Cuando el timbre que anunciaba el final de las clases sonó por fin, Bakugou arrojó sin cuidado los libros a su mochila y se levantó deseoso por salir del aula. Su brusco comportamiento le ganó una mirada de reproche de Iida pero la ignoró pues no soportaba estar ni un segundo más en clase. De hecho esto le ocurría a menudo últimamente pues no podía evitar sentirse constantemente ansioso por la situación y por lo tanto, con la mente en todas partes menos en las palabras de su profesor, las clases le parecían insoportablemente eternas.
Pero es que no podía suprimir la sensación de que se estaba equivocando, de que en vez de estar sentado tranquilamente en clase debería estar buscando a Deku. No es que no supiera que literalmente no tenía ninguna pista que seguir, lo sabía dolorosamente bien. Deku se había esfumado sin dejar rastro, lo había comprobado por sí mismo muchísimas veces en cada una de sus anteriores búsquedas. El problema era que su mente lo sabía pero su corazón no. Si al menos sus profesores le contaran cómo iba la investigación de los heroes profesionales... Pero guardaban silencio al respecto.
Bakugou apretó, con tal vez demasiada fuerza, las correas de su mochila y apresuró el paso, ansioso por salir de allí pero antes de que pudiera salir del aula una voz a sus espaldas detuvo sus pasos. Se volvió y vio a Kaminari y Kirishima llamándole mientras se acercaban alegremente.
- ¡Ey Bakugou! Estábamos pensando en acercarnos a la ciudad, ¿Te apuntas?
- No
- Pero…
- No estoy de humor para soportar vuestras mierdas - Dijo antes de salir del aula dejándolos plantados.
Justo antes de salir, Bakugou alcanzó a ver cómo Kirishima y Kaminari intercambiaban una mirada contrariada. Sintió una muy leve punzada de remordimiento pero la silenció rápidamente y prosiguió su camino pues la alternativa le resultaba simplemente insoportable. Hoy no se veía con ánimos para salir con ellos.
Kirishima y Kaminari estaban más encima de él que nunca y a menudo lo abordaban como hacía un rato con planes y excursiones. Sabía que lo hacían para animarlo, para que se distrajera aunque fuera por un instante de la situación pero no funcionaba, más bien al contrario.
Aquellas salidas con Kirishima y Kaminari únicamente le dejaban dos opciones que seguir: aguantar las miradas de lástima de sus dos amigos al verlo deprimido o fingir que todo estaba bien para no tener que hacerlo. Y por muy buenas intenciones que tuvieran sus amigos no estaba de humor para soportar ninguna de aquellas dos cosas.
En parte, y aunque supiera que lo hacían con buena intención, le molestaba que no entendieran que no había nada que pudiera consolarlo mientras el paradero de Deku fuera desconocido y no supiera si estaba bien o no. Una parte de su mente siempre pensaba inevitablemente en Deku y eso no cambiaría hiciera lo que hiciera y le molestaba que los sus amigos lo presionaran hasta el punto de tener que fingir que estaba bien y nada pasaba. Si pasaba, Deku había desaparecido y nada conseguiría apartar su mente de ello.
Caminó perdido en sus pensamientos a través de los pasillos hasta el exterior del edificio escolar pero apenas había dado unos pasos fuera de este cuando vio a Uraraka en la lejanía. Le extrañó que fuese sola, normalmente iba acompañada de alguna de aquellas ruidosas chicas de su clase o de Iida. Se acercó a ella pero esta no parecía muy atenta a lo que sucedía a su alrededor.
- Oye
- !Ahhhhhh!
Uraraka se estremeció y se giró sobresaltada, aún con el susto en el rostro.
- ¡¿Por qué has hecho eso?!
- Yo no hice nada, te asustaste tu sola - Se defendió - ¿Por qué estás sola? ¿Dónde están la panda de pesados que siempre van contigo?
- Se adelantaron, me apetecía estar sola - Contestó sin mucho ánimo.
- Entiendo - Murmuró Bakugou antes de empezar a caminar junto a ella.
Por alguna razón, últimamente la compañía de la chica le resultaba más amena que la de sus amigos y a menudo se descubría hablando con ella, tal vez era porque sus estados de ánimo eran parecidos. Se veía reflejado en el semblante triste que expresaba la chica desde que Deku ya no estaba, sabía que a ella también le había afectado mucho su marcha.
Era consciente de que al resto de sus compañeros también les importaba lo que pasara con Izuku pero por alguna razón sentía que no era lo mismo. Con ella no sentía la necesidad de fingir que estaba bien y por esa razón disfrutaba de su compañía. Uraraka también estaba triste por la ausencia de Deku y ambos hallaban consuelo en la tristeza del otro.
Pero aquel día era diferente, un aura lúgubre rodeaba a la chica, creando un pesado ambiente a su alrededor. Caminaron sin ningún rumbo en concreto y en seguida se instauró un incómodo silencio entre ellos. Uraraka seguía pérdida en sus pensamientos, hoy estaba incluso más distraída que los últimos días. Estaba a punto de decir alguna despedida corta para escabullirse de aquella incómoda situación pero Uraraka se le adelantó.
