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Du Sang por MinervaB

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Notas del capitulo:

 

 

Holaa de nuevo! Gracias por leer! Disculpen por los intentos de peleas o escenas de acción. No es mi fuerte, aunque me gusta mucho. Prometo mejorar.

 

Saludos

 

 

 

 

 

Capítulo III



---Lo creo porque te veo, pero… ¡Vaya que te pateó el trasero! ---




Aioria apretó sus puños a sus costados luego de las burlas de su compañero Ángelo, el cual, no paraba de reírse prácticamente en su cara




---¡Cállate imbécil! Ya les dije. El cazador no es tan fuerte como lo aseguraban. Solamente me distraje ---




---¿Distraerte? ¿Con qué? ---interrogó incrédulo un hombre de impresionantes dimensiones que estaba sentado en un elegante sillón de piel.




---Ya lo he dicho. Sentí una poderosa energía cerca del lugar, pero no pude identificarla ---




---¿Poderosa? ---



Aldebaran le miró en silencio. Si bien no le sorprendía que otro vampiro fallara con su misión de matar al cazador, - aun cuando le prometieron que le traerían su cabeza - verlo preocupado por otra "poderosa" energía le inquietaba.


 

Según le aseguraron, el cazador ya debería estar muerto, o al menos, eso fue lo que le prometieron cuando le ofrecieron de sus "servicios" ese par de vampiros puros. Pero, al final, habían fracasado. Camus - el cazador -seguía vivo y eso lo enfureció.

 

 

 

Camus le había dado muchos dolores de cabeza en los últimos meses, eliminando a la mitad de su legión de vampiros “comunes” – como despectivamente se refieran a ellos -  y que amenazaba con eliminarlo por igual sino actuaba antes. Por tal motivo, se vio obligado en pedir los "favores" de los vampiros “puros” para aniquilarlo. En este caso, los encargados para tal misión serían Aioria y Ángelo.




Hasta donde sabia, ellos eran los vampiros más fuertes de su especie y los cuales estuvieron aterrorizando a toda Europa en las últimas semanas, tal y como lo hicieron en siglos pasados. Ahora que llegaban a América, su misión era matar al cazador que constantemente le arruinaba sus planes de convertir a la humanidad en vampiros comunes. Pero, si esos vampiros puros se jactaban de ser los más fuertes ¿entonces por qué se notaban inquietos y nerviosos por la extraña presencia que mencionó el castaño? ¿Sería acaso un rival? ¿Otro vampiro?



Como fuera... A él no le importaba. Lo único que necesitaba de ese par de asesinos era que cumplieran con su promesa y que le trajeran la cabeza de Camus.




---Como sea Aioria...---Aldebaran atrajo entonces de su intención ---No te preocupes, ya tendrás tu oportunidad de matarlo. ---se puso de pie y se dispuso a salir del recinto con lentitud. Nunca les mostraría miedo, a pesar de ser muy peligrosos---Por hoy, has hecho un buen trabajo. Descansen...---sin decirles nada más, se retiró y los dejó solos.





Tanto Ángelo como Aioria se miraron de reojo y luego negaron con su cabeza.



---Estúpido...----el italiano escupió al suelo con sumo desprecio y sacó un par de cigarrillos de su chamarra de piel---Odio a ese sujeto. No es digno de nuestro poder, pero, si no fuera porque…bueno, ya sabes…---hizo una pausa y el castaño asintió con su cabeza, dándole la razón. Luego aceptó el cigarrillo que le ofreció



---Lo sé...Pero, hay que ser pacientes...---




---La paciencia no es mi virtud Aioria.—bufó el italiano y exhaló el humo de su boca. ---Ese imbécil piensa que puede darnos ordenes solo porque cree que estamos aquí para matar a su estúpido cazador---




---Conoces el plan. Es lo que Aldebaran necesita creer. Así que déjalo que lo haga. Que crea que hemos venido a matar a un simple cazador. ---llevó entonces su mano hasta su mejilla adolorida y entrecerró sus ojos con obviado malestar en su rostro---Aunque no estaría mal hacerlo. Admito que es rápido y hábil. Podría representar un problema para nuestros planes. ---




