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Día de caza por Aoli

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Notas del capitulo:

Y tal como les prometí, el segundo capítulo y final. Gracias a lolitasherry por su review, que me hizo mucha ilusión!!!

 

Recuerden que es un mpreg con parto esplícito. Disfruten.

Shikamaru había cogido la postura correcta, cosa que no era fácil. Esta consistía en sentarse en el tatami con las piernas en alto, medio recostado en el lateral de su amigo Choji, con un cojín pequeño estratégicamente colocado en los riñones y con el bol de patatas fritas apoyado en su enorme barriga. Para demostrar la eficacia de dicha posición, cogió una de las patatas fritas y se la llevó a la boca, masticándola sonoramente.

 

Ino le lanzaba una mirada reprobatoria, con los brazos en jarras.

 

- ¿Te parece que ese es el mejor lugar para poner el bol?

- Te quiero ver yo dentro de cuatro meses, con mi barriga, tratando de alcanzar cualquier cosa de la mesa - le dijo el chico sin amilanarse mientras seguía masticando y señalaba el pequeño bultito de cuatro meses que sobresalía ligeramente de la blusa de la muchacha.

- ¡Dios, eres imposible!

 

El timbre de la puerta sonó.

 

Shikamaru, con la gracia y la habilidad de una tortuga panza arriba, intentó levantarse. Intentó.

 

Cayó de nuevo sobre Choji sin fuerzas, mientras fruncía la cara frustrado e intentaba no estrellar el bol contra la pared opuesta, Ino, divertida, le decía que ya abría ella, que no se preocupase. Shikamaru trató de volver a erguirse para, al menos, poder ver la puerta. ¿Deberían estar ya de vuelta, no?

 

Choji se apiadó de él y le ayudó a enderezarse, un pinchazo de dolor desde su espalda hizo que Shikamaru cerrase los ojos y se masajease la zona lumbar. Oyó la voz de Sakura saludando y entreabrió el ojo izquierdo para mirar. Esta, descalzándose le enseñó agitando una bolsita de hierbas que había traído.

 

- Te traigo algo que te aliviará un poco.

- ¿Cianuro? - gruñó él.

 

Sakura e Ino le dedicaron sendas miradas de compasión, Shikamaru volvió a cerrar los ojos mientras pensaba en cómo diablos iba a aguantar otro mes más así.

 

 

 

 

 

 

 

 

Sentado en la mesa del comedor, Shikamaru daba pequeños sorbos de la infusión relajante que le había preparado Sakura. Mientras se acariciaba distraído el estómago, trataba de seguir la conversación que mantenían los otros tres, pero su mente estaba en otra parte.

 

Sabían que sus amigos estaban intentando distraerlo, pero no podía evitar angustiarse.

 

Neji había pasado a formar parte de la familia Nara enseguida, simplemente con la aceptación de su madre. Varios parientes habían venido a felicitarles los días posteriores de la caza y, tras un comienzo algo confuso, él y Neji habían conseguido encajar y comenzar a vivir como pareja.

 

El problema habían sido los Hyuga, que parecían reacios a aceptar que Neji ya no era uno más de la familia secundaria y que ya no tenían poder de mando sobre él.

 

El flamante Sexto Hokage, Kakashi, no había querido entrometerse al principio; pero finalmente tuvo que hacerlo tras un aciago día de primavera, en el cual de camino a los jardines para ver los cerezos en flor, se cruzaron por la calle con Hanabi Hyuga y su comitiva.

 

Shikamaru no recordaba muy bien como sucedió exactamente, solo que de repente Neji estaba en el suelo de dolor, sujetándose la frente mientras algún miembro de su antiguo clan estaba haciendo el gesto de activación del sello. Su madre, Yoshino, se los encaró a voces y Shikamaru, a pesar de tener poco chakra por el embarazo, trató de utilizar las sombras para parar todo eso.

 

Tanto Neji como Shikamaru habían acabado como resultado en el hospital, este último a punto de perder al bebé.

 

Eso había hecho reaccionar a los mandatarios de la aldea. Les habían dado un ultimátum a los Hyuga: o le quitaban el sello a Neji o les deberían revelar los secretos que se escondían tras él, para que se investigase como desactivarlo.

 

No había sido fácil, pero tras mucha discusión por ambas partes se había conseguido que por fin, hoy, los ancianos Hyuga retirarían el sello de la frente de Neji. Su madre Yoshino había decidido ir con él para asegurarse de que no intentaban hacerle nada malo de última hora, por petición de el propio Shikamaru, dos jonin la acompañarían. Y de alguna forma amigos de ambos muchachos habían decidido ir con él para apoyar: Kiba, Tenten y Shino.

 

La numerosa comitiva se había marchado hace más de dos horas y, evidentemente, Shikamaru estaba ya de los nervios.

 

Con la excusa, real gracias al bebé, de que necesitaba ir al baño, se levantó de la mesa y echó un vistazo rápido por la ventana que daba a la calle, no se veía a nadie. Siguió pasillo arriba y pasó de largo la habitación del shogi, en la cual estaban preparadas ropas de gala.

 

Porque, para culminar, no sabía muy bien cómo, pero Neji le había convencido de que esta tarde sería el día perfecto para hacer oficial su matrimonio. Que habían estado retrasando primero porque Neji insistía en dejarle tiempo para pensar si esto era lo que quería, y después porque las funciones de Shikamaru como asesor estratégico y Neji como comandante jefe de los Jonin, no les habían dejado tiempo para organizar nada.

 

Así que decididos a que hoy sellarían finalmente el enlace, le encargaron los preparativos a Ino.

 

Grave error.

 

Lo que Shikamaru pensaba que sería una ceremonia simple con los más íntimos y para casa, se había convertido en una ceremonia oficial, a la que incluso el Hokage ya le había dejado caer que asistiría, con desfile ceremonial incluido y banquete con amigos en el restaurante de más prestigio y solera.

 

¿Qué había hecho él para merecer esto?

 

Al menos no tendría que ir de blanco, a pesar de la insistencia de Ino, ya que tanto Shikamaru como Neji se habían opuesto rotundamente. Así que ambos irían con el traje tradicional de boda masculino, el cual Shikamaru esperaba que medio ocultase su actual vientre.

 

Cuando iba a salir del baño su estómago dio otro pinchazo de protesta, como quejándose del estrés. Se paró, levemente encogido unos segundos hasta que pasase acariciando la zona en círculos, luego se irguió y regreso a la cocina.

 

Cuando pasaba por delante de la entrada, los inconfundibles ladridos de Akamaru lo frenaron en seco. Ansioso abrió la puerta corredera de entrada y, por fin, con Neji a la cabeza de la comitiva, el grupo venía de camino.

