Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Ojos que no ven por Alana005

[Reviews - 18]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

La luz anaranjada del atardecer inunda toda la playa, la calma en el ambiente solo es interrumpida por el suave sonido de las olas al romper sobre la arena. Brillantes destellos bailan entre las aguas, traviesos, risueños, intentando escapar de entre los acuosos brazos del mar.

Ve a Izuku en la orilla, cuando lo llama este se gira y le sonríe. Es una sonrisa cálida que lo llena de calma. De entre sus labios sale una única palabra, un susurro pronunciado entre miradas de afecto.

 

“Kacchan”

 

Se acerca anhelante hacia aquella voz tan conocida que lo llama, los ojos de Izuku brillan y él se pierde una vez más en esa mirada esmeralda.

 

“Siempre me has gustado”

 

Lágrimas perladas adornan sus pecosas mejillas aunque sonríe con felicidad. Alza la mano e intenta quitárselas en una suave caricia.

 

- Por fin estamos juntos - Le susurra a Izuku.

 

Pero Izuku esquiva su mano, su sonrisa cae y sus ojos dejan de brillar, ahora llenos de terror. Su voz se vuelve apenas un susurro tembloroso.

 

“¿Estás seguro?”

 

Alarga su mano otra vez, esta vez Izuku no la esquiva pero por alguna razón no consigue alcanzarlo por más que lo intenta. Frustrado, echa a correr. Por fin lo alcanza pero su mano lo atraviesa, su cuerpo se deshace en una nube de oscuridad.

 

“Confiaba en ti”

 

Oscurece de golpe, las sombras engullen todo a su alrededor, incluso la playa, que desaparece bajo sus pies. Observa su mano desesperado, las sombras danzan entre sus dedos, como burlándose de él… Otra vez...

 

“¿Por qué no me ayudaste?”

 

Mira a su alrededor con desesperación buscando el origen de aquella voz tan conocida que ahora lo acusa, pero no consigue ver nada. Todo es sombra y oscuridad, no hay rastro de las olas, la arena, el olor a sal… Todo ha desaparecido, incluso él…

 

“Debiste correr más rápido”

 

Intenta avanzar pero por más que corre no parece que avance nada, se siente desorientado, desesperado, aterrado…

 

- ¡¿Dónde estás?! - Grita desesperado.

 

Su pregunta no obtiene respuesta, hace eco entre las sombras violáceas que lo rodean.

 

“Me abandonaste cuando más te necesitaba”

 

A lo lejos se intuye un portal de oscuridad, tan conocido, tan desconocido. Las sombras danzan en su interior, regodeándose ante su impotencia. Echa a correr desesperado por alcanzarlo.

 

“Es demasiado tarde”

 

Corre con todas sus fuerzas pero el portal se aleja de su alcance. 

 

“¡Ayúdame Kacchan!”

 

- ¡¡¡Deku!!!

 

Bakugou despertó de golpe, su mano se encontraba extendida hacia arriba, como si intentara alcanzar algo, aunque sabía que aquello que quería alcanzar se encontraba muy lejos de su alcance. Un sudor frío bañaba su cuerpo y su respiración entrecortada era acompañada de tenues jadeos que luchaban por llevar aire a sus agitados pulmones.

El sueño había sido tan real que tardó unos segundos en orientarse. Aquellas palabras se repetían una y otra vez en su mente, aunque sabía que él jamás diría algo así… Aunque sabía que ha sido solo un sueño… Él jamás lo culparía… O al menos eso quería creer. La culpa y el miedo, que revolvían su estómago, últimamente se habían vuelto sus fieles acompañantes.

Durante unos minutos se quedó observando el techo de su habitación, enredado en el revoltijo al que habían quedado reducidas sus sábanas mientras rememoraba el sueño que acababa de tener. Una lágrima traicionera bajó por su mejilla, al darse cuenta la limpió frustrado.  No iba a llorar, Deku estaba bien, tenía que estarlo y él lo salvaría. Se incorporó, resignandose a levantarse y una vez en pie se vistió sin fijarse mucho en que se ponía.

