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Melodías a tu nombre (ShiIta) por zeldaxlove1997

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Abre los ojos incomodo al sentir un peso extra encima, acostumbrándose a la molesta luz que se cuela por las cortinas entreabiertas, en un gruñido se estira, causando que ese peso extra se remueva y murmure entre sueños, con un timbre de voz que le congela la sangre. 


- ¿Podrías dejar de moverte, Shiro? ya en un rato te doy de comer - 


Tragando pesado descubre con cuidado las sabanas que recubren el bulto encima suyo, haciéndolo pegar un grito ensordecedor mientras se echa para atrás y cae de culo al piso con todo y sabanas, redescubriendo por fin la silueta que había estado descansando encima suyo todo ese rato. 


- ¡Que te calles, joder! - la persona se incorpora sentándose en la cama con el pelo largo enmarañado, si estuviesen en otras circunstancias se habría burlado pero considerando su posición no se atreve ni articular palabra - Que te he dicho que... - un silencio sepulcral inunda la alcoba al tiempo en el que los orbes azules se encuentran con los ajenos, como si analizara lo que está pasando - 


Finalmente luego de eternos 30 segundos este pega un grito y un salto quedando en las mismas condiciones que el de apariencia extraña. 


- ¿T-Tú que h-haces aquí? - dice nervioso el rubio, caminando de un lado a otro por toda la habitación, agarrando fuertemente la sabana que estaba tendida en el suelo para cubrir su desnudez - 


- Lo mismo me pregunto - el azulado se pasa las manos por el pelo en un gesto de desesperación y angustia - ¿Dónde está mi ropa? 


- ¡Al carajo tu puta ropa! ¿No te das cuenta de lo que está pasando? ¡qué diga! ¿¡De lo que sucedió?! - el rubio estaba muy exaltado, poniendo incluso más nervioso de la cuenta al mayor - 


- ¡Claro que lo sé! no me trates como idiota, que no hace falta analizar mucho viendo la circunstancia en la que estamos - se agarra el puente de la nariz, eso se ganaba por haber bebido en exceso anoche - 


- Y-Yo iré a darme una ducha - intenta escapar sin ánimos de seguir viéndole la cara al mayor, estaba seguro que sus mejillas estaban ardiendo - será mejor que te vayas... - 


- Hmm.. si supongo - ambos estaban que se morían de la vergüenza y eran incapaces de dirigirse la palabra por más rato, pero lo más preocupante es que seguramente con ese acontecimiento muchas cosas cambiarían entre ambos, posiblemente no podrían volver a verse jamás - Deidara.. - le llama mientras por fin encuentra su ropa y empieza a colocársela, también sirviendo como método para no verlo directamente - 


- ¿Qué quieres? - el rubio seguía con la mirada abajo, en un vano intento por apagar el rubor en sus mejillas - 


- No comentemos nunca más esto. - 


- Idiota, por supuesto que no lo haré y por tu bien que tampoco lo hagas - 


- No, Deidara no bromeo, nadie debe saber nunca esto... en especial Itachi - 


Y no sabe porque la declaración le provoca un ardor desagradable en el estomago, es decir, desde siempre supo que Kisame estaba enamorado de Itachi pero no era capaz de decírselo, incluso en más de una ocasión se llego a burlar de sus intentos por captar la atención de este, no comprendía entonces porque su pecho le dolía tanto en esos momentos. 


Sin dar respuesta se mete al cuarto de baño, dejando que el otro suelte un suspiro cansino, terminando de colocarse la chaqueta 


Toma su móvil y sonríe al ver el mensaje del pelinegro. Lo que habría dado por haber pasado la noche con él en vez del rubio.  


