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Melodías a tu nombre (ShiIta) por zeldaxlove1997

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La sonrisa de lado solo le hacían enojar más, pero no quería armar un escándalo en ese momento por lo que con todas sus fuerzas se contuvo de darle un buen puñetazo en la cara, vio que la mirada violeta se posaba en lo que traía en manos por lo que ocultó rápidamente la caja en su mochila, alejándolo de miradas curiosas. 


- ¿Que quieres? - hablo rápido, no le apetecía quedarse a charlar con ese tipejo, menos sabiendo que era el responsable de que Shisui hubiese vendido su canción - 


- ¿Porque te portas así? no vengo con mal intención, tranquilizate un poco, ya te estás volviendo igual que Shisui - ríe sarcástico - 


- No tengo tiempo para esto, sino tienes nada interesante que decirme me voy - hace ameno de volver a su camino pero la irritante voz le detiene - 


- Espera, escucha Itachi - suelta un suspiro cansino - yo no soy tu enemigo, no sé que haya podido contarte Shisui sobre mi pero no soy la clase de persona que dice - 


- No, yo no necesito creer que lo eres o no, lo sé por lo que hiciste - 


- ¿Hablas del tema que me ha vendido? - maldito cínico, pensó Itachi - 


- Y todavía tienes la desfachatez de preguntarlo - se cruza de brazos indignado - 


- No, espera que tu no entiendes cómo sucedieron las cosas - niega rotundamente - Shisui me la ha dado sin ningún tipo de oposición, todo esto fue consensuado, no sabría que significara tanto para ti, de otra forma jamás la hubiese adquirido - 


- Por favor ¿te piensas que me voy a tragar ese cuento? no seas iluso - 


Natsuno aprieta los labios, como si realmente estuviese arrepentido, desviando la mirada hacía los demás locales. Internamente estaba pensando en alguna otra estrategia, Itachi no se veía la clase de tipos que cayeran fácilmente en sus trampas, tenía que tener precaución.


- Vamos ¿porque me la daría? - 


- No sé cómo sucedieron las cosas pero me huele a que lo manipulaste - 


El pelimorado arquea una ceja indignado


- ¿Cuestionas mi honor sin nisiquiera conocerme? - 


Itachi se detiene unos segundos, si bien era cierto eso, estaba nuevamente haciéndose falsas ideas de la gente pero es que no podía poner en duda las palabras de Shisui, el confiaba plenamente en su pareja, en su cabeza no daba la posibilidad de por un segundo dudar de él. 


- Confió en Shisui - 


- Y si tanta confianza le tenías ¿porque vendió la canción que te escribió a un desconocido? - este sonríe satisfecho con la mirada deprimida del menor - escucha Itachi como ya te lo dije desde un principio, yo no soy tu enemigo ni pretendo serlo, solo quiero que seas totalmente consciente que Shisui no es la persona de fiar que te piensas, te lo digo porque yo he pasado por situaciones similares, te enamoras de una persona y se juran amor pero el dinero ciega pronto a las personas, tan es así que se olvidan de todo ese amor que en algún momento te juraron - 


- Shisui no es así - responde firme, confiaba plenamente en la lealtad de su pareja - 


Natsuno ya un poco fastidiado hace una respiración profunda, pero sin perder el hilo de su actuación.


- Se nota que se ha esforzado contigo - le mira directamente a los ojos - pero tengo una última pregunta - 


- ¿Que cosa? - revolotea los ojos, quería irse - 


- ¿Tu crees que lo haces feliz? es decir, él viene de una familia de la alta, que no está acostumbrada a ver gente que no sea de su mismo estatus ¿te piensas que eso no pueda incomodarlo? - 


- A él nunca le ha importado eso - por mucho que quisiera mantenerse firme, las sucias palabras de Natsuno le calaron hasta los huesos. Claro que había pensado en ello pero las atenciones y amabilidad del ojirojo le hacían olvidar que no pertenecía a su mundo lleno de lujos - 


- ¿Eso te ha dicho? bah, es la misma excusa que yo ocupo cuando quiero salir con alguien - 