---Ya lo veo. Nadie te había partido la cara como él ---rio por lo bajo y lo miró burlón ---Déjamelo a mí. No me caería mal matar a otro cazador. Sería el tercero en mi lista ---




---Me da igual. Hazlo lo quieras. Pero solo recuerda, no puedes matarlo todavía. Aun no. Lo necesitamos vivo hasta el sábado, durante la celebración de la noche de brujas. Es el día en que "él" despertará—



---Si ---el italiano entonces sonrió con sorna y movió su cuello bruscamente para desestresarlo ---apuesto a que él despertará con mucha hambre. Es ahí donde la sangre de un cazador le hará de mucho provecho ---




Ambos se miraron cómplices y asintieron convencidos de que pronto, muy pronto, todo volvería a ser como antes. Pero antes, necesitaban de despertarlo. A él...A su creador…



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---¡No por favor! ¡No me mates! ---




Pero ya era tarde, Camus le había dado el golpe final a un suplicante vampiro, convirtiéndolo en cenizas con su daga.



---!Aghh no puede ser! ¡No puedo dejar de pensar en tí! !¿Quién rayos eres?!--- 

 

 

Indiferente con su entorno. Camus habló para sí mismo y luego miró hacia las estrellas. Importándole poco que seguía en una zona de riesgo.  Así como tampoco le importó la gran suma de  vampiros eliminados en esa sola noche. En su mente solo existía un pensamiento...




"El chico de ojos de color turquesas"





Se encontraba en el cementerio de la ciudad, donde usualmente salía a cazar y en donde, como en todas las noches, había exterminado a varios vampiros. Cinco, para ser más exactos. Rompiendo así su propio record personal, pero no le daba importancía.





Habían pasado dos noches desde su encuentro con Aioria y aún estaba adolorido y tenia varios moretones visibles, pero no por eso cambiaria su rutina nocturna como se lo había pedido Shura. Por lo que disperso como se encontraba, camino entre las criptas. Solo faltarían unas cuantas horas para que amaneciera y así podría regresar a casa.




Pero su jornada estaba lejos de terminar. Unos ruidos a sus espaldas lo alertaron y de entre las criptas saltó un poderoso rival.




---¡Muere cazador! ---

 

 

Camus volteó justo a tiempo para esquivar el ataque de otro vampiro que lo había estado acechando desde que llegó al cementerio.




---!Demonios! !¿Por qué nunca se acaban?! ---




---¡Cállate! !le llevaré tu cabeza a Aldebaran! !Se sentirá complacido!---




---Si claro, quiero ver que lo intentes...---le sonrió de lado y lo animó a acercársele con un ademan de manos. No sería el primero que lo amenazaba con eso. ---Anda... ---lo retó entonces con una risita burlona.




Por un instante, el vampiro se sintió dudoso al ver la altanera actitud del cazador. Hubiese esperado verlo cansado y desgastado, después de todo, ya había eliminado a cinco en una sola noche, pero, por el contrario, se le notaba fresco y altivo. Fue ahí que su instinto de supervivencia lo alentaba a correr, a huir de ese lugar, pero era más grande su ambición de complacer a su líder que de escuchar a su razón.

 

 

Por lo que, sin mediar palabras, se abalanzó contra Camus, intentando golpearlo y dejarlo fuera de combate. Desafortunadamente para él, al frances no le costó trabajo en someterlo y a eliminarlo sin problemas.




---!Seis! !Excelente.! ¡Bien hecho Camus! Aunque deja de ser divertido después del quinto --- sonrió con autosuficiencia y guardó la daga en su abrigo mientras que se felicitaba así mismo por su proeza.




---Seis en una sola noche...Necesitarás cuatro más para igualar a uno puro---




---¡Tu!---Camus abrió los ojos como platos y se giró para toparse con el dueño de esa misteriosa voz. Para su asombro, ya se encontraba justo detrás de él.---¿Q-Qué haces aquí? ¡¿Dime quién eres?!! ¿Y porque me sigues?!---su corazón latía a mil por hora, más no sabía si era por la impresión de verse sorprendido o porque estaba viéndolo nuevamente parado frente a él.




El chico de ojos color turquesas y cabello ondulado sonrió de lado y acortó la distancia entre ambos, pero Camus no se movió.