Al pasar junto al espejo no pudo evitar observar su reflejo, este le devolvía una mirada enmarcada por profundas ojeras. Desde que Izuku fue secuestrado no había tenido una sola noche de paz, noche tras noche las pesadillas lo acechaban impidiéndole descansar.

 

"Si tan solo hubiera controlado su estúpido orgullo…"

 

Furioso, pateó lo primero que encontró a su alcance, la inocente silla cayó pesadamente al suelo. No era la primera vez que lo hacía en los últimos días.

 

"Si tan solo se hubiera dado cuenta antes de sus sentimientos…"

 

Pero no era la única, mesas, camas, armarios, sus compañeros…. Nadie se salvaba de su dolor disfrazado de rabia.

 

"Si tan solo no hubiera empujado a Deku hasta aquella playa con sus estúpidas palabras…

 

Pero no funcionaba, nada lo hacía. Por más gritara y pataleara Katsuki no encontraba consuelo alguno y aquello solo lo frustraba más.

 

"Si tan solo no se hubiera alejado de él..."

 

Observó la silla levemente arrepentido de haberse desquitado con ella y la recogió del suelo antes de salir de la habitación y dirigirse hacia el comedor.

Había pasado una semana desde la desaparición de Izuku pero aún no tenía ni una sola pista sobre su paradero. En varias ocasiones, cuando la idea de quedarse sin hacer nada se volvía insoportable, había salido a buscar a Izuku, no podía hacer otra cosa. Corría y corría por las calles de la ciudad, tal y como hizo la noche en que este fue secuestrado, sin rumbo alguno, sin esperanza alguna pero con una insistencia que rayaba la obsesión.

Sin embargo, al no tener ninguna pista, sus búsquedas se acababan limitando a vagar por las calles de la ciudad mientras su corazón daba pequeños vuelcos cada vez que veía a lo lejos una cabellera verdosa, una cara salpicada de pecas, unos ojos esmeralda…. Solo para sentir la decepción calando cada vez más hondo al acercarse y ver que no se trataba de Izuku.

Al llegar al comedor vio a Kaminari y Kirishima sentados en una mesa mientras desayunaban, no se sentía con ánimos de entablar una conversación con nadie así que pasó de largo y salió del dormitorio en dirección a la escuela sin desayunar. Total, tampoco tenía apetito, solo pensar en comida le daba náuseas.

Caminaba sin prisas, perdido entre sus pensamientos mientras sus pies removían los pétalos caídos de los cerezos. En aquella época del año los numerosos cerezos que adornaban los caminos florecían tiñendo el paisaje de un inocente color rosado. Formaban alfombras de pétalos a lo largo de los caminos y en días de viento, como aquel, parecía que cayera una suave lluvia de pétalos.

Era un paisaje precioso pero Bakugou era incapaz de apreciarlo, aunque en realidad el ambiente era alegre y relajado para él todo se veía gris y apagado. Los alumnos que caminaban hacia la escuela admiraban el paisaje mientras conversaban alegremente, ignorantes de lo que había sucedido hacía apenas una semana, sin saber que uno de sus compañeros ya no podía caminar por aquellos caminos teñidos de rosa.

Parecían días tranquilos, días de paz, pero para Bakugou aquella paz era falsa y las risas inocentes y despreocupadas de los demás alumnos de la U.A. casi le parecían una burla. Sentía un vacío en su interior, algo crucial había sido arrancado de su cuerpo junto a Deku.

Y lo peor de todo es que no había vuelto a saber nada de él desde esa noche. Sabía que al día siguiente de su desaparición se había puesto en marcha una investigación conjunta entre la U.A. y el cuerpo policial, pero hasta ahí llegaba su información. Varias veces había intentado hablar con sus profesores pero estos no habían querido decirle nada sobre la investigación. Las respuestas eran variadas pero venían a girar todas alrededor de lo mismo, que se mantuviera al margen, precisamente la única cosa que Bakugou no podía hacer. Lo echaba tanto de menos...

 

“¿Dónde estás Deku?”


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).