Cuando llegó al North Blue lo primero que hizo fue tomar café. No había dormido muy bien esa noche y lo habían llamado para una operación de emergencia que lo dejó con pocas horas de sueño. Shachi, Penguin y Bepo estaban en sus casas, durmiendo y él veía el amanecer en la sala de descanso y comida, desde una ventana descolorida y vieja.
La neblina se mezclaba con los rayos del sol que aparecían despacio, filtrándose entre las nubes y los edificios como si fuera una pequeña grieta iluminada. Law cerró los ojos y disfrutó el calor del sol sobre su rostro y la ventana. Si bien estaba mejor con los climas invernales, no podía resistirse a unos pequeños rayos cálidos de luz descongelándole la nariz. Su mano alrededor del vaso de telgopor se calentó y el humo del café le nubló un poco la vista.
Su celular vibró en el bolsillo de su bata de doctor y metió la mano para leer. Era el grupo del Kamabakka. Frunció el ceño. ¿Quién estaba despierto a las 5:50?
[27/06 05:50 a. m.] Luffy Kamabakka: Hola! Estuve pensando en algunas cosas que podíamos hacer para juntar dinero para Tama.
Una gran fiesta!
Con entrada que incluye una consumición y luego adentro vendemos comida y bebida. Todo a precio popular.
Ponemos música y espectáculos. Franky y Brook pueden tocar algo de música. Los talleres pueden presentar alguna actuación. Conseguir gente que tenga ganas de colaborar. Tenemos muchos amigos que seguro nos dan una mano.
Law irguió una ceja mientras leía y se terminaba el café. El día del incendio había agendado a todo el personal del Kamabakka porque creyó que era más útil así, aunque no recordaba los nombres de todos.
[27/06 05:55 a. m.] Trafalgar Law: ¿Qué haces despierto a esta hora, Luffy-ya?
[27/06 05:56 a. m.] Luffy Kamabakka: Torao! Me estaba por acostar, pero justo tuve esta idea
Qué te parece?
Se le hizo un poco gracioso imaginar al atolondrado joven sin poder dormir como él. Luffy no parecía alguien que tuviera ese tipo de problemas. Seguramente había trasnochado pensando qué hacer para Tama. Y perdiendo el tiempo con el celular.
[27/06 06:02 a. m.] Trafalgar Law: Me parece bien, ya lo veníamos pensando pero creo que tu idea tiene potencial.
Hay que pensarla bien antes de llevarla a cabo.
¿Podemos afrontar el gasto cuando tenemos el campamento tan próximo también?
[27/06 06:10 a. m.] Luffy Kamabakka: Rayos…
No pensé en eso
Espero que a Nami y a Inazuma se les ocurra algo.
Law rodeó los ojos. Luffy sólo lanzaba ideas al aire y no se hacía responsable por su aplicación material. De todas formas, la idea en sí no era mala, quizá no con la opulencia con la que Luffy la imaginaba, pero la veía posible.
[27/06 06:16 a. m.] Trafalgar Law: Cuando el resto se despierte podemos hablarlo.
[27/06 06:17 a. m.] Luffy Kamabakka: SON LAS SEIS DE LA MAÑANA, OMG
[27/06 06:19 a. m.] Trafalgar Law: ¿No te habías dado cuenta?
[27/06 06:22 a. m.] Luffy Kamabakka: Dios, es realmente tarde
Debería dormir
Tú qué haces despierto, Torao? Tienes problemas para dormir?
[27/06 06:25 a. m.] Trafalgar Law: Estoy trabajando, Luffy-ya.
Internamente pensó que también tenía problemas para dormir y que no sería raro que trasnochara hasta esa hora por no poder conciliar el sueño, pero eso jamás lo admitiría en un grupo con tanta gente.
[27/06 06:26 a. m.] Trafalgar Law: Dejemos de hablar en este grupo que todos deben estar durmiendo.
Más tarde hablaremos de tu idea.
Bloqueó el celular y lo guardó en su bolsillo de nuevo. Aún era muy temprano para organizar algo. Cuando todos estuvieran en línea podían discutir el asunto y él se haría cargo de lo que fuera necesario, aunque sospechaba que Luffy sería el más involucrado en la idea. Su celular volvió a vibrar en el bolsillo y lo miró con el ceño fruncido. Un mensaje privado. De Luffy.
