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I N C O R R E C T O por Ckonny Nickole

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Naruto se despertó esa mañana en uno de los incomodos sillones de la sala de espera, ajeno a las miradas sorprendidas de los aldeanos que no estaban acostumbrados a una vista así del Séptimo Hokage.

Refunfuñó algo por lo bajo al desperezarse recordando la razón por la que había tenido que dormir en aquel lugar.

Sasuke le había echado, así de simple. Ni siquiera le había dado tiempo de responder a su pregunta cuando el muy maldito ya estaba activando su sharingan en actitud amenazante por lo que prefirió ceder por el momento temiendo que este fuera a descompensarse o algo por el estilo.

“Maldita sea” A pesar del desliz con el Uchiha, no podía evitar pensar en lo cómoda que debía ser la cama en la que Sasuke estaba descansado a diferencia de ese maldito sillón.

Sacudió su cabeza dejando de lado los pensamientos que no debería tener a esas horas del día.

—Con que aquí estas.

—Ah no, no ahora — Se quejó Naruto apenas escuchó la voz de Shikamaru a su lado, ¿Cuánto tiempo llevaba su consejero personal ahí?

Nara simplemente le envió una mirada divertida — Supongo que no me dejarás preguntar.

—Supones bien — Respondió Naruto sabiendo perfectamente a qué se refería.

—De todas formas, no pensaba hacerlo. Eres demasiado problemático — Se quejó soltando un bostezo de manera poco elegante antes de añadir algo más— Ustedes son demasiado problemáticos.

—¿Tú crees? —Cuestionó con gracia Naruto desperezándose— No fui yo quien se quiso ir de la aldea, así como si nada, importándole un reverendo huevo el brazo que me costó traerlo de vuelta ‘ttebayo.

Shikamaru demasiado acostumbrado a ese tema de conversación simplemente se encogió de hombros quitándose de toda responsabilidad.

—No voy a preguntar si no quieres — Mencionó Nara con su aburrida mirada fija al frente, viendo a nada en específico, pensando en lo difícil que sería llevar a Naruto devuelta a sus deberes como Hokage teniéndolo así de abrumado. Lo había intentado antes y no había sido la mejor idea.

—¡Dios! ¡Eres demasiado inteligente! ¿No puedes darlo por hecho?

—Te echó de la habitación antes de que hicieras algo sucio, ¿es así?

Cuando Naruto cerró la boca haciendo una mueca molesta supo que su teoría era correcta. 

—Cabrón.

—Entonces si es así, ¿Algo más que quieras que intuya? Eres como un libro abierto en las mañanas.

La expresión de eterno regocijo de Shikamaru no era algo divertido para él en esos momentos, pero tampoco era como que podía o siquiera intentar ocultarle algo a ese hombre.

—He tenido esto en la cabeza desde hace tiempo — Empezó a decir y estaba seguro que Shikamaru estaba evitando soltar cualquier comentario que pudiera completar su frase, lo cual agradeció en silencio— Él me ha estado evitando durante años…

—¿Evitar? —Cuestionó Shikamaru sorprendido— Ustedes se han mantenido en contacto todo el tiempo.

—Sí, pero el contacto que tú dices no es como el contacto que teníamos antes — Le hizo ver Naruto cruzándose de brazos mientras su mente volaba a recuerdos de años anteriores. Los años más felices de su vida — Desde entonces… se asegura de no darme una oportunidad de preguntar. Me evita, me ve por unos segundos, dice lo que quiere decir y luego se va antes de que siquiera se me cruce por la cabeza hacer la pregunta que siempre he querido hacerle.

—Naruto, no podemos estar con dramas a estas horas y en un hospital… —Se quejó Shikamaru tratando de desviar las intenciones ocultas de Naruto al notar ese brillo rojizo en sus ojos.

—¿Por qué demonios terminó conmigo? — No le importó la expresión que puso su amigo cuando de todas formas lo dijo. Él seguía absorto en sus pensamientos — Decidió irse, otra vez, ¡Otra jodida vez!

Había alzado tan fuerte la voz que varios pacientes se le quedaron mirando asustados por lo que no pudo evitar sonrojarse para luego disculparse con sus típicas sonrisas.

—Eso fue hace mucho, Naruto —Intentó hacerle razonar, como muchas veces había intentado hacerlo Shikamaru — Déjalo ir, quizás tenía sus razones.

