Escucho tu voz.
Se encontraban sentados a la mesa, la ausencia de Filbrick era desmoralizadora. Excepto para Bill, ni siquiera se acordaba de él. Nadie decía nada, solo seguían batiendo la sopa con la cuchara. Si el demonio los acompañaba es porque aún necesitaba el favor de la mamá para su rito, así que se sentó con ellos para compartir su tonta costumbre de comer en familia.
El silencio solo era interrumpido por los suspiros de Bill. Al siguiente Ford no resistió más.
-¿Quieres callarte?
-¡Stanford!- Caryn enseguida saltó a defenderlo- Tu hermano no está haciendo nada, ¡Déjalo!-
Bill no les prestó atención. Seguía ensimismado. Seguía sin saber cómo sentirse. ¡Malditas emociones! Aun tras esta revelación seguía prendado de Luz Roja, con rencor claro. Uno que le volvió a brotar, seguía enojado con él.
“¡Me traicionó!, ¡Me dio la espalda!”
Rechazaba sentir por él la mínima simpatía.
“¡Quemó el portal que me sacaría!”
Y si estos sentimientos eran producto del karma, entonces sólo debía ignorarlos o esperar a que se pasaran. Total, era un desperdicio de energía. ¿Amor? ¡Aghh! ¿Quién necesita esa basura? Pero su torpe y empático cerebro humano no hacía más que excusarlo.
“No imagino cómo debió sentirse como para terminar con su propia vida en el proceso”
“No era para tanto”
“¿Por qué lo hizo?”
“Para no enfrentarme, esa rata cobarde me temía”
“¿Habrá sido culpa?, porqué le dolía decepcionarme”
Esto último lo sintió como una puñalada en el vientre. Recordó las palabras de la serpiente.
-Ahora la indiferencia la sufres tú-
“¿Tanto así me quería? Si Luz Roja sintiera la mitad de lo que yo ahora...¿Cómo no me di cuenta?”
“Si me di cuenta, sólo...creí que era divertido, no le di importancia”
Odiaba la idea de que Luz Roja sufriera sin su permiso, aunque haya pasado en otra vida.
Debió agitarse mucho y no darse cuenta porqué enseguida Ford quiso joder.
-El sujeto del retrato que nos mostraste parecía muy importante. De seguro tiene muchas admiradoras.
-¡ESAS ENFERMERAS APRENDIERON SU LECCIÓN!- Contestó Bill tras salir de su ensimismamiento. Caryn se incomodó. Shermy le tomó la mano para distraerla. -Muy bien chico listo, ya que quieres hablar respóndeme ¿Puede una traidora basura humana corresponder el afecto de un ser omnisciente medio siglo después?, considerando que el karma condiciona lo contrario-
Nadie entendió, pero, la palabra “afecto” le hizo creer a Caryn que se refería a ellos. Imaginó que a sus hijos les preocupaba la relación de sus padres. Y contestó con la intención de tranquilizarlos.
-Es natural que haya desacuerdos, en especial con las cosas importantes, pero su padre nos ama, de eso no hay duda- Bill puso los ojos en blanco. Le importaba un rábano-
Sólo que ha sido muy difícil para él-Shermy se apoyó contra ella y ella lo tomó del brazo.
-Mamá ¿Ustedes?- Preguntó Ford, no pudo terminar la frase.
-Por el momento no, pero aun si sucediera- Separarse- ustedes son mi prioridad. Primero debemos superar esto, y una vez que lo hagamos ya habrá tiempo para tu padre y para mí- Sonrió en su tristeza- Además ya sabes lo que dicen, donde hubo fuego cenizas quedan.
-¡Mujer, es lo más inteligente que dijiste alguna vez!- No fue sarcasmo, era la respuesta que buscaba. Bill se paró de su silla, la tomó por los hombros y agito un poco preso de emoción, luego abandonó aprisa. Y estuvo por salir corriendo, pero apenas abrió la puerta está se volvió a cerrar.
Stan la había cerrado. Bill se angustió, sabía que no debía ser capaz de algo así.
-¿¡QUÉ CREES QUE ESTÁS HACIENDO?! ¡ACABAS DE COMETER UN GRAN ERROR!
-Vas a sentarte y a ser amable con los demás.
-¿O sí no qué?
-Tal vez no puedas visitar a ese novio tuyo, y sin ti merodeando, quién sabe-
-¡TE ODIO!-
………….
No podía entrar a sus sueños, tampoco podía ir a verlo y cuando llamaba, la secretaría (su némesis) le decía que solo lo comunicaría si hablaba Caryn.
Tuvo que esperar hasta el fin de semana cuando, aún custodiado por los hermanos Pines, por fin fue capaz de escabullirse.
Continuará….