[27/06 06:30 a. m.] Luffy Kamabakka: Hola Torao!
Dijiste que no hablemos por el grupo así que decidí venir a tu chat privado.
Entonces, crees que se puede hacer a fiesta?
Chasqueó la lengua. Ese chico parecía demasiado emocionado para la hora que era. Law deseó que el sol volviera a esconderse porque necesitaba un poco de oscuridad y Luffy le competía directamente a la estrella más brillante.
[27/06 06:35 a. m.] Trafalgar Law: Más tarde lo hablamos.
Hay que hacer números para ver si podemos cubrir todo lo que necesitamos comprar para la fiesta con los fondos del Kamabakka.
De eso se encargarán Nami-ya e Inazuma-ya.
[27/06 06:37 a. m.] Luffy Kamabakka: Yo no sé nada de números
Pero sé que se va a poder hacer.
Suspiró. No esperaba menos de ese atolondrado.
[27/06 06:38 a. m.] Trafalgar Law: Más tarde hablamos, Luffy-ya. Tengo que volver al trabajo.
Guardó el teléfono y tiró el vaso al tacho. El día recién comenzaba y ya lo presentía largo.
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Llegó a su casa bastante cansado. El poco sueño, el trabajo de varias operaciones y el celular estallándole de mensajes no le dejaron un poco de espacio para relajarse. Eran cerca de las tres de la tarde y no había comido nada desde el café de esa mañana. Compró algunas cosas en el camino y se preparó una comida simple porque su estómago gruñía.
Leyó los mensajes del celular sentado en la barra de la cocina mientras comía. El grupo del Kamabakka estaba a toda máquina. El resto del equipo estaba despierto y hablaron un montón acerca de la idea de Luffy, los números necesarios para llegar a comprar todo y cuándo, cómo y dónde se haría. El creador de todo no apareció hasta las dos de la tarde cuando se despertó de su sueño.
Resolvieron hacer la fiesta en las instalaciones de un club del barrio en Grey Terminal. Al parecer el padre de Tama había ayudado a construir el club hacía varios años y todos los vecinos que lo manejaban lo tenían bien estimado. Por suerte tenían sillas y algunas mesas para poner y el Kamabakka podía trasladar sus mesas y sillas del comedor. La comida era lo más importante. Qué hacer, cuánto y cómo. Sanji, Patty y Carne se pusieron a disposición, junto con dos cocineros del club. Comida sencilla y rápida que fuera posible comer parado. Bebidas varias y alcohol.
Teniendo el cuenta el fondo del dinero recaudado del Kamabakka, se podían permitir ciertas libertades y evitarse otros eventos para juntar dinero. Esos lo tenían que dejar para el campamento que tendrían en unos meses. La entrada no era realmente costosa, ni los alimentos que iban a vender. La idea era que fuera barato para que pudiera ir gente del barrio a colaborar con Tama y su familia y no fuera muy caro para ellos.
[27/06 03:17 p. m.] Nami Kamabakka: ¡Inviten a amigos y gente que conozcan también!.
[27/06 03:18 p. m.] Vivi Kamabakka: Pero sólo a los que no tengan problema con el barrio. No quiero que venga gente que trate mal a nadie.
[27/06 03:19 p. m.] Zoro Kamabakka: Vivi, a esa gente le decís Grey Terminal y salen corriendo para otro lado. No van a venir, no te preocupes.
La estigmatización del barrio era muy grande en ese momento. En las noticias circulaba hacía días el caso de un hombre de Grey Terminal que había robado en una casa de Dressrosa, una ciudad cercana a la de Law. Si bien el crimen en Grey Terminal era verdadero y la inseguridad existía —siempre era más probable que provenga de lugares con tantas carencias y desatención—, Law sabía que no existía solamente esa faceta. Y sabía que las intenciones de los medios de comunicación de mostrar la más oscura respondían sus intentos de esconder el carácter profundamente resistente que existía en muchas de las familias que vivían en Grey Terminal. Con sus problemas, necesidades y luchas por vivir en un lugar tan abandonado, construían lazos de solidaridad y redes de apoyo por debajo del sistema oficial.
