Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Revivir~ por Lez

[Reviews - 8]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Un poco de convivencia hospitalaria antes de llegar a casa. 

Al despertar Sasuke con la alarma justa para tomar una ducha, vestirse y comer algo rápido. Trató de no tener la pereza que se había acumulado debido a lo ocurrido los últimos días y logró levantarse de la cama, desperezándose, para poder así ir a tomar una merecida ducha tibia. Entrando al baño se dio cuenta que ya no se veía tan demacrado como la noche de antes, por lo que no tardó mucho en mirarse y se sacó toda la ropa que llevaba encima y una vez que la regadera estaba esparciendo agua suficientemente caliente, se metió a la ducha, dejándose empapar por aquellas gotas que consigo se llevaban las tensiones acumuladas. Una vez que estuvo todo mojado procedió a echarse champú en el cabello, tallando bien por todos los sectores para que quedase bien limpia su cabellera azabache, volvió bajo el chorro de agua y aprovechó de mojar la esponja con la que se frotaba el resto del cuerpo, le botaba el exceso de agua fría, hasta que ésta salía caliente o tibia y le puso jabón, alejándose del agua se frotó y talló todo su blanquecino cuerpo, una vez que consideró que había sacado la suciedad, dejó la esponja y se puso algo de acondicionador en el cabello, no mucho rato, no tenía tiempo, así que alcanzó a esparcirlo y se metió una vez más bajo el chorro de agua, dejando así salir el exceso de acondicionar y de jabón de su cuerpo; el cual recorría con sus manos para sacar la espuma y exceso de éste. Terminó de ducharse cuando se sentía realmente limpio, apagó la regadera y salió de la ducha envolviendo una toalla blanca sólo en su cintura, se fue a la habitación con zapatillas de descanso, allí se secaría y se vestiría apropiadamente.

La mañana para Naruto comenzaba, pasaban cerca de las siete de la mañana a tomar sus signos vitales y darle la medicación vía oral que aún tomaba. Se quedó despierto un rato luego de la visita de la enfermera. Sentía un poco de hambre el rubio, pero sabía que el desayuno lo traían a eso de las diez de las ocho de la mañana o a las nueve algunos días; así que se acomodó en la cama, mirando el móvil de Sasuke, lo abrazó contra su pecho e inevitablemente se acaloraron sus mejillas, recordando lo que el azabache le había comentado la noche anterior. No podía creer que sus sentimientos terminaron siendo correspondidos y hace bastantes años. Se sentía un poco estúpido por no ser capaza de atreverse a decirlo antes o de darse cuenta de que el Uchiha se sentía de igual manera. Con un gran suspiro cerró sus ojos y se acomodó en la cama, con la intención de dormir hasta que llegara la comida, se sentía somnoliento y como sabía que el de ojos oscuros no vendría hasta el mediodía, no sacaba nada con mantenerse despierto.

Estaba metido en las bolsas de basura con la ropa de Naruto, el de ojos oscuros buscaba la ropa más holgada, no era como si el rubio utilizara ropa ajustada, pero había prendas mucho más holgadas que las otras. Eligió un pantalón holgado, gris, de apariencia deportiva pero de algodón, con puños en los tobillos, unas zapatillas negras que se veían lo suficientemente cómodas, una sudadera holgada, anaranjada y una sudadera con capucha y bolsillo de canguro de color negro; sin embargo no olvidó la ropa interior, tomó de igual modo bóxer negros y soquetes negros. Metió todo aquello en una bolsa reutilizable y luego lo adentró a su mochila. Por su parte él se puso un pantalón de mezclilla elastizada, negra y ajustado a sus piernas, botines calor marrón, una camiseta negra y sobre ésta un suéter marrón, sobre eso se puso un abrigo negro. De pronto vio la hora y se le había pasado rápido el tiempo, por lo que no dudó en avanzar a la cocina y tomó dos rebanadas de pan, le puso mermelada de frambuesa y esperó a que la cafetera le entregara un expreso. Terminó de tragar su comida, no le gustaba irse sin lavar sus dientes, pero no tenía tiempo, por lo que tomó su mochila, las llaves del carro, del apartamento y se fue directo a la universidad, otra vez parecía que iba a llover.

El mayor de ambos protagonistas, estando en la universidad se encontró en un laboratorio nuevamente frente a la chica de cabellos rosa y ojos verde, que respondía al nombre de Sakura, ésta lo interceptó en el momento que guardaban en los casilleros sus mochilas.

- Hola, Sasuke… ¿Cómo estás? – Dijo ella mientras se ponía una bata blanca, requisito para entrar a los laboratorios.

