- Buenas noches chicos- dijo el Sr Kano al momento que entrabamos Luca, Meghan y yo a su oficina, ahí se encontraban mis padres, la Sra Marian y Nana
- Buenas noches- respondimos los tres, ellos estaban incomodos, yo no movía mi impenetrable monotonía
- Ya han pasado tres meses desde que entraron a la escuela- él sonrió, pero no era la dulce y libre sonrisa que hacía en casa, no, era una que te podía dejar helada- para la siguiente semana cambiarán ustedes dos- dijo señalando a los mellizos- a esta escuela- les paso un papel- Maia hermosa- aun no podía descifrar porque incluso aquí en la oficina conmigo era cariñoso- tu aun te quedaras en tu escuela hasta que cambie semestre- me sonrió dulcemente
- Perdone, pero no entiendo- dije tratando de no sonar arrogante- yo debo estar donde ella- ¿Qué acaso se les había olvidado eso? Vi a Luca y Meghan y los dos tenían la mirada de enojo puesta en su padre
- Ni me miren así porque los puse en misma escuela- les dijo a ellos- en cuanto a ti preciosa, la cosa es que por petición de tus padres esa es la indicación- rápido giré a verlos y ellos asintieron ¿Qué rayos estaba pasando aquí?- pero no te preocupes, verás- ahora los tres estábamos atentos- la escuela donde estarán ellos está algo lejos de nuestra casa- dice con voz apacible- así que tendrán que mudarse a algún departamento que tienen estos- ellos lo miraron horrible- y tú los acompañaras a vivir con ellos, mínimo así nos aseguramos de que sobrevivan en lo básico- dijo tomando la mano de su esposa para besarla, yo abrí grande los ojos
- ¿Vivir solo los tres?- ¿Qué estaba pasando aquí?
- Sí, no te preocupes, saben lavar, barrer, trapear, cocinar, limpiar baño y demás, en si- dijo Nana como si estuviera hablando cualquier cosa- solo tienes que ver no se asesinen- y sonrió- ¿verdad chicos?- su dulce voz era un poco amenazadora, hasta yo sentí como se me crispo la piel y ellos estaban peor asintiendo con la cabeza
- Yo puedo hacer los quehaceres de la casa sin problema- dije tranquila
- No- repuso Meghan y Luca me veía desaprobatoriamente- Maia aquí enfrente de todos quiero que sepas que – expiró pesado- para hacer eso nos turnaremos- miro a Luca y este accedió.
- Se supone negociaríamos- dije firme, solo vi de reojo la mirada de nuestros padres, estaban sorprendidos, creo que nunca me habían visto ponerme así con nadie- Meghan quedamos en acuerdos- me cruce de brazos
- Ma Ma Maia es que…- intentó decir.
- Nada, esto no está siendo justo, quedaste de tomar en cuenta las tradiciones y que me dejarías a mi tener lo que me inculcaron- no iba a desasistir
- Maia por favor- dijo bajo y un poco lloroso, orggghhh no me agradaba verla así, me hacía sentir extraña- lo prometí y lo cumpliré
- Pues empieza ya- dije con voz más baja, verla con la guardia baja me derrumbaba
- Es... que… - tenía la voz llorosa, Luca tenía la misma cara que nuestros padres y Nana
- Será lo que tú digas- dije dándome la vuelta para salir- no volveré a decir nada- salí de la oficina sin dar chance a que se dijera nada más.
Tenía que pensar como llevar acabo que las tradiciones de la familia Osuna se llevaran a cabo y lo iba a hacer, no tenía idea de cómo pero lo iba a realizar por completo.
Esa semana mis padres me dijeron que tenían que salir de viaje y que no estarían en casa, así que mi domingo familiar había sido cancelado, yo aún enojada con Meghan seguía “sirviéndole” (si es que se podía decir así) en lo que podía, pero no le dirigía la palabra. Salí de mi cuarto arreglada para desayunar ese domingo con todos y oh sorpresa ¿Qué acaso esta familia no conoce el pudor?
