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FALSO TESTIMONIO Y MENTIRAS por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, les traigo el capítulo final, espero que les guste en lo que acaba

Capítulo 40.- El futuro

 

Siete años después…

 

La mañana estaba fría y amenazaba tormenta, en una de las salas de la fiscalía, dos abogados discutían frente al estrado y a un muy irritado juez

- Pero su señoría, esto no tiene precedente alguno – dijo Hades y lucía molesto

- Señoría, el precedente tiene que venir de la toma de decisiones basado en el mérito de la petición, no todo debe tener precedente, siempre es nuestra potestad crear precedentes, para que los futuros casos parecidos a este, no se queden en la oscuridad – respondió Shura muy seguro de sí mismo

- Eso me parece fantástico, pero, con todo respeto, eso no puede ser decidido en esta corte, es atribución de la Corte Constitucional hacerlo – replicó Hades, respiró dos veces antes de hacerlo

- No debería, su señoría, podemos hacer historia aquí – Shura hablaba con pasión, pero ya habían estado en esta discusión por más de veinte minutos

- ¿Historia?, esta pelea murió antes de empezar – dijo Hades ladeando un poco su cabeza, su tono condescendiente ofendió a Shura que abrió la boca para decir algo, pero el juez lo interrumpió al decir:

- Por más que me pese hacerlo, coincido con el señor Heissen, este caso es competencia de la Corte Constitucional, la niega la moción, realmente me apena tener que hacer esto señor Taylor, pero mis manos están atadas

- Gracias señoría – respondió Shura con pesadez, Hades le palmoteó suavemente la espalda al decir:

- No te sientas mal Shura, el intento fue espectacular, y verdaderamente creo que deberías elevar esta moción a la Corte Constitucional, vale la pena el trabajo que has hecho

- No tienes que ser amable conmigo Hades – Shura respondió caminando lentamente hasta su escritorio, se sentía desilusionado con el resultado, aunque si era una opción bastante remota el conseguir que el juez accediera a sus peticiones

- Lo sé, porque si conseguías que el juez te hiciera caso, me ganabas el juicio – dijo Hades meneando la cabeza con una ligera sonrisa

- Te odio – dijo Shura en tono divertido

- También lo sé, ohhhh antes de que me olvide, tengo esto para ti – Hades palpó su leva y sacó una tarjeta de uno de sus bolsillos internos, Shura la tomó y sonrió, Hades continuó: - Llegaron ayer, por eso no alcanzamos a enviarlas por correo, Seiya me hizo jurar que te la entregaría hoy, llámalo por favor y confirma tu asistencia, es muy importante que vayas

- Vaya… esto es genial – Shura sonrió sinceramente al ver las entradas, eran para la nueva obra de Seiya, ahora el castaño trabajaba en una compañía que hacía obras dentro y fuera de Broadway, esta era una obra grande y el actor principal era una estrella de cine, Seiya tenía uno de los papeles importantes de la obra, el castaño estaba más que emocionado por ello

- Si que lo es, te esperamos Shura, no nos puedes fallar – Hades volvió a palmotear la espalda del pelinegro que asintió al guardar las entradas en su saco y decir:

- No me la perdería por nada del mundo

- Ese es el ánimo, y cuéntame… ¿cómo vas con el caso del asesino del hacha?, vi el resumen ayer en la televisión, me gustó mucho tu estrategia – preguntó Hades casualmente mientras se dirigió a su escritorio a tomar su maletín

- Fue idea de Mu, a él le agradan más los casos corporativos que los criminales, pero nos estamos abriendo campo en ambas ramas – contestó Shura tomando su maletín también

- Lo sé, recibí una llamada muy interesante de Litt, Stevenson y Dale, me contaron que han perdido algunos clientes estos últimos meses, y que todos te los robaste tú, bueno no tú, tu nueva firma, déjame decirte que fue la mejor llamada telefónica que tuve en semanas – Hades en verdad que lucía complacido, ambos abogados salían de los juzgados hablando cordialmente

- No no no, yo no me los robé, no es mi culpa que esas empresas hayan finalizado sus contratos, y luego de varias entrevistas a varias firmas, nos hayan escogido a nosotros – contestó Shura con una sonrisa

- Esas cosas no se obligan, me alegro por ti Shura, fue una pérdida para nosotros tu partida, pero de corazón te deseamos éxito, y lo lograrás, tu calidad profesional habla por sí sola – Hades estrechó la mano de Shura cuando llegaron al borde de las escaleras

- Gracias Hades, y gracias por no demandarnos cuando Mackenzie Motors se pasó a nuestra firma, sé que fueron clientes de tu firma por años

- Ohhhh sí, no te preocupes por ello, hay trabajo para todos, perdimos un cliente y eso si nos afecta, pero no nos va a tumbar, Mackenzie Motors es una empresa en crecimiento, son buenos clientes y necesitan constante defensa, los mantendrán ocupados, pero valen la pena, bueno… espero verte en la obra de mi Seiya, cuídate mucho Shura, suerte

