-¿Y bien, como me veo?-pregunto a su hermano mientras se miraba al espejo de tamaño completo.
-mmmmmm, bien supongo- fue la respuesta del pelinegro a la pregunta un poco molesto.
-¿Supones?, ¿qué significa eso Tatsuya?- volteo la mirada un momento para después volverla a dirigir al espejo.
-Te ves bien Taiga, es solo que estoy harto que me preguntes lo mismo cada 5 segundos- estaba un poco irritado- entiendo que estés nervioso pero todo va a estar bien- bajo su tono de voz para conciliar a su hermano.
-Yo-yo lo siento es solo que…-su voz comenzaba a quebrarse evitando que alguna palabra más saliera de su boca.
-Ok, don’t worry. Are you ready? It’s time to go-le dedico una sonrisa a su hermano para después salir de la habitación mientras el pelirrojo lo seguía con una sonrisa.
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Su alarma sonaba por toda la habitación de una forma muy insistente, anunciando que debía levantarse pronto, tomo el despertador y como pudo lo apago, su cuerpo se sentía pesado y sobre todo las piernas ya que el entrenamiento de un día antes lo había agotado por completo, aun recordaba todo con exactitud.
Flash back.
-Muy bien Seirin, gran partido el que tuvimos hoy- una sonrisa se podía apreciar en la cara del capitán al ver a su equipo con alegra por su anterior victoria.
-Hyuuga- digo capitán deberíamos ir a celebrar- menciono uno de los chicos del equipo con un gran entusiasmo animando a sus compañeros.
-¿Si por qué no Hyuuga-kun?, muy merecido nos lo tenemos- dijo mientras pasaba su brazo por el más chico dándole un abrazo amistoso.
-mmmm, creo que tienen razón, ¿por qué no?-alejo el brazo de Teppei comenzando a caminar dirigiendo a su equipo al lugar donde celebrarían.
-Muero de hambre, oye apresúrate Kuroko o nos dejaran atrás- gritaba para que su compañero saliera de las nueves y regresara a la realidad.
-Ya voy Kagami-kun- corrió hacia su compañero para continuar con la charla.
Todos se dirigían a la salida del lugar, cuando sin previo aviso vieron como un cuerpo un tanto “frágil” y el revoloteo de una falda se interponía entre su camino.
-¿Que sucede Riko?- pregunto el capitán algo confundido al notar que su entrenadora tenía en manos un enorme abanico de papel.
-Nada, solo que no creo que sea el momento para celebrar- menciono con una sonrisa un poco diabólica la cual causo que todo el equipo se estremeciera.
-Vamos Riko, no seas así los chicos se lo merecen- el castaño la tomo del hombro intentando persuadir a la joven.
-No claro que no- su voz sonaba segura- nadie va a celebrar, por sus idioteces casi perdemos el partido y ustedes aun quieren celebrar-tomo la mano que la detenía y le dio un pequeño pellizco provocando el quejido del castaño.
Kagami realmente no quería entrenar más lo único que quería hacer era comer y descansar un buen rato así que se disponía a huir del lugar. Miro discretamente a su sombra y entre miradas le decía “Kuroko, vámonos de aquí antes de que se den cuenta”, el peli celeste solo asintió con la cabeza.
Estaban dando media vuelta para salir por algún otro lado sin hacer ningún tipo de ruido temiendo que este los delatara y los demás los descubrieran, justo cuando daban su primer paso para salir huyendo del lugar, ambos sintieron como una delicada mano los tomaba por los hombros y los estrujaba.
-¿A donde creen que van los dos?- los jóvenes la veían aterrada-¿acoso pensaban huir?- no recibió respuesta alguna.
-……-todos estaban en completo silencio al darse cuenta que lo único que podían hacer era resignarse.
-Qué bueno que lo entiendan-termino para darle órdenes a su equipo el cual obedeció sin ninguna protesta.
Fin del flash back.
No podía creer que el cuerpo le doliera de una forma tan terrible, dispuesto a dormir de nuevo se acomodó en su cama y cuando tenía los ojos por cerrar recordó algo importante.
-Kuroko- dio un brinco de la cama y se dirigió al baño- rayos lo olvide por completo, se molestara si llego tarde.
Kagami se movía de un lado a otro en su departamento buscando muchas cosas que necesitaría para su salida, tomo su abrigo y bufanda ya que como aún era invierno el clima era completamente helado y el pelirrojo no lo soportaba así que mejor decidió abrigarse bien, tomo sus llaves y dispuesto a salir miro la hora de su reloj “Maldición”, fue lo que pensó para salir corriendo de su apartamento.
Corría por las calles despavorido, chocando con mucha gente y disculpándose con cada uno de ellos, estaba a solo dos calles de llegar pero no podía disminuir el paso ya que iba 20 minutos tarde de la hora acordada. Al fin llego a la puerta de un gran parque donde se lograban a preciar grandes árboles con solo sus troncos desnudos, miraba a su alrededor para buscar desesperadamente a su sombra. Justo cuando decidió buscarlo por otra parte, logro apreciar a lo lejos una cabellera celeste, sin pensarlo se dirigió hacia esta.