- La diferencia es que tú no te pareces en nada a Shisui - le reta con la mirada - 


- Cierto, cuando menos yo no le hago ilusiones a la gente de algo que no puede alcanzar - 


Sus palabras eran duras y la vuelta a su realidad era cada vez más pesada, como si ese mundo rosa que había formado con Shisui se fuese desvaneciendo, mostrándole su realidad. Shisui lleno de gente rica y egocéntrica a su alrededor, tomando champán, platicando sobre sus acomodadas vidas y él... trabajando en una pequeña cafetería utilizando un mandil viejo y fregando pisos a media noche, contando las monedas para comprar su almuerzo en la universidad. 


Una punzada en su corazón le advierten que se retire antes de que termine llorando frente a ese sujeto tan despreciable. 


- Itachi se honesto contigo mismo, no perteneces a este mundo de ricos, cuando te vi el día del evento por un momento pensé que eras de nuestro medio pero ahora que te veo - recorre con la mirada de arriba abajo el atuendo del menor - sé que no es así - 


Respira profundo y hace un esfuerzo inhumano por no soltar las lágrimas que comenzaban a acumularse en sus ojos 


- Tienes razón, tal vez no pertenezco en este lugar y creo que así es mejor, porque yo no me imagino teniendo tanto dinero y siendo tan infeliz como tú - aprieta los labios con fuerza, ¡rayos! ¿porque tenía que sentirse tan menos ante gentuza así? - 


Natsuno suelta una risa burlona, provocando que el pelilargo enfurezca más y apriete los puños con impotencia, porque sabe que no puede actuar de forma agresiva sin saber si ese tipo tendría a sus guardias cerca de ahí, si le tocaba un pelo podría ponerse en peligro total. 


- Oh Itachi, mi dulce e inocente niño - toca su rostro con las yemas de los dedos, provocándole un asco total - creo que Shisui te ha metido ideas muy tontas a la cabeza pero no te preocupes que ahora yo te las voy a aclarar de una vez por todas - de los bolsillos de la chamarra que portaba saca las fotografías que anteriormente mostró a Shisui- 


Itachi abre los ojos desmesuradamente, viendo a detalle cómo se revelaban las imágenes en las que estuvo con el ojirojo en la cascada, donde se apreciaba perfectamente el rostro de ambos, no había manera alguna de no reconocerle a ambos. Lleva su mano a la boca con angustia, mirando la felicidad plasmada en el rostro del otro. Baja la mirada pensando que quizá.... era esa la razón por la que Shisui no había querido decirle de cómo vendió la canción, todo era claro ahora. 


Furiosas lágrimas de frustración caen por sus bellos ojos que ahora perdieron todo rastro de firmeza, ¿porque la vida era así de injusta con él? había pasado por tantas mierdas que el hecho de conocer a Shisui había pasado a ser la única parte de felicidad que tenía desde la muerte de Fugaku, pero ahora ya ni siquiera sabía si él fue justo en algún momento de su relación, se la pasó reclamando y llorando por la acción del mayor que no se detuvo a pensar que tan grave era el problema. 


- Tienes que empezar a pensar que es lo mejor para él, si en verdad lo amas - vuelve a guardar las fotos en su chamarra - ¿crees que es justo que tenga que ver a escondidas a su "pareja"? la gente fuera del medio no tiene muchas posibilidades de estar con gente de nuestro estatus, es la cruda realidad - 


- Pero... yo lo amo - susurra - 


- Entonces no lo condenes a dejar sus sueños por ti - responde serio, no tenía ni un ápice de piedad- Si él tuviera la oportunidad de ir a hacer su gira al extranjero ¿crees que lo haría aún estando contigo? estoy seguro que se negaría de solo pensar en dejarte - 


La cruda y patética realidad le atacaba de nuevo. No estaba siendo justo con Shisui, solo estaba priorizando su felicidad. 


No responde nada, solo se mantiene quieto dejando que las lágrimas fluyan por sus mejillas, sintiéndose tan vacío e inútil. 


