Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Beyond por Izuspp

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

—Levi, yo solo, estaba tomando mi almuerzo. ¿Por qué te pones así? —Se atrevió a preguntar Erwin, sabiendo perfectamente la respuesta, pero haciéndose el ofendido.

— ¿Por qué me pongo así? No puedo descuidarte ni un momento, porque de inmediato rompes tu dieta. ¿Qué es esto? —Furioso, Levi se acercó al escritorio de Erwin, tomando una caja vacía. —¿No me digas que, te comiste toda la pizza tu solo? ¡Y para colmo, te encuentro con las manos en la masa! —Finalizó, refiriéndose a la caja de donas glaseadas que reposaba sobre el regazo de Erwin, quien ya había arrasado con casi la mitad de ellas.

— Hoy no tuve tiempo de cocinar mi almuerzo, así que esto es lo más rápido que conseguí y…

— ¡Basura! Todo lo que escucho salir de tu boca y lo que veo que entra, es basura. —No le dejó continuar intentando justificarse— Y todavía fui lo suficientemente estúpido como para traerte esto. —Levi tomó la caja que contenía el postre que había comprado para Erwin, y la dejó caer violentamente sobre su escritorio, arruinando la presentación del dulce.

— ¡Levi! No tienes que comportarte de esa manera, es cierto que rompí mi dieta, pero…

— ¡Pero nada! Tú me lo prometiste Erwin, me dijiste que adelgazarías. Pero aquí te encuentro, atiborrándote como si no hubiese un mañana, con toda esta porquería. ¿Solo porque tuvimos una pelea, vas a olvidar tu promesa y a dedicarte a comer como un cerdo de engorde?

Antes de que Erwin pudiese contestar algo, la puerta de la oficina se abrió de par en par, y la secretaria de Erwin entró. Se notaba que la mujer se encontraba furiosa, cerró la puerta de golpe y se acercó a Levi, encarándolo.

— ¿Qué crees que haces? ¡Podría pedir que te arresten en este instante si quisiera! Te haría bien una noche en una celda.

— ¿De qué demonios hablas? Estás interrumpiendo algo importante, así que voy a pedirte que te vayas.

— ¡No me iré! —Se reusó la mujer— ¿Son esas formas de tratar a tu novio? No voy a permitir que vengas a nuestra estación de policía a armar alboroto, y mucho menos, a insultar a nuestro jefe de esa manera. ¡Escuchamos todo lo que dijiste, por si no te diste cuenta!

—¡Eso es un asunto entre Erwin y yo! No tienes derecho a involucrarte en nuestra vida privada. ¡Ni siquiera sé quién carajo eres!

—¡Esperen! —Intervino Erwin alarmado, viendo que Levi y su secretaria parecían estar a punto de comenzar una pelea a golpes.

— ¿Quién te crees que eres tú? El jefe Erwin es una buena persona, todos en el departamento lo estimamos mucho. Es amable, siempre nos ayuda y también se preocupa por nosotros. ¿Qué importa si es gordo o flaco? ¿Qué importa si es feo o apuesto? ¡Deberías sentirte afortunado y agradecido de que alguien como él, se fije en una persona como tú!

— ¿Alguien como yo?

— Por favor, basta. —Continuó Erwin, tratando de que ambos se calmaran.

— Alguien que se siente con el derecho de humillar a otros, solo por su apariencia física. Lo cual es sumamente hipócrita, dado a que eres un enano. —Arrastró las sílabas de la última palabra, en tono de burla— Los hombres de baja estatura no son atractivos, pero apuesto a que el jefe jamás le dio importancia a eso. Eres una persona arrogante y superficial, además de maleducado. Tener los nervios para venir aquí, a gritarle en su propia oficina e insultar su apariencia. ¿Sabes?, hay muchas personas en el departamento que mueren por estar con él, el jefe tiene opciones de sobra para escoger, no tendría por qué estar con alguien como tú.

Ese golpe de realidad, le pegó fuerte a Levi, quien no pudo reaccionar. De todas formas, no tenía nada que decir al respecto, la mujer tenía toda la razón. Se había comportado como un villano, con la persona a quien más amaba en su vida. Aunque era cierto que Erwin había faltado a su palabra, y también le había estado haciendo sufrir con su frialdad; eso no le daba derecho a tratarlo como lo hizo. Y escuchar que otros estaban interesados en Erwin, tampoco le pareció extraño, Erwin era un hombre brillante y carismático, cualquiera sería afortunado de estar con él.

