Ya habían acostado a los niños y estaban acurrucados en el sofá de la sala viendo una película “Plan B” mientras comían el resto del pastel que Danny tan celosamente había guardado
- En verdad que Stand es muy lindo – dijo Danny mirando el televisor
- ¿Perdón? – pregunto Steve sorprendido – ¿desde cuándo los hombres te parecen lindos?
- Solo míralo – dijo el rubio señalando el televisor – el tipo pudo dar la espalda y desligarse de los bebes, pero ahí está. Dando la cara
- Solo porque no le quedo de otra – dijo Steve – Zoe es la linda allí
- Solo le ves el físico – dijo Danny
- ¿Quién acaba de decir que otro hombre es lindo? – dijo Steve
- ¿Qué no lo ves? – dijo Danny – ¿sabes qué? Cállate y tráeme otro pedazo de pastel
- Ya has comiendo mucho dulce hoy – dijo Steve
- Aun es mi cumpleaños – dijo el rubio – y ese aun es mi pastel. Y tú estás en la obligación de mimarme
- ¿Obligación de mimarte? – dijo Steve sorprendido
- Si señor – dijo Danny – Obligación. Así que ve a traerlo
- Espero que me consientas igual en mi cumpleaños – dijo Steve
- Yo te consiento todo el año – protesto Danny
- ¿Y cómo me consientes tú? – dijo Steve cruzando los brazos mientras Danny le ponía pausa a la película
- ¿Cómo que como te consiento? – dijo Danny – ¿acaso no te dejo tirar a gusto tus bombas? ¿acaso no te lanza de todos lados como si fueras no sé qué, sin importar que yo me quede con el corazón en la boca?
- Eso no cuenta – dijo Steve – eso es trabajo
- Ja – dijo Danny – ahora se llama trabajo ser una combinación entre Superman, Iroman, Aquaman y Rambo
- ¿Qué cosa? ¿Quiénes? – dijo Steve frunciendo las cejas – Danno, me estas mareando. Mejor dime algo que me ha estado dando vueltas todo el día
- Dime – dijo raspando el plato con la cuchara para conseguir las ultimas migas de pastel
- Porque me diste la mitad del corazón – dijo Steve
- ¿Cu… cu… cual co… corazón? – dijo Danny
- El corazón del pastel – dijo Steve acercándose lentamente – me diste justo la mitad del corazón y tú te comiste la otra mitad ¿acaso ese era tu corazón?
- Animal, yo no soy un caníbal – dijo Danny protesto mientras el castaño lo acorralaba contra la pared – y aléjate.
- ¿Te pongo nervioso? – dijo Steve
- Steve, no me mires así – exigió Danny con voz nerviosa
- ¿Te gusta cómo te miro? – pregunto el comandante con la misma expresión de un lobo hambriento al acecho de su próxima presa
- Steve… – dijo Danny
- ¿Si? – pregunto este
- Yo te lo puedo explicar – dijo Danny
- Prefiero las conclusiones que yo mismo estoy sacando – dijo Steve mientras le rodeaba la cintura
- ¿Y… que… conclusiones… estas sacando? – dijo Danny pero es silenciado por unos labio hambrientos no dejándole más alternativa que aferrarse al Marine antes de responderle con la misma intensidad
- Al parecer – dijo Steve cuando sus labios se separaron y unió su frente a la del rubio – sacamos las mismas conclusiones
- Eso parece – dijo Danny sonriendo con picardía antes de volverlo a besar
- Papá… – dijo Charlie bajando – tengo hambre. Quiero pastel
- ¿Más? – pregunto Danny sorprendido y alejándose del capitán de fragata – tú solo te comiste la mitad del pastel
- La otra mitad se la comió Danno – dijo Steve sonriendo por lo que este le dedico una mirada asesina – ok, me callo
- Vamos a la cama – dijo Danny cargándolo en brazos a su hijo
- ¿pero y mi pastel? – dijo Charlie
- Se lo comió Danno – dijo Steve y este clavo su mirada en él – ya entendí, ya entendí
- Vamos – dijo Danny – tú limpia este regadero y apaga el televisor
- El jefe soy yo ¿lo recuerdas? – dijo Steve
- Pero Danno grita más alto y es más mandón – dijo Charlie sonriendo
- ¿mandón, eh? – dijo Danny haciéndole cosquillas mientras subían a la habitación – ya verás. Steve
- Dime – dijo este
- Hago dormir a este jovencito – dijo el rubio – y seguiremos conversando
- ¿Ahora quieres conversar? – dijo Steve alzando una ceja
- ¿tú no? – dijo Danny
- ¿Hablan de darse besos? – dijo Charlie sonriendo
- ¿Qué cosa? – dijo Steve acercándose a hacerle cosquillas
- Cosquillas no, tío – decía el niño en medio de carcajadas – Cosquillas no
- A la cama – dijo Danny sonriendo – vamos
- Esperen – dijo Steve y beso la frente del pequeño – que descanses campeón.
- Te quiero, tío – dijo el niño
- Y yo a ti – dijo Steve –. A los dos – y ambos rubios se fueron
No. Él no quería darle besos a Danny, él quería adorarlo como llevaba años deseando desesperadamente y esa noche lo haría costara lo que costara. Claro en el remoto caso que el rubio pusiera resistencia.
