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Historias perv-didas. por SigmaIII

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Notas del capitulo:

Hola, segundo capítulo de "No es la cabaña del misterio" Esta cortito. 

No es la cabaña del misterio. 

 

Fue costumbre hasta que llegaron las lluvias. 

Unas dos horas después de que sonaba la campana salía el sol, entonces podía ir a la cabaña a buscar algo que comer. Pero esta vez no encontró nada, la puerta lateral estaba abierta. Por ella asomó Stan. 

-¡Espera! No huyas como un ladrón- Bill se apareció. -Después de todo lo que pasó es absurdo fingir que nada ocurrió. Esta muy nublado ¿Por qué no entras?- Bill cruzado de brazos se desvaneció en el aire. 

Poco después comenzó la tormenta. Un ruido en el exterior atrajo tanto la atención de Stan como para mirar afuera. Llovía a cantaros. Un muy avergonzado Bill se encontraba al otro lado tiritando de frío y con manchas de lodo en sus ángulos. No pudo volar a su refugio, cuando lo intentó los relámpagos lo golpearon. Pretendió seguir a nivel del suelo y aunque el tramo de bosque que debía cruzar no era tanto terminó miserablemente esperando bajo la copa de un árbol. Allí no era agradable.  “¡¿Por qué todo en este lugar está en mi contra?!” Se preguntó. Se sintió tan patético. Luego miró la cabaña cuyas ventanas expedían acogedora luz y pensó en el frío que lo esperaba en la torre donde vivía. Se limpió el ojo. 

Creía fervientemente que lo mejor era terminar su existencia con dignidad. Pero siempre fue un cobarde por eso estaba allí, en esta maldita dimensión, bajo la lluvia, a la puerta de la tonta cabaña. 

 

-Aceptaré tu invitación por esta vez.

-Claro- Dijo irónico Stan. Bill dudo seriamente. Se acercó escéptico al pórtico, hasta que pudo tocar el marco de la puerta y entrar al interior. 

-¿Sin escudo?

-Se daño después de la pelea. Los unicornios se fueron y yo no pienso buscarlos-

 

Bill lo siguió a la cocina, el tamaño que tenía en estos momentos era diminuto en comparación con la aterradora forma que podía tapar el cielo. A Stan se le hizo fácil tomar un paño de la cocina y colocarselo a Bill en la espalda como si fuera una toalla para que se secara. Mientras tanto tomó un plato servido que descansaba sobre la estufa. 

-Está frío. Espera un momento- Comenzó a calentarlo. Y agua para café también. 

 

Bill contempló el lugar, luego el trapo con olor gracioso. Incrementó su temperatura para evaporar el agua restante que lo cubría. No lo hizo afuera porque volvía a mojarse y perdía el caso. ¿Encerrarse en una burbuja y lidiar con el molesto golpeteo del agua?, ni cuerdo. El lodo se secó y comenzó a caerse por sí solo. Stan puso el plato frente a él, cubiertos así como una taza servida. Él se sentó a la cabecera con su propia taza. 

Bill se tragó todo enseguida. Excepto el café porque estaba muy caliente. Imitó a Stan y esperó. Luego miró la silla vacía frente a él. 

 

-No vendrá- Comentó Stan. 

-¿No te preocupa dejarme entrar? 

-Realmente no importa, si te ignoro o ayudó da lo mismo. Haga lo que haga estaré cometiendo un gran error.-Se frotó el entrecejo- No tiene caso preocuparme, seré culpable de todo lo malo que pasé. Solo no me hagas sufrir cuando me mates.  

-No te mataría, en realidad creo que me hace falta un socio para sobrellevar el encierro en este maldito pueblo. 

-Eso está más que claro- Stan río. 

-¡Cierra la boca! Solo estoy aquí porque sentí pena de que te tomaras tantas molestias preparando esto.

-Sí, pues yo sólo estoy aquí y no cómodamente en mi cama porque sentí mucha, mucha pena por ti. En esta tormenta no podrías sobrevivir. 

-¿Y de quién es la culpa?- Reclamó Bill- ¡Tuya y de tus estúpidos amigos!- Por culpa de ese maldito zodiaco se había reducido su poder considerablemente. Convocar una fortaleza impenetrable con todas las comodidades suspendida en el cielo aun le era posible a cambio de una gran cantidad de energía que no tenía y le llevaba bastante reponer. Y los refugios prometedores, como esa encantadora casa pasa aves, ya se encontraban ocupados. 

-Pues tal vez no debiste meterte con nosotros en primer lugar- Se ignoraron. Stan suspiró. - Supongo que así será. Los bribones como tu…. sobrevivimos porque los demás nos tienen lástima, ayudarnos de vez en cuando no está mal- 

Aun con el terrible demonio allí, Stanley se encontraba distraído. Tenía una decisión muy difícil que tomar. Bill habría aprovechado para robar las galletas que asomaban de la alacena, pero por el aspecto gris de su anfitrión decidió aguardar.  

.

.

.

El bosque era inmenso. Había montañas, cascadas, todo un mundo subterráneo lleno de criaturas. Si Bill merodeaba la cabaña era porque Stanley lo alimentaba. 

-¿¡¡Crees qué porque le diste un par de manzanas dejará de atentar en nuestra contra!!? 

-¿Nuestra? Hasta donde yo sé, yo no le he hecho nada.

-¿Stanley acaso siempre tengo que recordarte que Bill es peligroso? 

-En realidad tendrías que recordarme porque dejo que me hables así-

La fricción entre ambos hermanos ya era insostenible. Se avivó el día que los niños regresaron a casa. Ford como siempre se encerró en su estudio. Stanley salió, terminaba de cargar el auto con sus pertenencias. 

-Así que Ford ganó. 

-Nunca tuve oportunidad contra él- 

 Continuará...

Notas finales:

Gracias por leer. Saludos. 


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