[27/06 03:20 p. m.] Luffy Kamabakka: Yo invité a todos los que conozco. Mandé una difusión.
Sonrió un poco. La ingenuidad de Luffy era cómica en este punto.
[27/06 03:22 p. m.] Trafalgar Law: Yo tengo cuatro posibles invitados. Más tarde confirmo.
Estaba seguro que Shachi, Bepo, Penguin y Corazón no tendrían problemas en ir. Seguramente sus amigos la pasarían muy bien en una fiesta y Corazón se reiría de todos ellos, insitiéndole a Law para que bailara también.
Pensándolo bien, no sabía si era una buena idea.
Las cosas que hacía por el Kamabakka.
Su celular vibró con un mensaje privado e irguió la ceja cuando leyó que era de Luffy.
[27/06 03:23 p. m.] Luffy Kamabakka: Hola! Esta es una difusión. Habrá una fiesta muy muy importante el sábado 4 de julio en el Club Foosha en Grey Terminal desde las 8 pm. La entrada son solo 50 beris y viene con una consumición gratis. Es en beneficio de la familia de Tama porque su casa se quemó hace unos días. Es muy importante que vengan todos!
Confirmar asistencia, por favor! Gracias!!
Se rió un poco porque el tonto niño le había mandado la difusión a él también, pero al mismo tiempo le causaba cierta ternura infantil el mensaje.
[27/06 03:24 p. m.] Trafalgar Law: Iba a ir de todas formas, Luffy-ya.
[27/06 03:25 p. m.] Luffy Kamabakka: Ops, lo siento Torao. Se lo envié a todos.
Se tapó la boca suavemente para reír. No sabía por qué tenía ese hábito de ocultar su risa aún cuando nadie estaba ahí para verlo.
[27/06 03:26 p. m.] Nami Kamabakka: ¡Luffy, no nos envíes la invitación a nosotros!
No pudo evitarlo. Bajó la mano y una risa genuina salió de sus labios. Era muy tonto y aún así le causaba gracia.
Apagó el celular y lo dejó en la barra mientras se movía al sillón para descansar. Quizá durmiera una siesta, si podía.
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Se despertó con el cuello torcido, pero muy calentito. Sabía que no podía tener todo. Había dormido bastante bien, pero ahora sus músculos le resentían haberse quedado dormido allí, en el sillón, sin una almohada apropiada. La manta que lo cubría seguía sobre su cuerpo aunque una parte se arrastraba por el suelo.
Se refregó los ojos y miró la hora en su reloj. Casi las ocho de la noche. Tendría que pensar qué comer porque ya empezaba a sentir hambre. El almuerzo había sido pobre y rápido y no lo llenó.
Buscó el celular y vio por encima los mensajes sobre la fiesta. Se había propuesto para ayudar en la cocina y le había tocado el peor papel de la historia. Tenía que comprar el pan para las hamburguesas. Estaba muy disconforme con esa distribución de las tareas. Realmente odiaba el pan.
Cuando leyó que era sábado tuvo una idea en su cabeza, detrás de todo, de que algo se estaba olvidando, pero no sabía bien qué. Y cuando pensó en la comida, la idea se le hizo tan cercana que pudo desenterrarla de los olvidos de su mente.
¡Corazón!
Había acordado que iría a comer el fin de semana a su casa. Maldita sea, tenía un mensaje suyo.
[27/06 07:02 p. m.] Cora-san: Vienes hoy, ¿no?
Diablos, sí. Tenía que salir rápido. Se cambió a las apuradas. Dejó la ropa, que usó debajo de la bata de médico durante la mañana, tirada en el sillón. No era propio de él, pero más tarde lo arreglaría. Salió con las llaves del auto, la casa y el celular en la mano. Se subió al ascensor abrigándose en su saco largo y envió un audio a Corazón.
—Hola Cora-san, lo siento, me quedé dormido cuando regresé del trabajo. Estoy saliendo de casa, llego sólo un poco tarde.
Se subió al auto y dejó todo tirado en el asiento del acompañante mientras lo encendía. Su teléfono vibró y lo revisó antes de arrancar.