Y ahí se encontraba el más grande hijo de puta del universo, gritándole e insultándolo, tratándolo como si fuera una escoria y no el hombre más maravilloso que conocía. Como si no fuera quien más lo había amado y quien le había demostrado que podía dar la vida por él, si se lo pidiera.

— ¡Ya es suficiente! —Antes de que el problema se hiciera más grande, Erwin se levantó y se acercó a su secretaria, posando una de sus manos sobre su hombro— Te agradezco lo que estás intentando hacer, en serio lo aprecio, pero Levi tiene razón; es un asunto de nuestra intimidad, que nos concierne únicamente a nosotros dos.

—Lo lamento jefe, es solo que no pude quedarme en mi escritorio escuchando cómo le gritaban. —Se disculpó la mujer, mientras le dedicaba una mirada asesina a Levi.

— Yo me disculpo, debido a mí, han tenido que escuchar este escándalo. Por favor, dile a los demás que me tomaré unos minutos. —Erwin se dirigió esta vez hacia Levi, y le tomó por el brazo— Vamos a hablar sobre esto en otro lugar.

Erwin haló del brazo de Levi, llevándolo fuera de su oficina, aguantando las miradas inquisidoras de sus subalternos y compañeros de trabajo, quienes habían escuchado toda la algarabía; o habían sido llamados por quienes escucharon, para contarles lo que ocurría. Levi simplemente carecía de empatía con la gente, así que lo que otros pensaran o dijeran lo tenía sin cuidado. Pero Erwin, estaba sumamente avergonzado, de que la gente en el departamento hubiese sido testigo de ese espectáculo. Si bien ellos tenían una buena opinión sobre él, y él intentaba ser siempre amable; no le gustaba la idea de que lo vieran como la víctima. El jefe del departamento siempre intentaba verse fuerte ante ellos, ya que de esa manera podían confiar en él y sus decisiones, pero Levi lo dejaba en una posición vulnerable frente a sus compañeros, y eso le molestaba bastante.

Erwin lo sacó rápidamente de la estación de policía, y lo llevó hacia una pequeña plaza que se encontraba cerca. Tomaron asiento sobre una banca de cemento, alejados de la gente que había en el lugar, que por suerte era poca. El rubio se encontraba muy molesto, y Levi no era ajeno a ello, sabía que había cometido error tras error, a pesar de que había ido a disculparse en primer lugar.

— Erwin, escucha, yo en realidad…

— No Levi, esta vez me escucharás a mí. —Erwin se apresuró a interrumpirlo— Lo que hiciste hace un momento, estuvo mal, muy mal. Pero hasta cierto punto, lo entiendo.

— Espera, ¿qué? ¿Cómo que lo entiendes? No te traté nada bien…

— No estoy diciendo que te justifico, solo que entiendo las razones por las que lo hiciste. Levi, siempre has sido una persona algo difícil de tratar, lo supe desde que comenzamos a hablar, también sé que no eres el mejor para procesar tus emociones; y si bien eso no te da el derecho de tratarme de esa manera, entiendo que no lo haces porque me quieras hacer algún daño, sino todo lo contrario.

— Me sorprende que me entiendas tanto Erwin, pero no espero que justifiques mi error. Solo quiero que me digas, qué puedo hacer para repararlo. —Aceptó humildemente, dejando de lado todo su orgullo.

— No Levi, lamento decirte que eso no será posible. Creo que, nos hacemos mucho daño el uno al otro, y no es sano para nosotros intentar forzar esta relación. Desde un principio fuiste muy claro en el desagrado que sientes por mi cuerpo, y agradezco el esfuerzo que has estado haciendo por tratar de ignorar eso, para concentrarte en tus sentimientos por mí. Pero tal vez, esto es algo que no se puede reparar, será mejor acabarlo antes de que nos lleguemos a herir seriamente.

— ¡¿De qué estás hablando Erwin?! De pronto me volví estúpido, porque no entiendo nada de lo que dices.

— Estaba consciente de que eras terco Levi, pero jamás me imaginé que tanto. Por favor, tienes que ser razonable, somos un par de hombres adultos, no podemos simplemente negar los problemas que tenemos.

— Eres tú el que está siento irracional Erwin. Los problemas se solucionan, no se huye de ellos como un cobarde.

— Esta es la única solución viable para nuestro problema Levi, tienes que admitirlo. —No era que Erwin no estuviese sufriendo con cada palabra que decía, pero no se podía permitir flaquear frente a Levi, si mostraba un poco de duda o arrepentimiento en su decisión, sabía que Levi encontraría la manera de convencerlo de que se retractara.

