A pesar de la espesa pantalla de humo, Bakugou sabía exactamente dónde se encontraba la chica, o mejor dicho, su objetivo. A sus espaldas escuchaba los pasos apresurados de Deku, intentando descubrir dónde estaba, pero Bakugou sabía que no lograría encontrarlo. No a tiempo al menos. Se encontraba ya muy cerca de la chica rubia, sus manos soltaron pequeñas chispas, impacientes por liberar su poder.
Mientras se acercaba con fría determinación hacia la chica, Bakugou sintió que todo estaba bajo su control. El fuego ardía en sus manos, pidiendo ser liberado. El humo ocultaba sus pasos, envolviendolo en su oscuro abrigo. Había creado la oportunidad que necesitaba, con sus propias manos. Y si su corazonada era cierta todo acabaría en un instante. La emoción crecía en su pecho, cada vez más fuerte con cada latido. Y entonces escuchó un grito que lo cambió todo.
- ¡¡Atrápalo!! ¡Ahora!
El grito de Shigaraki cortó el ambiente como un cuchillo. Y de pronto una gran ventolera lo alcanzó, disipando el humo a su alrededor, robándole el sigilo y la oportunidad de atacar por sorpresa. Bakugou se detuvo en seco, sorprendido. Los gritos de Shigaraki continuaron pero Bakugou no les prestó más atención pues justo en ese momento alzó la vista y se encontró con algo que le heló la sangre, vio al causante de la ventolera, un nomu a escasos centímetros suyo. En un abrir y cerrar de ojos, antes de que pudiera siquiera reaccionar, el nomu se abalanzó sobre él y lo agarró por el cuello.
Bakugou gritó, o al menos eso intentó pero de entre sus labios solo salió un quejido estrangulado, apenas más fuerte que un susurro. Se aferró con fuerza a la garra que le impedía respirar, arañándola y golpeándola pero fue inútil, ni siquiera su quirk consiguió rasguñar siquiera la dura piel del nomu. La tenaza que le apresaba el cuello permaneció impasible a sus esfuerzos.
Entrecerró los ojos con dificultad, mientras las garras del nomu cada vez apretaban más y más su frágil cuello y lo alzaba en el aire, robándole ahora no solo el oxígeno sino también el apoyo. Sus pulmones empezaron a arder, reclamando el aire que no les llegaba. Oía gritos a su alrededor, ¿All Might? ¿Shigaraki?, no estaba seguro, la sangre que se agolpaba en sus oídos le impedía escuchar bien. Poco a poco su visión se fue oscureciendo y por primera vez en aquella noche Bakugou sintió el miedo serpentear en su interior. No podía acabar así, no ahora que estaba tan cerca. Pateó desesperadamente al nomu pero este no se inmutó.
Su vista se oscureció, notaba como su conciencia empezaba a ceder, hundiéndolo sin su consentimiento en la más profunda oscuridad. Y entonces, de pronto pudo volver a respirar. La primera bocanada de aire que atravesó sus labios y garganta fue angustiosamente dolorosa e inmediatamente empezó a toser. Notaba como el aire pasaba dolorosamente a través de su maltrecho cuello hasta sus doloridos pulmones, convirtiendo el respirar en una agonía que Bakugou jamás se había alegrado tanto de sentir.
Tardó un poco en advertir, demasiado ocupado luchando por respirar entre toses, que las manos que antes habían querido ahogarlo ahora lo tenían bien sujeto. Intentó moverse pero no lo logró, un escalofrío le bajó por la espalda, lo habían atrapado.
- Muy bien - Dijo Shigaraki - Eso está mejor.
La voz inesperadamente cerca de Shigaraki sobresaltó a Bakugou quien aún se esforzaba por respirar con normalidad. Al parecer, tener la vida de su enemigo en sus manos había calmado a Shigaraki, que ya no gritaba. Se acercó lentamente hacia Bakugou, que se removió inquieto entre las garras del nomu.
- No creas que simplemente te dejaré hacer lo que quieras en mi territorio - Masculló Shigaraki situándose junto a la chica rubia.
- Entonces... es v-verdad - Consiguió articular Bakugou con dificultad, cada palabra le desgarraba la garganta herida.
- Ohhh Shigaraki-chan, lo siento mucho, no pensé que nadie lo descubriría tan rápido - Se lamentó la chica, ignorando a Bakugou.
- Cállate Chloe - Advirtió Shigaraki.
Pero el mal ya estaba hecho, la última pieza del rompecabezas encajó para Bakugou. Ignorando las dolorosas protestas de su garganta, Bakugou río suavemente.
