En un pequeño pueblo de Japón donde sus habitantes son menos de 1000 personas, son gobernados por un hombre de buena apariencia que busca siempre la mejoría para su pueblo aunque se encuentra un poco frustrado debido a las deudas que tiene con casi todo el mundo.
Señor, lo buscan dos hombres -decía Hilda, asistente del gobernador Shion-
Gracias por avisarme, diles que entren -contestaba el gobernador-
Dos hombres entraban al despacho, uno tenía cabello oscuro mientras que el otro era rubio al igual que el gobernador
¡Shion, cuanto tiempo! -decía el hombre rubio mientras estrujaba su mano con la de shion- mi hermano y yo queríamos verte desde hace cuánto para poder hablar
¿Hablar sobre qué? -contestaba shion mientras servía tres vasos con agua y les daba un vaso a sus invitados- yo no tengo nada que conversar contigo Hipnos
¿Qué? -contestaba Hipnos con una sonrisa- se te olvido lo que te dije hace unos cuantos meses
¡Por supuesto que no se me puede olvidar tal cosa como esa! -comentaba shion molesto mientras se acercaba a Hipnos-
Así que no quieres hacer negocios con nosotros -Thanatos observaba a shion algo serio y distante- te convendría si dejaras el puesto de gobernador y nos entregaras este pueblo
¡Jamás haría tal cosa!, estas personas dependen de mí y yo de ellos. No pudo darles así como así las escrituras del lugar
Tienes muchas deudas Shion, podrías liquidar deudas con nosotros si aceptas lo que te estamos ofreciendo -comentaba Hipnos mientras arreglaba el traje de Shion-
Mi respuesta es no y no cambiare de opinión, por favor retírense de aquí -el gobernador se acercaba a la puerta y la abría para que los gemelos se fueran-
Nosotros siempre conseguimos lo que queremos, este pueblucho será nuestro -comentaba Thanatos mientras observaba a shion para luego pasar a retirarse junto con su hermano-
Thanatos e Hipnos salían del aquel lugar que les había causado pasar un mal rato para luego subirse a su automóvil
¿Ahora que harás hermano? -preguntaba Thanatos observando a Hipnos-
Haré todo lo posible por conseguir este pueblo, llamare a mis mejores hombres
¿Tienes ya un plan?
Estaba pensando en hacerlo o no pero Shion no me deja alternativa, Thanatos necesito que también me ayudes con esto
Tienes mi apoyo hermano
-En el pueblo, cerca del centro-
¡Ikki!, ¡Ikki! -gritaba una niña de cabello largo amarillo quien se dirigía hacia su amigo-
Hola Esmeralda, ¿no estás en la escuela? -comentaba Ikki, el mejor amigo de esmeralda-
Ya no voy a la escuela, mis padres prefieren que me quede en la casa -decía muy sonriente la niña aunque a Ikki no le agradaba la noticia-
No me parece bien, deberían de mandarte a la escuela. Eres muy buena en todas las materias
A lo mejor por eso decidieron que no me mandarían –esmeralda se reía un poco para después observar a Ikki con una sonrisa- ¿y Shun donde esta?