Justo cuando gira el pomo de la puerta la voz de su amigo le detienen 


- Oye - el rubio asoma la cabeza por la puerta del baño - ¿quién estuvo arriba? - 


Kisame está seguro de que en ese momento podría haberle dado un infarto ante la desfachatez del ojiazul 


- Adiós, Deidara - decreta ignorando la pregunta mientras sale dando un portazo - 


- ¡Hey idiota, que me lo digas! -  gruñe molesto, pero su pregunta queda al aire cuando se retira la sabana y ve unas marcas de dedos alrededor de su cintura - hijo de.... - 


 


 


 


 


La sonrisa del pelilargo inquietaban a Mikoto que le veía sentada en el comedor mientras su hijo se preparaba el desayuno con una peculiar actitud positiva, cosa que había dejado de ver en él desde que Fugaku falleció, tuerce el gesto al recordar a su difunto esposo, de verdad que le hacía mucha falta. 


- Hoy tienes turno en la lavandería, deje la ropa de la señora Chiyo en el cuarto de lavado, debe estar listo el pedido para antes de las 6:00 pm - habla sin ningún tipo de tacto, ni tan siquiera un pequeño "gracias" recibía de su madre - 


- Está bien, lo tendré listo - pero ni siquiera la actitud mas cizañosa del mundo le podría borrar la sonrisa con la que amaneció - 


Mikoto mira con una ceja alzada y los labios en una fina línea recta el aspecto del pelilargo, llevaba puesto unos jeans negros y una camiseta negra de cuello v y un cárdigan del mismo tono, el pelo a diferencia de otras ocasiones que siempre se le veía atado pero con uno que otro mechón rebelde fuera de la coleta baja, ahora se lucía espléndido en una coleta alta bien sujeta. Y no era para menos la reacción de la mujer pues estaba tan acostumbrada a ver a su hijo con un aspecto descuidado por las pocas horas de sueño, que verle tan alegre y con atuendos más atrevidos le extrañaba. 


- Luces más activo que en otros días, seguro te fuiste a perder el tiempo con el vago ese - menciona sin la más mínima sensibilidad - 


- Ya no estoy saliendo con Hidan - responde tranquilo, cosa que sorprendió a Mikoto pues veía a su hijo muy enamorado de ese chico y saber que todo habría terminado para ambos creía que le afectaría de peor forma, pero ver la actitud tan pacifica e incluso alegre de Itachi le confundían - 


 


Sin dejar que su progenitora responda seguramente con algún otro comentario despectivo, toma sus cosas para marcharse al colegio 


- ¡Nii-san, espera! - la vocecita chillona de su hermano detienen su paso y le observa bajar dando brinquitos en las escaleras para llegar rápido con su mayor - Olvidaste esto - le entrega la chamarra negra que le presto Shisui en la fiesta - 


- Gracias, Sasuke - acaricia un moflete del menor, agachándose hasta quedar a su altura - pero no bajes así los escalones, te puedes caer y fracturar una pierna ¿de acuerdo? - 


- Si - responde bajando la cabeza con timidez - 


- ¿De quién es eso? - aparece Mikoto con los brazos cruzados - 


Itachi se piensa unos segundos si sería buena idea mencionarle sobre Shisui a su madre, pero de inmediato descarta la idea en cuanto piensa las probabilidades de que empiece a cuestionarle su relación porque era algo que ni él sabía 


- Me la presto Deidara, ayer estaba haciendo mucho frío en su casa - 


- Tú siempre perdiendo el tiempo en tonterías, deberías de enfocarte en la escuela o cuando menos ayudar más en el negocio, pero siempre decides irte a perder el tiempo en fiestas y cosas de niños tontos - escupe con odio - 


Y no sabe si es por tanta adrenalina o porque esa mañana se despertó diferente, con un aura de más seguridad inexplicable que se atreve a encarar a su progenitora 


- Me esfuerzo mucho para ayudarla, no está mal dar las gracias de vez en cuando - Mikoto no dice nada, solo voltea el rostro hacía la ventana evitando verle directamente - Hoy no tengo turno en la cafetería, llegare lo antes posible y por favor le pido que ayude a Sasuke con su tarea que creo es más importante que una telenovela - sin más sale de casa, sintiendo como la mujer le asesina con la mirada - 


 


Deja escapar un suspiro de alivio y libertad en cuanto cierra la puerta de casa, siente su cuerpo arder en adrenalina, un sentimiento de satisfacción se instala en su pecho, causando una sonrisa imposible de borrar. 


