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Revivir~ por Lez

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Notas del capitulo:

Perdón por la ausencia, pasaron muchas cosas en mi vida pandemiosa~ 

Pero bueno, a las personas pacientes, gracias por esperar una actualización. 

Sólo les digo que traté de subirlo antes, pero estaba escribiendo de a pedazos y no me dejaban concentrarme con mandados. 

Bueno y aquí la cosa se pone un poquito acalorada~ 

<3

No hacían falta muchas palabras dentro de su comunicación, estaban acostumbrados a abrir la boca casi sólo para sacarse cosas en cara o desafiarse, por lo que cuando se trataba de sentimientos más profundos, no eran muy expresivos, ninguno de los dos. Fueron en silencio a la mesa, porque la conversación ya había muerto en el baño. El mayor de ambos sabía bien qué debía hacer con esa errática forma de expresarse respecto al rubio. Se sentaron uno frente al otro, sin otra cosa por comer que le Ramen instantáneo frente a ellos.

- ¡Que aproveche! – Mencionó el rubio, juntando sus dos manos frente a su cara y tomó los palillos para luego destapar la pequeña capa que cubría el ramen. Lo revolvió con los palillos y dio un primer bocado, sintiéndose muy contento de poder probar su preciado Ramen después de un tiempo. Además por la compañía ese ramen tenía un sabor completamente diferente.

- Buen provecho… - Dijo el mayor de ojos oscuros e imitando el gesto del menor juntó sus manos frente a su cara, para luego imitar el resto de sus acciones y probar el ramen, a el no le fascinaba como a aquel con ojos celestes, pero definitivamente le traía recuerdos de cuando eran menores e iban por un ramen después de clases. Hacía años que no comía a solas con el rubio, por ende esa cena tenía un sabor diferente.

Comieron en silencio, y en menos de diez minutos ya estuvieron ambos pocillos vacíos. Habían disfrutado ese Ramen y como era normal en cualquier sopa, les devolvió un poco el calor al cuerpo mientras la calefacción hacía su trabajo de temperar el lugar. Quizá había un poco de incomodidad dentro de sus jóvenes corazones y es que nunca habían estado juntos de esa forma, sabiendo de alguna manera, sus sentimientos mutuos y correspondidos, quizá con los días, con el tiempo, era algo que iban a superar y podrían cambiar el rumbo que actualmente tenían.

- Estaba muy bueno, muchas gracias Sasuke por tener Ramen como bienvenida, de veras~ - Dijo el más bajo y sonrió, estirándose ligeramente.

- Deja de agradecer por todo, es lo mínimo que podía hacer, para la próxima no será instantáneo y lo cocinaré yo, ya verás. – Le dijo tranquilo como siempre el azabache y se levantó, tomando los pocillos desechables para ponerlos en el basurero y tomar los palillos de acero inoxidable y dejarlos en el lavadero. - ¿Quieres un café? ¿Una cerveza o algo así? – Consultó, mirando al opuesto mientras mantenía la mano en la puerta del refrigerador.

- Eh… Pues… Un café estaría bien para mí. – Respondió el rubio, siguiendo con sus intensos ojos color cielo, todos los movimientos del azabache.

- Bien… - Sacó su mano de la nevera y se dirigió a la cafetera, donde puso café molido y se aseguró de que tuviera agua. - ¿Quieres con leche? ¿O así no más? – Volvió a preguntar el dueño de casa, para sacar una cerveza del refrigerador, sin cerrar, esperó la respuesta del menor.

- Con leche, por favor~ - Respondió el rubio, poniéndose de pie, siguiendo al de piel clara a la cocina. - ¿Vas a tomar cerveza? – Preguntó mirando la lata sobre uno de los muebles.

- Lo sabía… - Murmuró para sí mismo, sacando la leche de la nevera, poniéndola en una taza para calentarla con una opción de la cafetera. Siguió con la vista cada paso del menor al dirigirse hacia él y sonrió ladino, sabía que a Naruto no le agradaba del todo el alcohol.- Sí, pero sólo una… ¿Seguro no quieres? – Volvió a preguntar, aunque sabía bien que la respuesta sería una negación.

