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Ojos que no ven por Alana005

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- ¡Lo siento! - Gritó Denki cerrado los ojos, no quería ver lo que se le venía encima - ¡Por favor no me dejes calvo! ¡Todo menos eso!

- ¡Shhhh!

 

Aquel sonido que lo mandaba a callar le hizo abrir los ojos de golpe, ¡Esa no era la voz de Bakugou! Se volvió justo a tiempo para ver como Kirishima cerraba la puerta y se ponía un dedo sobre los labios, pidiéndole silenciosamente que guardara silencio. Fue entonces que Denki se fijó en donde estaba, ¡Aquella era la habitación de Kirishima!. Debía de haberlo interceptado cuando pasó por delante de su puerta pero estaba tan centrado en escapar que al sentir su mano sobre el brazo pensó que era la de Bakugou.

Ambos se quedaron estáticos, en completo silencio hasta que las pisadas de Bakugou dejaron de escucharse, perdiéndose en la lejanía. El alivio que sintió Kaminari en ese momento fue indescriptible, se llevó la mano a la frente y suspiró entre respiraciones entrecortadas, intentado recuperar el aliento perdido en su huida precipitada. De la que se había librado…

 

- ¿Se puede saber que has hecho esta vez para enfadarlo tanto? - Preguntó Kirishima.

 

Pero lejos de haber reproche en su voz, esta estaba llena de preocupación.

 

- ¿Cómo que esta vez? - Replicó Kaminari fingiendo indignación - Yo soy un ser de luz, jamás haría algo que molestara a mis amigos.

- Ya - Dijo Kirishima, sonriendo con sarcasmo - Por supuesto que no.

 

Denki lo miró con toda la inocencia que fue capaz de fingir.

 

- Soy inocente - Mintió Denki mirándolo con ojitos de corderito.

 

Aquello arrancó una carcajada de Kirishima que se dobló sobre sí mismo agarrándose el estómago. El corazón de Kaminari dio un vuelco al ver que había causado aquella risa tan bonita pero ignoró la sensación. En su lugar se puso de pie por fin y volvió su cara para que Kirishima no viera el sonrojo que ardía en sus mejillas, concentrándose en la ventana como si fuera lo más interesante de la habitación de Kirishima. Espera, ahora que se daba cuenta estaba en la habitación de Kirishima y encima a solas con él. Una pequeña sonrisa se formó en sus labios al darse cuenta.

 

- No sé si quiero saber lo que has hecho para que esté así de enfadado pero supongo que sabes que hasta que no te encuentre no parará, ¿no?

 

La sonrisa se le cayó de golpe, igual que el alma, que le llegó a los pies. Kaminari se volvió y lo miró pálido.

 

- Lo sé… - Susurró asustado.

- Bueno no te preocupes, algo inventaremos para que no sea muy duro contigo - Dijo Kirishima con una sonrisa amable.

- Kirishima… - Susurró Denki emocionado.

- Espero - Añadió al final.

- ¡Como que esperas! - Lloriqueó Kaminari, temiendo la ira de Bakugou - ¡Tienes que ayudarme!

 

Aquello hizo reír de nuevo a Kirishima pero esta vez Kaminari estaba demasiado asustado como para apreciarlo.

 

- Ahora en serio, últimamente no paras de molestarlo y no creo que Bakugou sea precisamente la mejor persona para incordiar - Dijo Kirishima preocupado - Al final saldrás escaldado.

 

Kaminari no contestó, apartó la vista. Lo sabía, sabía que estaba jugando con fuego y que muy probablemente se quemaría al final, se estaba comportando de forma infantil. Pero escucharlo del propio Kirishima lo entristeció, le recordaba más que nunca el porqué lo hacía.

 

- Denki… - Dijo Kirishima acercándose - ¿Estás bien?

- ¡Claro que si! - Mintió Kaminari, fingiendo una alegría que no sentía - Estoy estupendamente.

- ¿Seguro? - Preguntó indeciso Kirishima.

 

Kaminari alzó la vista y se encontró con la mirada preocupada de Kirishima, no había conseguido engañarlo con su falsa sonrisa. Aquello revolvió su estómago, no pretendía preocuparlo, solo quería desahogarse un poco con sus pequeñas bromas hacia Bakugou.

 

- Claro.

- Pero has estado muy raro últimamente - Insistió Kirishima - ¿Denki qué te pasa?

 

Denki lo miró con algo de miedo, sentía que Kirishima no pararía hasta obtener respuestas, estaba siendo acorralando, sentía. ¡Pero no podía decirle la verdad! No podía admitir que su comportamiento se debía a que estaba celoso de Bakugou. Llegados a ese punto solo le quedaba una opción.