Está en la escuela preescolar, no falta mucho para que salga de clases. ¿Quieres acompañarme hasta el preescolar? –Preguntaba el moreno observando a esmeralda con una gran sonrisa-
Está bien, vamos por shun –ella tomaba de la muñeca a Ikki y ambos caminaban juntos hasta el preescolar donde estudiaba Shun-
Ambos niños caminaban hasta el preescolar donde estaba el hermano menor de Ikki pasando por calles donde había muchas personas felices disfrutando el maravilloso día soleado, podía verse como los algunos niños jugaban en las calles o banquetas sin temor a que algo malo sucediera, los adolescentes también caminaban en grupos conformados por sus amigos o incluso salían en parejas por el contrario los adultos trabajan felizmente. Lo mejor de todo es que todos los días son iguales, muy rara vez se ve sufrimiento en este pueblo…
-A unos kilómetros de ahí-
-listo, entren- decía Thanatos entrando a la oficina de su hermano con 4 hombres, uno no era muy alto (por no decir que era el más pequeño de estatura de ahí) era moreno y con cabello castaño, el otro era rubio, alto y con una ceja poblada y los últimos dos eran gemelos al igual que Thanatos e Hipnos
¿Para qué nos citaron?- preguntaba Dhoko observando a Hipnos-
En tu caso, mi hermano te comentara todo. Yo no quería incluirte en esto; pregúntale a él –decía Hipnos mientras ponía un cigarrillo en su boca y lo prendía con su encendedor-
Ven conmigo entonces, iremos a un lugar más privado-decía Thanatos abriendo la puerta de la habitación saliendo de ella junto con Dhoko-
Ahora que se han ido, prosigamos. Saga y Kannon mis gemelos favoritos; necesito de su ayuda
¿A qué te refieres? –Preguntaba Saga-
Necesito que me den todas las armas que tienen, les pagare muy bien a ambos
Después de las palabras de Hipnos los gemelos Saga y Kannon se observaban mutuamente, ellos ya habían trabajado antes para esos hermanos y sabían que realmente pagaban bien
Está bien, te daremos las mejores armas –decía Kannon- solo si nos das un adelanto
¿Desconfían acaso de mí? –Preguntaba Hipnos acercándose a saga y a Kannon-
No lo hacemos pero comprende que es algo peligroso y arriesgado exportar armas de fuego de un país a otro sin una licencia legal –decía Saga observando desafiante a Hipnos-
-comprendo- decía Hipnos mientras se acercaba a su escritorio agarrando su chequera y haciendo un cheque para cada hermano con una gran cantidad de dinero, después de hacerlo se lo entregaba a cada hermano –no se atrevan a fallarme nada más- el comentaba sonriente mientras arrojaba su cigarrillo al suelo y lo pisaba para apagarlo
No debes de preocuparte, en unos días estaremos aquí con tu pedido –Decía saga guardando su cheque en su billetera al igual que lo hacia su hermano menor- entonces nos retiramos, Buenos días a todos
Saga y Kannon salían de la habitación mientras que finalmente solo quedaban Hipnos y Radamanthys
Te preguntaras el por qué te llame al igual que los otros –comentaba Hipnos-
Así es señor
-Hipnos sacaba de un cajón de su escritorio una pistola y se la entregaba a Radamanthys –
¿Por qué me da esto? –Comentaba Radamanthys sujetando el arma-
Hipnos sonreía y le contaba su plan para apoderarse del pueblo de Shion por la gran riqueza que tiene el pueblo aparte de grandes espacios verdes útiles para la agricultura
¿Me está pidiendo que asesine a un niño del pueblo para desatar una guerra? –Comentaba Radamanthys-
Así es, eres un asesino Radamanthys ¿crees que no me entere de tu pasado? Antes eras un asesino que mataba a diestra y siniestra solo por diversión
Radamanthys reía un poco y observaba a Hipnos –acepto el trabajo Hipnos- Radamanthys decía y casi inmediatamente iba al pueblo
-En el pueblo-
Ikki y esmeralda ya habían recogido a shun el preescolar y ahora iban al mercado donde trabajaba Marín, una amiga de los 3 niños que se encargaba de un puesto de comida y esperaba un hijo de su esposo Aioria
Hola niños, que bueno que ya llegaron –comentaba Marín con una sonrisa al ver a los 3 pequeños
¡Marín –Decía shun al ver a Marín a la vez que se acercaba a ella muy sonriente-
Marín cargaba a shun en brazos mientras les pedía a los niños que se acercaran a su mesa para que comieran algo
¿Y cómo le fue hoy a shun en su escuela?
Al parecer bien, solo que tiene que aprender a ser un poco más sociable. Va a mitad de ciclo escolar y no ha hecho ningún amigo –comentaba Ikki observando a Marín algo preocupado por su hermano-
No debes de preocuparte por eso, el tendrá amigos algún día –decía esmeralda mientras sostenía una de las manos de Shun-
Ella tiene razón, ¿verdad que luego harás amigos Shun? –comentaba Marín sonriente-
¡Si! –comentaba Shun muy alegre-
Después de un rato Marín terminaba de habar con los niños, sentaba a Shun al lado de su hermano y les servía la comida
¡Marín! –Gritaba Aioria acercándose a su esposa para abrazarla- te extrañe en el trabajo, ¿Cómo va todo por aquí?