- Uhm… No, gracias, sabes que no me gusta. – Susurró despacio el rubio, apoyándose en el más alto, mientras esperaban el café. Se sentía cada vez con más sueño.

- Es porque es viernes que me tomaré una… - Murmuró el alto, rodeándole con uno de sus brazos al sentir que se apoyaba en su costado. –  ¿Estás cansado, tienes sueño? – Preguntó sutilmente el de cabelleras oscuras. - ¿Te parece si vemos una película o algo así? – Consultó terminando con la preparación de café del menor y le soltó suave para poder pasárselo, mientras que por su parte abría la lata de cerveza.

- Gracias, Sasuke, de veras~ - Recibió su café, y agradeció en el momento en que sintió el aroma al acerca la taza a su nariz, sintiendo tranquilidad con la situación en la que ambos se encontraban. Luego asintió ante la propuesta del mayor, la verdad ni se había preguntado cómo es que dormirían, pero en ese momento pasó por su cabeza que seguramente le tocaría dormir en el sillón. – Me parece bien ver una película, aunque no te aseguro que no me quedaré dormido en medio… Por alguna extraña razón tengo algo de sueño. Quizá es donde estoy más relajado. – Confesó sutilmente el rubio, soplando su café antes de beber algunos sorbos. Seguía con la mirada al azabache, sin embargo, no le miraba fijamente a los ojos, ya que se avergonzaba.

- Bobo, está bien, sólo es una pequeña atención, no siempre estaré disponible para hacerte yo el café. – Murmuró despacio el mayor, bebiendo de su cerveza y le ofreció la mano libre al de marcas en la cara. – Vamos, busquemos qué ver mientras. – Le dijo, pensando en que quizá algo de acción estaría bien, aunque si el menor estaba cansado, seguramente el menor se dormiría igual.

- Eso es verdad, el lunes ya vuelves a clases. ¿Es muy difícil estudiar medicina? – Consultó el de ojos celestes, tomando la mano del más alto y comenzó a ser guiado a la habitación, porque allí estaba el televisor, era un televisor grande, se podía ver bastante bien desde la cama. Cuando estuvieron a las faldas de la cama ambos de detuvieron y Sasuke le soltó la mano para buscar el control del televisor.

- No… Bueno, para ti que eres un torpe, probablemente sería un infierno. – Dijo con una risa tras sus palabras, aunque no era una risa tan burlesca.- Digamos que si te organizas bien y entiendes, no es difícil, pero debes tener una mente abierta para saber cómo es que funciona el cuerpo, es todo un misterio, hasta que comienzas a saber cómo es. – Le decía mientras encendía el televisor y buscaba en la conocida plataforma de películas en la zona de acción.- Deberíamos ponernos el pijama desde ya. – Mencionó el mayor, dejando de buscar una película y sacando de una cajonera su pijama.

- No te burles de mí, cuando quiero puedo ser muy inteligente. – Murmuró entre dientes el rubio, ligeramente ofendido, pero es que siempre había sido así, él era realmente torpe, le costaba internalizar las cosas cuando se las decían, era más bien de aprender en la práctica o mirando que escuchando una cátedra o leyendo. – Uhm… Aunque ni idea dónde dejaste mi ropa. – Murmuró encogiéndose de hombros y se quedó de pie apoyado en el marco de la puerta mientras bebía café.

- Ah, la verdad, no he tenido tiempo de ordenar tu ropa, por lo que sigue en las bolsas, pero ya mañana sábado le haremos un espacio en el ropero o en la cajonera. – Dijo el mayor, soltando el control del televisor y buscando entre sus ropas un pijama, que debía quedarle a lo más un poco largo al rubio chico. – Te pasaré uno mío de momento. ¿De acuerdo? Me da flojera ponerme a desordenar tu ropa, para luego ordenarla y guardarla… Sin mencionar que mañana tendríamos que volver a sacarla para ponerla en el lugar definitivo. – Comentó con sutil fastidio el azabache de sólo pensarlo. Terminó de decir aquello y teniendo un pijama en cada mano, extendió hacia el de ojos celestes el que creía le calzaría mejor, aunque ambos eran holgados.

