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I N C O R R E C T O por Ckonny Nickole

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CAPITULO 9.

El clima allá afuera se había descompuesto y las paredes de su habitación no parecían ser lo suficientemente gruesas como para protegerlo del frío. Sabía que con solo dar aviso a una de las enfermeras que solían rondar por el pasillo durante el día podía solucionar el problema, pero no lo necesitaba por el momento. Esos brazos acogedores que le envolvían por la cintura eran suficientes para hacerlo entrar en calor.

Sasuke observó el tranquilo rostro de Naruto que dormía a su lado, ajeno al peligro que los rodeaba cada segundo que este se mantenía en su habitación a escondidas. Sin embargo, no lo despertó y permitió que el hokage descansara.

Durante los días que había permanecido en el hospital, Sasuke memorizó el horario en el que Sakura solía visitarlo y según sus cálculos aún faltaban  unas horas para que esta apareciera en la habitación para revisarle. Era una suerte que su esposa fuera la directora del hospital y estuviera tan ocupada, de lo contrario la tendría más tiempo pegada allí con él.

Suspiró intentando apartar los oscuros pensamientos que invadían su cabeza sin querer. Se había prometido así mismo no seguir dando vueltas en ello, de lo contrario temía sucumbir ante la culpa. Culpa de la que estaba seguro que Naruto no era ajeno y que además compartía. Aun así, le impresionaba que Naruto se mostrara menos afectado que él siendo que era la persona que más perdería de ser descubierto.

Ah, quizás si era demasiado pronto para preocuparse. Buscó distraerse tomando su medicina que siempre le hacía sentir mareado al comienzo, formando una mueca desagradable sin poder evitarlo.

—Me encanta esa expresión. Toma otra pastilla para que pueda apreciar esa mueca indefensa que haces ‘ttebayo.

Sasuke negó con la cabeza ante el comentario burlón de la persona que se removía a su lado desperezándose — Ya conocía yo tus oscuros fetiches, más no imaginé que serías capaz de reconocerlos abiertamente.

—Oh bueno, no es tan malo. No creo ser el único hombre a quien le guste ver a su amante hecho un desastre —Se excusó Naruto, sentándose en la cama para ofrecerle una luminosa sonrisa— Además, tus ojos se ven tan hermosos llenos de lágrimas.

— ¿Qué es esto? —Cuestionó Sasuke sin saber cómo tomar las palabras del otro— ¿Una propuesta sadomasoquista? No sé si estoy muy de acuerdo con darte el placer.

Naruto puso los ojos en blanco ante su negativa— Si, si, luego no me pidas que te ahorque mientras lo hacemos. Yo sé muy bien lo que te provocan mis dedos presionando contra tu yugular —Cuando notó que Sasuke se volteaba mirándolo en advertencia dejó los juegos de lado y le abrazó pasándole un brazo por los hombros relajando el ambiente— Uhm… ¿Buenos días?

—Tardes —Corrigió Sasuke aceptando de mala gana el beso sobre sus labios— Me sorprende que aún no hayan venido por ti. Konoha tiene suerte de seguir en pie con un hokage tan irresponsable a su cargo.

—Uhm… No puedo trabajar ‘ttebayo —Se quejó Naruto escondiendo su rostro en la curvatura del cuello de Sasuke aspirando su aroma fresco— Mi cabeza da vueltas cuando estoy sin ti, ¿Debería pedir que me internen también? Así podría estar a tu lado en todo momento.

—No seas idiota —Lo reprendió Sasuke acariciando el cabello rubio distraídamente— Eso sería demasiado sospechoso.

Naruto rodó los ojos sin que Sasuke lo notara — Si, que terrible seria. No queremos que eso suceda — Masculló con cierto tono de reproche en su voz que Sasuke decidió pasar por alto.

Naruto era consciente de la inseguridad que Sasuke traía consigo, podía notarlo en su expresión corporal cada vez que aparecía de la nada en la habitación y en sus ojos siempre pendientes de la puerta temiendo ser descubierto en cualquier momento. Si Sasuke actuaba así cuando estaba con él, no quería ni imaginar las cosas que pasaban por esa cabecita suya complicada cuando quedaba solo. En la mente de Sasuke Uchiha, nunca nada andaba bien y el estado en el que lo había encontrado ayer, con la mirada perdida y quieto como si intentara ser un objeto más de la habitación, se lo había dejado claro. Más no preguntó nada y dudaba hacerlo pronto por miedo a arruinar lo que creía haber recuperado.

