Los adornos con rostros infantiles sonrientes comenzaban a inquietarle al punto de voltearse para quedar de espaldas al escritorio en lo que la recepcionista le daba pase para ir con la directora del centro, el aroma a plastilina y muñecos se condensaba en su nariz hasta hacerle arrugar el gesto, aquel aroma tan peculiar le traía memorias intactas de su infancia, cuando tenía que verse en la obligación de asistir a guarderías puesto que sus padres trabajaban todo el día y no tenían tiempo de estar con él en casa, habría tenido opción de escoger tener un maestro particular pero eso le había parecido tan deprimente considerando que ya estaría lo bastante solitario en su hogar sin sus padres por lo que la idea de compartir espacio con niños de su edad no le pareció tan mala en ese momento, sin embargo no podía negar que la falta de calor y tacto familiar guardo cierto resentimiento y disgusto a aquellos sitios.
Respirando con profundidad se recordaba porque estaba ahí para no caer en sus fríos recuerdos del pasado, después de todo ya llevaba mucho de aquello.
Reacciona al instante cuando la puerta por donde desapareció la mujer se abrió, viéndola con unas hojas en mano y algunos folders que le entregó, diciéndole la sala a donde tenía que dirigirse para hablar con la encargada del lugar
Recorre todo el largo del pasillo decorado con cuadros similares a los de la recepción, muñecos animados con grandes sonrisas y arcoiris como fondo. Cuenta 7 puertas exactamente y a la última toca, esperando pacientemente a ser atendido.
- Usted debe ser el Sr. Senju ¿no es así? - exclama una mujer de mediana edad de pelo teñido azul claro a la altura de los hombros - pase - se hace a un lado permitiendo su acceso -
El cuarto era bastante amplio, sillones de cuero color vino, una mesa de centro con adornos florales y un cenicero, el piso era de madera, las paredes pintadas de blanco siendo adornadas por unos preciosos cuadros de caballos corriendo por el mar, un escritorio negro de madera cerca de lo que parecía ser algún otra habitación consecuente, a simple vista se notaba que era un lugar sofisticado y de mucha clase, tal y como se lo esperaba de la recomendación de algunos conocidos.
- Permítame presentarme, soy la Dr. Bulma, Especialista en Pediatría y Terapia de Lenguaje, tengo más de 15 años de experiencia en esto, con ello le garantizo seguridad, adaptación y evolución de su hijo, comprometiendo todo mi empeño y conocimiento en que su pequeño aprenda lo necesario para salir al mundo y brillar - explica con tranquilidad, regalando una sonrisa radiante que le llenan de confianza al pelinegro -
La mujer se veía bastante simpática y con carácter fuerte sin llegar a lo grotesco, pero siendo honestos él no conocía absolutamente nada sobre el tema por lo que primeramente contacto a diferentes amigos que ya tenían hijos para que dieran recomendaciones a donde podría llevar a Hiro, todos coincidiendo en que en dicho centro era el mejor y más reconocido de todo el país.
- Digame ¿cuantos años tiene su hijo? - cuestiona sin borrar esa sonrisa alegre de su rostro -
- Hm.. 2 años - se rasca tras la nuca, al menos debió preguntar su fecha de nacimiento, eran cosas que debería de saber y que tendrían que importarle pero su tonto orgullo le nubló las ideas en cuanto tuvo a Itachi de frente nuevamente -
- Bien, ¿y en ese tiempo no ha dado indicios de que pueda decir o pronunciar una palabra? -
- No, quiero decir él comprende lo que dicen las personas pero balbucea o señala lo que quiere - responde dudoso, tampoco es como si supiera mucho de su hijo, pero de lo poco que llegó a convivir el niño se había comportado bastante transparente en su presencia por lo que logró percibir esos pequeños detalles -
-De acuerdo, escuche el centro tiene diversas alternativas todas encaminadas al objetivo de lograr que su hijo vaya dándole sentido a cada cosa que dice, cerciorando siempre de encaminarlo a la fluidez vocal, al final de cada mes le mostraremos las tablas con sus notas y avances, inclusive hemos optado por grabar algunos ejercicios para que los padres sean conscientes de cómo va evolucionando su hijo, esto para darles seguridad de que están en buenas manos -
- ¿Y en qué tiempo considera que ya podría acoplarse con sus compañeros de escuela? es que está asistiendo a un pre-escolar y las encargadas comentaron que los demás alumnos ya manejan algunas oraciones, me preocupa que se atrase en sus materias -
- No debe de preocuparse por eso, le aseguro completamente que en unos 3 meses máximo su hijo ya manejara algunas palabras, además como me comentó hace unos minutos de que su hijo tiene facilidad para comprender lo que las personas dicen me dan ventaja para que pueda enseñarle con sencillez - exclama convencida -
Shisui asiente en silencio, tal parecía que estaba dejando en buenas manos a su pequeño, así que echaría las manos al fuego porque está fuera su mejor opción.