- Hola, Sakura. Estoy bien. ¿Qué tal tú? – Preguntó el azabache por cortesía, no le preocupaba del todo la chica, pero era su “amiga” hacía bastantes años. Junto a ello se puso su bata también, abotonándola lentamente.

- Bien, bien. Oye, ¿por qué faltaste a clases? – Preguntó la curiosa chica de ojos verdes, mientras se ataba el cabello y se miraba en un ventanal para ver cómo lucía su apariencia.

- Tuve algunos asuntos de urgencia. Pero ya está todo mejor. – Respondió el de ojos negros, sin dar más detalles, sabía bien que a esa mujercita le gustaba indagar en asuntos que no le competían, pero no era una mala persona.

- A-Ah, ya veo. Que bueno que estén mejor las cosas, entonces. – Dijo sincera, dedicándole una sonrisa al Uchiha. – Hablando de otra, ¿has sabido de Naruto? – Consultó, pensando que el chico más alto iría a ver al rubio cuando le dijo que su estado no era el mejor.

- Sí, está como siempre, parece que ha recuperado un poco su peso. – Mintió, pero no quería dar detalles y sabía que a Naruto no le gustaría preocupar a Haruno de esa forma, era ideal dar una respuesta más satisfactoria para que ella dejara de preguntar y que por lo pronto no lo buscara.

- Ah, entiendo, entonces le llamaré cuando estemos más desocupados, para juntarnos. Deberías venir. – Le respondió la de cabellos rosa, ella sabía que había cierta aura entre los chicos, pero tenía la esperanza de que cuando Sasuke se apartó de Naruto, fuera en su beneficio y se fijara en ella.

- Bueno, eso debes consultarlo a él, y en cuanto a mí, dependerá de mi tiempo y cosas que hacer. – Respondió tajante el azabache, sin ánimos de seguir la conversación, tomó su cuaderno de laboratorio, los lápices que utilizaría y se movió para entrar a dicho recinto, a repasar, pues no había estudiado nada para el test de entrada.

Eran las nueve de la mañana y a Naruto lo despertó la chica que iba a dejar la alimentación. Se desperezó ante el sutil contacto y asintió a duras penas a lo que ella parecía informar, algo entendió sobre que le habían llevado la comida. Se acomodó en la cama, frotando sus ojos y miró la comida, se veía buena, pero antes iría al baño a lavar su cara y a orinar.

No pasó mucho rato en el baño, hizo lo necesario y volvió a la camilla, donde se sentó tranquilo a tomar desayuno. Mirando de reojo el celular negro del Uchiha, se vio tentado a tomarlo y eso hizo, enviando un mensaje a su propio móvil, esperando que el azabache lo hubiera llevado consigo. “Buenos días, Sasuke.
Que te vaya bien en los laboratorios.
Yo voy a desayunar ahora.
Espero verte pronto, de veras~“

No puso su nombre al final del mensaje, era evidente que el azabache sabría de quién era, ya que saldría su nombre en el teléfono móvil. Naruto dejó a un lado el celular y se dispuso a comer, tranquilamente, mirando lo nuboso que se veía afuera, seguramente llovería. Comió su sándwich, esta vez relleno con mermelada y algo más que no logró saber qué era, pero sabía bien, acompañado de una leche con chocolate tibia y una naranja como fruta. Era el primer día que le daban algo crudo, así que estaba ansioso de comer esa naranja, y como era invierno, época de naranjas, seguramente estaría dulce, aún así, la dejaría para después, de momento sólo los otros alimentos eran suficientes para saciarlo.

Cuando el rubio terminó de comer, no dudó en volver a acomodarse en la cama, la mañana se le estaba haciendo eterna, quería ver al mayor. Pero sabía que no llegaría tan temprano. Volvió a cerrar sus ojos, acostándose de costado, dirigiendo su vista a la ventana, al tiempo que se arropaba, el sólo ver que afuera amenazaba con llover le daba un poco de frío. Fue así como al paso de unos cuantos minutos, logró quedarse dormido nuevamente el de ojos celestes.

Miraba la hora ansioso, Sasuke quería terminar los laboratorios lo antes posible para poder ir a ver a su rubio, esperando que realmente ya que era viernes, le dieran el alta médica. Miró una vez más la hora, que marcaba las once y media de la mañana. El azabache tenía casi lista la entrega de informe final del laboratorio, por lo que quizá podría llegar unos minutos antes de lo que le había prometido a Uzumaki. Entregó su informe, salió del laboratorio, se quitó la bata blanca, sacó su mochila del casillero, donde guardó la bata y el cuaderno con los lápices; se puso su abrigo y rápidamente salió al estacionamiento de la facultad, donde tenía su auto, no se puso la mochila, total la subiría al vehículo.