En todos esos años, aún con la muerte de Fugaku jamás le había respondido a su madre por mucho que está le ofendiera, siempre se guardaba las cosas pues creía que eran su mejor defensa para no armar un pleito más grande, eso a la larga le dio derecho a su madre a faltarle el respeto constantemente, no es capaz siquiera de recordar cuando fue la última vez que su madre le hablo con cariño, todo se resumía en que llevara dinero a la casa y cuidara de Sasuke cuando Mikoto no estaba de humor para soportar a su hermanito. A Itachi eso no le disgustaba, después de todo él adoraba a su hermano con todo y sus berrinches, pero la carga de trabajo tanto en la escuela como en sus dos empleos le estaban consumiendo toda la energía, se había privado tanto de las aventuras de cualquier adolescente de su edad que incluso cuando se paraba a indagar en ello una tristeza le arrastraba.


Pero ahora con la repentina aparición de Shisui y el pequeño encuentro que tuvo con él fue el motor que necesitaba para querer hacer un cambio en su vida, que puede sonar tonto considerando que es alguien a quien acaba de conocer y de quien no sabe otra cosa más que el nombre, pero esa tranquilidad y confianza que le brindaba le hacían sentir bien, era como si solo necesitara de Shisui para parar por un momento todo el caos en el que se había transformado su vida. Ver la radiante sonrisa del ojirojo a causa de él le provocan cosquilleos en el estomago, incluso creyó notar una ligera risa nerviosa al recordar la cercanía del mayor ayer por la noche en la fiesta, sus manos cálidas acunando su rostro mientras sus miradas se conectaban, la respiración contraria chocando contra su piel, erizándola. 


Sus labios tan cerca de los suyos que casi podría tocarlos... 


Pega un brinco cuando el sonido de un claxon le espantan los recuerdos de la fiesta, tirando los libros que llevaba en brazos al suelo 


- Lo lamento, creo que debí llamar en vez de tocar el claxon - observa con la boca entre abierta al pelinegro que sale de un mercedes benz amg c63 color negro - 


Sus orbes se pierden en los ojos rojos, tragando saliva con pesadez 


- Aquí tienes - le mira extrañado pero reacciona en cuanto le ve con los libros que se le cayeron - 


- Gracias... - murmura apenado, tomando los libros causando un roce entre ambas manos cuando los sujeta - 


- Te ves diferente - menciona el ojirojo examinándolo de pies a cabeza, causando un sonrojo en Itachi, ahora se sentía sumamente avergonzado, nunca antes se había arreglado de esa forma, la seguridad con la que tomo las prendas y se alisto frente al espejo se había esfumado en cuanto tuvo al mayor frente a él, mirándole con tanto detenimiento que creía que si seguía así le daría un ataque cardíaco - te queda bien - 


Itachi solo puede bajar la mirada y morderse el labio 


- Voy camino a la escuela - habla el mayor notando la incomodidad en el otro - creía reconocerte y bueno... así fue ¿quieres... que te lleve? - se rasca tras la nuca con cierto nerviosismo a una negativa de parte del pelilargo - 


Itachi está apunto de decirle que no pero que agradecía la amabilidad, pero cae en cuenta del tiempo mirando su reloj de muñeca, daban más de las 8:13, si tomaba el transporte no llegaría a la primer clase, así que sin más remedio asiente con cierta vergüenza, pero causando una sonrisa satisfactoria del pelinegro que no tarda en poner en marcha el auto. 