[27/06 08:11 p. m.] Cora-san: Te perdono porque dormiste, espero que haya sido un buen sueño.
Sonrió mientras leía el mensaje. Cora-san tenía esa inexplicable habilidad para hacerlo sentir bien y feliz. No sabía por qué él o cómo, pero presentía que tenía que ver con que le había salvado la vida en sus épocas de oscuridad y que gracias a eso se convirtió en un padre para él.
Las cenas con Corazón eran todo menos aburridas. El hombre era muy gracioso y atolondrado. Law se preguntaba por qué la gente así se le pegaba como goma de mascar en su bota. Shachi, Penguin y Bepo eran iguales y no recordaba tener un sólo amigo serio en toda su vida. No recordaba tener muchos amigos de todas formas.
Estacionó en la puerta de la casa de Corazón en Dressrosa. Esa pequeña casa donde vivió cuando lo rescató y se lo llevó a vivir con él. Su habitación estaba intacta aún, con libros de medicina de la universidad, papeles escritos y notitas de Shachi, Penguin y Bepo colgadas en una pizarra que tenía sobre el escritorio. Habían sido escritas en noches de estudio largas, en las que Corazón preparaba café para todos y se quedaba despierto en su habitación escuchando como los amigos de su hijo lo molestaban por acordarse todo “tan rápido y hacerlo parecer fácil”.
Law solía dejar todas las tazas vacías en la cocina a la madrugada y lavarlas, cuando sus amigos ya se habían dormido entre las mantas y almohadas que había puesto Corazón en el suelo, y pasaba por su habitación con una taza humeante para su padre. Sabía que no podía dormirse la noche previa a sus exámenes y no entendía porque algo suyo lo afectaba tanto, pero al mismo tiempo le producía un calor agradable en su pecho.
Entró con las llaves, porque las seguía conservando y Corazón le había pedido que lo hiciera. Law no había querido entrar como si nada con sus llaves porque consideraba que si no vivía ahí, tenía que darle cierta privacidad a su padre, pero él insistió y quién era Law para negarle la felicidad a ese hombre.
—Cora-san, ya llegué —anunció en la puerta, sacándose el abrigo mientras se quitaba el frío del cuerpo.
—¡Law, hola! —Corazón salió de la cocina con un delantal en la cintura y lo recibió en la puerta con un gran abrazo. Law se rio cálidamente en su hombro—. Así que dormiste la siesta, no es muy propio de tí.
Lo acompañó para ver qué estaba cocinando y se sorprendió de encontrar los alimentos cortados en una tabla. Sonrió al ver que tenía el dedo pulgar vendado de nuevo. Ese tonto despistado.
—Me llamaron a la madrugada para una operación así que no dormí en la noche —respondió a su comentario anterior y se adelantó para agarrar el cuchillo y continuar la cena que estaba preparando—. ¿Estabas por hacer onigiri?
Corazón quiso evitar que Law cocinara, pero él se negó. Su padre no era un buen cocinero después de todo y siempre salía lastimado por su desatención. Ya había hecho su regalo al preparar todo para esas bolas de arroz que tanto le gustaban.
—También pescado a la plancha —agregó Corazón sabiendo que a Law le gustaba mucho esa comida.
No era demasiado trabajo preparar eso, así que se puso a cocinar el pescado mientras dejó que Corazón hiciera la forma de los onigiris.
—¿Cómo te fue en el trabajo?, ¿viste a Bepo, Shachi y Penguin?
—Bien, hoy fue algo intenso, tuve varias operaciones, pero me fui temprano —Puso el pescado a cocinar y se reclinó contra la mesada—. No los vi a ellos porque entraron cuando me iba.
Recordó tener el celular lleno de mensajes cuando regresó a su casa y pensó que era una buena idea contarle a Corazón.
—En el Kamabakka están organizando una fiesta en un club de Grey Terminal. La idea es juntar dinero para una familia a la que se le incendió la casa.
Corazón se acercó a él y lo miró con cierta preocupación.
—¿Están bien? La familia…
—Sí —se apresuró a responder—. Los traté la noche del incendio. No sufrieron heridas graves, pero perdieron todo. Es importante poder juntar bastante gente que colabore.