Sin embargo, no dudaría en hacerle frente si la situación comenzaba a agravarse. ¿Es que Sasuke no podía confiar en él? ¿Qué era eso que le estaba volviendo tan inseguro? Estúpidamente había creído que ambos irían a sus respectivas casas para finalizar la farsa de sus matrimonios una vez definieran sus sentimientos, pero eso no ocurrió, de hecho veía muy lejana esa opción. El Uchiha parecía dispuesto a mantener la relación de ambos en secreto por el momento privándole de una explicación.

Naruto tampoco se había atrevido a exigirle una abiertamente, tenía muy pendiente los reclamos de Shikamaru y las advertencias indirectas de Kakashi por lo que entendía de cierta forma el actuar de su pareja, aunque le hiriera.

Él había tomado una decisión, ¿No podía llevarla hasta el final?

Sintió que las caricias en su cabello se detenían para cambiar de lugar y moverse hacia su brazo derecho con sumo cuidado.

— ¿Por qué las vendas? —Preguntó Sasuke distraído con las vueltas de esa tela enrollada en el brazo de Naruto.

Naruto sonrió, apartándose del cuello del Uchiha para enseñarle su brazo alzándolo un poco — Por ti —Respondió orgulloso haciendo que Sasuke alzara una ceja sin entender— Este el recordatorio del lazo que nos une y mi propio castigo —Aclaró estirando su brazo derecho para tocar el muñón que formaba el brazo izquierdo que Sasuke había decidido perder como castigo de sus antiguas acciones.

Si Sasuke no se hubiese tensado de esa manera tan notoria cuando lo tocó en aquel lugar que parecía ser tan íntimo habría inclinado su rostro para besarle allí con todo el amor y devoción que sentía hacia él.

Sasuke no pudo evitar hacer una mueca acongojada ante esa explicación — ¿Amarme es tu castigo? — Preguntó entonces, esperando recibir una respuesta juguetona o incluso de reproche buscando tranquilizar sus emociones.

Pero Naruto nunca se había visto tan serio cuando le respondió — Sí. Se podría decir que sí.

No sabía si Naruto estaba esperando una respuesta a sus palabras, pero Sasuke estaba lejos de saber qué responder a estas. Había tanto oculto en tan pocas palabras. Por primera vez, no tuvo nada que decir cayendo en un mutismo extraño mientras las palabras de Naruto daban vueltas en su cabeza, inquietándolo.

—Uchiha-san —Avisó una voz detrás de la puerta de la habitación seguido de unos leves toquecitos haciendo respingar a ambos sacándolos de su estupor. La joven enfermera que solía aparecer de vez en cuando en la habitación de Sasuke para comprobar su estado se adentró a la habitación quedándose completamente congelada al ver al hokage allí—  ¡Séptimo! Buenos días —Saludó por cortesía pero con una incomodidad palpable en su voz temiendo haber interrumpido algo sin querer por la manera en que ambos hombres la miraban.

Naruto fue el primero en reaccionar al reconocer a la chica — ¡Hey! —Saludó de vuelta con una amplia sonrisa que hizo a Sasuke arquear sus cejas— Hacia tiempo que no te veía por aquí. ¿Hana, no?

La mencionada se sonrojó al escuchar su nombre y asintió tímidamente en afirmación — Yo… solo soy una enfermera practicante. No vengo todos los días al hospital —Intentó explicarse sintiéndose cohibida al ser repentinamente el centro de atención— ¿E-está de visita, séptimo?

El hokage antes de responder reparó en la mirada tensa que le dedicaba su pareja haciéndole fruncir el ceño unos momentos — Uhm, algo así ‘ttebayo —Se cruzó de brazos caprichoso sin quitar su atención de la chica evitando el contacto visual con esos ojos negros temerosos.

Sasuke chasqueó la lengua al no obtener la atención de Naruto y sintió una especie de peligro cuando notó que la atención de la chica recaía en la cama deshecha en la que se encontraban ambos recostados, demasiado cómodos. Maldición. Por suerte no estaban en ninguna posición comprometedora.

Hana dejó su inconsciente inspección del cuarto al notar que su paciente la estaba mirando. Por un algún motivo, se le pasó por la cabeza que ese atractivo hombre estaba a punto de asesinarla por lo que fue inevitable estremecerse.