 

- Debería irme - Dijo Kaminari incómodo - Antes de que Bakugou vuelva.

 

Sabía que se estaba comportando como un cobarde pero realmente no sabía qué más hacer en ese momento. Se dirigió rápidamente hacia la puerta pero para su horror Kirishima le cortó el paso.

 

- No tendrías que huir de él si no lo hubieras provocado en primer lugar.

 

Las palabras de Kirishima fueron cortantes y Kaminari se sintió culpable sabiendo que lo había molestado al intentar evitarlo. Pero casi al mismo tiempo una llamarada de celos y rabia barrió por completo la culpa. ¿Por qué tenía que enfadarse Kirishima con él por culpa de Bakugou? 

 

- Él se lo ha buscado - Dijo sin pensar - Todo es culpa suya.

 

Kaminari se tapó la boca al darse cuenta de lo que había dicho pero ya era demasiado tarde para volver atrás en el tiempo. Kirishima lo miró sorprendido y eso lo hizo sentirse peor aún. Perfecto, ahora tenía ganas de llorar. No tendría que haber dicho eso, había sonado horrible y ni siquiera era cierto, no era culpa de Bakugou, era culpa suya y de aquellos estúpidos sentimientos que no podía hacer desaparecer.

 

- ¿Denki?

 

Kirishima se acercó a él, no quedaba rastro del enfado de antes, en su lugar lo miraba con genuina preocupación. Kirishima extendió una mano hacia él pero Kaminari la esquivo. Basta, no podía soportarlo más, en ese momento no podía soportar la amabilidad y la preocupación de Kirishima, no sabiendo que lo único que motivaba esas emociones era solo su amistad y nada más.

Estaba siendo egoísta pero necesitaba tiempo. Simplemente necesitaba un poco de tiempo para matar sus sentimientos y entonces todo sería como antes, volvería a ser la persona alegre y animada de siempre y ellos dos podrían volver a ser amigos. Kaminari empezó a notar un dolor familiar en la garganta, resultado de aguantar el llanto y supo que no podría aguantar mucho más. Tenía que salir de la habitación de Kirishima antes de romper a llorar, por nada del mundo quería llorar frente a él, lo conocía y sabía que se preocuparía, puede que incluso pensara que era culpa suya y no quería que se sintiese mal por su culpa. Ya la había cagado bastante por ese día.

 

- Debo irme - Dijo Kaminari, intentando con todas sus fuerzas que la voz no se le quebrara y se dirigió hacía la puerta de nuevo.

- ¡Denki!

 

Antes de que pudiera acercarse a la puerta Kirishima lo cogió del brazo impidiéndole avanzar. No… Sentía sus lágrimas a punto de caer, tenía que salir de allí ahora, antes de echarse a llorar… Y entonces Kirishima hizo algo totalmente inesperado, tiró del brazo de Denki con fuerza, obligándolo a encararlo y entonces lo abrazó. Kaminari se tensó de golpe, incapaz de asimilar que Kirishima lo estuviera abrazando, era la primera vez que lo hacía.

 

- Por favor, por favor Denki, dime que te pasa - Susurró Kirishima escondiendo su rostro en el hombro de Kaminari y abrazándolo con más fuerza - No soporto verte así, tú siempre estuviste a mi lado cuando te necesité pero ahora que no estás bien te lo guardas todo para ti y no me dejas ayudarte. Por favor… Dime que puedo hacer para ayudarte…

 

Al oír como las últimas palabras de Kirishima se quebraban, algo en Kaminari se quebró también. Ocultó su rostro en el pecho de Kishima y agarrando su camiseta con toda la fuerza que sus temblorosas manos le permitieron dejó por fin que las lágrimas cayeran con libertad por sus mejillas. 

 

- L-lo s-siento - Sollozó Kaminari - S-sé que me he estado comportando como un idiota y de verdad q-que no quería preocuparte.

- Denki, por favor dime que te pasa. Me tienes muy preocupado - Dijo Kirishima abrazándolo con más fuerza - ¿Por qué estás llorando?

 

Y en ese momento Denki supo que había llegado el momento de admitir la verdad. Era inútil mentir cuando Kirishima podía notar claramente los leves temblores que daba su cuerpo al sollozar y las lágrimas empapando su pecho con la misma claridad que él mismo sentía la preocupación en la voz contraria y los calmados latidos de su corazón. Debía confesar sus sentimientos.


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