- Gracias Hades, suerte para ti también… - Shura miró a su antiguo jefe bajar la escalinata de la corte y suspiró con una sonrisa en los labios, hacía menos de un año que abrió su propia firma legal con Mu y Aldebarán, se estaban abriendo campo lentamente, estaban consiguiendo clientes y labrándose un nombre propio, en la firma Heissen Solo había encontrado apoyo en la transición, eso Shura no se lo esperó pero lo agradecía, ahora su sueño se estaba cristalizando, ahora una nueva etapa de su vida estaba empezando…

 

***

Un hombre de blanca piel que lucía un traje espectacular y muy sobrio, caminaba por las siempre atestadas calles de Manhattan, había empezado su nuevo trabajo hacía más de un mes y se sentía contento por ello, aunque siempre le había quedado la duda de lo que hubiera podido ser de haber aceptado las propuestas que le hicieron hace muchos años

- Hey… no me dijiste que ibas a venir a la ciudad, ¿qué haces aquí Ryuho? – preguntó el hombre de ojos verdes y mirada clara

- Hola Shun, en teoría no iba a venir, las clases me tienen ocupado, pero teníamos que hacer un trabajo de campo y por eso vine al museo, te vi desde hace una cuadra y por eso me acerqué, pensé que tal vez querrías ir a comer o algo, no nos hemos visto este último mes – el muchacho de cabellos negros y ojos verdes miraba al flamante abogado con ansia, a la final era el hermano que no tenía

- Eso suena genial, pero tengo una cita, bueno… no tengo una cita, pero quiero ir a buscar a Hades, Hades Heissen, de la firma Heissen Solo – explicó Shun a un confundido Ryuho que frunció el ceño y preguntó:

- ¿Uno de los abogados del caso de Ikky?

- Exactamente, tienes buena memoria – al decir esto Shun sonrió divertido

- Claro que la tengo, de toda esa situación me acuerdo de absolutamente todo, aún no puedo dormir del todo bien, ¿por qué vas a verlo?, ¿no sería preferible estar lo más lejos posible de toda esa gente?

- En teoría sí, pero Ikky trabaja en esa firma, vi a Hypnos el otro día en el juzgado, la forma en la que me miró… las cosas que insinuó… su tono… no lo sé… quiero salir de dudas

- Oh por dios, ¿ellos lo saben?, ¿saben lo que pasó con… con… el padre Docko? – Ryuho bajó su tono de voz hasta hacerlo un susurro, lucía positivamente asustado

- No lo sé, no lo creo, pueda que solo sean ideas mías, de cualquier manera me gustaría saber que tanto saben, o si de plano saben algo o no, Ikky me ha jurado muchas veces que nunca le ha comentado nada a nadie, solo Esmeralda lo sabe, ni siquiera Dégel, y eso es bueno porque él no podría guardar el secreto, pero… Hades… no lo sé… - Shun sonó pensativo de solo decir el nombre del abogado

- Pero si ellos lo saben… yo… iría a la cárcel… tú también… - Ryuho lució aterrado por un segundo, Shun lo abrazó y le dijo:

- Nadie va a ir a la cárcel

- Ese caso nunca se cerró

- Lo sé… pero no tienen pistas o pruebas como para inculpar a nadie, tranquilo Ryuho, respira conmigo, vamos… mejor tomemos un café antes de ir a las oficinas de Hades, tenemos un poco de tiempo, ¿qué te parece?

- Ok., ok., ¿cómo puedes estar tan tranquilo?

- Años de práctica amigo, años de práctica… - Shun señaló una cafetería en la esquina y ambos fueron hasta allá, ordenaron bebidas y panecillos, Ryuho empezó a hablar de sus clases mientras Shun lo miraba sin mirarlo realmente, sus pensamientos se fueron hacia esa noche, por años había tratado de no pensar en ello, pero nunca realmente lo logró, lo recordaba todo siempre, siempre…

 

***

- ¿Las tienes? – preguntó un muchacho de no más de 15 años, lucía asustado al abrir la puerta de su casa

- Claro que sí, ¿con quién crees que estás hablando? – Shun sacó de su bolsillo una argolla con varias llaves

- ¿Ikky no se dio cuenta? – preguntó el pelinegro susurrando al cerrar la puerta

- No, no se dio cuenta de nada, hice las copias hace dos días, él tiene su juego de llaves, ¿tienes el teléfono que te pedí?

