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Melodías a nuestro nombre (ShiIta) por zeldaxlove1997

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Notas del capitulo:

Lamento infinitamente el tiempo que he demorado en actualizar la historia, he estado muy ocupada y entre que me enferme, bueno se me hizo imposible venir a escribir algo

 

espero ustedes se encuentren bien y les deseo muchisima salud <3 

Ver a Shisui en el colegio al día siguiente hubiese sido quizá la mejor sorpresa de todas semanas atrás, pero con lo ocurrido la noche anterior que aunque no terminó en una situación de sábanas no quitaba el bochorno en sus mejillas al recordar los cálidos brazos de Shisui envolviendo su cintura en un abrazo que pretendía demostrar añoranza. Además estaba el asunto con Natsuno que todavía no podía finalizar, ahora en peor estado al haber aceptado una segunda cita, se golpeo mentalmente al ser tan tonto y no poder controlar a su corazón cuando alguien lo trataba bien, con ese panorama no podía ni ver a la cara al ojirojo y decirle que lo había extrañado todo este tiempo sin esperar que el otro dude de la veracidad de sus palabras teniendo como ejemplo su salida con el pelimorado. 


- ¿Crees que ahora sí se quede definitivamente? - cuestiona su rubio amigo siendo apenas atendido por Itachi que seguía en un trance observando al recién llegado - 


- No lo sé.. - 


- Lo dudo mucho, es un artista y como van las cosas con el medio no tardará mucho en tener un montón de tipas afuera del colegio gritando, sino se termina hartando igual y lo corren por traer revuelo - 


Itachi frunce los labios ante la posibilidad, si bien ni acababa de sentarse el pelinegro cuando ya llegaban las terribles circunstancias por las cuales lo tendría lejos de nuevo. Su expresión delataba su incomodidad por lo que su amigo recompuso la oración ante el cambio de humor.


- Solo bromeaba ¿lo sabes, no? - palmeó su espalda con suavidad - En realidad pienso que es una buena oportunidad para que ustedes dos solucionen sus problemas - 


- Ha pasado bastante tiempo desde eso, ¿no crees? - 


El otro se encoge de hombros, dándole la decisión final 


Resopla frustrado, viendo a la marabunta de personas arremolinadas alrededor del ojirojo, algunos con sus teléfonos grabando y otros con libretas en mano gritando por un autógrafo. 


- Oye en serio tendrás que resolver esto cuanto antes porque no pienso soportar a esas tipas gritando lo que resta del año - 


Aquello logran arrebatarle una ligera risa, negando con diversión a Deidara que le devuelve el gesto victorioso de eliminar el ceño fruncido en el pelilargo quien no le dura mucho la risa en cuanto vuelve la mirada al ojirojo, encontrándose con ese profundo carmesí enfocandolo 


Traga saliva con dureza queriendo desviar la mirada pero es como si aquellos ojos tuvieran el poder de mantenerlo ahí por horas, apenas pestañeando, la expresión en el otro es indescifrable, se mantenía serio y sin ningún tipo de emoción. Aprieta los labios soltando un jadeo imperceptible ante cualquiera, concentrado en los irises hipnóticos. 


- Itachi ¿estás escuchando? - el murmullo disgustado del otro le sacan de su ensoñación, volviendo la vista al ojiazul - 


- Perdón ¿qué decías? - 


Deidara revolotea los ojos irritado 


- Te decía que sino sabes porque no ha llegado aún el tiburoncin, no es normal en él llegar tarde - rebusca entre el campus sin señales de este - 


- Seguramente quedó de llevar a Konan al colegio, últimamente está muy pegado a ella que ni siquiera cae en cuenta de nosotros - sonríe alegre por el mencionado - 


- Puff... ni que lo digas, es un fastidio cuando se pone a hablar de ella, pareciera que no tiene otro tema de conversación - 


- ¿Como tú cuando Sasori te llevo al safari el año pasado? - arquea una ceja acusatorio - 


- E-Eso es diferente, ni lugar tiene en esta conversación -


- Claro que si, no dejaste de hablar de las cebras por una semana y hasta llevaste el termo de panda que te compro - 


-En todo caso ¿porque estás de lado del pescado? mira que yo te he defendido de muchas, que conste - se cruza de brazos indignado, causando la risa estruendosa de Itachi que lo jala para abrazarlo - 


- Bromeaba - revuelve los cabellos rubios para irritarlo aún más - oh mira, ahí viene Kisame - señala la entrada al colegio donde su amigo se encontraba en una lucha a muerte por salir de la marabunta de gente acomodada en la puerta, apenas permitiendo el paso - 


Pasan unos cuantos minutos cuando por fin logra estar frente a los otros, con un gesto de visible cansancio 