- Sobre el pago.. -
- Oh sí - rebusca entre sus libretas la mujer, sacando una tira con los precios anotados - se que las tarifas pueden parecer excesivas pero considere que está dejando a su hijo en manos de profesionales que garantizan su aprendizaje inmediato -
$500USD
Hiro lo valía completamente.
Sin chistar rebusca en los bolsillos de la chaqueta su cartera, extendiendo la tarjeta de crédito.
La luz del flash le ciegan por unos segundos, pestañeando rápidamente para que el efecto se desvaneciera y le permitan enfocar nuevamente al lente de la cámara que captaba toda su figura. Era la única ocasión en que podía sentir la textura de una tela extremadamente cara, no era para menos, estaba usando una gabardina hasta las rodillas color crema de la prestigiosa marca Giorgio Armani, acompañado de unos jeans negros desgastados de la rodilla, junto a unos tenis de plataforma alta color blanco, podía jurar que era la primera vez que se vestía con tanto glamour, sin contar la vez que Shisui le compró ese ostentoso atuendo de Hugo Boss.
Su pelo suelto acomodado de lado dejando al descubierto su clavícula puesto que debajo de la gabardina no traía camisa alguna. Se sentía cansado, llevaba un buen rato en la misma posición, únicamente cambiando la dirección de su mirada a los diferentes cuartos dentro del set, los músculos en los hombros los sentía pesados, tenía hambre pero desde que llegó le arrastraron hasta los camerinos y le retocaron el rostro de excesivo maquillaje que pensó le tapaba completamente los poros, dándole un aspecto bastante falso a su piel.
- Les dije que era grandioso - escucha decir al pelimorado que se empeñó en llevarlo hasta el lugar, alegando que se perdería entre los sets -
-Tiene muy buen perfil, sus facciones me gustan - anotaba uno del personal en una libreta, asintiendo al comentario del otro - si las cosas marchan bien puede que mañana ya podamos tener la revista en físico, las digitales se expondrán por las redes en diversos medios para que vaya alertando a la gente para ir a comprarla -
-Y aquí es donde la gente comienza amarte, Itachi -
Este se sonroja, desviando la mirada de Natsuno que le enfocaba con total admiración
- por favor, no sigas - murmuró apenado -
- Es algo introvertido pero creo que hace un excelente trabajo - esta vez se dirige al mismo hombre del personal- ¿no lo cree usted? -
-La verdad que tienes razón, aunque no te he visto antes en el medio ¿acabas de iniciar? - se acerca con lentitud hasta Itachi que no sabe ni cómo esconderse de las miradas -
- No, en realidad yo... -
-Si, acaba de empezar, tiene muy poco que entro a una academia de modelaje y ya es la envidia de sus compañeros - interviene el pelimorado, ganándose una mueca molesta del pelilargo -
- Bueno entonces creo que has tenido buen ojo en escogerlo a él, Natsuno - halaga el hombre de barba - iré a ver algunas cosas con edición, continúen con la sesión - ordena a los fotógrafos - y gracias, joven Uchiha por prestarse a ser nuestra imagen -
- No es nada, Muroi-san - hace una pequeña reverencia para despedir al otro -
Una vez que lo dejan con Natsuno, voltea a verle con el ceño fruncido, visiblemente enfadado
- ¿Porque le has dicho eso? yo no tengo experiencia en esto -
- Itachi tienes que aprender a moverte dentro de este medio, una de las grandes cosas que tienes que tomar en cuenta es que la verdad no siempre es la mejor opción si quieres crecer, escucha si le ibas con el cuento de que eres un amateur yo quedaría mal parado al traer a un tipo que me encontré de casualidad ¿comprendes? - posa su mano en el hombro ajeno, siendo removido al instante -
- No y además esto lo hago solo una vez, no es como si me interesara que me llamen de nuevo o no -
- Bueno si te encuentras aquí es porque necesitas ese dinero y no dudo que más adelante vuelvas a necesitarlo por lo que te estoy dando la oportunidad de tener otro medio de ingreso -
- ¿Y tu porque estas tan interesado en ayudarme? - arquea una ceja -
- ¿Tiene que haber algún motivo detrás? solo estoy siendo amable, te dije que he cambiado y no te he mentido sobre eso ¿o acaso yo te obligue a venir hasta aquí? no Itachi, esto ha sido tu voluntad -
Aprieta los labios con pena, si bien era cierto aquello pero eso no quitaba el hecho de que no confiaba en Natsuno, estuvo incluso preparado para que le saliera con alguna trampa tonta o algún chantaje pero hasta el momento no había dado señales de actuar en su contra, cosa que lo desconcertaba porque estaba convencido de que este tramaba algo.