FIN
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Ya habían acostado a los niños y estaban acurrucados en el sofá de la sala viendo una película “Plan B” mientras comían el resto del pastel que Danny tan celosamente había guardado
- En verdad que Stand es muy lindo – dijo Danny mirando el televisor
- ¿Perdón? – pregunto Steve sorprendido – ¿desde cuándo los hombres te parecen lindos?
- Solo míralo – dijo el rubio señalando el televisor – el tipo pudo dar la espalda y desligarse de los bebes, pero ahí está. Dando la cara
- Solo porque no le quedo de otra – dijo Steve – Zoe es la linda allí
- Solo le ves el físico – dijo Danny
- ¿Quién acaba de decir que otro hombre es lindo? – dijo Steve
- ¿Qué no lo ves? – dijo Danny – ¿sabes qué? Cállate y tráeme otro pedazo de pastel
- Ya has comiendo mucho dulce hoy – dijo Steve
- Aun es mi cumpleaños – dijo el rubio – y ese aun es mi pastel. Y tú estás en la obligación de mimarme
- ¿Obligación de mimarte? – dijo Steve sorprendido
- Si señor – dijo Danny – Obligación. Así que ve a traerlo
- Espero que me consientas igual en mi cumpleaños – dijo Steve
- Yo te consiento todo el año – protesto Danny
- ¿Y cómo me consientes tú? – dijo Steve cruzando los brazos mientras Danny le ponía pausa a la película
- ¿Cómo que como te consiento? – dijo Danny – ¿acaso no te dejo tirar a gusto tus bombas? ¿acaso no te lanza de todos lados como si fueras no sé qué, sin importar que yo me quede con el corazón en la boca?
- Eso no cuenta – dijo Steve – eso es trabajo
- Ja – dijo Danny – ahora se llama trabajo ser una combinación entre Superman, Iroman, Aquaman y Rambo
- ¿Qué cosa? ¿Quiénes? – dijo Steve frunciendo las cejas – Danno, me estas mareando. Mejor dime algo que me ha estado dando vueltas todo el día
- Dime – dijo raspando el plato con la cuchara para conseguir las ultimas migas de pastel
- Porque me diste la mitad del corazón – dijo Steve
- ¿Cu… cu… cual co… corazón? – dijo Danny
- El corazón del pastel – dijo Steve acercándose lentamente – me diste justo la mitad del corazón y tú te comiste la otra mitad ¿acaso ese era tu corazón?
- Animal, yo no soy un caníbal – dijo Danny protesto mientras el castaño lo acorralaba contra la pared – y aléjate.
- ¿Te pongo nervioso? – dijo Steve
- Steve, no me mires así – exigió Danny con voz nerviosa
- ¿Te gusta cómo te miro? – pregunto el comandante con la misma expresión de un lobo hambriento al acecho de su próxima presa
- Steve… – dijo Danny
- ¿Si? – pregunto este
- Yo te lo puedo explicar – dijo Danny
- Prefiero las conclusiones que yo mismo estoy sacando – dijo Steve mientras le rodeaba la cintura
- ¿Y… que… conclusiones… estas sacando? – dijo Danny pero es silenciado por unos labio hambrientos no dejándole más alternativa que aferrarse al Marine antes de responderle con la misma intensidad
- Al parecer – dijo Steve cuando sus labios se separaron y unió su frente a la del rubio – sacamos las mismas conclusiones
- Eso parece – dijo Danny sonriendo con picardía antes de volverlo a besar
- Papá… – dijo Charlie bajando – tengo hambre. Quiero pastel
- ¿Más? – pregunto Danny sorprendido y alejándose del capitán de fragata – tú solo te comiste la mitad del pastel
- La otra mitad se la comió Danno – dijo Steve sonriendo por lo que este le dedico una mirada asesina – ok, me callo
- Vamos a la cama – dijo Danny cargándolo en brazos a su hijo
- ¿pero y mi pastel? – dijo Charlie
- Se lo comió Danno – dijo Steve y este clavo su mirada en él – ya entendí, ya entendí
- Vamos – dijo Danny – tú limpia este regadero y apaga el televisor
- El jefe soy yo ¿lo recuerdas? – dijo Steve
- Pero Danno grita más alto y es más mandón – dijo Charlie sonriendo
- ¿mandón, eh? – dijo Danny haciéndole cosquillas mientras subían a la habitación – ya verás. Steve
- Dime – dijo este
- Hago dormir a este jovencito – dijo el rubio – y seguiremos conversando
- ¿Ahora quieres conversar? – dijo Steve alzando una ceja
- ¿tú no? – dijo Danny
- ¿Hablan de darse besos? – dijo Charlie sonriendo
- ¿Qué cosa? – dijo Steve acercándose a hacerle cosquillas
- Cosquillas no, tío – decía el niño en medio de carcajadas – Cosquillas no
- A la cama – dijo Danny sonriendo – vamos
- Esperen – dijo Steve y beso la frente del pequeño – que descanses campeón.
- Te quiero, tío – dijo el niño
- Y yo a ti – dijo Steve –. A los dos – y ambos rubios se fueron
No. Él no quería darle besos a Danny, él quería adorarlo como llevaba años deseando desesperadamente y esa noche lo haría costara lo que costara. Claro en el remoto caso que el rubio pusiera resistencia.
FIN