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Revivir~ por Lez

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Notas del capitulo:

Gracias por leer, de antemano. Nuestro rubio va mejorando, poco a poco.

Naruto recibió su tratamiento intravenoso, tenía un poco de hambre, su estómago pedía comida, pero aparentemente no le darían aún. Estuvo mirando el procedimiento del enfermero con cautela, lo concentrado que estaba, a decir verdad se sentía más liviano al haberle contado las cosas a Sasuke, sin detalles, pero llegó a contarle todo lo sucedido, era como quitarse un peso de encima, en el cuerpo y en el alma, quizá las cosas podrían mejorar.

- ¿Ese chico es tu novio? – Le preguntó el enfermero cuando terminó de pasar el tratamiento por la vía. – Se nota que te quiere y te cuida… - Trató de buscar un poco de conversación el hombre, seguramente quería alegrar un poco a su paciente.

- ¿E-Eh?... ¿Eh? – El rubio de marcas en las mejillas se enrojeció, quedó pasmado, avergonzado, no sabía bien qué decir. ¿Qué le podía hacer pensar así a aquel hombre?. – N-No, no… No somos eso… Somos viejos amigos… - Dijo aún avergonzado el rubio.

- Pero entonces te gusta… Más bien yo diría que se gustan… - Le dijo el hombre alzando solo una ceja mientras miraba al de ojos celestes.

- ¿Qué lo hace pensar eso? – Consultó Naruto con duda, ya que algo debió pensar el enfermero al sentenciar eso.

- La forma en como se tratan, como se miran… Él mientras dormías, estuvo acariciándote, pendiente de ti, de tus signos vitales, no te quitaba los ojos de encima. Era como si con todo su silencio estuviera gritando por que despertaras pronto. – Se detuvo en su respuesta el hombre y sonrió. – Yo también tengo viejos amigos, y créeme, sólo con mi novio pasan las cosas que te he dicho… No quiero ser impertinente. Discúlpame si te incomodó. – Le dijo el enfermero haciendo una reverencia.

- No, no se preocupe, quería escuchar su opinión, gracias, de veras~ - Le dijo el rubio con una sonrisa alegre, la verdad escuchar eso le llenaba el corazón de una u otra manera.

- Bueno, es mi opinión… Te dejo, cualquier cosa, tocas el botón que está cerca de tu mano. ¿Ok? – Le dijo el hombre, ordenando todo el material que usó en la bandeja de  metal.

- ¡Ah! ¿Puedo ir al baño solo? – Preguntó antes que el hombre se retirara.

- Creo que en tu caso, el médico dijo que sí, pero debes ir con el carrito del suero. ¿Quieres ir ahora? Para dejártelo acomodado. – Le preguntó el hombre allí presente.

- Sí… Ahh, cuánto me gustaría lavarme los dientes… - Murmuró, tratando de acomodarse en la cama, para poder ponerse de pie.

- Tu amigo te trajo utensilios de aseo personal, dejó ahí en el cajón un bolsito con ello dentro, me avisó cuando entró aquí, seguramente no lo notaste. – Dijo el enfermero sacando el pequeño bolso y a su vez acomodando el suero en el portátil y ayudando a Naruto a ponerse de pie.

- No… Ni lo hubiera imaginado… - Sonrió dejando salir una pequeña risa, al imaginar a Sasuke comprando esas cosas.

- Para que veas. – Le dijo el hombre y le indicó donde estaba el baño, por suerte dentro de la misma unidad. – Cualquier cosa, sólo grita pidiendo ayuda. ¿O prefieres que te acompañe?

- Muchas gracias… - Dijo suave, mientras se ponía de pie el de ojos celestes, tomando con su diestra el carrito del suero y con su zurda el bolsito. – No, gracias, estoy bien, aunque como dice, si necesito ayuda, la solicitaré.

- Bien, no te esfuerces demás. – Añadió el enfermero, volviendo a sus labores.

Uzumaki fue al baño, caminaba lento, se sentía débil, aletargado; pero una sensación renovadora aparecía en su pecho, como una luz de esperanza dentro de todo lo malo que pudo haber pensado hace unas cuantas horas atrás, que lo hizo caer en lo profundo de su desesperación. Y no es que en esos momentos no pensara en ello, pero el asombro de haber sido ayudado por Sasuke, lo tenía con los pensamientos en otro lugar y mucho más con la notable indirecta dicha por el enfermero sobre si eran pareja o no. Después de orinar se lavó las manos, con jabón, tratando de no pasar a llevar la vía en su mano, con cuidado, igual le causaba un poco de dolor, muy ligero, quizá no era del todo dolor, sino más bien incómodo para los movimientos. Secó sus manos con papel absorbente y revisó el pequeño bolso que le había dejado Sasuke, donde había un cepillo de dientes azul, crema dental, una toalla pequeña, una afeitadora desechable, un pequeño vaso de plástico, un frasco más bien pequeño con jabón líquido y finalmente encontró dos sobres, uno con champú y otro con acondicionador, de un uso, aunque no podría usarlos, seguramente hasta que pudiera ducharse sin la cablería que tenía. Lo importante para Naruto y su salvación era el cepillo y la pasta dental. Lavó muy prolijamente sus dientes, se tardó bastante, tanto que el enfermero tocó la puerta del servicio.

