Los Lan eran conocidos por ser justos, rectos y muy educados. Por esas mismas razones, GusuLan era conocida por adoctrinar para bien a todos los discípulos e incluso, futuros líderes de otras sectas.
Así que saber que el anterior líder, QingHeng-Jun, había sido corrompido por la que fue su esposa y Omega destinada, era una verdadera desgracia para la intachable estirpe Lan.
Por eso mismo, Lan QiRen, hermano del difunto ex líder, decidió tomar las riendas en la educación de sus dos sobrinos. Aunque su “maldición” siguió, pues el mayor de sus sobrinos y futuro líder, tuvo que ser unido con el hijo de una vulgar prostituta.
Aunque al final, salió algo beneficioso de esa aberrante unión, pues el antes conocido como MengYao, fue reconocido por el líder de la secta LanLingJin, tomando el nombre que era por derecho suyo, Jin GuangYao y uniendo ambas sectas.
Creyó que sus problemas habían dejado de surgir, aun cuando Lan XiChen y Jin GuangYao no se habían casado, sabía que en un futuro, esa unión se daría, sin embargo las cosas solamente empeoraron.
Sus problemas iniciaron cuando la secta de QuiShanWen comenzó a amenazar, incluso a eliminar algunas sectas menores, y aun cuando GusuLan y LanLingJin estaban unidas, el poder no era suficiente. Fue algo sumamente indignante de ver, como su hermano <<aun siendo el líder>> decidió unir GusuLan con YunmengJiang por medio de un matrimonio, especialmente, cuando su orgullo y segundo sobrino, fue el elegido para contraer matrimonio con el hijo de la mujer que tanto odiaba. Y para su desgracia, no pudo impedir la boda, pues Wei WuXian era el destinado de Lan WangJi.
De eso, ya hacía aproximadamente unos tres años. Y aún con la ayuda de todas las sectas, hubo muchas pérdidas, su hermano y los líderes Jiang entre esas muertes.
Por eso, ahora sin su hermano para impedirlo, había decidido convocar una importante reunión con los ancianos y sus sobrinos. Ya habían pasado tres años, y el menor de sus sobrinos no daba indicios de tener heredero. XiChen solamente llevaba un año de casado, y su hijo y futuro líder, estaba por nacer. Era más que obvio, que Wei WuXian era un Omega defectuoso, y no tenía caso que su sobrino siguiera atado a un Omega que no podía darle hijos.
Sin embargo, WangJi terminó por sorprenderlo, pues no tenía deseo alguno, de anular su matrimonio con su esposo.
—Wei WuXian no te conviene. Él no puede darte hijos, y necesitamos herederos de tu parte —mencionó con desdén—. Además, te recuerdo que hace no mucho tiempo, tú deseabas dar por terminada esa unión a la que tu padre te obligo.
—Lan Zhan negó apresurado—. Mi matrimonio fue por obligación, algo a lo que no quería ser sometido, mucho menos con tan rebelde e irrespetuoso Omega. Fue una obligación estar al lado de una persona tan desobligada y con tan malas mañas…
QiRen por un momento pensó que su sobrino había entrado en razón, incluso podía saborear su disfrute al echar a Wei WuXian de GusuLan, sin embargo, tanto él, como los ancianos se sorprendieron de las demás palabras.
—Sin embargo, mi Omega es alguien dulce, leal, y alegre. Wei Ying, no solo es el Omega que el destino me dio, es mi esposo, mi único amor, y la única persona, por la que rompería las tres mil reglas de la secta, y no pienso permitir que ni tú, ni nadie, me aleje de él…
QiRen estaba seguro, que le daría una desviación de Qi, de no ser por el detalle por el que había convocado la reunión. Y aun cuando su sobrino estuviera en contra, estaba dispuesto a dejar una advertencia que muy posiblemente, le daría las de ganar.
—Aún si lo amas, él no te ha dado un hijo, y si no hay heredero de tu parte antes de que acabe el mes, nos veremos obligados a anular tu matrimonio por la fuerza…
— ¡Tío QiRen! —XiChen no estaba dispuesto a permitir aquello, no cuando veía a su hermano ser feliz—. No puedes hacer eso, sin mi autorización.
