Capítulo 2
Cuando Eithan volvió con el hielo lucía más tranquilo, me lo puso en el brazo con mucha delicadeza mientras Andree hacía todo lo posible por llevar la plática a la locura que fue el fin de semana con esos artistas guanabis.
De ese modo evitaríamos que Eithan volviera a traer el tema de mi incidente a colación.
-Jaja cuantos tragos de whisky llevabas cuando te dejaste convencer de subir a bailar a la barra?- Me preguntaba un risueño Andree
-La verdad creo que ya había perdido la cuenta, pero oye si sigues diciendo esas cosas Eithan pensará que soy un alcohólico como todos dicen- Dije con un ligero sonrojo, que diablos me pasa cuando tengo a ese príncipe cerca? Me convierto en una máquina de sonrojos. Me estoy convirtiendo en lo que juré destruir…
-Tu reputación te precede, además estoy seguro que Eithan se divierte demasiado con Dany!.
-Es Dany!
-Es Dany!
Dijimos al unísono, ese era una broma personal que hacía alusión a la locura que era salir con el hermano mayor de Eithan. Después nos quedamos mirándolo esperando una respuesta.
-Amm la verdad nunca salgo de fiesta con mi hermano, siempre estoy ocupado con la escuela y el fútbol… además no me gusta beber.
Oh diablos!, era realmente la personificación de un chico bueno y perfecto?... si fuera otra persona pensaría que es odioso pero por alguna razón viniendo de él me parece tan sincero y admirable.
-Bueno… pues tendremos que solucionar eso el próximo fin de semana- Dijo Andree sonriente.
-Ammm no lo sé, nunca he ido a un lugar como el que ustedes describen- Se revolvía algo nervioso en su silla.
En eso sonó el timbre que anunciaba la próxima clase, Andree salió disparado apenas diciendo un rápido “nos vemos”.
-Que clase te toca?- pregunto Eithan.
-Tengo clase de inglés, y tu?
-Clase de Matemáticas, tu clase queda de paso así que te acompañaré- Dijo mientras caminaba a mi lado, podía notar como todos nos miraban… Seguro estaban cocinando el próximo rumor que me inventarían.
El resto de las clases transcurrieron sin problemas y llegó la bendita hora de salir de mi calvario.
En la salida estaba Eithan parado viendo a su alrededor.
-Te perdiste?- Pregunté sorprendido de que tuviera que agachar la cabeza para verme.
-Deecho te estaba esperando- Dijo mientras caminaba conmigo al exterior.
-Solo quería ver que estuvieras bien, escucha si no quieres decirme quien te maltrató está bien pero quiero que sepas que yo puedo cuidarte.
Mi corazón dio un vuelco y en mi interior estaba dando brinquitos emocionado cuando mi vieja y siempre confiable nube negra llegó a joderlo todo.
-No necesito que nadie me cuide, soy un doncel no un gatito herido- Dije con mi actitud hostil.
-Lo sé y lo siento, no quise ofenderte…- Dijo poniendo una expresión triste, era la primera vez en el día que lo veía sin su actitud positiva y me castigué por eso.
-Escucha, no tienes que preocuparte, mi padre pasara por mí en cualquier momento- Dije con una sonrisa conciliadora.
-Eres el único que me ha hecho sentir bienvenido aquí y solo quiero que sepas que te considero un amigo- Dijo revolviendo mis cabellos antes de despedirse.
Me quedé ahí viendo su espalda ancha alejarse y sintiendo algo en mi interior, era algo lindo y doloroso a la vez, odiaba ese sentimiento.
Al día siguiente encontré a un Eithan peleando con su locker sin poder abrirlo, me parecía tan tierno ver a ese grandulón peleando con ese pequeño candado.
-Tiene truco- Dije mostrándole cómo abrirlo.
-Woo gracias- Dijo con su acostumbrada sonrisa radiante.
Sonrisa qué pasó a convertirse en una expresión de embelesamiento y admiración mientras veía a un punto a mis espaldas.
Me voltee solo para ver a “él doncel perfecto”
-Quien es ese Doncel?- Dijo un asombrado Eithan.
-Ammm de verdad quieres saber?- Pregunté con fastidio.
-Si quiero…- Dijo el alto chico tragando grueso mientras un sonrojo teñía sus mejillas.
Con hastío inhalé profundamente antes de darle toda la información.
-Se llama Amalio Alessandri, o como lo llaman “el doncel perfecto”, Pertenece a una de las familias más poderosas del país, su padre es importante empresario que incursiona en la política, siempre usa ropa blanca o colores pastel, ropa de diseñador hecha a medida, primer lugar de su generación, presidente del periódico escolar, organiza eventos de caridad para ayudar a los pobres, capitán de porristas, todos los chicos fantasean con él, todas las chicas y donceles quieren agradarle.