- Si lo tengo, está adentro, ¿vamos a ir hoy en la noche? – Ryuho se frotó las manos, se notaba nervioso

- Claro que sí, lo hemos hablado por semanas Ryuho, esta noche es la noche, Ikky se fue a ver el partido de futbol en el bar, eso lo pone a la distancia precisa, todo está calculado, todo va a salir bien, ya lo verás, esta noche ese hijo de puta va a pagar por todo lo que nos ha hecho

- Ok., ok., estoy asustado

- No lo estés, cuando todo esto acabe, se va a querer morir, ya verás – Shun sonrió y eso convenció a Ryuho que asintió, juntos entraron a la pequeña casa del pelinegro, tomaron su mochila que ya estaba preparada con varios insumos que sabían que iban a necesitar y luego de chequear que la madre de Ryuho estuviera dormida, salieron por la ventana en dirección a la iglesia…

 

El padre Docko aún no dormía, era casi la una de la mañana pero él acostumbraba dormir tarde, estaba acostado en su cama mirando videos de sus niños, ohhh como disfrutaba recordarlo, sus sesiones lo mantenían abrigado en las noches, disfrutaba reviviendo lo que con su influencia lograba en los muchachos, este video en particular era de un jovencito totalmente delicioso, de solo pensar en él se ponía duro, su mirada angelical, su rostro que parecía esculpido por los mismos dioses, y ese trasero, ese trasero que lo enloquecía, el padre Docko gemía bajito bajo sus sábanas, le hubiera gustado tenerlo en su cama en estos momentos pero ya habría oportunidad, ahora solo se contentaba con mirarlo, y con los ojos en la pantalla del televisor, llegó a su momento cumbre de placer, esta sería una noche entretenida porque tenía planeado ver la cinta entera, de él y su pequeña ricura, como ansiaba poseerlo otra vez… y en esos pensamientos estaba cuando la puerta de su habitación se abrió un poquito y una cara conocida apareció con una sonrisa

- Shun… ¿cómo entraste? – preguntó el sacerdote cubriéndose de mejor manera con las mantas, se había quedado destapado y con su miembro a la vista luego de su pasional sesión solitaria, el muchacho de cabellos verdes lo miró a él primero y luego a la pantalla del televisor, pudo verse a sí mismo siendo acariciado por el sacerdote

- Eso no es importante, no podía dormir y pensé en usted, y no vine solo – Shun entró a la habitación jalando a Ryuho con él, el muchacho de cabellos negros lució incómodo, pero cerró la puerta y le pasó el cerrojo

- No que no me alegre verlos, pero… - el padre Docko no entendía nada, en especial porque Shun sonrió ladinamente y dijo:

- Es mi cumpleaños, y no quería pasarlo solo, mi hermano ni siquiera se acordó y bueno… creo que usted también estaba pensando en mi – Shun señaló el televisor en donde se podía ver claramente al muchacho de cabello verde doblado en el brazo del sillón, estaba desnudo en el video y el padre Docko le estaba acariciando la espalda, le abrió las piernas acomodándose entre ellas, se sacó la sotana y se pudo ver como introdujo dos dedos en la intimidad de Shun, que en el video cerró los ojos con fuerza y gimió

- Si bueno… no sabía que era tu cumpleaños – el padre Docko se levantó de la cama y caminó hasta el televisor, paró la cinta y la sacó, Shun le acarició suavemente el brazo y se acercó hasta susurrarle directamente en la oreja:

- Lo es… vine por mi regalo, aunque el regalo es para usted también… - Shun se separó y señaló a Ryuho que lucía nervioso

- Vaya es mi noche de suerte – el mayor acarició la mejilla del peliverde que le sonrió y le dijo:

- No tiene una idea, ven… hay algo que siempre he querido hacer y no me puede decir que no – Shun empujó suavemente al padre Docko hasta sentarlo en la cama, se paró muy cerca de él y se sacó en un fluido movimiento el buso que estaba usando, luego se sacó su camiseta, sus pantalones y finalmente su ropa interior quedando desnudo en la habitación, el padre Docko lo miró con deseo y hasta lamió sus labios, tomó a Shun de la cintura para acercarlo más y le besó el pecho, pero el menor sonrió y se zafó de su agarre al decir:

- Aún no… este no es todo el regalo – Shun se volteó a ver a Ryuho y le hizo una seña, el muchachito dejó su mochila en el suelo y también se desnudó rápidamente, no estaba convencido de lo que estaba pasando aparentemente

- Vaya… que buen regalo – el padre Docko se puso de pie e iba a caminar hasta Ryuho, pero Shun puso sus dos manos en el pecho del mayor para detenerlo al decir:

- Primero observe, luego es su turno de jugar – Shun señaló la cama y el mayor se volvió a sentar, Shun caminó hasta Ryuho y lo besó en los labios con pasión, ambos muchachos se abrazaron sin romper el beso, sino que fue profundizándose hasta que escucharon al mayor decir:

- Eso es Shun… acaricia su espalda, acaricia su trasero, palmotéaselo… vamos…

- ¿Así? – preguntó Shun bajando una de sus manos efectivamente acariciando el trasero del menor para luego palmoteárselo

- Si… así… - dijo el mayor, Shun volvió a palmotearle el trasero a Ryuho que gimió quedito y escondió el rostro en el cuello del peliverde que le sonrió al padre Docko que miraba todo esto con anticipación, él ya se había gozado a este par de jovencitos varias veces en los últimos meses, pero no los había tenido juntos en la misma sesión, esto le resultaba sumamente estimulante

