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I N C O R R E C T O por Ckonny Nickole

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CAPITULO 11.

Sasuke se durmió con las disculpas de Naruto arrullándolo y los labios de este acariciando las marcas que había dejado en su cuello como si intentara hacerlas desaparecer con su amor. Sasuke le había dicho que estaba bien en medio de un murmullo adormilado y una sonrisa apacible, pero la culpa en Naruto seguía allí, latente como si hubiese cometido un crimen.

“¿Sabes lo mucho que te quiero? ‘ttebayo” Se había atrevido a decir el hokage, mientras le acariciaba la espalda con esas mismas manos que habían deseado quitarle el aliento esperando llevarlo a un mundo nuevo en donde solo existieran ellos dos.

“Si” Fue la sincera respuesta de Sasuke.

Naruto se aferró a esa persona que tanto amaba como si temiera que desapareciera entre la oscuridad de la habitación. Sasuke que nunca había sido una persona de piel, se acurrucó con él en esa cama prestada de una habitación cualquiera de la zona apartada del hospital en la que ambos habían decidido protegerse de los demás; solo los dos y nadie más.

“Y yo sé lo mucho que tú me quieres también… “Sasuke escuchó la voz de Naruto lejana, perdiéndose entre su consciencia. Sin embargo, el hokage no permitió que sucumbiera al sueño y lo remeció con cierta desesperación intentando mantenerlo despierto junto a  él. “Sasuke…” El mencionado masculló por lo bajo, haciéndole saber al otro que aún seguía allí antes de que unos labios se apoyaran sobre los suyos cuidadosamente.

Naruto estaba cansado también, pero cierto terror indescriptible se lo impedía, como si temiera que las palabras que alguna vez había pronunciado con tanta convicción cuando joven de pronto se volvieran en su contra.

“Moriremos juntos”Había dicho hace tiempo. Trece años después, por unos cuantos minutos había ansiado cumplir esa promesa y al mismo tiempo, había deseado llevarse a Sasuke con sus propias manos.

Tembló, odiándose a sí mismo y a sus manos que se atrevieron a lastimar a Sasuke. Odiándose por haber disfrutado que Sasuke sucumbiera ante su deseo sin objetar. Ver a Sasuke cerrar los ojos por culpa del cansancio le hacía revivir esa escena por lo que terminaba despertándolo en un intento desesperado por comprobar que seguía vivo. 

“Te quiero” Dijo entonces Sasuke,mas dormido que despierto mientras Naruto lo apretaba con mucha más fuerza que antes controlando las lágrimas que se acumularon en sus ojos por culpa de esas palabras.

“Lo sé, lo sé… lo sé ‘ttebayo” Repitió Naruto recibiendo un jalón en su oreja que le hizo sonreír por primera vez desde que habían dejado la azotea.

“Entonces, dejame dormir” Se quejó Sasuke, con ese tono de reproche que hizo a Naruto reír con entusiasmo. Cuando el Uchiha lo rodeó con su brazo, abrazándolo también, dejó que se fuera al mundo de los sueños mientras él sabía que tardaría un poco en alcanzarlo.

Agradeció la luz de la ventana que le permitía admirar el rostro de Sasuke dormido. Por instinto le acarició el rostro quitando el cabello largo que caía por este y volvió a besarlo, ahora sin ningún afán de perturbar su sueño. Lo amaba tanto que era imposible para él no demostrarlo cada segundo de su vida.

“Mañana irás con Sakura-chan y yo con Hinata…volver al mundo de mentiras por ti. Me has vuelto una persona horrible, eh, teme” Lo reprendió manteniendo su voz sabiendo que no obtendría una respuesta. Guió su mano derecha hacia el cuello del otro admirando como sus dedos encajaban perfectamente con la marca que él le había provocado en la piel. Sus dedos inmediatamente temblaron por la culpa, pero no los apartó “Sasuke… de verdad, no hay nada que yo no podría hacer por ti ‘ttebayo”

Su amante, como si le hubiese escuchado, murmuró su nombre en sueños provocando que las lágrimas que había estado controlando se desbordaran irremediablemente mientras permitía que el chakra del Kyubi se deslizara por sus dedos sanando las heridas que él mismo había provocado. 