- Creía que tenías un chofer - murmura queriendo romper el silencio sepulcral  - 


- Ah.. si bueno mis padres insistieron que el primer día estarían los estudiantes alborotados porque ya se había difundido la noticia de que estudiaría ahí, así que decidieron contratar seguridad por si algo se salía de control - admite con cierta pena - 


- Tus padres te cuidan mucho - sonríe con cierta melancolía al recordar como era su madre antes de que su padre muriera - 


- Si, pero a veces es asfixiante - tuerce los labios en gesto de reproche - ellos no están de acuerdo en que me dedique a esto, piensan que es una perdida de tiempo, que a la larga me moriré de hambre - bufa intentando no entrar en muchos detalles, sabe que si lo hace perderá el control y comenzara a decir todo lo malo de sus progenitores - pero supongo que eso lo pasamos todos con nuestros padres ¿no? - ríe en vano para olvidar el tema - seguro que los tuyos deben de sacarte de quicio en algunos casos - 


- Mi padre falleció hace unos años, mi madre es con quien vivo ahora - 


Shisui se muerde la lengua con deje de culpa 


- Lo siento, no debí... - 


-No, descuida - le sonríe de medio lado - paso hace tiempo - 


- De todas formas, lo siento - aprieta los labios - siempre estoy quejándome de lo que tengo y no me paro a pensar en los demás - 


-No es tu culpa - 


El ojirojo le mira con una leve sonrisa, realmente le encantaba esa actitud tan humilde y pacifica del pelilargo. 


Aparca el coche en uno de los cajones de estacionamiento, al parecer ya muchos estaban en clases pues no ve a alumnos transitando por el lugar


- Gracias por traerme - escucha el hilo de voz del menor mientras toma el seguro para desactivarlo y salir - 


Sin pensarlo mucho le sujeta del brazo, viéndole voltear a mirarlo con confusión 


- ¿Puedo invitarte a salir al terminar las clases? - casi podía sentir una gota de sudor recorrerle toda la espina dorsal y un tic acomodarse en su ojo izquierdo, joder ¿porque estaba tan nervioso? no es como que nunca haya invitado a salir a alguien - 


- Perdón, no puedo - el pelilargo intenta zafarse del agarre que no es fuerte pero tampoco le dejan retirarse -  


- ¿Porque? - 


- Tengo cosas que hacer hoy y no tendré tiempo de terminar mis deberes - responde apenado - 


Shisui no puede evitar sentir una ligera decepción, se había planteado llevar a Itachi a un restaurante italiano en el que se comía muy bien y ya después si él menor se lo permitía ir al parque de Konoha.  


- Entiendo. - 


- Oh casi lo olvido - el pelilargo saca de su mochila, la chamarra negra perfectamente bien doblada y se la entrega - gracias - 


El ojirojo asiente y deja la prenda en la parte trasera del coche mientras el menor camina hacía los pasillos que dirigen a las aulas. Sin querer darse por vencido corre hasta el menor 


- ¡Espera! - este detiene el paso y se gira para ver al pelinegro agitado - ¿Podemos vernos al menos a la hora del almuerzo? - era su última oportunidad y esperaba está vez no ser rechazado - 


Itachi medita unos segundos antes de sonreír ligeramente


- Está bien - 


Y Shisui no puede con la felicidad que su respuesta le produce


- Bien, entonces.. te veo en las jardineras ¿o prefieres que pase a tu salón por ti? - 


El pelilargo no puede ocultar la risa que le provoca ver el nervio del mayor, se suponía que él tendría que estar así pero la confianza que le irradiaba le hacía sentir bien. 


- Te veo en las jardineras - finaliza desapareciendo por los pasillos. 


 


 


Las clases transcurren con normalidad, por supuesto que las miradas angustiadas de sus amigos no pasan desapercibidas por Itachi que de ves en cuando les pregunta si todo está en orden a lo que sus amigos reaccionan con mucho nerviosismo asintiendo y jurando que no ocurre nada malo. 


Le resta importancia, si tenían algo que decirle estaba seguro que se lo contarían más tarde, pero lo que sino puede evitar es las ansias que le producen encontrarse con Shisui nuevamente, mira a cada rato el reloj de pared de los salones y da ligeros golpecitos con su pierna en el piso en una desesperación porque el tiempo pase más rápido, incluso le cuesta trabajo prestar atención a la clase, en dos ocasiones Tsunade le llamo la atención, exigiéndole estar atento al tema y amenazando con reprobarlo.


Una vez que escucha el timbre anunciando la hora del almuerzo coge rápido sus cosas ante la mirada confusa de sus amigos que se piensan dos veces antes de preguntarle, decir que se estaba comportando extraño sería tanto como ponerse la soga ellos solos, pues tampoco eran la excepción tratándose de comportamientos raros. 


