora mismo...- Y fue así que colgó... 







Magnus de verdad pareciera un brujo... Ahora estaba vestido de nuevo y como si nada hubiera pasado y el... Bueno... Sólo se perdía en los ojos verdes dorado del otro, que juraría Alec, estaban brillando mientras le miraba dando un sorbo a su copa de vino... 

Adrenalina era lo que sentía Alec ahora al ver a ese chico que era un delito para él... Ahora lo miraba tan sensual y atrayente...







-Debo llevarte ahora cariño?-

-S-Si quieres quedarte puedo pedir un taxi...-

-Como si fuera a dejar que otro mirara este bello rostro... Aunque... Si no te arreglas... Volveré a comerte... Y esta vez, entero...-








De verdad... Como se responde ante eso...?

Notas finales:







No me maten OwOu juro que compensaré sus amenazas de muerte por eso... Buenos días tardes o noches a todos nwn...

 


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