Puso en marcha el motor y una vez que se aseguró con el cinturón de seguridad, salió camino al hospital, había pensado pasar a comprarle alguna golosina al rubio, pero llegaría cerca de la hora del almuerzo, así que descartó esa idea que pasó por su mente. Faltaban cinco minutos para mediodía cuando se bajó del auto; el tráfico había estado lo suficientemente malo como para permitirle llegar antes.

El Uchiha se bajó se su vehículo, sacó la mochila donde tenía la ropa de Uzumaki y se dirigió a verle, sin antes tener que pedir el permiso en la zona de recepción. Estuvo en la sala del rubio justo al mediodía, miró a lo lejos, desde la puerta, la silueta envuelta de aquel con ojos celestes y se acercó en completo silencio, sospechaba que estaba dormido. Y así pudo ver cuando estuvo de pie frente a Naruto. Se acercó a él y le dejó un tierno beso en la mejilla.

- Despierta, te costará dormir si duermes tanto… - Le habló no muy fuerte, Sasuke, acomodándose se sentó en la silla, dejando su mochila por ahí cerca.

- Estoy despierto… - Murmuró el de ojos celestes, notándose que en realidad seguía medio dormido. Se removió un poco en las mantas parpadeando varias veces para aclarar su vista y poder ver a su chico, a Sasuke.

- ¿Cómo te sientes? – Preguntó el de ojos negros y se acercó, a dejarle una sutil caricia en la mejilla.

- Bien, mucho mejor, siento que he descansado demasiado. – Respondió el rubio, cerrando sus ojos para disfrutar mejor esa caricia que le proporcionaba el alto. Después de un par de segundos abrió los ojos y le sonrió. - ¿Cómo estás tú? ¿Cómo te fue en los laboratorios? – Consultó curioso el menor.

- Que bueno que te sientes mejor, pero debes seguir descansando hasta estar totalmente bien. – Le reprochó el más alto, quería asegurarse de que Naruto entendiera que no debía ser descuidado con su salud. Detuvo las caricias cuando el rubio abrió sus ojos y le tomó la mano, así no tendría que soltarle. – Me fue bien. Sakura preguntó por ti. – Dijo sin darle demasiada importancia, actualmente le preocupaba mucho más el menor, por lo que sus clases, laboratorio o cualquier cosa adicional era bastante monótona.

- Sí, sí… - Dijo Uzumaki para no seguir dándole vueltas al asunto, sabía que el azabache quería cuidarle. Apretó sutilmente los dedos del alto que apresaban su mano, respondiendo así el agarre y abrió un poco más los ojos.- ¿Le dijiste algo? – Preguntó temeroso, aunque sabía que Uchiha no era una persona que contara cosas de los demás.

- No, claro que no, torpe. Pero para calmarla le dije que te había visto y que estabas bien, que habías aumentado un poco tu peso. – Resumió Sasuke al menor y suspiró sutilmente, estaba cansado, quería poder llevarse luego a Naruto a su casa y poder descansar mucho tiempo acompañado de su rubio.

- A-Ahh… Gra-Gracias, de veras~ Mentiste por mí. – Sonó un poco acomplejado el más bajo de ambos y miró un poco más serio al azabache al oírle suspirar.- ¿Te pasa algo? ¿Estás cansado de venir aquí? – Preguntó sin darle muchas vueltas a cómo formularía la pregunta.

- No mentí del todo… Estás mejor que cuando te encontré, y has ganado algunos gramos de peso seguramente porque te has alimentado mejor. ¿No? – Respondió el azabache y luego lo miró, dedicándole una leve sonrisa, pero sincera. – No, torpe, no pasa nada. Y no estoy cansado de venir aquí, de hecho, es lo único que quería desde que me levanté. Sólo me gustaría llevarte pronto a casa y que podamos descansar allá. – Dijo lo último casi en un susurro, pero seguro el oído de aquel con ojos celestes lograría oír.

- Tienes razón, de veras~ - Sonrió sutil el rubio al notar que el mayor no debió mentir por su culpa. Escuchándole atento sobre la respuesta a sus preguntas, lo entendía y sonaba real, ya que él deseaba lo mismo que el de ojos negros. – También quiero irme pronto… - Le dijo despacio y se quedaron un momento en silencio, sólo contemplándose.