- Eh… ¡Ah! ¡Tienes razón, Sasuke! – Respondió el rubio, entendiendo el punto del más alto, sabía que era un chico ordenado, así que si desordenaban, seguramente tendrían que ordenar para que éste se quedara tranquilo. Naruto tomó el pijama que el Uchiha le ofreció y buscó un lugar para dejar su taza, antes de disponerse a ir al baño para cambiarse.

- Ni se te ocurra ir a cambiarte al baño… - Sentenció el de ojos oscuros y es que conocía bien al rubio. Por su parte él se estaba desvistiendo y cambiándose ahí mismo, la habitación era más espaciosa que el cuarto de baño. Sacó su pantalón primero, reemplazándolo con el pantalón de pijama, siguiendo por desnudarse hacia arriba sacándose todas las prendas, cuando estuvo a dorso desnudo se estiró un poco antes de ponerse la parte de arriba del pijama, pues muchas veces solía dormir sin nada hacia arriba. Estaba centrado en vestirse que no era capaz de notar las miradas de reojo que le daba el chico rubio.

- E-Está bien… - No discutió a lo que el mayor le decía, Uzumaki entendía que cuando Sasuke hablaba era porque seguramente tenía razón. Se fue al lado opuesto de la cama donde estaba el mayor y allí se fue desnudando hasta quedar sólo en ropa interior, a diferencia del mayor, Naruto se quitaba todo para luego vestirse. El rubio se miraba a sí mismo, notando lo enflaquecido que estaba, sintiendo un poco de lástima de su cuerpo. Después de unos segundos de pensamiento, se puso primero el pantalón del pijama, efectivamente le quedaba sutilmente largo, prosiguió con la camiseta del pijama, era cómodo holgado y de algodón, muy suave. Una vez vestido volvió a buscar su taza con café, dando un sorbo antes de regresar al lado de la cama que había elegido, aunque era obvio que ese sería, ya que Sasuke se había ido directo al lado derecho de la cama, seguramente ese solía ser su lugar.

- Ya recuperarás tu peso normal… - Murmuró el mayor, notando como es que Naruto se quedaba mirando su cuerpo antes de terminar de vestirse. Por su lado Sasuke no trataba tanto de disimular que lo estaba observando semi desnudo. Tomó otro sorbo de su cerveza, notando que casi ya no le quedaba nada. Dejó el envase sobre la mesa de noche y se metió a la cama, esperando que el rubio imitara la misma acción.

- Uhm… Es un poso asqueroso. ¿No? – Preguntó el rubio, al tiempo que imitaba las acciones del más alto, sin antes dejar en la mesa de noche de su lado, el café que quedaba un poco aún, después haciéndose despacio entre mantas y sábanas para poder acostarse.

- No digas eso, idiota… Sólo estás más delgado de lo usual, pero no es asqueroso. Sácate esa idea estúpida de la cabeza. – Bufó sutil Sasuke, no era el rey de la paciencia, pero trataría de hacerle saber a Naruto, las veces que fuera, que era hermoso así y que el por su parte lo seguiría amando tal como era. Terminó de acomodarse en la cama, volviendo a tomar el control del televisor.

- Ya, ya… Pero no te enojes, de veras… - Murmuró mirando de reojo al azabache, cubriéndose con las mantas y dejándose abrazar por la suavidad de la cama, lo blando y lo esponjoso de las almohadas. – Ahh~ Que genial es ésta cama, de veras~ Es como una nube… - Decía el rubio cerrando sus ojos, dejando salir un gran suspiro, como de alivio.

- No me enojo… - Susurró entre dientes, audible casi sólo para sí mismo. Su expresión cambió cuando pudo mirar al menor tan reconfortantemente acostado, robándole una amplia sonrisa enternecida. Se acomodó también acercándose al cuerpo del rubio, bajo la sábana y mantas que los cubrían. – No te alejes tanto, sabes que está haciendo frío y el calefactor no es tanto lo que hace. – Mintió, hasta el momento había pasado buenos inviernos con el calefactor del aire acondicionado. Pero quería estar cerca del más bajo.