—¿Razones? ¡¿Razones?! ¡Yo supuestamente era la razón de su v- HEY! —Se quejó al recibir el coscorrón para nada suave por parte del Nara.

—Cálmate, hombre. Que fastidio — Shikamaru parecía a punto de ir a pedirle a una enfermera que le facilitara un poco de morfina, pero no sabía para quien exactamente, si para Naruto o para él mismo— Hacia mucho tiempo que no salías con ese tema, ¿Qué diablos hizo que tu cabeza volviera a pensar en ello? Pensé que habías llegado a una resolución y todo se había arreglado sin tener que pedir explicaciones. Además, estas casado.

—Eso es… — Naruto pasó saliva, sintiendo que de pronto se le acumulaba muy rápido— Cruel y no es el punto.

—No, el punto es que te volviste loco. Deberías estar trabajando y no perdiendo tu tiempo en este hospital, ¿Puedes hacerme la tarea fácil una vez en tu vida y simplemente venir conmigo sin más? — Pidió, pero la expresión de completa indignación en al rostro del Hokage le quitó todas las esperanzas de que dejaran ese maldito tema con Sasuke de lado— ¿Por favor? —Aun así, insistió.

—Estás loco, no pienso irme ‘ttebayo —Alegó Naruto caprichoso.

—Realmente eres un fastidio.

Naruto estaba a punto de defenderse usando un recurso muy fuera de lugar para alguien de su estatus social, el chantaje, cuando oyó claramente a una enfermera comentarle a otra sobre lo guapo que era el paciente de la habitación nueve.

La habitación de Sasuke.

Shikamaru al notar el tinte verde en los ojos de Naruto soltó un suspiro y se limitó a decir unas últimas palabras —  Les diré a los viejos del consejo que estas enfermo.

—Por eso te quiero, Shikamaru.

—Si, si, solo intenta no decirlo delante de él, que ya sabemos cómo es a pesar de todo el misterio que siempre se trae.

Y Naruto no pudo estar más de acuerdo con esas palabras antes de alejarse de Shikamaru alegremente, usando sus encantos de Hokage para colarse sin problemas al pabellón de los enfermos, precisamente en la habitación de Sasuke, entrando sin siquiera molestarse en tocar.

—Sasuke — Lo llamó apenas estuvo adentro sosteniéndole la mirada. Esos ojos negros, tan oscuros y fascinantes siempre producían cosas extrañas en él cada vez que los veía de frente — ¿Estas de mejor humor hoy?

—¿Sabes qué hora es? — Cuestionó el Uchiha manteniendo su expresión indiferente en el rostro. Ante el desconcierto de Naruto respondió por sí mismo— Las siete de la mañana, ¿Qué haces aquí a estas horas?

—Ugh, si… es muy temprano ‘ttebayo —Se dio cuenta llevándose ambas manos a su cabello— Pues, visitándote, no creo que haya otra razón. Bueno, a pesar de que tú me echaste a patadas ayer.

—Me sorprendiste. Solo es eso — Respondió Sasuke evitando mirar a Naruto a la cara. Hacía mucho tiempo que no estaba frente a frente con él, en una situación que no podía controlar y eso le ponía nervioso por muchas razones.

—¡Tú me sorprendiste ‘ttebayo! ¡Te desmayaste! —Alegó Naruto entonces.

—Sí, ya. Estoy bien ahora — Sasuke intentó cortar la plática a como dé lugar — No tienes por qué estar haciéndome guardia, vuelve al trabajo, idiota — Pidió intentando ocultar cualquier rastro de desesperación en su voz. Naruto estaba demasiado cerca de él. Habían pasado años desde la última vez que habían estado tan cerca el uno del otro.

Naruto notó la reciente incomodidad en el aire y simplemente decidió que debía guardar silencio unos momentos examinando la situación. Era una oportunidad, su oportunidad, una que creía que no volvería a tener después y no podía desaprovecharla.

Tenía que preguntar…

—¿Por cuánto tiempo te quedarás aquí? — Oh, pero si, Naruto podía ser el héroe más grande y valiente en la historia shinobi, pero bastaba con tener que enfrentarse a Sasuke para que toda la cobardía de su alma saliera a flote. Sería tan fácil si solo pudiera sacarle una respuesta a golpes.

Sasuke, quien parecía haber estado esperando cualquier otra pregunta en lugar de esa, destensó los hombros — Sakura dijo que una semana.

Los labios y las cejas de Naruto se fruncieron al oír el nombre de su amiga y la “esposa” de Sasuke, pero no iba a dejar que Sasuke notara su molestia.