El silencio lo interrumpió un hombre que ingresaba a la sala, entrando por la puerta se dirigió donde Naruto, vestía una bata blanca, así que ambos, Naruto y Sasuke, dedujeron que sería el médico de turno ese día.

- ¿Cómo te sientes? – Preguntó el hombre, relativamente joven de cabellera color castaña. Mientas hojeaba la ficha a los pies de la cama del rubio, leyendo allí varios parámetros y su nombre. - ¿Naruto Uzumaki, cierto? – Consultó el hombre, alzando la vista sólo para comprobar esa información, se veía algo apresurado.

- Bi-Bien, gracias. – Respondió limitadamente el rubio y miró de reojo a Sasuke, donde ambos lentamente soltaron sus manos, que disimuladamente volvieron a su posición original. – Sí, soy yo. – Dijo el rubio nuevamente, mirando al médico.

- Ok, tu médico tratante no pudo venir, pero me mandó contra el tiempo a evaluarte, ya que te quieren dar el alta. Para eso… - Habló mirando ahora al de cabellos negros, sin soltar la ficha clínica. – Le voy a pedir que se retire, joven. Voy a revisar las heridas y hacer curaciones. – Justificó el por qué le pedía al Uchiha retirarse del lugar.

- Oh… Está bien… - Dijo el azabache y se puso de pie, miró al rubio y le dedicó una sonrisa burlona. – No llores. – Sin decir más, se acercó a la puerta para luego salir de allí.

- ¿Quién va a llorar?, idiota… - Bufó para sí mismo el de ojos celestes, volviendo su atención al médico, que acomodaba todos los utensilios para revisarle y hacer las curaciones pertinentes a su herida.

- ¿Es tu amigo? No creo que sea familiar, por el color de sus cabellos. – Le dijo el castaño, con afán de que el menor se relajara para el procedimiento. Una vez enguantado y con todo lo necesario, procedió a revisar el antebrazo izquierdo del rubio. – Veamos…. Sólo te aviso que veremos como va y cambiaremos los vendajes, seguramente la semana que viene tendrás que venir a sacarte los puntos. – Le explicaba el hombre, mientras retiraba por completo el vendaje y revisaba la herida.

- Sí, es mi amigo, es un buen tipo, aunque le gusta molestarme. – Le dijo el rubio al médico y mantenía su atención en lo que éste hacía. – Ya no me duele, aunque sí me pica un poco. – Confesó el de ojos celestes.

- Así son los amigos y las familias en general, o sino todo sería demasiado aburrido. ¿No crees? – Terminó por preguntar el castaño limpiando las suturas sutilmente con un antiséptico, notando que éstas se veían bastante bien en apariencia. – Claro que te va a picar, es normal, pero tienes prohibido rascarte. Y… Creo que tendrás que venir el martes a retirarte los puntos. ¿De acuerdo? – Le dijo el hombre con bata mientras comenzaba a vendar de nueva cuenta, ahora era una venda más simple. - ¡Ah! Esta venda creo que ya mañana te la puedes sacar, es bueno que la cicatrización tome aire, es más rápida y menos probable que se infecte. – Le dijo, terminando el vendaje, y comenzando a guardar todos los utensilios, lo sucio iba todo en un recipiente amarillo y lo demás aparentemente lo dejaría para el lavado y esterilización.

- Es verdad. – Respondió sin mucho afán de que el hombre siguiera hablando de familia o de Sasuke. Lo escuchaba atento, aunque no lo miraba, estuvo todo momento concentrado en lo que le hacían a su herida. – Justo el martes tengo cita con la psicóloga. – Murmuró el rubio y asintió a la última indicación que le daba el castaño. Ok, comprendo. – Dijo aliviado de que su cicatrización se veía bien y rápida.

- Por cierto, ahora voy a tramitar tu alta. Aunque es un trámite algo largo, quizá a las tres de la tarde recién podrías irte, así que no sacas nada con apresurar en vestirte o algo así. – Le comentó el médico una vez que volvió de lavar prolijamente sus manos. - ¿Alguna consulta?

- Ohh, genial, realmente quería irme. – Habló contento el de ojos celestes y negó ante la pregunta del médico. – No, ninguna pregunta. Y muchas gracias, de veras~ - Le sonrió sincero, mirando de reojo su nuevo vendaje.

- Bien, entonces te podrás regresar a casa, aunque ya debes saber, debes cuidarte de una posible infección, mira que eso sería lo peor en éstos momentos. – Le recomendó el médico y le hizo una seña con la mano, de despedida. – Nos vemos, joven Uzumaki. – Dijo y sin más se retiró, al salir buscó con la vista al azabache y le hizo una seña con la mano, sólo para que ingresara, indicando que ya estaba listo, para luego retirarse al mesón donde la mayoría de personas eran enfermeras, para tramitar el alta médica.