 

Ino apareció al poco tiempo a su lado y comenzó a saludar alegremente, mientras le pasaba el brazo por la espalda reconfortandole. Neji se paró a pocos metros de la puerta de la casa y extendió los brazos a los lados como para que Shikamaru viese que estaba de una pieza y bien. Este solo le sonrió asintiendo, y le miró curioso la venda que traía sobre la frente.

 

Neji y Yoshino entraron en la casa, él inmediatamente se acercó a su chico para que lo pudiese ver de cerca y le susurró que "ya estaba". Shikamaru hizo un gesto con el mentón hacia la venda, preguntando sin palabras por ella.

 

- Quedó una especie de quemazón y nos acercamos a la clínica para que aplicasen un bálsamo, en unas dos horas me lo puedo quitar ya.

 

Ino, que se había separado para dejarles espacio, hablaba con su madre y Kiba. Mientras Neji se quitaba los zapatos y pasaba para dentro. Shikamaru agradeció a los que lo habían acompañado, que le quitaron importancia y se metió él también para adentro.

 

 

 

 

 

 

 

 

Shikamaru abrió los ojos desorientado sin saber muy qué es lo que lo había despertado. Levantó ligeramente la cabeza de las piernas de Neji y miró a su alrededor adormilado. Los murmullos quedos de conversación cesaron y la mano de su chico le acarició la espalda.

 

- Hijo puedes dormir un poco más, tranquilo, nosotros te avisamos.

- ¿Mmm?

 

Shikamaru frotándose los ojos con el dedo índice y pulgar, se terminó de incorporar con ayuda y se apoyó en la pared mientras se frotaba su dolorida espalda. Debía de haberse quedado dormido tras el almuerzo ligero que habían hecho.

 

- ¿Qué hora es?

- 2 menos... diecisiete - le contestó su madre tras comprobar el reloj de pared.

 

No valía la pena volver a dormirse ya que en un cuarto de hora tendrían que comenzar a vestirse y prepararse para salir. Cansado, se apoyó en el hombro de su chico y cerró los ojos.

 

- Bueno, yo voy preparándome ya, para adelantar cosas. - Dijo su madre mientras el sonido de las tazas de té al ser recogidas sonaba, seguido de unos pasos que se alejaban.

 

Neji puso la mano con cuidado sobre su vientre, haciendo pequeños círculos sobre la camiseta. Shikamaru, sin abrir los ojos, le cogió de la mano y le guió hasta donde su hija estaba dando ocasionales patadas. Se quedaron un rato así, oyendo el piar de los pájaros de una templada tarde de junio, que entraba por la puerta entreabierta.

 

- ¿Estas bien? Estas teniendo muchos dolores hoy - le dijo en voz baja Neji.

- Es el estrés, no pasa nada, tranquilo.

- Si después de la ceremonia estás muy cansado, no hace falta que vayas al banquete. ¿Vale? Iré yo por lo dos y tú que quedas descansando con madre.

- ¿Te enfrentarías a la furia de Ino por mi? - comentó en tono de burla, abriendo los ojos y mirándolo a la cara.

- Me llevaré el chaleco táctico por si acaso - le continuo la broma su chico.

 

Shikamaru emitió un gruñido bajo de fastidio.

 

-¿Qué?

- Tengo que ir otra vez al aseo, te prometo que esta niña me tiene esclavizado.

- Pobre, ven que te ayudo a levantarte.

 

 

 

 

 

 

 

 

Shikamaru tenía un leve sentimiento de dejavu al volver a encontrarse sentado en el tatami con su madre detrás de él tratando de arreglar de algún modo su rebelde pelo.

 

Neji ya había finalizado y se encontraba saliendo y entrando de la habitación, organizando las últimas cosas. Shikamaru había tardado más en vestirse porque había costado varios intentos el poder ponerle el pantalón hakama de forma que, por clpa de su barriga, no quedase muy largo o muy corto por delante,. Al final habían decidido enrollarlo por la parte de arriba y pasarlo bajo su tripa. La cinta que sujetaba la parte de atrás sin embargo tenía que ir por encima del vientre para no caerse. Resultado, su barriga quedaba perfectamente remarcada, visible y llamativa.

 

Argghh. Al menos la chaqueta superior tapaba... algo.

 

- ¿Qué tal se ve? - preguntó Neji a su espalda.

- ¡Ah, muy bien, apenas se nota nada!

 

Shikamaru ya se estaba girando curioso, Neji se arrodilló a su lado y le acercó el rostro. Se había quitado ya la venda y en su piel no quedaba rastro del maldito sello. Shikamaru sonrió complacido y pasó la yema de los dedos por encima, notando que apenas si había una ligera hinchazón donde antes había habido lineas.

 

- Esta muy bien - le susurró.

 

Con un ligero golpe en su hombro su madre le dijo que ya podía levantarse. Neji lo ayudó, y ahí de pie, Shikamaru no pudo evitar ver lo bien que le quedaba la ropa a su chico. Bueno, al menos tanto sufrimiento tendría una parte buena. Se alegraría la vista un rato.

 

 

 

 

 

 

 

 

La sonrisa le duró a Shikamaru hasta que se acercaron al acceso al templo y vieron la plaza del altar central totalmente llena de gente.

 

- ¿Qué diablos? - dijo entre susurros mientras un religioso les hacía señas hacia un lado, desde donde partiría el desfile ceremonial - Dime que no es público, - acertó a decir mientras hacían una leve referencia a miembros de la comitiva Nara.

 

Ino se acercaba a ellos presurosa y antes de que pudiesen decir nada los alejó un poco y los sentó en un banco de un lateral.

 

- ¡¿Ino qué diablos es esto?! - dijo entre susurros acalorados - ¿A quién has invitado, a medio pueblo?

- Te prometo que esto no es lo que tenía planeado - trato de excusarse mientras se sentaba a su lado. Kiba se les acercó y se puso de cuclillas delante para hacerles pantalla. - Preparamos tres filas de asientos para invitados pero la gente no ha parado de venir y es dificil decirle que no a embajadores de Suna y eso...

- ¡¿Qué...?! - un latigazo de dolor en la zona posterior de su vientre le impidió continuar. Bajo la cabeza y apretó el mentón para no hacer ruido. A su lado, preocupado Neji le masajeaba la espalda.

- Tranquilo Shikamaru, la tensión alta no es buena para el bebé. Tranquilo, - trataba en vano la muchacha de que no se alterase- escucha...

 

Pero Shikamaru no la escuchaba, durante unos segundos solo sintió el pinchazo y no conseguía seguir la conversación. Cuando volvió a ella es porque Neji a su lado hablaba con alguien, diciendo que todo estaba bien, que solo estaba cansado.

