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Revivir~ por Lez

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Notas del capitulo:

Una relajante ducha y algo más...

 

Gracias por leer, de antemano~ uwu

- Ya, deja eso… Mantén silencio un rato, me tiene un poco mareado. – Le dijo el de ojos oscuros, no era por ser malo o algo, simplemente era de las personas que el ruido les fastidiaba un poco y a Naruto le tenía una alta tolerancia porque lo conocía hacía años, sin embargo, en ese momento quería silencio para que el rubio se relajara y disfrutara de la ducha, así como él se deleitaría con el cuerpo desnudo de Naruto.

- Bien… - Murmuró haciendo una mueca similar a un puchero, con sus mejillas ligeramente llenas de aire. Dejó que Sasuke le ayudara con la prenda superior, dejándose guiar por los movimientos de éste.

Terminó el azabache de desabotonar la camisa del pijama y lo deslizó por sus hombros, brazos, hasta que terminó de sacarlo, dejando al descubierto lo enflaquecido que estaba el rubio. No se veía feo ni nada, no estaba desnutrido, pero claramente estaba bastante más delgado de la última vez que lo vio con pocas prendas un verano en la playa. Sasuke no dijo nada, ya que Naruto ya estaba lo suficientemente tenso mirando con asombro el suelo. El más alto y mayor deslizó suavemente las manos por sus hombros, por dos razones, la primera, pera aprovecharse del momento y tocarle, y la segunda, para hacerlo girarse y que el cuerpo de Naruto quedase dándole la espalda.

El cuerpo de Naruto se crispó entero ante el tacto ligero de los dedos del Uchiha, era increíble cómo con sólo el tacto de aquél se le erizaba la piel. Mordió ligeramente su labio inferior, estaba incómodo, no quería que Sasuke le mirase mucho el cuerpo, no precisamente ese cuerpo demacrado y descuidado, pero las circunstancias los tenían allí. Volteó como lo indicaron los movimientos de aquel con ojos profundamente oscuros, dándole la espalda. Por su parte se despojó de las sandalias, quedando descalzo, aumentando ligeramente la diferencia entre sus tamaños, él descalzo y Sasuke con zapatillas, era normal  verse más bajo.

- No te tenses tanto, torpe… Estaremos bien… - Terminó por romper el silencio el mayor, deslizando el pantalón del pijama, dándole un ligero toque el la pierna a Naruto, para que levantara la pierna y poder sacar los pantalones. A lo que el rubio hizo caso, levantando una pierna, luego la otra. Con las prendas en mano, Sasuke rodeó un poco el cuerpo del rubio, para adelantarse y dar el agua de la ducha, siempre salían más frías en comienzo, por lo que la dejaría correr un poco hasta que se regularizara a una temperatura decente. – No te metas aún… Debe regularse y debemos pensar bien cómo hacer para no mojar el vendaje. – Sentenció el de cabellos oscuros, acercándose al mesón para dejar las prendas.

- O-OK… - Murmuró Naruto, nervioso, y es que el trauma de la violación y el hecho de no aceptarse lo tenían con el alma en un hilo. Quería ser ayudado, pero le daba terror, a su vez, recibir esa ayuda.  

- Veamos como está ahora el agua. – Dijo, volviendo a adelantarse un poco a donde estaba Naruto frente a la ducha, tocándola, para él el agua estaba bien, pero era mejor que la aprobara el rubio. – Creo que está bien… ¿Qué te parece a ti? – Consultó al tiempo que le tomaba muy suavemente la mano derecha, que tenía menos vendaje, para que probara el agua. Y evidentemente pasó su mirada de reojo por el entrepierna del rubio, estaba a la misma altura. Pero no podía pensar en nada obsceno en ese momento, la situación se lo impedía.

- Debe estar bien… - Dijo Naruto, y se acercó cuando Sasuke le tomó la mano, tocando el agua, para su gusto estaba algo fría, y es que acostumbraba a tomar duchas con el agua algo caliente. Se fue acercando hasta meter su cabeza bajo la regadera que esparcía el agua como si se tratara de lluvia. – Está bien así… - Dijo un poco más relajado al sentir el agua en su cabeza.