Itachi sale de prisa pero no avanza mucho cuando pega un salto al ver al ojirojo fuera de su salón 


- Creí que quedamos de vernos en las jardineras - 


- Lo sé, pero.. no pude aguantar más el verte - el menor baja la mirada avergonzado y solo asiente adelantando el paso para evitar ser tomado de la mano, no estaba seguro de como reaccionarían las chicas y chicos cuando les vieran juntos, peor aún si los cachaban tomados de las manos, seguramente las fans de Shisui lo mandarían directo al hospital por robarles a su ídolo, aún y con todo eso no evita que el mayor pase su mano por la espalda del pelilargo mientras se dirigen a las jardineras - 


Toma asiento en una de las bancas, encogiéndose sobre su lugar 


- ¿Que te gustaría comer? - pregunta amable el ojirojo - 


- Hoy es miércoles de yakisoba - 


- ¿De verdad? creí que tendrían diversos platillos - nunca le había tocado un instituto con esa clase de modalidades - 


- No, por lo general tenemos un menú, solo los viernes traen 3 guisos distintos y puedes escoger el que quieras - 


- Hmm.. ya veo, entonces supongo que yakisoba será - ríe resignado - vuelvo enseguida - finaliza yendo a los comedores donde ya había una pequeña fila de estudiantes esperando su almuerzo - 


Itachi recarga los brazos en la mesa, esperando pacientemente al pelinegro, sacando de vez en cuando su móvil para revisar sus redes, buscando en sus apps más frecuentes el perfil de Shisui, no tiene que buscar mucho pues con solo poner su nombre no tiene la necesidad de anexar su apellido, es la única cuenta verificada con ese nombre, checa sus números 1M de seguidores 


De verdad es muy cotizado piensa con cierta tristeza, no porque le disguste que le vaya bien en lo que se dedica, sino que sabe de antemano que si esto fluyera bien entre ambos, no podría tener jamás exclusividad, pues Shisui es un artista que está en contacto directo con mucha gente que lo quiere y respeta, Itachi no podría hacerse a la idea de que tendría un novio anónimo. 


Retira esos pensamientos y decide guardar el celular, no quería arruinarse ese momento en sus locuras mentales. 


- Así que ya conseguiste a alguien que me reemplace - escucha a sus espaldas, reconociendo la voz de inmediato - 


- ¿Qué quieres, Hidan? - no tenía ánimos de discutir - 


- Nada, solo quería comprobar si era cierto, pero bien dicen que los calladitos son los más canijos - se burla soltando una sonora carcajada - 


- Déjame en paz - 


- Hey ¿Porque te pones así? ¿Te piensas que he venido a pedirte que vuelvas? no, mi niño - apoya las manos en la mesa, irritando aún más a Itachi - culos hay muchos, lo malo que tu te me cotizaste bastante - 


- E hice lo correcto, no sabes cuanto me hubiera arrepentido haber dejado que un imbécil como tú me tocara - escupe con asco - 


- Cuida tu tono, que no por ser doncel no puedo romperte la cara - amenaza apretando los puños - 


- Hazlo, para que entonces todos vean lo poco hombre que eres y lo infeliz que alcanza a ser una persona que no logra cogerse a un chico - 


Hidan le mira con furia más que dispuesto a soltarle un puñetazo y quebrarle la nariz, pero sus acciones se detienen en cuanto escuchan una voz profunda y muy grave que le provocan un ligero escalofrío


- Aléjate de él. 

Notas finales:

¡Actualización sorpresa! tengo algunos capítulos adelantados, agradezco enormemente tener la inspiración al mil porque de otra forma tardaría mil años en terminar esto, es el fic que más rápido he avanzado, antes escribía fics de otro personajes anime y la verdad que me tardaba mucho en terminarlos, espero seguir con este buen ritmo

Como siempre agradezco sus bellos comentarios y votos, no dejen de decirme su opinión, recuerden que es la que importa. 

Nos leemos luego. 

 


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