Mientras Laura estaba en medio de la persecución, la adrenalina bombeaba a través de sus venas. Se encontraba en una situación peligrosa y caótica con las voces preocupadas de Sebastián, su hermano Antonio, y Elena resonando en su oído a través del auricular. Laura sabía que no podía permitir que nadie más muriera, especialmente un niño inocente. Estaba decidida a poner fin a esta pesadilla de una vez por todas.
Mientras aceleraba su moto, Laura comenzó a calcular la distancia entre ella y el vehículo en el que se encontraba el niño secuestrado. Su mente trabajaba a toda velocidad, tratando de idear una maniobra audaz y peligrosa que pudiera cambiar el rumbo de la persecución. Cada segundo contaba y la presión era abrumadora.
Finalmente, Laura llegó a una conclusión temeraria. Sabía que lo que tenía en mente era extremadamente arriesgado, pero también era su única oportunidad de detener al secuestrador y salvar al niño. A través del auricular, escuchó a María, su exnovia, hablar, aunque su voz estaba llena de preocupación.
"Laura, por favor, ten cuidado. No quiero perderte". Laura guardó silencio por un momento, asimilando las palabras de María, pero luego respondió con determinación
"No permitiré que nadie más muera, María, especialmente no esta vez"
“Laura…”
Con esa declaración, todos los demás en la comunicación dejaron de hablar. Había un silencio tenso mientras Laura se preparaba para lo que estaba a punto de hacer. Cerró los ojos por un momento, centrando su mente y reunió todo su coraje. Luego, con un giro rápido del acelerador, aceleró aún más y se acercó al vehículo a una velocidad vertiginosa.
Laura sabía que tenía que ser precisa en su maniobra. Calculó la distancia y el ángulo con precisión, esperando el momento adecuado. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, con un movimiento audaz se levanto en su moto y tomando el impulso necesario, saltó de su moto hacia el vehículo en movimiento. El tiempo pareció detenerse por un instante mientras su cuerpo se movía por el aire hasta alcanzar el techo del vehiculo.
Su mano rápidamente rompió el vidrio de la ventana y alcanzó la puerta trasera del auto y se aferró desesperadamente a ella. Sus dedos buscaron el mango de la puerta y, con un esfuerzo impresionante, logró abrir la puerta y entrar al vehículo en movimiento. La sorpresa y el pánico se apoderaro del secuestrador.
“¡ESTAS LOCA!” Laura se hubiera reido de no ser porque sentía su corazón latiendo con mas fuerza que nunca.
“Puede ser…” Laura noto como el secuestrador saco su arma para apuntarle pero Laura rápidamente reacciono para bloquear el ataque.
Sebastián y los demás escucharon los sonidos de la lucha y los gritos provenientes del auricular. Estaban aterrados por lo que podría estar sucediendo dentro del vehículo. María estaba en un estado de ansiedad, sin poder hacer más que escuchar. Su corazón latía con fuerza, preocupada por la seguridad de Laura mientras por las cámaras solo podía ver al auto moviéndose de manera irregular arriezgandose a chocar o volcarse en cualquier momento.
Dentro del auto, Laura se enfrentaba a una batalla desesperada para quitarle el arma al secuestrador. Ambos estaban luchando por recuperar el control de la situacion, pero Laura estaba decidida a no ceder. Golpeó y forcejeó con el criminal mientras mantenía su mirada en el niño asustado que estaba atado en el asiento trasero junto a ella. Tenía que liberar al niño y asegurarse de que estuviera a salvo.
La situación se volvía cada vez más tensa y peligrosa. Laura estaba decidida a poner fin a esta pesadilla, sin importar el costo. Sabía que había arriesgado su vida de una manera increíblemente audaz, pero su determinación por salvar al niño no conocía límites. Mientras luchaba en el interior del vehículo en movimiento, Laura se preparaba para el enfrentamiento final con los secuestradores, sin importar las consecuencias.
Laura forcejeó con el secuestrador mientras trataba desesperadamente de arrebatarle el control del vehículo y del arma que amenazaba a dispararse en cualquier momento. La lucha era intensa, y el secuestrador luchaban con ferocidad para mantener el control del automóvil. Sin embargo, Laura no estaba dispuesta a ceder. Con determinación y una fuerza increíble, finalmente logró quitarle el arma y noquear con esta misma al secuestrador pero esto era solo el primer escalon ya que ahora quedaba lo difícil.