- Piensalo bien, Itachi, las fotos pueden circular en cualquier momento y eso arruinaría por completo la carrera de Shisui ¿en serio serías tan egoísta para permitir que sus sueños caigan solo por tu obsesionado amor? - deja la pregunta al aire, volviendo a su coche, dejando al pelilargo solo y con un hueco muy profundo en el pecho - 


 


 


 


 


Las cosas no podría decirse que habían vuelto a ser como antes pero si que hubo un cambio que ya no fue tan negativo como en otras ocasiones, Deidara podía decir felizmente que estaba cooperando en todo para que Sasori le perdonará, todos los días procuraba hacer lo imposible por almorzar con él en los descansos y pese a la pequeña oposición que ponía este al final terminaba accediendo. Por otro lado había tomado la decisión de enviarle un mensaje a Kisame para quedar en un lado y por fin hablar tranquilamente, creía que ya era tiempo de perdonar las cosas y seguir adelante, porque de detenerse y seguir lamentando su situación no le llevarían a nada bueno, hundirse en su depresión solo lo desviarán de su camino, no volvería a perderse a sí mismo nunca más. 


- No sabía si querrías tempura, así que te traje ramen, espero no te disguste - se rasca la nuca con nervios - a mi hermano este platillo le encanta, me imagino que debe ser tan bueno como para pedirlo casi siempre - forma una sonrisa que para Sasori es lo más tierno que ha visto en el día - 


- Descuida, me gusta el ramen - le devuelve el gesto, haciendo espacio para que se siente junto a él - 


- Me alegra escuchar eso porque la fila era muy larga - el comentario le hace soltar una pequeña risa al pelirrojo - 


- No soy tan cruel para enviarte de nuevo a la pila de alumnos amontonados - 


- Menos mal, comenzaba a preocuparme - hace un gesto dramático - 


Pese a todavía no disculparse las cosas, el ambiente a diferencia de otras veces se sentía más cálido y sin tensiones, casi pacífico, una paz que se creyó perdida ante tanto sufrimiento pero que por suerte de la vida parecía estar tomando el orden de las cosas a su debido tiempo, sabía que sería muy apresurado querer solucionar todo de golpe, así que se decidió a dejar que la vida fluyera como tuviera que ser, ya no iba a intervenir más en pensamientos negativos que su mente le jugara o lo que las personas quisieran hacerle, creía firmemente que esto que le estaba pasando era su segunda oportunidad para acomodar todo como antes, quizá no tendría el mismo trato de la gente como en un inicio pero se esforzaría al máximo por dar lo mejor de sí esta vez sin pedir permiso de nadie. 


Incluso en esos días se dio a la tarea de enviarle mensaje a Kisame, lo que sorprendió bastante al azulado que con algo de nervios le respondió, para su fortuna este no se negó a conversar como se lo esperaba, contrario a eso se mostró muy interesado en lo que el rubio tuviera que decirle. Había extrañado tanto hablar con su amigo si es que todavía lo eran, que le dio mucha alegría que no se hubiera perdido esa soltura con la que se comunicaban, y creía que ese era uno de los factores que permitieron dialogar calmadamente, por supuesto que le aclaró que ese problema jamás se borraría y que no lo olvidaría pero que intentaría con todo su ser hacer que las cosas funcionaran y pudieran conversar de frente en algún momento, también en su pequeña plática se enteró no solo que Kisame ya había intentado besar a Itachi, cosa que le puso a la defensiva al blondo pero que se calmó en cuanto le mencionó que no llegó a nada, pero que su locura le llevó a buscar una actividad para olvidarlo y entre ellas fue dar clases donde al parecer conoció a una chica muy amigable llamada Konan y que parecía tener como tonto a Kisame. La noticia le cayó de sorpresa pero lejos de molestarle, le alegró bastante saber que por fin encontró a alguien el azulado, le vio por años permanecer soltero que incluso bromeaba constantemente diciendo que terminaría solo y en un departamento lleno de gatos y paredes agrietadas, pero al final se mostró muy feliz porque Kisame hubiera encontrado algún interés amoroso. 