 

Shikamaru, levantó ligeramente la cabeza y vio que era su madre, que se marchaba hacia otro grupo de gente. A su lado Neji le susurraba una y otra vez "tranquilo". Conforme el dolor pasaba de largo, el muchacho conseguía recomponerse. No podía renegar ahora del evento que su gente esperaba con tanta ilusión.

 

Miró a Ino, que se mordía el labio a su lado.

 

- ¿El banquete es lo que me dijiste o hay sorpresa también ahí...?

- No no el banquete es solo amigos íntimos, te lo prometo.

- He pasado por el restaurante de camino hacia aquí, confirmado solo 15 personas - le dijo Kiba con seguridad.

- Vale - asintió Shikamaru cerrando los ojos y frunciendo el entrecejo como para mentalizarse. - Pues vamos allá, que comience el show.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Al final entre los nervios y que no hacía nada más que mirar hacia abajo para evitar tropezar con los escalones, durante el desfile hasta el altar Shikamaru apenas se percató de las caras del público. La ceremonia fue bien: bonita, breve y sin discursos innecesarios; justo lo que quería. Bebieron el sake ceremonial, intercambiaron votos y el sacerdote los declaro familia Nara. Luego se colocaron delante de los escalones y fueron saludando uno a uno a un río de gente, dando gracias y recibiendo bendiciones casi de forma automática.

 

Cuando la cola por fin se terminó, pero parecía que algunos grupos de personas querían unos minutos más con los novios, Choji hizo barrera y entre Ino y Yoshino los rescataron y se los llevaron a un lateral para las fotos. Shikamaru oía de fondo una voz amplificada que daba las gracias a los asistentes y les excusaba por tener que marcharse ya.

 

Shikamaru seguía la senda que llevaba al lateral del brazo de Neji, abrumado y necesitado de tiempo para asimilarlo todo. Se detuvo unos segundos y automáticamente los brazos de su chico lo rodearon sin llegar a apretar, por si necesitaba ayuda para sostenerse en pie.

 

- Estoy bien, estoy bien. Solo necesito recobrar el aliento un segundo - trató de tranquilizar Shikamaru mientras se apoyaba ligeramente en el pecho de su flamante marido.

 

Los árboles que habían dejado entre ellos y la plaza, amortiguaron el bullicio y poco a poco el ruido se fue de la cabeza del joven. En la periferia de su visión, entre las cabecitas que los rodeaban para hacer barrera, apareció Ino con Sakura detrás de ella. La pelirosa intercambió unas frases con Neji y se colocó detrás del dolorido Nara. Posando sus manos imbuidas de chakra a los lados de su cabeza.

 

En seguida la cabeza dejó de dolerle, agradecido soltó un suspiro de alivio y, frente a él, Neji le sonrió alentador. Sakura cambió sus manos hasta ponerlas sobre su espalda, como revisando su estado, y luego puso sus manos en los riñones del muchacho y aportó otro poco más de chakra bien dirigida.

 

Los últimos ecos de dolor amainaron y Shikamaru se puso derecho. Le dio las gracias bromeando que tendría que contratarla como su enfermera de guardia.

 

Sonrientes, Ino, Choji y Yoshino se marcharon para seguir las instrucciones del fotógrafo y ponerse en su lugar. Sakura tras volverle a revisar le preguntó si le dolía como si fuese un calambre muscular o un pinchazo.

 

Shikamaru, ya recuperado, le dijo que ya no le dolía nada, que estaba bien.

 

- Vale, vale. Pero si te vuelve a molestar me lo dices. Y cuando llegues a casa te tomas otra infusión de las que te he preparado.

 

La pareja asintió a la médico y los tres se fueron hacia las escaleras ornamentales donde estaba colocada toda la gente. Al verlos allí a todos, Shikamaru consiguió volver a sonreír ligeramente y pudieron hacerse unas fotos agradables y divertidas, para la posteridad.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Yoshino esperaba pacientemente a que el agua de la tetera hirviese. A un lado ya tenía preparada una taza con las hierbas de infusión que había recomendado Sakura. Sus hijos se cambiaban en la habitación, quitándose los kimonos de gala y poniéndose algo más liviano y moderno para la cena con sus amigos.

 

La mujer ya se había quitado su kimono y puesto una blusa alegre que no se había puesto hace casi dos años, por el luto. Había quedado en una izakaya con algunos parientes para celebrar por su cuenta el enlace y recibir los regalos para los novios, ya que su Shikamaru se había negado a un banquete general...

 

El agua hirvió y la vertió sobre la taza. Mientras daba vueltas con la cuchara para que todo se disolviese bien pensaba en su pobre hijo, agotado por el embarazo.

 

Finalmente había declarado que se encontraba con ganas de acudir al banquete de esa tarde con sus amigos. Neji se notaba que todavía estaba algo preocupado con él, después de todo Shikamaru había mostrado claro síntomas de estrés durante la tarde. Pero tras hacerle prometer que se volverían en cuanto tuviera alguna molestia, se había ido con él a la habitación para ayudarle a cambiarse de ropa.

 

Yoshino sopló sobre la superficie humeante para poder enfriarlo un poco, o Shikamaru no se lo bebería antes de marcharse, diciendo que estaba demasiado caliente.

 

Entre las otras cosas que el embarazo había cambiado en su hijo, lo cual él negaba rotundamente, su otrora bebedor de líquidos a la temperatura escaldante, ahora no era capaz de tomarse nada que no estuviese templado. Decía que el bebé le daba mucho calor. Yoshino no se quería ni imaginar lo que protestaría más adelante, cuando entrase de lleno la temporada de llovizna y bochorno.

 

- Madre, no se tendría que haber molestado. - Le dijo Neji, entrando en la cocina. Mientras Yoshino seguía soplando suavemente sobre el contenido de la taza.

- No es molestia, además así se le enfría un poco.- Le contestó Yoshino girándose para verlo. - Muy guapo. ¿A Shikamaru le queda bien el pantalón?

- Si, y después de estar renegando tanto por él, creo que está encantado de que la banda elástica le cubra el estómago. - Le reconoció el muchacho.

 

Yoshino asintió sabiendo por experiencia propia lo cómodos que eran, ayudando a soportar parte del peso adicional del bebé. Siguió enfriando la infusión mientras Neji se servía un vaso de agua y esperaban a que Shikamaru saliese del aseo.

 

Unos pasos a la espalda les hizo volverse y vieron a Shikamaru pararse cohibido en la puerta de la cocina.

 

Llevaba una camiseta de algodón amplia de color verde, que le había regalado Ino para la ocasión, Yoshino estaba a punto de decirle lo bien que le quedaba cuando de repente Neji se adelantó, acercándose con rapidez y preguntándole qué le pasaba.

