TAKANO POV
El amor a veces puede llegar a ser cruel. El típico dicho de “No eliges de quién te enamoras” es algo que aplica en mi vida. No suelo ser una persona que haya mantenido un sinfín de relaciones en su vida, pero sí he tenido una que otra que ha terminado en una catástrofe. Y todo ha sido por culpa de él. De ese hermoso chico de orbes esmeraldas. Onodera Ritsu, mi mejor amigo.
La manera que nos conocimos fue algo extraña. Podría decirse que nuestra amistad de cierta manera fue impuesta por nuestros padres. A fin de cuentas, ellos tenían negocios y pues que nos llevaramos bien era parte de eso. Desde el día que lo vi y esas orbes esmeraldas me hicieron temblar, lo supe. Él era alguien especial.
Ritsu tiene algo que cautiva a quien lo conoce. No sé si sean esos hermosos ojos que esconden algún tipo de misterio o su hermosa personalidad. Él es de las personas que les gusta ayudar a los demás. Su sonrisa es hermosa y transmite una inmensa cantidad de sentimientos. Siempre he pensado que las personas simplemente hacen ese gesto como una “obligación”, algo que no es sincero. Pero cuando lo hace Ritsu es inevitable no sentir una corriente que recorre todo el cuerpo.
Al inicio intenté negar mis sentimientos. No es que se me hiciera algo raro sentir algo por un hombre. Estamos en pleno siglo XXI y una gran cantidad de amigos de mis padres son homosexuales. Lo que sentía era un inmenso miedo, es más aún lo siento. Tengo miedo de perderle. Que al saber de mis sentimientos, mi corazón se rompa por su rechazo. Ritsu es muy amable conmigo, hemos dormido juntos. Me da miedo perder todo eso por lo que siento. Por eso, y por muy patético que suene intenté salir con otras personas. Entre ellos hombres y mujeres, pero siempre se me venía su rostro a mi mente. “Sólo tienes ojos para Ritsu” “Debería importarte más yo que tu amigo” eran de la típicas palabras que mis exparejas me decían siempre al terminar.
Cuando Ritsu me contó de su homosexualidad no lo creía. No sabía si sentir una inmensa alegría al saber que tal vez podría tener una mínima oportunidad con él o un gran temor. La idea de imaginarlo en los brazos de otro hombre, hace que mi sangre hierva. Me molesta mucho eso. No dejaré que cualquier idiota lo aparte de mi lado. Sé que es egoísta de mi parte quererlo sólo para mí, pero sé que cualquier persona sería capaz de notar mis sentimientos y así alejarlo de mí. Tomar el lugar de mejor amigo, para algunos es el camino más fácil, pero si así puedo asegurarlo a mi lado, haría lo que fuera.
Cuando entabló una relación con Usami Akihiko me molesté bastante. Si bien, los tres nos conocemos de pequeños, sé que ese hombre siempre me ha odiado. Desde el día que entré en la vida de Ritsu, noté en su cara una expresión de molestia. Sabía que nuestra convivencia iba a ser difícil. Ambos amábamos al ojiverde, y ambos queríamos ser el centro de atención de ese pequeño ángel. Sentí que un pedazo de mi corazón se rompió al enterarme de esa relación. Si bien, Ritsu había tenido varios pretendientes en el pasado. Siempre volvía a mí. Pensaba y tenía la pequeña ilusión que tal vez él me amara. Pero con Usami es diferente. Usami es mi eterno enemigo. Aquel que conoce todos los secretos del ojiverde, aquel que con su galantería innata logra conquistar hasta el más frío corazón. A pesar del panorama poco alentador, aún la pequeña llama de la esperanza vivía en mí. Las relaciones del ojivioleta nunca duraban mucho. Sus parejas siempre se quejaban de su indiferencia, de su frialdad. ¿Acaso sería igual con Ritsu?
Es mejor dejar de pensar en eso. Lancé un pequeño bufido de molestia y volví a prestar atención a la clase. El profesor parecía apasionarle lo que explicaba. La manera en la que mencionaba a los diferentes exponentes de la Literatura Europea, denotaba su gran pasión al tema. Desde pequeño siempre he amado la literatura. Mi sueño es llegar a ser un gran editor y tener mi propia editorial. Esa es otra pasión que comparto con el ojiverde. Desde pequeños nos intercambiabamos los libros que teníamos. Era increíble que nos gustaran casi los mismos autores. Siempre ha sido fácil entenderlo.
-Masamune, ¿estás bien?-preguntó el ojiverde con una pequeña voz de preocupación.- Te he notado muy disperso, a pesar que sé que el tema te gusta mucho-agregó cabizbajo. Joder, odiaba tanto que me conociera tan bien. Siempre he sentido que sus ojos son capaces de desnudar mi alma y sacar los secretos más profundos de mi corazón. ¿Sabrá que estoy enamorado de él? La simple idea de imaginarme eso me da miedo.
-Sí, estoy bien- mentí. No quería preocuparlo. Y tampoco le iba a comentar que tenía mi corazón en caos por culpa de sus sentimientos.