—Le puedo decir a tu abuelo que envíe alguna donación, aunque no vaya debe ser útil. Yo iré, por supuesto. ¿Le avisaste a tus amigos?
Sonrió ante la complicidad y el acompañamiento que Corazón tenía con él. No dormía las noches previas a sus exámenes, se involucraba con sus actividades y asistía a las jornadas del Kamabakka para recaudar fondos. Siempre estaba al pie del cañón y era lo más cercano a la seguridad y la estabilidad que nunca tuvo.
—Les envié un mensaje hace un rato —Shachi y Penguin habían respondido automáticamente que sí y Bepo tenía que confirmar si tenía operaciones programadas ese día—. La entrada es de 50 beris y viene con una consumición de bebida y un snack gratis.
—Eso es genial, Law. Le están poniendo mucha energía a eso, ¿no?
Del incendio había pasado dos días y ya tenían un plan armado para recaudar dinero. Le habían puesto energía, pero también mucho interés. Ivan se había contactado con Shirohige para que también participaran, Sanji, Patty y Carne ya tenían un plan de alimentación, Nami e Inazuma habían hecho las cuentas para comprobar que les daba el presupuesto y Luffy había sido el motor anímico de todo eso en sólo dos días. Era realmente impresionante si lo pensaba bien.
Su celular vibró y lo distrajo de la conversación para leer rápidamente el mensaje.
[27/06 08:42 p. m.] Luffy Kamabakka: Torao! Estoy con Nami y Sanji planificando la lista de confirmados, ¿sabes quienes vienen de tu parte?
—Espera, tengo que responder esto —Le avisó a Corazón porque no le gustaba usar el teléfono cuando estaba con él.
—¿Quién es? —preguntó con curiosidad, asomándose a ver el mensaje. Law giró los ojos. Su padre no entendía qué es la privacidad. No es que le importara que viera ese mensaje, pero no era el punto.
[27/06 08:45 p. m.] Trafalgar Law: Por ahora vienen tres y se puede sumar uno más. Te confirmo más tarde.
Apagó el teléfono y lo guardó en el bolsillo trasero de su jean.
—Es un compañero del Kamabakka —le contó mientras se movía para sacar el pescado del fuego y comenzaban a servir los platos para moverse a la mesa—. Es un niño que da un taller de fútbol en la organización y que conocí el día del incendio.
—Gran forma para hacer nuevos amigos —bromeó su padre.
—No es un amigo, Cora-san —lo corrigió con una sonrisa burlona—. Ya tengo demasiadas personas efusivas en mi vida.
Corazón rió como si le hubiera dicho un cumplido y sus mejillas adoptaron un color más oscuro que le dio ternura a Law. Se sentaron a comer y Law suspiró de satisfacción al probar esa deliciosa comida.
—No sabía que tenían niños enseñando en el Kamabakka —Corazón retomó la charla anterior y Law lo miró confundido.
—Oh, no es un niño de verdad. Debe tener… veinte años quizá. No lo sé, pero se comporta como un niño —Se limpió la boca y recordó algo—. ¡Ah, creo que conoces a su hermano!, ¿recuerdas a Portgas D. Ace, el que trabaja con Shirohige? Es hermano suyo.
Corazón conocía a Ace porque se había involucrado mucho con la adopción luego de que Law llegara a su vida. Conocía mejor que nadie los peligros de niños en la calle, casi tanto como Law, que los había vivido, y se había puesto en contacto con Shirohige para ayudar rescatando niños de esas situaciones.
—¿Ace? —preguntó recordando y sus ojos se abrieron—. ¡¿Son los nietos de Garp?!
Irguió la ceja porque el nombre le resultaba vagamente familiar pero no sabía de dónde.
—¿Garp?, ¿nietos? —preguntó confundido y se metió un trozo de pescado a la boca—. ¿De qué hablas?
—Garp es un muy buen amigo de tu abuelo.
Sengoku. Law debería haberlo supuesto. El padre adoptivo de Corazón, o Rosinante como era su nombre original, era un alto mando de la Marina. Recordaba haber oído el nombre de Garp cuando Sengoku iba a comer con ellos. Era su amigo irresponsable, despreocupado y muy atolondrado.