 

Desconcertada, se dio cuenta de que su hijo no estaba cohibido, sino dolorido, y Neji, por experiencia, había detectado rápidamente el gesto. Dejó rápidamente la taza de forma inconsciente sobre la encimera y se acercó también a él.

 

- Me ha vuelto a dar otro ramalazo de dolor... no sé por qué - les decía con voz queda mientras se masajeaba el bajo vientre - pensaba que al estar ya en casa se calmaría...

- ¿Dónde te duele y cómo es? - le preguntó Yoshino tomando las riendas preocupada.

- Es desde la espalda hasta delante, no sé describirlo. Dura unos segundos.

- Eso parecen contracciones...

- Pero las contracciones son más seguidas y siguen un patrón - le contestó su hijo como leyéndolo de un libro frente a él - ¿no?

- Ya pero al empezar son más irregulares, además de que tú al ser han'in'yoo puede ser distinto. No lo sé...

 

Neji y ella intercambiaron miradas y sin tener que mediar palabra decidieron que irían al hospital para asegurarse de que todo estaba bien, fuesen contracciones o no.

 

Mientras Neji se quedaba hablando dulcemente con él, Yoshino se fue rápidamente a la habitación grande de matrimonio, la cual insistió en que se quedasen sus hijos hace unos tres meses. En ella, junto a la puerta de entrada, había un mochila preparada con cosas para el hospital que Neji mantenía lista por si surgía una emergencia.

 

La cogió rápidamente y se la llevó hasta la entrada, luego se dispuso a cerrar las puertas al jardín del recibidor. Por fortuna, como iban a volver a salir no había abierto casi la casa y no le llevaría nada de tiempo volver a cerrarlo todo.

 

Desde la puerta de la cocina Neji le habló mientras echaba la llave.

 

- Ha tenido estos dolores desde esta mañana y parece que si son algo regulares.

 

Yoshino lo miró y asintió, confirmaba lo que se pensaban que era. El bebé estaba en camino. Se acercó a ayudar y entre ella y Neji guiaron a Shikamaru hasta la entrada y le pusieron los zapatos por él. Neji se cargó la mochila y colocando un brazo protector en su espalda, salieron y empezaron a caminar por la calle, dirección al hospital de Konoha.

 

La madre cerró rápidamente la puerta con llave y con paso rápido se puso a su altura. Sujetando a su hijo por el lado opuesto, para ayudarlo a andar.

 

Unos quince o veinte minutos después, cuando llevaban ya gran parte del camino, Shikamaru tuvo otra contracción. Por fortuna estaban cerca de la tienda de dangos y pudieron sentarlo en el banco que tenía justo delante para los clientes. Shikamaru no emitió ningún ruido, pero estaba retorcido hacia adelante y tratando de respirar profundamente. El dependiente los miró preocupado pero Yoshino lo tranquilizó antes de que se pudiera aproximar, sabiendo que su hijo no querría ahora mismo tener a mucha gente al rededor porque lo agobiaría.

 

Los ladridos del perro de Kiba resonaron frente a ellos antes de que la gran cabeza del animal se colocase frente a su hijo y emitiese un pequeño ruido de lamento. Neji y Yoshino instintivamente lo apartaron con cuidado. Detrás de él, llegaba Kiba con paso relajado.

 

- Buenas, estamos dando un paseo para que se relaje Akamaru, cómo no puede venir a... - comentó el muchacho alegremente antes de pararse en seco al ver la escena - ¿qué pasa?

- El bebé ha decidido venir antes de tiempo - le explicó Yoshino con una sonrisa.

 

La boca de Kiba dibujo una O de sorpresa e intercambiando miradas con Neji le dijo en voz queda "justo a tiempo". Neji sonrió dándole la razón y comprobó como iba su flamante marido. La cara de Shikamaru se estaba empezando a relajar, síntoma de que la oleada de dolor estaba remitiendo.

 

Permanecieron allí unos segundos los tres, dando apoyo silencioso. Kiba mantenía una mano sobre el lomo de Akamaru para evitar que se acercase demasiado, el perro emitía pequeños quejidos lastimeros de vez en cuando. Al rato ofreció su ayuda.

 

- Si hace falta, Akamaru puede llevarlo sobre su lomo hasta el hospital, puede llevar sin problema dos personas - les dijo mientras el perro soltaba un ladrido como confirmándolo.

- No hace falta gracias, puedo caminar - le contestó el mismo Shikamaru, finalmente levantando el rostro. Todavía respiraba profundamente, pero se notaba que ya no estaba tenso de dolor.

- Lo que si te pediría - le dijo Neji a Kiba - es que avises a los demás que estarán esperando en el restaurante.

- Claro, sin problema. No os preocupéis por eso. ¡Vamos Akamaru!

 

Lo vieron marcharse y, tras unos segundos más, Shikamaru les dijo que podía continuar y se pusieron en pie de nuevo. Retomando el camino entre nerviosos y excitados.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Shikamaru sujetaba con fuerza los laterales del lavabo, se encontraba inclinado en un ángulo recto sobre él, su gran estómago colgando. Respirando profundamente hasta que pasase la contracción.

 

Cuando la contracción empezó a remitir, se puso derecho y terminó de lavarse las manos. Con andares de pato y sujetándose la barriga, volvió a la habitación y se sentó al borde de la cama. Neji se encontraba sentado en un sillón a los pies de la cama de hospital, leyendo uno de los libros que, iluso de él, Shikamaru se había traído pensando en leerlo durante la espera.

 

Los dolores apenas le permitían quedarse quieto mucho rato.

 

Después del caótico ingreso, chequeo y traslado a la habitación privada. La matrona encargada de él había declarado que el bebé estaba mal colocado y tendrían que esperar e ir ayudándolo poco a poco a encararse. Tsunade, actual directora médico del hospital, les había dejado descansar a los dos mientras les recomendaba que se armaran de paciencia, que esto iría para largo.

 

Ya solos, Neji lo había ayudado a cambiarse al conjunto que traía en la mochila para estar más cómodo, un pantalón de pijama bien ancho y una camiseta tres tallas más grande. Luego había procedido a meterse bajo las sábanas e intentar relajarse.

 

Había seguido teniendo contracciones de cuando en cuando. Cada vez que las tenía Neji saltaba como un muelle y se ponía a su lado, masajeando su espalda, tratando de ayudar. Le ofrecía agua, le daba palmaditas de ánimo, claramente nervioso y frustrado por ser de poca ayuda,

 

Pasada más de media hora, unos golpecitos en la puerta es el único aviso que tuvieron antes de que un grupo de 4 ninjas médico y Tsunade entrasen a la habitación y comenzaran a darle órdenes y a colocarle sensores y a tomarle la tensión, temperatura y, con solo un escueto "voy a comprobar como va de dilatado, relájese por favor", una de ellas metió la mano en su pantalón, introdujo dos dedos dentro de su canal de parto y los abrió unos segundos. Shikamaru dio un respingo, dolorido y humillado.