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Cuando Sasuke volvió a casa creyó que Sakura le recibiría, con esa actitud aguda que parecía haber adoptado en medio de preguntas relacionadas al motivo por el que no volvió a casa de inmediato a pesar de que ella le había dado el alta, pero no fue así.

Su esposa, si es que era digno de seguir llamándola de esa manera, se había limitado a dejarlo pasar con una cariñosa sonrisa adornando su rostro acompañado de un “Buenos días, Sasuke-kun”. No quiso verse sorprendido, pero le resultó inevitable pestañear un par de veces ante ese comportamiento inesperado, sobre todo después de la tensa situación que había ocurrido entre ambos.

—Sasuke-kun —Le habló Sakura con esa dulzura especial que solía rodearla cuando estaban solos— ¿Vas a marcharte pronto?

Sasuke recordó los planes apresurados que había expresado en un intento desesperado por apartarse de Naruto  cuando recién había sido internado en el hospital — Depende. Primero necesito conocer los resultados del análisis del pergamino que encontré en el castillo de Kaguya —Respondió tranquilamente, recordando a tiempo el motivo por el que había vuelto a Konoha en primer lugar. 

Sakura alzó una ceja y le observó un par de segundos como si quisiera opinar algo al respecto, pero pareció desistir de la idea al ser incapaz de hablar de un tema que ella desconocía — Bueno, supongo que el equipo de investigación debe estar metido en ello desde que llegó a sus manos. 

—Sí, pero no parece haber avances hasta el momento. 

—Mh… —Sakura se perdió unos instantes en su rostro haciendo que una de sus cejas negras se alzara expectante— Cariño —Dijo ella entonces, después del repentino silencio en el que había caído— Yo… estoy muy arrepentida por mi comportamiento del día de ayer. Lo siento, Sasuke-kun. 

El mencionado sintió que un peso enorme recaía sobre sus hombros por lo que solo atinó a suspirar con cansancio intentando mantener su expresión serena— No te disculpes. No es necesario.

Sakura entrecerró los ojos y fijó la mirada al suelo con una sonrisa triste — Es solo que a veces siento que Naruto es más importante que yo en tu vida.

Sasuke observó de reojo a su esposa en busca de cualquier detalle en su comportamiento que pudiera delatar cualquier sospecha que esta tuviera sobre su relación con Naruto, pero lo único que pudo notar fue una inseguridad que no le había visto desde hace años provocándole cierto remordimiento difícil de ignorar. 

Por más que pasaran los años, Sasuke nunca sería capaz de comprender la razón por la que esa mujer lo amaba tanto o si acaso ese amor era verdadero. Ella no lo conocía después de todo, todo lo que creía saber de él siempre habían sido idealizaciones suyas mezcladas con suposiciones hechas con la experiencia. ¿Y qué sabía él de Sakura? Nada tampoco, al menos nada importante.

Los ojos de ella, que mostraban debilidad ante él, solían hacerle soltar palabras insensibles sin ninguna pisca de remordimiento, ahora solo le hacían sentir miserable. Él la quería, pero no de la misma manera en la que ella lo hacía y por muy fácil que fuera terminar con aquel lazo nacido de las lágrimas, él había decidido seguir con ello egoístamente, anteponiendo su propia felicidad a la de los demás como siempre lo había hecho.

Sí, era miserable. Sasuke Uchiha sabía bien lo que era y no estaba dispuesto a cambiar sabiendo que con ello pondría en peligro la única cosa que en verdad le importaba en el mundo. 

Ya le habían quitado demasiadas cosas en su vida. No se arriesgaría a que con Naruto corriera la misma suerte.