- No… espera… falta algo… - Shun caminó hasta la mochila de Ryuho y sacó un par de guantes de cuero de imitación, se los puso y volvió a Ryuho, lo jaló suavemente del brazo y lo tumbó en la cama, al hacerlo le palmoteó el trasero nuevamente, el sonido de su mano al hacerlo con el guante de cuero llenó la habitación entera

- Auch… no Shun…  no… - se quejó el jovencito

- Más fuerte Shun, castígalo… castígalo… - dijo el padre Docko gateando en la cama hasta llegar a ellos y acariciar el enrojecido trasero de Ryuho, ahí Shun se detuvo y dijo:

- No creo que sea él el que necesite castigo… si… esto servirá… - Shun miró por la habitación y tomó dos estolas que estaban sobre la silla del escritorio, le hizo una seña al padre Docko para que vuelva a su posición inicial, Ryuho se hizo bolita en la cama tratando de respirar mejor, Shun gateó hasta sentarse en el regazo del sacerdote que sin perder tiempo puso las manos en su trasero y lo apretó

- ¿Qué crees que vas a hacer con eso? – preguntó el padre Docko señalando las estolas en las manos de Shun, que se encogió de hombros y sonrió al decir:

- Nada… todo… ya lo verá, sáquese la ropa – el menor le susurró directamente en la oreja, hizo moción de lamérsela pero no lo hizo, Shun lo estaba provocando como nadie lo había provocado antes, eso le sorprendía porque el muchacho tenía apenas 17 años, y era virgen cuando llegó a sus manos, pero como arcilla lo quebró y lo moldeó, no vio problema en complacerlo, así que se sacó la ropa y sonrió con anticipación cuando Shun ató sus manos con las estolas en los barrotes de la cama

- No tan ajustado Shun – se quejó el mayor

- No queremos que se nos escape su eminencia – Shun terminó de atar las estolas y se bajó de la cama, fue hasta la mochila y sacó un rollo de cinta de embalaje, cortó un pedazo mediano y con toda la rapidez de la que fue capaz, la puso sobre la boca del sacerdote antes de que emitiera ruido alguno, el mayor en este punto se molestó y forcejeó pero las amarras de sus manos no cedieron, Shun sonrió y dijo: -¿Qué sucede?, ¿ya no le agrada el juego? – el mayor solo pudo forcejear, Shun volvió a sonreír y caminó hasta Ryuho al decir: - Vístete y toma las cintas

- ¿Ya lo hiciste?

- Ya está atado, no va a poder volver a tocarnos, ¿entiendes las razones de lo que hice verdad?, lo hablamos antes Ryuho, no quiero que te pongas así ahora – Shun sacudió al muchachito que parecía estar al borde de las lágrimas, lo sacudió nuevamente hasta que el chico asintió y con lentos movimientos tomó su ropa y se vistió rápidamente

- ¿Es solo esta cinta? – preguntó Ryuho tomando la cinta que estaba sobre el reproductor, era la cinta que había estado mirando el padre Docko antes de que ellos llegaran

- No, las cintas están etiquetadas, sabes qué fechas debes buscar, apúrate – dijo Shun, el continuaba de pie junto a la cama, no había tomado su ropa, miró al padre Docko y le dijo: - Espero que hayas disfrutado de esa cinta, porque nunca más volverás a poner tus sucias manos encima de mí, o de él – el tono de Shun era calmado, se acercó a Ryuho y le tocó suavemente el hombro para llamar su atención, el pelinegro había estado acuclillado buscando las cintas que Shun le había dicho y saltó asustado al ver a Shun tan cerca

- Dioses… no hagas eso… - Ryuho del susto cayó sentado en el piso, Shun lo levantó del brazo al decir:

- Silencio, no nos pueden encontrar aquí, ¿tienes el teléfono?

- Si… - Ryuho sacó del bolsillo de su pantalón un teléfono y se lo entregó a Shun que lo encendió y claramente le tomó una fotografía al padre Docko que forcejeaba incesantemente

- Tranquilo, mostraremos tu mejor lado en los noticieros, te diría que sonrías pero… así estas mejor – el peliverde tomó otra fotografía causando que el padre Docko se moviera frenéticamente en la cama, Shun sonrió y dijo: - Shhhh… no queremos despertar a los demás sacerdotes, no queremos que ellos vean la mancha del pecado en nuestros cuerpos – al decir esto, Shun acarició sugerentemente su pecho y sonrió, pero su sonrisa era fría, su expresión de la misma manera

- Shun… ya tenemos lo que vinimos a buscar, vámonos – dijo Ryuho parándose junto a la puerta

- No, aún no, yo tengo ganas de jugar, si te quieres ir Ryuho lo puedes hacer, yo me quiero quedar un ratito más

- No Shun, vámonos – el muchacho de cabellos negros lucía asustado, muy muy asustado

- Vete te digo, yo me quedo aquí con mi buen amigo el padre Docko, trata por favor de no hacer ruido al salir – dijo Shun muy serio, Ryuho se frotó las manos y miró a Shun que asintió al decir: - Sabes por donde salir, sabes donde esperarme, quemaremos las cintas juntos, espera por mí, no tardo en llegar, Ikky no tarda en llegar

- ¿Llamaste a Ikky?