 

Luego por la puerta, que no se habían dignado ni a cerrar, entró la matrona con una especie de cinta ancha de algodón de unos 40 centímetros de anchura, llena de sellos. Le subieron la camiseta sin miramientos y le indicaron que se sentase al borde de la cama. Cuando ya estaba colocado le enrollaron dicha cinta a su alrededor y una de las enfermeras se arremango y se puso entre el hueco de sus piernas con las manos apoyadas encima de su estómago.

 

Shikamaru se echó para atrás, tratando de recuperar un poco de espacio personal. La mano de la ex-hokage le sujetó por el hombro y le dijo que se quedase quieto, que iban a tratar de mover al bebé y que dolería un poco.

 

Hastiado, Shikamaru miró hacia la ventana con el ceño fruncido, por encima del gorro quirúrgico de la enfermera, a la que le sacaba una cabeza. Aguantó el dolor y, cuando terminaron lo que quiera que estuviesen haciendo, de dejó caer de lado sobre la cama, en una especie de ovillo abierto.

 

Oyó como la puerta se volvía a cerrar casi como una bendición, solo quería que lo dejasen tranquilo.

 

Cuando Neji fue a abrazarlo, lo rechazó de un manotazo, harto de todo.

 

 

 

Viéndolo ahora desde su posición, sentado al borde del colchón, lamentaba su reacción. Neji no había vuelto a agobiarlo y había optado por sentarse en medio de la habitación, seguramente para poder controlarlo por si lo necesitaba, mientras fingía leer el libro, más concretamente la página 42 desde hace media hora.

 

En la siguiente comprobación sólo había entrado Sakura, seguramente bajo órdenes de Tsunade. Y la muchacha había sido mucho más delicada al tratarlo, explicándole todo y explorándole de forma más privada. Había anotado unas cosas en un cuadernillo y les había recomendado comer y beber algo si tenían ganas, también les había dicho que faltaban unas tres horas mínimo para poder empezar el parto en sí.

 

Shikamaru ahora estaba más calmado, empezaba a pillarle el ritmo a todo y ya se sentía un poco más en control de la situación. Se sentó un poco más cerca de Neji y cuando este alzo la vista le miró con cara de arrepentimiento.

 

- No hace falta que finjas leer el libro.

 

Neji sin decir nada, cerró el libro, se puso de pie y se sentó junto a Shikamaru, al borde de la cama. Luego hizo un amago como de abrazarle para darle opción de rechazarlo y, cuando no la encontró, le abrazó con suavidad cruzando un brazo por la espalda, atraiéndolo a su costado.

 

- Perdona lo de antes - le dijo en un susurro, buscando sus ojos blancos para ver si estaba enfadado.

 

Neji le besó suavemente antes de decirle que no pasaba nada, que tenía derecho a estar dolido y frustrado. Como vio a Shikamaru todavía compungido, con el otro brazo sobre su nuca, lo guió hasta colocarlo con la cabeza apoyada sobre su hombro y comenzó a acariciarle la frente con el pulgar haciendo lineas horizontales, tratando de que relajase el ceño.

 

Con los labios apoyados sobre su pelo le fue susurrando cosas.

 

 

 

 

 

 

 

Unas dos horas más tarde, las contracciones eran cada vez más dolorosas y seguidas. Buscando distraerlo y que pusiese su mente en otra cosa, Neji le había enseñado un nuevo juego de cartas. Estaba funcionando mejor de lo esperado ya que, ante un nuevo reto, el muchacho se había volcado en la partida, solo haciendo muecas de vez en cuando o acariciándose la tripa cuando el dolor era especialmente fuerte.

 

Incluso le había ayudado a aparcar un poco el orgullo y la timidez y ya se dejaba explorar sin darle mayor importancia. Digamos que su mente había captado por fin que la dignidad no tenía mucho sentido ahora mismo, cuando lo que estaban intentando es que el bebé saliese de él sano y salvo. Así que cuando Sakura le había recomendado ponerse de cuclillas al lado de la cama para tratar de facilitar la dilatación y romper aguas, lo había hecho sin protestar demasiado. Efectivamente había roto aguas a los pocos minutos y desde entonces la dilatación y las contracciones se habían acelerado.

 

Ahora se encontraban ambos muchachos sentados en los extremos de la cama con las cartas en medio. Neji en posición de loto, Shikamaru con las piernas dobladas bajo él, pero con las rodillas separadas de forma de que su vientre, que ya estaba muy bajo, cupiese sin problema.

 

Alguien llamó a la puerta y se abrió. Sakura pasó adentro y dejó que otra enfermera metiese un carrito con diversos materiales quirúrgicos, como guantes, gasas y cosas afiladas varias. Tragando saliva Shikamaru miró dubitativo a Sakura. Esta le sonrió para darle confianza y le dijo pidió permiso para comprobar su dilatación una vez más. Cambió la postura para darle acceso y la dejó hacer.

 

- Correcto, efectivamente la dilatación está completa - dijo Sakura para la otra enfermera. Luego se giro y les habló a ellos, - bien vamos a prepararte para la expulsión Shikamaru, Neji necesito que me acompañes para que te pongas la ropa de protección para asistir al parto.

 

Con un movimiento fluido, el mencionado bajó de la cama y recogió rápidamente la baraja de cartas. Cuando cogió las que tenía Shikamaru en la mano vio que este las tenía cogidas con fuerza de los nervios.

 

- Tranquilo, en seguida vuelvo - le dijo con dulzura - todo va a salir bien.

 

Shikamaru solo acertó a asentir con la cabeza, mientras trataba de no entrar en pánico y seguir todas las instrucciones. Conforme Sakura y Neji salían por la puerta, Tsunade, la matrona y otra enfermera más entraron cubiertas de arriba a abajo de batas, guantes y mascarillas.

 

El joven se sentó mas derecho, miró al frente y exhalo un largo suspiro, tratando de calmarse.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Abrió los ojos, algo flotaba frente a él, una brisa fresca le daba en la cara y Neji lo llamaba suavemente. Shikamaru, con la cara enrojecida del esfuerzo, se había desmayado por unos segundos. La mano de Tsunade estaba frente a él, haciendo un jutsu leve y preciso de viento.

 

- Vamos a esperar unos minutos, descansa - oyó la autoritaria voz de la matrona, más allá de sus piernas elevadas.