—Sakura —La llamó haciendo que su esposa se volteara a verlo, con sus ojos semiaguados y temerosos de lo que fuera a decir. Pero no fueron palabras las que utilizó como consuelo, sino que estiró el brazo y golpeó suavemente su frente con dos de sus dedos en un gesto que la hizo sonrojar.

Sakura instintivamente se llevó una mano a la frente palpando la zona que Sasuke había tocado, dejándose maravillar por la dicha que le provocaba ese simple gesto mientras admiraba la pequeña sonrisa que su esposo le dedicaba únicamente a ella. Su sonrojo empeoró y en un intento de no verse muy desesperada por afecto se levantó con renovados ánimos apartándose de él, creyendo que podría derretirse si seguía a su lado en ese momento.

— ¿Q-qué quieres de comer? —Preguntó, atorándose con sus propias palabras mientras se dirigía a la cocina.

—Lo que sea está bien —Respondió Sasuke sin quitarle la mirada de encima haciendo que Sakura se cohibiera mucho más que antes.  

Sakura desapareció de su vista y Sasuke se recargó pesadamente en el sofá de la sala acariciando su cuello detenidamente, recordando la sensación que producían los dedos de Naruto al presionar con fuerza esa zona.

No dolía.

Nada que Naruto le hiciera dolía.

En aquel momento, se había sentido tan liviano y en paz, como si todo el peso en su espalda desapareciera al igual que el aire en sus pulmones permitiéndole disfrutar libremente sus últimos momentos de vida junto a Naruto ¿Su mano se sentiría igual de bien?

El sonido de los utensilios de cocina que Sakura removía indecisa llegó a sus oídos. Cuando su esposa le habló, con ese tono cariñoso de voz que le desesperaba, preguntándole su opinión sobre un ingrediente que planeaba incorporar en la comida, él apretó en respuesta sintiendo el golpeteo apresurado de sus propios latidos chocando contra la yema de sus dedos.

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— ¿Entonces?

Naruto alzó la mirada hacia su consejero que había vuelto al trabajo luego de tomarse unos días. Naruto le sonrió ampliamente aparentando inocencia.

— ¿Entonces, qué? —Cuestionó Naruto, consciente de la mirada inquisidora de Shikamaru sobre él. 

— ¿Cómo debería tomar el hecho de que vienes directamente desde casa y hayas hecho planes para cenar con tu familia? —Insistió Nara con esa expresión seria que le daba a entender que sospechaba de sus verdaderas intenciones. 

El hokage se encogió de hombros— ¿Cómo que extraño a mi familia, quizás? —Preguntó de vuelta y soltó una risita por lo bajo— Diablos, Shikamaru. Desde que volviste me has estado viendo como si fuera un criminal. No he matado a nadie que yo sepa ‘ttebayo. 

El Nara se acercó a Naruto quitándole uno de los papeles que este planeaba firmar para leerlo detenidamente antes de devolvérselo— Criminal no sería la palabra que usaría exactamente, creo que infiel es la que más se acomoda a tu caso. 

— ¿Qué dices? —Naruto forzó una sonrisa, consciente de que su amigo probablemente podía leer la forzada mentira en su rostro— No hay tal cosa ‘ttebayo. 

—Como digas —Dejó ir Shikamaru sorprendiendo un poco a Naruto quien no esperó esa reacción— Es un fastidio tener que repetir el mismo discurso dos veces.

Naruto negó con la cabeza— No, no. Ya te he dicho que yo… 

—Solo calla. Los asuntos privados del Séptimo Hokage no son parte de mi responsabilidad.

El hokage presionó con fuerza el timbre en una de las tantas hojas que debía revisar acatando la orden de su amigo al ser incapaz de seguir fingiendo ante él. Shikamaru era demasiado inteligente, lo terminaría descubriendo de todas maneras.

— ¿Han conseguido algo? —Decidió cambiar el tema Naruto al notar la reciente incomodidad entre ambos. 

Shikamaru suspiró como si su sola pregunta lo agotara— Nada. Han pasado días y ni siquiera parecemos estar cerca de obtener alguna pista sobre Kaguya. 