- Claro que lo llamé, tu vete ya, y ten cuidado con el padre Argol, él camina por las noches por este edificio, así que sube al siguiente piso y sale por la escalera de incendios, ya lo hablamos, todo estará bien, yo solo tengo que hablar algo con el padre Docko y nos vemos en nuestro lugar, en el banco del río, ahora ve

- Ok., ten cuidado Shun

- Lo tendré… - dijo en muchacho de cabello verde y vio a Ryuho salir de la habitación, lo escuchó cuando bajó la escalera de incendios y luego no escuchó nada, en verdad que el pequeño pelinegro lo hizo sigilosamente, Shun se volteó y miró al padre Docko, le sonrió y le dijo: - Sabes, la idea original era salir con esto a la prensa, íbamos a ir a los noticieros, los íbamos a denunciar por las ratas que son, ya lo habíamos planeado todo con Ryuho, ¿sabías que es un milagro que esté aquí con nosotros?, no… claro que no lo sabías

 

Shun suspiró y caminó hasta la ventana, miró a la oscuridad de la noche, su hermano no tardaría en llegar, así que se volteó hacia el padre Docko y le dijo:

- Ryuho decidió que no podía esperar más por lo que intentó ahorcarse en su casa, su mamá es alcohólica y no le creyó cuando él le contó todas las cochinadas que nos obligabas a hacer, él se sentía culpable y sucio, a él si lo convenciste con tu cantaleta del pecado y no sé qué demonios más y por eso intentó acabar con todo, no como yo, a mí me amenazaste con meter en la cárcel a Ikky, eso… eso es bajo, mi hermano es inocente en esto, yo llegué a tiempo a casa de Ryuho y literalmente lo bajé de la cuerda que había atado al árbol del patio, ahí comprendí que debía acabar con esto de raíz – la ira en los ojos de Shun era evidente, el impacto de encontrar a Ryuho casi inconsciente colgado en la cuerda del patio… eso lo sacudió, ahí se dio cuenta de la maldad humana, ahí se dio cuenta de los alcances de la podredumbre del sacerdote, ahí se dio cuenta de la inocencia de Ryuho, y algo hizo click en él, a la final, Shun aceptó prestarse a los juegos del padre para salvar a su hermano, el caso de Ryuho fue diferente, aunque sea como sea a la final ambos fueron víctimas de este predador

 

Shun miró nuevamente por la ventana, no vio nada en la calle, sentía su corazón latir con violencia, sabía lo que tenía que hacer y en lugar de sentir lo que se suponía debía sentir, era anticipación lo que lo embargaba, ansia, un hormigueo lo recorría entero

- Por Ryuho me decidí a hacer esto, era buena la idea de exponer su podredumbre al mundo por la prensa pero… nunca nadie hace caso a ello, nunca se ha logrado justicia con la iglesia, me di cuenta que no puedo pelear yo solo contra el sistema así que… mi mejor opción es esta, y eso es bueno, para mí, para el resto de tus víctimas, para el mundo… ohhhh mira… mi hermano ya llega – Shun sonrió al ver a Ikky llegar corriendo por la acera, así que caminó hasta su ropa, se agachó y sacó de su saco uno de los cuchillos de la cocina, el padre Docko al mirarlo palideció, trató de moverse, patalear, trató de escapar pero sus amarras no cedieron, Shun se subió a la cama y se sentó a horcajadas sobre el regazo del sacerdote y susurró: - Buenas noches dulce príncipe, que las alas de los demonios te lleven al infierno del que saliste

 

Shun levantó la mano que tenía el cuchillo justo al momento que Ikky abría la puerta, el peliazul miró la escena y abrió mucho los ojos, es que no lo podía creer, ¿qué demonios hacía su hermano menor desnudo, sentado sobre el padre Docko con un cuchillo en sus manos?, pero eso no fue lo que más llamó la atención, fue la expresión en su rostro, sus ojos… su mirada dura y fría, Ikky no tuvo tiempo de reaccionar antes de que Shun bajara la mano con violencia clavando el cuchillo en el cuello del sacerdote que se movía desesperado en la cama

- Shun… no… - Ikky se llevó ambas manos a la cabeza, no podía creer lo que estaba mirando, y menos pudo creer cuando el peliverde sacó el cuchillo del cuello de su víctima y con fuerza lo clavó en su pecho, una y otra vez lo apuñaló, la sangre lo llenó todo, Shun estaba cubierto de ella, las paredes, la manta y el suelo, al suelo cayó la sangre del sacerdote a medida que la luz de sus ojos se apagara, Shun hubiera seguido apuñalando a su víctima pero Ikky lo tomó del brazo y lo jaló, el peliazul lucía desesperado, miró por la cama y por el velador, tomó unas tijeras y trató de cortar la estola más cercana para liberar al mayor que lo miraba con ojos de súplica