---Milo…Mi nombre es Milo, ---dijo por fin, profundizando su voz y mirándolo directamente a los ojos. Camus lo miró de vuelta y su corazón dió un huelco.



"Milo" lo repitió en su mente e intentó relajar sus facciones, mostrándose impasible, pero fallando totalmente. Ahora conocía su nombre, pero necesitaba saber más de él.Su nombre ya no era suficiente.




 ---¿Q-Qué eres? ¿Un vampiro? --- no era consciente de que su voz perdia fuerza, escuchándose dudosa y trémula





---Dímelo tú...Cazador...---sin dejar de mirarlo a los ojos le sonrió coquetamente. Luego, comenzó a rodearlo. Curiosamente, el francés no cambio su postura por una defensiva. La actitud de Milo no era amenazante, sino más bien de honesto interés y curiosidad




---Esa no es una respuesta  ¿Me estás espiando? ---




---Yo no te espío. Tu apareces donde yo estoy ---




Tenerlo detrás suyo, tan cerca y casi respirándole en el cuello, hizo que Camus sintiera un cosquilleo por toda su espalda. Cerró los ojos y suspiro pesado. Milo hizo lo mismo, inhalando su aroma, como queriendo conservarlo en sus recuerdos.




---Milo ...---lo nombró quedamente, pero lo suficientemente alto como para que el otro lo escuchase ---Si es verdad que estás de mi lado. Dime todo lo que sabes sobre Aioria. ¿Por qué lo conoces? ---mantuvó la guardia baja hasta que sintió la energía ajena inquietarse.




---Haces muchas preguntas…Camus …---Milo abrió los ojos y volvió a pararse frente a el cazador para observarlo mejor.



---Y tú no contestas ninguna ---




---Te he dicho mi nombre---



---Necesito más…--- le demandó visiblemente frustrado, pero luego arqueó una ceja y se le acercó sin miedo. Invadiéndole su espacio personal---¿Cómo es que sabes mi nombre?---




---Eres popular--suavizó su mirada y se alejó para sentarse sobre una tumba, invitándolo a sentarse junto a él. El francés pareció dudarlo. Sabía que no debería ser tan confiado, podría tratarse de una trampa, pero algo en su interior lo empujaba a estar junto a Milo, el cual, pareció leer sus dudas ---tranquilo, no te haré daño. Además, de que me ganarías sin dudarlo. Eres fuerte y rápido ---sonrió ampliamente, mostrándole una dulce sonrisa que enganchó más al frances





---Sigo queriendo saber qué o quién eres en realidad…---




 ---A su tiempo...---al darse cuenta que no se acercaría, miró el cielo estrellado de la madrugada y suspiró pesadamente antes de hablar ---Sobre Aioria. Bueno, solo te diré que no está solo. Tiene amigos poderosos, aunque aun no despiertan, pero lo harán durante la noche de brujas. Es una fecha importante para él y para sus planes. Necesitas estar preparado para la pelea. Piensa en una estrategia y dile a tu vigilante que intentará hacer el ritual. Créeme, hará lo imposible para traerlo de vuelta y de paso, querrá eliminarte en el proceso ---




---¿Ritual? ¿Qué ritual? ---



---Tu vigilante lo sabrá ---se puso de pie y dió la media vuelta



---¡No! !Basta de misterios!  ¡¿Por qué no me lo dices tú? Si quieres ayudarme, ¿Por qué entonces no lo haces y te unes a mí lado? ¡Milo! ---se interpusó en su camino y lo miró directo a los ojos con mucha desesperación en su mirada ---…Sino eres un vampiro…entonces …---suavizó su voz y agacho sus zafiros cuando las turquesas se fijaron en él ---¿Qué eres? ---preguntó tímidamente. Temeroso de escuchar la respuesta.





---Camus---

 

 

Milo lo nombró en un suspiró y levantó su mano hasta casi tocarle su rostro. Como intentando acunarlo para besarlo, pero que al final, se abstuvo de hacerlo.




“Se parecía tanto a él…Casi podía oler su mismo aroma”

 



---¿Milo? ---lo llamó y buscó su mirada nuevamente.

 

 

 

Entonces ambos se quedaron mirándose fijamente. El tiempo parecía no existir entr ellos. Se sentían conectados con sus almas. Algo extraño que Camus no podria explicarlo, pero quería besarlo. Moría de ganas por hacerlo. Como si fuese algo más fuerte que él.