—QiRen lo miró con reproche—. Puedo y lo haré —sentenció—. Una vez permití que un Lan hiciera lo que quisiera por un malagradecido amor, y mira las consecuencias. Tu padre jamás fue amado por esa irrespetuosa y deshonrosa mujer, y eso lo terminó por llevar a la ruina. No pienso dejar que algo más arruine a esta familia, así que entiendan que la decisión ya está tomada.
Lan XiChen se sintió impotente. Su tío le restaba autoridad como líder, pero lo peor, era saber que su hermano podía perder a su amado Omega.
—No te preocupes hermano. No pienso dejar a Wei Ying….
Y Lan XiChen solamente pudo sonreír. Esperaba que las cosas se solucionaran, que incluso un hijo llegará para calmar las maliciosas intenciones de su tío.
En verdad esperaba que su querido hermano menor, pudiera ser feliz con la persona que él y su destino, habían elegido.
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“Dulce Agonía”
Lan XiChen enfrentaba una acalorada pelea en contra de aquel malvado Alfa que se había atrevido a asesinar a su padre. Pero aún, cuando todo parecía que él y los Lan ganarían, sentía que algo iba mal. Su Alfa interno aullaba como loco por alguna preocupante razón.
Lo peor fue, ver como Wen Xu pareció darse cuenta de su estado, pues el hombre solamente sonrió con maldad, mientras le dedicaba una aberrante mirada.
— ¿Qué sucede Zewu-Jun? —cuestionó con falsa preocupación—. ¿Acaso sientes que algo malo ha pasado?, ¿o es que acaso estás preocupado por tu bello y adorado esposo?...
Fue en ese preciso momento que comprendió todo. No se había dado cuenta, pero el número <<antes considerable>> de los discípulos de Wen Xu, había disminuido, incluso su tío, había tenido pocos problemas con aquellos malvados, y ahora sabía la razón.
— ¿Tú lo tenías planeado? —cuestionó con seriedad.
—Wen Xu solamente lanzó una risotada llena de satisfacción—. No fue tan difícil —respondió restándole importancia—. El mismísimo Lan QiRen me lo hizo más fácil, cuando te ordeno que dieras la cara y no mostrarás cobardía. Es a él, a quien debemos agradecerle por todo esto, y claro, por el daño que tu Omega e hijo pudieran recibir —rió una vez más, antes de soltar más veneno—. ¿Es que acaso Zewu-Jun es el líder o lo es Lan QiRen?...
Lan QiRen se sintió como un miserable idiota. Debió hacerle caso a los instintos de su sobrino y dejarlo ir con Jin GuangYao. Si algo llegaba a pasarle a él y al hijo que esperaba, sería por completo su culpa y no habría manera de evitar que su sobrino tomará represalias.
—Si le hiciste daño a mi esposo, juro que no va a haber poder alguno que pueda salvarte de mí ira —advirtió Lan XiChen con odio. Normalmente él no era de dejarse llevar por la ira, pero su esposo e hijo corrían peligro y su Alfa interno gruñía feroz por protegerlos.
—XiChen, trata de controlarte —Lan QiRen se sintió nervioso con el cambio tan drástico en las feromonas de su sobrino, sin embargo, creyó que aún tendría el control sobre XiChen, un grave error.
QiRen se sintió completamente intimidado. No importaba que también fuera un Alfa puro, porque tal parecía que en ser dominante, su sobrino le llevaba las de ganar.
Había subestimado a su sobrino mayor, pues Lan XiChen siempre era justo, amable y correcto, demasiado de todo eso le hizo pensar que en su mayoría, era débil, pero justo en esos momentos, frente a él veía a un Alfa dominante, digno líder de un clan.
— ¡No voy a calmarme QiRen! —respondió con severidad Lan XiChen, poco o nada le importo, el haber usado su voz de Alfa e intimidado a su propio tío—. Te dije que tenía que permanecer a lado de A-Yao, pero en su lugar, me convenciste de dar la cara y hacer valer mi posición como líder —XiChen estaba por completo furioso. Su Alfa había ganado ante la educación y control que el clan Lan había ejercido en él, pues ahora era momento de hacer valer su palabra y salvar a su esposo e hijo.
Lan QiRen por su parte, no pudo evitar bajar la cabeza en señal de sumisión. Incluso Wen Xu se sintió por completo intimidado ante la potente y autoritaria presencia de Lan XiChen, lo que significaba que debía desaparecer, antes de que su vida corriera verdadero peligro.