Naruto no tardó en notar la tensión en el aire y apiadándose de la pobre chica soltó un suspiro llamando la atención de ambos antes de que las cosas se volvieran repentinamente peligrosas.

—Bien, supongo que esta es la señal para volver al trabajo —Mencionó con una mueca disconforme enviándole una última mirada a su amante que no dejaba de lucir tenso ante la presencia de la enfermera. Intentó no mostrarse herido y simplemente salió de allí murmurando cosas por lo bajo relacionadas a tener que regañar a Shikamaru por no haber ido a buscarlo.

Cuando la puerta se cerró, la tensión creció mucho más que antes y Hana se batalló la posibilidad de abandonar su labor por el momento e intentarlo más tarde pero fue cuestión de segundos para tener a su paciente delante de ella, con esa expresión inmutable de la que hacía gala, pero incluso ella reconoció el aire peligroso que rodeaba aquel hombre cuyo expediente conocía tan bien como cualquier shinobi de la aldea, por lo que sabía que debía tener cuidado de lo contrario las cosas no terminarían a su favor.

— Estoy seguro de que Sakura no permite que nadie aparte de ella se encargue de mi recuperación —Dijo entonces Sasuke y chica se estremeció ante su ronca voz— ¿Qué te diferencia de las demás enfermeras?

Hana se encogió sobre sí misma cuando alzó la mirada para responder a su atractivo paciente notando la peligrosa cercanía que le aceleró el pulso – Es porque Sakura-san es mi tutora… —Respondió a medias esperando que Sasuke entendiera lo que quería decirle. Pasó saliva con dificultad sintiendo que su respuesta no fue lo que el otro quería escuchar.

Sasuke sintió el peligro mucho más marcado que antes al saber que esa enfermera tenía una relación directa con su esposa, haciéndole sentir en desventaja. Bastaría con que la chica hiciera un solo comentario sobre Naruto y él para que Sakura lo descubriera, por lo que debía asegurarse de que eso no sucediera.

— Uchiha-san, tengo que… —La chica calló cuando el mencionado tomó su muñeca deteniendo el movimiento que acababa de hacer con su lápiz. Ella se sonrojó hasta las orejas y supo que tenía una ventaja a su favor después de todo.

—Necesito que me hagas el favor de no decirle a Sakura que Naruto estuvo aquí —Fue directo en su petición que más sonaba a una orden.

Hana recordó la vez que el hokage le pidió algo parecido haciéndole dudar por unos segundos.

— ¿Por…? —Quiso preguntar muerta de curiosidad, pero sus intenciones se vieron opacadas por la atrayente figura del hombre que la arrinconó en la pared solo con dar un par de pasos hacia su dirección. Ella era la que se había movido inconscientemente hacia atrás intentando mantener distancia.

—No es de tu incumbencia.

La enfermera volvió a estremecerse creyendo que había escuchado la seductora voz de un demonio que le hacía jugar a su favor. Hana tuvo que morder sus labios para ahogar cualquier sonido de excitación que saliera de su boca por ser el centro de atención de tan atractivo hombre que ni siquiera tenía que poner un dedo encima para producir cosas en ella.

El hokage había sido más juguetón en su chantaje, suave y amable, en cambio Sasuke era agresivo y directo, atacándola con la seguridad de su atractivo sin siquiera tener la necesidad de cambiar de expresión o compartir un contacto íntimo con ella.

Ahora entendía todos los rumores sobre lo que provocaba la apariencia de Sasuke en los demás, desde admiración hasta un deseo incontrolable de ser consentida por ese hombre serio e inalcanzable.

Sin ser plenamente consciente, asintió con la cabeza en sumisión haciendo que Sasuke ampliara la distancia entre ambos volviendo a su lugar en la cama para el chequeo de rutina. Solo entonces se permitió respirar otra vez.

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Tenía pensado en volver a su despacho para terminar el trabajo pendiente por unas cuantas horas esperando que en el transcursos de estas le hicieran todos los chequeos correspondientes a Sasuke y así no tener que lidiar con interrupciones cuando regresara, pero apenas puso una pie fuera de la habitación supo que su plan aparentemente sencillo podría echarse a perder repentinamente por culpa de un inconveniente.

Con el sonido de la puerta cerrándose tras de sí impidiendo que pudiera escuchar cualquier conversación entre Sasuke y la enfermera se quedó mirando a Sakura parada delante suyo quien había estado a punto de entrar a la habitación deteniéndose apenas lo vio salir de esta.