- Déjalo Ikky… - susurró Shun soltando el cuchillo que cayó al suelo, pero en el rebote quedó bajo la cama

- Dios mío Shun… ayúdame a soltarlo – Ikky estaba al borde de las lágrimas

- No Ikky… no hay nada que puedas hacer por él, ya está muerto, déjalo…  – dijo Shun tranquilamente y puso su mano en el brazo de su hermano para llamar su atención, Ikky no pudo cortar la estola y miró desesperado a Shun que tenía el semblante sereno

- Por todos los dioses Shun, ¿qué has hecho?, ¿qué has hecho? – Ikky se volvió a llevar ambas manos a la cabeza, luego al sentir que estaban mojadas se las miró y se dio cuenta que estaban completamente embarradas de sangre, tontamente trató de limpiarlas en la pechera de su buso que también estaba manchado de sangre, al igual que sus pantalones

- He hecho lo que tenía que hacer, escúchame…

- Tenemos que llamar a la policía Shun, vístete… ¿qué diablos haces desnudo?

- No vamos a llamar a nadie, escúchame, mírame Ikky – Shun tomó la mano de su hermano, pero el peliazul sentía su corazón latir con fuerza de lo asustado que estaba

- Podemos decir que… fue un accidente… no lo sé… - Shun levantó la mano y cacheteó a Ikky con fuerza, el peliazul enfocó su mirada en Shun que lo tomó de la pechera de su buso, lo sacudió y le dijo:

- Esto fue todo menos un accidente, así que no vamos a llamar a nadie, esto es lo que vamos a hacer, vamos a salir de aquí, tú vas a bajar las escaleras y vas a salir por la pared, la vas a trepar y vas a correr por las líneas del tren, yo me voy a vestir y saldré primero, tú me vas a seguir en un minuto, ¿entiendes?

- Yo… yo…

- Si atrapan a alguno de los dos, necesito que te quedes con la boca cerrada y no digas nada, no aceptes ningún cargo, si te arrestan no opongas resistencia, déjate hacer, no dejes que te maltraten y no digas nada, eso es muy importante Ikky, Ryuho ya salió, ahora voy a salir yo, y luego lo harás tú, no toques nada, deja la tijera en el piso, cuida que no te vea el padre Argol, y sale por donde te dije, ¿me entendiste?

- ¿Arrestar?, ¿me van a arrestar? – de haberse podido poner más pálido, Ikky se hubiera puesto más pálido

- Es siempre una posibilidad, de darse ese caso, quiero que no te preocupes, yo lo voy a arreglar todo, yo conseguiré un abogado, pero tienes que hacer lo que te estoy diciendo, mírame Ikky, dime si me entendiste o no

- Si… si te entendí

- Perfecto, no te muevas – Shun se vistió rápidamente ante la atónita mirada de su hermano mayor, cuando estuvo listo y con cuidado de no pisar la sangre en el piso, le dijo a Ikky: - Espera un minuto y sal, trepa la pared sur, corre por las líneas del tren, todo estará bien Ikky, todo estará bien

- ¿Por qué Shun?, ¿por qué? – Ikky señaló al sacerdote sin entender nada

- Se lo merecía Ikky, ya te lo cuento todo cuando lleguemos a casa, adiós… - Shun salió sigilosamente de la habitación, subió el piso que le faltaba y salió a la escalera de incendios, la bajó y caminó por el jardín, abrió el portón el que sonó levemente y salió corriendo, la verdad no se quedó a ver qué pasaba, no se quedó a constatar que Ikky saliera con bien, esa no fue la razón por la que lo llamó, Ikky cumpliría su función, claro que si… sería el chivo expiatorio perfecto y con un poco de suerte saldría bien librado del juicio que seguramente se instauraría de ser apresado, si… Ikky lo haría bien…

 

Ryuho estaba escondido tras unos matorrales y su corazón latió con fuerza cuando escuchó pasos apresurados en su dirección, al ver que era Shun respiró un poco más tranquilo, claro… eso fue hasta darse cuenta que el muchacho de cabellos verdes tenía manchas de sangre en el rostro y en el cuello

- ¿Qué pasó Shun?

- Pasó lo que tenía que pasar, hice lo que tenía que hacer, ese desgraciado hijo de puta no volverá a lastimar a nadie más

- ¿Lo… lo mataste?