 

Shikamaru dejó caer la cabeza hacia atrás, sobre la almohada y se giró hacia su chico. Este lo miraba tratando de ver si estaba bien, claramente preocupado. Las enfermeras se hablaban entre ellas mientras otra oleada de contracciones le hacía cerrar los ojos. Tenía la sensación de llevar horas y horas pujando, estaba agotado.

 

Neji le acariciaba el pelo de la frente con ternura, algunos mechones se habían soltado y se le pegaban, por el sudor, a la piel. A su derecha Tsunade se retiró para dar paso a Sakura, que le pasaba un vaso con agua azucarada y una pequeña píldora para el chakra que le ordenó masticar durante un rato antes de tragársela.

 

Shikamaru se la llevó a la boca obediente y miró hacia abajo mientras masticaba.

 

Habían subido la cabecera de la cama al máximo, de forma que estaba prácticamente sentado, luego le habían ayudado a quitarse los pantalones y le habían puesto una sábana desde la cintura hacia abajo. Acto seguido, y aprovechando un momento en que estaba distraído por una contracción especialmente fuerte, le elevaron las piernas abiertas de par en par y subieron las sábanas para que la matrona tuviese acceso total.

 

Cuando habían empezado a manipularle ahí abajo, Shikamaru trató de cerrar las piernas y negar con la cabeza, superado por la situación. Había hecho falta varios minutos de razonar con él y que volviese Neji, para convencer al muchacho de que tenía que dejarlas trabajar.

 

Ahora, solo miraba sus piernas elevadas con la sensación de que pertenecían a otro.

 

El dolor de la zona perianal era tan constante e intenso, que su cuerpo había tratado de insensibilizar la zona. La matrona lo miraba masticar, evaluándolo. La mujer, aunque tosca, había resultado ser, junto a Neji, su faro en la tormenta. Le daba instrucciones claras y le animaba cuando lo necesitaba. Y le decía que lo estaba haciendo muy bien, cosa que Shikamaru, acalorado, enrojecido, falto de fuerzas y con lágrimas en los ojos en más de una ocasión, necesitaba oír para no hundirse.

 

Se giró a beber del vaso que le ofrecía Sakura, que le ayudó a llevárselo a la boca.

 

El agua le ayudó a despejar un poco la mente y salir del estupor en el que había entrado. Gracias a esto pudo comenzar a seguir la conversación que se estaba dando lugar.

 

- ... yo creo que si él no está de guardia, Sakura tal vez pueda ayudar a sostenerlo - comentaba Tsunade en ese momento. Sakura, a su lado, asentía segura de si misma, mientras se aseguraba de que Shikamaru no se atragantaba y le daba una sonrisa de ánimo.

- Pues intentémoslo, a ver si así conseguimos que el bebé se desatasque y le ayude la gravedad.

- ¿Qué pasa? - preguntó con un hilo de voz a Sakura, cuando la matrona y otra enfermera, comenzaban a apartar cosas de enmedio.

- Vamos a tratar de colocarte en otra posición, ¿vale? Para ayudarte a empujar.

 

Shikamaru cerró los ojos y asintió sin dudarlo, cualquier cosa con tal de que consiguiesen sacar a su hija ya.

 

Con cuidado le bajaron las piernas de los apoyos y Neji y Sakura lo levantaron en peso desde la cintura. Le colocaron de rodillas sobre la cama pero con las piernas lo más abiertas posibles, y tras Tsunade modificarlos para que fuesen más largos, le indicaron que apoyase las manos en los reposapiés.

 

Se quedó inclinado hacia delante, mirando hacia abajo, hacía las sábanas manchadas de sangre. Neji a su izquierda lo abrazó con fuerza para ayudarle a soportar su peso y puso la cara contra la suya para demostrarle que estaba ahí, con él. Sintió en su mejilla la mascarilla de Neji rozarle cuando este le depositó un beso, en la periferia de su visión veía sus grandes ojos blancos.

 

Notó como otra contracción fuerte venía y preguntó si empujaba, la matrona le dijo que no, que la dejase pasar.

 

Todo su cuerpo se tensó y aguantó sin gritar, bajo la atenta mirada de todos. Neji a su lado decía algo, pero Shikamaru no alcanzaba a oirlo. Finalmente la oleada pasó y Shikamaru aliviado pudo respirar con normalidad. Se dejó caer ligeramente hacia Neji y este aguantó su peso sin inmutarse.

 

Alguien le sujetó del mentón y le hizo elevar la cabeza.

 

- ¡Shikamaru! - Tsunade, de pie frente a él, lo miraba intensamente - tienes que dejar de aguantar la respiración, si necesitas gritar hazlo. No puedes seguir así o te volverás a desmayar. ¿Entendido?

Shikamaru dejó salir un leve si. Y la matrona ocupó su campo de visión.

- Bien, vamos allá. Primero voy a mover al bebé, necesito que te relajes cuánto puedas, luego, cuando yo te diga empujas con todas tus fuerzas. ¡Y grita con fuerza!

 

El muchacho cerró los ojos y asintió una vez levemente.

 

El mentón dejó de estar sujeto y su cabeza volvió a caer hacia delante, sin fuerzas. Notó que la matrona colocaba una mano sobre su vientre, mientras que la otra se internaba bajo la camisa y entraba en su canal de parto. Shikamaru solo emitió un leve quejido, mientras notaba como la presión en sus caderas cambiaba.

 

- Ya, el hombro está desatascado, vamos a allá hijo, ya falta poco.

 

Tras unos segundos de silencio en los que el corazón le retumbaba en los oídos, notó el inicio de otra contracción y tomó aire.

 

- Vamos, empuja, empuja...empuja más, ¡venga grita hijo!

- Gaahhh - dejó emitir tímidamente Shikamaru.

- ¡Así muy bien!

- ¡Descansa!

 

Alguien le aparta el pelo de la cara. Vuelve a tomar aire.

 

- Empuja, un poco más, un poco más

- Aaaaahhhhh

- Descansa

 

Su pierna derecha se está resbalando, alguien le ayuda y la endereza. Shikamaru cierra los ojos, desesperado. Toma aire.

 

- Empuja, empuja, más, más

- AAAAGHHHH - no hubiese podido aguantar ese grito ni queriendo. Parecía que se estaba desgarrando por dentro.

- Empuja, un poquito más, ¡Vamos hijo mio, empuja fuerte!

- AAGHHHAaaaa

- ¡Descansa!

 

Sentía que no podría sostenerse en pie si no fuese por los cuatro brazos que lo tenían bien sujeto. Algo le recorría la mejilla hasta el mentón, no sabía si era sudor o lágrimas.