- Aún si lo que me dices es cierto, no lo quiero - le observa decidido - es decir, todo esto.. - toma entre sus dedos la fina tela de la gabardina - no es para mi -
-¿Porque piensas siempre tan humilde? me dijiste que tienes alguien más en quien pensar por eso es que estás aquí, ahora te quieres hacer a la idea de que no deberías hacerlo más porque te sientes inferior, puff no creí que lo que te dije en el pasado te hubiese afectado así - suelta una estruendosa risa que solo hacen enfurecer a Itachi que deseoso de golpearlo se contuvo en su lugar -
- Yo no me siento inferior a nadie. La fama es solo eso, fama - puntualiza encarando al otro - así como viene se puede ir, en cambio el amor es algo irremplazable y yo soy alguien que ama demasiado. Sí quizá no tenga todo el dinero del mundo ni a un montón de gente gritando a coro mi nombre, pero no lo necesito, estoy feliz con lo que tengo, porque sé que tengo gente que me ama con honestidad y no por lo que ven en una imagen, yo no quiero pertenecer a un mundo en el que te olvides de quién eres y tengas que engañar a la gente con una personalidad prefabricada, porque eso no es amor -
Natsuno le observa con una ira incontenible, como si todo aquello le hubiera calado en lo más profundo de su ser, haciendo que apriete los puños por unos instantes, como si contuviera el imperioso deseo de golpearle. Suelta una fuerte exhalación antes de relajar los músculos de su mano y volver a su sonrisa cínica de siempre.
- Eso suena tan fantasioso, Itachi. Pero creo que debes de dejar de vivir en un cuento, la vida real no se maneja como tu crees, ser bueno y amable con el mundo no te garantiza que la gente sea siempre así contigo, entre más bueno eres la gente te verá más débil y vulnerable ante cualquier cosa, es por eso que nunca debes mostrar piedad o clemencia ante nadie, porque son los mismos que te atacaran por la espalda - eso último lo escupe con tanto odio, como si aquella oración tuviera una carga muy fuerte a nivel sentimental -
E Itachi no comprende como aquello lo siente redirigido hacia...
- Shisui no te ha hecho nada - dice en automático, casi de manera inconsciente -
Una risa sarcástica del otro le enfadan más
- Yo amaba a una chica, era la mujer más hermosa que nunca había visto - comienza sin reparar en la expresión molesta de Itachi - la deseaba con todo mi ser, pero ella no me escogió a mí - pausa mirando hacía el suelo, como si rememorara todo aquello - trate de convencerme de que no era para mí y que tendría que olvidarla pero no pude... así que dentro de mi pesar llegue a creer que él podría hacerla feliz, después de todo era lo que ella quería y además él era mi amigo, pero.. - aprieta los puños contra su ropa, conteniendo la furia que comenzaba a cegarle la mirada - él solo la destrozó, rechazó sus sentimientos y ella no pudo aguantar ese dolor que... ella solo... - se detiene dejando inconclusa la oración, Itachi veía el subir y bajar de los hombros contrarios a causa de la acelerada respiración del otro, el ambiente se sentía tan tenso- yo nunca se lo voy a perdonar-
Itachi no puede responder nada, tan solo se limita a quedarse callado y esperar a que el otro se componga del trance, no comprendía absolutamente nada ¿porque Natsuno le contaba aquello? ¿cuál era su objetivo con hacerle saber eso? su cabeza daba vueltas una y otra vez tratando de acomodar las ideas, pero volvía al mismo bucle.
