Capitulo 4
Las cosas aveces no son como parecen, para Draco Malfoy ser un omega no era signo de debilidad si no al contrario se sentía poderoso y sacaba provecho de eso, obviamente no todos captaban sus feromonas, pero su belleza y encanto natural era algo llamativa para cualquier persona que posara su vista en él, por eso no era de extrañar que diario recibiera pequeños detalles de sus admiradores, sin embargo ese día sólo llegó un pequeño paquete envuelto en color verde esmeralda con una nota que decía "así que ¿te gusta el chocolate? :)" la caligrafía de la nota no era linda y la cajita estaba mal envuelta, sin embargo el contenido fue bien recibido por Draco pues eran sus chocolates favoritos. Ese simple hecho fue suficiente para que el rubio tuviera una bonita sonrisa todo el día. Por eso no se percató que ese fue el único detalle que llegó durante todo el día.
Tenía una ligera sospecha de quien le había mandado ese presente, no era tonto, había notado unos ojos verdes mirarlo con intensidad durante el día. Se sentía un poco incómodo, sin embargo le daba cierta satisfacción saber que llamaba la atención de Potter. No era tonto sabía que de alguna manera su parte omega se sentía atraída por Harry pero obviamente las cosas no serían fáciles para ese Alfa, tenía que tener más empeño si quería conquistarlo.
Por otro lado Harry se encontraba muy nervioso, había empezado a tomar la iniciativa para conquistar a Draco, así que decidió mandarle un presente, compró los chocolates favoritos del rubio y los envolvió con un papel verde esmeralda, sin embargo las cosas no salieron muy bien que digamos, pues la envoltura quedo un poco arrugada y en la nota puso "así que ¿te gustan los chocolates? :)" era lo único que se le ocurrió y ni siquiera la firmó así como sabría Draco que lo mando él, si serás tonto Harry se recrimina a él pelinegro después de haber enviado el regalo a Draco.
Era todo un fiasco y su parte Alfa no paraba de recriminárselo, manteniéndolo estresado todo el día. Sin embargo algo si le salió bien, los demás presentes no llegaron sólo el suyo, no es que el hubiera hecho algo ni nada de eso solo que las demás lechuzas se quedaron dormidas menos la suya por ende su paquete si fue entregado con éxito.
Y su día mejoró enormemente cuando vio a Draco a lo lejos de buen humor y con una bonita sonrisa, acompañado de Pansy.
Harry soltó un suspiro y feromonas de Alfa enamorado se esparcieron a lo largo de los pasillos de Hogwarts, los estudiantes no se percataron de tal acontecimiento pero si tuvieron sensación de felicidad y euforia que se reflejaron en su rendimiento académico por ese día.
Y mientras tanto en las mazmorras de Slylitherin Blaise Zabini estornuda repetidas veces por las feromonas de un Alfa enamorado.
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"si pudieras ver el momento en que te conocí, lo entenderías todo, me cuativaste completamente, me robaste el alma y me devolviste mis ganas de vivir ¿que podría hacer yo sin ti?"
Theo leía en voz alta mientras Neville escuchaba atentamente uno de los libros favoritos de su amado, ellos no necesitaban mucho para ser felices, sólo con estar juntos bastaba.
Se complementaban, Nev escuchaba a Theo leer y hablar de muchas cosas que leía en los libros y este lo acompañaba a los invernaderos después de clases para cuidar de las plantas, su amor era recíproco, al parecer las cosas iban muy enserio y ellos todo se tomaban con calma.
-Hoy vi que a Draco le llegó un regalo algo peculiar- comentó algo divertido Theo después de pausar su lectura.
-¿Define peculiar?- dijo curioso Nev.
-Venía mal envuelto y la nota a simple vista tenía una caligrafía horrible.
Obviamente viene de Griffindor, los miembros de las otras casas son más sofisticados
-Obviamente sabemos quien fue, no me imagino a Ron mandándole cosas a Draco- dijo mientras se reía de sus compañeros de casa.
-Obvio se quien fue amor, pero es graciosa la manera de actuar de Potter
-Tienes razón, pero no es momento de pensar en ellos, si no en nosotros amor -dijo mientras se acerca a los labios del contrario.
-Cuanta razón en tus palabras florecita- terminó la distancia entre ellos para dar un dulce beso en los labios de su novio, evitando así el reclamo por el mote(1) cariñoso.
Asi pasaron toda la tarde entre juegos y besos cariñosos, mientras feromonas de un Alfa enamorado se esparcian por toda la escuela.
La vida ha sido buena para Lucius Malfoy, conoció al amor de su vida cuando iba al colegio Hogwarts de magia y hechicera, al principio no se llevaban del todo bien, pero cuando llego la adolescencia todo en ellos cambió y la atracción empezó a ser mutua, un día simplemente su amor florecio y ya no pudieron parar, algo nuevo empezó.
No importo que los padres de Lucius no estuvieran de acuerdo, que sirius y severus se pelearán cada vez que estaban juntos o el hecho de que James no confiara en el rubio, no importo que Narcissa y regulus quisieran hechizar a Remus por querer "robar" a su querido Lucius. No importo el hecho de enlazarse a un hombre lobo y convertirse en su omega, porque lo amaba y nada podría cambiar ese hecho. Por amor se hacen muchas locuras.
Remus por otra parte como todo buen padre celoso que se preocupa por su cachorro, no podía dejar de pensar en que su pequeño hijo ya tenia pretendientes y eso le ponía los nervios de punta. No estaban preparados para dejar ir a su bebé y no se lo dejaría a ninguno de esos imbéciles que mandaron carta para presentar su cortejo.
-No me digas que aun sigues molesto por esas cartas cariño- el rubio intentaba apaciguar la ira de su Alfa.
-Como se les ocurre pensar que mi bebé está en edad de ser cortejado, ni si quiera ha terminado el colegio- el castaño intentaba no pensar en eso.
-Sabes muy bien que los matrimonios concertados se da a muy temprana edad en las familias sangre pura.
-Cariño tu familia ya no es "tan pura" desde que te enlazaste conmigo- menciono el Alfa con un gruñido de satisfacción.
-Claro señor Alfa pero la belleza de los Malfoy no se ha ido y nuestra fortuna aún permanece y eso es lo que atrae a esas malditas alimañas. - dijo el rubio mientras abrazaba a su pareja para intentar calmarlo.
-tienes razón- cedió el castaño mientras daba suaves besos en el rostro de su pareja, sin darse cuenta había cedido nuevamente ante las caricias de su amado.
-Lo que me sorprende es que Harry no haya presentado su cortejo aun- mencionó Lucius divertido al saber cual sería la reacción de su pareja.
-Con el hijo de James no, Draco no se va a casar con él- mencionó Remus con la frustración llegando nuevamente a él.
Suspiro Lucius con diversión tendría que calmar a su Alfa nuevamente, pero disfrutaba tanto hacerlo enojar, ya después contentaria a su pareja con mimos y caricias, para disipar la tensión de su cuerpo.
Ahora se encontraban juntos en un sillón de dos plazas abrazados, mientras disfrutaban de una buena taza de cafe. Sin pensar que sólo tal vez las cosas con su hijo podrían complicarse.
-fin del capitulo.