 

- Vamos coge aire - le ordenaron mientras una mano se plantaba firmemente en la parte superior de su tripa. Tomó aire.

- Empuja, empuja, fuerte, fuerte - conforme empujaba la mano ejerció presión también.

- AAAAAAHHHHH - volvió a notar el dolor desgarrador hasta que de repente notó como el bebé se movía.

- ¡Descansa! Bien, bien, ya está la cabecita fuera.

 

Abrió los ojos deseando ver, pero solo veía las manos de la matrona que parecía estar girando al bebé, notó más movimiento dentro de él.

 

- Bien, cuando notes que viene otra contracción, empuja con todas tus fuerzas. Ya está casi, ya casi está fuera.

- Vamos Shikamaru, tú puedes - se susurraba Neji en su oreja. Tomó aire.

- ¡Vamos!

- aaaaarGHHH

- Fuerte, fuerte...

- AAAAHHHH

- Un poco más

 

Tras otro grito desgarrador... notó como el bebé salía.

 

Sorprendido Shikamaru abrió los ojos justo para ver como su hija era recogida y colocada sobre las sábanas, con el cordón umbilical todavía conectado a él. Embadurnada de alguna especie de grasa.

 

- ¡Muy bien! ¡Ya está!

 

Neji le daba besos y un alivio se apoderó de su cuerpo y se dejó caer. Lo ayudaron a volver a tumbarse para atrás, donde cerró los ojos y trató de recuperar el aliento. Alguien le recolocaba las piernas, y él se dejaba hacer.

 

Oh kami-sama... gracias, gracias.

 

Notó un peso en el pecho e instintivamente supo que era el bebé. Los ojos le pesaban pero consiguió abrirlos para verla. Un nudo de emoción se apoderó de su garganta y sus ojos, ahí estaba su pequeña. ¡Dios lo que había costado traerla al mundo! Trató de abrazarla, pero los brazos no le respondían bien y le temblaban y sentía como pinchazos en ellos.

 

El brazo de Neji rodeó protectoramente al bebé en su lugar.

 

Shikamaru giró con esfuerzo su cabeza, Neji se había bajado la mascarilla y se había acercado para verla mejor, con sus grandes ojos blancos. Viéndolos como anonadado, Shikamaru sonrió mientras peleaba por mantenerse despierto.

 

Todavía trabajando en él, la matrona le dio una última orden.

 

- Duerme hijo, duerme. Que te lo has ganado.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Yoshino estaba con la mirada perdida en la puerta basculante que daba a la zona de paritorios. En sus manos, ya fría, apretaba la taza de té que le había servido Chiharu Akimichi hace un cuarto de hora.

 

A su derecha Choji y su padre conversaban para pasar el rato mientras comían para calmar los nervios. En los asientos de enfrente Ino dormida, se dejaba caer en su marido mientras, a sus pies, Akamaru montaba guardia. No había habido manera de convencer a la joven embarazada de marcharse a su casa a descansar. Kiba se había marchado a eso de las 9 para traerle un cojín y una manta para que al menos estuviese cómoda.

 

El reloj de la sala de espera marcaba inexorable las horas, eran ya casi las 11 de la noche. Shikamaru había sido ingresado a eso de las 5 de la tarde y sobre las 7 les habían informado que esperaban que consiguiese terminar con la dilatación en unas dos horas aproximadamente. Yoshino al principio le sorprendió de que todo fuese tan rápido, después de todo su propio parto había durado casi 18 horas en total. Pero luego pensó que, en realidad, Shikamaru llevaba como mínimo desde esa mañana con las contracciones, así que en realidad había durado más tiempo.

 

Poco antes de las 9, Tsunade en persona había salido a hablar con ellos, diciéndole que iban a iniciar el proceso de parto propiamente dicho en cuanto preparasen todo y se colocaran el equipo quirúrgico. Yoshino e Ino se quedaron en la puerta un poco más, viendo el movimiento por el pasillo, ansiosas. Por ello pudieron ver el momento en que Sakura llevaba a Neji hasta una habitación y al poco rato salían totalmente cubiertos con batas, gorros, etc. La muchacha las vio y se lo indicó al muchacho. Neji se giró y les levantó el pulgar en señal de que todo iba bien.

 

Luego había comenzado la tensa espera.

 

Casi dos horas sin ninguna información de cómo iba todo. Yoshino intentaba no ponerse en lo peor, pero no era idiota y sabía que debía estar habiendo alguna complicación.

 

De repente, Akamaru se puso a gimotear. Todos se lo quedaron mirando y Chiharu, solícita como siempre, le pregunta a Kiba si el perro tenía hambre. Kiba le contesta que no se preocupase y trata de calmar a su compañero. Tras unos segundos de silencio, el perro vuelve a inquietarse.

 

Ino, que se había quedado dormida, se despertó por el ruido y preocupada le preguntó qué es lo que pasaba mientras acariciaba a Akamaru. Kiba se señaló el oído y luego con la barbilla hacia la zona de paritorios.

 

Yoshino lo entendió.

 

- Está escuchando los gritos de Shikamaru, ¿verdad?

 

Kiba asintió disculpándose, y Yoshino se dio cuenta que le muchacho había tratado de ocultarlo para no preocuparlos.

 

- No pasa nada, es normal, -dijo tratandole de quitar hierro al asunto.

- Yo grité tanto que me oyó todo el hospital, ¡ya lo creo! - terció Chiharu a su derecha. - Dos horas tardé en sacarlo, 5 kilos de chiquillo.

- ¿5 Kilos? - preguntó Ino alucinada. - Oh dios mío.

 

El señor Akimichi se rió, seguramente recordándolo.

 

- Y Shikamaru ¿cómo fue? - preguntó interesada Ino, curiosa por esta pequeña ventana al pasado.

- Pesado - dijo con gesto de fingido cabreo la señora Akimichi, acto seguido Yoshino y ella se pusieron a reirse.

- Cuando ya me puse a empujar, nació rápido. Tardo... una hora más o menos - explicaba la señora Nara - pero estuve 17 horas de dilatación.

- Wow - dijo Kiba.

- Shikaku estaba ya desesperado - recordó el señor Akimichi.

- Si, estaba tan aburrido - recordó entre risas Yoshino - que en una de las veces que fue a casa, se trajo el tablero de shogi y ¡se puso a jugar con una de las enfermeras!

 

Choza asentía con lágrimas en los ojos, mientras todos se reían al imaginarse la escena.

 

- La señora Biwako pasaba de vez en cuando por la puerta con un café, y me decía "¿todavía por aquí? ¡Este Nara es vago incluso antes de nacer!"

 

Volvió a estallar una carcajada general.

 

- ¿Y yo, cómo fui?