Ya podrás dejar a Itachi en paz, así evitaras que te anden rompiendo la cara fueron algunas de las palabras de juego que le menciono


Si, su vida estaba por fin recobrando ese color de antes. 


- El viernes por la noche iré a un concierto junto a Kankuro ¿puedes venir? - menciona el pelirrojo en voz baja, aún no se atrevía a mostrarse como siempre - 


Pero el simple hecho de la invitación ponen muy feliz al blondo que asiente efusivo. 


- Me encantaría ¿a que hora y en donde? - 


- A las 10:00 en el auditorio de Konoha, puedo pasar por ti - 


- Gracias - sonríe amable, tomando la mano del mayor que solo gira el rostro a un lado y se levanta rápidamente de la banca - 


- Me tengo que ir, si no vuelvo a clases seguro que me reprueban, te veo luego - toma su mochila con las manos temblorosas - 


- Sasori - 


- ¿Mmh? - 


- De verdad quiero que esto funcione - le mira directamente, forzando una media sonrisa, viéndolo con toda la sinceridad posible - 


El mayor bufa y está vez es quien toma la mano contraria


- Yo también, solo... dame tiempo ¿de acuerdo? - 


- Esta bien - asiente resignado pero esta vez sin ningún tipo de mal presentimiento, porque sabía que ambos estaban siendo honestos el uno con el otro, como debía de haber sido desde el inicio - 


Se despide del pelirrojo y toma la bandeja con la comida a medio comer para devolverla al comedor escolar, también debía volver a clases. 


Arruga el gesto sabiendo que le tocaba clase con Tsunade, lo peor es que eran 2 horas largas de eterno sufrimiento en el que estaría sudando de los nervios cuando está le hiciera cualquier pregunta, pero más le valía entrar, después de todo no había estudiado pero peor sería faltar... oh eso sería un extraordinario garantizado. 


Bufa resignado y se mete por los pasillos, grave error porque en cuanto lo hace enfoca la vista al frente donde se encuentra la silueta de... oh no


- Deidara - llaman a lo lejos - 


Como puede sale disparado corriendo ante la mirada extrañada de los demás alumnos, mientras escucha cómo van unos pasos tras de él, acelera el paso pero maldecía su condición física porque a los segundos se cansó y detuvo el paso, tomando bocanadas de aire de a golpe.


- Deidara espera - 


- ¿Es que eres de goma? ¿como no estás sudando? - decía entrecortado, aireando su camiseta para quitar el calor - 


- ¿Dónde está Itachi? - 


- Ay no - dice asustado - 


- Me ha estado evadiendo toda la semana, estoy seguro de que tu sabes donde está - 


- Yo no lo sé, Shisui, déjame en paz - 


- Deidara por favor, Itachi me ha estado evitando todos estos días y ni siquiera se porque - hablaba desesperado y con cierta angustia, no tenía en mente nada malo que hubiese hecho para que el pelilargo le ignorara olímpicamente - 


- Pues más vale que vayas haciendo memoria porque él no actúa así solo porque sí- se cruza de brazos - 


- Para eso necesito hablarlo con él - suplica con la mirada - ¿puedes hacerme ese favor? - 


- No, le prometí a Itachi que no lo haría - se queja con el ceño fruncido - 


- ¿Entonces si sabes dónde está? - 


- ¿Qué? ¡No! - estaba echándose de cabeza solo, maldita conciencia - 


- Deidara - 


- Ay no, me dijo que no te lo dijera sin que supieras realmente que fue él quien me pidió que no te lo dijera - se agarra la cabeza con angustia - 


Y Shisui no podía con la mente loca del amigo de su pareja, si que era bastante extraño pero era la única forma de dar con Itachi 


- ¿Y puedo siquiera saber donde queda la casa de su tío? tengo entendido que se mudó con él - 


- No te lo diré - 


- ¿Porque?- dice ya fastidiado - 


- Porque sería tanto como traicionar la confianza de Itachi y eso de traicionar yo no lo quiero volver a experimentar - 


Shisui se agarra del puente de la nariz y se mentaliza unos segundos, debía mantener la calma aunque la desesperación le estuviera jodiendo por dentro. 