- Chloe Ravendolh - Susurró triunfante Bakugou - Así que ella controla a Deku.
Su secreto había sido desvelado pero Chloe se limitó a taparse la boca con aire inocente, como un niño que ha dicho una palabrota.
- Me parece que no acabas de comprender la situación en la que te encuentras - Dijo Shigaraki fríamente.
Chasqueó los dedos y el nomu que lo apresaba apretó su agarre. Bakugou dejó escapar un quejido involuntario y se removió entre las garras que lo apretaban dolorosamente pero apenas era capaz de mover algo más que sus piernas.
- Mierda - Masculló molesto.
- Debí suponer que te darías cuenta pero que hayas descubierto quién controla a Midoriya no te servirá de nada - Dijo Shigaraki divertido - Además, pronto no serás capaz de contarle el secreto a nadie.
- Je je je je je - Se rio Chloe.
Aquello no le gustó nada, no auguraba nada bueno, estaba atrapado y completamente a merced de su enemigo, estaba en serios problemas. Miró hacia All Might pero este aún se encontraba luchando contra los tres nomus. ¿De dónde salían tantos nomus? Pensó desesperado mientras se movía inútilmente, intentando liberarse sin éxito.
- Te preguntarás por qué no he dejado que el nomu te ahogase. Bueno, es simple, matarte así no habría sido divertido - Dijo Shigaraki lentamente con diversión en la voz - Tengo una idea mucho mejor para eso. Midoriya hazlo tú, mátalo.
Su estómago dio un vuelco.
No… Bakugou se giró bruscamente y buscó a Deku con la mirada. Un sudor frío le corrió por la espalda mientras observaba como Izuku se acercaba, su mirada inexpresiva le crispó los nervios más que nunca. Temeroso, Bakugou usó toda su fuerza para tratar de liberarse una vez más del agarre del nomu pero al igual que sus intentos anteriores este terminó en fracaso, el nomu era demasiado poderoso, no podía mover ni un músculo.
Miró a lo lejos con ojos suplicantes pero si All Might era consciente del aprieto en que se encontraba su alumno no lo demostraba, se encontraba inmerso en su propia lucha. Los pasos de Deku, eran lentos y temblorosos, inestables, pero lo acercaban cada vez más y más a él.
- ¡Deku! - Gritó Bakugou desesperado.
Pero este no dio señales de haberlo oído. Los pasos que al principio se mostraban inseguros fueron cogiendo confianza y rápidamente lo tuvo frente a él.
- ¡Deku no lo escuches! Sé que no quieres hacerlo.
Miró a Deku intensamente pero este no reaccionó. En su lugar, alzó su puño y preparó un ataque. Un ataque que acabaría con todo para Bakugou y para él mismo, para ellos. Una simple orden, dada por su enemigo, el enemigo de ambos iba a acabar con todo.
“Mátalo”
¡No! No podía acabar así, ¡No aquí!
- ¡¡Deku!! ¡Reacciona!
El brazo de Deku brilló en el aire justo antes de avanzar sin piedad y entonces Bakugou cerró los ojos. Si todo iba a terminar así prefería no verlo. No quería ver el rostro inexpresivo de Deku acabar con su vida. Y sobre todo no quería ver aquellos ojos vacíos que se le antojaban peor que el puño que se alzaba ante él dispuesto a acabar con su vida.
Pero el golpe nunca llegó.
Bakugou abrió los ojos de golpe con esperanza y miedo a partes iguales dentro de él. El puño de Deku se encontraba quieto en el aire, a escasos centímetros de su cara. El brazo que lo sostenía temblaba levemente sin llegar a moverse de su lugar, incapaz de decidir al parecer, si seguir avanzando hacia su objetivo o retroceder.
Bakugou observó con el aliento contenido el rostro de Deku, tan inexpresivo, tan…
No, algo había cambiado, lo vio en sus ojos. Aquel brillo que creía haber perdido brillaba una vez más y entonces algo se derrumbó dentro de él. Porque lo supo con total certeza. Lo vio en el brillo de sus ojos verdes, en el temblor de su brazo y en la solitaria lágrima que bajaba por su mejilla. Deku estaba luchando, luchaba contra el control de aquella mujer. Y parecía estar ganando.
- Deku… - Susurró emocionado.
- ¡¿A qué estás esperando?! - Gritó Shigaraki - ¡Acaba con él!
Pero Deku no se movió. Simplemente continuó paralizado, con su puño aún a escasos centímetros del rostro de Bakugou pero temblando cada vez menos. Bakugou pateó con fuerza una vez más al nomu. ¡Si tan solo pudiese moverse!