- Tú fuiste rápida, no diste problema cariño - dijo Yoshino con una sonrisa.

- Bueno - terció Chiharu con cara de pilla mirando a la Nara con complicidad - eso si descontamos que Inoichi se desmayó encima del carro quirúrgico.

- ¡Ay es verdad, cómo olvidarlo!

- ¡¡¡¿Quéee?!!! ¿En serio?

- ¿No te lo contó nunca?

 

Ino negó con la cabeza, con la boca abierta, sin poder creérselo.

 

- Ayss, pues cómo naciste un día después de Shikamaru, yo estaba todavía de reposo aquí. En una de las habitación de la derecha del pasillo, en la del medio, lo que pasa es que modernizaron todo y lo cambiaron. - Dijo Yoshino sumida en sus recuerdos, perdiendo el hilo ligeramente - ¡Total! que tú madre estaba pariendo en la habitación que estaba justo en frente y Shikaku y yo estábamos en mi habitación descansando, cuando de repente, oímos un estruendo tremendo...

- Se oyó hasta en la sala de espera - afirmó el señor Akimichi.

- Y recuerdo que nos quedamos mirando, pero bueno... suponíamos que se había caído algo o algo.

- Totalmente vamos - dijo Chiharu provocando la sonrisa de Yoshino.

- Pues a los pocos minutos entra a nuestra habitación una enfermera, así muy tímida y se acerca a mi marido en plan "disculpe señor Nara, pero es que el señor Yamanaka se ha desmayado"...

 

Hizo una pausa porque le daba la risa.

 

- ..."y no sabemos si ha hecho una transferencia mental y lo tenemos que dejar así o es que se ha desmayado de verdad y tenemos que reanimarlo"

 

La sala se lleno de carcajadas.

 

- ¡Total! que querían que Shikaku, que lo conocía, le echase un vistazo para saber a ciencia cierta qué era.

- Ayss dios, papá. ¡Qué desastre!

- Pero si habría visto cosas más duras de misión - comentó incrédulo Choji.

- Ya pero no es lo mismo hijo mío - le dijo su padre, con una palmada en el hombro - es tu mujer, está teniendo a tu hijo y tú estás ahí como un pasmarote sin saber qué hacer.

 

De repente Akamaru alzó la cabeza con las orejas tiesas y comenzó a mover el rabo, excitado.

 

Ino miró a Kiba como para saber qué pasaba ahora y el Inuzuka giró la cabeza como cerciorándose de algo. A los pocos segundos le contestó

- Alguien se acerca por el pasillo.

 

En seguida todos se pusieron en pie y corrieron hasta las ventanillas de las puertas batientes para ver. Efectivamente Sakura iba caminando por el medio del pasillo, se había quitado la mascarilla y procedía a quitarse los guantes. Cuando levantó la vista y los vio, sonrió para tranquilizarlos.

 

Esperaron con el alma en un puño a que terminase de acercarse a ellos.

 

- ¡Sakura! ¡¿Cómo está, cómo ha ido?! - le acribilló Ino nada más Sakura abrió la puerta.

- Está bien - dijo firmemente - los dos están perfectamente. Todo ha salido bien.

 

Ino se puso a dar botes de la alegría, Yoshino suspiró aliviada.

 

- ¿Podemos verlos? - preguntaron varias voces a la vez.

- Si, Neji está con la bebé en la unidad de recién nacidos, para pesarla y eso. Si esperáis en la ventana para visitas...

- ¡Ah! ¡Sé dónde está! - dijo Ino deseosa de ayudar. - ¡Seguidme!

 

Dejando que los chicos se fuesen tras ella, Yoshino se acercó a Sakura.

 

- ¿Cómo está Shikamaru? Ha tardado tanto, que ya me temía lo peor.

- Si, todo se ha retrasado porque el bebé tenía un hombro atascado y al principio pensábamos que el problema era que las caderas de Shikamaru no se habían modificado correctamente con la activación del gen, pero por suerte conseguimos ver el problema y solucionarlo.

- Ya veo - dijo Yoshino con los brazos cruzados.

- Ahora está descansando, y la matrona lo quiere en observación varios días para comprobar que no hay sangrado interno ni nada. Por fuera ha sufrido algo de desgarro pero Tsunade-sama ha podido curarle y no pensamos que le vaya a crear secuelas.

- Bien, bien. Gracias a dios. Gracias por todo.

 

La muchacha cansada, le devolvió una sonrisa.

 

Finalmente Yoshino se dirigió con los demás a una pasillo donde un cristal en el lateral dejaba ver la sala de recién nacidos. Todavía no había llegado Neji, pero las enfermeras se afanaban en preparar una de las cunitas.

 

La puerta del lateral se abrió y una enfermera la aguantó mientras les sonreía cómplice. Neji entró en la sala con extremo cuidado.

 

- Aaaahhh, qué chiquitita.

 

Yoshino se llevó la mano a la boca para controlarse, los ojos se le humedecieron. Neji los vio y con una mezcla de orgullo, e inseguridad de estar haciéndolo bien, trato de incorporar a la bebé un poco para que la pudieran ver bien.

 

Para que pudieran apreciar sus grandes y preciosos ojitos blancos.

Notas finales:

Wiii, qué tal? les gustó? comenten por favor :3

 

Más curiosidades varias:

  • Kiba le dijo lo de "justo a tiempo" a Neji porque, esa misma mañana, uno de los ancianos Hyuuga había dejado caer que si el bebé de Shikamaru tenía el Byuakugan y no había ningún Hyuga responsable de él (osea que no estaban casados) tendrían que enseñarlo en el clan. Todos los presentes decidieron no decirle nada a Shikamaru porque iban a casarse esa misma tarde y no querían estresarlo más aún.
  • El señor Yamanaka se desmayó encima del carro dónde transportaban todo el material quirúrjico esterilizado, tuvieron que cambiar todos los instrumentos por otros, la matrona casi no lo deja volver a entrar cuando se recuperó de lo enfadada que estaba XD
  • Las parejas que se forman el dia de la caza estan prometidas, no casadas, es por ello que tienen que hacer el enlace "oficial". De todas formas es raro que una pareja del día de la caza no acabe en matrimonio, sobre todo si hay bebé por medio.
  • La bebé se llama Shikashira, que significa ciervo blanco, tendrán otro hijo que se llamará Shikaoi, que significa perseguir al ciervo y también es como se llama la fuente de bambú que se va llenando de agua y cae por su peso haciendo un ruido muy característico en los jardínes típicos japoneses. Shikaoi heredará las sombras.
  • Los invitados al banquete fueron hasta el hospital todos, pero hacían tanto ruido que Tsunade los acabó echando diciendo que quedaban horas para el nacimiento.

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