—Mh. Eso es malo ‘ttebayo —Exteriorizó Naruto repentinamente preocupado, recargándose en su silla mientras veía el ajetreo en su oficina— Por muy imposible que parezca, no podemos rendirnos. Debemos evitar que una guerra como la de hace diez años vuelva a repetirse.  

—Sobre todo en una generación como esta —Comentó Shikamaru dejando que su mente volara años atrás comparando sin querer los ninjas que tenían en la actualidad. 

Naruto asintió con una sonrisa divertida en su rostro visualizando a su hijo sin poder evitarlo— No creo que sea tan mala.

—Es parte del deber de un hokage creer ciegamente en la voluntad shinobi de su aldea —Dijo Shikamaru ante el optimismo de Naruto.

—Puede que tengas razón —Reconoció Naruto entornando los ojos a lo que Shikamaru respondió poniendo una mano en su hombro comprensivamente, lo que le desconcertó un poco— Pensé que estabas enojado conmigo, ‘ttebayo.

—Bueno, siempre has sido testarudo —Se excusó el Nara palpando el hombro de su amigo con un poco más de fuerza de la necesaria como si con ello quisiera desquitarse con él— Y un sujeto bastante problemático, pero no puedo ni quiero condenarte por intentar velar por tu felicidad —Reconoció viéndole con sufrida paciencia— Aunque la manera en la que lo hagas sea la menos adecuada —Agregó sin poder evitarlo— Bueno, tampoco es como si fueras el más inteligente entre los dos. Supongo que él ya debe tener un plan.    

— ¿Un plan? —Cuestionó Naruto de inmediato mordiendo sus labios inquieto haciendo que su amigo quitara esa sonrisa comprensiva de su rostro al notar la angustia grabada en su rostro— Dices que yo no soy el más inteligente, pero estoy seguro de que eres consciente de que entre los dos, yo siempre he sido el más bueno ‘ttebayo. 

Shikamaru dio un paso atrás ante esa revelación haciendo que su cabeza comenzara a funcionar a mil por hora analizando las posibilidades que se le presentaban ante una declaración como esa.

— ¿Debería preocuparme? —Fue inevitable preguntar, repentinamente inquieto ante la idea de que Sasuke fuera el que decidiera el futuro de su amigo.

—Tal vez —Respondió Naruto con sinceridad.

El Nara se llevó una mano a su frente haciendo un recorrido con esta hasta su nuca en donde la usó para masajear la zona que de pronto se tensaba— Insisto, ustedes son demasiado problemáticos. 

Naruto se permitió reír al ser lo único que se le ocurrió hacer ante las palabras de su amigo viéndolo marchar bajo la excusa de querer ayudar al equipo de investigación a descifrar el contenido del pergamino que Sasuke había traído. 

Se masajeó las sienes con cansancio y volvió su atención hacia la pila interminable de papeles que ya parecía formar parte de la decoración preguntándose si sería capaz de cumplir con su promesa de cenar en casa con su familia.

“Familia…” De pronto se le iban las ganas de seguir trabajando. Intentando evitar hundirse en su autocompasión buscó el envase de ramen instantáneo que Shikamaru siempre le traía a la oficina y lo abrió permitiendo que su aroma se apoderara de todos sus sentidos impidiéndole pensar en otra cosa por el momento.

— ¿Cómo puede una persona vivir a base de ramen? 

Sonrió al escuchar esa voz sobre su oreja haciéndole cosquillas, pero no se volteó a verlo como este quería que hiciera siguiendo con su comida — Yo no sé cómo la gente puede vivir sin ramen ‘ttebayo —Contraatacó sintiendo la mano de Sasuke acariciarle el hombro derecho— Ah, eso se siente bien.  

—Deberías considerar tener más sillas en este lugar —Indicó Sasuke.

—Yo puedo ser tu silla si lo deseas.

Sasuke negó divertido— Dobe.