- Maia ¿Qué haces aquí?- dijo con cara de terror la Sra Marian
- Querida te traigo el jugggg- la cara del Sr Kano está igual de roja que la mía, todos me veían y yo igual a todos
- ¿Qué no piensan vestirse?- pregunte con vergüenza y pánico dándome la vuelta rápidamente, solo escuche como empezaron a correr
Dios no puedo creer que vi a TODA la familia en interiores
- Mamá ¿Por qué todos corren?- dijo Meghan bajando las escaleras con un bóxer negro y un brasier del mismo tono
- ¡Vete a vestir!- le grite, ella se puso roja y corrió
Lo bueno de ese suceso es que perdí la imagen de los demás en ropa interior, lo malo de eso es que ahora no podía quitar de mi mente el cuerpo de Meghan, aunque la había visto con ropa corta o en los cambiadores esto era diferente, mi corazón latía rápido, me sudaban las manos, creo que la presión me debió de bajar, fui a la cocina para tomar jugo, necesitaba azúcar y líquido, mi cuerpo se sentía TAN extraño que no me lo podía creer
- Maia- comenzó la Sra Marian a hablar en lo que todos estábamos en la sala (ya todos vestidos) – perdona, no sabíamos que ibas a estar y nosotros bueno es que…- creo que nunca la había visto tan nerviosa y eso era único en la vida
- Son una bola de impúdicos que no tienen remedio- dijo Nana entrando a la casa- esto es normal para ellos- se acercó a sentarse a mi lado- bueno siempre en interiores- dijo pensativa- además se habían controlado mucho en estos meses- dijo con burla, yo trataba de asimilar
- ¡Perdónanos Maia!- dijo el Sr Kano con dramatismo – de verdad no sabíamos, ya te debí de haber traumado para la eternidad, en verdad princesa no fue nuestra intención menos q me vieras a mí- estaba nervioso y hablando extremadamente rápido hasta que Luca le dio un zape que retumbo
- Cálmate viejo, harás que reviva la imagen- le dijo y volteó a verme- perdona, estamos acostumbrados a esto, solo son cuerpos unos más bofos- dijo viendo a su papá con una sonrisa de burla (aunque era mentira, el Sr no estaba bofo)- unos que no tienen nada- dijo viendo a sus hermanitos guiñándoles el ojo y ¿tomándoles fotos?- y otros que estamos en crecimiento- dijo sin más hasta q se escuchó un mjgft- ah y una que siempre estará hermosa- dijo mandándole un beso coqueto a su madre, que debo decir tiene un excelente cuerpo
- Maia- escuché apenas, era Meghan -¿podemos hablar?- se notaba agüitada, di un suspiro con pesadez
- Lo que usted desee- dije sin más levantándome para ir a su habitación, como no escuche sus pasos me detuve y la mire, estaba con los ojos llorosos - ¿Qué?- pregunte sin inmutarme
- Nada- negó secándose los ojos para adelantarse a caminar- todos nos veían serios, solo escuche al pequeño Itan decir
- Ya se la aplicó- en forma de susurro lo cual me causo ternura viniendo de él.
Al llegar a su habitación Meghan se sentó en su cama y me hizo espacio, por mi parte tome la silla de su escritorio y la puse enfrente, ella respiró con pesadez
- Maia de verdad lo siento- dijo triste y debo decir que sus palabras eran sinceras- yo no puedo verte con ojos de servidumbre, lo siento- jugaba con sus manos pero me veía a los ojos- No creo en las tradiciones- la miré horrible, sabía que eso era mentira- no en las culturales implícitas impuestas en donde alguien tiene que ser más que otro, no- dijo segura- no puedo seguir esa clase de tradición, no cuando mi padre ve al tuyo como su mejor amigo, cuando mamá tiene tanto aprecio por la tuya, no cuando mi corazón…- hizo una pausa y ahora mi corazón estaba latiendo rápido- te ve como una amiga- su tono regreso a tristeza
- Me estas pidiendo que rompa con todo lo que he crecido de tajo- me exprese- yo conozco mi lugar en esta sociedad y si tu no quieres darte cuenta o seguirlo ese no es mi problema yo sabré manejarme en el- sentencie poniéndome de pie
- ¡Ah que me lleva la chingada!- dijo en un español bastante claro, yo giré a verla, estaba roja de enojo, eso estaba claro- quieres conocer tu lugar te lo hare conocer- su voz era mordaz- hoy, es tu día libre y descansarás por orden mía- me miraba aun molesta- pero mañana tomarás mi agenda y estarás indicándome que es lo que tengo que seguir y horarios- no quitaba los ojos de los míos que yo no cambiaba de expresión- pero no me harás la ropa, no lavaras, limpiaras ni cocinaras hasta que lleguemos al departamento y ahí seguirás indicaciones- dio un paso acercándose a mí- quieres conocer tu lugar pues te lo enseñaré- entonces vi como sus ojos se llenaban de lágrimas- no me das apertura para acercarme a ti pues bien, será como gustes, ahora márchate, no deseo ver a nadie- solo pude asentir, lo último solo lo sentí como una punzada a mi corazón y la verdad dolía mucho.