— ¿Naruto? —Preguntó en un tono sorprendido que no pudo evitar— ¿Qué estás haciendo aquí? No es horario de visitas —Informó ella, con cierto recelo en su voz.

—Vine a hablar con Sasuke sobre unos asuntos ‘ttebayo —Respondió Naruto atento a cualquier expresión que hiciera su amiga sintiendo su cuerpo tensarse de solo estar parado delante de ella.

Sakura hizo una mueca haciéndole ver que no estaba muy conforme con su explicación, pero intentó disimularlo con una sonrisa — ¿Algo urgente? —Cuestionó con cuidado.

—Urgente —Afirmó el hokage sin moverse de su posición frente a la puerta de la habitación, como si no quisiera dejar entrar a Sakura allí— Una enfermera está revisando a Sasuke —Comentó intentando sonar casual y Sakura ni siquiera se inmutó.

—Sí, es parte de la pasantía de Hana. Ahora mismo iba a monitorear su trabajo.

—Mh, debe ser difícil estar a cargo de este hospital, Sakura-chan —Mencionó Naruto intentando sonar empático al tiempo que le palmeaba el hombro amistosamente— Deberías descansar de vez en cuando.

Había hecho ese comentario sin malicia ni motivos ocultos, pero Sakura pareció de pronto malinterpretar sus palabras pues tensó la mandíbula.

— ¿Es así? —Cuestionó ella desviando su mirada hacia la puerta de la habitación en donde debía estar su esposo con Hana y luego volvió hacia Naruto— Lo pensaré, aunque no creo tomar tu palabra. Somos ninjas después de todo, en cualquier momento podría aparecer un paciente crítico y debo asegurarme de estar allí para cuando eso suceda —Naruto estaba seguro de que el discurso de Haruno no había acabado allí por lo que de pronto sintió la necesidad de ponerse a la defensiva ante la mirada extraña que esta le dedicó junto a una sonrisa de aparente amabilidad— Por el momento, mi prioridad es Sasuke-kun y mientras él esté en el hospital, yo tengo que estar aquí para cuidarlo. Es mi esposo después de todo.  

Naruto entornó los ojos y le sonrió de la misma manera en respuesta sintiendo que las palabras de su amiga iban con segundas intenciones.

—No creo que él necesite de tanta atención ‘ttebayo —Se atrevió a decir sosteniéndole la mirada a Sakura quien solo atinó a alzar una ceja— Ya sabes, ese bastardo siempre ha sido autosuficiente.

— ¿Qué estas intentando decirme, Naruto? —Lo cortó Sakura, filosa como un cuchillo y Naruto no pudo hacer otra cosa más que pestañear con sorpresa. Sakura aprovechó su momento de confusión para seguir hablando— Sé que has estado viniendo al hospital en repetidas ocasiones, incluso antes del inconveniente que tuvimos con Sasuke-kun, tú ya habías estado frecuentando su habitación. Dime Naruto, ¿Vuelves a casa por las noches?

El hokage frunció el ceño ante esa directa acusación pese al tono tranquilo y amigable que la chica había usado para decirla, como si Sakura temiera dejarle saber todas sus inseguridades en un intento de mantener la situación a su favor.

—Sakura-chan… —La llamó, en un tono de aparente tranquilidad que hizo a Haruno apretar el cuaderno de notas que traía en sus brazos— ¿Desconfías de mí?

El lenguaje corporal de Sakura pareció gritarle fuertemente una afirmación pero la chica prefirió guardar silencio en su lugar por unos minutos.

—Es porque soy su esposa.

Naruto apretó los párpados ante esa respuesta al igual que sus puños en un intento por evitar que esa simple palabra lo molestara.

“Esposa” Aguantó la risa, ante las inevitables ganas que comenzaban a apoderarse de él al darse cuenta de lo cómica que era la situación.

“Así que, ¿Esa será tu arma contra mí, Sakura-chan?”   

—Soy su esposa —Repitió Haruno correspondiendo la mirada fiera que Naruto permitió ver por unos segundos— Es mi responsabilidad cuidar de él, no tienes porqué molestarte, Naruto. Sé que es tu amigo y que ambos comparten un lazo, pero tienes que aprender a dejarlo ir. Ya no son los idiotas de antes que solían buscar el reconocimiento del otro, son adultos ahora y ambos tienen una vida aparte. Estoy segura de que Hinata estaría de acuerdo con lo que estoy diciendo.