Le resultaba increíblemente familiar.
—¿Luffy es nieto de un amigo del abuelo? —preguntó anonadado.
—¡Sí, ese! Luffy era su nombre. Es su nieto más chico —Corazón intentó hacer memoria y el gesto que puso fue muy gracioso para él—. Además de Ace, se que tiene un nieto más.
—Sabo —agregó, viendo el reconocimiento en el rostro de Corazón.
—¡Exacto!, ¿también lo conoces?
—De la universidad —explicó recordando que Sabo parecía el más tranquilo de los tres hermanos, aunque Ace era el más educado.
—¡Qué casualidad! No puedo creer que seas amigo de los nietos de Garp.
—No soy amigo de ellos, Cora-san…
—¿Estarán en la fiesta? —No pareció oírlo y siguió con su fantasía.
—Luffy seguro que sí, fue él quien propuso la idea. Supongo que Ace también porque todo el hogar de Shirohige lo estará, pero no se si Sabo irá.
—Quizá vaya Garp —teorizó Corazón mirando su plato pero sin prestarle atención a la comida—. En ese caso quizá debería decirle a Sengoku que vaya también.
Alzó sus hombros. Realmente no tenía una relación muy cercana con Sengoku, pero si iba estaría bien para él.
—¿Puedes preguntarle a alguno de los chicos si invitaron a Garp?
Frunció el ceño escandalizado. No quería tener que enviarle mensajes privados a alguien. ¡Mensajes privados! Era demasiado. Está bien que lo hacía con Ace cuando tenía realmente un motivo y que respondía los de Luffy, pero eran cosas completamente diferentes. Sin embargo, Corazón insistió porque, por alguna extraña razón, estaba emocionado con ese supuesto parentesco descubierto.
Decidió escribirle a Luffy que ya le había enviado un mensaje hacía poco rato.
Lo que hacía por Corazón.
[27/06 09:30 p. m.] Trafalgar Law: Luffy-ya, se que esto puede sonar un poco extraño pero mi padre me acaba de decir que mi abuelo es amigo del abuelo de ustedes. Quiere saber si Garp va a ir a la fiesta para invitar a Sengoku también.
La respuesta no tardó en llegar.
[27/06 09:32 p. m.] Luffy Kamabakka: OMG
OMGGGGGGG
CONOCES AL ABUELO?
Suspiró agarrándose la cabeza.
[27/06 09:34 p. m.] Trafalgar Law: No, Luffy-ya. Mi abuelo es compañero de trabajo del tuyo, al parecer. Me acabo de enterar de esta conexión.
[27/06 09:35 p. m.] Luffy Kamabakka: NO LO PUEDO CREER
LO VOY A INVITAR AHORA MISMO
¿Por qué hablaba en mayúsculas ese chico? Comenzaba a preguntarse por qué no le habló a Ace en realidad.
—Bueno, dice que lo va a invitar ahora…
—¡Escribe igual que Garp! —se sorprendió Corazón—. Vi los mensajes que se manda con Sengoku. Abusa de las mayúsculas…
No pudo evitar que una risa se filtrara en sus capas de mal humor y saliera a la luz. Corazón se rió con él, porque era gracioso y porque nada estaba teniendo sentido, pero se sentía bien.
No siguió la conversación, aunque tenía la sensación de que Luffy no dejaría ahí el asunto y ya podía empezar a arrepentirse de abrir ese tema de conversación.
Terminaron de cenar y Law lavó los platos mientras Corazón sacaba un postre que había comprado y preparaba el sillón donde habitualmente se sentaban a ver series como Grey's Anatomy, The Resident o Dr. House. Cuando terminó con la cocina, se deslizó en su lugar del sillón que tantas veces lo había abrigado antes, y se sintió reconfortado por esa sensación de seguridad y confianza que le tenía a ese espacio conocido.
Las cenas con Corazón siempre terminaban con un capítulo de alguna serie de médicos y Law disfrutó ver el último episodio que había salido de Grey's Anatomy. Fingió no darse cuenta que Corazón se apoyó contra él para tenerlo cerca y actuaba como si no quisiera esa cercanía que, en realidad, deseaba más que nada en la tierra.