Pensar en la trayectoria era más fácil que pensar en cómo lidiar con lo que se pudiera encontrar, intento llamar a Nina, pero no contesto sus llamadas, seguramente aún estaba con su familia haciendo preparativos pendientes.
No tuvo opción más que ir solo, sin contar con que ya no tiene batería para comunicarse después, se sentía tan nervioso que cuando llego a la estación de autobuses no sipo exactamente como llego, pero ya que estaba ahí decidió ponerse en marcha haciéndolo más por inercia que po voluntad propia.
Todo el lugar estaba completamente vacío para su suerte el ultimo autobús estaba por salir así que no dudo en comprar un boleto de autobús, la señorita de la taquilla no si quiera lo miro ya que apenas estaba despertando al parecer.
La noche era fría, si no hubiese sido tan impulsivo quizá se hubiese traído una bufando, pero por la urgencia de la situación al parecer era mejor así.
E autobús saldría en quince minutos los cuales le parecían eternos ya que no sabía en que entretenerse como su fuera un pequeño alivio una persona se para justo detrás el, con el lo sabía que se tomarían el mismo autobús.
Volteo un poco para ver a la persona en cuestión, pero esta muraba haca otro lado y su cabeza estaba cubierto por el gorro de su chamarra, tal vez no desea conversar así que simplemente sigui perdido en sus pensamientos hasta que la hora de partida llegara, el conductor anuncio que ya podía subir e inmediatamente lo hizo sin pensarlo.
El autobús estaba completamente vacío, lo cual era normal, se sentó casi al final del mismo, de alguna manera podía sentir que si caminaba un poco más tardaría en llegar a su destino final, le gustaban las ventanas eran amplias y se podía ver hacia fiera, realmente se arrepintió de dejar su bufanda el frio que sentía era cada vez más.
Realmente no vio cuando la persona que venía atrás suyo subió, pero si noto que no dudo en sentarse junto a él, se pudo cómodo y antes de que pudiera decirle ago este se quitó el forro de su chamarra y como s nada pasara lo voleo a ver.
—¿Qué? —su vox lo descoloco un momento, esos ojos verdes y cabello color naranja lo descoloco un poco.
—Nada — se limitó a seguir intentan ando no hacer preguntar que lo harían parecer un loco.
—Si tiene algo que decir dilo, tu silencio me moleste — obviamente estaba enojado,, pero en realidad no sabía que decir, eso le hizo tener una especie de dejavu.
—No… ¿A dónde vas? —bueno si lo pensaba era una preguntaba valida.
—hospital Unión SM Su ub familiar está internado —eso era sospechoso, demasiado casualidad y si esa persona a su lado era su…—
—¿Tu padre acosa? —lo dijo de una manera impulsiva, tenía que quitarse esa idea de la cabeza el no era ese tipo de persona.
—Mi abuela—Se sintió aún más aliviado.
—¿Tu a dónde vas?, es raro ver a alguien como tu fuera de su casa —el chico parecía inofensivo, realmente no le molestaba responder sus preguntas, debía ser porque él le respondió que ni siquiera pensó.
—Al mismo lugar, solo que mi pare tuvo un accidente y esta grave —volvió a recordar a donde es que iba
—¿Y se llevan bien? —
—Si, el es increíble o era no se, últimamente no se exactamente que sentir —no sabía como tener esa conversación con un extraño.
—Bueno no te apresures en descubrirlo todo cambio lleva tiempo —le sonrió de una manera que lo calmo casi inmediatamente —Ahora despiertamente cuando lleguemos si, no he tenido la mejor semana
Dicho esto, volvió a colocar su gorro en su cabeza, Alex simplemente asintió un poco extrañado, pero más tranquilo.
Mientras tanto esperaría a llegar al hospital, todo mientras veía pasar el tiempo a través de la ventana, seguramente si veía la hora empezaría a tener ansiedad de nuevo y no encontraría valor para bajar del autobús.
Una gota de lluvia comenzó a caer, Alex se sorprendió al verlas caer, escuchar el sonido de la lluvia parecía traer a su cabeza millones de pensamientos sin sentido, que de momento se limitaba a salir corriendo, pero ¿Cómo abandonaría a su padre en esa situación?, tal vez debía simplemente…
El autobús paro de pronto, casi se pregunta si es que volaron para llegar tan rápido, sin embargo, al ver su reloj se dio cuenta de que llegaron diez minuetos después de lo esperado.