Pudieron haber sido esas palabras o lo peligroso que podría volverse el asunto si respondía ante estas, pero simplemente Naruto dio un paso hacia el lado dejando el camino libre a Sakura quien le sonrió con cierta satisfacción que no pudo ocultar.

Sakura por primera vez en mucho tiempo, sintió que por fin estaba a la par con Naruto y dejó que esa sensación la invadiera por más tiempo del que consideró. Observó a Naruto quien se había quedado de pie simplemente, aparentemente sin intensiones de replicar por lo que en silencio caminó hacia la puerta para cumplir con su labor. Sin embargo, unas manos sobre su brazo la detuvieron apenas tuvo la intensión de estirar su mano para girar el pomo de la puerta. 

Entonces tembló, como si su cuerpo anticipara lo que estaba a punto de venir. Su respiración se volvió agitada por algún motivo que no supo explicar y volteó a Naruto quien veía hacia al frente evitando el contacto visual con ella con una expresión de completa seriedad que contadas veces había visto en él.

—La próxima vez que Sasuke vuelva a desaparecer, espero que seas capaz de traerlo de vuelta por tu cuenta, Sakura-chan.

Cuando la mano de Naruto deshizo su agarre dejando su brazo libre sintió sus piernas flaquear al igual que su determinación. Se quedó allí, estática, olvidándose momentáneamente de que debía respirar.

No fue hasta que la puerta se abrió por su cuenta dejando ver a una sorprendida Hana que casi choca con ella que volvió en sí, únicamente para descubrir que Naruto se había marchado.

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Sakura no pisó la habitación durante el resto del día haciéndole sentir inquieto. No es que la extrañara específicamente, sino que el chequeo de su esposa era parte de la rutina que habían establecido durante el transcurso de la semana y el hecho de que ella no se presentara podría significar que algo había ocurrido, algo grande. No es que fuera egocéntrico, pero Sakura era demasiado sensible cuando se trataba de él.

Sarada tampoco lo había visitado recientemente, por lo que fue inevitable pensar en la posibilidad de que tal vez algo le había sucedido a su hija. Con eso en mente había enviado a su halcón por respuestas que estaban demorando más de lo esperado, por lo que era difícil ignorar la ligera inquietud que parecía agravarse con el paso de las horas.

— ¿En serio? —La voz animada de Naruto interrumpió el silencio de su habitación haciendo que desviara su atención hacia el que acababa de entrar y que aún mantenía la mano sobre el pomo de la puerta mientras seguía hablando con una persona  en el pasillo que no podía ver. Sasuke frunció el ceño— ¿No dijo por qué? —Siguió Naruto con un pie adentro y otro afuera de la habitación. La voz de la persona con la que estaba hablando Naruto era demasiado baja por lo que Sasuke no podía escuchar más que murmullos incomprensibles por parte de esta— Uhm, si, supongo que todos tenemos un límite ‘ttebayo. Está bien, muchas gracias por avisar, Hana-chan.

Apenas supo la identidad de la persona que le estaba robando la atención de Naruto su cabeza se puso a trabajar en una serie de posibles escenarios nada agradables con la pobre enfermera de protagonista. La sonrisa de Naruto se borró al instante al reconocer el tinte verde en los ojos del Uchiha.

— ¿Entonces? —Inquirió Sasuke con la mirada fija en su amante que se rascaba la mejilla con un dedo nervioso.

Naruto sabiendo que no debía poner a prueba los celos del Uchiha por muy pequeños que estos fueran se apresuró a acercarse para estrecharlo en sus brazos a modo de saludo que obviamente Sasuke no correspondió.

— Hana-chan me estaba informando que Sakura-chan había tomado la tarde libre. Al parecer había estado en un turno de treinta horas por lo que sintió que debía recargar energías ‘ttebayo —Explicó pacientemente el hokage algo cohibido por la inspección que Sasuke parecía estarle haciendo al mirarlo tan atentamente.

— ¿Y por qué te estaba informando eso a ti?

—Hey, ¿Olvidas que Sakura-chan y yo somos amigos también? —Se defendió rápidamente, aunque no pudo ocultar cierta incomodidad al decir aquello después de la tensa conversación que había tenido con Haruno.  Conversación de la que Sasuke nunca se enteraría.