— Realmente me superas Erwin, ¿puedes acaso ver más allá de lo que mis ojos ven? Porque no le encuentro ni pizca de sentido a nada de lo que me estás diciendo. Si quieres una disculpa, me disculparé, y si sientes que no es suficiente, estoy dispuesto a hacer lo que sea; pero no podemos simplemente terminar, como si esto no tuviera remedio. —Levi intentó por todos los medios, mantenerse calmado, aunque le estaba siendo demasiado difícil, dado a que estaba a punto de perder al hombre que amaba— Entiendo que estés molesto o herido por lo que hice, y tienes toda la razón, si quieres que nos alejemos un tiempo…

— Eso no servirá de nada Levi. —Sentenció el rubio, severamente— Desde un inicio condicionaste nuestra relación a mi apariencia física, te conformaste con aguantar temporalmente, con la esperanza de que yo me convirtiese en la persona que habías pensado que era.

— No niego que desde un principio te pedí que adelgazaras, pero tampoco te estoy pidiendo un imposible Erwin, no te quiero obligar a que te mates de hambre o a que te lastimes haciendo ejercicio, ni siquiera estaba esperando a que fueses delgado alguna vez, simplemente te pedí que rebajaras un poco.

— Eso es cierto, pero, el amor no se trata de cambiar a la persona que quieres Levi, sino que las cosas que te gustan de esa persona, sean suficientes para poder obviar las que no te agradan. Estoy muy conforme con mi estilo de vida y con mi apariencia actual. Esperaba encontrar en una pareja, a alguien que pudiese disfrutar junto a mí y que me quisiera por todo lo que puedo ofrecer como persona y como amante. Pero tú no puedes ser esa persona.

— Espera Erwin, hay algo que no termino de entender. Si siempre has pensado de esa manera, ¿por qué me prometiste que bajarías de peso? Pudiste haberte negado, era lo más lógico de hacer en ese momento.

— Esa es la otra razón de importancia, por la cual lo nuestro tiene que acabar. —Llegado a ese momento, Erwin suavizó su expresión, sin dejar de mostrarse serio y tomó las manos de Levi entre las propias— Mentí, te engañé desvergonzadamente Levi. Jamás tuve la intención de adelgazar, o de cambiar algo de mi estilo de vida. Nunca hice ningún esfuerzo por cumplir esa promesa.

— ¿Quieres decir que, te montaste un teatro todo este tiempo? ¿Qué hay de los videos de los ejercicios y las fotografías de tus comidas?

— Todo fueron mentiras. Pensé que te darías cuenta tarde o temprano, pero al parecer soy un buen farsante. —Erwin expresó con falso sarcasmo— Únicamente estaba haciendo tiempo, para que te enamoraras de mí.

— ¿Pero qué mierda dices Erwin? Yo siempre he estado enamorado de ti.

— Cuando me di cuenta de ello, ya era muy tarde. Ya te había estado engañando por varios días, y pensé en que lo más prudente era continuar. Creí que mientras estuvieses esperanzado en que yo iba a cambiar en algún momento, bajarías tu guardia y comenzarías a acostumbrarte a mi cuerpo actual; hasta que un día simplemente no te importase mi apariencia. Así, no te decepcionarías de mí, y yo no tendría que cambiar para conservarte a mi lado. Pero todo fue un grave error.

— No te voy a decir que estoy contento con nada de lo que estás diciéndome Erwin, pero sería hipócrita de mi parte reclamarte, dado a que yo mismo también estuve mintiéndote todo este tiempo. Desde mi punto de vista, estamos a mano.

— Es todo lo contrario, debido a todos estos engaños, es que debemos terminar ahora Levi. No voy a permitir que ninguno de los dos salga herido de esto, no más de lo que ya nos dañamos el uno al otro. Tenemos que aceptar, que esto fue solo una bonita experiencia para ambos y cada uno continuar por su lado, sin más mentiras ni malos tratos.  ¿No crees que es lo más prudente?

— ¡Ni de broma! Lo que dices son puras estupideces, no soy ningún cobarde que no se enfrenta a sus problemas. ¡Esto tiene solución!

— ¿Cuál solución Levi? Si te llevara a un hotel en este momento, ¿me tomarías?, si te pidiera que tengamos sexo ahora mismo, ¿encontrarías placer en este cuerpo? —Levi no pudo responder a eso, no iba a seguir mintiéndole y empeorar el problema, así que solo se quedó callado. —¿Ahora lo entiendes Levi?

— Aun así, tiene que haber algo que se pueda hacer. ¿Por qué quieres rendirte sin intentarlo? No creo haberme enamorado de un perdedor.