- E-Es…. Está bien… - Comentó con sutil rigidez el rubio es que nunca había estado en esa situación con Sasuke, algo tan íntimo como un secreto o un tesoro muy preciado que nadie debía saber. Cuando eran más jóvenes había hecho pijamadas pero siempre había más personas en el mismo cuarto o en el mismo futón. Las ganas de dormir abrazado al azabache no le faltaban, pero definitivamente no quería forzar las cosas entre ellos. No supo que hacer, sólo se dio medio giro para poder quedar mirando a Sasuke en vez de mirar el techo.

- No estés tenso… Esto es nuevo para ambos, así que de a poco nos acostumbraremos. ¿De acuerdo? – Hablaba el azabache, hasta que notó el gesto de Naruto de girarse y quedar mirándole. Robándole un sutil sonrojo, agradeciendo de que lo único que iluminaba el oscuro cuarto era la televisión.  Terminó de romper la distancia, acercando su cuerpo de forma peligrosa al rubio, rodeándole la cintura con su diestra y pasando su brazo izquierdo por el cuello del menor, acercándolo hasta terminar el espacio físico entre ellos. – Si te da calor sólo me dices o te apartas… - Murmuró suave, estaban tan cerca el uno del otro que no se necesitaba más volumen en su voz.

- Lo… Lo sé, Sasuke, pero, definitivamente no estoy acostumbrado a esto… - Confesó el rubio, dejándose abrazar por el más alto, escondiendo su cara entre el cuello y pecho del azabache, dejándose llevar por el aroma de su perfume, varonil pero joven y suave, olía a Sasuke. Con timidez posó su brazo izquierdo sobre la cintura del mayor, cerrando así el abrazo. – De momento no tengo calor, Sasuke… - Murmuró y alzó ligeramente su rostro desde donde se había ocultado, con la intención de mirar al azabache. Y ahí estaba, mirándole, contemplándolo, se lo encontró de frente, aún con ganas de rehuir de su cercanía, prefirió quedarse contemplando lo lindo que era ese chico frente a sus azules ojos.

- Está bien, todo a su tiempo, torpe… - Dijo el mayor, aunque ya habían tomado muchos años en acercarse a pesar de que tenían sentimientos mutuos el uno por el otro. Uchiha se sintió feliz cuando no fue rechazado por el rubio y es que estaba temeroso ante ello, por el reciente trauma del más bajo, pero sus miedos desaparecieron cuando fue correspondido a ese abrazo. Lo miraba, oculto en su pecho, no se cansaba de mirarlo y es que ese momento que vivía era algo que quizá siempre imaginó y nunca pudo pasar, hasta ahora. De pronto sus ojos negros se encontraron con aquellos claros y brillosos ojos de Naruto, robándole una sonrisa torpe, no pensó que el menor se atrevería a mantenerle la mirada con tanta cercanía.  Quizá podía atreverse a hacer algo más.

No dijeron nada más, el silencio se hizo presente, un tanto incómodo, era extraño, pero a pesar de esa ligera incomodidad, se sentía un ambiente tranquilo. Sasuke no aguantó mucho más y rompió ante su instinto que lo invitaba a allanar la boca y los labios del opuesto, sólo deseaba no ser rechazado, sería un golpe duro si eso pasaba y es que deseaba poder besarlo, pero no de una forma superficial como en la clínica, sino que algo un poco más profundo. Realmente no entendía cómo es que aguantó tantos años estando tan cerca frente a la tentación que le era Naruto y no haber hecho nada para crear algún acercamiento. Ahora, años más tarde se arrepentía, quizá hubieran llevado bastante tiempo juntos y pudo tal vez evitar las cosas malas que le pasaron al rubio, sin embargo, de nada servía pensar en el “¿qué hubiera pasado si?”.