Sasuke bufó por lo bajo, prefiriendo dejar el asunto hasta ahí por el momento. Al menos ahora conocía el motivo de la ausencia de su esposa, aunque no dejara de ser sospechoso a su parecer.

Naruto al notar que Sasuke parecía más relajado se atrevió a depositar un beso en la coronilla de su cabeza manteniendo sus labios recargados en esa zona mientras recordaba las palabras de Sakura.

Sí, Sakura era la esposa de Sasuke, pero Sasuke lo elegía a él antes que a ella ¿Verdad?

La mano tibia del ex vengador se posó sobre una de sus mejillas queriendo llamar su atención haciendo que Naruto le sonriera con entusiasmo — ¿Me quieres Sasuke?

— ¿Qué demonios? —Cuestionó el Uchiha retirando su mano con una mueca divertida en el rostro como si con ella intentara ocultar el bochorno que rápidamente crecía en él— Es muy temprano para eso, Naruto.

El mencionado hizo un mohín disgustado — Que malo eres conmigo ‘ttebayo.

Sasuke negó con la cabeza ante esa acusación y libre de culpa recargó su cabeza en el hombro del otro.

—No seas quejica, Naruto.

Al hokage no le quedó de otra que reírse sabiendo que su amante no le iba a dar el gusto por lo que simplemente se dedicó a acariciarle el costado manteniéndolo abrazado mientras observaba el paisaje que dejaba ver la única ventana en la habitación.

—Oye, ¿No te aburre estar aquí encerrado todo el día? —Preguntó de pronto al ocurrírsele una idea. Rápidamente se levantó tomando a Sasuke de la mano para que lo hiciera también— Salgamos a tomar aire fresco ‘ttebayo.

—No puedo salir del hospital –Le recordó Sasuke.

— ¡Es una orden de tu hokage!

—Prácticamente no soy un ninja activo de Konoha, por lo que no estoy obligado a seguir tus órdenes, dobe.

—Agh, te encanta fastidiarme —Se quejó Naruto sin desistir de sus intenciones de sacarlo de la habitación— Aunque sea una vuelta por el hospital, ¡Este lugar está lleno de máquinas expendedoras ‘ttebayo! De seguro podríamos conseguir algo delicioso en una de ellas.

— ¿Comida de máquinas expendedoras? —Cuestionó Sasuke permitiendo que Naruto lo sacara de la habitación— ¿Esa es tu gran idea?

—Hemos tenido citas peores —Se encogió de hombros Naruto— Como esa en la que terminamos perdiendo un brazo dramáticamente. Al menos el paisaje de la cascada de fondo compensó la falta de romanticismo del asunto ‘ttebayo.

Sasuke torció una sonrisa ante esa ocurrencia del rubio recordando el momento que fue interrumpido al sentir los dedos de Naruto entrelazándose con los suyos. Se detuvo unos pasos atrás de Naruto quien volteó a verlo confundido.

—No podemos —Le recordó Sasuke haciendo amago de deshacer el agarre pero Naruto no se lo permitió haciéndole fruncir el ceño— Suéltame.

—No, no te voy a soltar –Replicó Naruto desafiante.

—Alguien podría vernos, usuratonkachi.

—No veo el problema ‘ttebayo.

— ¿Estas demente? —Cuestionó Sasuke con pánico soltándose a la fuerza del agarre— No puedes estar hablando en serio.

Naruto soltó un largo suspiro al tiempo que se armaba de paciencia haciendo caso omiso al comentario burlón que Kurama le hizo.

—Es en serio —Afirmó Naruto acercándose a él. Sasuke reconoció el tinte rojizo en los ojos de Naruto sabiendo que aquello no podría significar nada bueno.

—Naruto… —Lo llamó, en un tono tranquilo de voz queriendo que el otro entrara en razón.

El mencionado se plantó delante de él, tenso y con los puños apretados. A Sasuke le pareció que Naruto estaba teniendo una discusión interna consigo mismo y estuvo a punto de agregar algo más pero el hokage lo tomó de la barbilla con algo de fuerza obligándolo a hacerle frente. Le dio lo que quería y permitió el beso sobre sus labios sintiendo lo mucho que el otro parecía necesitarlo. Un beso que no duró más de tres segundos.

—No hay cámaras de seguridad en este lado del edificio, ni enfermeras aparte de Hana haciendo guardia —Avisó de pronto Naruto recompuesto, sorprendiendo a Sasuke— Ya lo he comprobado durante estos días que me he estado quedando aquí contigo, ¿Aun no es suficiente para dejarme tomar tu mano?