— Tal vez lo veas así, pero yo lo tomo como una oportunidad de reparar el error, antes de que lleguemos a tener arrepentimientos. —Erwin, que no había dejado de sostener las manos de Levi, las levantó y acercó sus labios, depositando un beso en el dorso de cada una— Te amo Levi y este sentimiento, probablemente sea imposible de borrar, tal vez no pueda volver a sentir algo así por nadie más. Pero no quiero que esto llegue a convertirse en odio, si esto ha de terminar, que sea ahora cuando aún podemos amarnos, aunque no estemos juntos. —Pronunció sin levantar la cabeza, y más bien posando su frente sobre las manos de Levi.

—¿No voy a hacerte cambiar de opinión, cierto? Por más que te insista, te mantendrás firme en tu decisión, ¿no es así? —Levi bufó resignado— ¡Y decías que yo era el terco! —Se burló con ironía.

— Lo lamento Levi, esto realmente me duele, pero las cosas tienen que ser así.

— De acuerdo, confiaré en tu juicio Erwin. —Aceptó finalmente, retirando las manos del agarre de Erwin, y acercándose a él en su lugar, buscando sus labios para besarlo.

Erwin no le rechazó, al contrario, correspondió a ese beso con una dulzura jamás antes mostrada, a sabiendas de que sería el último que iban a compartir. Al separarse, Erwin le observó fijamente y acarició su mejilla, como dándole también una última mirada, a la cara de la persona que había llegado a amar tanto, y de quien no estaba seguro, se iba a poder olvidar.

— Disculpa Levi, pero ya me ausenté demasiado de la estación y debo regresar. —Dicho esto, ambos se levantaron, dispuestos a abandonar el lugar.

— No te preocupes, no creo que sea muy inteligente de nuestra parte tener una cita romántica, después de haber terminado nuestra relación. De todas formas, también tenía que irme, me reporté enfermo en la oficina y debo ir por mi incapacidad falsa, o de lo contrario veré mi trasero despedido mañana.

— Cuídate mucho, Levi.

— Sí, tú igual. Y Erwin, —Levi, que ya se había dado media vuelta para alejarse, le encaró nuevamente, mostrándole una genuina expresión de arrepentimiento— quiero disculparme de nuevo contigo, la manera en la que me comporté, no tiene justificación. Entiendo que, aunque te hubiese prometido jamás volverlo a hacer, no tienes motivos para creerme.

— Acepto tus disculpas Levi, pero me voy a olvidar de eso. —Erwin se acercó, y le abrazó fuertemente, gesto al que Levi correspondió con desespero, aferrándose a aquel cuerpo que tanto despreció, como si fuera lo más exquisito del mundo, sin llegar a sentir el menor atisbo de desagrado.

— Yo, por el contrario, lo recordaré por siempre, para no cometer ese error nunca más.

— Eso está muy bien, lo importante es no repetir los errores del pasado y tomar toda experiencia buena o mala, como una enseñanza. Te aseguro que lo fue para mí también. —Sin deshacer el abrazo, Erwin besó suavemente la cabeza de Levi— Gracias por este tiempo juntos Levi, y gracias por haberme amado, a pesar de que no era lo que esperabas, gracias por haberme brindado esta valiosa oportunidad.

Ante aquellas palabras, Levi sintió que no podía mantener la compostura por más tiempo. Llorar no era algo que hiciera muy a menudo, al menos no en su vida adulta. Ni siquiera recordaba una sola vez en que hubiese llorado por tristeza siendo mayor, pero no se creía capaz de aguantar el llanto por mucho más tiempo, así que solo se deshizo del abrazo, golpeó levemente el rechoncho brazo de Erwin, y comenzó a alejarse lentamente.

— Mucha suerte Erwin, y espero que encuentres a alguien digno de ti en el futuro.

Dicho eso, Levi comenzó a caminar a todo lo que sus pies le daban, sin llegar a correr, ya que tampoco quería verse patético, luego de haber sido terminado por Erwin. Por su parte, el oficial regresó lentamente a la estación de policía, cabizbajo y suspirando constantemente, no precisamente debido a la caminata, sino al dolor que sentía en ese momento.

Erwin logró evitar el interrogatorio de las personas que se atrevieron a indagar en lo sucedido, alegando que tenía mucho trabajo atrasado, ya que no quería ser grosero y decirles que no se metieran en su vida; aunque eso era lo que más deseaba poder hacer. Quería simplemente dejar todo abandonado, irse a un lugar lejano, en donde no tuviese que aparentar que no estaba destrozado por dentro. Un lugar en el que no tuviese que ponerse una máscara de falsa serenidad, ni pretender frente a nadie que era un hombre fuerte e implacable.