Wen Xu sonrió arrogante y con mucho esfuerzo se puso de pie nuevamente. Su Alfa interno aún tenía demasiado orgullo para admitir que Lan XiChen podía domarlo, además de que muy seguramente, Jin GuangYao o incluso Lan WangJi, habrían sido víctimas de su secuaz, el cual odiaba igual o más a los Lan.
—Temo Zewu-Jun, que nuestra amena plática se tendrá que posponer para otro día —mencionó con burla.
— ¡Tú no irás a ningún lado! —espetó furioso el líder Lan.
—Wen Xu se carcajeó divertido—. Siento decir esto Zewu-Jun, pero tienes solamente dos opciones: evitar que me vaya o ir a ver a tu Omega embarazado y a tu hermano menor.
Aquellas palabras hicieron reaccionar a Lan XiChen. Nervioso, miró a sus discípulos, los cuales estaban inconscientes o mal heridos, incluso su tío estaba agotado como para hacerle frente a Wen Xu.
Lan XiChen tuvo que apretar sus puños con furia, mientras veía con impotencia como Wen Xu abandonaba el receso de las nubes con una maldita y cínica sonrisa.
— ¿No piensas detenerlo XiChen? —cuestionó nervioso Lan QiRen.
—No —respondió XiChen con seriedad—. Tengo prioridades, y ver el estado de mi Omega e hijo es lo más importante justo ahora.
Lan XiChen ni siquiera espero alguna respuesta de parte de su tío, simplemente lo pasó de largo, casi corriendo hacia donde creía que su esposo se encontraba.
∞.֎.∞
Para cuando XiChen llego al área donde estaban los sanadores, se sintió más ansioso al ver el estado de su hermano menor. Las impecables prendas de WangJi se encontraban impregnadas de sangre y la angustia reflejada en los dorados ojos de su hermano menor, le hicieron temer lo peor.
— ¿Es de A-Yao esa sangre? —preguntó alterado.
—WangJi negó de manera autómata—. Es de Wei Ying —respondió dolido.
Escuchar que su esposo no había salido herido le alivio de cierta manera, pero también se mostró preocupado por su cuñado, especialmente cuando Wei WuXian se suponía, debía de estar en Yunmeng.
— ¿Qué ocurrió WangJi?, ¿dónde se encuentra A-Yao? —cuestionó completamente preocupado.
XiChen sintió una eternidad, la respuesta de su hermano. Lan WangJi se veía completamente perturbado por lo ocurrido, incluso alguien que no conociera a la perfección al menor de los jades, podría ver lo mal que se encontraba.
—Jin GuangYao no sufrió daños, sin embargo, entró en labor —comenzó a relatar con la poca calma que ahora poseía—. Wei Ying llegó repentinamente e hizo que lo trajeran de inmediato con los sanadores y la partera, pero…
Zewu-Jun se sintió ansioso al ver que su hermano callaba lo que estaba a punto de decir. Así que completamente decidido, intento entrar, donde ya sabía, su Omega se encontraba. Sin embargo, su hermano lo había tomado del brazo con demasiada fuerza y le había evitado el paso.
—No puedes pasar —murmuró seriamente—. En tu estado dañaras a alguien, y tu esposo necesita tener a los sanadores y partera en buen estado y sin interrupciones.
El líder Lan no pudo reprimir el gruñido lleno de inconformidad, pero sabía a la perfección que si entraba, su esposo corría el riesgo de perder la vida y la de su hijo.
— ¿Tu estas herido? —preguntó. Si su esposo no había resultado herido, podría ser que la sangre fuera de su hermano, aunque por alguna razón, se sintió más preocupado, pues no veía por ninguna parte a su cuñado. La preocupación por su pareja e hijo, le había hecho olvidar que su hermano ya le había dado una angustiosa pista sobre su cuñado.
—WangJi negó—. Alguien quiso atacarme de sorpresa, pero Wei Ying lo vio antes y se interpuso en el ataque —explicó con impotencia—. La sangre es de él. Alguien lanzó una flecha envenenada y mi Omega salió herido por mi culpa.
XiChen asintió preocupado. Su hermano menor parecía que iba a llorar en cualquier momento.