---Todo estará bien Camus--- esa dulce, pero varoníl voz lo sacó de su delirio y tuvo que parpadear varias veces para poder regresar a su realidad ---No permitiré que te hagan daño…No otra vez ---esto lo dijo casi en un murmullo, casí como un secreto, pero aún así fue lo suficientemente claro como para que lo escuchara.




---¿Hacerme daño? ¡¿Otra vez?!---




Un nuevo ruido a sus espaldas lo distrajo y por instinto se giró hacía donde lo había escuchado, pero al percartarse de que era una falsa alarma, regresó su atención a Milo, pero como lo supuso, ya no estaba. Se había ido de su lado.




“Maldición” pateó una pobre piedra en su camino y se dejó caer pesadamente sobre la tumba donde previamente estuvo sentado Milo “¿Por qué eres tan misterioso? Y ¿A qué te refieres con “otra vez”?




Se entristeció al verse solo, pero al menos pudo concluir dos teorias: a) Que Milo efectivamente no era un chico normal, sino posiblemente un vampiro. Aunque, un vampiro bueno, ya que decia estar de su lado.  Pero, ¿podía ser eso posible? Rogaba a los dioses porque así fuera. No querría lastimarlo.

 

 

y b) Que ambos tuvieron un pasado juntos. Al menos, en otra vida.

 

 

Esa teoría lo hizo sonreír.

 



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---¡¿Entonces? ¡¿Qué encontraste sobre el ritual?!---




---Aun nada Camus, pero lo haré si me dejas terminar de investigar y NO me interrumpes cada veinte minutos ---el francés pinto un mohín en su rostro y volvió a sentarse sobre el mullido sillón. Estaba muy impaciente.



Shura por su parte, rodó los ojos y continuó con su lectura



---Veamos... “Milo” ---siguió mirando su libro en busca de algo relacionado a ese chico que tanto interés despertaba en su cazador. Supuso que si había encontrado algo sobre Aioria, entonces existiría la posibilidad de encontrar algo de él, después de todo, ya conocían su nombre





----¿Crees que sea un Vampiro? ---




---Bueno, no encuentro nada sobre él, así que no estoy seguro de eso---se quitó las gafas y lo miró ciertamente cansado--- Camus, aun es muy temprano en la mañana y todavía no despierto. Tienes que ser paciente, por favor---le mostro su taza de café a medio llenar y continuó con su lectura




Y es que efectivamente, el español fue despertado de la peor manera por un impaciente y emocionado cazador que entró por su ventana como un ladrón poco antes de las cinco de la mañana, sacándole el susto de su vida y rogándole por encontrar algo referente a “Milo”.





---¿Crees que un vampiro pueda ser bueno? ¿Es posible? ¿Has sabido de algúno? ---



Antes de que pudiera contestarle con un "!Ya cállate Camus!" Mu, entró en su casa seguido por Shaka




---¡Ahí estas! --- el pelilila les sonrió ampliamente y los saludo animosamente. Ambos chicos traían unos disfraces en sus manos---Ya tenemos listos los disfraces para mañana en la noche ---los dejó entonces con mucho cuidado sobre la mesa principal y luego miró a su amigo que parecia indiferente a su disfraz---¿Qué pasa? ¿No te gustá? ---

 

 

 

Camus solo negó con su cabeza y se encogió de hombros. Mostrándose apático. Tenía otros asuntos mucho más importantes de que ocuparse que un estúpido disfraz

 

 

 

---Me da igual Mu ---

 

 

---¿Qué pasa? ¿Está todo bien? ¿Por qué madrugaron?  ---le dió una mirada rápida a la pila de libros que Shura tenia sobre su mesa y supuso que algo importante había ocurrido. Eso sin contar con la cara de pocos amigos que tenía el pelinegro.---Aunque intuyo que algo importante paso anoche...¿Me equivoco?---





---¡¿Volviste a encontrarte con a Aioria?!--- el rubio preguntó sumamente alarmado y nervioso. Aun no lo superaba.