***Eithan***
Poco a poco la voz de Ennis se hacía más baja y distante para él embelesado Eithan que veía a aquel hermoso doncel como en cámara lenta.
Su piel lechosa y perfecta como porcelana con unos enormes ojos felinos color celestes adornados por pobladas pestañas rizadas, sus facciones eran finas, su cabello rubio caía delicadamente sobre sus hombros. su cuerpo parecía perfecto, una pequeña cintura estrecha, piernas largas y torneadas y una postura perfecta con movimientos gráciles y elegantes en todo momento, como si lo hubiera ensayado cien veces.
Vestía una blusa de encaje blanca, cuello alto sin mangas, un moño rosa pastel en el cuello a juego con unos pequeños shorts rosas y botines de tacón color blanco.
Parecía el más hermoso ángel.
Un doncel tan refinado y bello como él ni por error pondría un pie en el barrio de donde él viene, y de pronto sintió un peso en su pecho.
Jamás le habían importado las clases sociales pero ese doncel y él eran como el agua y el aceite. Jamás podría soñar con tocar una flor tan delicada con sus toscas manos ásperas de hombre humilde que ha trabajado toda la vida.
-Oye que te pasa?- Pregunto preocupado Ennis, ese peculiar doncel de negro que había sido tan amable con él.
-Lo lamento, es que… Creo que olvide la tarea- Dije mintiendo, algo que se me daba pésimo.
-Tranquilo, te estás adaptando apenas, si me dices de que profesor es quizás te pueda ayudar a copiarla jeje- Sus ojos me decían que sabían lo que pasaba pero me seguiría la mentira. Ennis era tan bueno.
Realmente creo que encontré en él a un gran amigo aunque me preocupaba el estilo de vida que llevaba.
No era bueno para un doncel tan joven salir a esos lugares y embriagarse pero no me inmiscuiré en su vida.
-Tranquilo, lo resolveré- Dije caminando apesadumbrado a mi clase, con la imagen de ese hermoso doncel que parece un delicado ángel dándome vueltas en la cabeza.
***Ennis***
Que tiene ese “doncelito perfecto” que tiene a todos comiendo de su mano.
Que frustrante… Pero no puedo culpar a Eithan por preferir a Amalio sobre mi.
Limpie una lagrima que se asomaba por el rabillo de mi ojo y me fui a clase antes de que el profesor me dejara fuera.
Estaba en clase de francés, no sé porque a todos les parece romántico el francés… a mi no me gusta nada.
Aun así tengo que sacar buenas notas, este es mi último año de preparatoria y el próximo año tendré que ir a la universidad.
A este punto seguía sin saber si decirles o no a mis padres que no quería ser médico, sabía que sería la decepción más grande para mi padre.
Yo realmente aún no decidía que quería hacer…
Mis pensamientos divagaban cuando entró un mensaje de whatsapp a mi móvil.
Eithan: Hey Ennis, adivina a quien nombraron mariscal de campo en el equipo?
Ennis: Woo de verdad!?, esto hay que celebrarlo, muchas felicidades 😺
Eithan: Gracias, estoy muy feliz, eres la primera persona a la que se lo digo, no podía esperar
Ennis: Te veo en la cafetería?
Eithan: Claro, ya quiero ver la cara de Andree cuando le cuente.
Diablos!, fui la primera persona en la que pensó al recibir una noticia así… no quería hacerme ilusiones pero ya mi cabeza estaba trabajando por sí sola…
Se supone que a él le gusta ese princesito perfecto, pero eso no es novedad, a todos les gusta… Hasta a mi me gusta…
Y si pensó en mí primero que en nadie, quizás es porque siente algo por mi… Ademas el princesito perfecto jamás le hace caso a nadie, “nadie está a su altura”...
Más tarde en la cafetería Andree no dejaba de molestar a Eithan con la noticia.
-Quien diría que este par de donceles excluidos de la elite del colegio ahora comparten el pan con el capitán el equipo de fútbol, ahora nosotros seremos porristas con pompones- Dijo bromeando muy divertido.
-Oigan pero en serio, hay que celebrar esta noticia, qué tal si salimos el fin de semana?- Dije mientras trataba de hacer una escultura con trozos de zanahoria.
-Si, tenemos que corromper al príncipe Disney- Dijo Andree emocionado.
-Tranquilo Eithan te cuidaremos- Le dije notando su incomodidad, incomodidad que cambió por su cara de baboso…
No fue necesario voltear esta vez para saber lo
Que veía.