- Ok, recuerda no meter los brazos… Voy por el Champú… - Comentó el mayor, y nuevamente se dirigió al mesón, tratando de no pensar en el cuerpo desnudo  y perfecto de Naruto. Sacó el Champú, jabón, acondicionador y la toallita pequeña, usaría esa para fregar el cuerpo de su rubio. Volvió donde Naruto y lo miró con una sonrisa enternecida, seguramente nunca lo habían mimado o se habrían preocupado de él de aquella manera. - ¿Te quieres voltear o prefieres darme la espalda? – Le preguntó sereno, no quería obligarlo a estar de frente, entendía que se avergonzaría y quería respetar su decisión.

- Creo que… Queda más fácil si me voy girando… Así me puedes ayudar a fregar todo el cuerpo…  - Murmuró el rubio, que ya tenía el cabello mojado y la mayoría de su cuerpo, volteándose para quedar frente a Sasuke. – Perdona…. Que tengas que ver esto… - Murmuró el menor, casi para sí mismo, pero el mayor tenía buen oído y toda su atención puesta en Naruto.

- Te escuché, no digas eso… Eres lindo, así que está bien. – Le dijo Sasuke sin pensarlo dos veces y es que, cuando sintió que podía perderlo, se prometió a si mismo ser un poco más sincero dentro de lo que su personalidad le dejaba. Se acercó a la manilla para cortar el agua y de paso bajó la regadera que era flexible como una manguera de metal. Abrió el champú y le puso en el cabello al menor. – Lo siento si no es el champú que acostumbras a usar… Pero era lo que tenía… - Dijo el azabache mientras le tallaba con la yema de sus dedos el cabello a Naruto, sin dejar parte sin tallar, para que quedase bien limpio.

- Sasu… Sasuke… No… No digas eso. – Murmuró avergonzado, se enrojeció su rostro, así que evitó a toda costa mirar al más alto, aunque en su corazón parecía sentir un hormigueo cada vez que el Uchiha mencionaba algo para halagarle. – N-No te preocupes, como me ducho todos los días, no uso un champú caro ni soy quisquilloso con ellos. – Dijo suave, cerrando sus ojos y dejándose atender por su amigo, nunca, pero nunca en su vida, o al menos que recuerde, le habían bañado así, con tanta dedicación y delicadeza.

- Que bueno que no eres de cristal, entonces… - Comentó el mayor, embozando una sonrisa en sus labios y de nueva cuenta dio el agua, mejor la dejaría corriendo, para que el cuerpo de Naruto no se enfriara tanto. – Mejor la dejamos corriendo o te enfriarás…. Aparta tus brazos. – Le dijo y una vez notó una buena temperatura y que el menor apartó los brazos, para no mojar los vendajes, acomodó un poco más hacia la pared a Naruto, para no salpicar tanta agua, comenzó con su izquierda a sobar el cabello de aquel con ojos celestes mientras en la otra sostenía la regadera de la ducha. Dejando que el agua se llevara toda la espuma y de paso, barriera un poco con el sudor en el cuerpo del más bajo. Dejó la regadera a un lado y volvió a poner Champú en el cabello del rubio, era de un uso y quedaba suficiente para otra lavada. – Te pondré otra vez champú. – Le dijo, ya que para que no le entrara el champú en los ojos, Naruto se mantenía con los ojos cerrados.

- Está bien, sólo espero que no me entre en los ojos. – Dijo con un poquito más de confianza, ya se había rendido a la idea de ser observado, o eso creía.

- Sí, sí, tranquilo, lo haré un poco más rápido para que puedas abrir los ojos. – Y dicho esto, le jabonó el cabello, rápido pero sin ser bruto, asegurándose de que cada cabello tocara el champú, terminando de esparcirlo con un suave masaje a su cabellera rubia.- Ya, vamos de nuevo, no te asustes y cierra bien los ojos. – Dijo Sasuke y de nueva cuenta le echó agua en la cabeza, mientras que con la otra mano le botaba el exceso de champú y de espuma, hasta que se notara limpio sin restos de champú. Volvió a dejar la regadera en su lugar sin que salpicara tanto el cuerpo de Naruto. – ¿Puedes ver? – Le preguntó y le pasó suavemente los pulgares por los ojos, en caso de que quedara algún poco de espuma.