—Oh, entonces si te faltaba mucho chakra ‘ttebayo — Comentó, recibiendo como respuesta un simple encogimiento de hombros por parte del otro.

Silencio otra vez.

¿Cuánto tiempo se la pasarían ambos en ese jueguito extraño de pretender que nada había pasado entre los dos? Ambos parecían estar pensando en lo mismo porque de vez en cuando se echaban unas miradas furtivas cargadas de un sentimiento difícil de describir.

Naruto estaba consciente que la situación era más que perfecta, pero las palabras que quería decir no salían y Sasuke no parecía estar en mejores condiciones que él.

Quizás debía tomarle la palabra a Shikamaru y simplemente hacer como que había encontrado la respuesta por sí mismo, pero era tan cabezota que sabía que teniendo a Sasuke allí, una semana completa sin poder dejar la aldea, terminaría dándole vueltas al asunto una y otra vez con mayor intensidad que antes.

—Tu pelo está muy largo — Se atrevió a decir, en un intento cobarde por desviar la tensión en el aire mientras estiraba la mano para alcanzar unos mechones oscuros. Sasuke obviamente no permitió el contacto.

—Sí, lo está. Pero no tiene importancia — Se defendió el Uchiha intentando no lucir afectado con la leve tristeza que Naruto le dejaba ver en su mirada. Algo que no comprendía en lo más mínimo, pero a la vez sí. Era imposible para él no saberlo, después de todo.

—Me gustaba mucho tu cabello de antes ‘ttebayo —Comentó Naruto sin poder evitarlo, las palabras se habían deslizado fuera de su boca demasiado fácil. Fueron los ojos bien abiertos de Sasuke por la sorpresa lo que le hicieron darse cuenta de su desliz— Digo… y-yo… bueno, ¡Eso!

Sasuke demasiado impresionado por ese comentario se preguntó internamente si debía hacer algo con su cabello. Un pensamiento demasiado idiota que le hizo arrugar el entrecejo.

—¿No tienes trabajo de oficina que hacer? — Preguntó Sasuke queriendo desviar el tema de su aspecto.

—Tengo, pero eso no es nada — Aseguró Naruto de inmediato.

—¿Nada? Eres el hokage.

—Sí, lo sé. Dormí con esta maldita capa toda la noche después de todo y déjame decirte que no es una buena cobija, sentí que me congelaría en cualquier momento ‘ttebayo — Se quejó Naruto mirando con recelo la capa que cubría gran parte de su cuerpo.

Sasuke inconscientemente sonrió levemente ante los comentarios de Naruto ganándose una cariñosa mirada por parte del otro que le hizo borrar su expresión divertida.

No tenía que bajar la guardia.

—Entonces, ve a trabajar — Insistió Sasuke finalmente haciendo que Naruto suspirara cansado.

—No es necesario, ya te lo dije. Estoy preocupado por ti, con un demonio —Se quejó sin tacto alguno.

—No deberías estarlo, estoy seguro de que sabes lo fuerte que soy. Déjate de idioteces, tarado.

—¡Lo sé, pero eso no quita el hecho de que quiero estar contigo hasta que esté completamente seguro de que estás bien! — No era su intensión gritar tan fuerte, pero poco le importó que quizás todo el hospital habría escuchado su declaración en esos momentos.

—¿Por qué? — Quiso saber Sasuke, en automático.

Los ojos de Naruto se abrieron tan enormemente ante esa pregunta que Sasuke creyó que podrían salírsele las pupilas — Oh no, no puedes hablar en serio, bastardo. Tú lo sabes mejor que nadie.

Sasuke reconoció el tinte rojo en aquellas pupilas azules, pero aun así sentía que la molestia de Naruto era injustificada.

Quizás en el pasado tendría una respuesta más que obvia. Pero ahora, desde hace años, desde el día en que se enteró que Naruto se había casado cuando él había dejado la aldea buscando aclarar su mente, que no estaba muy seguro de esa “obviedad”.

—¿Por qué soy tu amigo?  — Se atrevió a responder sin ninguna mala intensión aparente, pero el rencor entre líneas fue mucho más notorio del que quisiera.

Naruto tuvo la reacción inmediata de levantar el puño perfectamente cerrado para luego bajarlo aguantándose el golpe que de seguro le habría llegado en toda la cara si no estuviera hospitalizado. Sasuke no habría tenido problemas en defenderse, sin embargo, es más, le hubiese gustado empezar una pelea inútil con tal de tener la oportunidad de desquitarse con él a golpes como había querido hacerlo desde hace trece años.