---No…---se puso de pie y tomo una manzana del frutero ---Pero si vi a Milo ---





---¿A Milo? --- contestaron al unísono. En sus rostros se vislumbró la confusión.---¿Quién es Milo?---




---Bueno, en este libro no hay nada que hablé sobre Milo, pero sí encontré algo sobre su advertencia --- Shura los interrumpió y se pusó de pie con un libro en sus manos. ---Veamos...---

 

 

---¿Qué rayos pasa? y ¿Quién es Milo? ---repitió ansioso el rubio.

 

 

 

Las mejillas de Camus se sonrojaron y sus ojos se iluminaron de solo escuchar su nombre ser mencionado

 

 

 

---Efectivamente. Mañana es un día propicio para llevar acabo cualquier tipo de ritual de resurrección. Así que posiblemente Aioria y sus amigos lo aprovecharán para revivir a su líder. ---el español le dió un trago a su cafe y luego dejó el libro sobre la mesa para sobarse las sienes con sus dedos. La cabeza comenzaba a punzarle---Camus…tenemos que evitarlo. Si esto llega a pasar entonces…---hizo una larga pausa en donde ninguno de los presentes dejaba de mirarlo expectante ---entonces estaremos perdidos. ---




---¿Quién es su lider? ---preguntó con sumo interes el cazador.

 

 

---!¡¿Y quién es Milo¡?! ¿Milo es el líder? Aghh no entiendo nada---


 

 

---Tranquilo Mu...Milo no es su líder y tampoco es nuestro enemigo. Al menos, no por ahora---

 

 

---!Ahh ya entiendo! ¿Milo es el chico misterioso de ojos color turquesa? ---Camus asintió y dirigió su atención hacía su vigilante.

 

 

 

---¿Shura? ---

 

 



Visbilemente consternado, Shura comenzó a caminar en círculos. Si bien le parecía extraño que un vampiro puro apareciera solo para matar a un cazador y que no lo hubiera hecho, nunca imagino el propósito real de su llegada. De ser verdad la advertencia de Milo, entonces, sería muy difícil salir triunfantes sino actuaban cuanto antes e impadían ese ritual.

 



---¡Shura! ---le gritó exasperado. Tanto Mu como Shaka se quedaron mirando la escena muy nerviosos. Camus se veía desencajado y el ambiente era tenso.---!No hagas largas pausas! !¿Qué pasa?!---


 


---Lo siento...---se disculpó y volvió a sentarse en su lugar ---Hasta donde sé, su creador es un despiadado vampiro. El original, el único...Él primero...Él...---hizo otra pausa y paso saliva, palideciendo al instante y asustando a los presentes ---...Solo espero que no sea el vampiro que tengo en mente ---




---¿A Quién? ---preguntó con miedo el rubio, pero no obtuvo respuesta ya que el pelinegro negó con su cabeza y regresó su atención al libro




---Si eso llegara a ocurrir, entonces la profecía se hará realidad y la humidad estará en peligro. ¡Debemos evitarlo! ---

 

 

Mu se acercó al frances y buscó su mirada ---¿Qué hacemos?---

 

 




---¡¿Cómo lo evitamos Shura?!---espetó Camus. También se le notaba muy preocupado y alarmado

 




---No lo sé aún. Todo esto es muy repentino. Mu, Shaka, por favor, consigan estas cosas. ---rápido comenzó a anotar una lista de objetos que necesitaría para protegerse y se las entregó ---Practiquen estos hechizos de magia también. Necesitamos protecciones ¿Entendido? ---ambos chicos asintieron y tomaron la lista sin dudar.---En cuanto a ti, Camus… tienes que entrenar con las armas. Utilizaremos todo. Además, debes estar MUY alerta en todo momento. Serás presa fácil y posiblemente querrán eliminarte antes del ritual---




---¿Crees que quieran hacerlo durante la fiesta de la escuela? ---





---Es posible, necesitarán mucha sangre para el ritual y que mejor que un grupo de jovencitos llenos de vida para comenzar---




Camus nunca antes había sentido tanto miedo como el que experimentaba en ese momento. Pero, de igual modo, estaría alerta y daría su vida de ser necesario con tal de evitar tragedias con la humanidad.




Nuevamente, miró al exterior de la ventana y pensó en Milo… “Gracias por la advertencia, Milo…Te veré pronto. Solo espero que estes de mi lado”
 


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Notas finales:

 

 

Besos y nos leemos pronto!


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