- No sé… - Dijo el rubio, con algo de temor a abrir sus ojos, pero los abrió, logrando así poder ver nítido después de pestañar un poco, no ardía, eso era bueno. – Está bien así, no me arde.

- Genial…  - Murmuró el azabache y se fue de nueva cuenta al mesón, de donde sacó el acondicionador, jabón y la toallita. Volvió al frente del cuerpo de Naruto, y como pudo con tantas cosas en las manos, abrió el acondicionador con los dientes, echándole encima de la cabeza todo el sobre de una vez. Luego mojó la pequeña toallita y le vertió jabón. – Mientras te jabono el cuerpo, dejamos actuar el acondicionador. ¿Te parece? – Preguntó, a su vez que esparcía con la zurda el acondicionador en el cabello del rubio, hasta terminar con ello, fue que comenzó a tallar con la toallita tibia y enjabonada el cuerpo de Naruto.

- Me parece…  - Dijo Naruto, aunque seguía apenado por la forma en que tenía que verlo Sasuke, algo lograba relajarse, aún estando tenso.

El más alto no habló hasta que terminó la tarea de enjabonarlo, sólo le hacía gestos o le daba toques para hacerle entender qué zona tenía que mover el más bajo. Partió por su pecho, pasando desde los hombros, clavículas, pectorales, abdomen, cintura y caderas, jabonando bien cada parte, no era bruto, para nada, porque la piel del rubio parecía estar dañada y en proceso de recuperación, aún. Sasuke se agachó, no era la mejor posición, pero quedó casi al frente del entrepiernas de Naruto, podía ver colgando su miembro viril, los testículos y el rubio vello púbico. Y era normal tener esa vista cuando estaba tallando las piernas y los muslos de Uzumaki. Una vez terminó allí, se incorporó y algo avergonzado, lo tomó de los hombros para girarlo. Y que quedase dándole la espalda nuevamente. Maravilloso para ambos, ya que la situación anterior los dejó a ambos avergonzados, aunque no dijeron nada. Fue ahora cuando Sasuke tallaba desde los hombros hacia abajo, pasando por las escápulas, cintura, espalda baja y glúteos, llegando allí, nuevamente tuvo que agacharse y pasar por la parte trasera de los muslos y las piernas. Le dio un sutil golpe en cada pie, haciendo que éste lo levantara para también tallar cada uno de ellos. Una vez que el rubio estuvo avergonzado y jabonado, Sasuke se incorporó y dejando sobre una pequeña repisa de la misma ducha, la toallita, tomó la regadera y comentó a tirar agua para arrastrar el jabón, en partes pasaba su mano para quitar el exceso, pero era una excusa, sólo quería tocar un poco más la piel de Naruto.

Una vez que el exceso de jabón estuvo fuera en la parte trasera, el azabache una vez más demandó con un suave movimiento a que el rubio se volteara. Lo cual no demoró. Y repitió el proceso, pasó la regadera siguiendo las manchas de espuma, hasta que visiblemente no se viera ninguna. Y nuevamente le echó agua en el pelo, para quitar el acondicionador. Pasaba su mano por los tersos cabellos de Naruto, hasta notar que ya era suficiente, que había salido el exceso del emulsionante. Y una vez más siguió con la regadera toda la anatomía del rubio, para quitar algún exceso de jabón u otras cosas.

- Bien, creo que ya estás… - Dijo el Uchiha, enjuagando la toallita, para poder pasarla desde el hombro por el brazo, antebrazo, hasta donde le permitiera el vendaje y por las axilas del menor. – Disculpa que te mueva como muñeco de trapo, pero creo que es mejor así a ir diciendo todo lo que debes hacer o mover… - Terminó de pasar la toallita por esas partes y la volvió a enjuagar.

- Genial… Eso fue bueno… - Mencionó Naruto, con una sonrisa suave, avergonzada y tímida. Esperando que el mayor diera los toques finales a la limpieza de su cuerpo. – No te preocupes, era imposible para mi solo, al menos creo que no hubiera quedado tan limpio… - Murmuró el más bajo, mirando de reojo al de ojos oscuros.

- Bien, falta sólo lavar bien tu trasero…. Pero creo que no me vas a dejar meterme allí. – Trataba de sonar serio, pero terminó por dejar salir una pequeña risa al culminar la frase, Sasuke igual tenía sentido del humor. Por otro lado aprovechó de cortar el agua de la regadera.