-Masamune te conozco bien. No me mientas, sé que te pasa algo-comentó mientras levantaba una ceja. -Si quieres podemos hablar de eso que te atormenta en nuestro sitio-agregó con una pequeña sonrisa. No sonrías que cada vez que lo haces siento que mi corazón saldrá en cualquier momento. Nuestro sitio, era el lugar que siempre había sido nuestro refugio. Era un gran árbol de cerezo que se encontraba en el patio. Muchas personas casi no pasaban por ahí puesto que quedaba algo alejado de la entrada del instituto.
-Está bien- sonreí con algo de temor. Iba a sacar alguna excusa y cambiar el tema de conversación. No me sentía en la capacidad de confesarle mis sentimientos. No era idiota. Ritsu y Usami estaban bien en su relación y era lógico que si me le declaro de una vez me iba a rechazar y posiblemente se aleje.
La clase transcurrió normal. El profesor seguía copiando nombres de autores en el tablero y explicando cada obra con tanto detalle. Mis ojos no se alejaban de Ritsu. Su expresión era tranquila y se veía bastante emocionado con la clase. Él es de las personas que ama estudiar, al contrario de su novio que a pesar que saca unas excelentes calificaciones no toma muy en serio las clases y hasta se queda dormido. En ese momento la voz del profesor me sacó de mis pensamientos.
-Como les comentaba tienen que hacer un trabajo en grupo. Esta vez yo escogeré las parejas. Takano y Usami ustedes serán un equipo. Onodera y Ijuuin ustedes serán el otro grupo.-comentó el profesor mientras continuaba mencionando las parejas. Me sentí molesto. No pensaba trabajar con Usami. No nos íbamos a llevar para nada bien y será difícil hacer el trabajo. Por otro lado también me molestaba que a Ritsu le tocara con Ijuuin. Ijuuin tenía fama de ser un casanova. Y era obvio que con su mirada se quería comer a Ritsu. En ese momento, volteé mi rostro y vi que Usami tenía la misma expresión que yo. Al parecer había algo que nos molestaba a ambos y era que Ritsu trabajara con ese idiota.
Al terminar la clase tomé mis cosas. Iba a ir al sitio donde había quedado con Ritsu. En ese momento noté que el peliplata estaba hablando con el pequeño. Noté que tenía una expresión de molestia en sus ojos. Me acerqué para intentar saber qué ocurría.
-Ritsu, dime qué es eso tan importante que tienes que hacer que no puedes pasar el tiempo con tu lindo novio-indagó el mayor con una expresión de celos en su mirada. Usami siempre ha sido una persona muy celosa, y más si de Ritsu de trata. Parecía que al igual que yo tuviera el miedo de que alguien alejara al ojiverde de él.
-Amor, ya te dije que tengo que solucionar unas cosas-respondió el menor. Dicha acción logró que el mayor intensificará el agarre con su brazo.
-¿Acaso irás a verte con el idiota de Ijuuin?-preguntó furioso el peliplata. La noticia de que su novio tuviera que trabajar con el casanova, era una noticia que le afectó demasiado. Y no lo juzgo, en su lugar si él trabajara con cualquier hombre, los celos me comerían entero.
-Akihiko, me lastimas-intentó zafarse del agarre del mayor sin éxito.- No, no me iré con Ijuuin, sólo iré a hablar con Masamune de algo personal-agregó. En ese instante el peliplata me fulminó con la mirada. No sabía que le molestaba más si su novio trabajara con el hombre que se acuesta con toda persona que desea, o que su eterno rival por la atención de Ritsu, le robará tiempo con su novio.
-Así que es por él-gruñó el mayor mientras acercó al menor hacia su cuerpo. Era claro que su intención era molestarme, y definitivamente lo estaba logrando. Ritsu lo miró confundido. Y en ese momento tomó su delicada cara y depositó un beso muy pasional. Era algo común de él, era la forma en la que ponía un letrero imaginario que decía “Ritsu me pertenece”. En ese momento el mayor lo soltó y lo dejó en mis brazos. Ritsu al darse cuenta que yo estaba ahí, se sonrojó como un tomate.
-Te lo encargo Takano.-comentó el mayor con una falsa amabilidad- Amor no te demores-le comentó a Ritsu , él cual se limitó a asentir.
-Estará bien conmigo Usami- lo dije con cierto tono de altanería. Vi como cerraba sus puños con gran fuerza.
-¿Hasta cuándo se seguirán llamando por sus apellidos? Todos aquí somos amigos-comentó el menor. Si supiera que en el fondo ambos nos odiamos, sabría el por qué el ambiente es tan tenso.
-Te lo contaré luego- le dije mientras agarraba su mano y me disponía a irme con él a nuestro sitio. Sus mejillas volvieron a tornarse carmesí. Era un chico muy lindo. Caminamos por todo el campus hasta llegar a ese hermoso sitio. Lo posicioné en frente mío y vi que su semblante de pena cambió a uno más serio.
-¿Ahora sí me vas a decir que te pasa?-preguntó el menor levantando una ceja. Dude por un momento, tomé una gran cantidad de aire, para quitarme los nervios y proseguí a contarle.
-Ritsu, yo- iba comentarle hasta que me di cuenta que había una sombra de una persona muy familiar esperando allí.
CONTINUARÁ…...