- ¡Chloe! Ordénaselo tú - Exigió Shigaraki con rabia - Es tú quirk, ha de obedecerte.
Bakugou miró con rabia a la odiosa chica que se acercó con una gran y maliciosa sonrisa.
- ¡Claro! - Contestó alegremente, sus ojos brillaban con malicia - Será un placer.
- No te atrevas - Amenazó Bakugou.
Pero él mejor que nadie sabía que sus amenazas eran vanas. ¿Qué podía hacer para detener a la chica cuando ni siquiera podía moverse?
- Izuku-chan, no está bien desobedecer tus órdenes - Dijo Chloe alegremente, acariciando con cuidado la mejilla de Deku - Por favor, acaba tu trabajo. Mátalo.
Bakugou dirigió la vista de nuevo a Deku con algo de miedo. El brazo de este tembló con violencia pero a parte de eso el chico no realizó ningún otro movimiento. Bakugou dejó escapar el aliento que había estado reteniendo y sonrió brevemente, lleno de orgullo. Deku estaba superando el control mental que lo apresaba.
- ¡Tú! - Gritó incrédula Chloe, la sonrisa desapareció de golpe de su rostro - ¡Te he dicho que lo mates! ¿Cómo te atreves a desobedecerme?
Pero una vez más Deku no se movió y Bakugou cada vez se sentía más confiado, a pesar del puño aún alzado a escasos centímetros de cara.
- ¡MÁTALO! - Chilló furiosamente Chloe - ¡Mátalo! ¡Mátalo! ¡Mátalo! ¡MÁTALO!
- ¡Chloe! - Gritó de repente Shigaraki, cortando el patético espectáculo que estaba dando la chica.
El rostro de Chloe palideció.
- Shigaraki-chan… y-yo… l-lo siento mucho - Tartamudeó aterrada - Es la primera vez que pasa algo como esto, n-no sé cómo ha podido suceder. Nunca antes nadie había resistido mi control mental.
- Lo sé - Contestó fríamente Shigaraki.
- ¡Aún puedo ser útil! - Chilló Chloe aterrada - Lo prometo.
- Lo sé - Repitió Shigaraki con una calma espeluznante - Pero él ya no.
Shigaraki miró hacía Deku y Bakugou, a pesar de la mano que ocultaba sus facciones, pudo jurar que sonreía. Aquello le crispó los nervios.
- No me sirve de nada una marioneta que no hace lo que se le dice - Añadió con frialdad.
- ¡Detente! - Gritó Bakugou, por alguna razón la actitud calmada que ahora mostraba Shigaraki le daba más miedo que los gritos de antes.
Pero Shigaraki ignoró sus palabras, se acercó hacia Deku y lo pateó con fuerza, enviándolo al suelo. El cuerpo de Deku azotó el suelo con violencia al caer.
- No te atrevas a moverte - Ordenó Shigaraki con frialdad.
Y para horror de Bakugou esta orden sí que la obedeció. Deku se quedó en el suelo, en la misma posición en la que había caído. Sin mover ni un solo músculo.
- ¡Deku sal de ahí! - Gritó Bakugou desesperado.
Shigaraki acercó su mano lentamente hacia Deku. Desde su posición en el suelo, mientras Shigaraki lo miraba desde arriba, casi parecía un niño a punto de recibir un castigo, un castigo que le costaría la vida. Bakugou conocía de sobras el quirk del villano, ¡Iba a matar a Deku! ¡No podía dejar que eso pasase! ¿¡Por qué no podía moverse!? ¡En un momento como ese! ¡No!
- ¡¡¡DEKU!!! - Gritó con desesperación.
En el último segundo, con la mano de Shigaraki a punto de tocar a Deku, listo para acabar con su vida, apareció All Might. Furioso, rapidísimo, dispuesto a atacar a Shigaraki con todas sus fuerzas pero por desgracia uno de los nomus lo alcanzó a tiempo y detuvo su ataque. Shigaraki se volvió deprisa para enfrentar a All Might mientras el héroe maldecía entre dientes haber sido detenido en el último momento.
- ¡No creas que solo tres de estas bestias serán suficientes para evitar que salve a mi alumno! - Gritó All Might lleno de ira.
No había sonrisa alguna en el rostro del héroe, en su lugar la ira inundaba su rostro, endureciendo sus facciones. Y en aquel momento, Bakugou se alegró de que All might estuviera de su lado, pues a pesar de que estaba rodeado de poderoso enemigos, para él su profesor era el que daba más miedo de todos.