- EH…. No… No hace falta… - Dijo muy avergonzado el menor. – En la mañana fui al baño y éstos baños tienen muchas opciones para el aseo, así que tan sucio no estoy…. – Dijo a regañadientes, aunque de todos modos seguía deseando que lo tragara la tierra y es que la vergüenza no se le iría de buenas a primeras.

- Ya veo, eso es bueno… - Terminó por decir Sasuke, yendo así por las toallas, volvió y con una de ellas le cubrió la espalda de Naruto y con la otra le secó el pelo, empapando, agitando moviendo de tal manera de absorber la mayor cantidad de agua.

- No veo, hahahaha, no veo… Me voy a caer, Sasuke… - Le dijo el de ojos celestes al mayor, ya que con la toalla le tapaba a ratos los ojos.

- Oh… Mi error. – Se culpó el mayor y le enredó la toalla en el cabello, de tal manera que la envolvió en su cabeza para que no estilara el agua. Tomó la toalla que le había puesto sobre la espalda y  comenzó a secarlo, lo mejor que pudo mientras seguía parado en la ducha. – Ya estás casi… ¿Te dio mucho frío? – Le preguntó mientras lo giraba una vez más para secar toda la parte trasera del rubio.

- No… No tanto, pero siento que me estoy enfriando. – Dijo Naruto, y era normal, si seguramente aún tenía un poco de anemia e hipoxia.

- Entonces te vestiremos lo más pronto posible. No me pongas peros a lo que haré ahora. – Sentenció el mayor y le quitó la toalla del cabello, doblándola en cuatro, la puso sobre el mesón y volvió a por el rubio, como tenía los pies mojados, lo tomó en brazos, con cuidado de no hacerle hacer fuerza con sus manos y lo sentó allí, sobre la toalla que había puesto sobre el mesón. Tomó la toalla que tenía sobre los hombros el rubio, y le secó bien entre las piernas. Fue a buscar papel absorbente a un dispensador para secarle los pies y entre los dedos de los pies, eliminando en el papelero de inmediato. Tomó el pijama limpio, y le puso la parte superior, sin abrocharla, para luego ponerle el pantalón, claramente sin terminar de subirlo. Fue por las sandalias y se las puso en los pies. Allí lo ayudó a bajar del mesón, le subió los pantalones y comenzó a abotonar la camisa de pijama. – Espero que no te enfríes demás… - Comentó sutil el de cabellos azabaches.

- Tranquilo, de veras, estaré bien. – Dijo Naruto, luego de haberse dejado secar y vestir por el más alto, ya había superado el momento de pánico cuando fue cargado como doncella hacia el mesón.

- Diablos no se me ocurrió traer un secador de pelo… - Mencionó Sasuke, al tiempo que chasqueaba la lengua en el final de su oración. Terminó de abotonar todo y sonrió sutil, satisfecho con su trabajo hecho. – Listo. – Dijo triunfante y se puso a ordenar todo, botó los envases de champó y acondicionador, guardó el jabón, metió la toallita a una bolsa y la cerró, guardó  todo, dobló las toallas y el pijama, aunque en el mismo baño había dos tiestos grandes donde había que dejarlos. Por lo que aunque los dobló, los depositó allí, para su posterior sanitización. Naruto sólo lo seguía con la mirada en su accionar.

- No hace falta secarme el pelo, nunca lo hago de todos modos… Así que… - Meditó un poco el de ojos azules y miró al ya equipado chico de ojos oscuros. - ¿Volvamos?  Me siento con más energía ahora, aunque relajado. Es raro. – Comentó, ya que el rubio realmente se sentía como más libre y energético, pero a su vez se sentía que podría dormir pronto.

- Vamos entonces. – Sasuke tomó el bolsito con los útiles de aseo en una mano y le ofreció su brazo al menor, pero éste no lo tomó, le acomodó el brazo de forma normal y aunque tenía la intención de tomarle la mano, no se atrevió, por lo que le tomó con un solo dedo, su índice, el índice del Uchiha. Lo que a Sasuke le enterneció, y aunque las ganas por tomar ese agarre de forma más segura y enlazar sus dedos, no lo hizo, por respeto al más bajo.