- Bien Itachi, última sesión ¿de acuerdo? - interrumpe el fotógrafo a cargo quién había regresado de los sets para traer otro lente de cámara -
Asiente un poco incómodo ante la nueva información, acomodándose como las veces anteriores, no pudiendo evitar mirar de reojo al pelimorado que parecía ahora ausente de todo.
- ¡Perfecto! estás últimas salieron espectaculares - exclama el hombre con orgullo - haces un excelente trabajo Itachi -
- Gracias - susurra sonrojado -
- ¿Qué me dices, Natsuno? ¡ah que es bueno! ¿no? -
Itachi devuelve la vista lentamente solo para ver la intacta expresión perdida del otro, que asiente en silencio, tomando su mochila y colgandola de mala gana en el hombro
- Me retiro - anuncia sin voltear a ver atrás -
- ¿Que? ¿tan rápido? creía que hablarías con el jefe sobre la próxima sesión -
- Tengo trabajo que hacer, le mandaré un correo para notificar -
- De acuerdo - se encoge de hombros del sujeto, enfocando nuevamente la camará a Itachi que se muerde el labio inferior pensando que quizá no debió mencionarle esto último al pelimorado - Hasta luego, Natsuno -
- Hasta luego, ah por cierto -
Enfrascado en sus pensamientos es incapaz de prevenir cuando el otro le sujeta de la barbilla para voltearlo ligeramente y estampar sus labios con los suyos, ni siquiera pudo percibir cuando el flash de la cámara le cegó por octava vez en ese día.
Terminar con Usagi fue quizá la cosa más difícil que tuvo que hacer, aguantar el rostro entristecido y decepcionado de la rubia que lloraba a mares pidiendo una explicación que ni siquiera Shisui tenía porque su cabeza estaba hecha un revoltijo de pensamientos enmarañados. Se supo enfadado de sí mismo al ser incapaz de darle siquiera una sincera explicación a Usagi luego de haberse engañado durante varios meses que se trató de convencer en seguir adelante con sus relaciones, ella no se merecía a alguien tan indeciso y problemático como él.
Es por eso que cuando ella corre lejos de él con toda la tristeza del mundo, no va tras ella ni se esmera en detenerla, así era mejor, ella encontraría una mejor persona, alguien que si valiera la pena.
Llevaba horas encerrado en el estudio, haciendo caso omiso a los mensajes de Temari, ya iban para tres semanas en que no había vuelto a hablar con la rubia, sabía que esto estaba lastimando a ambos, Shisui no deseaba seguir así con ella pero tenía que ordenar muchas cosas en su cabeza antes de presentarse frente a su amiga y cometer algún otra tontería que pudiera romper definitivamente el fino hilo que aún los unía
Con todo el remolino de emociones presionando su pecho, toma el cuaderno de siempre y una pluma, anotando las primeras palabras que se le vienen a la cabeza, dejando huír todas sus inquietudes, aquello que le robaba el sueño todas las noches, sus más grandes pesares y la horrible sensación de vacío que se interponía en su búsqueda de superación.