- Bien ¿y puedo hacerle una llamada desde tu celular? que mi número no lo contesta ni por error - era su única opción, de otra forma tendría que recurrir a lo más bajo y triste de mandar a alguien a espiarlo y descubrir dónde quedaba la dichosa casa - 


- Escucha Shisui, quisiera ayudarte pero no puedo romper la promesa que le hice a Itachi, entiéndeme, es mi amigo y si hago esto sería tanto como jugar con su confianza - 


Claro que lo entendía, pero en esos momentos era tanta su desesperación que no veía forma de sacar información del blondo, estaba claro que su lealtad a Itachi era muy grande, quizá solo quizá juzgo mal por un momento a sus amigos, al menos a Deidara. 


- De acuerdo, no te molestó más - dice resignado - me da gusto saber que tiene amigos que se preocupan tanto por él - forma una media sonrisa forzada - 


El blondo le observa con pena, igual y también llegó a juzgar mal al pelinegro por lo mismo de que su amigo había tenido una mala experiencia con el desgraciado de Hidan, pero con Shisui era muy diferente, podía ver en sus ojos sinceridad y mucho amor por su amigo. Tal vez..


- Itachi mencionó que vería a su hermanito el viernes al salir de clases, no lo sé... tal vez lo vea en la casa de su madre, imaginó sabes donde queda - se rasca tras la nuca - 


Y Shisui no puede estar más agradecido que nunca. 


Con una sonrisa radiante mira al blondo que baja la mirada avergonzado 


- Gracias, Deidara - 


 


 


 


Llevaba horas recostado mirando a la nada, con una que otra lágrima corriendo por su mejilla, tres días habían pasado desde que el resultado se dio a conocer. Ya era algo inminente y no era que le desagradara, porque no se sentía mal por eso, sino que su mente viajaba como en un bucle ante las palabras con su encuentro con Natsuno aquel día que salió de la consulta. 


¿Porque tenía que sentirse así? ¿porque la gente siempre buscaba pisotearlo? siempre ha soportado malos tratos de la gente, que le griten y quieran ordenar, que lo vean como un inútil que no puede valerse por sí mismo como tanto se lo repetía Danzo-sama, como un error en su vida como se lo dejó ver su madre y ahora como un poca cosa para el mundo tan grande en el que vivía Shisui, en él que gente tan desdichada como él jamás entraría en un mundo lleno de gente rica y con clase, porque desafortunadamente la vida no estaba para sonreírle a él. 


Se sentía tan miserable de la mierda de vida que le tocaba vivir día con día, porque aún y ahora que pensaba en los bonitos momentos junto a su padre que en su tiempo fueron su cura placebo para soportar la desdicha de su vida, ni siquiera parecían hacer efecto en ese instante en que su corazón estaba rompiéndose en pedazos, abriendo todas las grietas que fueron formándose conforme la gente lo iba lastimando


Su madre, la persona que siempre amo y respeto toda su niñez aún en su adolescencia pese a los malos tratos de la mujer, jamás pasó por su cabeza algo negativo hacía ella, porque aún cuando ella se encargará de despedazarlo todo el tiempo, creía que aún había una pizca de amabilidad muy dentro de su ser, quería convencerse de que en algún momento su madre regresaría a ser la de antes... que tonto e iluso se vio por años pensando eso, porque durante mucho tiempo espero eso y jamás llegó, porque Mikoto ya no tenía nada que ofrecerle, más bien, nunca lo tuvo y eso fue lo que más le dolió. 


Sasuke, su pequeño y malcriado hermano, había tantas cosas que le encantaban de él que dejó pasar por muchos años lo negativo, como el hecho de que siempre le acusara de cosas falsas cuando hacía un berrinche, sabiendo muy bien que Mikoto lo reprendería, o las veces en las que arruinaba sus trabajos por simple diversión, quiso adjudicarlo a su edad pero no... él jamás le hubiera hecho algo así si las cosas fueran al revés, pese a eso amaba con todo su ser a su hermanito, no tenía ningún tipo de rencor hacía él.