Se fueron caminando en silencio a la habitación, entraron, cerrando la puerta tras de sí, caminaron a la cama, donde el mayor lo ayudó a sentarse, dándole un pequeño impulso desde las caderas de Naruto, una vez que se sentó el rubio, se tapó de inmediato con las sábanas y mantas, ya que le estaba dando un poco de frío. El mayor por su lado le ordenó las almohadas y las mantas para cubrirlo bien, dedicándole una sutil sonrisa, le gustaba pasar tiempo con el rubio y verlo de algún modo más tranquilo que la noche anterior. Una vez que Naruto estuvo cómodo y bien tapado, Sasuke se sentó en la silla al costado de la cama y extendió su mano para tomar la de aquel con ojos celestes y es que aquel pequeño gesto se le estaba haciendo costumbre.

- ¿Qué te dijo la psicóloga al final? – Preguntó el azabache, dando un pequeño enlace entre sus dedos con los del rubio.

- No me preguntó mucho, sólo algunos datos y los días en los que tendré hora… Que creo eran los martes y jueves como a las cuatro de la tarde, se supone me van a avisar. – Respondió el de ojos celestes, terminando el enlace que comenzó el más alto, juntando sus manos en un enlace casi romántico con el de cabellos azabaches.

- Entiendo… Oye torpe… - Le habló suave, pero con ese toque tosco que tenía per se Sasuke al hablar, llamando la atención de Naruto. – Ya te lo dije, pero lo voy a repetir por si no quedó claro… Yo no te dejaré solo en esto, el tratamiento lo haremos juntos, puedes depender de mí todo lo que quieras. – Tomó una pausa, dio un pequeño suspiro mientras mantenía sus ojos en los del rubio.- Ya has hecho suficiente por tu cuenta toda tu vida, así que deja que alguien te cuide un poco. ¿De acuerdo? – Le dijo calmo, pero era sincero con sus palabras, era testigo de lo sufrida que fue la vida del menor, y aunque la propia no era de las mejores, siempre a Naruto se le hizo más difícil.

- Está bien… - Asintió el de ojos celestes al tiempo que le respondía, le miró en todo momento, sabía que a Sasuke le gustaba que le miraran cuando hablaba de temas serios. – Gracias… Quizá me va a costar un poco, pero, haré un esfuerzo. – Terminó de mencionar el rubio, regalándole una sonrisa al más alto.

- Bien… Oye, pasando a otro tema… ¿Quieres que le diga a los chicos que vengan a verte? Sakura estaba algo preocupada… - Había olvidado rotundamente que tenía la intención de preguntarle aquello mucho antes. – Quizá quieres que vengan a verte. ¿No? – Terminó por mencionar el de cabellos azabaches.

- Uhm… La verdad, prefiero que no les digas… - Murmuró Naruto, bajando sutilmente la cabeza, con Sasuke tenía más confianza que con cualquiera, podía ser él mismo, sin fingir que algo le agradaba cuando no era así, por el momento prefería dedicarse a tu tratamiento y después iría viendo. – Prefiero avanzar un poco con el tratamiento, estar un poco mejor… - Dijo tranquilo, volviendo a alzar un poco la vista, estaba seguro que no era un mal argumento.

- Ok, de todos modos no les iba a decir nada, hasta que me dijeras si querías o no verles. – Le respondió el mayor y miró de reojo su reloj de pulsera. ¿Desde cuando las horas pasaban tan rápido?. Ya eran las seis, tenía que ir por las cosas al departamento de Naruto. – Oye, torpe… Tengo que irme… O no alcanzaré a sacar tus cosas y ordenar un poco antes de que llegue la señora a retirar las llaves. – Murmuró con pesadez y es que no quería irse por nada del mundo.

- Está bien. Entiendo, así que no te preocupes, de veras. Has pasado mucho tiempo conmigo. Ni siquiera has ido a clases. – Dijo el de ojos celestes, con pesar, porque le gustaría poder pasar más tiempo junto a Sasuke, pero de momento eso no era posible, al contrario, se quejaba de lleno, ya que definitivamente nunca había pasado tanto tiempo teniendo la atención completa del azabache.