- ¿Qué demonios está ocurriendo? - jadea volteando de repente hacía el bulto de gente del que escapó -


- Hablando del Dios de Roma.. - 


- Creí que se decía "el rey" - 


- Itachi - le mira mal el rubio - ¿seguirás corrigiendo todo el día o me dejarás ser feliz? -


Este rompe en risas y asiente haciendo un gesto de candado con los dedos pegados a la boca


- Tranquilo ya sé que no puedes vivir sin mi - continua Kisame, guiñando el ojo a este -


- Callate idiota, realmente no me importa si venías o no, solo me interesaba porque me quedaste a deber 100 yenes - 


Y mientras esos dos continuaban con su pelea matutina, Itachi regreso la vista hacía Shisui, tentado por la curiosidad de saber si aún le observaba pero lamentablemente este ya se había adentrado a los edificios del colegio. 


Tuerce el gesto decepcionado, tampoco tenía que hacerse ideas tontas como que todo volvería a ser alegre con Shisui como hace unos años, se regañaba a si mismo cada que la posibilidad se planteaba porque dentro de sí existía ese sentimiento de arrepentimiento y vergüenza ante la noticia de Hiro, el haberlo ocultado por tanto tiempo, no se sentía con el derecho de pedirle al pelinegro una segunda oportunidad y quizá era mejor, Shisui no necesitaba de sus problemas ni de sus indecisiones. quizá todo era mejor si se quedaba así. 


El sonido de una notificación llegando a su móvil le espabilan, fijando  su oscura mirada en el aparato antes de formar una mueca


 


" Se me ocurre que podríamos ir por un helado en cuanto termines tus clases ¿qué me dices?"


Natsuno


 


 


 


 


 


Su regreso a clases podría decirse que fue catastrófico en todos los sentidos, no recordaba haber causado tanta euforia entre las personas cuando estuvo la primera vez, pero en está ocasión podía jurar que incluso había un número aún más grande de gente que hace un tiempo, la tonta vocecilla en su cabeza gritando que era por su incremento de fama solo le irritaban más, estaba claro que hace meses que escaló mucho en el medio que a estas alturas era prácticamente imposible que alguien no le conociera, pero si algo había acordado con Hashirama era que mantendría lejos a esa red de acosadores que mandaba para hacerle la vida imposible.


Bufa con cansancio, ya tendría tiempo de conversar nuevamente con él. 


Lo que ahora estaba en discusión eran las dichosas entrevistas y alguna que otra presentación que Temari le hizo saber no sin antes mencionarle que no se dejará caer por los chantajes de su padre, alegando que solo lo estaba utilizando


Que irónico pensó este ante el firme recuerdo de las mentiras de la rubia. 


Se había planteado en esos días acordar una cita con Temari para resolver ese asunto y quitarse ese peso de encima, porque aunque no lo demostrara, la rubia era una persona importante en su vida y no quería seguir jalando más gente lastimada en el camino, sobraba con tener que aguantar la agonía de tener a Itachi en el mismo Instituto y no poder abrazarlo y besarlo como tanto anhelaba desde que volvió a tenerlo de frente. Los cálidos labios de la noche anterior seguían intactos en sus memorias, los dulces jadeos atrapados entre su boca, la estrecha cintura siendo apresada por sus manos que deseaban con todas sus fuerzas tocar la suave piel que alguna vez tuvo el honor de poseer, todo eso que ahora parecía solo una ilusión. 


Resopla negando con la cabeza mientras se paseaba por el pasillo corredizo ignorando el bullicio atrás suyo, entrando a los sanitarios para despistar a la multitud que susurraban entre ellos preguntando el paradero del pelinegro. 


Se recarga unos minutos en la puerta, esperando a que el área se despeje y pueda volver a su primer clase cuando un sonido en particular captó su atención, estuvo a nada de salir de ahí sin darle importancia de no ser porque aquel sonido se repitió en un volumen un poco más alto. A pasos lentos fue adentrándose hasta dar con el último cubículo el cual estaba entreabierto, la imagen que vio no solo no le gustó para nada sino que le dejó congelado unos micro-segundos. 


  Frente a él estaban dos chicos, uno de los cuales pudo reconocer inmediatamente en que sus irises se encontraron. Hidan, el ex novio de Itachi. 


No fue el hecho de encontrarlo ahí lo que lo sorprendió sino lo que ocurría, aquel chico de pelo castaño oscuro largo que estaba con él lo estaba sometiendo prensado de su cuello en un evidente intento de asfixia. 