— ¡Hey! Es ilegal insultar al hokage en su despacho —Bromeó Naruto atrayéndolo hacia él para sentarlo en su regazo, algo que Sasuke permitió sin chistar, recargando su cabeza cómodamente en él.

— ¿Mucho trabajo, hokage-sama?

Naruto sintió sus orejas arder ante la manera en que el Uchiha lo había llamado — Mucho, mucho. Tú eres inteligente, deberías ayudarme ‘ttebayo —Intentó negociar con él sabiendo que probablemente este se negaría.

Sasuke alzó una ceja — No le quiero quitar el trabajo al hokage.

—Cabrón —Rió Naruto, dejando su ramen a medio terminar sobre el escritorio para poder abrazar a Sasuke con ambos brazos— Tú querías ser hokage antes.

El Uchiha se encogió de hombros — Caprichos de juventud.

Naruto depositó un beso su mejilla manteniendo los labios recargados en esta pensativo. Sasuke ni siquiera se inmutó ante la caricia y simplemente comenzó a leer al azar un par de papeles dispuestos sobre el escritorio hasta que sintió una de las manos de Naruto descender peligrosamente hacia su pierna izquierda, acariciándola. 

—Y si ser hokage ya no es una opción para ti… —Comenzó a decir Naruto en su oído al tiempo que deslizaba su mano por debajo del pantalón de Sasuke tocando su miembro por sobre la ropa interior— ¿Qué tal la idea de acostarse con un hokage?   

Sasuke resopló algo en respuesta sintiendo el excitado miembro de Naruto creciendo rápidamente debajo de él, presionando sus ropas — Dependería del hokage —Se atrevió a responder recibiendo un apretón suave en su entrepierna haciéndole gemir por lo bajo. La cálida mano izquierda de Naruto se aventuró bajo su ropa interior tocándolo directamente.  

— ¿Qué tal el Séptimo Hokage? — Insistió el rubio aguantándose las ganas de besar esa boca que se abría levemente dejando escapar un montón de suspiros provocados por las caricias en su miembro. Su propio pene comenzaba a punzar desesperado por recibir atención. Como Sasuke no respondió de inmediato detuvo el movimiento de su mano haciendo que el otro gruñera— Responde, Sasuke Uchiha.

El nombrado, al notar cierta autoridad con la que Naruto comenzaba a hablar no dudó en dejar que se notara su lujuria en sus ojos por lo que se volteó sobre él, quedando de frente para encararlo con ambas piernas rodeando la cintura de su amante— ¿Se acostaría con un criminal, Hokage-sama? 

 Naruto frunció el ceño con excitación y con la misma mano que había estado acariciando el miembro del Uchiha llevó sus dedos hacia la boca de este metiéndolos por esa mojada cavidad que le recibió sin chistar, humedeciendo su piel.

—Solo si el criminal tiene una cara tan bonita como la tuya —Respondió recibiendo una pequeña bofetada de su amante celoso. Sonrió caprichoso y pasó el pulgar humedecido por los labios de este repasándolos hasta enrojecerlos y volverlos brillantes por la saliva — Aunque dudo encontrar a una persona más atractiva que tú en todo este maldito mundo ‘ttebayo.  

—Hmp. 

Sasuke llevó su propia mano hacia el cinturón de Naruto desabrochándolo, apresurándose en tomar el miembro de este para estimularlo.

—Ah, Sasuke… —Gimió el hokage mientras le sostenía la mirada, antes de besarlo con ímpetu— Baja la cabeza para mí, Uchiha —Ordenó cuando se separaron admirando la pequeña sonrisa sugerente que Sasuke le dedicó antes de bajarse de sus piernas para acomodarse entre ellas con su rostro a escasos centímetros de su miembro. Naruto sintió que se le iba el calor a la cabeza con la imagen delante de él.

— ¿Y ahora? —Cuestionó Sasuke para molestarlo, sin dejar de estimular el caliente pedazo de carne con su única mano.

Naruto sonrió, paseando sus manos por el cabello oscuro dejando el rostro despejado — Abre la boca. 