Danzo, su jefe durante muchos años, ese que desde que lo contrató le dejó muy en claro que era un inútil y que siempre lo sería. Siempre lo dejaba horas extra en el trabajo y no le daba una paga por ello, al contrario, le amenazaba con quitarle el empleo en caso de quejarse, era un tirano de lo peor, aprovechándose siempre de la situación del menor para que en la más mínima exigirle más y más cosas como "recompensa" de no haberlo echado a la calle por "inútil", según decía. Un tipo de lo peor. 


Y de sus amigos que podía decir... eran la balanza ante toda la desgracia, ellos eran quienes se esforzaban en hacerle ver que no todo estaba perdido aunque así fuera, porque siempre le sacan fuerza para no derrumbarse, porque le quieren y apoyan, pero en estas circunstancias ya no sabe si eso es suficiente. 


Si, estaba siendo un completo egoísta con las atenciones que han tenido sus amistades, pero es que ese hueco en su pecho le estaban generando pensamientos muy negativos y todos ligados a lo torpe e inútil que era. 


Shisui, oh su adorado novio, ese que lograba sacarle las sonrisas más sinceras del mundo, aquel por el que su corazón bombeaba con fuerza, por el único que su mente se bloquea y se centra únicamente en esa tierna mirada carmesí que le transmiten todo el amor que su vida necesita, como si su única presencia llenara todo ese vacío en su ser, porque Shisui era como un ángel para él, siempre tan amable y amoroso con él, preocupado por su salud, viendo que nadie quiera tratarlo mal, era todo un amor de persona. 


Y él... ¿que podía ofrecerle? nada, absolutamente nada. 


Porque cada que veía a Shisui y esa luz resplandeciente que lo rodeaba, le hacían regresar la vista a él, donde su mundo oscuro y lleno de desgracias parecían jalar y colgarse desesperadamente del brillo de este, opacando esa luz que tanto caracterizaba al ojirojo, porque desde que le conoció no le ha traído más que desgracias, hacerlo dudar de sus sueños y de la oportunidad de salir de donde está. 


¿Que clase de persona era? 


Estaba pensando únicamente en su felicidad, no se detuvo a pensar en que era lo que necesitaba Shisui, porque él se sentía tan bien a su lado que no le preocupaba nada más. No, ya no podía ser así, no quería ser la razón por la que Shisui renunciara a sus sueños, porque aunque su vida esté destinada a ser un fracaso, no iba a jalar al ojirojo en su oscuridad. 


Pero.. ahora no solo era el hecho de pensar en el bienestar de ambos sino que alguien más los necesitaría más que nunca


Baja la mirada y con lentitud posa su mano en su vientre, mordiendo su labio con fuerza ¿porque algo tan bello tenía que tornarse oscuro por la injusticia de una vida deprimente? 


¿Porque es tan difícil? 


Escucha el sonido de unas llaves y sabe de inmediato que su tío ha regresado a casa, con algo de miedo se sienta bien en la cama y limpia las lágrimas de hace unos momentos, respirando hondamente, intentando calmarse


Aprieta las manos con decisión y se levanta, bajando hasta la sala donde el mayor está dejando su saco en el sofá 


- Tío, hay algo que quiero contarte - 


 

Notas finales:

Ya sé que tarde en subirlo pero es que se me secaron las ideas, estuve toda la semana trabajando en el cap y nada más no se me venían buenas ideas


En fin, espero que lo estén disfrutando bastante y también les dejó una buena noticia y es que ya estoy comenzando a trabajar en el fanfic omegaverse que les prometí, tengo pensando subirlo el 15 de junio así que estén al pendiente, de igual forma estaré publicando cualquier noticia sobre eso en mi perfil


No olviden dejarme sus bellos comentarios que ya el siguiente es el último capítulo y estoy super emocionada por ello, así que no se lo vayan a perder, les mando muchos abrazos y nos vemos la última sesión 


Besos<3. 


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