Aunque Itachi y Deidara estaban alegres por qué sus padres hubieran aceptado su matrimonio, y ahora parecía que se llevaban aún que fuera un poco, pero aún no eran felices completamente, pues lo que más querían en ese momento era encontrar a los menores.
Había transcurrido un mes desde que escaparon, y no habían hablado ni una sola vez, no tenían ni la más mínima idea de dónde pudieran estar, Deidara había vuelto a casa de sus padres, pues Kushina insistió en que no debía quedarse solo en su estado.
Por otro lado Naruto y Sasuke estaban en problemas, la comida había desaparecido y con el dinero que habían tomado sólo pudieron pagar la renta del departamento, pero no tenían suficiente para comida, así que tendrían que buscar trabajo, algo difícil para dos chicos que jamás habían trabajado.
Ambos encontraron trabajo en una cafetería Sasuke como cajero, y Naruto como mesero, la paga no era mucha, pero entre ambos se las apañarían para ahorrar, y quizá después buscar una escuela nueva para estudiar.
Itachi y Deidara se tomaron un descanso de la búsqueda de sus hermanos y decidieron salir a comprar algunas cosas para su hijo, quizá algunas ropas u otras cosas, pero se detuvieron al pasar cerca de una cafetería y ver al rubio atendiendo a unas personas, por lo que sin dudarlo llamaron a sus padres para que los alcanzarán, por fin habían encontrado a esos escurridizos niños.
Entraron a la cafetería cuando Naruto se distrajo y se sentaron en un rincón esperando a sus padres, y grande fue su sorpresa al ver al azabache ahí, luego de un rato sus padres llegaron y se sentaron junto a ellos, y fue momento de llamar al mesero.
El rubio que estaba platicando con el Uchiha suspiró al ver que las personas que llevaban rato viendo el menú al fin habían decidido pedir algo, su que parecía que habían llegado más personas, sin dudar se acercó para tomar la orden.
-Buenas tardes ¿Ya decidieron que van a pedir? - murmuró sacando una libretita de su delantal para tomar la orden.
- Si, si Naruto - hablo Minato - Como veo que trabajas, espero ya tengas para devolver el dinero que tomaste
Al escuchar la voz de su padre se puso pálido, y cuando todos bajaron los menús con los que se cubrían los rostros entendió... los habían encontrado.
Sus familias se quedaron hasta que terminaron de trabajar y los llevaron de vuelta a casa, aunque lo extraño era que Minato y Fugaku no discutían, trataron de no darle importancia.
El único lugar neutral para hablar fue el departamento de sus primogénitos, así que ahí estaban reunidos.
-Entonces... ¿En qué pensaban cuando escaparon? - Kushina fulminaba con la mirada a Naruto
-¿Saben lo preocupados que nos tenían? - Mikoto prosiguió con el interrogatorio.
-Lo sentimos... - murmuró Naruto.
- sí, sin embargo lo hicimos porque mi padre y el de Naruto parecía que jamás aceptarían que estemos juntos, además de que el mío me comprometió con una loca.
- Lo sé, lo siento Sasuke... cometí un error.
- ambos cometimos un error, sin embargo lo que hicieron no era la solución muchacho... - Minato suspiro sonriéndole a su hijo.
- además, las cosas se solucionan hablando, así como sus hermanos lo hicieron
- debieron dejar que nosotros arreglemos nuestros problemas
- así es, pero por ahora ambos están castigados ah y seguirán trabajando para devolver el dinero que tomaron de tu padre, y además irán a la escuela.
Los menores asintieron, pues el castigo no era tan malo después de lo que habían hecho, y no se referían sólo al escaparse, sino a todo lo que ocurrió en el mes pasado.
Cuando los chicos volvieron, Fugaku no espero más tiempo y además de cancelar el compromiso de Sasuke y Sakura, denunció a los Haruno por Intento de fraude, y después de un largo proceso jurídico kizashi fue arrestado, pues muchos de sus empleados pusieron demandas por el mísero salario que les pagaba.
Sakura y su madre quedaron en la pobreza, por ello tuvo que cambiarse de escuela, pues la matrícula era demasiado cara para que pudieran pagar la, por lo que no volvieron a saber de ella, sin embargo ella odiaba profundamente a Naruto porque le arrebató todo.