Sasuke se debatió consigo mismo en sí sería una buena idea en confiar en las palabras de Naruto, fácilmente este podría estar mintiendo para salirse con la suya, pero descartó esa posibilidad casi de inmediato. Naruto no sería capaz de hacer algo peligroso que los expusiera ¿Verdad? Lo de hace un momento solo fue un desliz producto de la sorpresa de verse rechazado de pronto ¿No? Rogó porque así fuera y decidiéndose en creerle a Naruto tomó la mano que le ofrecían comenzando a caminar por los solitarios pasillos en los que Sakura parecía querer esconderlo de todos los demás. Naruto sonrió pero Sasuke pudo notar cierta tristeza en ese gesto y optó por fingir que no se había dado cuenta temiendo tocar una mina entre ambos.

—No sabía que el hospital tenia habitaciones tan aisladas —Comentó después de unos momentos de caminar en silencio con Naruto, descubriendo varias cosas que le llamaron la atención de ese edificio.

—Es porque esta zona fue construida para tratar a pacientes potencialmente peligrosos —Respondió Naruto recordando las palabras de Tsunade cuando le enseñó el plano del hospital— Específicamente enemigos a los que se requiere mantener con vida para obtener información.

Sasuke abrió sus ojos más de lo normal ante esa explicación preguntándose porqué Sakura había decidido trasladarlo hacia ese lugar.

—Actualmente no hay ningún paciente además de ti en este sector, eso explica la falta de enfermeras en el pasillo. Sakura-chan parecía estar dispuesta a no dejar que nadie más se acercara a ti ‘ttebayo.

—Parece que su plan no fue del todo bien —Se atrevió a decir Sasuke ganándose una risa por parte de Naruto quien le dio la razón.

—Así parece —Afirmó el hokage apretando un poco la mano de Sasuke— ¡Ah, mira, ahí hay una! —Gritó emocionado al encontrar una máquina expendedora acercándose a esta a pasos apresurados queriendo obtener algo de allí.

Sasuke simplemente no entendió qué tenía de fascinante una simple máquina expendedora y se dedicó a dejar que Naruto le eligiera algo por su cuenta agradeciendo que el ánimo entre ambos parecía volver a la normalidad, reanudando la marcha sin rumbo fijo por los pasillos del edificio. Aunque Naruto parecía saber perfectamente hacia dónde dirigirse y pudo comprobarlo cuando este abrió una puerta lejana que conducía al techo del hospital en donde la brisa helada los recibió en medio de un cielo oscuro lleno de estrellas.

—Ugh, creo que debí traer algo con qué abrigarnos —Se quejó Naruto tiritando un poco aferrándose a su lata de café caliente para obtener un poco de calor.

Dobe. Nunca has sido el más inteligente de todas formas —Se burló Sasuke sin poder evitarlo mientras seguía a Naruto que se sentaba en el piso con confianza.

Teme —Contraatacó Naruto abriendo su lata esperando que se sentara a su lado para darle un sorbo— Ah, esta es una gran vista ‘ttebayo.

Sasuke no pudo estar más de acuerdo ante esa observación y asintió antes de darle un sorbo a su propio café admirando despreocupado las luces de la nueva Konoha deteniéndose en la imagen de Naruto esculpida en la montaña de los hokages que sobresalía entre el paisaje.

Naruto le echó un vistazo a Sasuke antes de apegársele un poco más— ¿Qué miras tanto? —Quiso saber ya que el otro parecía absorto en un punto desconocido para él.

—Estaba pensando en lo molesto que eras diciendo que querías ser hokage todo el tiempo —Respondió Sasuke dedicándole una sonrisa nostálgica a su amante que sonrió avergonzado por su observación— Y Ahora tienes tu propio lugar en esa montaña.

— ¿Verdad que es sorprendente? Yo aún no me lo creo a veces —Comentó Naruto entendiendo lo que el otro quería decirle— Solía decirlo con tanta convicción pero de todas formas no podía evitar dudar de mí mismo.

Sasuke no aguantó las ganas de revolverle el cabello con su mano dejando la lata a un lado para hacerlo al notar que esos ojos azules perdían un poco su brillo característico al recordar las dificultades del pasado — Bueno, siempre has sido el ninja número uno en sorprender a la gente. Sabía que lo lograrías —Confesó con sinceridad haciendo que la sonrisa de Naruto se ampliara únicamente para él provocándole un calor agradable en el pecho.