- Claro que sí, vamos… enciende la fogata, tenemos que quemar esas cintas – Shun señaló una piedra grande en el banco del río, ahí ya estaba una carga pequeña de ramas secas, Ryuho sacó una caja de cerillos y encendió una pequeña fogata, el muchacho de ojos verdes sacó los ensangrentados guantes y los lanzó a la fogata cuando las cintas se achicharraron, luego se sacó la ropa y se metió en el río, el agua era helada, pero él se sintió libre, libre al fin, una sonrisa se dibujó en su rostro a la luz de la luna…

 

***

Shun caminaba por los iluminados pasillos de una firma legal, esta visita la debía hacer desde hacía mucho tiempo, esta hubiera sido su opción de trabajo, pero… por conservar la paz y la unidad familiar había decidido buscar trabajo en otro lugar, la firma en la que estaba ahora no era tan buena como esta, pero… tiempo al tiempo… tiempo al tiempo…

- Tío Shun… - un niño muy hermoso de cabello y ojos azules dejó sus crayones y corrió hacia la puerta de la oficina, se lanzó hacia el hombre de ojos verdes que lo levantó en peso, le besó la mejilla y le dijo:

- Estás enorme Max

- ¿Quieres ver mis dibujos tío Shun? – el pequeñito corrió hasta la mesa de centro de la muy lujosa oficina en donde una pequeña niña de 4 años también coloreaba su libro de dibujos, el dueño de oficina se volteó y sonrió sinceramente al ver a su visitante

- Claro… perdón por venir sin avisar, wow… no pensé encontrar a mi sobrino en su oficina, la verdad solo venía a saludar – dijo Shun mirando al regio hombre de cabellos negros que cubrió las distancias y estrechó cálidamente su mano al decir:

- Pensé que vendrías antes, luego me enteré que estás trabajando en mi competencia, asumo que te buscaron desde la universidad, ¿verdad?

- Algo así – contestó Shun mirando a los niños, su sobrino también tenía 4 años, estaba en prescolar, el pelinegro tendió su mano y su niña caminó hacia él, Hades la cargó y le dijo:

- ¿Puedes saludar a Shun?, es un antiguo amigo, y es el hermano del papá de Max

- Hola tío Shun – contestó la pequeñita, Shun sonrió muy divertido al contestar:

- Hola Emma, asumo que es la famosa Emma de la que Max siempre habla

- Claro que sí, les gusta colorear sus libros aquí, de paso me hacen compañía cuando trabajo, bueno… cuando intento trabajar, ¿verdad tú? – Hades besó a su hija en la mejilla y la depositó suavemente en el suelo, la pequeñita corrió de vuelta a la mesa y tomó sus crayones, en eso llegó corriendo Ikky, estaba algo pálido por lo que entró a la oficina sin llamar, eso fue algo sumamente inusual en él, Hades lo miró y arqueó una ceja

- Lo siento… me dijeron que Shun estaba aquí y… vine corriendo… - Ikky también vestía traje aunque no estaba usando saco, con los años había terminado no solo la secundaria, sino la universidad comunitaria, seguía trabajando en la firma Heissen Solo pero ya no como miembro de mantenimiento, sino como analista asociado, usualmente hacía trabajo de campo para los casos legales y ayudaba con la recolección de datos para la presentación de los juicios, a Hades le agradaba mucho trabajar con él, era un profesional muy dedicado, además cuidaba mucho a sus hijos y amaba a su esposa, eso a los ojos de Hades, hablaba muy bien de Ikky

- Llegó hace un par de minutos – dijo Hades cruzándose de brazos y apoyándose suavemente en su escritorio

- Genial… ¿viniste a verme a mi o a Hades? – preguntó el peliazul algo confundido

- A Hades… me encontré con los niños, solo vine a saludar la verdad – respondió Shun con una débil sonrisa

- ¿Qué tal te fue en la clínica? – preguntó Hades como quien no quiere la cosa

- Ohhhh muy bien, Nancy estaba muy preocupada, y muy agradecida conmigo, pero no debería, es solo sangre – Ikky sonrió débilmente y pasó una mano en un vano intento de acomodar su cabello

- No es solo sangre, tu tipo de sangre es sumamente raro, apuesto a que el tuyo también, ¿no? – Hades habló primero con Ikky, pero luego le hizo la pregunta a Shun, que sonrió y meneó la cabeza al responder:

- Oh no no no, Ikky y Max son los de la sangre rara de la familia, yo soy O positivo, al igual que Esmeralda, esperemos que el nuevo bebé también, el tipo de sangre de Ikky es en verdad complejo

- Eso sí, yo soy B positivo, al igual que Emma, Seiya es O positivo como tú, la verdad nunca había conocido a alguien con AB negativo – el comentario lo hizo Hades en un tono sumamente imparcial, Ikky sonrió y dijo:

- Es que soy especial, bueno… si no me viniste a ver a mí, nosotros podemos hablar luego, ¿me puedo llevar a los niños?, Gloria hizo un pastel de chocolate espectacular y un snack de media tarde nos caería bien, me siento débil luego de la donación, ¿qué dicen?, ¿pastel de chocolate? – ofreció Ikky a los niños que saltaron de la emoción y corrieron a él, el peliazul tomó a cada niño de su mano y miró a Hades que le sonrió y asintió, con el permiso del padre, Ikky se llevó a los dos niños que fueron contentos con él por el pasillo, Shun suspiró y por unos segundos lució frustrado

- La verdad me sorprendió que no hayas venido a buscarme apenas te graduaste de la universidad, ¿quieres un café Shun? – ofreció Hades haciéndole una seña a Norma y señalando los sillones de la salita