El rubio se mantuvo en silencio, avergonzado por la cercanía que tenían ambos, suspiró sutilmente, pensando en la pequeña idea de que a pesar de que era la ocasión indicada para besarse, sabía que Sasuke tenía tanto miedo de causarle daño o un trauma adicional que quizá se contendría de darle un beso más profundo, pero estaba equivocado. Luego de liberar ese suspiro, sus labios fueron tocados por los labios del Uchiha, de forma automática cerró sus ojos disfrutando de ese roce que en las veces anteriores fue un contacto bastante corto. El azabache también cerró sus ojos y con el brazo que le rodeaba la cintura, lo acercó aún más a su cuerpo, a la vez que entrelazaba sus labios con los del menor dando paso a movimientos muy sutiles entre ellos. Luego de unos segundos de caricias entre sus labios Naruto entreabrió ligeramente sus labios principalmente en busca de un poco más de aire; pero en ese momento fue que la lengua de Sasuke ingresó suave, escabulléndose despacio para no ser apartado.

Causó impresión en el más alto que Naruto le recibió también con su lengua, un poco más lenta y tímida, comenzaron un jugo lento de reconocimiento, dándose pequeños toques y caricias entre ambas. La mano de Sasuke que se mantenía en la cintura del rubio repartía suaves y lentas caricias desde la cintura a la cadera, pasando muy poco hacia su muslo. Luego del baile entre sus lenguas el mayor de ambos se apartó lentamente rompiendo con el contacto, juntando su nariz con la del menor, abriendo los ojos para mirarlo. Necesitaba saber cómo estaba, si era incómodo todo aquello. Quería que su relación con Naruto fuera la relación más especial y romántica que ambos tuvieron en sus vidas.

- Na… Naruto… - Susurró Sasuke sobre los labios del rubio, invitándole de alguna forma a abrir sus ojos y despertar del letargo que le causó el beso. – No te duermas… - Volvió a susurrar al ver lo lento que reaccionaba el rubio, pero le alegraba ver ese sonrojo en su cara. Tenía esa sensación de mariposas o cosquilleo que describía mucha gente, pero definitivamente no era en el estómago, era en la zona de la pelvis, un tipo de calor extraño que nunca sintió con nadie más sólo con un beso.

- ¿Uhm? – Respondió casi somnoliento el rubio de ojos celestes, abrió sus ojos con lentitud y parecía que no los podía abrir del todo. Sonrojado, pero en ésta ocasión no se preocupaba de esconder su vergüenza. Le dedicó una sutil sonrisa al más alto y es que estar con él le causaba seguridad y tranquilidad. – No me duermo… - Le susurró sobre los labios y en un acto infantil le sopló la cara al azabache.

- Pero estás casi dormido… - Reclamó el mayor, subiendo la mano de la cintura hacia su rostro, acariciándole la mejilla suavemente. - ¿Tienes mucho sueño? – Consultó el más alto luego de recibir ese soplo en su rostro, con un ligero olor a café. Lo acomodó de tal manera que su propio brazo no perdiera la irrigación sanguínea y que el menor quedara cómodo. – No sabes las ganas que me dan de seguirte besando… Pero podría ser peligroso… - Confesó el Uchiha, dejando salir un suave suspiro.

- Un poco solamente… - Confesó el rubio y es que la sensación de relajo que le causó el beso era algo que no podía explicar. Ese cosquilleo que aún se mantenía en su zona pélvica podría ser eso que los enamorados describían como mariposas en la panza. Llevó su mano sutilmente a su abdomen bajo, sin entender del todo por qué ahí y en su corazón era que se concentraba una sensación de calor. – Yo igual quiero… - Murmuró entre dientes, desviando la mirada, se refería a que también quisiera seguir besando al azabache, pero éste tenía razón y no es que tuviera miedo a ese “peligro”, el miedo que le daba era que llegaran a mayores y no ser capaz de seguir adelante o decepcionar completamente a Sasuke. Mejor optó por cambiar de tema, así se calmaban un poco sus corazones. - ¿Veremos una película o mejor dormimos? – Preguntó el rubio, sabía que podía sonar mal pero no quería arruinar las cosas.