- Sólo para que quede claro, hoy si fui a clases y tengo permiso. – Dijo el mayor, soltando sutilmente el agarre de su mano con la del rubio.- Te dejaré mi celular, para que descargues algún juego, veas alguna serie o escuches música. – Le dijo mientras de la mochila removía el cargador de su teléfono y sacaba de su bolsillo el celular. – No tiene patrón, ni clave ni nada, así que puedes usarlo como quieras. – Le dijo y se lo pasó, dejando el cargador en la cajonera la costado de la cama.

- Oh, gracias, aunque no es necesario. – Mencionó suave el menor, tomando el celular que le ofrecía el más alto, echándole una ojeada rápida, era lindo, negro y muy bien cuidado, llegaba a brillar. – Lo cuidaré. – Dijo como si el azabache le hubiese exigido aquello por pasárselo.

- Tranquilo, me imagino que se te puede hacer aburrido, a menos que salgas a hacer amigos. – Le dijo con una sonrisa, bromeando. Sabía que el rubio era de hacer amigos fácil, pero seguro en el hospital no recurriría a aquello. Se puso de pie y tomó su mochila, cerrándola y cargándola en su espalda, sólo desde un hombro. – Bien, me iré o no alcanzaré. Me llamas cualquier cosa, de hecho puedes llamarme para hablar, si te sientes solo o no puedes dormir. – Le dijo el alto, notando una ligera confusión en el rubio.- A tu celular, ya que yo lo tendré. – Le dijo, inclinándose para dejarle un beso en la frente al de ojos celestes, posterior a ello le dejó una sutil caricia en la mejilla, mirándolo enternecido. Sin ganas de dejarle solo allí. – Ok, ya me iré… - Terminó de decir en un suspiro.

- Ah… A mi número… - Repitió algo aturdido el rubio, para después sentir ese beso en su frente, a lo que alcanzó a cerrar los ojos, disfrutando de aquel ligero contacto. – Que te vaya bien… - Le dijo el de ojos celestes al azabache, mirándole cuando éste tomó distancia nuevamente. Antes de que el más alto se fuera, le alcanzó a tomar la mano. – Sasu… Sasuke… No quiero que te vayas… - Murmuró en un arrebato, ni siquiera alcanzó a procesar bien, porqué dijo algo tan egoísta.

- Naruto… - Murmuró muy suave el mayor, deteniendo todo movimiento cuando el menor le había tomado la mano, movió su cuerpo en dirección al rubio y lo miró, era tan bello y se le hacía aún más guapo actuando egoísta por primera vez en su vida. Con la mano libre le tomó el mentón, obligándolo a alzar la vista y al mismo tiempo se inclinó él, hasta estar a una distancia muy próxima al rubio, donde ambos podían sentir sus respiraciones. Naruto cerró sus ojos, lo que para Sasuke no significaba otra cosa que una autorización para cerrar ese contacto. Y no dudó un segundo en terminar con la distancia y posar sus labios sobre los de aquel con ojos azulados, al momento que también cerró sus ojos para disfrutar dicho contacto, que duró par de segundos, sólo sus labios entrelazados ligeramente. Sasuke se apartó, volviendo a incorporarse y soltándole el mentón. – Tengo que ir… Puedes quedarte horas tratando de librarte de la vergüenza, estarás ocupado. – Le dijo burlesco, no porque el beso fuera una burla, sino para que no hiciera un berrinche porque se tenía que ir. – Cuídate, torpe… - Dijo el mayor, al momento que el rubio le soltaba la mano. Volvió a acomodar su mochila y se retiró de la habitación.

Y Sasuke tenía razón, Naruto no fue capaz de articular palabra, estaba demasiado avergonzado como para existir siquiera, se escondió bajo las mantas. No quería que nadie le viera con tanta vergüenza. Su corazón daba un vuelco, palpitaba tan fuerte que se sentía un ligero dolor en él. Y su respiración se hizo entrecortada. Naruto Uzumaki pasó varios minutos tratando de calmarse y resolver sus emociones. Era obvio que iba a reaccionar así, si siempre había gustado de Sasuke Uchiha, desde bien pequeños que el azabache llamó su atención. Sólo esperaba de todo corazón que ese beso no fuera una simple broma para el mayor, no quería hacerse falsas ilusiones o expectativas, mientras no tuvieran ambos sus sentimientos y emociones claras, respecto al opuesto.

 

 

Notas finales:

Muchas gracias por llegas hasta aquí y leer~ uwu 


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