- Me pregunto qué estará haciendo en este momento, dónde estará...
No hizo falta que especificara de quien estaba hablando, ellos dos siempre acababan hablando de la misma persona.
- Si lo supiéramos no tendríamos este problema, podríamos ir a por él.
- Tienes razón - Dijo mientras soltaba una débil risa, no había rastro alegría en aquel gesto.
- Sabes... Deku llevaba mucho tiempo enamorado de ti, tuve que aguantar durante años sus incesantes quejas sobre ti.
- ¿Tanto se quejaba?
- Si, se la pasaba diciendo que algo debía de estar mal en él para haberse enamorado de ti - Esbozó una sonrisa nostálgica.
- Con que esas tenemos - Dijo Bakugou, su expresión mostraba una sonrisa siniestra - Tendremos que tener una larga conversación cuando vuelva.
Ante esas palabras Uraraka río suavemente por unos instantes.
- Él pensaba que jamás llegarías a corresponderle.
Bakugou bajó la mirada, repentinamente entristecido. Ojalá hubiese notado antes sus propios sentimientos y los de Deku.
- Lo hiciste esperar demasiado.
- Lo se…
- Es injusto, fue demasiado tarde…
- ¿Demasiado tarde? - Bakugou frenó en seco sus pasos - No es demasiado tarde, no vuelvas a decir algo así.
- ¡Lo siento! Yo no quería... - Uraraka se llevó las manos a la boca como si recién se diera cuenta de sus palabras.
La chica frenó también y se volvió para verlo pero no era capaz de sostenerle la mirada a aquellos intensos ojos rubí la taladraban.
- No hables de él como si estuviera muerto... - Dijo Bakugou arrastrando el dolor en cada palabra.
- ¡No! ¡No quería decir eso! Es solo que... - Dijo enfrentándolo por fin.
- ¿Qué?
- Ya han pasado dos semanas y no tenemos noticias, nada, ni una pista. Los profesores siguen insistiendo en que no nos involucremos, que se lo dejemos a ellos y no nos dicen nada…
- Los profesionales y su maldito secreto de investigación - Resopló Bakugou molesto.
- Tal vez... - Uraraka no terminó la frase, como si no se atreviera a decirla en voz alta.
Bakugou la observó fijamente esperando a que continuara.
- Tal vez, el que no nos digan nada no es debido a que guarden los detalles de la investigación en secreto, sino... A que no tienen pistas.
Bakugou parpadeó perplejo unos segundos, esa posibilidad no había pasado por su mente. Jamás la aceptaría, no se permitiría ni siquiera planteársela, no podía permitírselo o sentía que se derrumbaría. Una cosa era que él no supiera nada pero que los profesionales tampoco tuvieran pistas… Aquello sería demasiado...
- ¡No! Eso no puede ser y te lo voy a demostrar.
- ¿Demostrar? - Uraraka lo miró alarmada - ¿Qué vas a hacer?
- No es que voy a hacer sino que vamos a hacer, tú te vienes conmigo - Dijo decidido mientras echaba en dirección contraria, nuevamente hacia el edificio escolar - Hablaremos con All Might, él tendrá información sobre la investigación.
- ¿Qué te hace pensar que nos dirá algo? - Dijo Uraraka mientras lo seguía - Te recuerdo que ya hemos intentado sonsacar información a otros profesores y no dio resultado.
- Está más que claro que ese maldito de Aizawa no nos dirá nada - Dijo Bakugou resentido - Sin embargo All Might es diferente, él nos comprenderá, estoy seguro de ello.
Uraraka no parecía muy convencida, pero aun así lo siguió.
- Bueno, si no quieres no pasa nada, puedes quedarte aquí, investigaré yo solo el paradero de Deku.
- Ni lo sueñes, no irás a ningún lado sin mí - Contestó decidida apresurando su paso para adelantar a Bakugou.
Bakugou sonrío mientras observaba la espalda de la chica, sabía que Uraraka le contestaría eso, solo tenía que provocarla un poco para que se uniera a su plan, si es que se le podía llamar plan.
- Lo siento, hay días en que me cuesta más mantener el buen humor - Dijo Uraraka sin girarse.
Su voz se escuchaba más animada, tal vez solo necesitaba un pequeño empujón que la pusiera en marcha.
- Te entiendo, a veces me pasa lo mismo...
Su voz fue apenas un susurro, tan silencioso que Bakugou no sabía si Uraraka había alcanzado a oírlo pero no dijo nada más. Ninguno lo hizo mientras se adentraban en la escuela y recorrían sus pasillos desiertos hacia la sala de profesores.
Empezaba a ponerse nervioso. ¿Y si All Might no hablaba? ¿Y si realmente no había ninguna pista que seguir? Se había mostrado muy confiado antes pero con cada paso sus nervios aumentaban cada vez más. Pero tenía que haber algo, Deku no podía haberse esfumado sin dejar rastro y hoy no pararía hasta obtener respuestas.