Al llegar a su oficina, le dijo a su secretaria que no deseaba ser interrumpido, y se encerró en esta, dejando salir un profundo suspiro, que había estado reteniendo. Se sentó frente a su escritorio, con las manos cruzadas frente a su boca, mientras observaba fijamente el ramo de flores, que Levi había dejado sobre este. Lo observó por unos minutos, sin siquiera parpadear, como si estuviese petrificado, y finalmente, sacó su teléfono celular para hacer una búsqueda, encontrando el significado de aquellas flores.

Erwin no pudo más, sus cejas que estaban muy juntas se relajaron, su cara se desencajó en una mueca de dolor, y las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos. Gruesas e incontenibles lágrimas de amargura, al haber tenido que renunciar a su ser amado, todo por un capricho de la vida. ¿Por qué tuvo que encontrar al hombre perfecto para él, pero no pudo ser él perfecto para ese hombre? Se preguntaba.

La vida jamás había sido mala para Erwin, salvo por la situación de su herida, la cual también le hizo abandonar a una persona, con quien incluso pensaba casarse. Aún así, aquella pérdida, no le había dolido tanto como dejar a Levi. Sin embargo, no se arrepentía de su decisión, tenía plena confianza en haber hecho lo correcto, ya que él no podía cambiar por Levi, y tampoco podía obligarlo a que le gustase, si su cuerpo no le atraía. La culpa era simplemente de las circunstancias de la vida, que esta vez, se había ocupado de jugarle una mala pasada.

Erwin sabía que le esperaban días de mucho dolor, y con ese pensamiento, se fue serenando, mientras se dedicaba a comer el destrozado postre que Levi también había tirado sobre su escritorio. Aunque le pareció extraño, que aun viéndose bastante delicioso, su sabor era totalmente insípido. Sin embargo, Erwin sospechaba que no había nada de malo en aquel dulce, y que más bien, era la amargura de su corazón, la que no le permitía disfrutarlo.

Levi por otro lado, logró mantener la compostura a conforme se iba alejando de Erwin. No se atrevió a voltear, ya que sabía que le dolería mucho verlo marchar. Levi no era el tipo de persona que se arrepentiría de una decisión así tan fácil y correría a suplicar su perdón y una segunda oportunidad. Pero más que todo, deseaba respetar la elección de Erwin. Entendía perfectamente que no deseaba ser herido, y que él había cometido muchos errores, que le habían empujado a tomar esa alternativa. Era perfectamente lógico, buscar cortar el problema de raíz, en lugar de seguir prolongando el sufrimiento de ambos.

De manera que, resignado y derrotado, regresó a su departamento. Apenas entrar se desplomó en el sillón, pensando en que esa mañana, jamás se hubiese imaginado que las cosas iban a resultar de esa manera. Levi divisó el frasco que contenía los mensajes de Erwin, y se levantó rápidamente para tomarlo y abrirlo. Esparció los pequeños trozos de papel y uno a uno, comenzó a leer los mensajes.

Por cada palabra de amor, cada promesa de estar por siempre juntos, cada frase de eterna adoración; Levi sentía como agujas clavándose en su corazón. Pero no podía parar, como si torturarse y aumentar su dolor, fuese a hacer que este desapareciera. Mientras más leía, más caía en la dura realidad: no volvería a estar con Erwin. Su historia con él, terminó tan fácil a como había comenzado.

Cayendo en cuenta de la situación en la que se encontraba, viendo destrozados sus sueños a futuro con Erwin, entendiendo que jamás volvería a ser besado ni abrazado por él y que ya no compartirían de todas las actividades que realizaban juntos, o su cursi rutina diaria. Levi finalmente no pudo contener más el dolor que estaba sintiendo, ni el ardor que le abrasaba vivo desde adentro, y comenzó a llorar, como nunca lo había hecho en su vida; dejando salir quejidos y lamentos desgarradores. Con la cara empapada de lágrimas, dio un fuerte golpe a la mesa, lleno de frustración.

¿Qué sería de su vida de ahora en adelante? ¿Cómo iba a superar ese dolor?

 

Continuará…


Como siempre, solo pedirles que me dejen saber sus opiniones, esperando que lo hayan disfrutado.

Estamos pronto a terminar el fic, ¡un par de capítulos más! Así que espero que me puedan acompañar hasta el final.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).