-Woo deja que te presente a la realeza adolescente- Dijo Andree haciendo como si sacudiera sus manos
-Son como el ejemplo de hombre, mujer y doncel perfectos, está Artur Bonhoeffer, es francés y parece modelo de alta costura, su familia es súper rica y aporta mucho dinero a esta escuela, después tenemos a Lucía Goncourt, ella es puertorriqueña y tiene siempre un bronceado perfecto en su curvilíneo cuerpo, hay rumores de que sus multimillonarios padres andan en negocios sucios pero obvio no hay prueba de ello, y el más importante… Amalio Alessandri, “El doncel perfecto”, él es…
Andree empezó a dar la lista de cosas por las cuales Amalio era tan perfecto mientras yo enfurruñado trataba de ignorar la cara de imbécil que ponía Eithan al verlo.
-Pero nadie está a su alcance- Comenté una vez Andree se quedó sin flores para adornar a Amalio, pero me arrepentí al ver el rostro apesadumbrado de Eithan, ese chico era tan transparente.
-Bueno lo que pasa es que es hijo único, imagino que debe tener muchas presiones encima para cubrir todas las expectativas de sus padres, quizás no tiene cabeza para eso, la vida de los ricos no es tan fácil como todos creen- Dije tratando de arreglar lo dicho antes, pero fui interrumpido por un punta pie debajo de la mesa, Andree me lanzó su mirada que decía “mira quien viene”
Al voltear vi que el trío del que hablábamos venían a nuestra mesa.
-Buenos días, disculpa eres Eithan Miller verdad?- Preguntó Amalio con la cortesía que lo caracterizaba, aunque sus ojos eran tan fríos y ausentes lejos de hacerlo desagradable lo hacían lucir interesante y misterioso.
-S-si soy yo- Dijo nervioso el aludido.
-Mucho gusto, mi nombre es Amalio Alessandri, en nombre del club de porristas te felicito por ser nombrado capitán del equipo de fútbol y te doy la bienvenida a nuestro colegio.
-Y también queremos invitarte a la fiesta que organizo en mi casa este fin de semana!- Dijo animosa Lucía extendiéndole una invitación, que realmente era una impresión hecha de forma masiva en la impresora de la escuela unas horas antes.
-Claro, estaremos felices de ir- Dijo un sonriente Eithan sin quitarle los ojos de encima a Amalio.
-Amm si claro, entre más seamos mejor…- Dijo Lucía mirándonos con duda.
Supongo que este tonto fortachón no entendió que la invitación era sólo para él.
Las próximas clases mi teléfono móvil fue bombardeado con mensajes de Eithan para preguntarme cosas de Amalio, ni siquiera yo sabía que conocía tantas cosas de él, siendo el más popular de la escuela era difícil no saber.
Mi humor iba tornándose maléfico conforme las preguntas se apilaban.
Finalmente el timbre que anunciaba el final de mi calvario se dejó escuchar y me disponía a caminar por los pasillos tratando de alejar mi nube negra pero el destino no estaba de mi parte.
-Oye Ennis, porque no nos acompañas a las duchas?- Me preguntaron un par de chicos que no me dejaban pasar.
-Tan retrasados son que no saben lavarse el culo solos?- Contesté forcejeando por hacerlos a un lado para pasar.
-Oye puta… No te queda hacerte la descente- Dijo el más alto tomándome de la muñeca…. Que manía tienen estos chicos con mi muñeca?
Después de que Artur fallara en su intento de abuso esparció rumores horribles de mí por todo el colegio, todos los días escucho cosas terribles de mi, cada una peor que la otra. Por eso nadie quiere estar cerca de mi…
-Oye déjalo de una vez- Se escuchó la voz molesta de Eithan que venía acompañado de Andree.
-Tendrás que hacer fila compadre, nosotros vimos primero a esta Zorra- Dijo entre risas el más bajo.
-Si repites eso te tumbare los dientes- Dijo con una mirada asesina que asusto a lo chicos que me molestaban y salieron corriendo.
-Vámonos, ya después nos divertiremos con esa puta- Fue lo último que escuché antes de que se perdieran en los pasillos.
Mis ojos ardían tratando de contener las lágrimas, yo ya estaba acostumbrado a estas cosas pero me sentía demasiado humillado sabiendo que Eithan había visto esto.
-Estás bien Ennis?- Dijo el más alto tomando de los hombros al asustado doncel.
-Si, estoy bien- Dije molesto alejándome de él para recoger mis cosas de forma apresurada.
-Oye nosotros iremos al centro comercial, pensé que sería genial que vinieras con nosotros para celebrar- Dijo de forma conciliadora.
-No puedo ir, tengo clase de ballet- Dije de forma seca mientras mi cabello tapaba mis ojos que ya estaban lagrimeando.
-Clase de que?- Dijo con tono divertido, imagino que pensaba que estaba de broma.
-Y porque te sorprende tanto que baile ballet?, es porque no soy un princesito perfecto?!- Le grité antes de pasar a su lado dándole un empujón de paso.
Diablos realmente mi carácter estaba oscuro hoy.
Continuara...