—Sí, lo logré. Pero ese logro no fue nada comparado con haber logrado traerte de vuelta —Dijo Naruto, acariciando una de las mejillas de Sasuke atesorando cada segundo que este estaba a su lado— Aunque después te volvieras a marchar, tú seguías siendo para mi más grande logro ‘ttebayo.

La sinceridad en las palabras de Naruto fueron demasiado para él y tuvo que voltear su rostro hacia otra dirección para no tener que hacerle frente a esa persona que podía hacerle sentir tantas cosas con unas simples palabras. Le dio un sorbo a su café consciente de que Naruto seguía observándole atento a cualquier cosa que hiciera.

—Ya, no te pongas cursi —Se quejó el Uchiha por costumbre haciendo que Naruto lo abrazara con cariño, recargando el mentón en su hombro.

—Cuando estabas fuera de la aldea, ¿Me extrañabas?

Sasuke se pensó su respuesta, fingiendo admirar el paisaje para no caer ante la vergüenza que le provocaba admitir algo como eso — Sí.

Naruto, en respuesta, le abrazó con más fuerza que antes haciendo que Sasuke soltara un suspiro— Eso me hace tan feliz ‘ttebayo.

El Uchiha no supo por qué pero sintió las imperiosas ganas de consolar a Naruto por algún motivo. Su amante estaba ahí, aferrándose a su cuerpo como si temiera perderlo y no podía entender la razón de ello.

Pensó en su rechazo anterior y se reprendió así mismo creyendo que ese era el motivo por el que Naruto parecía tan dependiente en ese momento. Volteó su rostro hacia él y besó una de sus mejillas cuidadosamente logrando que Naruto volviera a sonreírle antes de que sus labios se  fundieran en un beso largo y aparentemente tranquilo.

Sasuke reconoció el temor en ese gesto, pero no supo si era propio o de Naruto. Estaban juntos, amándose en la privacidad del momento y en la oportunidad que les habían dado de revivir su romance, entonces ¿Qué estaba mal?

Las manos de Naruto se deslizaron bajo su camisa y Sasuke lo permitió en un intento por alejar esas sombras en su cabeza que parecían juzgarlos, ocultos, esperando cualquier oportunidad para interponerse entre ambos.

Quizás eran solo ideas suyas generadas por su propia paranoia que había comenzado desde el día en que  su clan fue exterminado. La sensación de sentirse observado nunca lo había abandonado y ahora parecía fortalecerse al estar con Naruto.  

Naruto había dicho que no le importaba que alguien los viera…

—Estas demasiado distraído —Comentó Naruto posicionado en medio de sus piernas a punto de entrar en su interior.

—Hace frío —Se excusó Sasuke mirándolo por una fracción de segundos sintiendo su interior ensancharse recibiendo a Naruto en él. Soltó un gemido ahogado antes de que Naruto lo rodeara con sus brazos otorgándole el calor que parecía necesitar.

—Te calentaré todo lo que quieras, Sasuke.

El mencionado simplemente cerró los ojos disfrutando del continuo roce en su próstata intentando acallar los gemidos que querían salir de su boca desesperadamente para que nadie pudiera escucharlo.

Para que nadie pudiera tener la más mínima oportunidad de obtener algo que pudiera alejarlo de Naruto.

Sasuke no iba a permitir que eso pasara. El día en que había aceptado amar a Naruto, sabía que debía aceptar su sueño por igual.

Abrió los ojos entre el ajetreo viendo hacia la Konoha que estaba siendo testigo de su amor. Gimió en voz baja con la mirada perdida en el rostro de piedra de Naruto juzgándolos a lo lejos.

Sasuke Uchiha amaba a Naruto Uzumaki y por eso, debía amar también a Naruto Uzumaki, el Séptimo Hokage de Konoha.

Y de igual manera debía protegerlos, a ambos, aun si aquello significara tener que renunciar a una parte de su felicidad.

 

Notas finales:

¡Hola gente! ¿Cómo están? Espero que super super bien, aquí Ckonny con un nuevo capitulo

Yo sé que no están acostumbrados a mi persona escribiendo fanfic largos, pero este es uno de ellos jajaja no de 30 capítulos pero si largo.
Así que gracias por acompañarme a esta aventura ??’?


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