Salí por la puerta del baño y justo al cerrarla pude escuchar el llanto de Meghan, me congelé, no supe que hacer y solo pude derrumbarme en esa puerta, que al percatarme yo también lloraba, yo nunca había llorado por razones de este tipo ¿Qué me estaba pasando?
Dos semanas habían pasado desde que ellos cambiaron de escuela y en si los tres a un departamento bastante modesto, que apenas tenía lo básico, un baño completo, tres recamaras bastante pequeñas, cocina, mini comedor y mini sala, Meghan había sido muy clara en la repartición de tareas en ese lugar, los días que nos tocaban y lo que se podía y no hacer en mi caso, fue estricta y hasta cierto punto tajante. Aunque vivíamos juntas la relación tomo más distancia, se podría decir que era más tipo secretaria que le acomodaba la agenda a como se debía.
- Hey ¿Qué te tiene tan pensativa?- dijo Suzu sacándome de mis pensamientos
- Los pendientes que tengo que manejar- mentí
- Oh ya veo, pensé que era el que Meghan ya no estuviera aquí acompañándote todo el tiempo- dijo con media sonrisa
- Cierto, se le ha visto más cabizbaja- esa voz de nuevo, subí mi rostro y pude ver a la senpai, parece que las cosas regresarían a lo mismo ahora que ella no estaba- y ¿en dónde está?- su tono contenía cierta burla, pero sin más se sentó junto con otras mujeres que si no me equivoco son de diferentes equipos deportivos
- Su padre le cambio de colegio- exprese serena
- Ah, que interesante- dijeron varias con media sonrisa que no me daba paz en lo absoluto
- Maia- me sonrió una- ¿Cómo es que no estás en ningún club deportivo teniendo buenas cualidades?- su voz demostraba cierto ¿enojo?
- No las tengo y los deportes no son lo mío- respondí, en eso Suzu se comenzó a reír ¿acaso dije un chiste?
- Jajajaja eres una sinvergüenza de lo peor ¿Cómo viene a decir eso después de la corretiza que se aventaron Meghan y tú? Jajajaja- Suzu no se aguantó yo la mire horrible pero sentí tan fuerte la mirada de todas que solo pude tragar con dificultad
- ¿Qué es esto?- preguntó Meghan en el cambiador, estábamos regresando de las clases de natación que obviamente ella no necesitaba
- Por favor deja eso- dije seca (era un regalo de mamá muy importante)
- Mmmm ya veo- puso su sonrisa traviesa y dio dos pasos para atrás, yo la seguí extendiendo mi mano para que me lo diera
- Dámelo por favor- hice énfasis, para ese entonces ya sentía la mirada de todas
- Nop- retrocedió más y le seguí, eso me estaba comenzando a molestar
- Meghan- dije firme, pero solo vi esa sonrisa cuando va a hacerle una travesura a Luca y salió, no me quedó más que perseguirla, claramente no quería que dañara o perdiera el regalo de mamá
La cosa estuvo en que se metió a la alberca para ir más rápido y yo sin pensarlo salté nadando a toda velocidad tras de ella, ella salió rápidamente y saltó una reja (no muy alta) para poder correr libremente, yo la seguí, necesitaba atraparla, corrí tan rápido que no medí la fuerza y la empuje haciendo que ella tropezara y callera, me puse encima de ella y le quite el regalo. Me paré orgullosa y comencé a caminar para los vestidores
- Maia tramposa- grito Meghan, cuando vi, ella ya venía tras de mí, no me quedo más que correr, saltar, esquivar todo lo que pude para que no me atrapara, sabía que podría hacerlo y no tenía ni idea de que me haría, corrí con tanta fuerza como nunca antes lo había hecho y sentí como por un momento era libre, estaba riendo, sacando todo sin darme cuenta, hasta que ya no pude más y me atrapo, comenzó a hacerme cosquillas hasta que nos llamaron la atención por andar en traje de baño por toda la escuela.