—Repito, no puedes estar hablando en serio, Sasuke. Te estoy dando una oportunidad para que no me cabrees más de lo que ya estoy ‘ttebayo — Advirtió Naruto con la mirada recargada en Sasuke, completamente tenso.

—¿Qué no es así? —Insistió el Uchiha de todas formas, aguantándose las ganas de activar el sharingan en ese momento.

—¡Eres un- !

El insulto quedó a medias y todo movimiento también cuando la puerta de la habitación se abrió dejando ver a una sorprendida Sakura que los observaba desde el marco.

—¿Qué estás haciendo aquí, Naruto? — Preguntó ella al instante acercándose a la cama como si temiera de algo al notar la tensión que había en el ambiente.

Naruto frunció el ceño a más no poder viendo desde Sasuke hacia Sakura un par de veces sin tratar de ocultar su enojo — Hola Sakura-chan, estoy bien, gracias, ¿Cómo estás tú? — Recitó irónicamente reclamando la falta de modales en la mujer.

Sakura suspiró con cansancio — Estaría mejor si no estuvieras aquí armando un escándalo en el hospital, molestando a un paciente y de paso evitando tus deberes en el trabajo. El consejo llamó para pedirme que les informara de tu condición, ¿Puedo saber desde cuándo estas enfermo? —Preguntó ella claramente sabiendo que esa había sido probablemente una excusa de Naruto para faltar al trabajo y quedarse cuidando a Sasuke por su cuenta.

 

“Maldición” Gruñó al verse descubierto. Aparentemente Shikamaru no se había molestado en dar una excusa más detallada a su ausencia.

—Eso creí — Agregó Sakura al notar que Naruto no iba a responder. Su atención cambió ahora a Sasuke que parecía querer estar ajeno a ambos— ¿Cómo te sientes hoy, Sasuke-kun?

—Con un humor de perros — Respondió Naruto en su lugar visiblemente molesto con el Uchiha, sobretodo porque el otro le estaba evitando la mirada.

Sasuke no cayó en la provocación y se mantuvo en silencio, esperando que Sakura se hiciera cargo de la situación. Algo que sin dudas Naruto notó sin mucho esfuerzo haciéndole sentir ofendido.

—¿Acaso pasó al-

—Nada — Interrumpió Naruto dándose la vuelta, dispuesto a irse de una vez por todas. Tener a Sakura ahí volvía las cosas aún más difíciles que antes— ¿Sabes qué? Tienes razón, debería estar firmando unos papeles importantísimos. En lugar de estar aquí perdiendo el tiempo con una persona que no quiere verme — Siseó enojado sintiendo la pesada mirada de Sasuke en él, sin embargo, no se volteó a comprobarlo y dejó al matrimonio solo en su lugar manteniendo el sabor amargo en su boca por haber perdido la oportunidad para aclararse con Sasuke de una vez.

Sasuke no abandonó la figura de Naruto hasta que este desapareció de su campo visual. Era bueno que este se marchara rápido, de lo contrario el “¿Quién dijo que no quiero verte?” se habría escapado de su boca en disculpa. Había ofendido a Naruto, estaba claro.

Lo que no estaba claro era el por qué.

—¿Qué te dijo Naruto? — Preguntó entonces Sakura, muerta de curiosidad.

El Uchiha alzó una ceja — Nada.

—No creo que nada, estaba muy molesto —Insistió Haruno.

—¿Realmente tengo que quedarme en el hospital una semana? — Cambió el tema Sasuke intentando hacer caso omiso a esos ojos verdes interrogantes sobre él.

Sakura, al notar la poca cooperación del otro decidió desistir, pero no por eso iba a quedarse tranquila. Nunca podía estar tranquila cuando se trataba de Sasuke y Naruto.

—Sí, encontramos una anomalía en tu chakra, como si te faltara — Explicó Sakura revisando las hojas que hace un rato había mantenido al margen en sus manos— Está reducido en un setenta por ciento de su totalidad.

—Es por la habilidad de absorber chakra — Dijo Sasuke recordando la pelea que había tenido con Momoshiki y el otro sujeto que encontró en las ruinas antiguas.