Con movimientos rápidos y precisos, Laura se trasladó a los asientos delantero del vehículo y con gran incomodidad por el cuerpo inconsciente del secuestrador se puso en el asiento del conductor. Sabía que tenía que actuar con rapidez antes de que la situación se volviera aún más peligrosa. A pesar de que el neumático pinchado hacía que el automóvil patinara un poco, Laura logró recuperar el control. Mientras conducía, se volvió hacia el niño, quien estaba atado en el asiento trasero, y le dijo con voz firme
"Escucha, se pondrá un poco agitado antes de que podamos detenernos, así que aguanta un poco". El niño asintió con miedo en su rostro, pero Laura continuó con determinación "Pronto volverás a casa te lo prometo"
A lo lejos, pudo ver que cinco patrullas de policía estaban esperando Sebastian lo había conseguido. Sabía que debía detener el vehículo de manera segura para asegurar la seguridad del niño y poner fin a esta pesadilla. A pesar de la dificultad de controlar un automóvil con un neumático pinchado, Laura tenía todo bajo control y con movimientos suaves empezó a frenar el vehiculo mientras maniobraba buscando que no patinara mas lo cual después de un par de minutos que parecían horas lo logro deteniendo el auto a unos docientos metros de las patrullas.
“Lo logre…” Laura miro a Martin el cual aun se veía asustado.
Laura se bajo del auto y rápidamente pasó al asiento trasero del automóvil y desató las cuerdas que mantenían al niño atado. Durante todo este tiempo, habló con voz suave para calmar al niño
"¿Eres Martín, verdad?". El niño asintió mientras Laura lo desataba con cuidado. Le sonrió y le dijo con cariño "Vamos, Martín, Elena seguramente te está esperando" Estaba claro que el chico necesitaba un tiempo antes de poder reunir su voz para hablar y Laura no lo culparía por eso “Ven prometo que es seguro” Martin la miro mientras Laura salía y extendía su mano para que pudiera salir del auto.
Para su suerte Martín se dejó llevar por Laura en brazos mientras ambos se alejaban del auto.
"¿Conoces a mi hermana?"Su voz no fue mas que un murmullo pero Laura sonrió con calidez y respondió.
"Sí, ella me ayudó a encontrarte. Tienes una hermana que realmente te ama y bastante valiente" Laura siguió caminando viendo como varios oficiales venían corriendo a lo lejos.
Laura suspiro había arriesgado su vida para rescatar al niño y, finalmente, había tenido éxito. Ahora, tenía la importante tarea de reunirlo con su hermana Elena y asegurarse de que estuviera a salvo.
Mientras se acercaban hacia las patrullas de policía, Laura sostenía a Martín en sus brazos. El niño se aferraba a ella, sintiéndose protegido y aliviado de estar fuera de esa pesadilla finalmente los oficiales que venían se encontraron con Laura y esta entrego al niño aunque este no quería soltarla.
“Oye esta bien son policías y amigos mios” Martin asintió y se dejo llevar.
Laura vio como uno de los oficiales tomo a Martin y lo llevo rumbo a una ambulancia que también había llegado.
“Buen trabajo oficial Scott” Laura vio a uno de sus antiguos compañeros y esta suspiro.
“Ya no soy oficial de policía”
“Sigues siendo una de nosotros incluso si ya no trabajamos juntos”
“Gracias” Laura suspiro pero finalmente decidio hacer el saludo policial “El secuestrador y cabecilla de todo esto esta inconciente en el auto” El oficial hizo una señal y dos oficiales corrieron rumbo al auto.
“Gracias por ayudarnos, no haz perdido tu habilidad”
“No es nada, solo hice lo que debia”
“Incluso saltaste de una moto al auto, realmente…”
“Era necesario”
“¿Estas bien?”
“Si”
“No me refiero a eso”
“Lo se, pero digamos que si estoy bien” Laura decidido seguir avanzando sabiendo que no queria hablar mas del tema.
El alivio y la gratitud llenaron el corazón de Laura. Había logrado rescatar a Martín y poner fin a esta situación aterradora. Aunque la adrenalina todavía fluía por sus venas y había enfrentado peligros inimaginables, sabía que había tomado la decisión correcta al embarcarse en esta peligrosa misión.