No quería ni imaginar, en qué estado estaría Wei WuXian, como para tener en tal estado a su hermano, pero esperaba que estuviera bien, por el bien de WangJi.
—Hay que dar aviso a sus hermanos WangJi —mencionó con calma.
Sabía que no era el mejor momento para decir aquello, pero debían dar aviso al líder de Yunmeng sobre lo sucedido con su hermano, así como también, debían dar aviso a las demás sectas sobre el incidente con los Wen desertores.
∞.֎.∞
Ya había pasado un día desde el atentado de los desertores Wen, Lan XiChen ya había sido llamado para conocer a su hijo y ver el estado de su Omega.
Primeramente, se sintió por completo aliviado de que su esposo e hijo estuvieran bien. Y después, no pudo evitar sonreír de oreja a oreja, al ver por primera vez a su pequeño hijo.
La partera le hizo saber que su Omega necesitaría descanso y demasiados cuidados, pero fuera de eso, tanto GuangYao, como el bebé se encontraban en perfecto estado, y por supuesto, habían hecho la mención de que el pequeño Lan, había nacido Alfa.
—Supongo que ya pensaste en el nombre de nacimiento, porque yo ya sé cuál será su nombre de cortesía —mencionó el Omega con una cansada sonrisa.
—XiChen asintió con calma—. Lan Mao —respondió orgulloso—. Su significado es bello, como una flor floreciendo, además…
—Mao suena como Yao, ¿no es así?... —el Omega solamente rió apenas, al ver el sonrojo en las mejillas de su esposo—. Es curioso y divertido, porque también pensé lo mismo con el mío. Lan Huang, porque será igual de brillante que su padre.
Lan XiChen se sintió eufórico al oír las palabras de su Omega. Y con el típico nerviosismo de un padre primerizo, tomó con sumo cuidado a su pequeño hijo.
Lan Mao se removió inquieto, sin embargo, no despertó de su siesta, menos cuando se sentía completamente seguro en brazos de su padre Alfa.
— ¿Cómo se encuentra Wei WuXian?...
Aquella pregunta le sacó de su ensoñación. Con calma miró a su convaleciente esposo, mientras trataba de no sonar tan preocupado.
—Tu viste lo que sucedió, ¿no es así?...
—GuangYao asintió preocupado—. Wei WuXian salvo a HanGuang-Jun y salió herido por…
XiChen miró con detenimiento a su Omega. Su hermano no había visto al atacante, y según entendió, su cuñado era el único que tenía indicios de quién era, pero Wei WuXian no había despertado aún.
— ¿Viste quién era? —preguntó preocupado.
—El Omega asintió—. Todo pasó demasiado rápido, incluso puedo decir que no pude detenerme a preocuparme por el estado de Wei WuXian, pero estoy seguro de lo que vi. Su She, fue quien atacó con intenciones de matar a tu hermano.
XiChen se sintió completamente indignado. Su MinShan fue un discípulo de la secta Gusu, sin embargo, el Beta fue expulsado, no solo por la enfermiza rivalidad con su hermano menor, también por el incesante acoso que le hacía a su esposo.
Y allí estaba la respuesta. El maldito traidor se había aliado con los desertores Wen y siendo un ex discípulo de la secta, sabía cómo burlar la seguridad.
Y aunque quiso seguir hablando con su esposo, el escándalo que se estaba haciendo afuera, le hizo desistir.
—Parece ser que el líder Jiang ha llegado, y no se escucha para nada contento —mencionó el Omega, mientras recibía de nueva cuenta a su bebé.
—Y todavía faltan más invitados —respondió con cansancio—. Si Su MinShan está aliado con los desertores Wen, las demás sectas deben saberlo. Especialmente la actual líder de la secta QuiShanWen.
Lan XiChen dio un último beso a su esposo y a su pequeño. Tal parecía que todavía no era momento de disfrutar del nacimiento de su primogénito, y todo por culpa de lo sucedido.
∞.֎.∞
Lan Zhan aguardaba por una respuesta favorable. Su tío había tratado de hacerlo desistir de su espera y hacer que fuera tan siquiera a cambiarse esas sucias prendas, sin embargo, el menor de los jades solamente había lanzado un gruñido de advertencia hacía su tío.
Preocupado, ansioso y por supuesto, arrepentido por todo lo sucedido, esperaba que en verdad le dieran noticias positivas. De alguna manera, envidiaba a su hermano mayor justo ahora, pues todo parecía que Jin GuangYao y su bebé se encontraban en perfecto estado.