—Hay que bajar—la persona junto a él se levantó del asiento, parecía tener prisa, lo cual le recordó que él también la tenía.
Dio gracias al conductor y casi fue corriendo tras el chico que bajo primero, según sabia iban a la misma dirección así que decidió seguirlo pues parecía saber exactamente a donde ir.
Tomaron un taxi, realmente no se dijeron nada que indicara que debían ir juntos, pero al parecer no necesitaron de eso para saber qué era lo mejor en su situación, debido al contante miedo Alex no decía absolutamente nada del porqué de pronto decidió ir tras él, mientras la persona sentada junto se limitó a observar su celular, lo cual no significa a nada bueno ya que cada vez parece más enojado.
Al llegar al hospital el chico pago el total por ambos.
—Quizá luego —dijo mientras entraba casi corriendo al lugar, la prisa de ese chico era algo que no podía entender del todo.
Ya estaba ahí, tenía que entrar así pasara lo que pasara no se arrepentiría, al din y al cabo su padre siempre fue bueno con el, aunque casi siempre se iba de viaje.
Su celular comenzó a sonar, lo tenía en su mano así que podía contestar… pero no lo hizo. Con un miedo latente entro al hospital quedándose algo paralizado, vio la recepción así que simplemente fue hacia ella.
—Buenas noches, mi nombre es Alexander Vanderlast, me llamaron debido a mi padre la enfermera reviso en su archivo e inmediatamente supo quien era.
—Claro, te llevare a la toma de sangre ¿Viene alguien contigo? —por un momento olvido que aun era menor de edad.
—No…—se sintió mal de decir eso,
—Cierto, disculpa tu madre ya esta aquí, pasa por favor —¿Su madre?, ella estaba con su hermana, era imposible que estuviera en el hospital.
Se le hizo extraño, pero de momento no le daría muchas vueltas al asunto quería preguntar su sy padre estaba bien pero no encontró el momento ya que la enfermera rápidamente dio aviso que ya estaba en el hospital, todo fue más rápido de lo que pensó, a decir vedad nunca tuvo la necesidad de donar o en su caso recibir sangre, la extracción no duro mucho y la enfermera le dijo que se quedara recostado en aquel sofá para evitar mareo y otras complicaciones.
Cerro los ojos pensando en que quizás eso era todo, No había sorpresas ni nada por el estilo, vería a su padre y podría irse tranquilo a casa.
Escucho claramente unos tacones que se acercaban a la sala de urgencias.
—La transfusión está saliendo bien, su hijo se encuentra recostado —de un momento a otro escuchar eso lo asusto, de un solo movimiento se levantó del sofá mareándose un poco.
—No deberías hacer eso —la voz de esa mujer le parecía familiar, pero de alguna forma sabía que nunca la había escuchado antes.
Si alguna vez pensó en cómo se vería si fuera mujer, ahora tenía la respuesta. La mujer frente a el tenía sus mismos rasgos experto que esta era un poco más alta su cabello era corto y claro era una mujer.
Ella lo miraba de una forma peculiar, Alex quería…
—Leopold estará bien, el accidente no fue tan grave… el único detalle era la perdida de sangre , podrás verlo en cuanto esté en su habitación ¿Necesitas algo?—Explicaciones pensó para si mismo Alex cuando la vio tan calmada.
Frente a el con una clara evidencia de que podían ser…—
—Madre… ¿Qué estás haciendo? — un chico más alto que ella con peinado correcto que le hacia recordad a su padre se acercó y cuando ambos se vieron este le sonrió. — Alexandre —
El joven no dudo en intentar acercarse, estaba frente a él, sabía que debía decirle algo de lo mucho que sentía, de cómo lo que conocía de su familia han terminado por su culpa, aunque sea quería decirle que realmente no tienen nada que ver, pero… aun así no pudo evitar comenzar a llorar-
Todas sus frustraciones, miedos, angustia, curiosidad, pero principalmente tofo el enojo reprimido salió en forma bastante patética pensó, más cuando sintió un par de brazos rodearlo, esa persona realmente era su hermano, nunca lo había visto, jamás habían hablado, pero ahora estaba, abrazando como si eso fuera tan fácil, como si toda su vida fuera así de simple como un abrazo.