- Naruto… Toc, toc … - Tocó la puerta dos veces al igual que hizo el sonido con la voz, antes de abrir el lugar, encontrándose con el rubio de pie. – Te estabas tardando… ¿Todo bien?

- Ahahaha~ Estoy bien, de veras~ - Le respondió una vez escupió la espuma en su boca en el lavabo. – Sólo se siente como que no me lavaba hace mucho tiempo los dientes, pero ya estoy terminando. – Dijo el rubio, volviendo el cepillo a sus dientes para terminar de cepillar.

- Bien, sí, te entiendo, además no has comido nada, pero la comida viene llegando, por lo que vas a poder echarle algo de comida a tu estómago, que lo he escuchado rugir bastante. – Le dijo con una ligera risa el hombre y se retiró.- Voy a volver.

- ¡Genial! – Exclamó alegre el rubio, ya que realmente tenía algo de hambre, aunque esperaba que no se le hiciera eterno el día allí, con un horario de visita tan corto.

El chico de ojos celestes terminó de enjuagar sus dientes, secó el cepillo con papel absorbente, lo guardó para luego sacar jabón y lavar su cara, se veía menos mal que antes de que ocurriera todo. Pero seguía viéndose pálido y demacrado. Secó su cara con la pequeña toalla que le había dejado el mayor y una vez que guardó todo, tomó nuevamente el carrito del suero y su bolso, dirigiéndose lentamente a la camilla. Mirando ligeramente a su alrededor a las demás personas, varias de ellas con barreras en la camilla y dormidas.

 

Sasuke antes de irse pasó a hacer una serie de preguntas, principalmente quería solicitar apoyo psicológico en el mismo recinto, si es que podía ser posible y también quería saber un aproximado de cuándo se iría el rubio de alta a su departamento.

- Disculpa… Buenas tardes… - Habló no muy alto el azabache. - ¿Cómo se debe hacer el trámite para solicitar apoyo psicológico? – Preguntó a la persona donde le habían enviado a hacer las solicitudes para psicólogo. En una pequeña oficina.

- Hola, soy Akira Oono, la psicóloga jefe.  Me llamó una joven de que vendrías aquí. Toma asiento por favor. – Dijo la mujer, de forma amable y carismática, pero sin perder la seriedad. Le indicó  el asiento frente a ella con un gesto de invitarle a sentarse.

- Mi nombre es Sasuke Uchiha, mucho gusto.  – Hizo una pequeña venia el de ojos oscuros y se dispuso a tomar asiento. – Uhm… ¿Cuál es el protocolo respecto a lo que vine a solicitar? – Preguntó sereno, ya que quería definitivamente buscar ayuda para el rubio.

- Un gusto también… Dime Sasuke… ¿Es para ti la solicitud? – Indagó ella, sin mirar mucho al chico en frente ya que tomó un lápiz y una hoja que parecía algo así como una ficha.

- No… Lo que ocurre es que mi amigo, Naruto, está hospitalizado aquí en éste momento. Por intento de suicido… Y pues queríamos ver la posibilidad de evaluarlo, para que vaya mejorando paulatinamente. – Dijo tranquilo el chico, mirándola que llenaba el papel.

- Ya veo… ¿Te sabes su apellido? Para buscar la ficha en la plataforma y ver qué le hicieron y el tratamiento. – Dijo la mujer, ahora mirando al más alto, esperando la respuesta.

- Uzumaki, Naruto Uzumaki… Está en la UCI. – Aclaró, ya que sabía que cuando se buscaba por sistema un nombre, era más fácil saber en qué servicio se encontraba esa persona.

- Genial… ¿Estudias algo relacionado con salud? – Preguntó la mujer, curiosa de que le brindara información importante para hacer la búsqueda, era mucho más fácil así, pero por lo general ella debía preguntar.

- Medicina… - Respondió corto y seco, no le gustaba entrar en detalles cuando se trataba de sí mismo.

- Entiendo… Y dime… ¿Sabes la razón del intento de suicidio de Naruto? – Le preguntó mirando la ficha del rubio en la computadora y pasando datos a la ficha que estaba haciendo ella.

