CAPITULO III.
Quise llorar, reír, golpear algo en el momento en que observe lo que había del otro lado de la puerta.
Kat…Katherine, sin camisa, con la falda de su uniforme levantada hasta la cintura, los ojos cerrado y cabeza echada hacia atrás, sus labios dejando escapar gemidos de placer mientras el hombre, León, su ex, devoraba su cuello y acariciaba con las manos el interior de sus muslos.
Reí sintiendo el aire abandonar mis pulmones, las lagrimas comenzaron a caer de mis ojos ámbar mientras los veía disfrutar del otro, tan metidos estaban en eso que solo se dieron cuenta de mi presencia cuando toque temblorosa la puerta aun abierta.
La reacción fue inmediata.
Katherine salto a cubrirse mientras que león se coloco las manos en la entrepierna intentando ocultar su erección.
Los ojos azul zafiro de Kat si es posible se abrieron aun mas cuando noto que era yo-L-Lex…
Gruñí, como se atreve-no lo hagas-masculle apretando la mandíbula, las lagrimas hace mucho tiempo olvidadas-así que por esto no querías saber nada de mí.
.-O-Oye, esto no es lo que pare…
Lo corte saltando sobre él y estrellándolo contra la pared, sus ojos verdes se abrieron aterrados cuando noto lo molesta que estaba-tu no hables-gruñí directamente en su rostro, quiere herirlo, quiero destrozarlo, sinceramente quiero matarlo pero, no lo hare, mi problema es con Kat, ella es la que debía haber tenido la decencia de ser sincera conmigo, que no éramos oficiales, bien, lo entiendo, aun así, debió haber dicho algo, no soy su maldito juguete.
.-A-Alexyz.
Me aparte como si quemara de la mano que coloco en mi hombro, solté a León y con un chasquido le ordene que nos dejara, pareció indeciso por un momento…
.-León, vete, hablo contigo después-la voz generalmente firme de Kat se mostraba titubeante.
El maldito vampiro asintió y prácticamente corrió de la habitación cerrando la puerta detrás de él.
Cerré momentáneamente los ojos intentado controlarme-cuanto tiempo-murmure en un hilo de voz.
La sentí acercarse por lo que levante la mano e hice que se detuviera-cuanto tiempo ha sucedido esto Katherine-volví a preguntar abriendo los ojos y mirándola, sus ojos vidriosos por las lagrimas hicieron poco para apaciguar mi ira.
Tragando respondió con voz temblorosa-D-Dos semanas.
Pasando saliva con dificultad a causa del nudo en mi garganta asentí-dos semanas, bien-me lleve una mano a la frente y aunque intente lo mejor que pude de enmascarar el dolor en mis ojos este se desbordo y se mostro una vez que me enfrente a sus ojos-porque no dijiste nada?-las lagrimas llenaron una vez más mis ojos-significo tan poco para ti lo que teníamos que no sentiste necesario el informarme de esto?
¡NO, NO ES ASÍ!-Grito y se llevo las manos a la cabeza con expresión abatida-iba a decírtelo, s-solo que nunca reuní el coraje de hacerlo-observe como tragaba e intentaba secarse las lagrimas de las mejillas-no quería herirte-intento acercarse pero la detuve una vez más, un sollozo abandono su garganta-te amo, realmente lo hago pero…no sé si estoy enamorada de ti.
Quise reír, realmente lo hice, es absurdo lo que está diciendo, que no está enamorada lo entiendo pero decir que me ama, cuan sínica puede ser esta chica, si me amara al menos un poco, incluso como solo una amiga no se hubiera atrevido a hacerme pasar por esto.
.-yo…-me lleve una mano a la cara intentado aplacar mi llanto-ni siquiera sé que decirte en este momento, lo único que sé es que ahora entiendo porque nunca quisiste formalizar lo que teníamos.
Sentí su mano tocar mi brazo pero esta vez no me aparte ni la detuve, me encuentro tan cansada-Lex, sé que no me crees y lo comprendo pero mi intención nunca fue lastimarte…
He llegado a mi limite-no puedo aceptar eso-la mire con clara ira en mis ojos ámbar, mi lobo tan molesto como yo-no tienes ni idea de lo muchos que te detesto en este momento, el solo verte, el solo sentir que-mire su mano aun en mi brazo-me tocas me causa repulsión-sus sollozo hicieron poco para controlar mi lengua-voy a ser feliz el día que no te vuelva a ver más.
Me aparte de ella y camine hacia la puerta.
Si tengo que ser sincera esta situación no fue su culpa, fue mía por no querer aceptar que no era querida de la misma manera, al final, el error está en mí…
¡Lex!
Me detuve-has perdido el derecho de llamarme así-
Abandone la casa, subí a mi Ducati y acelere, tal vez si conduzco lo suficientemente rápido pueda dejar todo esto atrás…