Porque soy un estúpido
No miro a nadie excepto a ti
Solo que tú buscas a alguien más
Tal vez no tienes idea de mis sentimientos
Yo probablemente no exista en tus días
Ni tampoco en tus recuerdos
Sin embargo es a ti, a quien solo miro
Y mis lágrimas empiezan a caer
Solo el recordar nuestro pasado, me hace muy feliz
Pero tú aún no conoces mis sentimientos
Debería acabar con esto e irme
Los días en que quiero verte
Estoy soportando el dolor, de no tenerte
La palabra te amo permanece en mis labios
Solo una vez más, estoy llorando por ti
Solo una vez más, sigo extrañándote a ti
Baby!, ¡te amo!, estoy esperando por ti
Probablemente no exista en tus días
Ni tampoco en tus recuerdos
Sin embargo es a ti, a quien solo miro
Y solo es que voy haciendo mis recuerdos
Amarte es como tener una hermosa herida
Aunque puedo mirar tu hermosa sonrisa
No puedo reír contigo
Todos los días en que pienso en ti
Mi corazón se lastima, en esos días tristes
Te extraño aparece en mis labios
Solo una vez más, estoy llorando por ti
Solo una vez más, sigo extrañándote a ti
Baby!, ¡te amo!, estoy esperando por ti
Adiós, adiós, nunca digas adiós
Aunque no pueda tenerte a ti
Te necesito, no puedo decir nada más que, te quiero
Yo seguiré esperándote a ti, voy a seguir esperándote
Los días en que quiero verte
Estoy soportando el dolor, de no tenerte
La palabra te amo permanece en mis labios
Solo una vez más, sigo extrañándote a ti
Todos los días en que pienso en ti
Mi corazón se lastima, en esos días tristes
Te extraño aparece en mis labios
Solo una vez más, estoy llorando por ti
Solo una vez más, sigo extrañándote a ti
Baby!, ¡te amo!, estoy esperando por ti
Aprieta el papel con fuerza entre sus dedos, se sentía como un perdedor total, porque no importaba ya que esfuerzo hiciera por salir de esa oscuridad, su mente siempre lo redireccionaba al mismo lugar del que salió herido, el culpable de todas sus tristezas y momentos más difíciles en el escenario, cuando tuvo que fingir durante mucho tiempo una sonrisa frente a la gente mientras que por dentro estaba quebrándose en pedazos al saberse golpeado por la realidad, él nunca lo amo.
Se sentía tan miserable de pensar que aún con ese dolor incrustado en su pecho, era incapaz de sentir un odio repudiable hacía él, porque no lo tenía, no había cabida para el odio en el corazón de Shisui, se estaría mintiendo a sí mísmo de pensarlo, porque él sabe la realidad, que su mente sigue soñando con él, que su inconsciente aún le desea, porque sin importar el cruel daño recibido tanto en el pasado como en el ahora, él siempre tendría ese lugar especial que cubría el alma de Shisui.
Y con la llegada de su primogénito se creía incapaz de alejarse de su vida si eso implicaba no volver a ver el cálido rostro de su hijo, sujetaría los pedazos de su fracturado corazón y se tragaría su orgullo para evitar que eso pasará, no importaba que su pecho doliera cada que sus ojos enfocaran las facciones de quien en algún momento amo con toda su alma y que eso le transportará a malos momentos de su pasado, él sería tan fuerte por Hiro.
Toma la guitarra a un lado de él y comienza a tocar el sonido que se le viene a la mente, cantando con suavidad las primeras estrofas, atorandose de momentos por el nudo que quiere formarse en su garganta, un sentimiento de nostalgia e impotencia se instalan entre cada verso, haciendo más difícil la tarea de cantar, pero ni con esas advertencias para, interpretando aún con el fuerte dolor en su pecho que se condensaba en sus cuerdas vocales, tragándose su dolor, dejando fluir todo lo que no puede expresar de frente a esa persona porque se siente tan humillado de ser el único que aún aguarda ese sentimiento.
Estoy esperando por ti
Se mantiene en eternos segundos callado una vez que finaliza esa última nota, permitiendo que su cuerpo tenso sea liberado, dejando que su corazón vaya parando su acelerado palpitar, los músculos engarrotados van cediendo entre cada profunda exhalación, volteando a ver su reflejo en el espejo del lugar, es ahí cuando ve su deplorable estado, cuando es consciente de que tan jodido se encuentra, sus ojos rojos a causa del dolor que no dejó escapar en lágrimas contorneados por una sombra deprimente que se manifestaban en ojeras, sus labios un poco resecos y su mirada melancólica.
¿Porque tenía que doler tanto?
Se cubre el rostro con ambas manos, restregandolas con cansancio, dejando escapar un suspiro que pretendía espabilar su mente atosigada.
El molesto sonido del móvil solo le irritan más, dejando de lado la guitarra y la hoja con su nueva obra, yendo hasta su mochila para sacar el condenado aparato que interrumpió su momento en solitario.
Frunce el entrecejo ante la notificación de un nuevo mensaje, pero no es eso precisamente lo que le extraña sino el remitente del mismo. Natsuno
Era una imagen adjunta
Oh, mierda.