Sin embargo, la poca paz que había logrado mantener, se esfumó cual humo, en cuanto el líder de la secta Yunmeng y el líder de la secta Lanling junto a su esposa, llegaron justamente a esa área.
— ¡¿Dónde se encuentra mi hermano?! —Jiang Cheng ni siquiera controlo su carácter y entró exigiendo respuestas con su voz de Alfa.
—A-Cheng por favor, contrólate —le pidió con preocupación Jiang YanLi.
—Lo siento A-Jie, pero no voy a calmarme, menos cuando el día anterior, Wei Ying estaba deprimido por culpa de este… —aún si moderó su tono de voz, no pudo evitar mirar con odio al causante del sufrimiento de su hermano.
—Con todo respeto Sandu ShengShou, pero nadie sabe de lo que está hablando —Lan QiRen se hizo notar, aunque justo ahora, el líder Jiang le generaba demasiado nerviosismo, especialmente cuando el líder Jin, también se veía molesto—. ¿Puede explicarse mejor?...
—Jiang Cheng solamente lanzó una maldición al aire—. ¿Qué si puedo explicarme mejor?, eso es lo que pregunta, bien honorable Lan QiRen. Convencí a mi hermano de venir y a hablar con su esposo. Su orgullo más grande, Lan WangJi dijo toda clase de cosas acerca del matrimonio que compartía con mi hermano, y por como lo dijo Wei WuXian, no eran cosas para nada agradables.
Lan Zhan se vio sorprendido de escuchar aquello. Si no mal recuerda, el día que dijo esas cosas, fue el mismo día en el que les dijo a su tío y a los ancianos que no tenía planeado anular su matrimonio y mucho menos dejar ir al Omega que tanto amaba. Si lo pensaba con claridad, Wei Ying adoraba romper las reglas, y lo más seguro era que su esposo hubiera escuchado las duras palabras que había dicho para hacer énfasis de sus razones para no anular su matrimonio.
Su Wei Ying había escuchado esas duras palabras y había malinterpretado todo. Algo que no hubiera ocurrido, si le hubiera dicho sus sentimientos desde un principio.
—Él lo malinterpretó —murmuró afligido el joven Lan. Quiso explicar más a fondo lo ocurrido, pero su tío interrumpió sus intenciones completamente indignado.
—Con todo respeto líder Jiang, pero en GusuLan, está estrictamente prohibido espiar a los demás, y obviamente Wei WuXian rompió esa importantísima regla —si bien Lan QiRen estaba agradecido <<de alguna forma>> con el Omega, eso no quitaba el hecho de que Wei WuXian no le agradaba, mucho menos cuando era hijo de la maldita Alfa, CangSe SanRen.
Jiang WanYin conocía la mirada que tenía el viejo Lan. Lan QiRen no pudo reprimir su odio hacía su hermano cuando a los quince años fueron a estudiar a Gusu.
Y según palabras de su padre <<y hasta de su madre>>, Lan QiRen odiaba a su hermano, por el simple de ser “hijo” de CangSe SanRen. Y francamente, estaba más que harto. Si bien la Alfa que ejerció como madre de Wei WuXian, en realidad, CangSe SanRen no era nada biológico de su hermano.
Nadie más que su familia lo supo, pero ahora parecía el momento para revelarlo. Wei WuXian no solamente era un hermano adoptivo <<o de corazón>>, su padre no tuvo más opción que revelarlo cuando le llegó una repentina carta del mismísimo Wei ChangZe, en donde revelaba que el hijo que había tenido, era ni más ni menos que de Jiang FengMiang. Jiang Cheng <<e incluso Jiang YanLi>>, recuerda lo que su padre y madre explicaron con detalle.
Fue en un momento de la niñez de su hermana mayor. Wei ChangZe aún servía a su padre, debido a la inmadurez y necedad de la que era su Alfa destinada. Fue específicamente durante una caza nocturna, en donde Wei ChangZe entró en celo repentinamente. Su padre les contó lo que había hecho y lo mal que se había sentido por haber traicionado no solo la confianza y amistad de Wei ChangZe, también por haber traicionado a su Omega.