- Si pensé en ello, pero… Ikky trabaja aquí, no tiene una idea de lo gratos que somos con usted, mi hermano vive feliz ahora, con su trabajo, con su esposa, con sus hijos…

- ¿Y tú?, ¿qué tal te va en el lado contrario?, sabes que siempre puedes venir aquí si así lo desearas, sé que te graduaste con honores de Harvard, siempre fuiste un muchacho muy inteligente

- Solo un poco… gracias… - Norma había entrado a la oficina y les entregó los cafés solicitados, Shun lucía incómodo, de eso Hades pudo darse perfecta cuenta, así que insistió:

- ¿Por qué elegiste Norman Morgan y Reed?, nuestra firma es más grande

- Ohhh… lo sé, sé que este sería un mejor lugar para trabajar, es solo que… Ikky ya trabaja aquí

- El que Ikky trabaje aquí es inconsecuente, a la final la firma es mía, ya que te tengo aquí, me gustaría que lo reconsideres, nuestro bono de inicio es muy bueno, Hypnos me contó que te luciste en un caso medio complejo la semana pasada, ese tipo de talento buscamos aquí – propuso Hades bebiendo su café

- No no no, no vine para eso, en verdad que solo vine a saludar – Shun aclaró y Hades lo miró en silencio por unos momentos y dijo:

- Bueno, yo hice mis intentos, sabes que las puertas de esta oficina están abiertas para ti cuando quieras

- Gracias Hades… sabe… siempre me pregunté las razones por las que nos ofreció su ayuda, eso me pareció extraño en su momento, me parece aún más extraño ahora, Ikky es muy familiar con usted, no lo sé… me parece extraño que me quiera tener aquí

- No es extraño, te dije que aquí se valora el talento, sabes… tuve un caso hace no mucho tiempo, ese caso me hizo pensar mucho en mis casos pasados, era el de una pareja, los acusaron de asesinato en serie a muchachos que pedían aventón en las carreteras, la fiscalía hizo un trato con la muchacha que alegó que su novio era el que había matado a todos esos viajeros, pero habían cosas que no cuadraban con la evidencia, no todos los cadáveres tenían la misma inclinación del arma homicida o la misma profundidad de la puñalada, como teoría de la defensa, nosotros dijimos que había un tercero en la habitación y que nuestro cliente no era culpable, en este juicio no nos fue tan bien como en el de tu hermano y condenaron al muchacho a cadena perpetua, al poco tiempo, unos dos años tal vez, otra serie de homicidios de idéntica naturaleza fueron cometidos, la misma muchacha estuvo involucrada y esta vez la fiscalía ya no hizo tratos con ella

- ¿Ah sí? – Shun preguntó confundido, no sabía a dónde iba Hades con esta historia

- Así es, ella tiene una cicatriz en la palma, es una cicatriz larga y fina, ella usó un cuchillo para los asesinatos, no habían huellas en las armas homicidas porque usó guantes, pero no de látex, sino de piel sintética, la sangre en el cuchillo lo hace resbaloso, y ella hirió su mano al apuñalar a sus víctimas, no se dio cuenta de la herida por la adrenalina que recorría sus venas mientras los asesinaba, ella era la dominante de la relación, ella era la asesina, no él, ¿interesante verdad?

- Si… interesante – respondió Shun visiblemente incómodo

- Pero eso ya está en el pasado, no sé por qué recordé ese caso – dijo Hades pensativo mientras bebía su café

- La memoria es algo curioso, bueno Hades, me ha dado mucho gusto verlo, esta no será la última vez porque seguramente nos encontraremos en el juzgado – Shun acabó su café y se puso de pie, Hades lo imitó y estrechó su mano al decir:

- Claro que sí, estamos iniciando un caso de clase en contra de un maestro que abusó sexualmente de sus alumnos en una escuela del centro de la ciudad, eran niños pequeños, estamos peleando cadena perpetua, ese tipo de alimañas deben ser retirados de la sociedad

- O asesinados

- Esa es una solución un poco más drástica, pero… puedo vivir con ello

- Eso… siempre es bueno saber, gracias Hades una vez más y nos vemos en los juzgados, adiós

- Adiós muchacho, ha sido un gusto verte – Hades sonrió sinceramente al ver a Shun salir de su oficina, el muchacho de cabello verde aún no podía creer lo que estaba pasando, al llegar al vestíbulo del edificio, tenía una sonrisa tonta en el rostro, Ryuho se acercó a él e intrigado preguntó:

- ¿Qué pasó?, ¿qué te dijo?, ¿le contaste todo?

- No… no hubo necesidad… él ya lo sabía… - Shun miró con detenimiento su palma y acarició la delgada cicatriz que la atravesaba entera y sonrió, vaya… esto… no se lo esperó…

 

FIN

Notas finales:

Y ese fue el fin, espero que les haya gustado la historia, muchas gracias por seguirla hasta el final, cuéntenme que les ha parecido, y nos vemos en nuevos fics, un abrazo, bye


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