- Yo.. esto - su cerebro no alcanzaba a formular las palabras correctas o alguna manera de auxiliar al otro, es decir, su primer y último encuentro no fue muy grato pero de eso a permitir que haya un asesinato en la escuela estando frente a sus narices era algo distinto - 


Pero lo siguiente lo dejó aún más desconcertado 


- ¿Se te ofrece algo o es que acaso quieres unirte? - escupió con disgusto el "atacado" Hidan-


Esta vez no puede evitar alzar las cejas de la impresión y sentir sus mejillas colorearse de un rojo vivo al haber malinterpretado la situación, era más que claro ahora que aquello no era ni por asomo un intento de asesinato como pensó en primer lugar. 


Oh. 


No menciona nada más, solo cierra la puerta con rapidez y sale de ahí con la mano pegada al pecho y la respiración acelerada. ¿qué diablos había ocurrido? ríe de la pura impresión, paseandose los dedos por los cabellos alborotados en un intento de calmar su trauma visual.


   ---Llamada entrante--- 


Gruñe fastidiado de todas las interrupciones, en este punto ya era vergonzoso aparecerse en la primer clase con un retraso de más de 20 minutos. 


- ¿Sí? - responde brusco - 


- Shisui - oh no - 


- ¿Que paso, Temari? - se toca el puente de la nariz con enfado - 


- Perdón, olvidaba que debes estar en clases ahora, pero esto es algo que no puedo prolongarlo para después, tienes que enterarse ahora mismo - por la voz tan serie que empleaba podía empezar a suponer que se trataba de asuntos extremadamente delicados o peligrosos, Temari no solía hablarle así a no ser que fuera una emergencia - 


- Pues dilo porque estoy apunto de entrar a clases - 


- Tienes que entrar a Instagram al perfil de Usagi - 


- ¿Para que? ella y yo no tenemos nada que ver, termine con ella hace unos días - frunce el ceño molesto, no sabía a qué venía eso - 


- Shisui es importante que lo hagas - sentencia aún con el mismo tono serio - 


- ¿Porque? ¿qué es tan importante? - no haría nada sin una explicación antes - escucha si estás pretendiendo que vuelva con ella porque hace mayor publicidad te juro que... - 


- ¡No, Shisui no es eso! - responde ya enfadada - Esto no se trata de mi ni de lo que el público quiera ver, Usagi acaba de hacer un escrito en el que te señala a ti como un tipo violento y que piensa presentar cargos - 


La noticia le cae como balde de agua helada, congelando todos sus sentidos que ni siquiera es capaz de seguir escuchando lo demás que le dice la rubia, solo se forma un silencio sepulcral en su cabeza que es incapaz de asimilar todo eso, ni tan siquiera cuando sus dedos pierden la fuerza y dejan caer el móvil al suelo creando un sonido estruendoso que Shisui no pudo percibir. 


 


 


 


 


Ver un elegante Ferrari a las afueras de su escuela no era la cosa más común y mucho menos ver al dueño del mismo que con tan solo mirar la sonrisa socarrona que se cargaba le hacían revolotear los ojos. 


- Nunca dije que aceptaba - exclamó en cuanto le tuvo enfrente - 


- Lo sé pero si te dejaba el beneficio de pensarlo mucho te ibas a negar, así que decidí venir a raptarte - 


La confesión le hacen resoplar con fastidio, cruzado de brazos permite que el otro le abra la puerta y entre al lujoso coche ante la asombrosa mirada de todos sus compañeros de clases que cuchicheaban entre ellos, incluso pudo ver a su amigo blondo soltar una exclamación altisonante que no se guardó en decirle al peliazul igual de impresionado. 


Seguramente que mañana no se los quitaría de encima con sus sinfín de preguntas


- ¿A dónde vamos? - cuestiona en cuanto pone el auto en marcha - 


- Ya lo verás - sonríe divertido - 


- No, dime ahora a donde vamos, no confió en esa respuesta - reprocha con el ceño fruncido, causando ternura al otro - 


- Eres muy impaciente ¿te lo han dicho antes? - 


- Si, bueno eso no responde a mi pregunta - 


- Itachi tranquilo - se toma el atrevimiento de posar su mano sobre la rodilla de este en un intento de calmarlo - ya has salido conmigo, ¿ha pasado algo malo? - niega suavemente - exacto, entonces ¿porque ahora crees que sería diferente? - 


Itachi lo piensa unos segundos y finalmente suspira resignado, dejando que lo conduzca aquel dichoso lugar


- De acuerdo, pero te advierto que odio la carne roja - 


Natsuno suelta una carcajada y asiente, volviendo la vista al frente 


- No te preocupes, en este lugar venden pollo y todo tipo de pescado - 


No responde más y espera a llegar a su destino. 