Obviamente, después de lo sucedido, CangSe SanRen decidió que era hora de enmendar su error y llevarse consigo a su Omega, claro que solamente años después, resultó que Wei ChangZe había tenido un hijo del entonces líder Jiang.
Por esa razón, detestaba de alguna manera el ser un Alfa. Su padre no había podido controlarse, aun cuando ya tenía a una Omega y una hija, pero lo peor fue que había tenido a un hijo y que este estuvo deambulando entre la basura cuando sus padres habían muerto. Y ya no toleraba más que siguieran maltratando y humillando a su hermano.
Si Lan QiRen creía que era el mismo adolescente que podía controlar años atrás, estaba muy equivocado. Ahora era el líder de Yunmeng y el único Alfa de la familia Jiang, así que su deber era ver por el bienestar de sus dos hermanos Omegas, lleven o no lleven el apellido Jiang.
—Lan QiRen, ¿usted sabe de la importancia de tener un hijo con ambos padres? —cuestionó con severidad. Zidian estaba echando chispas, pero aún no era el momento de comenzar a ejercer su poder, así que debía controlarse.
—QiRen enarcó una ceja con confusión—. Por supuesto que lo sé, pero eso no nos lleva a nada de lo que estamos hablando justo ahora —le recordó severo.
—El bebé que Alfa y Omega puedan tener, obtendrá los rasgos de ambos padres, si estos permanecen en los tres primeros meses con su hijo —campantemente ignoro al viejo amargado y explicó aquello.
—Lan QiRen frunció el ceño con enojo—. Eso es algo que ya me sé de memoria líder Jiang —respondió completamente ofendido—. Sin embargo, como dije antes, estas absurdas explicaciones no tienen absolutamente nada que ver con lo que estamos hablando. Wei WuXian es y siempre será un Omega mal educado, y perdone líder Jiang, pero debo cuestionar el modo de educación que su secta le da a los Omegas.
— ¿Y qué hay de ustedes los Lan?...
Lan QiRen podría jurar que casi le da una desviación de Qi al oír la manera en la que la siempre amable Jiang YanLi le hizo aquella pregunta.
— ¿Qué me está queriendo decir, madame Jin? —con todo el respeto que la dama se merecía, preguntó aquello.
—Que según recuerdo, en sus tres mil reglas está la de “no guardar rencor” y usted guarda demasiado, claro, si me permite hacérselo saber.
— ¡Tonterías! —respondió malhumorado—. Con el debido respeto madame Jin, pero esas son calumnias.
— ¿Está diciendo que mi esposa es una mentirosa? —cuestionó Jin ZiXuan con seriedad.
—No es lo que quise decir, líder Jin —rápidamente trato de disculparse, por un momento había olvidado que los Jin y los Jiang eran familiares y dos importantes sectas.
—Déjalo querido —Jiang YanLi se plantó frente a aquel viejo Alfa—. Sé lo que dije, y lo sé, porque mi padre nos contó la verdad detrás de su rencor —con seriedad y porte digno de una líder, dijo aquello—. Usted no es más que un viejo amargado y envidioso de la felicidad de otros, todo porque el padre de mi querido A-Xian, no lo aceptó como su Alfa.
Jiang Cheng no pudo reprimir la risa maliciosa, mientras que los pocos discípulos Lan y el mismo Lan Zhan, terminaron por sorprenderse de lo que la dama Jin, acababa de revelar.
—No sé de lo que me está hablando —murmuró nervioso.
—Según recuerdo, también está prohibido mentir en GusuLan —rebatió Jiang Cheng con malicia.
— ¡Esto es indignante! —exclamó QiRen ofendido—. Me permito recordarles a todos, que todas estas acusaciones en mi contra, iniciaron porque Wei WuXian espió una conversación, cuando en primer lugar, espiar está prohibido en Gusu.
—Le voy a decir algo que nadie más que nuestra familia sabía, Lan QiRen —Jiang Cheng miró con odio al viejo Lan—. Wei WuXian es hijo de mi padre y Wei ChangZe. Y por si no le quedó claro, Wei ChangZe no lo toleraba y mucho menos lo iba a amar nunca, créame, cualquier Omega tiene mejores gustos, y el estar con alguien tan estirado y presuntuoso como usted, no es algo que nadie quisiera, tampoco se lo desearía a mi peor enemigo.