—Es una habilidad peligrosa, sin duda. Pero, no es un problema para ti, te estaremos suministrando medicamentos para que recuperes tu chakra sin problemas, pero estos pueden ser un poco molestos incluso para ti, Sasuke-kun, por eso necesito que te quedes aquí — Explicó Sakura entornando los ojos en una expresión amorosa que ni inmutó a Sasuke.

—Bien — Fue todo lo que respondió. No tenía ganas de discutir las condiciones con la mujer en esos momentos. Su cabeza no dejaba de volar hacia la discusión anterior con Naruto.

Sakura notó que Sasuke estaba perdido en algún lugar por lo que con mucho cuidado acercó la mano hacia su brazo, acariciándoselo. Sasuke simplemente la observó sin ningún sentimiento, provocándole un dolor agudo que disimuló con calma.

—Cariño, estarás bien. Sarada ha estado todo el tiempo preguntando por ti — Mencionó con cuidado, intentando provocar algo en el otro hombre sin éxito.

Sasuke no respondió. Sakura tuvo que usar toda su voluntad para no sacarle en cara su falta de interés. No quería arruinarlo, quería evitar a toda costa arruinar cualquier cosa entre Sasuke y ella.

El Uchiha no lo admitiría, pero agradecía que Sakura se fuera sin más comentarios. No estaba de humor para escucharlos. Su cabeza no podía dejar el recuerdo de un Naruto molesto a su lado.

Se acostó completamente en la cómoda cama del hospital mientras soltaba un suspiro repentinamente cansado.

“… quiero estar contigo hasta que esté completamente seguro de que estás bien”

Naruto era un idiota por enojarse con él. Por supuesto que no sabía la razón por la que quería estar junto a él.

Ellos se habían amado hace años atrás. 

Y Naruto lo había traicionado al casarse con Hinata cuando él se fue de la aldea tratando de aclarar sus sentimientos hacia él. ¿Qué tan estúpido creía que era?

Naruto había dejado de amarlo. Eso es lo que Sasuke creía y quería creer, porque de lo contrario, ¿Por qué este se había casado cuando él no estaba? ¿Por qué Naruto no había impedido que se fuera otra vez?

Para Sasuke solo había una explicación a ello y es que simplemente Naruto se había dado cuenta que si estaba junto a él la aldea nunca habría podido aceptarlo como hokage. Era un traidor después de todo y dejarlo marchar otra vez había sido su forma de romper la relación que tenian a la cual nunca le habían dado un nombre.

¿Acaso era necesario entrar en una categoría? Se habían besado, dicho palabras de amor (bueno, por parte de Naruto), tocado, acariciado y compartido muchas más cosas que con cualquier otra persona con la que compartiera un vínculo. Aun así, ninguno de los dos había dejado en claro lo que eran provocando que terminaran de la forma en la que estaban en el presente.

Casados, con hijos, lejos del otro.

Y no es que Sasuke fuera un cobarde, pero le temía a las razones sinceras de Naruto. Temía escuchar porqué el otro lo dejó ir, porqué se había casado… porqué había dejado de amarlo.

Estaba seguro que, a pesar de los años, no estaba preparado para afrontar una verdad como esa y por ello procuraba que sus visitas fueran lo más cortas posibles para evitar cualquier situación que pudiera conllevar a terminar en una plática indeseada y dolorosa. Estúpidamente, había creído que Naruto estaba de acuerdo con su decisión de simplemente dejar las cosas pasar y no preguntar nada, ya que este nunca hizo amago de preguntar por su cuenta. Es por eso que le tomó desprevenido el hecho de que Naruto parecía más que dispuesto en tocar el tema.

Quizás Itachi si había tenido razón y le faltaba después de todo un poco más de odio del que ya tenía, de lo contrario no sentiría su corazón removerse inquieto cada vez que pensaba en Naruto.

No, ya no le quería. Debía aferrarse a eso si no quería volverse loco.

Debía aferrarse a eso y seguir con su vida, aunque doliera.

Porque Naruto no lo había elegido a él, después de todo. Así que no tenía ninguna razón para preocuparse por él.

Después de todo, ellos se habían amado.

Y ellos se habían traicionado.

Notas finales:

¡Hola! ¿Todo bien? Estoy de vuelta!
Sé que dije que intentaría actualizar los viernes, pero mi computadora me está jugando una muy mala pasada y no quería tentar a mi suerte.
Por otro lado, parece que hay dos personitas en este fic que están sufriendo por un graaaan malentendido ¿No creen? (? ?_?)?
¡Nos vemos!


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