Todo bien, yo también te extrañe pero ahora no puedo hablar. Estoy un poco ocupada –ella besaba a su esposo en la mejilla y continuaba trabajando-
Hola Aioria –decía Ikki mientras se acerca a él con shun de la mano seguidos por Esmeralda-
Hola niños, a cada uno les traje algo especial –de su mochila sacaba una muñeca para Esmeralda, una pequeña pelota para shun y un muñeco de acción para Ikki- espero les gusten mis regalos
Por supuesto, muchas gracias –decía esmeralda como siempre con una gran sonrisa que irradiaba luz y tranquilidad-
Sí Aioria, gracias por los regalos –comentaba Ikki observando a Aioria-
-shun se acercaba a Aioria para abrazarlo- gracias aioia
Para él y para Marín consideraban a los 3 pequeños casi como sus hijos así que Aioria alzaba a shun en brazos mientras ponía su mano en la cabeza de Ikki para despeinarlo un poco, al pequeño peliverde debido al abrazo soltaba su pelota y el juguete iba revotando por las calles
Mi pelota…-decía shun señalando un poco triste la pelota que continuaba rodando-
No te preocupes, yo voy por ella –decía Ikki sonriente-
Espera Ikki, yo puedo ir. Cuida de mi muñeca –esmeralda le entregaba su muñeca a Ikki e iba tras la pelota-
Vamos a acompañarla –decía Aioria bajando a shun y yendo a paso lento detrás de esmeralda seguido por los 2 niños-
A unas cuadras Esmeralda sujetaba la pelota que se encontraba enfrente de un hombre vestido como militar, ella al percatarse de esto observaba al hombre y al verlo le sonreía. El sujeto correspondía a la sonrisa de Esmeralda para luego dispararle 5 veces con el arma. Todos observaban esto y algunos corrían mientras que otros trataban de enfrentar al hombre
-esmeralda…- decía Ikki sin entender lo que había visto mientras estrujaba la muñeca que le había regalado Aioria a su amiga soltando de la mano a su hermano menor- ¿esmeralda ha muerto…?
¡Vámonos de aquí! –decía Aioria sujetando a ambos niños algo nervioso y asustado por lo que había visto-
¡Mi pelota! –Shun se soltaba de la mano de Aioria y corría hacia donde yacía el cuerpo sin vida de su amiga para recoger su pelota- esmealda…-el agitaba el brazo de esmeralda con la esperanza en que le respondiera-
Aioria al ver que shun se había soltado de su mano corría por el para poder llevarlo a un lugar más seguro mientras le decía a Ikki que se quedara escondido mientras él iba por el pequeño. Radamanthys quien había cavado ya con la vida de algunos personas observaba a shun y apuntaba su arma hacia el pero Aioria llegaba rápidamente y se ponía delante de el para protegerlo.
Aioria…-decía Ikki corriendo hacia donde estaban Aioria y shun, al llegar ahí Aioria ya había muerto y su hermano al ver tantas personas en el suelo cubiertas con sangre solo abrazaba a su hermano- shun…-el alzaba a shun y salía corriendo del lugar para buscar un lugar más seguro para resguardarse en lo que todo terminaba-
Ikki durante todo el camino pensaba en esmeralda, su mejor amiga y en Aioria un gran hombre que lo veía más como un padre que como un amigo; él estaba centrado en sus pensamientos y reprochándose a sí mismo que había olvidado que shun estaba con él a pesar de que lo llevaba en brazos
Esmealda y aoia se quedaron ahí ¿podemos ir por ellos? –preguntaba shun abrazando el cuello de su hermano ocultando su rostro para no ver a aquellas personas “descansando o durmiendo” en el suelo-
Ikki al escuchar las palabras de su hermano se detenía y empezaba a llorar un poco en silencio, su pequeño hermano aun no entendía como funcionaba la muerte y la vida ¿Cómo le explicaría esto al? O peor aún, ¿Qué harían ahora ellos dos solos en medio de un lugar que muy pronto se convertiría en un infierno para todos aquellos que viven ahí?