—Y antes de que diga algo de mi hermano menor y su procedencia, temo decirle, que eso no es asunto suyo —Jiang YanLi silencio la exigente pregunta que muy seguramente diría Lan QiRen—. Jiang Cheng solamente le reveló esta verdad, para que tenga en cuenta que por A-Xian, ambos moveremos cielo, mar y tierra, y siendo también hijo del anterior líder de Yunmeng, esperamos que le tengan el respeto que se merece.
—Y eso implica en todos los aspectos —Jiang Cheng vio con odio a todos los Lan presentes.
—También deben tener en cuenta, que Jiang FenMiang no dio su apellido, por el simple hecho de no ofender al difunto Wei ChangZe, y mucho menos a la Alfa de este, CangSe SanRen —mencionó aquello la Omega, para evitar otra absurda excusa por parte del viejo Lan.
Lan QiRen no buscaba palabras para refutar, y menos cuando había descubierto la verdadera procedencia de Wei WuXian. El viejo Lan se sentía por completo traicionado por Wei ChangZe. Aquel Omega jamás le hizo caso, ni siquiera cuando en su juventud habían ido a estudiar a Gusu.
Siempre creyó que debía cuidarse de CangSe SanRen, pero jamás espero escuchar que Jiang FenMiang fuera el verdadero padre de Wei WuXian.
— ¡¿Qué está ocurriendo aquí?!...
Todos los presentes hicieron una reverencia con el recién llegado, Zewu-Jun, sin embargo, Lan QiRen no se había movido ni un poco a dar el respeto que su sobrino merecía.
Lan XiChen miró extrañado a su tío, pues parecía que esté, quería matar con la mirada a los hermanos Jiang.
— ¿Qué ocurre WangJi? —cuestionó con calma a su hermano.
—Con todo respeto Zewu-Jun, pero no queremos a su tío cerca de nuestro hermano, eso es lo que ocurre —Jiang Cheng ni siquiera se inmuto con la mirada de odio que Lan QiRen le enviaba—. El honorable Lan QiRen está molesto, porque le dije unas cuantas verdades.
—No pienso tolerar este trato tan irrespetuoso —dijo indignado el viejo Lan—. WangJi, será mejor que anules el matrimonio con Wei WuXian, de inmediato. Es obvio que no podemos convivir con los Jiang.
—No pienso hacer eso —respondió Lan Zhan a la defensiva—. Te lo he dicho tío, yo amo a Wei Ying.
—Además de que dejaste claro que le darías un mes para tener un heredero —respondió severo Lan XiChen.
—Lan QiRen apretó los puños con enojo—. Es obvio que nada de eso pasará. WangJi, tu escuchaste que Wei ChangZen y Jiang FenMiang son los padres de ese Omega, y que CangSe SanRen se hizo cargo de ambos. No puedes esperar que creamos que si Wei WuXian se embaraza, será tuyo, es decir, tal vez llegue a ser como su progenitor y te haga criar al hijo de otro.
Jiang Cheng y Jin ZiXuan estuvieron a punto de atacar a ese insolente anciano. Pero ambos se vieron retenidos por la Omega.
Jiang YanLi sonrió satisfecha por ver a Lan QiRen arrodillado y temblando, debido al despliegue de feromonas del líder Lan y el segundo jade.
—La única razón por la que no hago que te castiguen como se debe, es porque eres mi tío y nos criaste a mí y a mi hermano, sin embargo, no voy a permitir que sigas tirando tu veneno en contra de alguien que no te ha hecho daño —Lan XiChen no pudo controlar su voz de Alfa, menos cuando había escuchado el odio y veneno en las palabras de su tío—. No pienso permitir que tu o los ancianos sigan rebajando mi autoridad, y menos cuando se trata de mi familia. Así que háganse a la idea de que Wei WuXian es esposo de WangJi y que eso no va a cambiar nunca.
Lan QiRen solamente pudo asentir en silencio. No esperaba que su sobrino siguiera de esa manera tan rebelde y retadora, pero tal parecía que era oficial, Lan XiChen no iba a seguir permitiendo que le restarán la autoridad que se supone tenía. Incluso por un momento creyó que WangJi no soportaría más y terminaría por golpearlo, pero su sobrino menor solamente lo ignoró y fue directo con uno de los sanadores que se estaban encargando de su esposo.