- Ese poco creo que es mucho. – Respondió Sasuke ante el sueño del rubio, notó que le sacó la mano de la cintura, más no pudo notar donde fue el nuevo punto donde la ubicó. - ¿Igual quieres?... ¿Qué? – Consultó, necesitaba asegurarse de que se refería a seguirse besando, o podría echarlo a perder en cualquier momento. No dejaba de repartir caricias en su mejilla y de paso tocando su cabello. Cuando lo escuchó pudo notar por qué daba el cambio de tema. Así que no insistió, lo apartó sutilmente de su cuerpo, acomodándose y acomodándolo para mirar la televisión. – Veamos un poco, si te duermes en medio no importa… - Terminó de decir Sasuke, ligeramente decepcionado, aunque entendía claramente la situación.

- Beso… - Susurró su respuesta, no quería dejarlo al aire, necesitaba hacer saber a Sasuke que el sí correspondía a sus sentimientos y sensaciones, sólo que era un tanto complejo. Cuando notó que el más alto tomaba espacio para acomodarse y acomodarlo para mirar la televisión supo que la había cagado con su comentario de ver la película.  No quería dejar las cosas así, por lo que bajo las mantas buscó la mano del mayor y entrelazó sus dedos con los de Sasuke. – Hey… No es que necesite ver una película o algo así… Pero me da miedo no ser capaz de corresponderte completamente… Y sabes que quiero, pero no sé si puedo… No sé si mi cuerpo puede… - Confesó Naruto mordiéndose el labio inferior por el complejo y preocupación que eso le causaba; al tener la mano de Sasuke entre la suya, lo miraba, esperando que éste le mirara de vuelta y dejara de mirar la televisión.  

- Uhm… - Lo empezó a escuchar y dedicó su mirada al más bajo, enterneciéndose con la explicación que el rubio le daba. Sonrió sutilmente sosteniendo firme su mano enlazada a la de Naruto. – Bobo, yo lo sé… Naruto, lo tengo claro, es por ello que lo respeto y tomo un poco de espacio… - Dijo suavemente, volteando su cuerpo de forma ligera hacia la posición del rubio. -  Sabes que quisiera tocarte y besarte, pero… Sé que hay un proceso por el cual debes pasar… Y yo te quiero apoyar y estar para ti en ese proceso, no quiero arruinarlo o presionarte… Somos un equipo, estamos los dos en éste proceso, quizá va a ser más rápido de lo que piensas, quizá no. Pero no llenes tu cabeza con pensamientos negativos, mira… Si quieres besarme, hazlo, yo creo que si quiero besarte no me detendré. Pero sé que llegar a algo más que eso de momento será complicado. – Dijo el azabache, volviendo a acercar el cuerpo del menor a su cuerpo y le dejó un beso en la frente.- Déjame cuidarte… Hemos aguantado años separados y con los mismos sentimientos… Podemos aguantar un poco más. ¿No? – Le susurró Sasuke mirándolo fijo y juntando su nariz con la del rubio.

- Tienes razón… Pero así como quieres cuidarme, yo también quiero cuidarte y cuidar estos sentimientos… Me vería muy arrepentido si te aburres de mi o me dejas en todo lo que ocurre éste proceso… Estoy seguro que gracias a ti, a tu apoyo, a tu ayuda saldrá bien… Pero también quiero mimarte… Como dices… - Susurró suave mirándole directo a los ojos mientras le hablaba.- Somos un equipo… Y también quiero poder darte sensaciones, sentimiento, emociones o lo que sea, a ti. – Confesó y se acercó a dejarle un beso sobre los labios, pero no se apartó de inmediato. Subió sus brazos a rodear el cuello de Sasuke y cerró sus ojos, seguido comenzó a mover sutilmente sus labios sobre los del mayor.