Cuando la humedad cavidad lo recogió, sintió que podría correrse solo con la placentera sensación que le provocaba la boca de Sasuke moviéndose por toda su extensión. Frunció el ceño ante una succión justo sobre su enrojecida punta.

Sasuke alzó la mirada hacia arriba, regocijándose con la expresión de placer grabada en el rostro de Naruto quien no paraba de jadear su nombre por lo bajo. Sabía que era cuestión de tiempo para que su amante comenzara a removerse inquieto.

El hokage se perdió cuando vio los labios de Sasuke rodear su miembro antes de iniciar un movimiento de arriba abajo que le nublaba la vista. Sin previo aviso, jaló del cabello negro haciendo que este se la quitara de la boca para luego empujarlo contra el escritorio reclamando sus labios nuevamente logrando saborear parte del presemen que brotaba de su pene.

—Este es nuevo —Reconoció Sasuke en medio de jadeos al tener a Naruto restregando sus miembros mientras aferraba la mano en la madera del escritorio subiéndose encima, alzando un poco la cadera para que Naruto retirara sus prendas inferiores de un impecable movimiento. 

—Sí, perfecto para ser estrenado —Gruñó el hokage tomando a Sasuke de las rodillas para abrirle más las piernas y así poder engullir fácilmente el pene del Uchiha— Joder, Sasuke… —Jadeó completamente excitado por la imagen de su orgulloso amante sonrojado por el calor y el placer, completamente abierto para él. Admiró embelesado como esa seductora boca se abría dejando escapar eróticos sonidos al haberle metido un par de dedos para prepararlo. 

—Mierda, Naruto… —Gimió Sasuke apartando al rubio de su parte baja con un jalón de cabello haciendo que el hokage ascendiera hacia su boca nuevamente— Hazlo —Ordenó deseoso.

— ¿Qué pasó con “Hokage-sama”? —Cuestionó Naruto, introduciéndose con cuidado en el estrecho interior de Sasuke quien frunció el entrecejo y cerró los ojos acostumbrándose a la intromisión.

—Ah… estamos demasiado pegados como para usar honoríficos. Dobe —Le hizo notar, pasando la mano por el cuello de Naruto para aferrarse a este.

—Supongo que tienes razón ‘ttebayo.

El golpeteó no tardó en llegar, haciendo que del mueble cayeran varias hojas incapaces de mantener su posición en la pila sobre este. Un movimiento constante y duro que provocaba un ruido obsceno al chocar sus pieles mojadas.

Sasuke gimió por lo bajo, intentando reprimir cualquier sonido de un volumen considerablemente alto mordiendo la capa de hokage de Naruto mientras este intentaba llegar más profundo, tentando la próstata del Uchiha que solo podía retorcerse a causa de ello.

Naruto pensó, en medio del calor, que le encantaría manchar su capa de hokage a la que Sasuke se estaba aferrando con la esencia de este, aunque tampoco le molestaría que el Uchiha se corriera sobre su recién comprado escritorio de madera brillante ¿Y si tomaba ambas opciones? Sonrió.

En ningún momento se le cruzó por la cabeza que había prometido volver temprano a casa.

— ¡Naruto! —Gimió alto Sasuke sin poder evitarlo.

El hokage sonrió con determinación, dispuesto a golpear ese punto que le hacía enloquecer hasta que se retorció en medio de un gemido ahogado corriéndose sobre su ropa y parte de su capa que cubría gran parte de su cuerpo. Aprovechando que el cuerpo de Sasuke, indefenso frente al placer, seguía estremeciéndose por el orgasmo lo volteó sobre el escritorio dispuesto a hacer que se viniera otra vez.

Su familia tendría que disculparlo por tener que cenar más tarde esa noche, pero la balanza no se inclinaba a favor de ellos cuando se trataba de Sasuke.

 

 

 

 

Notas finales:

¡Muchisimas gracias por el apoyo a este fic!
Cada actualización es una cuenta regresiva hacia el final

¡Nos vemos pronto!


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