Maldita Magia
Había un sueño. O mas bien un pensamiento. Porque, incluso despierto podía sentirlo, muy atrás en el fondo de su mente. No tenía forma ni sentido. Bill tardó mucho en darle importancia, con tantas distracciones incluso se le olvidaba, a veces desaparecía por sí mismo. Y hoy, estando tan aburrido es que por fin llamaba su atención, suspiró fastidiado y decidió echar un vistazo.
No había nada, y estaba por irse cuando escuchó una voz. Se oía muy lejos, apenas pudo distinguirla y lo logró al tercer intento.
-Tiwa-
Esa palabra lo situó cientos de años atrás en el tiempo. Le pareció irreal y terriblemente familiar, no tuvo que pensar demasiado. Enseguida recordó a Modoc, Tiwa es la palabra con la que fue nombrado ya adulto.
¿Pero qué significaba esto? Quizo abrir con sus manos este sonido como para poder inspeccionarlo desde dentro, pero fue imposible.
Entonces la voz volvió.
-¿Fuiste a la herbolaria sin mí?- Esa voz falsa, sonó tan excesivamente decepcionada que le chocó. Bill odió al sujeto enseguida. Estaba seguro de que se dirigía al chaman. El chaman que tenía certeza estaba muerto.
También enfureció. Odiaba que Modoc no estuviera dónde lo dejó, formando parte del polvo y tierra del bosque en Gravity Falls.
No pudo calmar la impaciencia, enseguida se concentró para verlo. Claro que podía hacerlo. Tenía muchos ojos, metafóricamente hablando, de nuevo la maldita voz.
-Tiwa, vas a dejar al buen Doc ¿Esperando?-
-¿ESPERANDO QUÉ IMBÉCIL?- Gritó Bill.
Una ira inexplicable le recorrió el cuerpo. No dejó que lo cegará y se concentró más.
Hubo un tiempo en el que pudo mirar a través de los ojos de Modoc. Un tiempo en el que pudo ver, oír y sentir. Ocupar su cuerpo, ver su rostro y reflejo a la vez. Era esta conexión que tenían lo que le permitió escuchar su conversación desde un inicio.
El trato nunca se cerró. Convencido de que esta unión seguía intacta, y si se concentraba más podría….
-Anton-
Bill pudo sentir cómo su lengua principal se movía como pronunciando el nombre. Se desplazó por ese caminó ininteligible dejando su forma física atrás y desplazándose entre la materia y el espacio.
-!¿Tiwa?! ¿Estás bien?-
Bill, en su forma astral salió del cuerpo del hombre que respondió con un desfallecimiento. Él otro, el que también estaba allí alcanzó a sostenerlo.
-¡Tiwa!
-No es nada- El chaman reaccionó y se incorporó.
-No le mientas al Doc-
Bill se desconcertó en cuanto vislumbró la escena en su totalidad:
Uno era Modoc, aunque no lucía como lo recordaba, pero sin dudas era él. Y el otro, un impertinente estaba claro. La pupila de Bill pasó del enfado a mirar con asco.
El brujo tenía a Modoc acorralado contra la pared del departamento. Ya le había abierto la camisa y si no le hizo más fue por el breve decaimiento que presentó el chaman cuando Bill apareció.
Ah, sí, aclaremos para diferenciarlos. Tiwa es un honorable chaman de la tribu Modoc. Y este otro brujo, uno de esos charlatanes.
-Tiwa.
-Estoy bien-
El hombre dudo pero, tras unos instantes y cerciorarse de que Tiwa estaba bien, continuó sus afectos. Aunado a la receptividad del chaman es que el acto de amor escaló y Bill no pudo hacer más que contemplar, primero incrédulo, luego enfadado y finalmente con odio. Se sintió muy dolido sin entender que esa pena es producto de los celos. Celos que resultan de su cariño por Modoc.
Y no podía irse, estaba paralizado y lleno de desesperación. Aun cuando todo termino él seguía allí. La pareja se encontraba recostada en la cama. Ya somnoliento Tiwa alcanzó a decir.
-¿Ga alihelisdi? Ishna witca*-
-¡Bebé!, sabes que no entiendo tu idioma- Contestó Facilier.
-No te decía a ti-
¿Feliz? Hombre solitario.
FIN.
El Fanfic continúa.