—Zewu-Jun, HanGuang-Jun —el curandero hizo una reverencia—. Líder Jiang, líder Jin, madame Jin.
— ¿Cómo se encuentra Wei Ying? —cuestionó Lan Zhan sin esperar a que el discípulo terminara de dar sus respetos.
—Hemos logrado retirar todo el veneno y suturar la herida, sin embargo…
— ¿Sin embargo qué?... —XiChen se vio preocupado.
—El veneno no es algo conocido, incluso puedo decir que absorbe la energía del núcleo dorado del maestro Wei, y en su estado, me temo que no durará ni cinco días sin el antídoto…
— ¿Estado?, ¿a qué estado se refiere? —Jiang Cheng no pudo esperar más y preguntó aquello.
—El maestro Wei está embarazado líder Jiang —respondió el curandero—. Sea lo que sea ese veneno, está atentando no solo con la vida del maestro Wei, también en contra del bebé que espera.
— ¿Embarazado?...
Lan WangJi no podía creer que una buena noticia como esa, estuviera siendo opacada por una dolorosa realidad.
Wei Ying no solo estaba grave, también estaba esperando un hijo de ambos, y él ni siquiera le había dedicado una sola palabra llena de sentimientos. Y de no ser por el fuerte golpe de su cuñado, él no hubiera salido del shock que le había causado la noticia.
—Me voy a llevar a mi hermano —sentenció con rencor Jiang Cheng—. Es obvio que los Lan no hacen bien su trabajo y menos con tan amargado anciano como lo es Lan QiRen y un mal esposo como HanGuang-Jun.
—No puede llevárselo —respondió como pudo Lan Zhan—. Es mi esposo y mi hijo.
—Eso debió pensarlo antes de romperle el corazón —rebatió con rencor—. Me arrepiento de haberle insistido para que regresará a hablar con usted. Debí dejar que se quedará en Yunmeng. Tal vez si no hubiera hablado sobre lo mal educado que había sido al no hablar con usted, él y mi sobrino estarían a salvo.
Jiang Cheng no parecía tener intenciones de dar su brazo a torcer, menos cuando veía las consecuencias de haber pensado como líder y hermano al mismo tiempo. Sin embargo, fue el mismo sanador, quien le hizo ver que sus intenciones no eran tan fáciles de cumplirse.
—Con todo respeto líder Jiang, pero no puede mover al maestro Wei —mencionó con calma el curandero—. En su estado y con los efectos de ese extraño veneno, lo más sensato es mantenerlo estable y quieto hasta lograr obtener un antídoto.
— ¿Y quién se supone tendrá un antídoto? —cuestionó furioso.
—Podemos solicitar la ayuda de Wen Qing, después de todo, los desertores Wen también son su problema, además de que ella es una de las mejores médicos del mundo de la cultivación —mencionó nerviosa la dama Jin.
—De inmediato la mandaré a llamar. De hecho, iba a mandarla a llamar, junto con el resto de los líderes de las demás sectas —respondió conforme Lan XiChen.
—Buena idea JiJie —mencionó Jiang Cheng conforme—. Sin embargo, una vez curado, Wei WuXian se irá conmigo a Yunmeng —dijo completamente seguro—. No pienso permitir que ni mi hermano y mi sobrino sigan siendo tratados de manera humillante, menos por el Alfa que supuestamente lo ama.
XiChen quiso salir a la defensa de su hermano, pero fue el mismo WangJi, quien tomó la palabra para tratar de defenderse.
—Lo que ocurrió ese día, fue un terrible malentendido —murmuró afligido—. Sin embargo, no negaré que en parte es mi culpa por no ser sincero con Wei Ying —completamente decidido a defender su matrimonio, se plantó sin ningún temor frente a su cuñado—. Wei Ying y mi hijo no van a abandonar Gusu, más que para hacer visitas a Yunmeng o Lanling, y es mi última palabra.
Lan Zhan estaba más que decidido a hacer valer sus palabras. Se aseguraría de encontrar un antídoto para su esposo y hacerle saber que en verdad lo amaba y que estaba realmente feliz de saber que pronto ambos serían padres.
Y nada ni nadie, mucho menos su cuñado y su tío, iban a interferir con su decisión.
Lan WangJi por primera vez haría lo que su corazón le dicte, y esta vez iba en serio.
Continuará