- Lo sé, pero creo que no me corresponde decirlo, además me lo dijo de forma muy superficial, claramente no dijo todo lo que sentía. – Murmuró casi entre dientes, sólo oíble para los presentes en la pequeña oficina.

- Bien… Y que bueno que me dices eso, es más que nada para saber si Naruto estará muy cerrado a dar la información para poder brindarle apoyo. Mira… Por mi parte, le voy a ir a evaluar hoy mismo, ya que es difícil que esté muchos días hospitalizado. De acuerdo a la evaluación tendremos que ver el tema de la disponibilidad, de los horarios, es por ello que no es seguro que su psicóloga o psicólogo de cabecera sea yo… De acuerdo al tratamiento veremos si es necesario enviarlo a un psiquiatra. ¿De acuerdo? – Volvió a mirar al azabache para esperar su aprobación a la información que estaba dando, a lo que recibió un asentimiento de cabeza por parte del chico. – Y pues por último te quiero pedir un favor… Ya que viniste aquí, me imagino que él te importa, así que quiero pedirte que lo apoyes en el proceso. Muchas veces los pacientes dejan los tratamientos psicológicos, los que les hace posteriormente recaer… Por ello, es fundamental que ellos tengan un apoyo respecto a su tratamiento. – Le pidió la mujer y terminó de escribir. – Bien, eso sería todo… Yo me quedo con la ficha para poder ir a evaluarle más tarde.

- Muchas gracias… Y sí, pretendo apoyarlo en todo el proceso. – Le dijo Uchiha, poniéndose de pie y acomodando la silla. – Consulta… ¿Sabes si los pacientes pueden tener su móvil en la UCI? – Terminó por consultar.

- La verdad, no estoy segura, me imagino que depende de la causa por la que está en UCI, pero creo que por temas de infecciones y contaminación, puede que no, al menos en esas zonas que son más críticas para los pacientes. – Le dijo sincera e hizo una reverencia, como despedida.

- Ok. Muchas gracias. Hasta luego, le encargo a Naruto. – Dijo repitiendo la actitud de la dama y luego de hacer la venia, salió del lugar.

Sasuke había pensado en ir a dejarle su propio celular a Naruto, para que tuviera como llamar o avisarle si le cambiaban de dormitorio y esas cosas. Pero como decía la psicóloga, era probable que no se pudiera, por lo que no iba a hacer nada al respecto. Se fue a su automóvil y manejó a la universidad, no creía demorar tanto en la casa de Naruto, sacando sus cosas, por lo que tenía harto tiempo para la hora en que debía ir a dejar las llaves. Asistiría a un par de clases y hablaría con su docente a cargo para explicar la situación.

El la sala de UCI, el chico rubio de ojos celestes intentaba de la mejor forma posible el no apresurarse en comer. Tenía bastante hambre y le habían llevado algo de comida que estaba bastante buena a su parecer, un puré de patatas con pollo cocido, manzana cocida de postre, té tibio para beber y unas verduras cocidas como ensalada, la verdad no entendía por qué nada era crudo, pero estaba bueno. No amaba las verduras cocidas, o las verduras en general, pero se comió todo, algo lento, por lo incómodo que era con sus manos, una con vía y la otra ya un poco delicada por las suturas. Una vez que terminó de comer, le pasaron otro tratamiento calmante, por lo que como una hora después de comer, a eso de las dos de la tarde, se volvió a quedar dormido. La siesta de Uzumaki no duró mucho, ya que a las tres de la tarde pasó el médico encargado y al ver que se notaba la mejoría, y que no necesitaría mas transfusiones sanguíneas, dio la orden de enviarlo a sala común, para terminar el tratamiento allí.

El enfermero que iría a dejar a Naruto a una sala común, de la ficha tomó el número de contacto de Sasuke y le llamó, para avisarle sobre lo que estaba sucediendo y en qué lugar estaría el rubio al día siguiente.

- ¿Aló? – Contestó Uchiha, por suerte en ese momento no estaba en clases.

- ¿Sasuke Uchiha?  … Hablo del hospital. – Dijo el enfermero al otro lado de la línea.

- S-Sí… ¿Le pasó algo a Naruto? – Se asustó al escuchar que era del hospital, por lo que no tardó en preguntar por el rubio.

- No, de hecho es lo contrario, el médico lo evaluó y se va ahora de la UCI, a sala común, para que mañana no andes tan perdido. Estará en el sector de varones, tercer piso sala 404. ¿Alguna duda? – Informó el enfermero lo más rápido posible, el tiempo era oro en el servicio de UCI.