El Uchiha no tuvo chance de responder a lo que el rubio le había dicho, sino que sólo atinó a responder aquel nuevo beso que le llenaba aún más el alma porque había nacido de Uzumaki comenzar el contacto y se le había aferrado al cuello. Sasuke volvió a rodearlo por la cintura, pero en un movimiento cauteloso se fue posicionando sobre el cuerpo del rubio, sin detener el enlace de sus labios, lo besaba cada vez más intensamente, ya habían pasado por el reconocimiento de sus lenguas, ahora era un beso un poco más acalorado e intenso que el anterior. Dejó caer con cuidado su peso sobre el delgado cuerpo del rubio y le tomó los brazos para poder enlazar sus manos con las propias, ubicando cada una al costado de la cabeza de aquel con ojos azules.

Estaban exaltados, acalorados con la intensidad de ese beso, mucho más intenso que cualquier beso que se dieron antes. El calor que se aparecía en sus abdómenes reflejaba un notable endurecimiento en la hombría de Sasuke, presión que el miembro viril del Uchiha ejercía sobre la hombría de Naruto, robó unos cortos jadeos que murieron entre sus labios. El azabache bajó una de sus manos para acariciar al chico bajo su cuerpo, subiendo suave desde su cadera hasta su pecho, la diestra lo ayudaba a recorrer con cuidado la delicada piel de su amado rubio.

Llegó el momento en que ambos necesitaban un poco más de aire que el que podían obtener entre aquel beso. El mayor de ambos se apartó sutilmente del contacto de sus labios y en lo que respiraba le iba dejando besos en la mejilla, bajando pasaba por el lóbulo de su oreja, siguiendo por su cuello hasta su clavícula. Besos que robaban suspiros y pequeños movimientos involuntarios en el cuerpo de aquel con ojos azulados, que por cierto había podido recobrar el aire y estaba más que acalorado. El pecho de Naruto subía y bajaba con mayor frecuencia, mientras trataba de recuperar su respiración y a su vez entender por qué hormigueaba cada lugar en el que Sasuke dejó un beso.

- Cre… Creo que es mucho por hoy… - Le dijo Sasuke mientras lo miraba y se recargaba en su propio cuerpo, para dejar de ejercer esa presión de su hombría en el cuerpo del menor, se bajó de sobre el rubio, recostándose de nuevo a su lado. - ¿Ves que es peligroso? – Mencionó tratando de no seguir pensado en ese momento apasionado de antes o su hombría no dejaría de estar erecta y no tenía ganas de ir a masturbarse sólo al baño, teniendo a su chico al lado. Se estaba haciendo a la idea de que todo iría bien y no sería la primera vez que tuvo una erección sin final.

- S-Sí… - Susurró despacio, agitado el menor, intentado regular su respiración. Había notado la erección en Sasuke y por su parte también se alcanzó a formar una, pero de momento prefería no pensar en ello. Sería la molestia de un rato o masturbarse delante del Uchiha. Prefería esperar que se bajara sola. En ese momento prefería quedarse con el mayor, disfrutar de ese momento de ese cambio tan drástico en su vida.

- ¿Ahora quieres dormir o quieres seguir viendo la película? – Preguntó el mayor de ambos, acomodando al rubio entre sus brazos. Cerrando sus ojos, por el momento él prefería calmarse y no ver nada, sólo relajarse y tratar de dormir al lado de su amado Naruto.

- Prefiero dormir… Si es que puedo, de veras~ - Respondió el de ojos celestes y se acomodó entre el brazo izquierdo de Sasuke y su cuerpo. Cerró sus ojos y suspiró cuan joven enamorado. Y es que en ese momento parecía todo ser ideal y lindo. Sólo rogaba para sus adentros, que Sasuke no se aburriera o cansara de esperarlo.

Fue así como se fueron quedando dormidos poco a poco, y eventualmente las erecciones en sus miembros se vieron disminuidas a medida que se relajaban y se desplazaba a la lujuria por cariño y amor. Lo importante ahora era que comenzaban una nueva etapa de vivir juntos y como una pareja.

Notas finales:

Muchas gracias a todos los que llegaron hasta aquí~ <3


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