-Lo-lo siento Kuroko, me quede dormido- decía entre jadeos mientras intentaba regularizar su respiración.
-No te preocupes Kagami-kun, por lo menos esta vez llegaste- miraba sus manos rojas por el frio, mientras le dedicaba una pequeña sonrisa a su luz.
Kuroko tenía la nariz roja y las yemas de los dedos también, “debió haberme esperado mucho tiempo” pensó por sus adentros Kagami. El peliceleste al sentir la mirada del mayor alzo su rosto para que sus miradas se cruzaran.
-¿Qué?- su voz tenía un tono serio.
-No nada- se exalto al oír la expresión de su compañero- será mejor que nos vayamos o nos congelaremos.
-Yo no fui el que llego tarde- miraba a su luz por el rabillo del ojo mientras caminaba.
-Lo siento de verdad, es que me quede dormido estaba agotado por lo de ayer- se excusaba el As de Seirin- Ya se para compensártelo yo te invito el desayuno, aún es temprano así que es buena idea ¿vale?- le dedico una enorme sonrisa a su amigo para que aceptara la propuesta.
-Está bien- se sonrojo un poco por la acción de este, pero no fue notada ya que el color de sus mejillas ya estaba un poco rojas por el frio.
En el restaurante.
Una camarera del lugar los llevaba a su mesa, habían decidido ir a un restaurante familiar ya que ahí los desayunos eran muy buenos. Se sentaron en una mesa junto a un gran ventanal que daba hacia la calle. Al instante les pidieron sus órdenes el más alto pidió un café y un omelet, mientras que el más bajo pidió una malteada de vainilla y unos panqueques.
-¿Y bien que era de lo querías hablar?- dijo el pelirrojo mientras esperaban su orden.
-¿Eh?- en su cara se veía una expresión de sorpresa.
-¿Como que “eh?”, tú me citaste ayer, que ya no lo recuerdas.
Era cierto Kuroko lo había olvidado por completo, un día antes al terminar su arduo entrenamiento este le dijo a Kagami que si se podían ver al día siguiente porque tenía algo muy importante que decirle.
-Sobre eso… es etto- jugaba con sus dedos por el nerviosismo que lo empezaba a invadir.
-¿Que es Kuroko?- la duda lo estaba comiendo.
-Bueno es que yo.. Yo…- demonios no podía hacerlo no se lo podía decir, “no es ahora o nunca” se decía por su adentros dándose ánimos así mismo- bueno es que tú me gustas Kagami-kun- agacho su rostro ya que se moría de vergüenza.
Unos segundos de silencio les rodeaba, algo incómodo para el peliceleste. Al no poder más decidió ver el rostro de su compañero para así poder ver su expresión.
-Aaaaah- soltaba un suspiro con alivio- Tu también me gustas Kuroko- le mostro una gran sonrisa al más bajo lo cual provoco que los ojos de este se iluminaran y llenaran de brillo- después de todo eres mi mejor amigo.
Había olvidado lo lento que podía llegar a ser su amigo, puso su mano sobre su frente dejando todo su peso caer sobre esta.
-¿Que pasa Kuroko?- cuestiono a su amigo al ver su reacción- Fue algo qu~ - fue interrumpido por la mesera.
-Disculpe, aquí están sus órdenes- dijo mientras ponía los platos sobre la mesa.
-Ah, gracias- dijo Kagami para poder recibir la comida.
- ¿Le gustaría que escribiera alguna frase?
-¿Eh?- no entendía la pregunta de la muchacha.
-Sí, ¿le gustaría que le escribiera alguna frase a su omelet?- pregunto de nuevo.
-Ah~etto- no sabía que tipo de frase le podrían escribir.
-Disculpa, ¿te molestaría si lo hago yo?- pregunto mientras dirigía su mirada a la mesera.
-No para nada, aquí le dejo todo- terminaba de poner las cosas sobre la mesa- si necesitan algo mas no dude en pedírmelo, con su permiso- finalizo para dejar a los dos jóvenes a solas de nuevo.
-Oye Kurok~- fue interrumpido por el mismo mientras le quitaba su plato de comida.
Kagami miraba curioso a su compañero no sabía que era lo que escribía tan concentrado en el omelet .Estaba a punto de cuestionarlo de nuevo pero el más bajo le devolvía su plato desviando la mirada hacia la ventana.
Miro su plato con curiosidad.
I love You Bakagami!
Se sorprendió al ver lo que estaba escrito, no entendía el significado de esas palabras no porque no supiera ingles si no que no sabía cómo interpretarlas, miro a su compañero el cual tenía un sonrojo en sus mejillas lo cual no era muy peculiar en él. Quedo un segundo mirándolo hasta que por fin reacciono y comprendió las palabras del omelet y lo que le había dicho antes.
Kagami se sonrojo hasta las orejas, no sabía cómo reaccionar o siquiera que decir, Kuroko lo miraba algo complacido.
-Que bueno que al fin lo entiendas- tomo sus cubiertos y comenzó a comer despacio sus alimentos.