- ¿El… El horario de visita? – Consultó, ya que tenía la esperanza de volver a verlo ese mismo día.  

- Hasta las 18 horas, que se alcanza a la  hora de la cena. – Le dijo y se despidió. – Bueno, te dejo. Adiós. – Y fue cuando el enfermero colgó.

Sasuke miró la hora, quedaban como 3 horas de visita, por lo que no lo dudó, no asistiría a la próxima clase y se fue de regreso al hospital. Cuando llegó allí, antes de buscar la sala pasó a una tienda en el mismo hospital, y compró un sándwich para sí mismo, un café enlatado y unos pastelillos con una leche chocolatada para Naruto, metió todo a la mochila, no sabía si le podría dar la comida, así que una vez allí, preguntaría. Sin más siguió su camino, ya había avanzado la hora, ya no tenía las tres horas originales, sino 2 horas y media. Aunque llegó a la sala, tocó antes de entrar y al abrir la puerta buscó al rubio  en las camas, hasta que lo encontró, pero él no estaba solo, pudo notar a la psicóloga con él, así que tranquilamente volvió a cerrar la puerta. El azabache creía que en ese momento era impertinente interrumpir. Se sentó en las bancas fuera de la sala a esperar que saliera la psicóloga.

Por su parte a Naruto ya lo habían trasladado hacía unos minutos a la sala y había llegado casi al mismo tiempo la Psicóloga, la cual esperó pacientemente que le acomodaran en la sala común para posteriormente acercarse y poder dirigirse a su nuevo posible paciente.

- Hola Naruto, soy Akira Oono, psicóloga del hospital, ¿Cómo te sientes? …Vengo a hacerte una evaluación, ya que se solicitó para tu caso. ¿Quieres responderme un par de cosas? – Le preguntó la mujer, sentándose cerca del rubio, puesto que sabía que se entraba más en confianza estando a una altura similar.

- H-Hola… Bien, me encuentro bien. – Respondió algo confundido hasta que ella explicó bien el tema, dedujo que el médico tratante le solicitó ese apoyo, dada la razón por la que llegó. – Eh… Sí, puedo responder lo que desee… Creo… - Murmuró dudoso, ya que en la sala había más pacientes y sus visitas, por lo que era un poco incómodo.

- No te preocupes, no es nada profundo, son cosas básicas y más que nada coordinar los horarios para las siguientes sesiones. – Le respondió la mujer deduciendo en la expresión corporal de Naruto, su ansiedad al estar con más personas, aunque difícilmente se oirían.

- Ah… Bien… - Murmuró el rubio y alcanzó a notar la silueta de Sasuke en la puerta que luego salió, lo cual también aumentó su ansiedad, mirando a la psicóloga como avisándole que se apresurara y se fuera.

- Naruto. ¿Estás dispuesto a recibir apoyo y tratamiento? – Comenzó la mujer con las preguntas más básicas.

- Sí… Quiero tratar de mejorar… - Murmuró el chico rubio.

- ¿Tienes disponibilidad de horarios o tienes algún horario ocupado? – Prosiguió la mujer.

- Sí, actualmente no estoy haciendo nada, dejé mi trabajo hace un tiempo. – Respondió el de ojos celestes.

- Bien, eso es todo… ¿Te parece bien venir 2 veces a la semana a las 16 horas? ¿Martes y jueves? – Preguntó tanteando el horario del joven.

- Me parece un buen horario, y sí, creo que está bien dos veces a la semana. Muchas gracias, de verdad~ - Le agradeció el joven por todo el apoyo que estaba recibiendo, al menos ya era algo para comenzar.

- Bien, anótame tu número de teléfono aquí, te llamaremos antes para confirmar tu asistencia. – Le pasó la ficha la mujer al rubio y le indicó con el dedo donde tenía que anotar el número, pasándole también un lápiz y  por último negó sutilmente. – Este es un trabajo en equipo, así que estaremos todos apoyándonos, principalmente nos interesa que tú tengas la disposición, eso es el primer gran paso. – Le dijo la mujer, recibiendo la ficha de regreso, donde el rubio había anotado su número.

- Ok, muchas gracias, nuevamente~ - Habló con un poco más de ánimo y le dedicó una sonrisa ligera, aún cansada, pero sincera a la mujer.

- Bien, nos vemos, Naruto, cuídate. – Le dijo la mujer, y se puso de pie para salir del lugar luego de a ver una ligera reverencia.

- Nos vemos~ - Se despidió con la mano el chico de los ojos rubios. Ansioso, porque quería que la persona que se había devuelto al ingresar, pudiera ingresar pronto.

Notas finales:

Si llegaste  hasta aquí, gracias por leer~ uwu


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