Sasuke no tardó en ponerse de pie y volver a ingresar a la sala, cerrando la puerta tras de sí. Se acercó a Naruto y tomó asiento donde siempre.

- ¿Y? ¿Qué tal estuvo? – Preguntó el azabache, notando que había un nuevo vendaje en el brazo del más bajo.

- ¡Me dio de alta! Aunque dijo que estará el papeleo como a las tres de la tarde… - Murmuró bajando sutilmente la cabeza.

- Hey… Pero está bien, eso es súper bueno. Sólo tenemos que aguantar cerca de dos horas más. No es tan terrible. ¿O sí? – Le preguntó el de ojos negros, mirándolo y volviendo a tomar su mano, dejando una suave caricia sobre la piel.

- Tienes razón, no es tanto tiempo y a la una van a venir a dejar el almuerzo. Así que alcanzaré a comer una vez más aquí. – Dijo dedicándole una sonrisa radiante al azabache cuando éste sintió el calor y agarre de su mano. - ¿Trajiste algo para comer? – Preguntó el rubio, pensando que no era justo de que él almorzara y Sasuke no.

- Siempre pensando en comida… - Negó sutil el Uchiha y lo miró enternecido. – No, pero abajo venden bentos, puedo ir a comprar uno, no hay problema. – Le respondió tranquilo.

- Entonces deberías ir pronto, antes que se acaben, no quiero almorzar solo. – Contestó Uzumaki, dejando pequeños toques con su dedo índice en la mano del mayor. - ¡Ah! ¿Te acordaste de traerme ropa? – Consultó, pensando en el momento en que ya se iría.

- Ok, ok, iré pronto. – Respondió el más alto, pues igual tenía un poco de hambre a esas horas. – Sí, te traje ropa holgada como me pediste. – Dijo tranquilo indicándole con su mano libre la mochila. Le soltó la mano y se puedo de pie. – Iré a comprar. ¿Vale? Para que podamos comer juntos. ¿Algún encargo? – Preguntó el más alto, antes de retirarse.

- Gracias por traer mi ropa. – Dijo tranquilo y aliviado el más bajo y le quedó mirando cuando se puso de pie.- Uhm… - Pensó en qué tenía deseos de comer. – Un chocolate, para después del almuerzo. – Murmuró sutilmente y vio como Sasuke asentía y se retiraba con tranquilidad.

El Uchiha fue por un bento, el cual no tardó en elegir, con el hambre que tenía todos se veían apetitosos, pero buscó algo balanceado que principalmente tuviera arroz, tomate y carne. No sabía cual sería el  chocolate del agrado de Naruto, pero le llevó uno de leche, que son más dulces que los chocolates negros. Ya con su compra en la mano regresó a la habitación, donde se encontró con alguien saliendo, era la persona que llevaba las comidas. Le dio el paso y luego entró el, cerrando tras de sí, caminó hacia el más bajo y se volvió a acomodar en su lugar.

- ¿Cómo te fue? – Preguntó Uzumaki, acomodándose en la cama, para poder comer cómodamente.

- Bien, aunque no sabía qué chocolate te gustaría… - Comentó sincero el azabache, sintiendo que su misión no estaba completa. Mientras sacaba el bento de la bolsita y de paso le dejaba sobre las piernas el chocolate a Naruto. – Traje ese de leche. – Le comentó destapando su bento, se le hacía agua la boca y e que había desayunado hacía muchas horas.

- Me gusta el chocolate de leche, así que está bien este. Gracias, Sasuke. – Dijo el rubio y juntó su manos para agradecer por la comida antes de comenzar. – Que aproveche~ - Habló y dio el primer bocado, le habían servido arroz con carne y brócoli como ensalada y una manzana horneada como postre.- Que hambre… - Comentó, comenzando a comer, llenándose la boca con alimento.

- Genial, entonces. – Murmuró, juntando también sus manos, para agradecer por la comida. – Que aproveche. – Dijo y también, con el hambre que tenía, comenzó a comer. Sus almuerzos eran bastante parecidos.

Comieron más bien en silencio, ya que parecía que ambos tenían hambre o quizá era la ansiedad porque en menos de dos horas el rubio probablemente estaría de alta. Se miraban de reojo de vez en cuando, no tenía sentido compartir la comida, ya que era básicamente la misma.

 

 

 

Notas finales:

Si llegaste hasta aquí espero te haya gustado y muchas gracias~ uwu


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).