- ¿Y bien? – preguntó la capitana de atletismo
- Yo…- ¿Qué simplemente no podía pasar desapercibido?, carraspeé un poco y respondí- como dije no tengo interés en los deportes
- Oh vaya, que bueno que no, si no ¿se imaginan como es que puede correr, saltar, esquivar, nadar y tener buenas defensas en artes marciales?- Senpai dijo irónicamente con media sonrisa en los labios
- Tengo que estar preparada para las necesidades que pueda tener Meghan- dije con toda calma
- Mmmm ya veo- una sonrisa pícara paso por los labios de la capitana de natación- no sé, a mí se me hace que la ponemos a prueba ¿ustedes que dicen?- dijo a las demás
- Que idea tan mas genial- la mirada que me dieron me causo un temblor en el ser
- No me uniré a nada, pronto me cambiaran de escuela también- mentí, bueno no era mentira pero, ellas no tenían que saber el tiempo
- Pues haz tiempo a tu agenda Maia porque el que te pongamos a prueba no va a cambiar- me guiño el ojo y las capitanas se pararon para irse
- Bueno y ¿Qué te tiene tan triste?- senpai dijo comiendo
- No estoy triste- dije clara
- Mmmm, claro y toda la escuela no te vio correr de un lado para otro ese día- si ahí es cuando yo me puse roja, no sé porque pero con Meghan siempre me pasan estas cosas, osh Meghan- ¿Qué no sería más fácil si hablaras con ella, le dices que la extrañas y ella regresa acá?- dijo como si fuera una plática de cualquier día
- No la extraño- sentí una punzadita
- Oh ya veo- dijo senpai- están en la etapa de…
- Negación- le completo Suzu, yo las vi horrible
Afortunadamente el timbre que anunciaba nuestro regreso a los salones se hizo presente para no soportar la conversación que no me agradaba.
Llegue al departamento y ellos aún no habían llegado, así que me puse a cocinar, creo que las cantidades para 6 personas ha estado bien, necesito guisar rápido para poder irnos a las oficinas y que no tengamos problemas, lo extraño es que aunque hemos llegado tarde a mí no me dicen nada pero a ellos sí.
- Luca apúrate que Maia nos va a regañar otra vez- dijo Meghan entrando por la puerta
- Qué bueno que llegan la comida está servida- dije terminando de poner el ultimo plato, los dos voltearon a verme y pude ver un toque rosáceo en sus mejillas- ¿Qué?- pregunte, Meghan frunció
- No era tu día- dijo seca
- Gracias Maia- Luca le dio un zape- pero no tenías que hacerlo en el día que no te toca
- Llegue y no estaban, había q comer- dije sin más, pero la verdad es que estaba feliz de no hacer lo que Meghan me indicó pero si lo que debía- comamos rápido
Meghan no dijo más y comió, la verdad es que devoraron todo.
- Dios Maia, cocinas delicioso- dijo Lucas tomando el ultimo bocado- yo podría cambiar quehaceres contigo por mis días de cocina, así comería siempre tu deliciosa comida- dijo con emoción y Meghan lo vio horrible
- Mejor te cambias de departamento- dijo seca, se paró y se fue, a mí eso me extraño
- Osshhh cuando se pone así es odiosa- refunfuño y luego me volvió a sonreír- de verdad cocinas excelente, quien vaya a ser tu esposo será el hombre más afortunado del mundo- sus ojos brillaron- ah o bueno mujer, no sé qué te guste- se paró recogiendo la mesa y se fue a cambiar
¿Qué fue ese último comentario? Obvio me casaré con un hombre, yo no me podría fijar en una mujer.
Fui a cambiarme para ir a la oficina, cuando salí Meghan traía un jean de corte recto pero que le quedaba justo en la cadera y … ¿en qué estoy pensando? Una blusa suelta rosa que se le veía muy linda, negué con la cabeza
- Hoy llegando a la oficina tienen la clase con los profesores, -comenzamos a caminar para tomar el transporte que nos llevaría a la oficina- su padre quiere que atiendan unos documentos a las 6pm, posteriormente hay que asistir a una junta en la que quieren que estemos para aprender el manejo que se dará- dije en lo que Meghan asintió- para finalizar tienen una cena con la familia Miyajara que hará unos negocios con la empresa- hicieron una mueca
- ¿Tenemos?- dijo Luca señalándose a ambos- ¿o tiene? ¿o tenemos?- dijo ahora señalándonos a los tres
- El Sr Kano y Meghan- aclaré en lo que entrabamos en las oficinas
- Tú también vienes Maia- fue lo último que dijo Meghan antes de entrar a la oficina, yo exhalé pesado
- Maia si no arreglas ese asunto pronto lo voy a arreglar yo y no creo que te guste- dijo serio Luca viéndome
- Yo no hice nada- dije tranquila, el saco una media sonrisa
- Eres linda, pero pesada- su voz era tranquila y con cierto toque juguetón- pero recuerda que a mí las ideas van y vienen, no te arriesgues, te doy una semana o intervendré, me caes bien- dijo acercándose demasiado a mi rostro- pero Meghan es mi prioridad- tan cerca que me ruborice, estos hermanos son TAN DIFICILES, y se fue alegremente.