 


El sitio parecía de muy alto prestigio pero con ese toque hogareño que le hacían sentir como si estuviera comiendo en casa, las paredes pintadas de blanco y unos cuantos cuadros bastante bonitos adornando, las lámparas colgantes en forma de panales de abeja en cada mesa creaban una iluminación tenue que le daban un toque íntimo y la fuente en el medio del lugar con su armonioso sonido al caer el agua le dieron una sensación de tranquilidad.


- ¿Y bien? ¿te gusta? - cuestiona a un lado del pelilargo - 


- Es hermoso - confiesa encantado con la vista - 


- Ahora espera a que pruebes los rollos de anguila que hacen aquí, son exquisitos - 


Aprovechando el trance del otro Natsuno aprovecha para entrelazar los dedos en la mano ajena para guiarlo a la mesa que apartó en la mañana, era una apartada de miradas curiosas que aunque el sitio no estaba muy lleno, habían unas cuantas personas que lograron reconocerlo. 


- ¿gustas un poco? - señala la copa vacía del otro con la botella de vino tinto que sostenía - 


- No, gracias no suelo beber - 


- ¿Porque? ¿te emborrachas con facilidad? - bromea vertiendo hasta la mitad de la copa, sorbiendo un pequeño trago - 


- ¿Planeas ponerme algo en la bebida después? - prueba a decir para picar al otro y al parecer funciona atrayendo una mirada indignada - 


- Por supuesto que no, yo no jugaría con eso - 


- Pero si con las fotos de alguien - 


- Te he dicho que ya me he deshecho de ellas - dice entre dientes, un poco enfadado pero sin querer ahuyentar al otro - 


-Eso no quita el daño que causaste teniendolas - 


Natsuno hace un esfuerzo inhumano por no perder el control como generalmente lo haría, sino que ahora estaba plenamente interesado en mantener a Itachi con él, no se podía permitir hacer una escena por algo tonto y que llevaba mucho qué ocurrió, no cuando le prometió que era diferente al temperamental de Shisui. 


- Itachi vamos a comer, no quiero discutir ahora sobre eso, solo quiero pasar un buen rato aquí ¿estás de acuerdo? - 


Itachi asiente sin más opciones, tampoco es como si reclamarle ahora fuera a cambiar algo


La comida transcurre normal con uno que otro comentario del pelimorado en un esfuerzo por dialogar con él, cosa que no era fácil porque todavía no se acostumbraba a desenvolverse con aquel sujeto que años anteriores le causó mucho daño, en casi todos los comentarios se mantenía distante y evadía algunas preguntas personales, no quería seguir involucrándose más con Natsuno, no ahora que quería encontrar una solución a sus problemas y dejar de afectar las emociones de Shisui. 


"Lamento que tengas que lidiar con mis sentimientos" 


Aquellas duras palabras pronunciadas en un tono tan melancólico estrujaba el corazón de Itachi y le recordaban lo cruel que fue al no darle ninguna explicación antes de dejarle, sin voltear atrás para ver como despedazaba a la persona que más lo había amado en toda su vida. 


No, definitivamente no podía volver a cometer errores tan fuertes. 


 


Alza la vista y mira al otro sacar su billetera para entregarle al mesero una tarjeta dorada 


- ¿Se puede saber que haces? - frunce el ceño - 


- ¿Como que, que hago? pagando la cuenta - lo dice como si fuera la cosa más obvia del mundo - 


- Yo pagaré mi parte - le menciona al mesero que le observa confundido regresandole la mirada al pelimorado que aprieta los labios - 


- No, Itachi te invite así que yo... -


- No está a discusión - interrumpe abrupto, sacando de los bolsillos del pantalón su billetera - 


- Itachi - vuelve a llamar pero este le ignora - señor solo cobrelo a esta cuenta y ya - sentencia entregándole la tarjeta al mesero y lanzándole una mirada para que desaparezca a hacer la transacción ante la mirada enfadada del pelilargo - 


- Te dije que ... -


- Sé lo que dijiste, pero insisto, yo te invite - 


- ¡Es que no lo entiendes Natsuno! - se levanta del sitio - no tienes porque hacer esta clase de cosas por mi ¿sabes porque? - se acerca hasta quedar a unos cuantos centímetros de este - tu y yo no somos pareja, así que deja de actuar como si lo fuéramos, no tienes porque cuidarme ni hacer del tipo "lindo y cursi" que quiere enamorarme, yo se bien quien eres y esta clase de cosas está muy lejos en parecerse a lo que eres realmente - toma sus cosas ante la atenta mirada del otro que parecía asombrado y algo consternado de sus palabras - así que déjame en paz. -


Sale de ahí con el corazón acelerado y la horrible sensación de picor en los ojos que aguanta con todas sus fuerzas


No más, ya no más debilidades, se acabó. 


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