Deidara e Itachi decidieron esperar a que su hija naciera para casarse, mientras las cosas recuperaban su curso.
Los meses pasaban y ambas familias estaban cada vez más emocionadas por la llegada de la pequeña a la familia.
Ese día Deidara estaba con sus suegros, pues Itachi había salido a comprar la comida, y sus padres aún no llegaban, pues primero pasarían a buscar a Naruto y a Sasuke del trabajo.
Si, quizá el almuerzo familiar no sería posible, pues de un momento a otro comenzó a sentir dolores muy fuertes en la espalda baja... su hija iba a nacer un mes antes.
-Mi... ¡Mikoto! - grito para llamar a su suegra que había ido a buscarle agua
Está al escuchar el grito del rubio corrió con él dándose cuenta en el instante de lo que ocurría, al parecer el estrés de los meses pasados estaba cobrando factura ahora...
-Tranquilo, respira... llamaré a Itachi y yo y Fugaku te llevaremos al hospital - le sonrió tratando de calmarlo aunque en el fondo estaba alterada, corrió a la oficina de su esposo para decirle lo que ocurría y llamó también a su hijo mayor.
Entre ella y su esposo ayudaron al chico a llegar al auto e ir al hospital, con la abuela del chico, pues ella era quien había estado atendiendo el embarazo de Deidara.
En el hospital rápidamente fue ingresado, su abuela se encargaría de todo.
Las horas pasaban lentamente, toda la familia ya estaba en la sala de espera, Itachi apenas había logrado que lo dejaran entrar al quirófano, pero los demás no sabían nada.
De repente la puerta del quirófano se abrió y Tsunade salió.
-Todo salió bien - sonrió mientras se estiraba un poco - la bebé está sana, pero la tendremos en observaciones una noche, Dei también está bien, quizá un poco débil, pero sobrevivirá... lo pasarán a una habitación y le darán a la pequeña un rato.
- Gracias mamá - Minato sonrió aliviada de que su hijo y nieta estuvieran bien.
Apenas les avisaron entraron a la habitación viendo a Deidara con la bebé en brazos y a Itachi tomándoles fotos.
-Vaya... - Naruto sonrió acercándose - la niña ya tiene prisa por ir a la boda
- eso parece - respondió con una leve risa Deidara
- ¿Cómo se llama? - Sasuke hizo la pregunta que todos tenían en mente.
- Ai - respondió Itachi - porque ella es el fruto de todo el amor que nos tenemos...
- pues bienvenida a la familia pequeña Ai
Naruto sonreía besándole la cabeza a la pequeña azabache de ojos azules y piel pálida que estaba sentada en sus piernas, y a su lado estaba el amor de su vida.
Las familias estaban reunidas para compartir el momento en el que Itachi y Deidara unían sus vidas jurándose un amor eterno.
-Me alegra que tanto ellos como nosotros podamos estar juntos - murmuró Sasuke
- lo sé... cada día a tu lado me hace feliz.
- a mí también, espero que en el futuro nosotros logremos lo que nuestros hermanos
- lo haremos - el rubio sonrió besándole la mejilla - por ahora dejemos que el tiempo nos muestre qué nos depara el futuro, pero pase lo que pase sé que ambos vamos a sobrellevarlo y permaneceremos juntos.
- definitivamente lo haremos Naruto, te amo y me esforzaré para que algún día podamos tener una familia.
- lo sé Sasuke, sé que lo harás - sonrió dejando que su pareja lo abrazara.
Está feliz de que sus padres aceptarán su relación, de que su hermano fuera feliz, de tener una linda sobrina, y sobre todo de tener a Sasuke a su lado, y que aunque sus padres al principio parecía que los harían vivir una tragedia como Romeo y Julieta habían recapacitado y las cosas no tuvieron un trágico final, ahora todo era mejor, y podía planear un futuro junto a su ser amado, con el que sabía que algún día uniría su vida como lo hacían en esos momentos sus hermanos.
Definitivamente ya quería que ese día llegará, pero por ahora disfrutaría todo el tiempo los lentos que tuviera para estar con Sasuke, momentos en los que compartían su amor mutuo.
FIN